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La Vecina

en Orgías

La Vecina

Mi nombre es Kathy Alcántara, ya algunos conocen mis relatos… para los que no, me describo, soy una mujer de tipo latino, soy Colombiana, delgada (52 kgs.), muy bien formada, me ejercito constantemente… cabello negro largo, piel canela, ojos oscuros, 1.65 de estatura, para mi estatura y peso busto grande (talla 36), cintura pequeña (60 cms), nalgas firmes y paraditas, piernas largas y torneadas… No tengo un rostro bonito, diría que normal, lo que siempre llama la atención a los demás es mi cuerpo, estoy “buena” como dicen en mi país, también mi cabello, el color de mi piel, mi dentadura pareja y muy blanca. Tengo 33 años, no tengo hijos, soy soltera y he sido MUY activa sexualmente, desde muy temprana edad, me encanta, lo disfruto tanto con hombres como con mujeres, soy Bisexual y soy muy dada a la variedad, tríos, intercambios, etc., con una mentalidad muy abierta.

Sigo ubicada en la misma ciudad y en el mismo Apartamento de mis últimos relatos, vivo con una hermana, pero en el momento de este relato estaba pasando por un periodo de “soledad” , pues ella con su nuevo “Novio” habían planeado y estaban realizando un viaje, fuera del país y tenían previsto estar unos 6 meses por fuera… o sea el Apartamento estaba a mi total disposición. Este apartamento está ubicado en un segundo piso de una edificación de cuatro… desde que mi hermana se fue de viaje, una vecina, cuya casa queda inmediatamente al lado de nuestro Edificio, en una primera planta, primer piso, cuyo nombre es Amanda, tiene 35 años, se puso a la orden para lo que necesitara, ya que sabía que yo quedaba sola. Ella vivía con su madre, una mujer ya entrada de años, pero que se notaba que en su juventud había sido muy hermosa e inquieta, y con una niña de unos 12 años, familiar de ellas lejana, pero que estaba siendo criada por ellas porque la madre prácticamente la había abandonado marchándose para otro país donde según rumores de vecinos ejercía la prostitución a alto nivel, ya se había ido hace algunos años y no tenía intenciones de volver pero enviaba dinero constantemente para su hija y sus familiares…

De Amanda, les cuento que era una mujer MUY atractiva, tiene su propio negocio, de lencería, en un Centro Comercial de la localidad donde vivíamos, unos 5 cms. más bajita que yo (1.60 mts.) más o menos, trigueña, de senos normales pero bien formados, lindos, una cintura pequeña, unas nalgas impresionantemente hermosas, grandes y bien formadas, acompañada de un par de bellas piernas, un cabello negro envidiable y un rostro muy bello, un par de ojos negros muy coquetos de mirada insinuante, una boca carnosa con unos dientes blancos hermosísimos… antes de quedarme sola, la conocía como vecina solamente, ahora éramos más amigas, salíamos a hacer deporte, al cine, a comer helado, a un par de fiestas donde tuve la oportunidad de conocer algunas de sus amistades. Siempre pensé que era una chica muy inquieta con los hombres, pues salía con varios y la vi besarse hasta con cuatro diferentes en la misma semana en el antejardín de su casa y de diversas edades.. Cuando la fui conociendo me di cuenta que no era solo una percepción sino que realmente era igual o más inquieta que yo… disfrutaba el sexo, no tenía compromisos serios con nadie y efectivamente salía con 4 amigos diferentes que le brindaban diversión y placer. Por su negocio, en el que tenía que atender personas constantemente, la hacía muy sociable y con los hombres que iban a comprar prendas íntimas para sus parejas, muy coqueta… me comentaba que recibía constantemente propuestas para probarse la ropa que vendía, y en más de una ocasión lo hizo, lo que la llevaba a adquirir demasiada confianza con muchos hombres y mujeres, aunque me aseguraba no haber tenido nunca relaciones lésbicas, solo coqueteos.

Con frecuencia salíamos a bares y pubs de la localidad, nos vestíamos bastante atrevidas y llamativas, provocadoras mejor dicho y con mucha regularidad nos acompañaba un hombre mayor, unos 60 años, muy atractivo y bien conservado, que era su “amigo” más asiduo, Manuel. Era un hombre de una posición económica muy cómoda, demasiado cómoda, diría yo, con negocios, buen carro, apartamentos, muchas propiedades y una vida bastante lujosa. Al principio Manuel salía con nosotras, era muy atento, a mí me trataba muy bien, pero no me coqueteaba, solo tenía ojos para ella, era muy amplio y atento con ambas y en ningún momento pasaba de un abrazo o un beso con ella, por menos frete a mí. Pues muchas veces me dejaban en mi casa y ellos seguían a terminar la noche solos… y en ocasiones que salimos a pasear, yo en mi cuarto y ellos dormían juntos. La confianza fue aumentando y cuando nos quedábamos en alguna de sus propiedades, ya lo veía en ropa interior, el igual a mí, y hasta en topless nos veía a Amanda y a mí asoleándonos, pero él se comportaba normal… En ocasiones yo salía con algún amigo mío o de ella, o me enredaba con alguien en los Bares o Discotecas donde asistíamos, pero todo era normal, Manuel no hacía ningún comentario que mostrara lo contrario.

Una vez nos habíamos pasado de copas en un bar, y mientras Amanda fue al baño, Manuel me dejo ver su fuerte erección y me decía que a pesar de sus años, Amanda tenía ese poder afrodisiaco sobre él. Yo sin pensarlo me le acerque y por instinto más que por deseo, comencé a acariciarle ese fabuloso bulto que se le veía en el pantalón, y el sin mucho pensarlo me puso una mano en el abdomen, me acarició, subió hasta mis tetas y me beso, con lengua, fue corto pero me erizó y sentí mi cuquita palpitar… ese día yo estaba con una blusa corta, vaporosa, sin sostén y una minifalda que así sentada, dejaba ver mi entrepierna, con un hilo dental bastante chiquito.. Yo sentí ese pedazo de carne grande, gordo y bastante duro para lo que esperaba de un hombre de su edad… nos separamos, nos acomodamos nuevamente en nuestros puestos y Amanda llegó, se sentó entre nosotros. La noche siguió en aparente normalidad, aunque si noté más desenfado y libertad en las caricias que ellos se propinaban delante de mí, se estaban “descarando” y ya no los detenía mi presencia. Ya avanzada la noche, Manuel le metía mano a mi amiga por todos lados y ella se agacho, le abrió la bragueta, me miró, se sonrió, le saco la verga, digo, la vergaza, que hermoso “animal” tenía ese viejo y ella se puso a mamárselo frente a mí, hasta que lo hizo venir, se tragó todo su semen. Me miraron y yo solo sonreí y le dije “Uuuffff que arrecha me he puesto, no cuenten dinero delante de los pobres, Jajajajaja “ Todos reímos y ella se me acercó, con un hilillo de semen en la comisura de los labios, me los ofreció, yo sin pensarlo la besé, pasamos nuestras lenguas y bastante semen de él, que Amanda todavía tenía en su boca.. Me desconcentró un flash de una cámara, era el tomándonos una foto besándonos y comentó que era lo más delicioso que había visto en su vida… nos relajamos y la noche siguió como si nada…

Un poco después de pasadas las 2:00 a.m. salimos del Bar, Manuel abrazaba a Amanda y con la otra mano me daba palmadas en mis nalgas, Manuel preguntó si teníamos hambre y nos invitó a comer en las afueras de la ciudad en un Mirador con una panorámica espectacular, la noche estaba muy agradable, cálida pero n en exceso y a pesar de que era el amanecer y había bajado algo la temperatura, tampoco hacía frio… llegamos al mirador y nos parqueamos en el lado derecho del mismo detrás de unos árboles  que le daban bastante privacidad al punto.. nos bajamos del vehículo donde Amanda no había hecho sino sobarle la tranca a Manuel, ellos en los asientos delanteros del carro y yo en el trasero, sola, pero por pura malicia, abrí mis piernas y me estaba acariciando mi clítoris para que el me viera por el espejo retrovisor… como es de esperar todos bajamos bastante “cachondos”.

Fuimos compramos comida, unas bebidas y nos sentamos, Amanda y yo, en la tapa del motor del carro de Manuel… ahí hablamos, Ella y yo nos besamos en varias ocasiones, Manuel se arrimaba, nos acariciaba a ambas, nos incitaba a que le mostráramos las tetas, que nos tocáramos ella y yo, que nos besáramos, él nos metió el dedo a cada una, nos besó y nos chupo las tetas… el manoseo fue suave pero seguido. En un momento dado nos pusimos de pie y él fue el que se sentó dónde estábamos nosotras, se sacó la verga y la agitó, creció rápidamente, su cabeza rosada y húmeda se veía espectacular.. al mismo tiempo las dos nos acercamos, comenzamos a chuparle la tranca, alternadamente, Amanda y yo nos besábamos de vez en cuando con nuestras bocas separadas por ese miembro, grande y venoso, yo comencé a masajearle los huevos y Amanda a masturbarlo hasta que se vino y como un par de grandes amigas, compartimos el chorro de semen que emanaba de semejante rabo… Esto fue el inicio de una grandiosa amistad.

Hubo unos días en que yo sola en el apartamento quise disfrutar mi soledad y no salí con ellos, ya llevaba casi una semana de “abstinencia” y mi sexo comenzaba a pedirme “acción”… era una noche de Jueves, yo estaba sin ropa interior, con un short de tela de Jean que solo tapaba la mitad de mis nalgas, que partía mi cuca y se me metía ente mis labios vaginales, haciéndome “calentar” con cada paso que daba.. Mi blusa, amplia, azul clara, casi transparente, dejaba ver mis pezones y mis esplendidas tetas. De repente sonó el timbre de la puerta de acceso del Edificio, contesté por el citófono y era Amanda. Le abrí y abrí también la puerta del apartamento, ella llegó riéndose, en compañía de Manuel y otro amigo de él, Oscar, entre los 55-58 años, pero muy bien parecido, de una posición económica similar a la de Manuel, yo ya había compartido algunas noches de rumba con el pero solo nos habíamos divertido… llegaron con dos botellas de Whiskey y unas cajas con pasantes. .Nos sentamos en la sala principal del apartamento, puse música de “Parranda”, bajé un poco la intensidad de las luces y aunque los tres no paraban de mirarme, yo tomé las cosas con frescura y me senté como si nada, relajada y normal. Amada estaba de un short de algodón que marcaba la raja de su cuca , su fabuloso trasero y un top que mostraba sus no muy grandes pero preciosas tetas, estaba divina..

Empezamos a beber, a escuchar música, nos fuimos emparejando, los piropos par ambas fueron en aumento, los toqueteos también, los temas de conversación más y más candentes, las preguntas más indiscretas, te gusta esto, que piensas de aquello, has tenido tal experiencia, que has sentido, cuéntanos, te cuento, muéstrame tus senos, mira cómo se marca tu cuca con tocada incluida, mira como me pones, mostrada de vergas, etc. Etc., etc, el ambiente estaba dado..

En un momento determinado y sin razón aparente,, besos y caricias entre Oscar y yo, igual Amanda y Manuel, besos entre Manuel y yo, entre Amanda y Oscar… entre Amanda y yo… definitivamente la noche estaba caliente… y mucho. Estos “Veteranos” se las traían, altos, fuertes, firmes de carnes y cada uno con que pollón, parecían cachorros de la misma camada, cortados por la misma tijera y nosotras les inyectábamos todo el ánimo posible… Oscar se sacó ese “trabuco”, yo sin pensarlo dos veces me arrodillé en unos cojines frente a él, cogí su tranca con ambas manos y todavía le sobraba un buen pedazo, la cabeza de su verga era grande, yo imaginaba como abriría mi culo y comencé a chupárselo como una posesa, el prepucio de su verga cada que iba a cubrir o a destapar su glande pegaba un brinco delicioso, esa cabezota era demasiado grande para la piel que la cubría, con que desespero yo se lo chupaba e imaginaba cuando ese inmenso rabo estuviera penetrando mi culo o mi vagina, como sentiría de delicioso, cuando contra mis paredes interiores, ese prepucio se echara para atrás y para adelante… Oscar amasaba mis tetas como podía, por encima y por debajo de la blusa. Luego sentí una mano que acariciaba mi cuca desde atrás y con un dedo rozaba uno de mis labios vaginales que se salía del short por un lado, cogieron mis caderas con ambas manos y me empujaron un poco hacia arriba, yo ayude para que todo fuera fácil, desabroché mi short, levanté mis nalgas, mientras me seguía tragando ese fabuloso rabo que me estaba degustando,, cuando me despojaron de mi short, hice una pausa, miré hacia atrás y era Amanda, mientras Manuel tomaba fotos con su móvil, ella tenía el rostro desencajado, me miraba con unas ganas tremendas y me decía “mami, a mí nunca me había provocado una mujer, pero hoy se me vinieron todas las ganas juntas” yo solo le respondí abriendo más mis piernas y levantando mi culo, la verga de Oscar me llegaba hasta la garganta, era muy placentero llevarla hasta casi ahogarme y volverla a sacar, mientras comencé a sentir la lengua de Amanda jugando en mi orifico anal y en mi vagina, se deleitaba despacio , pero con fuerza, yo sentía como la punta de su lengua penetraba mi cuca e intentaba perforar mi ano, era delicioso… la sentí gemir, volví y me despegue de mi rabo, miré para atrás y Manuel estaba clavando a Amanda y mientras el más la perforaba, ella aceleraba el ritmo de su lengua y en cadena yo me “electrizaba” y más rápido se lo mamaba a Oscar, así estuvimos un rato hasta que sentí las palpitaciones de la tranca en mi boca y el chorro de leche que me inundó hasta mi garganta. Luego como si realmente existiera una conexión Manuel y Amanda se vinieron y yo me dejé ir en un lento pero fuerte y prolongado espasmo abdominal que terminó en la punta de mi clítoris, fue un momento exquisito…Yo me senté en el suelo dentro de las piernas de Oscar y su verga quedó en mi hombro Izquierdo, Amanda se aproximó y comenzó a chupársela a lamerle los restos de semen mientras ponía sus téticas a mi alcance, inmediatamente comencé a besárselas y a darle dedo en su “gallito”, Manuel se acercó y puso una rodilla en el mueble donde estaba sentado Oscar y apunto su tranca hacia mi boca, yo la abrí y deslicé mi lengua en su tronco, para que fuera lubricándose y entrando en mi boca hasta mi garganta… ella entraba más fácil que la de Oscar, pues aunque era más larga, era también más delgada y no tan cabezona. Amanda y yo nos “descuidábamos” de nuestras funciones para darnos unos prolongados besos, con sabor a la verga que nos estábamos chupando cada una y luego volvíamos a introducirnos la respectiva tranca, pero sin dejar de manosearnos y chuparnos una a la otra nuestras tetas, cuello y boca… estábamos “cachondísimas” hasta que las dos nos miramos y masturbándonos mutuamente explotamos en un fuerte y delicioso orgasmo,,, suavemente y van dos.

Ya yo me estaba desesperando no había tenido ninguna de las dos vergas dentro de mi cuca o culo y cada vez a pesar de los orgasmos, quería sentir una penetración, así lo manifesté. Amanda se levantó y tomo su móvil y dijo… “haz lo que quieras, te los dejo para ti solita”. La verdad fue como si me hubiesen dado una orden, le voleé esa tranca a Oscar hasta que se enderezó, no fueron más de 15 segundos, cuando ya estaba en todo su esplendor, yo ya no necesitaba lubricación, me arrodillé en el mueble y lo rodee con mis piernas, cogí su tranca con mi mano y la puse en toda la entrada de mi cuca, me fui dejando descargar lentamente para sentir cada centímetro que me invadía, y tal como lo imaginé, esa cabezota iba abriendo mis paredes y me rozaba deliciosamente por dentro, me sentía cada vez más llena, que tranca tan deliciosa, este viejo , me iba a matar de la emoción… comencé a “cabalgarlo” mientras él se deleitaba con mis tetas, esta combinación, de chupada y clavada me enloquece, siempre ha sido así y no tuvo que taladrarme mucho para que yo soltara un gemido, un grito y me viniera en otro orgasmo ( serio y van tres) , mi impulso fue seguir balanceándome lentamente en esa estaca y a besar aquel hombre que me había hecho encalambrar hasta las piernas, así pasamos un rato… luego Manuel se vino por detrás, levanto un poco mi trasero cogiéndome de las nalgas y me dijo… “Me fascinó ver como tu culo palpitaba, mientras te gozabas la verga de Oscar”, Amanda me pasó la lengua por el culo, llenó de saliva la cabeza del pene de Manuel y con su mano lo puso en mi orificio anal, Oscar se quedó un momento quieto mientras esa larga “longaniza” de Manuel me iba entrando por mis intestinos, parecía que no se acababa, entraba y entraba y yo ya la sentía en mi abdomen… Oscar comenzó a moverse y entre los dos coordinaron sus movimientos de mete y saca, se sentía cada vez más electrizante… Amanda, tomó unas cuantas fotos y luego se pegó a la fiesta donde el objeto de todas las caricias era yo, mi culo perforado por Manuel, sobaba mi espalda y mis nalgas, mi cuca, llena por la verga de Oscar y el acariciaba mi rostro, mi cuello, mi abdomen, Amanda besaba mis tetas y mi boca , ávidamente, sin recato… estas múltiples sensaciones me llevaron a una serie de como de cinco orgasmos o más, todo era una locura, una hermosa y deliciosa locura…. Con ocho o más orgasmos necesitaba un pequeño respiro, me levanté y cogí a Manuel de la mano, le dije, “Ven, yo te lavo esa tranca, no me gusta que me lo metan por mi concha o mamarlo después de que ha estado en mi culo, sobretodo tan profundo” y así lo hice.

La verdad las vergas de este par de viejos eran formidables, grandes, firmes y bien mantenidas, limpias, sin vello púbico, sin ningún tipo de elemento desagradable, las había visto bien, las había mamado lo suficiente y las había detallado… eran una delicia. Cuando regresamos, Amanda estaba en el mueble grande de la sala, acostada, con las piernas hacia arriba, ambas cogidas con una mano por Oscar, su cuca expuesta, Oscar de pie, perforándola una y otra vez, lento, profundo, pero a un ritmo constante, ella apretaba fuertemente un cojín y lo mordía para ahogar sus gritos de placer. Yo me acerqué, retiré el cojín de su boca, comencé a besarla… mordía sus carnosos labios, entrelazábamos la lengua, mi mano acariciaba su abdomen y sus tetas mientras su cuca seguía siendo invadida por el vergón de Oscar, ella se vino con fuertes espasmos, Oscar se retiró de ella y ella me abrazó, seguíamos besándonos y acariciándonos, los dos hombres se alejaron un poco y se sentaron a ser simple espectadores, sus trancas enarboladas, se acariciaban en una masturbación lenta cada uno de ellos, por separado, entendí que querían solo vernos en acción, yo, con esta arrechera estaba dispuesta a complacerlos.. Amanda, no se quedaba atrás. Ella me cogió, me tiro sobre el mueble, y comenzó a besarme y a lamerme desde mi frente hasta mis rodillas, lo hacía lento, pero firme, que fuerza tenía esta puta en su lengua.. La metía en mis oídos, jugaba con mis pezones, rodeaba y se deleitaba en mi ombligo, bajaba y paseaba por mi pubis, abría mis piernas, jugaba con mi clítoris, metía su lengua en mi chimba, rodeaba mi culo y lo lograba penetrar con su lengua.. Era una experta masajeándome toda con dedos y lengua… empecé a lubricar con evidente excitación, Amanda se dio cuenta, bajo a mi cuca y se dedicó a hacerle sentir caricias linguales en el repertorio más exquisito que yo haya sentido, la cadena de orgasmos no se hizo esperar, comencé a gritar a revolcarme, cogiendo su cabeza y apretándola contra mi cuca… Mi boca abierta, de pronto fue llenada por la tranca de Manuel y mientras más lengua me daba Amanda, más chupaba yo la tranca deliciosa que llenaba mi boca…Era una sensación de “locos”…

Todos andábamos exhaustos… necesitábamos descansar, pero nuestras mentes querían sumirnos en un estado mayor de morbo, estaba descontrolada la situación, decidimos tomar un leve descanso, conversar y degustar un poco de licor, mientras nos poníamos de acuerdo como seguir aumentando la temperatura de esta noche, que pintaba genial... Estábamos de acuerdo en algo, o Amanda o yo éramos las indicadas para el tema, ellos propusieron varias cosas, un show lésbico, pero ya de alguna manera se los habíamos dado, un streap tease en el balcón donde cualquiera pudiera vernos, pero era una situación incómoda para futuro, vivíamos en el sector, nos conocían, quedaríamos marcadas por un momento de “arrechera” y nos podría complicar la vida y eso NO se quería… debía ser algo “loco” pero donde solo nosotros y alguna otra persona se enterara, pero que todo quedara ahí, que no progresara a más… Amanda, recordó que había un vecino, que se mantenía en una taberna a una media cuadra de mi apartamento, bebía mucho, siempre se mantenía a “media copa”, y le decía a ella que yo le fascinaba, a mí me decía piropos, bastante lanzados, pero nunca groseros, el en su comportamiento muy decente y discreto… ya varias personas me habían dicho también, de sus comentarios hacia mí. Luis Carlos, era un hombre de unos 45 años, muy alto y bastante fornido, no gordo, pero si muy fornido, más joven debió haber sido deportista de buen nivel, no sé, se me antojaba rugby, pesista o algo así, medía aproximadamente 1,90 mts de altura, a pesar de su gusto por el licor, siempre bien vestido, con un bigote bien cuidado y debía tener algún ingreso interesante, pues siempre desde temprano 5 ó 6 p.m. estaba en la misma taberna, consumiendo licor, en algunas ocasiones acompañado por alguna dama, en su buen automóvil y en general nunca se veía en mal estado… La propuesta era que yo fuera, lo llamara, lo trajera al apartamento, lo sedujera delante de todos y que ellos pudieran ver, tomar fotos, etc… Lo pensé y me decidí… Me organicé un poco, seguí sin ropa interior, me coloqué y abroché el short de jean, por la excitación uno de mis labios vaginales tendía a salirse del apretado short, acomodé bien mis nalgas que esas si quedaban con medio “cachete” fuera del short, me puse la blusa, por su tela ser tan delgada, vaporosa y su color tan claro, azul claro, marcaba muy bien mis tetas con sus pezones erectos a punto de reventar, yo creo que desde mucha distancia se podría apreciar que mi ropa interior brillaba por su ausencia…

Mis tres amigos algo ansiosos, algo curiosos, se organizaron también y se salieron al balcón que daba para la calle, cada uno con su licor en mano. Dejé la puerta del apartamento ajustada pero sin cerrar, bajé las escaleras y abrí la puerta principal del edificio, me paré en el dintel de la puerta, ajusté, sin cerrar también esta puerta, por la hora avanzada de la noche, ya las calles andaban muy solas, miré a la derecha hacia el local de la taberna, la música se oía sin ser estridente, respiré profundo y me dirigí hacia allá… me sentía como una puta de rebusque, con mi insinuante ropa, sin ropa interior, excitada, pero tranquila, sabía lo que tenía, o que quería y creía saber cómo controlar la situación…

Caminaba balanceando suavemente, pero bien marcado, mis caderas, mis pechos se expandían con mi respiración y se balanceaban también, rítmicamente, coquetamente… como cosa rara, no había nadie en la puerta del local, me tocó pararme casi e la mitad de la entrada y miré hacia adentro, el lugar bastante oscuro, pero se distinguían varias sombras en la barra del negocio... el Barman, me miró e hizo alguna señal, pues varios de los asistentes, voltearon a mirar hacia la puerta, me imagino que mi silueta a contraluz se debía ver insinuante… saludé con la mano, miré con más atención, para que vieran que buscaba a alguien, puse levemente mi dedo índice sobre mis labios, giré y me dirigí lentamente hacia la puerta de mi edificio, muy lentamente… “Hola Kathy!!! .. Buscas algo??”  Me giré lentamente hacia mi interlocutor, todavía con el índice en mis labios, con un gesto dubitativo y muy coqueto, le sonreí y le contesté, “ Si, si, tal vez a ti, pero no sé si será el momento adecuado, estas ocupado??”  ya eran casi las 12:00 de la noche, volví a girar hacia la puerta de mi edificio y sentí cuando el, Luis Carlos, salió detrás de mí, caminando suave, observando mis nalgas, yo volteé mi cabeza, lo miré, le sonreí y me detuve en toda la puerta de acceso al edificio y me dispuse a esperarlo… Me dijo: “Para ti, a la hora que sea, cuando sea, lo que necesites”… “Gracias, tan lindo tu” le respondí…

Luis Carlos, estaba bastante tomado, como siempre, aunque hacia un gran esfuerzo , no podía apartar su mirada de mis tetas, aunque era bastante más alto que yo, yo ponía mi mano suavemente en su barbilla y le levantaba la mirada, le decía, “Oye, mis ojos están acá, no tan abajo… mírame “ el sonreía y volvía su mirada a mis tetas…

-       LC: Es imposible no mirar lo rica que estas !!!!!

-       Yo: Gracias, me halagas muchísimo…

-       LC: No me digas que no te has dado cuenta que cada que te veo se me van los ojos y otras cosas detrás de ti…

-       Yo: Si, y me encanta, me gusta mucho sentirme admirada…

-       LC: y deseada ??

-       Yo: Más aún, me FASCINA, me Excita muchísimo... de eso quería hablarte

Mis amigos dicen que tú dices que te gusto mucho…

Que tanto ?? Porque no me dices nada a mi ??

Días como hoy, me siento solita y con ganas de sentirme admirada y hasta donde se, nunca he sido grosera contigo…

Ellos están en mi apartamento y me convencieron de que te buscara para decírtelo..

El me miraba algo sorprendido, y se saboreaba con sus ojos y con sus labios, yo lo veía inquieto..

Me arrimé un poco a él, olía a licor y a hombre, al mismo tiempo, por primera vez bajé la mirada y vi su tremendo bulto… Uuufffff lo que se veía por debajo era del tamaño de mi antebrazo y estaba a punto de romper su pantalón, no pude evitarlo, me acerqué más, uno de mis brazos rodeo su cuello, mi otra mano rozó su paquete, su gran paquete y lo besé, lo besé con lengua.. el correspondió plenamente mi beso… el me empujó suavemente hacia dentro del Edificio, me senté en las escaleras, abrí un poco las piernas, vi y el vio como mi vulva se inflamaba y se salía por un lado del short, a su vez empapaba la tela del mismo, parecía que me hubiese orinado… sin pensarlo dos veces, comencé a sobar ese bulto, abrí su cremallera, desabroché la correa y comencé a ver unos bóxer blancos, muy limpios, mi mano comenzó a buscar hasta encontrar ese inmenso pedazo de carne,, no podía creer lo que palpaba… bajé un poco el resorte del bóxer y con la otra mano fui sacando ese trozo, duro, firme en todo su esplendor, por lo menos 25 cms de largo, grueso como mi antebrazo, no me había equivocado, con una cabeza puntuda que se iba abriendo a un grosor mayor y desde ahí, constante, parecía un obelisco…venoso, vibrante, jugoso en todo el espacio de su cabeza… lo apoye sobre mi muñeca derecha, mientras que con mi mano izquierda lo sobaba como si fuera una mascota, no podía dejar de mirarlo, el hizo un leve ademán hacia adelante, mi respuesta fue inmediata, abrí mis labios, besé esa gran verga, la chupé, la lubrique con mi saliva a todo lo largo, era FABULOSA … el levantó mi blusa y mis tetas quedaron a su disposición… yo estaba poseída, arrecha con ese trancón, de pronto recordé que en el apartamento me esperaban…. Me levanté, le di la espalda, él puso su tranca a un lado de mi cadera, me ensalivé toda la mano, con Luis Carlos detrás de mí, comencé a pajearlo mientras subíamos cada escalón, lentamente, yo adelante y el detrás, pero unidos en un “trencito” mientras yo le iba meneando una paja profunda... Llegamos a la puerta de mi apartamento, me empujo contra la pared, metía su verga entre mis piernas y sentía como ese mástil sobaba el labio de mi vagina que se salía del short, desde atrás agarro una de mis tetas y mordía mi cuello,, yo ya estaba más que “encendida”, él tenía esa verga húmeda y brillosa por la combinación de su líquido seminal con mi saliva.

Entramos al apartamento, él se sorprendió un poco cuando vio a mis amistades… le dije que no se preocupara que solo querían ver, que si tenía algún problema me contestó que no… Amanda quedó sorprendida viendo el tamaño de esa tranca que yo tenía en mi mano. Me senté en el mueble más grande de la sala y lo seguía arrastrando por su verga. Lo senté a mi lado, me quité la blusa y me dediqué a ensalivar esa gran verga, desde su cabeza hasta la base de sus bolas. Comencé a sentir los clicks de las cámaras y eso me convirtió en una “actriz”, solo me concentré en mamar completamente ese animal y me puse en todas las poses posibles para que me tomaran fotos de todos los ángulos, cada vez con menos ropa y pudor.. Estando totalmente desnuda y el con toda su tranca libre, me puse en cuatro, Amanda me ensalivó el culo con su lengua y acercó la tranca de Luis Carlos a mi ojete, empujó pero no cedió de primera, entonces lo metió por mi vagina y esa si se lo tragó integro, despacio, paso a paso, pero hasta el fondo, comenzando con un mete y saca total… Guiado por la experta mano de Amanda y cada dos o tres clavadas lo empujaba hacia mi culo, hasta que este cedió y fue abriéndole campo a ese “animal” que lentamente, pero con todas las ansias, se fue incrustando en mi ano, hasta que sentí que me partía como en cuatro pedazos.. Del dolor se fue pasando a un cada vez más inmenso placer, yo gemía, me revolcaba con esa serpiente hurgando mis entrañas, como todavía quedaba un interesante pedazo de verga fuera de mí, Amanda lo pajeaba, hasta que el comenzó a “convulsionar” en su abdomen… en todo este proceso yo ya me había venido un par de veces y mis otros dos compañeros no cesaban de fotografiarnos… Amanda saco la verga de Luis Carlos de mi culo y la apunto a su cara, recibiendo cuatro o cinco abundantes chorros de semen, su rostro era de perversión, los tres hombres se sentaron en diferentes sillas, mientras yo con mi lengua, “limpiaba” el rostro de Amanda… Esta noche fue llena de sensaciones locas y subidas de temperatura… no hicimos nada especial después de esto, hablamos, sonreímos, nos acariciábamos, comíamos, bebíamos, escuchamos música, jugamos y bailamos todos desnudos hasta el amanecer… pero esta noche tuvo un “algo” especial, que me unió en amistad y sexo con mi vecina… luego contaré muchas más experiencias con Amanda…. Espero que les haya gustado.