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Pakistaní de gimnasio y la gordita.

en Interracial

Un poco de dolor puede llegar a ser muy excitante.

Conocí a Ricky por medio de Tinder. No estaba segura de su procedencia, pero era moreno y pensé que sería asiatico, de la india o algo así. Resultó ser un Pakistaní cristiano que había huido de Pakistan con su familia a los 13 años.

Un Pakistaní muy bien formado.

En realidad, solo quedé con él para tener sexo, ya que por nuesstras cortas conversaciones por Whatsapp me pareció el típico chulito de gimnasio tratando de tirarse a una chica gordita y tímida como yo,  obesionado con sus brazos y sus pectorales, los cualoes, por cierto, estaban muy bien formados

Habíamos quedado el domingo porque yo me quedaba sola en casa. Mi idea era ir a tomar algo, pero debido a mis confusos sentimientos hacia otra persona, estaba un poco reacia a la cita.

La cuestión es que no me apetecía mucho conocer a nadie...pero estaba caliente. Quería sexo.

Iba a venir y tardaba mucho. Estaba bastante cabreada, además de algo insegura ya que mi cuerpo, desde que estoy perdiendo peso, esta menos tonificado de lo que debería.Le dije que no viniese por que era muy tarde y el aceptó. Pero que demonios, estaba caliente y tenía ciertas expectativas esa noche, así que se lo dije. Así, tal cual, le dije que la pena era que estaba sola en casa y me iba a ir a la cama insatisfecha.

Es divertido ver como los hombres reaccionan ante la promesa de sexo. Me aseguró que estaria en casa en 15 minutos, conduciendo su bicicleta a menos 2 grados en medio de una nevada. Le pregunté si estaba seguro, por que tendría que volver a casa de noche con el frio (ni de coña lo iba a dejar dormir conmigo). Ni si quiera contestó, ya estaba de camino.

Cuando llegó y le abrí, parecía nervioso. Al principió me decepcionó. No era feo, para nada, pero por alguna razón que fuese "indio" me desagradó.

"Menos mal que no soy racista" pensé para mi, algo disgustada con mi reacción.

Lo invité a pasar y le hice un té caliente.Estaba helado.

La conversación se fué animando, y pese a que no parecía que el chico fuese a ser el próximo premio nobel, no estaba mal. El empezó a quitarse la sudadera para enseñarme sus marcados músculos. Hablamos bastante rato y me empezó a gustar un poco. Yo en realidad me quería lanzar sobre el, pero mi maldita inseguridad me paraba. La cosa se fue poniendo más "cercana", pero él no daba ningún paso.Hablaba y hablaba y yo solo pensaba "joder, que se calle ya y me bese" .Así que un poco harta, le dije:

"Pareces nervioso.Yo estoy esperando a que hagas algo, ¿por qué no haces nada?"

El empezó a reirse y se levantó, ante mi incredulidad. Pensé que igual quería irse.

"Vamos a tu cuarto, enseñamelo"

"Pero ¿Así? Si ni siquiera me había besado. EL me cogió de las manos para levantarme del sofá y me apremió escaleras arriba, riendo. Cuando llegamos a mi habitación me empujó contra la pared y empezó a besarme. Sus besos eran intensos y descordinados, aunque eran de ese tipo de besos que le das a alguien que no amas. Besos que no saben a nada, que no hace que las mariposas levanten el vuelo, pero que excitan lo suficiente para querer más.

Me cogió del cuello y apretó ligeramente. "Mierda" pensé "está loco y va a estrangularme" Podría hacerlo si quisiese, mi situación era de completa desventaja. El era muy fuerte y me tenía acorralada contra a pared. Pero yo estaba extrañamente tranquila y excitada ante esa situación. "Mierda, igual estoy jodidmaente loca yo también"

No apretó más y empezó a tocarme la cintura y a meter su manos bajo mi ropa.

Bajé un momentó a por el portatil, ya que queríamos tener algo de música. Música, que, siendo sinceros, no recuerdo si siguió sonando después de ese momento.

Yo lo quería besar de forma mucho más profunda, estaba caliente y lo quería rápido.El , me empezó a decir que me tranqulizase. Que fuese más despacio. Pero yo no quería, lo besé, lo mordí el labio y empecé a pasar mi mano sobre su cada vez más prominente bulto. Nos empezamos a quitar la ropa, dejandola esparcida por la habitación. Yo, por mis miedos, como siempre, me dejé la camiseta negra. Me la bajé para quitarme el sujetador y dejar mis pechos al aire. Él resopló enfadado, pero me respetó.

Me caí en la cama y el se puso encima de mi. Me besó, me lamió y jugó un poco con los pezones. Luego se tiró en la cama y lo ayudé a quitarse los slips. El bulto bajo ellos me excito, lo toque suavemente sobre ellos y le pedí que levantase las caderas para quitarselos. Era oscura y gruesa. No muy larga, lo que me tranquilizó (experiencias anteriores me han enseñado a apreciar el grosor y no la longitud) . Empecé a tocarsela, escupí en mi mano y empecé a masajearlo suavemente. El iba lubricando rapidamente. No quería hacerlo pues no lo conocía y no me gusta hacer sexo oral a un desconocido, pero al escupir de cerca para lubricar mi mano, sentí la necesidad de metermela en la boca. Joder, es que me encanta chupar pollas. Es muy excitante.

Alterné mi mano con mi boca un rato, y el me empezó a coger del pelo con fuera y apretar mi cabeza contra él, intentando metermela toda de golpe en la boca. Forcejeé un poco, temiendo vomitar. Senti una pequeña arcada la primera vez, pero me gustó la sensación. Parece ser que disfruto bastante siendo dominada...

Me deslicé hacia arriba y puse su polla entre mis pechos. "Eres traviesa" me dijo muy excitado, mientras movia sus caderas arriba y abajo. Yo escupí varias veces y chupé la punta varias veces cuando llegaba arriba. Estaba muy excitado. De repente paró, y con urgencia me pidió el condon.

Se lo pusó, y con fuerza tiró de mi, comprobó si estaba lubricada y empezó a metermela. Lo hacía bastante bien. Al principio me dolió un poco (llevaba un par de meses sin sexo) pero enseguida empecé a disfrutar. Embestía con fuerza y podía oir el choque de nuestros cuerpos, pero eso aún me excitaba más.

Cuando se volvió a poner encima de mí, empezó a decir que se iba a correr.

"No te atrevas a correrte" Le dije. Estaba muy lejos del orgamo. El empezó a respirar agitadamente intentando contenerse, pero terminó con un gran gemido de placer...

Me sentí ligeramente decepcionada y absolutamente frustrada. "Joder, vaya mierda de polvo"

Empezamos a hablar un poco y le pregunte en terminos de tiempos de recuperación. Se quitó el condon y bajo al baño. Yo estaba algo decepcionada, y empecé a mirar el movil en la cama. Me puse de medio lado en la cama, sexy, enseñando mi culo. Quería que lo viera al llegar.

Cuando entró, me dió una fuerta palmada en el culo que me hizo gemir ante al sorpresa "Joder, que culo" dijo.

Empezó a tocarse la polla, que ya estaba semierecta otra vez. "¿quieres más?" dijo, mientras buscaba el otro condon. Me pidió que le enseñase a ponerselo bien, pues la primera vez le había quedado algo de aire en el condon y yo le había dicho que no se lo sabía poner bien.

Se lo puse mirandolo a los ojos despacio. Me dijo que como quería que lo hiciera esta vez...Me di lavuelta y le ofrecí mi culo. El se relamió y intentó metermela...pero yo estaba algo seca. Cogí su polla y empecé a frotarla a lo largo de mi coño, de arriba a abajo, frotando mi clitoris con el. El estaba de pie detrás de mí y gemía de placer. Empezó a embestir con fuerza, pero rápido se cansó pues la posutra que tenia para llegar a penentrarme era bastante incomda. Me dió la vuelta, me levantó las piernas y empezó a metermela ligeramene en diagonal. Es una postura sensacional, la verdad. Yo notaba ese placer profundo y humedo de "puedes correrte si sigue así"

Me embestía con una fuerza desmedida, estaba bastante descontrolado. Me apretaba las tetas con mucha fuerza. Puso su mano alrededro de mi cuello de nuevo. Apretó un poco más esta vez...nada que me cortase la respiración. Sonreí..."¿te gusta estrangular eh?" El sonrió tambien. "Solo durante el sexo"

Siguió embistiendo con fuerza, y de repende, agarró a mi pecho con muchísima fuerza. Le dió una plamda al pezón y lo volvió a apretar. Me dolió, pero me gustó. Nunca había entendido el tema BDSM, pero me empezaba a hacer una idea, por que ligero dolor me encendió más aún.

Desgraciadamente para mi, se volvió a correr antes de que llegase mi orgasmo.

Se tumbó a mi lado y empezó a hablarme como si nada. "Vaya gilipollas,a mi me ha tenido que tocar el pistolero más rapido del oeste..."

El seguia hablando y yo estaba jodidamente cachonda...pero no parecía darse cuenta...y entonces, va el tio y me pregunta "¿Que nota me pones de uno al diez?"

Vaya pregunta estúpida. " No voy a ponerte nota" Le dije." Pero si ni siquiera he acabado, ayudame..." Le dije cogiendo su mano y dirigiendola a mi coño...El sonrió picaramente y empezó a tocarme el clitoris despacio..."¿te gusta?" Le pedí que me metiese los dedos y empezó a meter uno despacio...

"Joder, mete dos y más fuerte" El sonrió..."Te gusta duro ¿eh?" Yo asentí, mordiendome el labio.

Se ve que el reto de que le pusiese una buena nota le gustó, por que me hizo unos dedos de categoría. Con ese brazo hipertrofiado de gimnasio, me llevó casí al punto del extasis.

Cuando terminamos, nos quedamos durante casi una hora hablando. El acaraciaba mis pezones suavemente, apreciando el color rosado de mis pecho y el contraste con su mano. Al parecer, le encantaban las chicas muy blancas como yo y el contraste de nuestras pieles. Lo cierto es que si había algo muy erótico en ese contraste.

Me dijo que, lo que más iba a recordar de este encuentro fue mi frase de : "Pero yo estoy esperando que hagas algo ¿por que no haces nada?" Que le gustaba como era timida y directa a la vez. Al rato, le dije que tenía que irse ya que tenia que levantarme en unas horas.. Nos vestimos. Antes de irse me estuvo enseñando sus duros musculos, dejandome tocarlos. La verdad es que estaba MUY fuerte. "Joder, que brazos tan duros. Que pectorales. Que puto pretencioso el tio, como se ama a el mismo. Pero como me había follado.Joder."

YO baje solo con la camiseta. Me sentía guapa, con un culo y piernas de infarto. Probablemente solo efecto del sexo, pero joder, sentía que tengo un cuerpo de diosa.

Nos despedimos con un beso, le dije que me avisara cuando llegase a casa. Estaba nevando.

Pensé que igual no iba a saber nada más de él. Tipico chulito de gimnasio con cuerpo de infarto que se folla a una gordita y lueo pasa de ella.

Pero que va. Me escribió nada más llegar a casa, y al día siguiente. Creo que, en unos días volveremos a quedar, le tengo que enseñar algunos moratones que tengo de haber sido tratada de forma tan" dura".