miprimita.com

Mi amiga La mesita de noche

en Textos de risa

Hola querida amiga:

Supongo que te extrañará que te escriba después de tanto tiempo sin saber de mi. Creo que la última vez que hablamos estabas tú planchando en tu casa..¿lo recuerdas?.Pues la cuestión es que me he acordado de tí y se me ha ocurrido escribirte y contarte cosas de mi vida. 

Ha pasado ya mucho tiempo desde entonces y, no sé si tú seguirás por este mundo de internet y de los chat y esas cosas, pero yo si.

He conocido a muchas, como supongo que te habrá pasado a ti, pero hace cosa de un año conocí a una muy especial. Enseguida tuvimos buen feeling y poco a poco fuimos teniendo más y más contacto. Un día me habló de que tenía curiosidad por el BDSM...y a lo tonto a lo tonto,empecé,igual que ella, a leer e informarme y cada vez me atraía mas el tema. Doy por hecho de que sabes como funciona este mundo del BDSM, por lo menos tienes una idea.

 

Empezamos a hacer nuestros pinitos en ese mundo y, la verdad es, que cada día nos interesaba más, nos unía, diría yo, más.

Al principio lo hacíamos solo por teléfono...pero, con el tiempo, aquello se nos quedó corto. Y empezamos a hacer sesiones reales.

Esto es como todo, que cada vez se quiere más y más. Te lo digo porque, en principio, los papeles estaban bien definidos: yo era el Amo y ella la sumisa. Hasta ahí todo bien. Pero por el hecho ese que te decía de querer cada vez más y más, empezamos a intercambiar los papeles y llegamos hasta tal punto de intercambio de papeles que al final no se sabia quien era quien, ni qué papel jugaba cada uno. Así, te puedo decir que yo hacía, de Amo,Ama,de sumiso e, incluso, de sumisa. Y ella igual. Llegábamos incluso a jugar distintos papeles dentro de la misma sesión. Aquello se llegaba a convertir en una confusión mental tal, que no había quien se aclarara. Me llegó a pasar, por ejemplo, de sentirme en el papel de ser sumiso de mí mismo..y ella su propia Ama...en fin...un locura. Pero nosotros erre que erre.

 

Íbamos a un hotelito que está cerca de tu casa, muy cerca del Varsovia…donde recuerdo que me contabas que te veías con aquel valenciano que conociste por internet...no?...bueno, pues ese.

Las sesiones eran un "guirigay" de padre y señor mío. No sé cómo nos aguantaban en aquel hotel. Todo eran, gritos, risas, muebles que se nos caían...en fin, para que contarte. Solo como muestra te contaré lo que nos pasó un día.

UN día, que yo hacía de sumisa, y ella de sumisa de sí misma (alucina el destarifo) nos encontramos en la siguiente situación.

Ella estaba desnuda y, como ese día era su propia sumisa y Ama, decidió ser "mesita de noche"..jajajajaj...ahora me rio, pero espera que te siga contando. Se puso a cuatro patas, con la espalda bien recta, y yo la até muy bien de pies y manos y al mismo tiempo a la pata de la cama. La inmovilicé perfectamente. Para darle más realismo "al mueble" que quería ser, le puse encima de su espalda una lamparita, el cenicero y una radio que nos llevábamos a todas las sesiones. Yo, que ese día hacía de sumisa de mi mismo, me había puesto a cuatro patas también con las manos esposadas al cabezal de la cama. Yo tenía sujetando con mis dientes la llavecita de las esposas para poder abrirlas en cualquier momento; también me había puesto, como era sumisa, el cinturón de castidad de mi amiga.

 

Y así estábamos mirándonos y bromeando yo con la llavecita cuando, de repente, a mi amiga le entró uno de sus típicos ataques de risa tan contagiosos. Mira, me entró una risa...que tuve tan mala suerte que me tragué la llavecita de las esposas. Cría morirme. A ella, que está medio loca, eso le dio todavía más risa...no si...es que me he juntado cada una que "pa qué".

Cuando ya se nos pasó la risa, y había que hacer algo...empecé a dar cabezazos contra la pared para ver si nos oían los de la habitación de al lado. Tuvimos suerte y oyeron mis cabezazos...y entonces les dije gritando..."por favor, pueden avisar a recepción que nos vengan a rescatar que no nos podemos mover"...claro, aquellos salieron corriendo por que creían que nos había pasado algo grave.

 

Mi amiga, cada vez se reía mas, yo no sabía dónde meterme de pensar que me iban a ver desnudo y con el cinturón de castidad puesto y esposado al cabezal. Mira...se abre la puerta y aparecen... varios empleados del hotel, los de la habitación de al lado, un médico que habían avisado..y cuando nos vieron a nosotros...bueno, para qué contarte, se morían de la risa...y yo de la vergüenza. Mi amiga, "la mesita de noche", estaba como si se hubiera vuelto loca de tanto que se reía, pero, oye, que seguía haciendo de "mesita de noche" y no se le caía nada, ni la radio, ni la lamparita, ni el cenicero...nada. A ella la desataron enseguida y se vistió y ahí acabó su calvario...pero.. y yo?. No había manera de romper las esposas. Avisaron a un cerrajero de urgencia. El cerrajero tardó varios minutos en poder recuperarse de la risa cosa que además no consiguió del todo. Tanto es así, que dijo que no podía liberarme, que solo lo podría hacer con una cizalla rompiendo las esposas y que no se atrevía por si me cortaba algo. No quedó más remedio que llamar a la policía por si ellos tenían llaves. Llegaron enseguida dos patrullas con la sirena y para que contarte cuando me vieron...risas y risas y risas...la que más se reía era la hija de puta de la "mesita de noche" que, como te he dicho, está medio loca. Empezaron las fotos con los móviles, yo procuraba, como te imaginarás, taparme la cara; pero mi amiga se acercó y me la sacó para que se me viera la cara...cosa que hicieron todos los demás. Aún no se habían recuperado de la risa los policías, y ni siquiera me habían podido liberar, y ya estaba yo en youtube con cerca de 100.000 visitas. Al final me liberaron. Se rieron tanto que no nos cobraron la habitación, pero nos dijeron que no volviéramos más.

 

Del bochorno a duras penas me he recuperado. Necesité ayuda profesional psicológica (más de 120 sesiones a 90 euros la sesión). Aquello casi me arruina pero, por otra parte, entablé una amistad con el psicólogo que hoy considero como mi hermano. De la "mesita de noche" no he vuelto a saber nada...ni ganas...menuda loca...

Te cuento todo esto, porque quiero que me aconsejes. He recibido un ofrecimiento de una sumisa para entrar a mi servicio. Mi hermano, el psicólogo, me ha diseñado un test riguroso para que no vuelva a caer en manos de otra depravada que le guste ser "mesita de noche". ¿Qué hago? ¿le envío el test? te tengo por una persona muy inteligente y muy cuerda, aunque algo calentorra también, y sabrás aconsejarme bien. Como dato te diré que la carta de presentación de la aspirante a sumisa es una delicia de educación y buen gusto, lo que me hace tener bastante claro el darle una oportunidad.

 

Bueno, espero que estés bien y hayas pasado un rato divertido con mi anécdota de la que tanto tiempo me ha costado recuperarme.

Aconséjame, qué hago?

Muchos besitos y me gustaría saber de ti!!