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La Chica Nueva (Prólogo)

en Control Mental

Ser la chica nueva del curso cada año era algo realmente cansador. Gracias a tu hermano mayor, que tenía tu custodia, tenías que ir viajando y cambiando de lugar cada año, pero ahora por fin te quedarías en un lugar. El "exclusivo" colegio New Age seria tu hogar por unos 3 años. Para tu suerte el colegio admitía alumnos internos y, aunque eran pocos, tu serias uno de ellos. Caminas por los pasillos buscando la oficina de la secretaria, cuando chocas con una chica, que inmediatamente se gira:

- Qué te pasa!? Fíjate por dónde vas!

La miras a los ojos y notas la energía negativa saliendo de ella. Así que una chica mala no? Entonces conectas su mente a la tuya

-Cállate

La chica se queda callada y con una mirada algo perdida en la cara.

-Apenas me desconecte te olvidaras de que te choque. Me pedirás disculpas por gritarme y desde ahora me obedecerás en todo. 

La chica asiente levemente y tú desconectas su mente.

-Perdón, no sé qué me ocurrió para que te grite así

Sonríes

-No hay problema. Cuál es tu nombre?

-Me llamo Emilie.

-Bueno Emilie, eres externa?

-Soy interna acá desde que empecé el colegio, este es mi último año.

Vuelves a sonreir. Ella te ayudaría en muchas cosas

-Emilie, me acompañaras a la secretaria y después de eso iras a tu cuarto y empezaras una maratón masturbatoria. Seguro que eso te calmará algo. No pararás aunque te corras. -sonries- Estarás muy caliente desde ahora, así que mejor vayamos rápido. Solo pararas si yo te lo pido. Y.... olvidarás que te dije todo esto.

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Ir con la chica nueva a la secretaria estaba siendo un infierno para ti. Estabas tan excitada... Tus pezones estaban como rocas, duros esperando a que alguien los toque y tus bragas de seguro estaban más que mojadas. No sabías que habías hecho para excitarte tanto y en tan poco tiempo.

-Emilie estas bien? Pareces algo afiebrada.

Te pones nerviosa. Se dio cuenta? Intentas desviar su atención

-Cuál es tu nombre?

-Zenaida

-Zenaida? Es un nombre raro...

-De verdad estas bien? Podemos ir a la enfermeria...

-Estoy bien no te preocupes...

Tenías que apurarte, tenías que llegar a la seguridad de tu cuarto.

-Bueno... Zenaida es griego. Significa hija de Zeus o algo así.

Intentas respirar profundamente, pero solo causa que tus pezones rocen con la tela del brassier que tenías. Te muerdes los labios para no gemir. 

-Es esta?

Miras hacia donde la nueva señala y ves el cartel de la secretaría

-Si es este. Perdón, pero tengo que hacer algunas cosas 

-No hay problema....

No escuchas lo que ella iba a decir y corres hacia tu cuarto. Cierras la puerta y te quitas el short que tenías junto con tu polera. Sientes tu cuerpo demasiado sensible y no sabes dónde empezar a tocar, una de tus manos empieza a pellizcar tus pezones, mientras que tu otra mano baja a tu zona baja. Empiezas a tocarte y ni te das cuenta que estabas en la entrada del cuarto. Sientes tu orgasmo cerca, pero necesitas más, más. Encuentras tu desodorante cerca y empiezas a metértelo. Adentro, afuera, adentro, afuera.... Gritas con tu liberación, pero necesitas más, mucho más.

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Sonries al pasar por el único cuarto ocupado aparte del tuyo. Oyes los gemidos y jadeos que salen del lugar. Cuánto había pasado? 2 horas? 3? Habías tardado en la secretaría y al acomodarte en tu cuarto. No tocas la puerta y solo entras. Emilie estaba en plena entrada toda cubierta en fluidos metiéndose un tubo de desodorante por la vagina y muchos dedos por el culo. Sonríes algo macabramente al ver que estaba tan fuera de su mente que ni se había dado cuenta que habías entrado.

-Emilie para.

Emilie para sus manos y las hace caer a sus lados. Te acercas y sacas el desodorante de su vagina con solo un gemido por respuesta.

-Ya aprendiste no Emilie? 

Como esperabas no contesta. Estaba muy cansada por lo visto.

-Emilie, escúchame bien. En cuanto me vaya te pararas bañaras y te meterás en la cama para descansar. Desde ahora no podrás hacer ni decir nada malo a nadie. Serás la señorita Bondad frente a todos. Y.... simplemente nunca recordaras esta conversación.

Ves como asiente levemente, y botas el desodorante al piso. Sales del cuarto y entras al tuyo para lavarte las manos. Bueno, habías hecho tu buena acción del día. Talvez no de una manera ortodoxa, pero algo era algo. Zenaida. Te preguntas si tus papas sabían que ibas a ser rara, especial. Como la hija de un dios. El poder lo tenías desde pequeña. Cosas por ahí, cosas por allá. Tus papás habían sabido educarlos a ti y a tu mellizo y no eras tan “manipuladora” Solo a las personas malas, solo ellas merecían que uses tu poder. No eras una persona sexual, en realidad no te excitabas ni nada, pero sabías que la única manera de educar a la gente era así, sexo. La mente de las personas se rendía a él. Era en ese momento en el que los tenías bajo tu control absoluto. Te ríes. El New Age sería un nuevo lugar mientras tu estuvieras en él.