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Mi mayor secreto II

en Sexo Virtual

Hola a todos y bienvenidos. 

Primeramente, doy gracias por los correos que me envían. Mil gracias por el apoyo, el cariño y sobre todo el respeto.  

IMPORTANTE: Estaré durante tres semanas recibiendo preguntas de cualquier tipo por parte de ustedes ya sea por correo o comentarios en los mismos relatos, esto meramente para que conozcan un poco más a su autora. Las primeras 50 preguntas son las que tomare de referencia para que sean publicadas. 

Este próximo relato es la continuación de las conversaciones por chat con mi ciberamiga; después de lo ocurrido con ella, cada vez se nos hacía más fácil hablar sobre cosas sexuales o me encantaba preguntarle sobre experiencias que ella ya había vivido con chicos, inclusive con chicas también (ella era una persona muy abierta). 

Aproximadamente unas tres semanas después del primer encuentro que tuvimos, recordé que ella me había dicho que tenía una nueva sorpresa para mí, pero esa me la daría con más calma. Obviamente yo soy una persona muy desesperada y en cuanto recordé no tarde nada en hacerle el reclamo de donde estaba mi otra "sorpresa", espere a que ella entrara al chat y cuando lo hizo la salude normalmente y hablamos de cosas simples y cotidianas, hasta que no pude más y le pregunte que si cual era la nueva sorpresa que ella tenía preparada para mí. 

 

Ana: Oh, es verdad... si no te he dicho nada es porque no se ha podido dar, pero estas de suerte amiga, creo que hoy se podrá, solo hay que esperar una hora y se sabrá si te puedo dar tu sorpresa. 

Luna: No entiendo nada, ¿me puedes decir? 

Ana: Ok, lo que pasa es que tengo un amigo con el cual a veces hablo por chat y no lo sé, cuando los dos tenemos ganas ponemos la cámara y nos tocamos, y pesé que si tú y yo ya lo hemos hecho sería padre que lo agregáramos a él. ¿Te gusta la idea? 

Luna: ¡EN VERDAD! Wow, no sé qué decir, pero claro que me gustaría. 

 

La plática seguía igual, entre cosas del colegio, de chicas, de chicos, morbosas, recuerdo que me empezó a comentar las experiencias que había vivido con el chico de la cámara, ni ella ni yo supimos jamás el nombre del chavo, lo único que sabíamos de él es que era dos años más grande que ella y vivía en un estado diferente al de nosotras. Llego el momento tan esperado para las dos y el chico se conectó, inmediatamente ella se puso el contacto con él y le comentó sobre  y que a ambas nos gustaría conectarnos por video con él, el chavo obviamente vio una gran oportunidad y accedió de inmediato.  

Ana se puso en contacto conmigo para decirme que el chavo si había querido, me paso su messenger, nos agregamos y comenzamos hablar un poco para romper el hielo, creo que el chico si me llego en una ocasión a decir su nombre, pero como no era algo que me interesaba no le tome importancia y simplemente lo formateé de mi cabeza. Después de una plática hizo un chat en donde nos agregó a mi amiga y a mí y se dispuso a encender la cámara. Desde que encendió la cámara su torso estaba desnudo y nos saludó brevemente, cabe recalcar que no era nada apuesto, era un chico moreno promedio, nada fuera de lo común.  

El saludo fue muy breve, casi inmediato. Los tres sabíamos perfectamente que era lo que haríamos en el chat así que nos concretamos directamente a ello, él no nos podía ver a ninguna de las dos, así que el juego era aún más excitante. Empezó a dirigirnos en nuestra masturbación a Ana y a mí, yo aproveché al máximo porque no había nadie en casa y estaría sola hasta muy tarde, así que me quede en ropa interior. Él nos indicaba como tocarnos, recuerdo mucho que no se si era afección de él o qué, pero le gustaba mucho que cuando nos tocábamos y quedaban nuestros dedos húmedos le dijéramos a que sabían o mo es que olíamos. 

Después de los tres irnos calentando él se quitó su bóxer y dejó su miembro al aire, no era el mejor pene, era tamaño promedio, era un pene "común" y normal, eso lo es ahora porque a esa edad yo estaba fascinada de estarlo viendo tocarse para . A este punto yo ya estaba muy caliente, sentía que algo en mi entre pierna ardía, no paraba de tocarme y sentirme cada centímetro de mi sexo, abría mis piernas lo s que podía y me imaginaba que él me veía mientras me masajeaba toda mi vulva y metía un dedo suave y delicadamente ya que temía que me fuera a lastimar, en eso el escribe que quiere que nos metamos dos dedos en la vagina y nos masajeáramos por fuera el ano. 

Mis ojos sobre saltaron porque en mi vida me había metido ¡dos dedos! Y mucho menos había querido jugar con mi ano, ambas cosas nunca me habían pasado por la cabeza, pero esta vez me propuse hacer una por lo menos y en este caso sería lo del ano, ya que meterme dos dedos por la vagina no era factible para mí. Seguía con mis piernas abiertas tocando y estimulando mi clítoris, sentía como algunas veces levemente palpitaba por la misma excitación, seguido de eso lleve mi dedo a mi ano y empecé a tocarlo en círculos por fuera, tomaba líquidos de mi vagina y lo llevaba a mi agujerito para irlo humedeciendo, veía en la pantalla como el chico ya tenía el pene más grande y se la jalaba lentamente como si estuviese disfrutando demasiado lo que hacía, lo hacía rápido y regresaba hacerlo lento. 

Sentí que era el momento justo para intentar lo que quería hacer: introducir un dedo en mi ano. Ya que este había sido por un buen rato estimulado y lubricado con los líquidos que emanaban de mi vagina, cerré mis ojos y respiré para relajarme, volví a respirar y pensar si era buena idea, ya que me estaba empezando a tensar de solo imaginar lo que quería hacer, por Dios ¡solo tenía 14 años! ¿en qué pensaba? Nuevamente me relaje y cambie la ventana del chat por la de mi amiga y le comente que era lo que quería hacer, ella tardo en contestarme (supongo que estaba muy ocupada haciendo su trabajo con ella misma) y fue ahí cuando decidí seguir haciendo lo que  hacía y me dije a mi misma que olvidara lo que estaba a punto de hacer, pero entonces ella me contesta y me pide que lo intente ya que seguramente era algo que me iba a gustar mucho, ella me dijo que era algo que había hecho solo un par de veces pero que si yo lo hacia ella también lo haría. Eso me motivo, volví a tomar un GRAN respiro y me mentalicé 

Me entregué totalmente al sentimiento que tenía con ver al chico desnudo tocándose y en automático mis nervios redujeron a 0%, no podía creer que tenía a alguien tocándose para mí, para que yo lo viera, eso volvió a calentarme muchísimo así que seguí tocándome muy suavemente entregándome a todas esas emociones. Después de un rato mi dedo volvió a bajar por mi agujerito y me dispuse hacerlo coloque mi dedo índice en su entrada y poco a poco comencé a introducirlo, era una sensación extraña pero para nada dolorosa, no tanto como cuando lo hacía con mi vagina, tenía poco más de medio dedo adentro y lo deje ahí inmóvil para que mi ano se acostumbrara, el chico nos decía toda clase de cosas guarras el cual se me hacían muy grotescas para mi forma de ser pero admito que estaba tan excitada que las dejaba pasar por alto sin ningún problema. Volví a mover mi dedo introducido en mi ano y empecé a empujarlo más para que entrada todo y lo logre, empecé a jugar con el como si alguien me penetrara, para esto el chico de la cámara hizo alusión a que nos imagináramos que él me penetraba por el ano mientras yo le comía la vulva a mi amiga, ¡uf! Admito que eso me mato, en automático mi dedo empezó a moverse mucho más rápido, yo no dejaba de gemir, estaba al mil imaginándome que el me penetraba fuerte como yo lo hacía mientras yo le daba sexo oral a mi amiga, me la imaginaba gritando de placer mientras sus manos masajeaban sus pechos, me encantaba lo que sentía, pero necesitaba algo más. 

Llevé mi otra mano a mi clítoris y empecé a tocarlo mientras un dedo de mi otra mano jugaba exhaustivamente con ano, el chico advirtió que estaba a punto de venirse y empezó a masturbarse muy rápidamente, igual yo sentía que mi orgasmo ya estaba en puerta así que comencé a mover mi dedo muy rápido y ¡boom! Mi orgasmo estallo con un gran grito. Los tres poco a poco nos fuimos re incorporando y nos quedamos hablando un momento de lo sucedido, el chico nos platicaba que como desearía que pudiéramos estar cerca los tres para hacer eso juntos, sonaba muy buena la idea, pero ciertamente no creo que yo lo hubiera hecho, en fin. Quedamos en volver a repetir lo jugado y así fueron por lo menos unas cuatro veces más, hasta que yo a los meces comencé a estar de novia con el que sería mi primer novio y deje de tomarle importancia al pasarme horas en la computadora así que poco a poco fui perdiéndole la pista a Ana y aún más al chico, está más que decir como dije en el otro relato que hable de ella que jamás he vuelto a saber de ella, solo recuerdo su nombre sin apellido es todo, ni siquiera recuerdo de que estado era, no  si ella aun me recuerda en algunas ocasiones y a decir verdad eso no importa, pero me quedo con todo eso que viví con ella porque sin duda me hicieron aventurarme a muchas cosas buenas.