Pues sí que. Ese sería mi título para escribir algo en esta web. He sido y soy una asidua lectora de literatura erótica y de relatos eróticos. En mis andares cibernéticos hace ya mucho encontré esta página. Durante años la leía casi a diario, pero nunca me decidía a darme de alta. Me hacían gracia algunos comentarios y otros me parecían interesantes.  Hasta que me decidí a hacer yo algún comentario y no es que me haya prodigado mucho.

Todo ha ido cambiando en mí en lo que se refiere a la opinión que tenia de TR. He visto que de una simple critica, algo sin importancia, se ha convertido en una debacle. Los únicos perjudicados las lectoras como yo, que hemos perdido el poder leer relatos muy entretenidos que se publicaban, como el poder releer algunos antiguos, que sin ninguna explicación han desaparecido.

Es lógico, comprensible y normal, que se controle que no se insulte, que no se falte al respeto y que no se incumplan los preceptos legales a la hora de admitir relatos. Lo que sucede es que yo no he visto nada de eso en muchas cosas publicadas que han sido quitadas fulminantemente. Como ya he leído en algunos comentarios, la crítica enriquece y estoy de acuerdo.

Finalizo con una reflexión como la que hizo sorprenderme, con la cantidad de relatos y visitas que tenía más de un usuario, como puede ser que a la administración de la página le dé igual que hayan emigrado a otras webs, como puede ser que no se haya aprovechado el ofrecimiento de sorpréndeme, salvo que si se haya hecho y me esté equivocando. Y ahora si que acabo, a todos que cedan un poco y volvamos a sentirnos bien en esta web, que podamos leer a los que han emigrado y a los que han emigrado, volver.

Gracias por aguantar este rollo que he escrito.