Mi historia, soy casada un año de feliz matrimonio, mi esposo es agente viajero representante de una firma comercial y como tal debe ausentarse hasta dos y tres semanas en sitios bastante alejados de las ciudades, por lo que casi siempre estoy en casa con la muchacha de servicio, Eugenia, quien trabaja para nosotros, desde que vivimos en ella,
Yo aunque profesional, tengo 23 años, soy abogada y no ejerzo, soy de estatura media, buenos senos, pelo largo negro, en general una bonita figura y para matar el ocio empecé a frecuentar páginas pornográficas y de bondge que me llamaron la atención, en una de esas conocí a un pintor y comenzamos a chatear primeramente, poco a poco se fue haciendo imprescindible su compañía virtual y en cada conversación mas se adueñaba de mi hasta el punto que cedi a poner la video cámara, todo comenzó muy normal, fue descubriendo poco a poco mis sentimientos y poco a poco se fue adueñando de mí, al punto que si salía siempre mantenía el skipe abierto para vernos y el supiera en todo momento que hacía, un día que estábamos por la video me dijo.
Sol, quiero verte los senos.
Max por favor acuérdate que soy una mujer casada.
No me importa además estamos en ciudades diferentes, enséñamelos.
Está bien y procedí a quitarme la blusa y el sujetador.
Que lindos senos tienes, ese marido tuyo es un pendejo, dejarte sola tanto tiempo, apriétate los pezones y acaríciatelos.
Por el otro lado vi que se había sacado su pene y empezaba a masturbarse.
Te gusta lo que vez sol, no quisieras tenerlo metido en todos tus huequitos.
Yo excitada le respondía que sí y me decía pásale la lengua por la pantalla a lo que obedecía sin rechistar.
Baja a la cocina y busca algo que se parezca a mi pene, una zanahoria o un pepino.
Así baje a la cocina, temiendo estuviese Eugenia pero para mi fortuna le estaba poniendo comida a los perros en el patio y conseguí un pepino que se me pareció mas o menos al tamaño de su pene y se le enseñe.
Bien sol, tu marido usa condones.
Si Max, hay veces.
Busca y pónselo al pepino.
Ya esta.
Desnúdate y enséñame tu vagina.
Ya excitada como estaba y obedeciéndole hice lo que me ordeno .
Que vagina tan linda y cerradita parece que fueses virgen, ideal para mi gusto .
Comienza a acariciarte el clítoris y metete un dedo .
Viéndome que le obedecía me dijo metete otro.
Ahora piensa que es mi pene y metete el pepino.
Te gusta sol.
Si mi amor cógeme decía con el pepino dentro de la vagina.
Eres una bomba sexual, sumisa y obediente.
Verdad que eres sumisa, te gusta que te ordene sol.
Si Max me gusta coño soy tu sumisa.
Si sol lo eres sabes quédate con el pepino metido dentro de tu vagina vístete y busca otro pepino más pequeño o una zanahoria y le pones un condón.
Sin perder tiempo hice lo que me ordeno y de regreso otra vez desnuda me ordeno.
Sin sacarte el pepino de la vagina, mete la zanahoria por el culo.
Max mi amor, nunca me he metido nada por ahí.
No puede ser sol con ese culito tan lindo tu marido no te ha cogido por el culo.
No.
Pues ya es hora, ábretelo y metete la zanahoria ponle vaselina o crema primero.
Al principio me dolió apenas entraba pero él siguió animándome.
Piensa que es mi pene que te estas metiendo, es tu amo, tu hombre que te coge, y así poco a poco estuvo adentro, me sentía toda llena por delante y por detrás y una sensación y excitación que jamás había sentido, me hizo enseñarle mis partes llenas y tomarle fotos, esta demás decir que el orgasmo que tuve fue el primero en mi vida de tal intensidad que casi me caigo al piso, todavía con mis huecos llenos me ordeno quédate así, te vistes con una falda corta y la blusa sin sostenes y pasea por la casa media hora y luego subes, te llevas tu móvil para verte.
Max por favor mi amor, pero Eugenia me va a ver así, y además el hermano está pintando la reja con los ayudantes, que dirán, además son muy ordinarios y morenos, sabes que no me gustan.
Nada sol, vas y los saludas también, tienes que obedecerme si quieres ser mi sumisa, yo no te voy a poner en peligro, pero entiende que necesito saber que eres mía que soy tu dueño a partir de ahora y que debes obedecerme en todo, si no quieres bueno no ha pasado nada y seguimos siendo amigos si tú quieres.
Hyayyy por favor, Max, está bien, hare lo que quieres.
Me puse mis pantis, la falda y la blusa sin sujetador y baje a la cocina, Eugenia entraba en ese momento, me vio extrañada, pero no dijo nada, solo me pidió permiso para prepararle unos refrescos a su hermano y los ayudantes a lo que yo le respondí que estaba bien pero que se pusiera a lavar que yo lo haría, en ese momento me sentía muy sumisa obediente y así lo hice, fui con los refrescos hasta donde estaban y con mucha cortesía los salude.
Buenas como están, aquí les traigo un refresco para el calor, el hermano de Eugenia me devoraba con la vista al igual que los otros tres obreros y viéndolo sin camisa con el torso desnudo, me excite, sentí que me corría como una corriente por dentro y me moje toda, de inmediato toda roja de vergüenza y marcándose los senos y los pezones, cuando fui a dejarle la bandeja con el refresco me dijo el negro Cheo, no se vaya todavía señora, espérese hay tranquila para que se lleve los vasos, yo como una estúpida obedecí quedándome con los brazos extendidos sosteniendo la bandeja viendo como me comían con la vista, así estuve hasta que al fin pusieron los vasos e la bandeja y uno de ellos como sin querer me rozo una mano y otro un pezón, y el negro Cheo me rozo con su pene por detrás, de inmediato Salí casi corriendo y deje la bandeja subiendo a la habitación, entre la excitación que tenía, la vergüenza y el dolor en mis partes estaba que reventaba.
Ya te obedecí Max.
Si sol ya lo vi, te portaste bien, ves que no pasó nada?
Pero vistes como vieron los hombres, con ganas de hacerme cosas.
Jajajajjaj claro es que estas provocativa, quien no te hubiera querido coger, si eres una hembra sensual que le falta macho.
Por favor Max no me digas eso.
Vi que te rozaron, me vas a negar que no te gusto.
Bueno si, pero me dio mucha vergüenza y miedo.
Está bien vamos de a poco, desnúdate ya.
Ahora mastúrbate de nuevo al mismo tiempo con el pepino y la zanahoria.
Obedecí de inmediato teniendo otro orgasmo brutal que me dejo temblando.
Ya más serena, continuamos conversando.
Mira sol, has estado muy reprimida sexualmente, eres una mujer sensual que tiene que dar rienda suelta a tus deseos, sabes, en cualquier momento voy a ir a caracas, para estar contigo, me estas enganchando mucho, una mujer como tu es única, ese marido tuyo no te satisface como debería así que debemos ir solucionando ese problema.
Hayyy ojala vinieras Max, contigo si me atrevería a engañar a mi marido.
Jajajajjajja no te preocupes por eso, pero tienes que ir perdiendo la vergüenza, a mí me gusta una mujer sumisa, obediente y desinhibida, que haga lo que yo quiera y creo que tu cumples con eso o no es así?.
Bueno si, hare lo que quieras mi amor, cuando vienes.
Así me gusta, ya veremos si en verdad vas a hacer lo que yo quiera.
Pronto estaré contigo ya te avisare.
Ahora anda a ducharte y ponte crema en tu culito y tu vagina.
Sabes quiero verte los pezones más grandes, te voy a mandar una crema que te vas a poner delante de mí y te iré dando instrucciones, dame la dirección para mandártela.
Está bien Max.
De ahora en adelante me debes llamar, señor, o Amo Max.
Como tú digas.
Como tú digas que??
Mi Amo.
Bien te conectas a las cuatro de la tarde y no apagues tu móvil, quiero verte siempre.
Si Amo.
CONTINUARA