miprimita.com

Disfrutamos la verga de mi Ex

en Bisexuales

Antes que nada quiero agradecer a todos y a todas quienes me hicieron el favor de escribirme, de valor nuestro relato y por compartir su opinión. Para no hacer una recopilación del relato anterior los invito a leerlo http://www.todorelatos.com/relato/132470/ sin más quiero continuar con mi relato espero les guste les mando un saludo:

…Seguimos jugando después de varios juegos ellos estaban solo en calzones y yo con las zapatillas, tanga y bra, cuando perdí mi bra mi marido dijo; creo que si seguimos jugando vas a perder hasta los calzones, y recordando sus palabras le conteste a manera de venganza:

-          Total que me vea las nalgas ¿Qué puede ver que no haya disfrutado antes?

Me pare frente a Rogelio el adivino y metió sus dedos en los elásticos de mi tanga, los dos volteamos a ver a mi marido y sin quitarle la mirada Rogelio comenzó a bajarme la tanga muy despacio, mi esposo puso cara de sorpresa pero a estas alturas esa cara lejos de frenarme me excitaba aún más, quede frente a mi antiguo amante solo con las zapatillas puestas.

Mi marido no decía nada, quizá no sabía qué hacer, Rogelio le dijo a Ernesto:

-          Si te quedas a ver lo que sigue es bajo tu propio riesgo…

La escena me tenía temblando de las piernas, solo imaginen: mi tanga en la mano de mi ex amante el cual es amigo de mi esposo, yo solo en zapatillas mi esposo viéndonos con cara de asombro puff.

Ernesto se puso de pie se acercó a mí dio un beso suave en los labios y me dijo al oído:

-          Lo que pase esta noche no debe cambiar el amor que nos tenemos.

Apretó mi mano y beso mi oreja. Mientras tanto Rogelio besaba mis vellos de la panocha y me daba un par de nalgadas.

En ese momento le salió lo macho dominante a Rogelio que como siempre no pide solo toma a su antojo lo que él quiere sin pedir permiso; me tomo de la mano y así desnuda solo con zapatillas puestas me llevo a la recamara donde duermo con mi marido el cual me vio caminar encueradita de la mano de mi amante rumbo a nuestra cama. 

Ya en la habitación Rogelio se bajó el bóxer y como era su costumbre me tomo de los hombros y me hizo hincarme para mamarle la verga, ya había olvidado su sabor, su textura, su calor, lo rico que es bajarle la piel de la cabecita de su pene y pasarle la lengua alrededor después pasar mi lengua or todo su tronco y volver a egresar desde la base de sus huevos hasta el ojito de verga y meterla lo más posible en mi boca mientras con las manos le acaricio las bolas o sus nalgas, cerré los ojos y me perdí en esa rica sensación de cómo sus manos me tomaban de mi cabello marcando el ritmo de la chupada de pito que le daba a mi macho, amigo de mi marido. No sé cuánto tiempo se la estuve mamando en pero cuando abrí los ojos mi esposo estaba parado en la puerta de nuestra habitación viéndome, de momento no sabía bien que hacer, pero al verle su cara de calentura y el bulto bajo su calzón me sonrió yo trate de sonreírle pero tenía la verga de su amigo en mi boca por lo que solo alcance a guiñarle un ojo. Rogelio también volteo a verlo, me levanto y con un movimiento rápido me tomo de la cintura me cargo lo abrace por el cuello el metió sus manos entra mis piernas y así el pie me ensarto… así sin condón ni nada piel a piel… wauu en esa posición me la metió un par de veces, después me tiro en la cama caí con las piernas bien abiertas, Rogelio sin dejar de ver a mi marido, apunto su verga en mi panocha y me la metió de un solo golpe, tanta  en otra ocasión me hubiera molestado pero estaba tan caliente que me encanto ser tratada así, Rogelio me comenzó a besar mientras me penetraba muy duro y me jalaba el cabello, me la sacaba toda y me la metía de un solo golpe, mi esposo veía todo parado desde la puerta y como en los viejos tiempos se comenzó a masturbar, mi macho me dio vuelta y quede sobre el montándolo bien ensartada, mi esposo se acercó y me beso en los labios sus besos eran  suaves tiernos llenos de amor que contrastaban con la rudeza con la que mi macho me taladraba,  Rogelio le dijo a mi marido:

-          Vuelve a preguntarle quien la tiene más grande.

Los tres nos comenzamos a reír y dirigiéndome a Rogelio le dije:

-          tú, pero  él me come mi puchita más rico.

-          No lo creo, eso lo tengo que ver. - Dijo Rogelio

Y sacándome su verga le hizo una seña a mi esposo y el su vez comenzó a pasar su lengua por mí ingle, después por mis labios, es muy extraño ver a mi marido lamiendo mi sexo segundos después de que otro me estuviera cogiendo, pero la verdad lo hace tan rico que me deje llevar por las ricas lamidas de mi esposo, me enderece un poco me puse de cuatro y comencé a mamar la verga de mi esposo él se metió debajo de mi haciendo el famoso 69, en esa posición Rogelio comenzó a pasar la punta de falo por mis panochita, mi esposo me la seguía lamiendo y Rogelio me la volvió a meter… nunca creí que se pudiera sentir algo tan rico, el pene de mi esposo en mi boca, la verga de su amigo dentro de mí y mientras Ernesto en primer plano veía como me cogían y lamia mi clítoris, en un momento vi como esposo pasaba su lengua desde los huevos de su amigo hasta mi vagina, jamás, jamás creí ver a mi esposos hacer algo así pero la imagen fue detonante y tuve un tremendo orgasmo, Rogelio también con fuertes gritos se vino dentro de mí, mi esposo aun no terminaba así que se la seguí mamando mientras me lamia la vagina empapada con el semen de nuestro amigo, nos incorporamos abrace a mi esposo y me quede dormida.

Al otro día cuando desperté, estábamos los tres en la cama; Rogelio en una horilla yo en medio abrazando a mi esposo, me levante entre al baño y mi cabeza me daba vueltas ¿Qué va a pasar? ¿Qué sigue ahora, sin alcohol en la sangre como va a reaccionar Ernesto? - Lo amo mucho - me decía a mí misma, mi mente era tremenda duda y angustia, pero también me había gustado lo que hicimos, solo que NO estaba dispuesta a perder a mi familia por un momento de calentura, con tantas dudas y miedos me di un baño de agua tibia.

Salí del baño envuelta en una toalla, Rogelio estaba despierto, no me lo van a creer pero sentí pudor de que me viera desnuda envuelta en la tuya (ahora lo recuerdo y me causa risa).

Rogelio se levantó completamente desnudo.

-          Buen día Ale. 

Me dio un beso en la mejilla y se metió al baño, aproveche para vestirme rápido a baje a preparar el desayuno en el fondo me daba miedo ver a mi marido.

Al poco rato bajo Rogelio ya se había bañado se sentó en  la mesa de la cocina y no mención nada de lo sucedido me ayudo a poner la mesa mientras platicaba de cosas sin importancia ya saben trabajo, clima y esas cosas, en mi interior ya quería que se fuera, me sentía extraña como a la media bajo Ernesto cuando lo vi me dieron ganas hasta de llorar y pedirle perdón (por suerte no lo hice) desayunamos normal Rogelio se despidió y me quede con Ernesto.

Trate de tocar el tema, el me beso en los labios con mucho amor y me dijo:

-          Espero lo hallas disfrutado tanto como yo, te amo, no tiene que volver a suceder pero si vuelve a pasar hay que disfrutarlo.

Esas palabras me volvieron a la vida, ese día no sé cuántas veces hice el amor con mi marido y mientras lo hacíamos recodábamos escenas de la noche anterior y más nos calentábamos, lo que no podía sacarme de la mente es la imagen de mi esposo chupándole las bolas a su amigo y de cómo se comía su semen directo de mi vagina.

En la siguiente semana las visitas de Rogelio fueron cotidianas, el lunes que llego a la casa, abrí la puerta lo recibí me quiso dar un beso muy cerca de los labios no lo deje le di el beso en la mejilla y sin palabras trate de dejar claro que lo del fin de semana fue una excepción y que no quería ser infiel a mi esposo y de alguna manera no insistió, él se sentó en la sala le serví una taza de café en lugar de la ya tradicional copa de vino, la convivencia era agradable después llego mi esposo y continuamos platicando como grandes amigos.

En los días siguientes Rogelio seguía viniendo a nuestra casa y si bien, no había insinuación directa pero se sentía un ambiente cachondon, no se, las miradas que intercambiamos, las palabras en doble sentido en fin el ambiente era muy sensual. 

El viernes siguiente Rogelio llego a la casa como siempre lo hacía antes de que mi esposo llegara lo recibí y me dio un beso en la mejilla y me abrazo la mano casi llegando a la cadera, no le dije nada lo trate de lo más normal, mi marido llego se saludaron y comenzamos a cenar los tres, el ambiente no era nada tenso era de buenos amigos, la plática fue muy amena llena de risas, eso me relajo mucho y termino de romper todas la barreras que tenía en la mente terminamos de cenar Ernesto puso una película en la sala, yo fui a la recamara a quitarme la ropa de oficina y me puse una falda apenas debajo de la rodilla, sandalias y una blusa blanca.

Cuando llegue están viendo la película Rogelio se sentó en el sillón individual por lo que me senté con mi esposo en el sillón grande, Ernesto comenzó a tocarme las piernas y un poco más arriba mientras Rogelio nos veía eso me comenzó a calentar mucho, ahora era el quien miraba como otro me acariciaba, a media película Ernesto  se levantó del sillón diciendo:

-          esta película es muy aburrida - y puso a través de internet una peli porno -

Pensé;  ya sé por dónde vas, Rogelio aprovecho y se sentó junto a mí, conforme pasaba la película comenzó a tocar mis piernas yo puse resistencia al principio pero el continuaba tocándome y subiéndome la falda, pero la película y ver que mi marido no protestaba deje que continuara en pocos minutos me metía mano de forma descarada cada vez más arriba y mi marido veía de reojo, en una escena una rubia de súper tetas se comía un falo descomunal, mi marido dijo:

-          Ale lo mama más rico - y mirando a Rogelio pregunto -  ¿o no?

Yo solo reí, como única respuesta Rogelio bajo el cierre de su pantalón y se la saco y como siempre hace mi macho favorito guio mi cabeza a su pene, mi esposo me quito los calzones y oliéndolos dijo ya estas mojada nuevamente, se acercó para ver muy bien como se la chupaba a su amigo, Rogelio lo tomo de la cabeza y también lo llevo a su verga que para entonces la tenía bien dura y en un momento sorpresa ahí estábamos los dos como becerritos chupando el palo de nuestro amigo, mi macho me levanto y comenzó a besarme, Ernesto soltó el pene de su amigo y me desvistieron entre los dos; me iba a montar en rogelio pero él le dijo a mi esposo métele mi verga a tu esposa, mi esposo obediente se volvió a hincar le agarro la verga a comenzó a masturbarme con ella mientras Rogelio me besaba y me chupaba las tetas hasta Rogelio me ensarto mientras que mi esposo lamia mi ano las bolas de su amigo.  Después y de cambiar de posición en muchas ocasiones Rogelio término dentro de mí, mi esposo de inmediato me quiso penetrar pero yo ya había tenido un gran orgasmo y le dijo:

-          No mi amor me acaba de dar una tremenda cogida Rogelio no aguanto uno más.

Mi esposo se recargo en el sillón, y Rogelio me dijo mastúrbalo y así lo hice hasta que termino en mi mano.

No los voy a aburrir narrando cada encuentro, con el paso de los días Ernesto llegaba a casa como siempre antes que mi marido, más de una vez cogíamos solo él y yo, en otras los tres, cuando salíamos a cenar o a bailar parecía que mi pareja era Rogelio me abrasaba o me besaba apasionadamente, recuerdo una vez que llegamos a un restaurante, Rogelio me llevaba de la mano y me besos un par de beses el mesero nos vio en una ida de Rogelio al baño, mi marido me besaba y me agarraba la pierna, el mesero nos vio extraño, jajajajaja, pensaría que le ponía el cuernos a Rogelio, en fin.

Una noche salimos a bailar, nos gusta bailar salsa, bailaba con uno y luego con otro, a Rogelio le gustaba que usara vestidos cortos y con mucho vuelo, zapatillas, medias y blusas escotadas, sin llegar a lo vulgar, esa noche llevaba una blusa amarilla semi-transparente, bra de media copa, falda negra a medio muslo de mucho vuelo, zapatillas con tacón alto liguero y medias color humo, y tanga negra de encaje, mientras bailaba con Rogelio me hacía dar muchas vueltas y se me veía la tanga, cuando regrese a la mesa, Ernesto riendo me dijo:

-          Oye tienes a todos babeando les has enseñado todo, se te ven los calzones.

Rogelio respondió:

-          Mejor quítatelos para que no te los vean.   

Los tres reímos, seguimos tomando, los dos me tocaban bajo la mesa, yo también les tocaba sus penes debajo de la mesa, entrada la noche y a punto de retirarnos Rogelio me saco a bailar pero me dijo:

-          No quiero que enseñes los calzones así que mejor quítatelos.

Yo estaba muy tomada y le dije a Ernesto:

-          Mi amor ya escuchaste quítamelos.

Ernesto:

-          Eres una zorra.

Ernesto me quito mis calzones y así salía bailar, no sé que tanto enseñe o si me veían o no, lo que sé es que es una experiencia muy rica, saber que desconocidos te están contemplando, que pueden ver mis piernas, mis nalgas y tal vez hasta los vellos de mi parte más íntima, es muy excitante, chicas si no lo han hecho se los recomiendo.

Esa semana fui de compras con mi marido, pasamos por una tienda de ropa y como toda mujer le pedí que entráramos, comencé a elegir ropa fui a las faldas y encontré algunas de vuelo, Ernesto me vio y dijo “toma esta es corta le va a gustar más”, ¿QUÉ? Es como si me leyera la mente, inconsciente estaba eligiendo ropa para mi amante, mi esposo lo sabía y me estaba ayudando, si eso no es loco, mi propio esposo eligiendo la ropa que le gusta a mi amante. Bueno continuamos de compras mi esposo me eligió todo mi atuendo, para el fin de semana que la pasaríamos en casa con “visita” claro.

Ese fin de semana Rogelio llego a la casa, habíamos pedido la comida a un restaurante cercano el llevo botellas de vino, la pasamos de maravilla, la plática muy buena muchas risas y bromas, cuando terminamos de comer Ernesto saco los naipes según para ver a quien le tocaba lavar los trastes de la comida comenzamos a jugar y Rogelio perdió así que le tocaba lavar los trastes, y para aumentar el castigo Ernesto le dijo que se tenía que poner el mandil, no parábamos de reír, termino sus labores domésticas y continuamos tomando y jugando en esta ocasión me puse la ropa que mi esposo me compro para recibir a… como lo podemos llamar ¿mi exnovio, amante, mi novio, mi macho o simplemente Rogelio? El atuendo eran zapatillas negras de esas de tiritas con tacón alto dorado, medias negras, un vestido muy corto color coral, en la parte de arriba en lugar de escote tenía una tela delgada transparente, un calzoncito sin ser tanga pero muy pequeño color blanco y mi bra que hacia juego también en color blanco.

Seguimos tomando y jugando, ya estábamos algo tomados el juego fue preguntas y castigos como siempre, en una mano que perdí Rogelio pidió que me sentara en sus piernas y así lo hice, cuando Ernesto  perdió Rogelio de castigo le dijo que se tenía que poner un vestido un bra y una tanga mía, él se negó pero los castigos no se pueden protestar, así que se fue al cuarto y se cambió tal como se lo indico mi amante, aprovechando que estábamos solos, comenzamos a besarnos me subió el vestido y vio mi ropa interior:

-          Te ves hermosa.

 siguió tocándome por todos lados sin quítame la ropa, cuando Ernesto volvió, valla que si se veía bien puta, eligió una falda corta y como está bien nalgón creo que se le veía mejor a él que a mí, cuando paso junto a nosotros para volverse a sentar Rogelio le dio una nalgada y le dijo:

-          Sí que tengo suerte dos lindos culos para mí solo.

Eso nos causó gracia, seguimos jugando, fuimos perdiendo la ropa todos menos Ernesto para el eran otros castigos menos que se quitara la falda, la tanga y el bra, nuevamente quede solo con mi calzoncito blanco, zapatillas y medias.

Perdí y gano mi esposo y de castigo le dijo a Rogelio que me tenía que depilar mi panochita, ¿Qué?

-          Eso no solo me depile una vez y quede muy irritada.

Pero Rogelio ya estaba en el baño con el rastrillo y la crema de afeitar en la mano.

Volvió con todo me recostaron en la mesa de centro, mi esposo me quito mi calzoncito y me abrió las piernas Rogelio fue por una toalla mojada con agua caliente mientras mi esposo abría mis piernas Rogelio puso crema de afeitar comenzó a afeitarme. Ya depiladita, no me dejaron ponerme mis calzones volví a sentarme en las piernas de Rogelio, pero esta vez ya desnuda solo con la zapatillas y las medias, en la siguiente mano yo gane y de castigo mi esposo se tenía que sentar en las piernas de Rogelio y así de minifalda  tanga se tuvo que sentar en las piernas de mi nuestro amigo, después me castigaron haciéndoles un baile sexy, nunca había hecho algo así pero es muy rico tener a dos hombres mirando cada movimiento que realizas, mientras bailaba les acercaba mi cuerpo pero cuando intentaban tocarme me retiraba, al finalizar el baile se abalanzaron sobre mí.

Mi esposo de inmediato se lanzó a comerme la panochita, siempre había querido depilarme pero nunca había querido así que esa fue su oportunidad, nuestro amigo se pegó a mis senos y ahí se rompió el juego o mejor dicho comenzó otro juego en el que mi esposo de minifalda y tanga me hacía sexo delicioso y nuestros amigo me daba un mega faje, Rogelio después de nos minutos le dijo a mi esposo dándole una nalgada:

-          Putita tu siéntate en ese sillón que me voy a coger a esta princesa y después podrás participar.

Mi esposo se sentó a ver cómo mi amante me besaba y tocaba todo mi cuerpo saben besar a un hombre frente a mi esposo es lo más excitante ustedes dirán; que después de todo lo ya vivido como me podía excitar más los besos y la respuesta es… no lo sé, solo me excitaba mucho, mi amante me sentó sobre él y sin meterme su verga comencé a frotar mi culo y mi vagina en pito bien parado, desde su lugar mi esposo tenía una excelente visión de cómo me apretaban abrían las nalgas en un momento Rogelio volteo a ver a mi marido le dijo:

-          Que ricas nalgas tiene Ale, alguna vez le has metido la verga por atrás.

Mi marido a manera de queja respondió:

-          No se deja.

Rogelio comenzó a reír de manera burlona, me bajo de sus piernas me puso de rodillas recargada en la mesa de centro viendo de frente a mi marido y me clavo la verga, mi esposo veía la cara que ponía mientras me cogían frente a él, mi macho me acariciaba el culo y me la metía con mucha violencia, después de unos minutos en esa posición Rogelio se puso de pie me tomo de la mano y a mi marido también:

-          Vengan mis putitas. – y nos llevó a la recamara. 

Entrando a la habitación le dijo a Ernesto que se pusiera en cuatro y yo debajo haciendo nuevamente un rico 69, en esa pasión levanto mis piernas y le puso su verga en la boca de mi marido, el rápido se la comenzó a chupar después mi esposo me masturbo el pene de su amigo y el me volvió a meter, en esa posición le levante la falda a mi marido mientras se la mamaba y comencé a jugar con su anito poniéndole saliva y empujándole un dedo, al principio me costó mucho trabajo pero después le pude meter dos dedos.

De pronto Rogelio me la saco le levanto la falda a mi esposo le hiso aun lado su tanga y le paso la verga en medio de las nalgas que en esa poción se le veía un culazo a mi esposo, cuando el sintió la verga de Rogelio rápido se puso de pie y dijo que no quería, con una risa maliciosa le dije:

-          Ándale cabrón tanto que insistes en metérmela por ahí ahora aguántala para que veas lo que se siente.

-          Va pero tela meto primero a ti. –respondió Ernesto-  

-          Órale pero no se vale rajarse. –le respondí retadora-

Rogelio rápido me puso en cuatro y comenzó a comerme el culo mientras mi marido nos veía aun con mi ropa puesta, yo en cuatro sobre la cama una con zapatillas, medias, mi conchita bien depilada, su amigo pasando la lengua y metiéndomelos dedos en mi anito, casi virgen, digo casi porque el mismo Rogelio hace años me metió la mitad de miembro por mi anito, alcanzo a meterme tres dedos y le dijo a mi marido vamos métesela.

Rogelio le puso más saliva en mi ano, le saco la verga de la tanga a mi esposo y le dio unas chupaditas dejándosela bien ensalivada la guio hasta mi augurito trasero, al principio pensé que no soportaría el dolor era muy grande pero aguante, mi esposo me la metió toda y por unos segundos no se movió hasta que comencé con mover mi culito y Rogelio dijo:

-          Esta es la mejor escena de lesbianas que he visto.

Aunque me dolía no pude evitar reír de esa ocurrencia.

Así mes estuvo cogiendo mi esposo mientras Rogelio serbia unas copas de vino. Cuando yo ya no aguantaba me la saco.

-          Muy bien mi amor ahora te toca a ti. – le dije a mi esposo-

Lo recosté en la cama le alce sus piernas ice aun lado su tanga le comencé a pasar la lengua por su hoyito, Rogelio se acercó y le metía los dedos a mi esposo después de meterle tres dedos (como esos cabrones me hicieron a mi) le chupe su falo a Rogelio y con mis manos le pase se la pase en medio de las nalgas de mi esposo, el solo daba pequeños brincos cuando la sentía en su anito, poco a poco se la fue metiendo hasta tenerlo bien ensartado, le comencé a mamar la verga a esposo mientras Rogelio se lo cogía, en esa posición se lo cogió por un buen rato hasta que termino dentro de él y mi esposo me inundó mi boca con su semen. Los tres nos metimos a bañar y nos dormimos, Rogelio en una horilla yo en medio abrazando a mi esposo.

Así pasaron los cuatro meses más calientes de mi vida, con dos grande hombres a mi lado y dentro de mí, en esos meses hicimos muchas locuras, como ir a Zipolite (para los que no son de México es una playa nudista en el estado de Oaxaca) o entrar en cine porno donde me cogieron los dos y otras locuras.

Después Rogelio regreso a Tijuana por razones de trabajo, yo sigo siendo feliz con mi marido, saben, si alguien se pregunta si veo a mi esposo como un hombre después de que lo vi bien ensartado vestido de mujer y mamando verga, les puedo decir que lo veo como un gran hombre, lo amo con todo el corazón y después de vivir lo que vivimos hay toda la confianza del mundo o creen que podría haber algo para ocultarnos, no ya rompimos las barreras de los secretos.

Rogelio sigue teniendo comunicación con nosotros posiblemente venga de vacaciones en un mes y no sé qué aventuras nos depare la vida. Espero les guste nuestra historia.

Su amiga: digamos… Alejandra.