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Una clase especial

en Bisexuales

UNA CLASE ESPECIAL

 

Fue que en una reunión de padres que dos chicos. Juli y Cris, escucharon al director de aquel instituto privado hablar muy mal de los gays y homos. Ellos se rieron prestando mucha atención. Iban juntos desde el jardín de infantes. Se conocían de toda la vida se podría decir.

__¿Has oído lo que yo?

__¡Sí, sí, claramente dijo que los putos son unos indeseables….!

__Que no merecen vivir en este mundo

__¡Así dijo!

__Creo que necesita una “clase especial”…

__¡Ahh, recuerdas, a aquel pobre idiota de profesor…!!

__Si que recuerdo….profesor Soria. De historia

__Retrogrado

__¡Pero luego de la clase!!

__¡Se come todas las pijas que encuentra en el camino!!

__¡¡Ja ja ja!!

__Entonces ¿Qué dices?

__Hay que aplicar lo mismo para este tipo

__ “Clase especial”

__ “Clase especial”__ dicho esto los muchachos se dedicaron a hacer un seguimiento de todos los pasos del director del instituto.

Era un hombre de unos cincuenta años. Hoy en día se podría decir , joven.  Su familia era de tradición católica. Ferviente creyente. De ir los domingos a misa, por supuesto con familia, o sea, hijos y esposa.

Eran un niño y una niñita rubios los dos. De esos chicos que aparecen en las publicidades. La mujer. De línea cuidada. Pelo renegrido, casi azabache. De buenas formas. Lo que se diría una familia bien constituida.  Las personas que andaban por la casa eran pocas. Venía los viernes un jardinero. Dos veces a la semana una mujer que hacía la limpieza. Una chica joven. De no mas de veinte. Había que acercarse a ella. Esa fue la primer idea de Juli.

__¡Tenemos que ver a la chica Cris!

__¿Te parece?

__Y si, la tenemos dentro de la casa. Tal vez le guste mirar y hablar…__ se pusieron de acuerdo en ello. Ahora tenían que ver en que andaba la chica.

Los días fueron pasando. Ellos seguían investigando. Observando. Además de seguir yendo a la escuela.

El director se manejaba en su vehículo último modelo, de color rojo y vidrio negros. Llegaba antes que todos y se iba último. Intachable. Tenía buena relación con los docentes. Al menos por esos días, prestaban más atención, no hay nadie que hablara mal de el. No tenía nada en contra. Hay que aclarar que todos se comportaban políticamente correctos con el mandato superior. Pero sin hablar con los alumnos de sus ideas sobre la vida.

Tenían que llegar de alguna forma hasta ese ser que se jactaba en ser superior. Debían hacer que el hombre los recibiera o algo . intentar algún nexo. Algo en común. Buscaban.

Se conectaron con Lidia, la chica de la limpieza. Un encuentro casual. Dos chicos de barrio. Un bar cualquiera. Una copa. Otra. Alegres. La chica sola. Sin compromisos. Los chicos solos sin compromisos.

__¡Oh, el señor Romero, es un buen jefe!

__¿Te tratan bien?__ pregunta Juli

__Porque esa gente a veces es jodida, tiene cosas raras…

___¡No, no el es un buen jefe, aunque a veces le he oído decir cosas un poco

__¡Ah, has visto!_- exclamó Cris

__¡Dinos Lidia, cuenta, cuenta!!__ se entusiasma Juli

__Con su chico sobretodo, no quiere que juegue con su hermana…le dice cosas como que no sea mariquita…

__¿Así le dice a su hijo?__ pregunta Cris

__¡Si, lo he escuchado mas de una vez. Eso es desagradable!

__¿Y la mujer que hace?__ pregunta Juli

__Nada. Lo que pasa es que la mujer generalmente no esta…

__¿Y cuando la mujer no esta?¿Trabaja?

__Si. En general no esta hasta la tarde, tardecita…no sé en que trabaja, es una empresa importante…entonces los chicos están con el padre…hasta que llega la esposa…

__¿Los chicos van a la escuela?

__Si, están todo el día en la escuela. Vienen a la casa pasadas las cinco…__ los chicos piensan. Analizan. Escuchan.

__¿Los fines de semana se van a alguna parte?

__Generalmente no, aunque a veces, el señor Romero se va porque es fanático del aeromodelismo…

__¿A si?

__¡Que interesante!

__¿Les parece?__ luego de otras bebidas se fueron al departamento de Lidia que vivía sola y se la cogieron hasta el amanecer. La chica quedó de cama. La desnudaron. La chuparon. Su vagina experimentó placeres que desconocía. Quedó enloquecida con aquellos furiosos amantes. Que le partieron el culo  vergazo, tras vergazo y ella gozo como una perra en celo. La habían premiado por la información recibida. Así que la llenaron de leche por todas partes y ella chupó y trago acabada tras acabada. Recogió todo el liquido que pudo. Hasta pudo presenciar como nunca lo había hecho como dos hombres se besaban y se chupaban, los culos, las bolas, entre ellos. Mientras Cris se cogía a Lidia, Juli le daba verga a el. Los tres conectados a través de las pijas y todos felices.

Se pusieron a investigar de aeromodelismo, para llegar al director.

Comenzaron a ir con preguntas. El director Romero enseguida se hizo eco de las consultas de los chicos. Iban de a uno. Un día iba Juli. Al otro iba Cris. Pasadas unas semanas ya se trataban como colegas. Se hicieron compinches. Algo que el director Romero nunca se había permitido con ningún alumno.

Fue así que los pibes le llevaron la inquietud de ir a la quinta de Cris un fin de semana a hacer volar a placer sus aviones de juguete. Romero acepto encantado. Estaba convencido de la veracidad de los hechos. Los pibes se sintieron satisfechos.

__De igual manera tenemos que estar conscientes de que puede fallarnos

__¿Fallar qué?

__La clase especial. Si resulta mal estamos expulsados del colegio

__¡Claro, soy consciente!¡Pero no hay que preocuparse!

__¡No estoy preocupado. Solo dejo las cosas claras!

__¡Todo bien!__ chocaron los puños risueños.

Aquella mañana de sábado soleado pasaron temprano por la casa del director Romero. El hombre maduro salió con su cara risueña y feliz. Traía su avión orgulloso de colores negro y azul. Los chicos de miraron y sonrieron cómplices.

Romero se ubicó en el asiento trasero de la camioneta.

__¡Ey chicos! ¿Y  sus aviones?__ preguntó sorprendió el director.

__¡Ya las tenemos en las quintas director!

__¡Oh, no me llamen director!

__¿Y como lo llamamos, no sabemos su nombre?

__Atilio

__¿Bien, bien!__ la camioneta marchó en aquella mañana soleada brillante, clara, diáfana. Hablaban en el viaje de cosas triviales. Por supuesto todo alejado del sexo. Juli entró en el camino de tierra, luego de la media hora de marcha por la autopista.

La tranquera fue abierta por Cris. Llegaron.

__¡Bueno, es hermosa esta quinta!__ dijo Atilio. Bajaron algunos bolsos. Entraron. Cris abrió las cortinas. El sol se fue filtrando por los rincones de la casa. Mostrándola con su belleza natural. Tomaron asiento. Juli en la cocina ponía en marcha la segunda parte del plan. Los tragos. La droga. Todo estaba listo. Bebieron. Picaron alguna cosa. Atilio al momento comenzó a sentirse flojo. Mareado. Somnoliento. Quedó allí recostado en el sofá enorme.

Cuando despertó el hombre. El director de la escuela estaba atado en una cama enorme. Desnudo. Se sentía mareado. Pidió agua. Tenía sed. Se oía una música suave y agradable. Sin estridencias. Le dieron de beber. Estaba con una venda en los ojos. Sintió una leve caricia en sus muslos.

__¿Qué pasa?¿Que hacen?¿Quienes, quienes son…?__ en ese momento recordó donde estaba.

__¿Qué hacen muchachos están locos?__ preguntó fuerte. La caricia llegaba a su verga semi dormida. La caricia seguía. Suave. Atilio tragaba saliva. Sintió un dedo en sus tetillas.

__¡Oh, están endureciéndose, se ve que le gustan tus caricias!__ se oyó la voz de Juli.

__¡Suéltenme, están locos, ahhhh, no, no, se arrepentirán, ahhh, ohh!!__ la verga se erguía. Luchaba, tal vez con su conciencia. Aún no se lo planteaba, no quería pensar. El demonio se apoderaba de su cuerpo. Cuando sintió la lengua rozando su instrumento, este pegó un respingo levantándose . Ampliándose. En ese momento la lengua de Juli se posaba sobre su pecho. La punta de la lengua hacía maravillas en las tetillas ya endurecidas y levantadas con descaro. Fue cuando Cris se tragó la vara alzada al máximo. El aullido de Romero fue total.

__¡Cómela, Cris, cómela, nunca te comieron así, tu mujercita no sabe lo que es eso eh!!__ reía gozando Juli. Cris le mamaba la verga al director y este gruñía quejándose débilmente. Casi sin ánimo. Sin convencimiento real. Con los dedos, Cris, apenas rozaba las bolas muy grandes y duras. La boca del chico sabía lo que hacía. Abierto de par en par Atilio no podía correrlos. Estaba siendo forzado. ¿Estaba siendo forzado?. Dudaba. Muy dentro suyo era fuego. Lo estaba dejando salir. Juli recorría el cuello. Humedecía aquel cuerpo conservado y joven aún. Lo llenaba de saliva. Besaba las axilas. Iba hasta el cuello. Las orejas. Lo mordía suavemente. Atilio quería sacarse las sanguijuelas de encima. Pero la boca que tenía entre las piernas lo estaba poniendo al máximo. Se retorcía de gozo. No quería sentirse tan bien, pero no podía evitarlo.

Juli paso la lengua por los labios. Lo beso suave. Esperando que Atilio abriera su boca. El hombre apretaba aún sus mandíbulas. Luchaba con su deseo. No quería ceder. La verga del hombre se inflamaba.

__¡Nunca te mamaron así!!¿Te gusta? ¡Di la verdad!....__

__¿Como era eso que los gay son unos enfermos?¿Que los putos no merecen vivir?

¿Quién te chupo alguna vez la verga así?¿Dime quién?

__¡Nunca!__ dijo Atilio con un hilo de voz

__¡No se escucha!__ dijo Cris dejando un poco la estaca pero rozando el anillo cerrado aún del director. El hombre pegó un salto o lo que quiso ser un salto. El gemido resoplado se escucho como una explosión. La leche empezó a saltar para todos lados. Los muchachos corrieron a tomar un poco de lo que podían recoger. Atilio se retorcía sin control. Ellos creyeron que se iría a morir del tremendo orgasmo que el director estaba experimentando. Sus bocas se metían alternadamente, la pijota hinchada del hombre, la limpiaron con devoción. Jugaron con ella. La vara no caía. Estaba dura como estaca. Cris no dejaba de masajear el hoyo de Atilio. Ya mas flojo. Estaba como entregándose. Llegó con su lengua al anillo. Los gemidos del hombre arreciaron. Lo fue mojando. Juli volvió a la boca entreabierta del hombre cada vez mas caliente. Su lengua gorda pudo abrir un poco mas la fortaleza. Atilio estaba por rendirse. No podía con los dos puntos de ataque. Cris con una mano acariciaba y no dejaba caer la tranca. Con la otra, hurgaba con sus dedos húmedos el agujero del director. Había logrado entrar con un dedo fino. Ahora la boca estaba más y más abierta. Por fin entregó su lengua y Juli chocó su lengua con la del director que a esta altura exhalaba calentura por todos los poros de su cuerpo inflamado y ardido.

Juli quitó la venda de los ojos del hombre. Tardó un poco en ver los cuerpos desnudos de los jóvenes que lo habían llevado a ese estado de locura y lujuria.

Cris desató una pierna y la subió a su espalda en tanto el chupaba el culo mucho mas profundo. La tranca miraba al cielo. Poderosa. Juli beso mucho mas a Atilio. Con su mano masturbó un poco al hombre. Acarició sus huevos. Luego se levantó un poco y puso su propia pija grande frente a los labios del hombre. Atilio la olfateó. Casi sin resistirse pasó la lengua por la cabeza que tenía algunas salobres gotitas. Juli tembló. Atilio se animó lamió un poco más.

__¡Oh, querido te va a gustar, ya lo veras!!__ como un niño el director del instituto empezó a chupar. Degustaba la verga del chico con pasión. En tanto sentía las caricias de Cris. Ya atravesado sin remedio por los dedos del chico. Ya la crema que le había colocado hacía más fácil loa penetración.

__¡Oh estas deseándolo no!¡Si, quieres que te la pongan!¡Deseas tener una buena verga en tu culo!¡Si, si, si mira como chupas mi pija!!¡Te gusta!__ todo esto decía Juli, mientras le comían la vergota. Cris soltó la otra pierna. Las alzó. Su poronga jugueteó con el anillo del hombre. Que gemía atragantado con una pija en la boca y la otra comiéndole lentamente el ojete. Ya lo partían al medio. Ya le entraban con todo. El dolor se acrecentaba. Se aferraba más y más al pomo con su boca. Cris entraba por completo. Su mástil se alzaba otra vez. Se desconocía.

__¡Oh esta tan cerrado, me aprieta mucho, oh, este placer!___ gemía Cris tratando de no terminar ya.

__¡Es tan caliente! ¡Vuela!¡Mira su pija como se levanta otra vez, mira!!__exclamaba Juli. Así ensartado, con su cola levantada, Atilio gemía, Juli movió su vara y puso las bolas. El hombre se prendió a ellas. Las necesitaba., se las comió urgentemente. Ya estaba descontrolado. Entregado. Era un renacimiento. Era un sueño. Nada tenía vuelta atrás. Juli gritaba a medida que se vaciaba en chorros de líquido espeso. Apretaba la cabeza. El hombre se tragaba el sable. En tanto Cris golpeaba las nalgas del director con sus bolas llenas.

__¡Traga, traga todo no dejes nada es tu bautismo oral, ahhhh, siii, tómalo todo!!!__ ahogado en leche Atilio deja la verga semi flácida de Juli. Este le suelta los brazos. Un hilo de semen se escapa por la comisura de los labios del hombre. Sonríe con su vergota parada. Lo mueve Cris, mientras lo taladra sin piedad. Siente que su culo lanza llamas. Le gusta estar enculado por completo. Goza plenamente.

__¡Oh chicos háganme gozar, asiiiii, oh, si, si me gusta, me gusta, ahhhh!!__ decía Atilio ya totalmente quebrado. La clase especial había dado resultado. Cris en tanto largaba su semen dentro del canal de Atilio. Sentía por vez primera correr esa descarga espesa en su culo. Su miembro alzado se tensaba. Tomaba del cuello a Cris y se besaban desaforados. Juli acariciaba las nalgas de Cris. Las lamía y luego chupaba el ojete de su amigo. Este largaba hasta el último chorro dentro de  Atilio. Se quedó un rato dentro del director, que suspiraba, bufaba son su estaca endurecida. Fue saliendo al rato del túnel. Juli presto con su verga levantada enculo al hombre que lo recibió gozoso. La verga entró rápido.

__¡Oh asssiii, dámelo, chico, siii!!

__¿Lo quieres todo?

__Sí dame tu verga, la quiero…__ diciendo así Juli mete su lengua dentro de la boca de Atilio. Cris chupa el culo de Juli. El chico lo serruchaba con ansías. Su pistón entraba y salía veloz. Acabaría rápido. Es lo que buscaba. Quería llenar ese culo rápido. Quería que el tipo sintiera el gozo. Que no demorara. Los gemidos del director abundaban y se hacían cada vez más agudos. Parecía una nena embravecida y salvaje. Le gustaba recibir una buena verga en su ojete. Estaba en un mundo alejado de toda inhibición. Juli lo abrazó con sus brazos jóvenes. Lo apretó y largaba la semilla en el ojete del hombre. Se retorcía los dos como animales sin descanso.

__¡Oh me han dejado el culo abierto. Siento como me chorrea sus jugos!!¡¡oh que locura es esta, estoy tan caliente como nunca!!__ Cris se prendía a la pijota del hombre. La chupaba. Le daba pequeños besitos. Atilio se aferraba a las sábanas. Las tomaba como una tabla de salvación ante tanto placer.

Cris lo miraba a los ojos al hombre. Busco su boca. Lentamente fue sentándose en el mástil. Se lo fue clavando. Atilio abría los ojos y la boca llena de sorpresa.

__¡Te voy a cabalgar hasta hacerte largar tu jugo!!__ el culo del chico se abrió para recibir la tranca al rojo vivo del director. Su ojete lo tragó al instante. Atilio sintió el hormigueo de cogerse un culo.

__¡Tu mujer no te da el culito!!¡¡Ahhh como lo deseabas!!__ cabalga intermitente. Toma las manos del hombre y las lleva a su pecho. El los acaricia. Acaricia esas tetillas que están muy rígidas. Tanto o mas que su mástil inflamado. Juli observaba a la pareja. Se aceraba tranquilo. Acariciaba el pecho de Atilio. Miraba al hombre que disfrutaba de todo aquello. Ahora era el quien ensartaba a uno de sus atacantes perversos. Gozaba del anillo de Cris. El chico hacía maravillas con la cola. Apretaba la verga y la dejaba. Aceleraba. Se detenías. Avanzaba. Se retraía. Atilio apretaba las mandíbulas. Pellizcaba el pecho de Cris. Juli ahora, besaba las tetillas del director. Una corriente se paseaba por todo el cuerpo del hombre. Lanzaba chorros de leche dentro del culo de Cris que recibía esa llamarada en su cola lanzando suspiros y gemidos.

Cris cayó de costado. Juli seguía besando y chupando el pecho de Atilio. Este acariciaba las nalgas de Juli. Cris solo entrecerraba los ojos.

El fin de semana estaba comenzando. La clase especial había salido bien. De ahora en mas nadie sabía que podría suceder en el futuro. Pero seguramente, Atilio, el director del instituto, ya no podría vivir sin un buen pedazo de carne en su hoyo.-

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