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Viendo a mi mujer

en Intercambios

Somos mari y juan un matrimonio de 45 años, de los cuales llevamos 20 casados.

teníamos unos días de vacaciones y alquilemos una casita por la montaña  solitaria pero muy acogedora  en una de las salidas coincidimos  con una pareja que también estaban pasando unos días de ocio, como no había mucho ambiente por la zona quedemos para ir a hacer alguna excursión al día siguiente, desde el principio compaginemos muy bien las dos parejas, ni que decir que pasemos un día muy divertido ya que no paremos de hacer bromas entre los cuatro, de vuelta quedemos para que vinieran a cenar después de ducharnos y descansar un poco, ellos se alojaban en un hotel y en nuestra casa estaríamos más cómodos.

Más tarde a la noche llegaron Carla y Luis nos saludemos y estuvimos charlando mientras cenábamos, después de cenar, entre bromas, risas y un poco de alcohol empecemos a contarnos que es lo que nos gustaría hacer algún día.

- A mí me gustaría viajar a Canadá.

Dijo  Carla

- a mí me gustaría hacer sexo con mi mujer pero con más gente mirando.

Dije yo

- a! pues eso se puede cumplir, a nosotros no nos molesta estar aquí mientras lo hacéis.

Dijo Luis.

- y quién sabe si Carla se apunta, nosotros podemos hacer lo mismo.

Dijo Luis.

A nosotras nadie nos pregunta quien dice que no nos guste probar una nueva experiencia.

Dijo Carla.

Mi mujer es más recatada y no decía nada, pero se le notaba un poco nerviosa.

- mari que te parece, nos montamos una aventura, quien sabe cuándo tendremos otra oportunidad como esta, si en algún momento alguien se encuentra incomodo paramos y no pasa nada.

Dije yo.

- venga mari apúntate que somos adultos y podemos probar cosas nuevas.

Dijo Carla.

- no se esto es algo que no me esperaba y me pilla de nuevo.

Dijo mari

Si no os importa lo hacemos nosotros y vosotros miráis, sería como ver una peli porno.

Dijo Luis.

Mi mujer asintió tímidamente dando su consentimiento.

Carla y Luis empezaron a besarse, estaban muy excitados con la nueva experiencia, Luis no tardo en meter su mano bajo la camisa de Carla para sobarle sus pechos, esta a su vez comenzó a masajearle el paquete a Luis, que a estas alturas ya estaba bastante abultado, Luis con la otra mano empezó a quitarle la camisa a Carla dejándola en sujetador, Carla le bajo la cremallera del pantalón sacándole su abultado pene que a estas alturas estaba más que duro.

Viendo este espectáculo empecé a besar a mi mujer, aunque no decía nada se le notaba muy excitada al mismo tiempo le fui acariciando las piernas, viendo que se encontraba a gusto, le fui quitando poco a poco la camisa, no llevaba sujetador, al pasar las manos por los pechos sus pezones se notaban duros lo que hizo que me excitara más, mi mujer tenía la mirada puesta en la otra pareja la cual ya estaba totalmente desnuda,  Carla le acariciaba el pene a Luis mientras este hacia lo mismo con su clítoris, ellos también nos observaban a nosotros.

- visto como estamos que os parece si hacemos algo diferente ya que esto lo hacemos siempre con nuestras parejas.

Dijo Luis

- a si probamos cosas nuevas.

Dijo Carla.

- y que proponéis?

Dije.

Es como un juego, uno se tapa los ojos y los otros le tocan o lo que convenga de esta manera no sabes si te lo hace tu pareja o la otra.

Dijo Luis.

- por mi vale, te apuntas mari?

Dije.

- no se me da como vergüenza.

Dijo mari.

- no seas tonta y suéltate un poco, a si salimos de la rutina.

Dije.

Mari acepto no muy convencida, hicimos un sorteo para ver quien se tapaba los ojos primero y le toco a mi mujer

Le tapamos los ojos y la tumbemos en la cama, empecé acariciando sus pechos, Luis con una erección de caballo con la mirada me podio permiso para tocarla, asentí, él le abrió las piernas, acercándose a mi mujer le empezó a frotar el clítoris con su pene, mari se estremecía, se le notaba que le gustaba lo que le hacíamos, Carla también se apuntó empezó a tocarla por todo el cuerpo apartando a Luis para comenzar a pasarle el dedo por su rajita, era un espectáculo impresionante, Luis se acercó a la boca de mi mujer y le metió su polla, mari chupaba con ganas mientras se dejaba hacer por Carla, me acerque por detrás de Carla y le comencé a tocar las tetas mientras ella seguía masturbando a mi mujer, Luis mirando como tocaba a Carla no aguanto más y se corrió en la boca de mari, algo de semen que no pudo tragar le resbalaba por los labios, Luis le paso el dedo y se lo introdujo en la boca de ella, Carla seguía frotando el clítoris de mari con el dedo hasta que se corrió, yo,  observaba la mamada que mari le hacía a Luis, mientras tocaba a Carla, esta se dio media vuelta ofreciéndome su rajita, sin pensarlo le introduje el pene, estábamos tan excitados que nos corrimos al instante dejando toda mi leche dentro de ella, me fije que mari y Luis, no perdían detalle de lo que ocurría, fue todo muy rápido a causa de la excitación y la novedad.

Nos relajemos un poco, aun seguíamos desnudos, me acerque a mari y la bese, aun le quedaba restos de semen que Luis le avía soltado esto me excito y empecé una nueva erección.

- veo que todavía te quedan fuerzas para repetir.

Dijo Luis.

Entre todos decidimos repetir, a saber cuándo se presentaría una ocasión como esta.

Esta vez mi mujer no se  tapó los ojos, Luis se acercó a ella y empezó a besarla, al mismo tiempo la fue tumbando y con su pene ya erecto la penetro haciendo movimientos suaves, por nuestra parte Carla empezó a chupármela mientras yo le sobaba sus pechos, Luis seguía penetrando a mi mujer, a ella se le veía gozar.

-No aguanto más.

Dijo Luis

-Pues córrete dentro de mí, quiero sentir tu leche.

Dijo mari.

No aguantó más y se corrió dentro de mi mujer mientras yo observaba como gozaba ella a la vez que él se corría, poco a poco saco su polla de dentro de mi mujer y se acercó a Carla para que se la chupara, yo me aparte dejándole paso a su polla todavía con restos de semen, él le introdujo en la boca de su mujer al mimos tiempo que le acariciaba el clítoris, Carla no tardo en correrse, me dirigí a mari que todavía estaba tumbada mirando lo que hacíamos y le introduje el pene, al sentir la leche todavía caliente de Luis que se encontraba dentro de mi mujer no pude aguantar más y me corrí.

Estuvimos un rato desnudos descansando mientras comentábamos la nueva experiencia.

No duchamos y nos fuimos a dormir cada uno con su pareja, le comente a mari lo bien que lo había pasado, ella me confeso que también había disfrutado mucho.

Al día siguiente nos despedimos de Carla y Luis y regresemos para casa, no volvimos a vernos con ellos pero seguro que repetimos con otras parejas.