Mientras esperaba ansiosa a escuchar una voz al otro lado de la línea, todo mi cuerpo se estremecía trémulo…estaba muy nerviosa…era la primera vez que hacía esto…y lo peor…o por lo menos, lo más atrevido…justo antes de mi matrimonio.
Finalmente, el teléfono dejó de repicar y una voz de mujer, suave como el espejo de agua de un estanque mecido por el viento, me contestó.
- Buenas noches, soy Karla ¿en qué puedo servirle? – Escuche a esa suave voz responder sensual y un poco apagada, quizás por aburrimiento, o quizás por rutina. Tardé unos segundos en responder. La garganta se secó de repente.
- Ah, mmm, sí…buenas noches, hablas con Laura – torpemente atiné a decir.
- Hola Laura, ¿qué puedo hacer por ti?
- Mmmmm, es para un servicio – Nuevamente las palabras se enredaron al salir de mi boca, el corazón latía a doscientas pulsaciones por minuto.
- Claro, con mucho gusto…¿es para ti o para alguien más?
- Sí, es para mí…un regalo que me quiero dar antes de mi boda.
- ¡Qué bien! Felicitaciones Laura, ¿cuándo te casas?
- En dos semanas.
- ¿Estás emocionada? – Pregunto pícaramente la voz de Karla al otro lado de la línea, seguramente en algún universo paralelo.
- Sí, de verdad que estoy muy feliz.
- Y dime Laura, ¿qué te gustaría para ese regalo tan especial?
Me quedé sin palabras, la fuerza de lo que quería, mi deseo más íntimo me las robó.
- Tranquila, no te preocupes, puedes confiar en mí…mi segundo nombre es discreción.
- Nunca he estado con una chicha y quisiera poder experimentarlo antes de mi matrimonio.
- Te entiendo, muchas mujeres tenemos esa fantasía, si tú quieres para mí sería un gusto hacértela realidad.
Sonreí y me imaginé el rostro de Karla sonriendo igualmente, con una luz de sensualidad iluminándolo, esa misma luz que vi en su anuncio de la página web de acompañantes.
- Pero quiero un trio – dije quizás de una manera abrupta, como cuando una roca se desprende de improviso de alguna ladera.
- Dale, no hay problema, entiendo que tu prometido también quiera participar, pero debes saber que te costará un poco más.
- Sí claro, lo sé y estoy dispuesta a pagar, pero no lo quiero con él, quisiera que fueras tú con Jimena…en el anuncio dice que ella también puede participar.
- ¡Que rico Laura!, los tríos lésbicos me encantan y te voy a confesar algo, Jime es mi pareja, por lo cual nuestra compenetración es total
No supe que decir, simplemente sonreí aunque sabía que Karla no podía ni siquiera adivinarlo, ni tampoco sentir el tibio sudor que recorría por completo mi cuerpo.
- Laura, te voy a hacer unas preguntas para tratar de construir una fantasía que te agrade, te advierto que las preguntas pueden estar un poco subidas de tono, pero es para tu entera satisfacción, ¿entiendes?, ¿puedo preguntar?
-Sí, dale –Contesté con decisión.
-¿Has estado con alguna chica antes?
-No.
- ¿Has tenido tríos antes?
-No.
- Cuando estas con un hombre en la cama, ¿qué es lo que más disfrutas del sexo?
- Me encanta dar sexo oral, me encanta que jueguen con mis pezones y…adoro el sexo anal – nerviosamente dije.
- ¡Guauuu, eres una chica pícara!…y… ¿te gusta que te terminen en la boca…¿te gusta el semen?
- lo adoro –Contesté sin tapujos aunque, tengo que confesar, me sonrojé un poco.
-¿Logras orgasmos con el sexo anal?
- Fuertísimos
- ¿Qué tan fácil te vienes?
- Muy fácil
- Me empiezas a caer muuuy bien – imaginé el rostro de Karla sonriendo mientras mordía su labio inferior.
- ¿Qué fantasía quisieras cumplir con un hombre?
He fantaseado más de una vez con tener sexo con dos hombres morenos quienes me dominan con una doble penetración.
- ¡Guauuuu, eso es muy caliente Laura!…¿así que te gustan los penes grandes?
- Me encantan, entre más grandes mejor
- Una pregunta por pura curiosidad…¿qué tan bien dotado esta tu chico?
- Mmmm, no está mal – Contesté mientras pensaba en el pene precioso de mi prometido.
- ¿Cuánto es eso?
- Totalmente erecta son 23 centímetros…y también es gordita – No sé por qué le dije eso a Karla, simplemente esas palabras se fugaron de mi boca.
- ¡Qué rico, eres una chica afortunada!...por como la describes, yo también viviría de rodillas.
- Sí, tal como lo dices…vivo de rodillas – recordé que justo el día de hoy lo había visitado en su oficina y mientras cerraba un negocio por teléfono, había disfrutado de esa verga hermosa, devorándola entera hasta que finalmente se descargó completamente en mi boca…quedé satisfecha.
- Bien Laura, ahora te voy a preguntar por chicas… ¿vale?
- Claro – respondí nerviosa y con mi sexo ya un poco húmedo.
- ¿Qué es lo que más te gusta del cuerpo de una mujer?
- Me parece súper sexi, una chica con un busto voluptuoso…me gustan los senos grandes
- ¡Qué bien!...ya veo por qué te fijaste en nosotras, Jime tiene unas tetas de antología y déjame decirte…cien por ciento naturales. ¿Qué más te gusta?
- No puedo casarme sin practicarle sexo oral a una mujer, ¡quiero probarlo! – le contesté a Karla con mis fantasías más íntimas revoloteando por mi mente.
- Veo…y, ¿qué es lo que más quisieras que otra chica te hiciera a ti?...algo que dijeras…me enloquecería que una mujer me hiciera esto.
- Besos negros, mi colita es súper sensible – al responder mi sexo ya estaba anegado de jugos.
- ¡Totalmente de acuerdo!, la lengua en el culito es lo mejor…¡a mí me encanta!...tenemos muchas cosas en común Laura…nos vamos a divertir.
- Y, ¿qué tipo de rasurado prefieres en la cuquita?, el que tú tienes y el qué te gustaría en tus amantes.
- Yo no tengo, nada, me depilé por abrasión láser y me gustaría que tú y Jimena estuvieran igual.
- Me alegra escuchar eso, nosotras tampoco tenemos nada de nada.
- Y dime, ¿una fantasía sexual especial que quieras tener con otra mujer?
- Solo una…un trio sin restricciones…pago lo que sea.
- Ninguna…¿estas segura?
- Segura, quiero probarlo todo, todo lo que he visto en pelis porno, quiero disfrutar del cuerpo voluptuoso de dos mujeres y que ella disfruten el mío entero – quería colgar para ir a masturbarme al baño, pensando en todo lo que quería gozar con Karla y Jimena.
- Quieres decir entonces que podemos usar juguetes, hacer penetración vaginal y anal, yo me vengo cuando estoy muy excitada a chorros, algo que se llama “squirting” así que no te importaría recibirlo…¿o te parecería desagradable?
- No, de ninguna manera…eso lo quiero probar…!me encantaría!, además, déjame confesarte algo…yo también me vengo en squirting muy fácil – Ya tenía mi mano entre mi entrepierna.
- ¡Qué delicia!...cuéntame un poco más…¿cuándo fue la última vez que te corriste así?
- Anoche…con mi prometido.
- Dame más detalles – la voz de Karla era suave como una serenata de amor, seduciéndome despiadadamente.
- Yo en cuatro recibía unas deliciosas estocadas anales y mientras desesperada jugaba con mi coño, empecé a eyacular copiosamente…empapé las sábanas – Yo ya estaba masturbándome…no sé, qué estaría haciendo Karla.
- Nena, me caes muy bien…¿Cuándo nos vemos?
Continuará...