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El inicio del harem (1)

en Control Mental

Su nombre es Nadine, era una chica linda de 40 años con 1.60 de estatura que hacía ejercicio todos los días, cuidaba su figura, los senos los tenía redondos, pero con un muy buen trasero y muy buenas piernas, pelo largo y la realidad es que, si tenía baja la autoestima, cosa que se aprovechó un poco David como la primera en su plan.

David sabía que le gustaba a Nadine, y vio en ella un candidato ideal para convertirla en una esclava sexual.

David tenía un amigo Hypnoime, él era entre otras cosas un hipnotizador, no se dedicaba a hacer shows más bien tenía una red de esclavas sexuales hipnotizadas.   Esto lo aprendió David cuando un día llego a un burdel y se hizo amigo de Hypnoime, el cual poco a poco le fue tomando confianza para decirle todo el secreto de su negocio, era increíble como ver las putas con solo una orden quedando con la mente en blanco esperando ordenes, y hacían de todo e Hypnoime se estaba volviendo millonario abriendo cada día más burdeles.

Dentro de su amistad, Hypnoime se comprometió con David de hacer de quien el quisiera su esclava sexual.

Nadine estaba un día en el trabajo, cuando le llego un mensaje de whats invitándola a cenar, ella brinco de emoción pues deseaba en el fondo de su corazón que David un día la invitara a salir, ella por supuesto acepto; el siguiente mensaje de David decía:  Recuerda lo que me gusta.

Platicando por whats Nadine sabía que a David le encantaban las pantimedias, a ella en particular de verdad no le gustaban, pero nada y le había dicho en numerables ocasiones que ella en la vida usaría pantimedias, y esta sería la tercera vez que usaría pantimedias en toda su vida, las dos ocasiones anteriores fueron precisamente con David cuando finalmente ella decidió darle gusto y ponérselas.

Ella sabía que, si se las ponía, David se volvía loco y para ella era mejor porque era una manera de tenerlo más seguro para cuando finalmente él se decidiera a declararse.

Nadine pensó que esa noche sería una buena idea el ponerse minifalda, David le había dicho que una de sus cosas preferidas era un short o una minifalda con pantimedias, la verdad es que Nadine tenía unas piernas que daban a desear a cualquier hombre, así que saliendo de la oficina corrió al super a comprar pantimedias, compro tres las agarro al azar, ya en su casa decidiría cuál de las tres ponerse.

David había quedado de pasar a las ocho por ella, finalmente Nadine decidió ponerse una blusa blanca, minifalda y unas pantimedias juveniles, claro con su toque personal unos botines nada sexys (finalmente lo que le gustaba a David eran las piernas pensó ella).

David paso puntual, y se fascino del atuendo de Nadine, y después de que David la viera con cara de que se la iba a comer subieron al auto rumbo a algún lugar desconocido para Nadine, David como siempre que Nadine traía pantimedias, tenía la mano en las piernas de ella.

Después de una hora de manejo, donde Nadine le pareció eterno, llegaron a un área de la ciudad donde había un pequeño bar.  Bar del sueño se llamaba, Que raro nombre pensó Nadine.

Cuando entraron casi no había gente, los recibió una hostess bastante linda, en sus 30 con un minivestido, que no dejaba nada a la imaginación, Nadine no recibió bien y le pregunto a David: ¿A donde me trajiste?

No pasa nada Nadine, es un bar, así se visten las meseras no te preocupes.  

Nos llevaron hasta la mesa, De inmediato una mesera se acercó a tomarnos la orden, la mesera una chica que no llegaba a los 20 llevaba una blusa pegada y se le podía ver que no llevaba brasilera, una falda de colegiala, medias blancas y unos tacones altos.

Nadine le volvió a preguntar a David, a donde me trajiste? David no contesto y solo pidió una cerveza, también Nadine pidió una,

Cuando la mesera trajo los drinks, David le pregunto por el dueño, el rostro de la muchacha cambio por un segundo a una cara de sumisión, y le dijo a David, iré por el señor. Y se fue caminando después como un autómata por atrás del restaurant.

¿Porque llamaste por el dueño pregunto Nadine?  Solo te lo quiero presentar es un viejo amigo y quiero ensenarle la chica con la que estoy saliendo, Nadine se sintió halagada más que otra cosa.

Minutos después un hombre apuesto muy parecido a David, salió de una puerta trasera, al momento de salir, se pudo ver como todas las meseras del lugar voltearon a donde estaba saliendo y mostraban una sumisión total hacia ese hombre, eso lo noto Nadine.

¿Cuándo el hombre llego saludo efusivamente a David, y después se dirigió hacia Nadine, así que tú eres la indicada eh?  Pues si contesto Nadine, que bueno me da gusto, estas muy linda.  Le decía a Nadine mientras la veía fijamente,

Nadine se sintió halagada sin embargo al hacer contacto con los ojos del hombre sintió algo extraño, no podía dejar de mirarlos

Si, Nadine mírame fijamente mira mis ojos no puedes apartar la vista de los mismos, Nadine efectivamente no podía apartar sus ojos de él, tenía una mirada penetrante, que hacía que ella vibrara totalmente, y se iba perdiendo en la inmensidad de sus ojos.

Si Nadine piérdete conmigo, piérdete en mis ojos, no te puedes resistir, Nadine asintió el hombre tenía razón, se estaba perdiendo en los ojos de aquel desconocido, en esos ojos azules que le estaban absorbiendo la razón.

De repente Nadine no pensaba en nada más que en esos ojos, y en la voz que le decía que se perdiera en ellos, seguía viéndolos hasta que de repente los perdió de vista. Y oyó una voz que le decía. Sígueme.

Nadine se levantó de su lugar inmediatamente, nada había más importante que seguir esos ojos, y volverlos a ver. Se levanto con la mirada perdida en esos ojos   

Cuando se levantó, el dueño del lugar les dijo a las meseras, esclavas atiendan a mi amigo hasta que vuelva, sus órdenes serán como las mías.

Las cuatro chicas del lugar al unísono dijeron:  Si amo lo que tu orden.

Hypnoime se volteo a David y le dijo, disfruta amigo, regreso más tarde, he de decir que no tienes tan malos gustos.

A lo lejos se vio a Nadine con la mirada perdida en Hypnoime, siguiéndolo detrás de la puerta donde cruzaron, mientras David empezaba a quitarse la camisa rodeado de las cuatro chicas que lo miraban con cara de lujuria.

El inicio de una buena noche…