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Una tarde fantástica

en Hetero: Infidelidad

Bajé del coche , me puse bien la falda y me dirigí hacía el bar del complejo comercial donde habíamos quedado por teléfono.

Lo vi sentado en una de las mesas, su aspecto informal me gustaba, me excitaba. Llegué junto a él, y con una sonrisa, me invitó a sentarme. Cuando nos habíamos sentado, empezó a decirme cosas que me ponían caliente por momentos.

El ese día , estaba totalmente libre durante la tarde y la noche y yo podía dedicarle unas horas.

Me invitó a un café  y mientras lo tomaba , me empezó a introducir la manos por la entrepierna, me rozaba las medias y me susurraba en el oído, yo tenía cierto miedo a que nos viera algún conocido, pero a él no le importaba, estaba deseando poseerme una vez más y eso lo calentaba hasta no importarle nada ni nadie. Notó como me temblaban las piernas y como me empezaba a poner húmeda. Me desabrochó un botón de la camisa, antes de llamar al camarero, yo iba sin sujetador y le gustaba que mis tetas se vieran , así como los lindos y duros pezones que decía que tenía. Una vez hecho esto, el admiró mis pechos y llamó  al camarero, que se acercó y no pudo hacer otra cosa que dirigir una mirada a mis pechos y sin apartar la mirada, cobró el dinero que él le ofrecía.

Me dio un poco de vergüenza, pero ese morbo añadido me gustó y  a mi acompañante aún más , le toqué en su entrepierna y noté como se le había endurecido totalmente el miembro. Fue un momento aún más morboso, porque en el momento de tocarle la entrepierna, el camarero volvía y vio todo el proceso de calibrar la verga de mi acompañante y no sé si no se le pasó por un momento que la comparara con la suya.

Mi acompañante pagó y nos fuimos hacia su coche , ya habíamos acordado que íbamos a pasar un rato en su casa y que nos íbamos a desquitar de los muchos días que no habíamos podido follar juntos, eso nos puso más calientes aún, tanto que durante todo el camino hasta su casa, estuvimos hablando de lo caliente que estábamos y recordamos otras veces que habíamos estado juntos.

Al llegar a su casa, abrió la puerta del garaje desde el coche y lo metió en su interior, nos bajamos y sin esperar un solo segundo, me llevó a una habitación que estaba en el mismo garaje y allí me desnudo totalmente , besándome y rozándome por todo mi cuerpo, no dejo ni un punto donde no dar un beso, un lametón o una caricia. Me tocó y vio que mi coño estaba muy húmedo, tanto es así que mi flujo bañaba todo mi sexo.

Cuando me tuvo totalmente desnuda, me cogió en brazos y me acostó en una mesa que había en esa habitación, allí tendida ,me abrió las piernas y me empezó a besar las piernas, a lamerlas y a darme pequeños mordiscos, hasta llegar a mi vulva, donde con la lengua y con un movimiento muy pausado, empezó a abrir los labios con la lengua y empezó a girarla en mi clítoris. Estuvo así largo rato.

Después , me introdujo un dedo en el coño y lo empezó a mover, yo estaba totalmente fuera de mi , muy caliente , empecé a mover las nalgas de abajo  hacia arriba, siguiendo los movimientos del dedo, pero el puso una mano encima de mi barriga y presiono un poco, para que el gusto fuera aún mayor.

Yo me agarraba a los bordes de la mesa, deseando que siguiera, que siguiera hasta hacerme correr, pero el viendo que yo estaba superhumeda, se paró en seco, dejo de lamerme el coño , se cogió la polla , le dio dos ligeros movimientos hacia arriba y hacia abajo y empezó a buscar con su punta la entrada de mi coño , su experiencia hizo que eso fuera un trabajo fácil. Tenía una polla larga y ancha, regordeta, que entro en mi y me hizo dar un pequeño quejido de gusto. Me introdujo toda la polla y empezó a moverse suavemente , iba muy lento y además , al principio, solo introducía parte de la polla, solo hasta la mitad , sin introducirla entera , eso lo hacía cuando llevaba 6 o 7 de las otras. Por cada 6 o 7 cortas, me introducía toda la polla de golpe, incluso era tal la fuerza de esa penetración, que se oía el ruido de nuestros cuerpos cuando chocaban.

El hecho de que me estuviera follando de esa manera, me hacía sentir usada y sumisa. Totalmente suya, en sus manos.

Estuvo follandome largo rato, sin correrse, yo estaba muy caliente, mis piernas totalmente abiertas por él y para él, no querían cerrarse, aunque el placer hacía que lo intentara. De vez en cuando, me pasaba el índice por el clítoris y se ponía a moverlo, o bien, me decía que me tocara, lo que yo hacía con placer . Me gustaba tanto lo que me estaba haciendo , que estaba dispuesta a cualquier cosa en ese momento.

En uno de esos momentos en los que me penetraba hasta el fondo, vio, que mi postura no era la más cómoda, por lo que me cogió por los brazos y ensartada en su polla como me tenía, me levantó , sin dejar que me saliera , sino que aún me penetró más y me llevó hasta un sofá cercano, donde me siguió follando con fuerza. Al rato, se salío, me dio la vuelta, me puso a cuatro patas e hizo que le masturbara la polla con la boca. Se la estuve lamiendo un buen rato , y el hacía para que yo se la lamiera sin perder un segundo. Su polla era muy grande, apenas si me entraba en la boca, por lo que se la lamía por todos lados.

Me giró y me puso con el culo mirando hacia él, y me volvió a penetrar, mientras me agarraba mis pequeñas tetas. Se movía con ansia, con fuerza, cada vez estaba más caliente y empezó a decirme cosas al oído, se acercaba a mi  y me susurraba. De vez en cuando, me soltaba una pequeña torta en el culo y estuvo así largo rato, hasta que en un momento dado yo tuve un gran orgasmo, fuerte y largo en el tiempo, continuo y de un placer maravillosos. Él , eyaculo tras mi orgasmo, con un pequeño gemido , sobre mi espalda. Le encantaba llenarme de leche, le gustaba que yo sintiera el calor de su semen encima mía.  Esa sensación me gustaba, incluso , a veces , me gustaba extender su semen sobre la zona en la que había caído en mi cuerpo.

Paramos y yo me empecé a vestir, pero él me dijo que ni pensarlo que quedaba algún polvo más y algún orgasmo más, que volvía en breves segundos y así fue, al poco rato , mientras yo esperaba desnuda, el volvió y empezaron de nuevos sus caricias por todo el cuerpo , y así estuvimos otra larga hora más , mientras él disfrutaba de mi cuerpo y yo disfrutaba con lo que me hacía. Pasamos una tarde fantastica.