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Soy el macho en casa de mi novia 4

en Dominación

SOY EL MACHO EN CASA DE MI NOVIA 4

Cuando salí del baño, 30 minutos después, me dirigí al salón, donde se encontraba Sofía sentada viendo la televisión. Se encontraba acurrucada en el sillón, con sus gafitas puestas y su pelo recogido. Se había puesto unas mallitas blancas y un top del mismo color que le ceñía los pechos.

- ¿ya cariño? –me dijo Sofía

- Sí, ya me he quedado a gusto

- ¿Te sientas a ver la televisión conmigo?

- No, tengo que ir a mi casa, voy a coger ropa para quedarme aquí…esta noche, en principio.

- Quédate todo el tiempo que quieras cariño

- Pues…voy a coger lo justo…y sobre la marcha que la ropa me la lave tu madre

- ¿cuánto tiempo te vas a quedar? –dijo Sofía dando saltitos con las rodillas en el sillón y palmadas de emoción.

- Depende de tu madre, de cómo se comporte conmigo –dije frunciendo el ceño.

-  No te preocupes por eso cari, he vuelto a tener una conversación con ella cuando estabas en el baño, y me ha jurado que se comportará contigo muy bien, como si fueras de la familia…o le retiro la palabra.

- ¿ah sí? –dije con una sonrisita maliciosa

- Lo mismo te digo a ti, si no me correspondes o te comportas conmigo…

- Yo te juro que voy a hacerte el más feliz del mundo, lo que quieras, seré la novia perfecta, no tendrás que buscar nada fuera, yo te daré todo lo que pidas.

- Bueno…ya veremos, yo soy muy exigente –dije con semblante dudoso

- No me importa, yo te daré incluso más de lo que me pidas jejeje –dijo la mojigata

- Bueno, tengo que irme

- Un besito primero –dijo cerrando los ojos y poniendo morritos

Decidí darle un beso sin ganas, y volverme hacia la puerta del salón, cuando en esos momentos salió su madre con unas mallas ajustadas totalmente, que hacían de su gran culo un espectáculo. En el torso vestía una camiseta de tirantes de color blanca, sin sujetador, se podían ver las transparencias de los pezones.

- ¡Lucía! ¿Qué haces? –dije mirándola de arriba abajo detenidamente, recorriendo todo su cuerpo.

- Voy a lavarme la cabeza, en breve me iré a trabajar –me dijo mirándome de reojo con desconfianza.

- Yo iba a mi casa a coger ropa, Sofía me ha dicho que me puedo quedar toooodo el tiempo que quiera –dije sonriendo

- Si…ya…vale, muy bien…estás en tu casa Tolo - dijo con tono de nerviosismo

- Y me vas a tratar como a uno más de la casa ¿no? –dije sabiendo la conversación que había mantenido con su hija.

- Eh…sí…claro.

- ¡bien! Así me gusta.

- Voy a lavarme la cabeza –dijo pasando por mi lado en dirección a la cocina, la cual era una cocina con un gran ventanal justamente en la zona del fregadero que daba al salón, que dejaba ver prácticamente toda la cocina, casi era un estilo a la americana si no fuera por esos ventanales.

Vi que Lucía se dirigía a la cocina con una toalla y champú que acababa de traer del baño.

 - ¿te lavas el pelo en la cocina? –pregunté a Lucía

- Sí, cuando me lavo solamente la cabeza, lo hago en el fregadero

- ¡ah! –dije, viendo como abría el grifo para dejar que el agua caliente comenzara a salir.

- ¿sabes Lucía? Yo siempre lavo la cabeza a mi madre, yo hice un cursillo en una peluquería, deja que yo te la lave, verás como nunca te la han lavado como yo –dije sonriendo

- Eh…no da igual…si yo lo hago en un momento…que voy con el tiempo justo… -dijo intentando eludir intentos.

- ¡que no, insisto! –dije -¿qué te parece si yo le lavo el pelo, Sofía?

- ¡Súper bien! –dijo dando palmaditas- me gusta que os llevéis bien ¡ya verás que bien te lo lava Tolo, mamá! 

- Sí Lucía, ya verás, es un método indio, te deja el pelo impecable –dije yo.

Me dirigí hacia la cocina y abrí los dos grandes ventanales, quedando el fregadero frente a Sofía, que nos veía de frente.

- Vamos a abrir las ventanas para que tu hija no pierda detalle –le dije abriendo las ventanas

- Tú pon las manos en la espalda, deja que tu yerno lo haga todo –dije cruzando sus manos detrás y atándolas con film transparente que tenía sobre la encimera- no vas a tener más que disfrutar –dije sintiendo mi rabo, ya durísimo en su pleno esplendor.

- Pero… no…-replicaba Lucía

- Ahora…mete la cabecita en el grifo… -dije agarrándola del pelo y metiendo su cabeza bajo el chorro.

Con la otra mano, pegué un tirón para abajo a las mallas, aprovechando que Sofía solo nos podía ver del ombligo hacia arriba. Las bajé hasta mitad de sus muslos, quedando a la vista sus braguitas blancas que no llegaban a tapar  sus grandes y prietas nalgas, quedando la mayor parte metidas por la raja del culo. Lucía nada podía hacer más que aguantar como podía bajo el grifo, donde la sostenía del pelo con fuerza.

- ¿Ves Sofía? Primero un buen remojo, agitando su cabeza para que quede empapada homogéneamente –le decía mientras pegaba un fuerte tirón hacia arriba a las bragas de su madre, metiéndosela toda por el culo y volviendo a dar otro fuerte tirón hacia arriba hasta oír un crujido de tela, aunque sin llegar a romperse.

Agarré mi corto pantalón y me lo bajé por debajo de mis cojones, sacando mi enorme cipote el cual lo tenía como un rabo de toro, lo pasé entre sus piernas apartando las bragas a un lado, entrando en contacto con sus labios vaginales, que los abrí un poco con los dedos para encajar bien mi cipote en ellos y poder frotarlo bien a lo largo del coño sin penetrar y tan solo con el contacto y fricción comenzando a embestir lentamente, sintiendo como mi cipote iba recorriendo cada milímetro del coño, retraía totalmente la pelvis hasta rozar con mi gran capullo el agujero del coño, para lentamente hacerla resbalar nuevamente hasta casi tocar con el capullo la parte delantera del mueble. La muy cerda comenzó a lubricar, por lo que empecé a acelerar los movimientos completos de cadera y a agitar su cabeza agarrada del pelo como si fuese una coctelera frente a los ojos de su inocente hija, que creía estar viendo un lavado Indio. De vez en cuando sacaba todo mi enorme rabo de entre sus piernas y pegaba otro fuerte tirón hacia arriba a las bragas, a estas alturas todas cedidas y rasgadas, para hacérselas a un lado y meter todo el cipote entre las nalgas, alojándola entre la raja del culo y refregarme en ella. Por la rabadilla sobresalía más de medio cipote abultando sus bragas y forzándolas hacia arriba cada vez que empujaba, para volver a bajar hasta casi el agujero del culo que, en ocasiones pinchaba con mi hinchado capullo como si fuese a penetrarlo y, nuevamente volver a subir deslizándolo hasta la rabadilla. Por un momento retiré el cipote de la raja del culo y tiré un gran chorro de saliva entre las nalgas, que se deslizó hasta el ojo del culo, volviendo a alojar el enorme miembro para permitir una mejor fricción. Se podía escuchar el ruido de la saliva al contacto del rabo resbalando por él.

 -Cariño, para que diga que luego no me porto bien con ella –decía a su hija, que no perdía detalle de ver los tremendos tirones de pelo que daba a su querida madre bajo el chorro del agua.

- ¡¡¡Mmmmmmmmmm...!!! ¡¡¡aaaaaaayyyyyyyy!!! ¡¡¡TO-O-O-O-LO-O-O YA-A-A VA-A-ALE-E-E-E!!! –emitía Lucía sin que apenas se le entendiese nada debido al fuerte movimiento que ejercía tirando de su pelo de atrás adelante como si fuese una muñeca de trapo.

- ¡¡¡tranquila mujer, tu disfruta jajajaja!!! ¡¡¡Yo también me lo estoy pasando bien!!!

- Nunca he visto un lavado así jejeje, parece divertido –decía la ignorante de Sofía

- Hay que agitar fuerte la cabeza, esto se llama en India un secado sobre mojado –dije a Lucía que nada le hacía sospechar lo que ocurría bajo la encimera-  Te voy a tapar la nariz y la boca para que no te entre agua, suegrecita –le dije a Lucía mientras volvía a colocar el rabo entre sus piernas, comenzando a moverlo nuevamente y pinzando su nariz con una mano y con la otra poniendo la mano tapando la boca.

Mis movimientos de cadera ya eran rapidísimos, en ocasiones me detenía y dejaba caer chorros de saliva sobre mi cipote, los cuales acababan poniendo el piso, ya que escurrían por el tronco formando espesos hilos, para luego volver a introducir el pedazo de carne entre sus piernas, alternando la fricción entre la raja del culo y la del coño. Su coño era un mar de flujos, la zorra estaba disfrutando contrariamente a lo que quería reflejar.

- Cariño, en este tipo de lavado, la cabeza se tiene que agitar rápidamente bajo el agua ¿ves? -mientras veía como agitaba la cabeza de su madre enérgicamente como si fuera una coctelera.

- ¡¡¡mmmmmmmmmmmmm…!!! ¡¡¡mmmmmmmmmmm…!!! –se le oía a Lucía que le faltaba el aire.

- ¡Que pasa suegra, a ver dime! -dije retirando la mano de su boca.

- ¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHHHH!!! ¡¡¡OOOOOOOOOOOOHHHHHHHHH!!! ¡¡¡yyyyyaaaa…aa…aaaa…aaa!!! ¡¡¡poooorrr…faaaaa….vooorr….!!! –el grito que dio fue de gusto, fue un gemido en toda regla, un berrido.

- ¡¡¡MARRANAAAAAA!!! ¡¡¡MIRA COMO LO ESTÁS PONIENDO TODO!!! –gritaba a su madre 

- ¡¡¡aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡ooooooooohhhhhhhhhh!!! ¡¡¡aaaaaaaaayyyyyyyyy!!! –emitía la zorra delante de su hija

- Sofía, pregunta a tu madre si se lo estoy haciendo bien

-¿mamá te lo está haciendo bien? –preguntaba Sofía inocentemente

- ¡¡¡contesta a tu hija, coño!!! –le dije mientras seguía manteniendo pinzada su nariz y recogiendo su pelo en un moño en la parte superior de la cabeza para comenzar a agitársela con rabia y fuerza mientras apretaba los dientes.

- ¡¡¡ssssssii…sssiiiii…!!! –decía con una voz ridícula de pitufo que le salía al tener la nariz pinzada.

El agua lo salpicaba todo, estaba hecho todo un pantanal encharcado de agua.

- ¡¡¡te estás mojando la camiseta!!! –le dije mientras pegué un enorme tirón al cuello de esta hacia mí crujiendo la camiseta y descubriendo  los enormes pechos, con unos grandes pezones tiesos. Los pechos se  balanceaban como péndulos por las enormes embestidas que le estaba propinando.

-¡¡¡aaaaaaaalaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! –gritó Sofía –¡¡¡que se le han salido todas las tetas!!!

- Pero suegrecita ¿cómo no utilizas sujetador? Ah claro, has adivinado que te iba a dar una lavada de pelo Indio y te has puesto como un india ¿no? Jajajajaja –decía yo restregando mi largo y grueso cipote por el encharcado coño haciendo más presión hacia él.

- Jejejejejejeje –reía Sofía tomándolo todo de forma divertida

 - ¡¡¡di a tu hija lo mojada que te estoy poniendo!!! –le dije con doble intención

-¡¡¡mmmmeeeee…estaaaaa…mo…jan…doooooo!! ¡¡¡ooooooooooohhhhh!!! –intentaba decir con nulo disimulo.

Seguí restregando el cipote, siendo claramente audible el chapoteo del coño sobre el grueso del rabo, hasta que, en un momento dado, eché para atrás todo el cipote…y sin previo aviso, coloqué el enorme capullo en el pequeño orificio del coño y le introduje lentamente todo el rabo, poco a poco, metiendo el capullo y notando como cedía su piel hasta apretar el capullo como si fuese el agujero de un culo, debido claro está, al gran tamaño del rabo y, continué sin detenerme, oyendo los chasquidos de flujo del coño al entrar hasta llegar hasta el fondo, momento en el que la saqué lentamente de nuevo. Agarré su camiseta por el cuello de detrás y comencé a tirar de ella, agitando todo su cuerpo y balanceando sus grandes pechos. De golpe le dio algo de tos.

- creo que a mamá se le ha metido agua en la boca -dijo Sofía

- a ver...yo te la saco suegra -le metí los dedos de las manos por las comisuras de los labios y estire de ellas, haciendo de su cara una mueca ridícula y comenzando a estirar fuerte hacia los lados como intentando dar de sí los labios y utilizándolos como riendas comencé a agitar nuevamente su cabeza con rapidez.

- ¡¡¡vamos suegra, saca el agua!!! -dije, mientras sacaba lentamente mi rabo, sintiendo los chasquidos que producía contra el roce de las paredes interiores del coño, sacándola completamente y dejando un enorme hueco en el coño. El cipote lo volví a meter entre las piernas para volver a frotarlo de atrás hacia adelante contra su coño, pudiendo sentir como sus nalgas vibraban a cada lenta embestida y el temblor de su coño al rozar mi gran capullo con él,  para luego pasar a enterrar nuevamente el cipote en la raja se su culo para volver a frotarme entre ella.

- ¡¡¡marrana de mierda!!! ¡¡¡Mira como lo estás poniendo todo de agua!!! ¡¡¡No te atragantes no te vaya a tener que hacer el boca a boca!!! -pincé su nariz con los dedos y sin parar de dar embestidas y frotar toda la gran longitud de mi miembro entre sus grandes nalgas, le introduje los dedos de la otra mano en la boca, hasta la garganta, provocándole arcadas acompañadas de grandes cantidades de agua que se fusionaban con el agua, creando un espesor en su barbilla irrompible que llegaba hasta sus pechos.

- ¡¡¡uuuuaaaaaaaaaaggggghhhhhhh!!! –el único sonido que salía de su boca era gutural, arcadas con burbujeo provocado por la saliva.

-¡¡¡di a tu hija lo cerda que eres!!! ¡¡¡lo estás poniendo todo perdido, al igual que a mí!!! -le dije sacando los dedos humillándola frente a su hija, la cual todavía pensando que realmente le estaba realizando un lavado de cabeza.

- ¡soy...un...a...ce... r... - en ese momento enterré todo el rabo sin previo aviso y de golpe hasta su matriz, agarrándola del pelo y comenzando a dar brutales tirones - ¡¡¡OOOOOOOHHHHHHHHH....AAAAAAAAHHHHH...UUUUUUUFFFFFFFF!!! -comenzó a gritar corriéndose viva

- ¡¡¡que se lo digas o paro de lavarte el pelo de forma tan placentera!!! -dije dándole un par de tortazos en la mejillas mientras tiraba del pelo y comenzaba a sacar lentamente el invasor de su coño muy lentamente, despacito para sentir cómo vibraba su coño y sus nalgas para volver a enterrarla de golpe cuando iba por la mitad.

- ¡¡¡SSSSOOOOOOOOYYYYY... UNAAAAA.....CER......DAAAAAAAAAAA!!! ¡¡¡UUUUUUUUFFFFFFFF UFFFFFFFFF!!! -dijo berreando intentando tomar aire desesperadamente por el gran orgasmo.

- pues sí que da gusto ese lavado de cabeza -dijo Sofía.

-sí, por lo visto tocas varias terminaciones nerviosas del cuero cabelludo que provoca lo que viene a ser casi un orgasmo capilar -dije tomándola por imbécil.

- a ver si me das uno a mí -dijo sonriendo.

- ¡¡¡a ti lo que te voy a romper el coño como me gusta hacerlo, cerda!!! ¡¡¡Cuando acabe con tu madre te voy a follar como a una guarra en la cama de ella!!! -le dije, dejándola toda colorada y volviendo a sacar lentamente el cipote del coño.

- ¿te parece bien que me follea tu hija en tu cama? -dije sacando lentamente el rabo todo tieso del interior y dejando solo el capullo dentro moviéndolo lentamente de atrás a adelante.

- ¡¡¡ooooooooohhhhhhhhhh!!! ¡¡¡ssss...ssssiiiiii...!!!

Aceleré el movimiento y volví a introducirla de golpe para sacarla e un movimiento rápido de cadera entera y volviendo a introducirla de golpe. Todo el nabo lo tenía envuelto en una espesa masa de flujo que producía el coño, goteando por el tronco del cipote y deslizándose hasta mis cojones manchando mi pantalón, ya que lo tenía justo por bajo de estos. Aunque ella había se había corrido como una auténtica cerda, seguramente nadie le quitaba de la cabeza la humillación de ser sometida por un niño de 19 años, pero con un miembro soberbio y más pequeño que su hija en edad y al cual ni si quiera casi le ha salido la barba y delante de su hija.

- saqué la barra de carne nuevamente y volví a colocarla entre las dos grandes nalgas comenzando a deslizarla de forma enérgica y deleitándome con el sonido guarro que producía toda el flujo adherido al rabo.

- ¡¡¡ven aquí marrana!!! -dije agarrándola fuerte del pelo y dándole un tirón hacia el suelo poniéndola de rodillas con sus pantalones a la altura de sus muslos y las bragas echadas a un lado de las nalgas y sus manos atadas con film transparente a la espalda

- y ahora...¡¡¡el champú!!! -dije empezando a darle pollazos en la cara empezando a pajearme con las dos manos lentamente.

- ¡¡¡uuuuuuuufffffffff!!! ¡Ahora verás cuanta cantidad de champú te voy a echar! ¡¡¡aaaaaaaaaahhhhh!!! -gemía yo de gusto mientras me hacia una paja a dos manos yo mismo -¡¡¡ya vieneeeee!!! - agarré el cipote con una mano y me acerqué depositando mis cojones en su cara y con la mano apreté su cara contra ellos y comencé a mover las caderas adelante y atrás frotándolos mientras, mi mano toda llena de flujo espeso vaginal, se deslizaba por toda la longitud de la barra desde los huevos hasta la punta del capullo, donde me recreaba masajeándolo para volver a deslizarla hasta la base de mis huevos. Apreté fuerte el tronco del rabo y comencé a sentir la subida de la leche a propulsión, haciendo que toda la leche se retuviera para que la salida del semen fuese abundante y explosivo a su salida.

Agarrando su pelo tiré su cabeza hacia atrás y le dejé la cara mirando a mi rabo situado a milímetros de la nariz.

- ¡¡¡ooooooooooohhhhhhh!!! ¡¡¡ya he conseguido que salgaaaaaaaa!!! ¡¡¡toma champuuuuuuuuuu!!! -dije apoyando el cipote sobre su cara para comenzar a erupcionar chorros gordísimos y muy espesos de semen, llenando su cara de largos chupinazos que cruzaban su cara desde su barbilla hasta su pelo y dejándolo todo chorreante y pegajoso.

-¡ya por fin...salió! ¡uuuuuufffff! Dije esparciendo todo el semen por su cara restregando mi rabo por ella.

- ahora tu hija te va a enjabonar el pelo -dije a Lucía- ¡¡Sofía ven aquí y enjabónale!! -le dije levantando la parte delantera de mi pantalón ocultando mi miembro, para a continuación levantar su parte trasera de las mallas de un fuerte tirón, al igual que luego hice con sus bragas que quedaron inservibles, tiré bien fuerte dejándoselas por fuera de las mallas y me retiré dejándola de rodillas como una mierda, mientras Sofía venía hacia aquí.

-iiiPero...alaaaaaaa!!! ¡¡¡Cómo te has quedado de jabón!!! ¡¡¡Hasta en la cara!!! -dijo Sofía con los ojos como platos. 

Su madre se encontraba con toda la cara y el pelo cubierto de una mascarilla espesa y abundante, sin poder quitárselo por ella misma al tener las manos atadas.

- ¿y qué bragas te has puesto? Te vienen grandes mamá -decía a su madre que, al intentar abrir la boca se le metió semen en ella y, al querer escupirlo le entraba todavía más.

-espera mamá, yo te lo quito -dijo su hija comenzando a pasar la mano por toda la cara y arrastrando el semen hacia el pelo como si de champú se tratase. Ayudó a su madre a levantarse y comenzó a llenar todo su pelo del semen de su novio para dejarlo listo para enjabonarlo.

- ya está mamá -dijo Sofía- pon la cabeza en el fregadero -le indicó a su madre metiendo dentro su cabeza y comenzando a masajearla para extender todo el semen -pero esto no hace espuma, se queda hecho pegotes en el pelo.

- es que ese champú no hace espuma cariño, frota con fuerza. De todas formas tranquila que cuando quedan pegotes quiere decir que hará efecto –la humillación hacia su madre no conocía límites- ¡pero no se te ocurra quitarte los pegotes después de lo que me costó lavártelo eh Lucía! –Lucía que ya había sacado la cabeza chorreando del grifo y su hija le había desatado las manos, me devolvió una mirada asesina- ¿¡me has oído Lucía!? –le pregunte imperativamente

- sss…sii… 

- bien, pues ve a secártelo con el secador, luego nos enseñas como quedó jajajaja

Lucía salió de la cocina y pasó por mi lado, momento en el que me volví y le solté una sonora nalgada y le pegué un fuerte tirón que rasgo todavía más las bragas, acción que hizo que se pusiera de puntillas por el dolor de la tela en el coño.

-           ¿No me das las gracias suegra? –le dije sonriendo mientras sujetaba las bragas tensándolas bien hacia arriba, me miraba como si quisiera matarme jajajaja. Finalmente me dio un beso en la mejilla- eso es otra cosa. Es de bien nacida ser agradecida jajajaja

-           ¡Sofía por favor! ¿Me traes la ropa que tengo planchada en la percha de la habitación? –dijo a su hija

-           ¡Sí mamá! ¡Ya voy! 

Justamente cuando Sofía iba a entrar a la habitación la agarré de la goma trasera de las bragas y tiré fuerte para arriba llevándola hasta el borde de la cama. En ocasiones mi periodo refractario es muy corto, recuperándome en 15 minutos.

-           Te dije que cuando acabase con tu madre te iba a dar una buena follada.

-           Ya….Tolo…pero… ¿esperamos que se vaya mi madre, por fa?

-           ¡¡¡una mierda, si te digo que te follo te follo!!! –dije tirando más fuerte de las bragas para arriba

-           ¡¡¡AAAAYYYYY!!! ¡¡¡Vale cariño!!! –dijo con cara de dolor

-           Di a tu madre que se espere, que te vas a probar su ropa a ver cómo te sienta, que seguro que estás muy elegante

-           Pero…Tolo…¡¡¡vale!!! Total, es un segundo –dijo ilusionada

-           ¡¡¡mamá, ahora voy!!! ¡¡¡Me pruebo un segundo tu ropa!!! ¡¡¡Tolo va a ver cómo me queda!!!

-           ¡¡¡Bueno!!! ¡¡¡Pero no tardes y no me la manches ni la arrugues que no tengo otra para llevarme!!!

-           ¡¡¡vale mamá!!!

Sofía comenzó a desnudarse quedándose tan solo en bragas, cogió la camisa blanca, muy elegante y con pinta de cara y comenzó a ponérsela  abrochándose los botones. Luego cogió los pantalones de pinzas del mismo color…

-           Espera, si te vistes como tu madre, te vistes de la misma forma completamente. Las bragas tuyas re las quitas y te pones unas de ella y sus gafas también.

-           Mmm…vale

Y procedió a coger unas bragas blancas de su cajón y se las puso y a continuación el pantalón y los zapatos.

-¡¡¡TA-CHAAAAAANNNNN!!! ¿Cómo estoy? –dijo dando una vuelta sobre si misma posando para mí.

- ¡¡¡mira!!! –Dije señalando con mi mirada mi rabo todo tieso- ¿y yo cómo estoy?

- ¡¡¡jajajajajajaja!!! –Rió tapándose la boca  mirando mi cipote todo tieso como una estaca luchando por salir del pantalón- ¡¡¡cómo estás!!!

-  ¡¡¡ven aquí coño!!! –Dije agarrándola del brazo y llevándola hasta el borde de la cama y colocándola de rodillas- ¡agacha la cabeza y pégala a la cama guarra! 

Me separé de ella y la contemplé por unos segundos con prácticamente el mismo culo que su madre, todo ceñido al pantalón marcando esas dos preciosas nalgas perfectas, con esa estrecha  cintura y a la vez elástica le permitía curvar la zona lumbar y quedarse con el culo casi mirando al techo en esa posición…

Lucía mientras tanto se miraba al espejo en el baño  pensativa:

Esto no puede estar ocurriendo en mi casa, un muchacho adolescente tratándonos como unas putas ¿y no saber qué hacer ante tal situación?, ver cómo trata a mi pobre hija como a una vil guarra y a mí me ha penetrado frente a ella haciendo que le mire a los ojos mientras lo hacía...aunque no se qué paso por mi cabeza en aquellos momentos, no era yo misma, ¿cómo puedo haberme corrido ante tal humillación? si  hubiese contado lo que le estaba haciendo en esos momentos a mi hija no me hubiese creído y no quiero perderla, ya que está cegada por este cerdo manipulador y por otra parte…esas fotos…yo y mi hija llenas de semen¿ Que iba a hacer si no? Mi cabeza estaba contrariada, por una parte le odio por haberme casi violado delante de Sofía pero…tampoco podía hablar demasiado, estoy avergonzada, me he corrido como una cerda en contra de mi propia voluntad, en contra de lo que sentía, corrido como una guarra y él lo sabía, el tratarla de esa forma despertó en mi los sentimientos más animalescos. Eso no volvería a ocurrir nunca más, no lo permitiré, tengo que volver a coger las riendas de mi casa.

Lucía se sobresaltó al oír voces en el salón, era Tolo que decía algo a su hija y abrió lentamente la puerta mirando al espejo de la pared, donde se veía reflejado perfectamente a los dos:

Mi hija estaba sobre él cabalgándole, estaba solo con las bragas puestas y…mi camisa, la que me he dejado preparada para trabajar. ¿Pero…que…? ¡Bajo del culo de Tolo estaba mi pantalón! y hoy tengo una reunión! Mi hija estaba subiendo y bajando su gran culo penetrándose con el largo miembro de Tolo, con las bragas a un lado tapando la nalga izquierda completamente y con la nalga derecha desnuda, pudiendo  ver como subía y bajaba sobre ese rabo de caballo que tan solo podía meterse hasta la mitad. Las nalgas de su hija se abrían y cerraban al compas del movimiento de caderas que efectuaba para penetrarse, pudiéndose ver el ojete sonrosado de mi querida hija y sus nalgas ondeando ambas a cada bote, mientras Tolo, con ambas manos,  nalgueaba las nalgas alternando de una a otra, dejando plasmada su manaza en su nalga derecha la cual tenía al desnudo.

-¡¡¡mueve el culo marrana de mierda!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaasss!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaaaasss!!! ¿¡te gusta que te de rabo eh, cerda!?

-¡¡¡ssssiiiiiiiiiiiiii!!! ¡¡¡oooooohhhhhhh!!!

-¡¡¡eres una cerda como tu madre!!! ¡¡¡marranaaaaaaaa!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaaassss!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaaassss!!! ¡¡¡tienes el mismo culo de puta que ella!!! ¿¡verdad!?

-¡¡¡ssssssiiiiiiii!!! ¡¡¡Uuuuuuuuuuufffffff!!! 

-¡¿quien es el macho de esta casa, puta?! –le preguntaba Tolo

-¡¡¡jodeeeeerrrr!!! ¡¡¡tuuuuuuuuuuu!!! ¡¡¡tu eres el machooooooo!!! –contestaba su hija

Tolo daba unas voces tremendas para que me percatase de todo lo que estaba aconteciendo, cosa que consiguió ante tales gritos, tenía que soportar ver cómo era sometida mi hija. Le agarraba de ambas nalgas abriéndolas totalmente dejando todo la raja al descubierto, dejando ver como el coño se engullía la mitad del cipote para volver a subir casi hasta el capullo, apreciándose el brillo que desprendía dicho pedazo de carne por el flujo espeso procedente de la encharcada vagina, que se deslizaba a lo largo del grueso tronco hasta esos dos enormes huevos.

-¡¡¡tu madre es una marrana como tú, dilo!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaaasss!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaaassss!!! –le decía Tolo nalgueando sus grandes y blancas nalgas una y otra vez con las manos marcadas en su lechosa piel.

-¡¡¡aaaaaaahhhhhhh!!! ¡¡¡uf-uf-uf-uf-uf!!! –emitía Sofía, hiperventilando por el éxtasis causado por el roce del pedazo de carne que abría forzosamente todo su coño- ¡¡¡miiiiii….maaaa….dre…..ooooooohhhhh…es una…marranaaaaaa…como…yoooooo…!!! –dijo a voces Sofía mezclando gritos de placer.

-¡¡¡te voy a llamar por el nombre de tu madre cuando te follo para imaginar que me la follo a ella!!! ¡¡¡Di que te llame como a tu madre!!! –decía Tolo mientras tensaba sus bragas y les daba un fuerte tirón hacia arriba metiéndoselas todas por la raja del culo.

Sus nalgas ocultaban todas las bragas dejando estas completamente al desnudo, permitiendo a Tolo comenzar una lluvia de azotes a las nalgas que no hacían más que enrojecerlas

-¡¡¡plaaaaaaaaaaaaassss!!! ¡¡¡marrana!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaaasss!!! ¡¡¡puerca!!! ¡¡¡di que te llame como a tu madre, coño!!!

-¡¡¡aaaaaaaaahhhhhhhh!!! ¡¡¡llama…me...cómo…a…mi…ma…dre…!!!

-¡¡¡como se llama tu madre!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaasssss!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaasss!!!

-¡¡¡Lu…ciaaaa…aaaaaaahhhhhhhhhhh!!!

Mi hija presa de la excitación se sometía a todas las humillaciones de ese crio, introduciendo y mancillando mi nombre por petición de él en las retorcidas humillaciones.

¡¡¡te gusta cómo te meto todo el rabo, eh zorra!!! –dijo mientras agarraba las bragas de Sofía y las hacía a una lado de un fuerte tirón, pasándolas al otro lado de la nalga, para así tener acceso completo al ojete de mi hija, por el cual comenzó a introducir un dedo sirviéndose del flujo que desprendía de su coño.¿¡te gusta, “Lucía”!? ¡¡¡plaaaaaaaaaasss!!! – decía él mientras con la otra mano libre le soltaba otra nalgada más 

-¡¡¡ooooooooooohhhhhhh!!! ¡¡¡oooooooooooooooohhhhhh!!! ¡¡¡sssssssiiiiiiii!!! –decía mi hija tensando todo su cuerpo y temblando de excitación, agarrando fuerte con sus manos el respaldo del sillón .

-¡¿te gusta cómo te folla como a una puerca tu “yerno”?!

-¡¡¡joooooooodeeeeeeeerrrrr!!! ¡¡¡aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡siiiiiii yerrrrrrrnooooooo, fooooollaaaaaaaaaameeeee asiiiiiiiiii!!! –dijo mientras tolo agarraba sus manos y las ponía detrás de su espalda inmovilizándolas con una de sus fuertes manos, mientras la otra la utilizaba para penetrar el ojo del culo y nalguearla.

-¡¡¡mete más el cipote suegra marrana!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaasssssss!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaasssss!!! ¡¡¡mueve más el culo sobre el rabo de tu yerno, zorra!!!

-¡¡¡aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡Uuuuuuuuuuuuufffffffffff!!! ¡¡¡ooooooooooooooooooooohhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡me voy a correeeeeeeeeererrr yernooooooooooooo!!! –decía mi hija a voces sin importar que le oyese. Tolo agarró entonces sus dos nalgas y comenzó a embestir con todas sus fuerzas mientras le incrustaba toda la barra de carne hasta el fondo, oyéndose un guarro chapoteo producto de la exagerada lubricación. Con una mano comenzó a abofetear la preciosa cara de mi hija al ritmo de la bestial follada que le estaba propinando.

-¡¡¡abre la boca “Lucía”!!! ¡¡¡y saca la lengua de cerda!!!

-¡¡¡aaaaaaaaaahhhhhhhh!!! –mi hija abrió la boca y sacó su lengua, recibiendo un espeso salivazo en todas las gafas, lanzado adrede  seguramente por Tolo, el segundo salivazo le fue a parar al labio superior y parte de la nariz. Soltó sus nalgas y agarró con los dedos ambas comisura de los labios, tirando un segundo salivazo que fue a parar su mejilla derecha, el cual resbaló por ella en dirección a la barbilla. No contento con ello le tiró otro potente salivazo, esta vez sí, acertó dentro de la boca, el cual hija recibió con gusto.

-¡¡¡Ven aquí “suegrecita “, te voy a dar de mamar como dabas a tu hija, marrana!!! –dijo a mi hija cogiéndola del pelo y poniéndola de rodillas, dando voces para que yo le oyese.

Mi hija, vestida con mi camisa y mis braguitas hechas a una lado mostrando sus nalgas rosadas y con las manos marcadas de Tolo y con sus pechos a los que él insistía en llamar ubres sacados por fuera de mi camisa desabotonada era una imagen morbosa, que por un momento me hacía imaginarme en esa tesitura…podría ser yo…sometida de esa forma por un mocoso de 19 años…con esa potencia y ese carácter frío y dominante…yo…una mujer madre de una hija incluso más mayor que él…

-¡¡¡Abre bien la boca perra!!! ¡¡¡y saca la lengua!!! –dijo a mi hija, viendo como cumplía las ordenes abriendo nuevamente la boca y sacando todo le que podía la lengua –Te la vas a tragar tú solita, “Lucía”, demuestra a tu “yerno” como eres de tragapollas –y dicho esto agarró a mi hija por el pelo y la acercó a 1 centímetro de su hinchado capullo, gordo y babeante de líquido pre seminal, apuntando a su cara amenazadoramente, como si fuera una tremenda estaca.

Mi hija miró por unos segundos el tremendo cipote con la boca abierta y la lengua fuera, cayendo desde su lengua hilos de babas encima del capullo, mientras Tolo atada sus manitas a la espalda con sus calzoncillos. Mi hija seguramente  estaría pensando en como semejante barra de carne se la podía incrustas hasta las amígdalas, aunque no le dio mucho tiempo para pensar, ya que pronto, agarró de su nuca de forma inesperada y de un tremendo empujón se la clavó hasta el esófago dando un respingo mi hija por la inesperada acción.

-¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaggggggggggggggggghhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡Uuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaagggggggggggghhhhhhhhhhh!!! –salía de la boca de mi hija en respuesta a las arcadas tremendas que le provocaba esa estaca de alojada en su garganta

 -¡¡¡Vamos, las suegras se las tragan enteritas, muy bien!!! Jajajajajajajajaja ¡¡¡menuda cara de zorra, suegra asquerosa!!! –le gritaba a mi hija, comenzando a embestir con su pelvis contra su garganta intentado hacer un socavón en su esófago.

Por el medio tronco que quedaba fuera de su boca, comenzaron a resbalar espesos chorros de saliva que iban tapando a su paso las tremendas venas del cipote, deslizándose hasta su pubis, por el cual, debido a la cantidad de saliva comenzaba a dirigirse hasta sus pedazos de huevos colganderos, chorreando por ellos a mi pantalón, que hasta hacía unos minutos estaba planchadito, formando sobre él un tremendo charco de espesas babas.

-¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaggggggggggggggghhhhhhhhhhhhh!!! –mi hija intentaba separarse de él poniendo sus manos en los muslos de Tolo, aunque este apretaba todavía más y, no contento con esto pinzó su nariz para incrementar su agonía y tiró de ella todavía más para abajo.

-¡¡¡Venga “suegra”, acostúmbrate que seguro que te gusta cómeme el cipote!!! –le decía Tolo mientras le tiro un río de saliva en la frente que fue resbalando hasta su nariz.

-¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaggggggggggggghhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡Uuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaggggggggggghhhhhhhhhhhh!!! –de las comisuras de su boquita comenzó a salir saliva espumosa con burbujas de saliva y mucosidad que no hacía más que excitar a Tolo.

De un tirón de pelo, Tolo levantó la cabecita de mi hija sacando el cipote de su garganta, dejando a mi hija babeando ríos espesos y gruesos de mocos y saliva sobre el rabo tieso e imponente.´

-¡¡¡iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiggggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhh!!! –Tomó aire mi hija llenando sus pulmones de todo el aire que pudo.

-¡¡¡Tú sola puerca, demuestra como lo haces “suegra”, metete el cipote de tu “yerno en la boca!!! ¡¡¡y ya puedes hacerlo, bien si no lo haré yo!!! –le decía a mi hijita.

Mi hija se acercó temerosa a la estaca y, tomando aire, se la introdujo hasta donde pudo, no llegando ni si quiera a la mitad. Comenzó a agitar la cabeza de arriba abajo follándose ella sola la boquita, provocándose arcadas.

-¡¡¡Tapona tu nariz “suegra salida!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssss!!! ¡¡¡plaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssssss!!! –le dijo inclinándose sobre ella y propinándole dos fuertísimos y sonoros azotes, una en cada nalga que dejo marcadas a fuego.

Mi hija, taponó su nariz con sus dedos mientras mantenía la tremenda tranca en su garganta, comenzando a tener unas arcadas tremendas, por lo que hecho su cabeza hacia atrás, encontrándose con la mano de Tolo, el cual se lo impidió y, esta vez, agarrando con las dos manos su pelo, apretó con todas sus fuerzas hacia abajo, mientras comenzó a dar embestidas con su miembro incrustado en su esófago sin compasión. En esos momentos, Tolo miró al espejo donde se reflejaba mi cabeza y nos miramos fijamente por unos segundos tras los cuales, Tolo comenzó a follar la boca todavía con más furia y violencia, tratándola como a una muñeca hinchable, sin piedad.

-¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡Meeeeeeeeee corroooooooooooooooooooooooooooooo!!! ¡¡¡aaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!! ¡¡¡Tómatela toda “Lucía”, te va a salir la leche hasta por las orejas–dijo Tolo apretando sin miramientos la cabeza de mi hija, la cual comenzó a toser, provocando que el semen le saliera a presión por la nariz y los pocos huecos que quedaban en su boquita, provocando un estallido mezclado de saliva y semen que se estrelló contra el pubis de Tolo, provocando que toda la masa espesa cayese sobre mi pantalón sobre el cual estaba sentado a propósito.

-¡¡¡Traga puerca!!! –decía follándose su boja mientras el semen continuaba saliendo en su boquita -¡¡¡aaaaaaaaaahhhhhh!!! ¡¡¡aaaahhhhhhh!!! ¡¡¡aahhh!!! –Tolo acabó la corrida y, por fin liberó la cabecita de mi niña, la cual se echo hacia atrás de golpe cayendo de culo intentando tomar aire y tosiendo violentamente con todos sus pechos y mi camisa llena de espesa saliva y su barbilla con hilos de esta balanceándose.

-¡¡¡iiiiiiiiiiiiiiiigggggggggggggggggggggggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhh!!!

-Menuda corrida, madre mía –me he quedado relajadísimo.

Yo me marché rápidamente al baño, haciéndome la tonta.

-¡¡¡Lucía!!! ¡¡¡Lucía!!! –gritó Tolo desde mi habitación.

-¡¡¡q…qué!!! –contesté con un nudo en la garganta.

-¡¡¡Que vengas coño!!!

-¡¡¡V…voy…!!! –dije con un hilo de voz.

Me aproximé a la habitación y, al asomarme a esta me encontré a Tolo ya vestido y a mi hija intentando darle un beso en los labios.

-¡¡¡Aparta coño, estás hecha una guarra!!! ¡¡¡No te pienso a dar un beso así, cuando me voy a marchar, cuando vuelva espero que estés arreglada!!! –le espetó a mi hija dejándola con cara de decepción.

-¡¡¡Lucía aquí tienes tu ropa, póntela!!! ¿No la necesitabas? Las bragas se las pide a tu hija, que las lleva puestas –Dijo acercándose a mi hija y, poniéndola a cuatro patas, le abrió con las manos el culo, el cual dejó mostrar el coño todo abierto –mira como le he dejado el coño a tu hija ¡¡¡plaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassss!!! –dijo dándole una tremenda nalgada, a la que mi hija respondió frotándosela.

-¡¡¡aaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyy!!! –exclamó mi hija con una sonrisita de tonta.

-Me marcho a mi casa, volveré para cenar, esta noche recuerda Lucía que dormimos los tres juntitos, así que voy a por unos “juguetitos” para que lo pasemos bien… ¡Hasta luego “suegra”!

Continuará…