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Lo mios es tuyo y lo tuyo es mio - II

en Intercambios

Nos tumbamos uno a cada lado de la mujer del otro y nos quedamos mirando sus cuerpos. Sudoros, cubiertos de semen. 

Ahora no disfrutaríamos con ellas...

...disfrutaríamos de ellas...

Hector queria tomar algo de resuello despues de la primera descarga y mirando a su mujer alzo la mirada y me dijo, es tuya, disfruta de ese coño y ese culo tan ansiado... deja que te mire mientras tocas a mi mujer.

Dicho y hecho, abrí las piernas  de Elena y mientras Hector a su vez,  le iba acariciando cada poro de la  piel a mi mujer, yo avanzaba hacia la entrepierna de Elena. Quería poder tocar ese coño y ese volcán interior del que siempre me hablaba mi amigo en nuestras noches de confesiones.

Su coñito, recién depilado, invitaba  a avanzar y seguir hasta lo mas profundo... y lo hice. Iba a comprobar si ese coño de madre de dos nenes, seguía manteniendo ese volcán interior del que siempre me hablaba.

Deslice mis dedo entre sus labios y  pude notar que la muy zorra estaba chorreando flujo, por un momento pensé que pudiera estar despierta, pero seguramente era su subsconsciente el que había reaccionado al “maltrato” y la había puesto a mil. Ahora tenia todo su coño lubricado y listo para mi.

Me puse a la altura de su entrepierna porque quería disfrutarlo todo y les separe los labios, allí tenia a ese clítoris totalmente hinchado pidiendo guerra, la entrada de su cueva en primer plano pidiendo más, y justo abajo, el apretado agujero de su culo, esta noche todo seria mío,  no lo dude mas y me lance a comer, soborear, degustar, lamer y restregarme por toda su entrepierna, caliente, salada, sudada, inimaginable, y todo para mi. Le lamia como un perro de arriba abajo comenzando desde los pliegues del ano, pasando por su coño, hasta el clitoris.

Intentaba penetrarla con mi lengua y cada vez se dilataba mas, efectivamente tenia el coño caliente y mi lengua hacía de termómetro, alce la mirada y pude ver la mirada de Hector disfrutando del abuso mientras se pegaba y restregaba contra mi mujer. Esto me embruteció más aún y volviendo al coño de Elena, le metí dos de golpe en su coño, lo que sentí fue una de las sensaciones mas brutales, si desde fuera lo tenia caliente, ahora con mis dedos dedos dentro, aquello era dinamita pura. Ahora entiendo las folladas que me explicaba el otro golfo. Lo que debe disfrutar el cabrón.

Mis dos dedos entraban solos y pedían guerra así que le metí un tercero y aquel coño se dilataba por momentos y chorreaba de gusto, como ardía el interior de la cabrona, joder¡¡. Mi polla estaba a reventar de excitación. Me dedique por un rato a chupetear el clítoris y menear mi tridente de dedos dentro y fuera, la respiración de ella se acelero, pero nada que pudiera delatar que se iba a despertar. 

Casi sin pensarlo un cuarto dedo entro y aquello era digno de ver como estaba el coño abierto y listo para nuestras perversiones, increíble la capacidad, si ellas supieran de lo que son capaces, pensaba para mis adentros.

Volví a levantar mi mirada  y Hector había colocado a Ana de lado y el estaba detrás de ella aprovechaba para sobarla mientras me miraba, los ojos se le salían de ver como abusa de Elena. Había colocado su polla desde atrás entre las piernas de Ana y la punta de la polla aparecía y desaprecia entre las piernas de ella. El muy cabron se estaba pajeando con el coño de mi mujer, sin llegar a penetrarla, mientras disfrutaba del espectáculo y seguramente en preparación de su turno de disfrute.

Le mire y le dije, un volcan, brutal,  4 dedos dentro...

Él, me miró y jadeosamente me dijo, prueba con todos....

Lo intentare... le dije... mi intención era ponerle cremita para lubricarla pero era impresionante el flujo natural que tenia así que lo aproveche, saque los cuatro dedos que ya tenia metidos y mientras los chupaba para mojarlos más y poder saborear el delicioso sabor del coño de Elena, por cierto ligeramente mas dulzon que el de mi esposa, me detuve para verle como tenia completamente abierto el agujero, listo para pervertirlo.

Volví a meter los cuatro dedos y mientras empezaba a menearlos aproveche para abrirle mas las piernas y así que Hector pudiera ver todo el espectáculo.

Al fin posicioné los cinco dedos  en forma de lanza y empecé a presionar lentamente, con la otra mano le mantenía los labios abiertos mientras empujaba y retrocedía con la mano, increíble pero la cabrona se lo estaba tragando todo, dilataba que daba gusto y su respiración se agitaba con cada embestida, le di un par de lengüetazos mas a la mano y en cuanto me lance a comerle el clítoris esa barrera de su coño que parecía infranqueable de repente cedió y entró toda la mano hasta la muñeca, sencillamente increíble, tenia todo mi puño dentro de ella, al mismo tiempo un gemido apagado salió de la boca de Elena, no se había despertado pero si había reaccionado a la violación de su coño, no puedo imaginar lo que estaría soñando, pero desde luego y a tenor del chorreo de flujo de su coño, lo estaba pasando igual de bien que nosotros. Iba a enseñarle a mi compañero de violación como tenia a su mujer totalmente empalada cuando al alzar la vista me dejo  extasiado lo que vi. El muy cabrón, aprovechando mis juegos manuales, había cogido a Ana y le había levantado una pierna una en el aire, ahora tenia su coño y culo todo expuesto a su merced. Y lo que vi fue a Ana con la respiración agitada y a mi compañero presionado con su polla el virgen culo de mi mujer. El muy canalla intentaba sodomizarla sin avisarme antes. Se había embadurnado la polla de saliva y le estaba dando punzadas en todo el agujero del culo.

Retrocedía y volvía a presionar, retrocedía y volvía a presionar. Lo estaba disfrutando el cabron, sabia lo que había deseado estrenar ese culo y era él el que se iba a llevar el premio. Me miro y me dijo con cierto tono juguetón , venganza... , le has roto el coño a mi mujer pues yo romperé el culo a la tuya.

-tenias razón, dijo él... se resiste a mi polla, la tienes totalmente virgen...

-es tuya, revientala de gusto... le dije yo mientras le enseñaba el coño de su mujer totalmente empalado por mi mano.

La visión que tubo de dicha escena le dio fuerzas y de una firme estocada entro por completo en el culo de Ana.

-joodeeeeeer que gusto hostias, lo tiene ardiendo la muy golfa, me quiero follar todos los culos de este mundo, dijo entre jadeos Hector.

El culo de mi mujer completamente abierto dejaba ver a su anillo anal completamente rosado y tenso por la dilatación. La polla entraba y salía con pequeños movimiento y la iba exprimiendo como una vaca con cada movimiento.

-me va a escurrir  bien con lo prieto que lo tiene, no sabes lo que te has perdido todos estos años colega, dijo Hector.

-ni tu te puedes imaginar lo escandaloso que es el coño de tu mujer por dentro, ni las cosas que le vamos a hacer a estas dos esta noche.

No pude resistir la escena de mi amigo dejandole el culo como un colador a mi mujer, ni la sensación de tener mi mano dentro de la suya. Mi polla parecía bailar en el aire de las ansias que tenia de mojar en caliente. Por ello, saque lentamente mi mano del coño de Elena y pude ver esa enorme gruta como había quedado de abierta y dilatada, parecía la capilla sixtina de las vaginas, y como tal habia que pintarla adecuadamente. 

De un certero movimiento coloque a Elena de espaldas sobre la cama, me coloque encima de ella a la altura de culo, le cerré las piernas para que su coño hiciera mas presión,  y la penetre de un golpe con mi polla. Su coño a pesar de la dilatación, abrazo entre algodones mi polla y parecía succionarla cada vez mas para adentro. Increíble las capacidades y virtudes de esa cueva, me estaba haciendo un masaje en mi polla con su coño, y eso que no estaba despierta, no me puedo imaginar si lo hubiera estado. 

-Lo que tienes que disfrutar cabron, le dije a Hector. En esta posición podía ver perfectamente el culo de Elena abriendose con cada embestida mía y enseñandome lo que sería mi siguiente trofeo, su culo.

Continuará…..