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En la playa nudista

en MicroRelatos

Era un día de verano, en aquel entonces, mi novia (una chica morena, muy atractiva de cara, cuerpo menudo y grandes tetas) y yo nos fuimos a una playa nudista cerca del apartamento donde estábamos alojados. Era una pequeña cala donde apenas cabían 4 toallas.

Después de haber discutido por la mañana decidimos ir a la playa, nos desplazamos pronto para poder colocar las toallas y ser la primeros. Llegamos y no había nadie, colocamos las toallas y nos disponemos a tomar el sol, así estamos un rato hasta que nos vamos al agua. La cala estaba vacía el único "pero" era que teníamos unas rocas detrás que nos parapetaba de las miradas furtivas aunque si alguien paseaba por la playa nos podría ver. Ya en el agua empezamos a besarnos y a hacer las paces. A mi aún me duraba el enfado y quería darle un "castigo", así que se me ocurrió ponerla muy cachonda y luego dejarla a medias.

Ya con mi objetivo entre ceja y ceja decidí calentar aún más el ambiente,y en el agua la tomé en brazos y ella me rodeó con sus piernas en mi cintura, de tal forma que nuestros sexos estaban tocándose continuamente, mientras mis manos sujetaban su culo no podía evitar que alguno de mis dedos empezaran a jugar con su culo, primero introducía la primera falange, luego la segunda, después otro dedo así hasta que tenía un dedo completamente dentro, sus flujos, aún estando debajo agua, eran fácilmente perceptibles cada vez que rozaba con mi glande. Seguíamos besándonos y no pude evitar empezar a penetrar ese coñito mojadito mientras uno de mis dedos seguía jugando con su culo. Empezamos a follar delante de la playa, había más gente en el agua de las calas de al lado pero eso no nos importaba. Se la metía muy adentro, no podía dejar de empujar y meterla mientras podíamos ser fruto de cualquier curioso que mirase, éramos discretos, penetraba con el vaivén de las olas. Después de estar un rato así decidimos dar una pausa y seguir fuera, en la cala. Salimos del agua y nos dirigimos a las toallas, detrás habían unas grandes rocas que nos sirvió para ocultarnos un poco, se sentó encima de una roca y puso sus piernas sobre mis hombros de tal forma que tenía su sexo a mi antojo. Puse mi polla bien dura y se la metí de un golpe, sólo pudo gemir de placer, cada embestida que le daba gemia de puro placer y lo único que me frenaba era el contacto de mis huevos con su culo. Me acerqué a sus tetas y al tener sus piernas en mis hombros aún pude penetrarla más a fondo! Seguí follando y notaba que me iba a correr, normalmente siempre intento correrme después o a la vez que mi pareja, pero en esta ocasión no podía olvidar la discusión que habíamos tenido por la mañana e  hice un acto egoísta por mi parte, cuando estábamos a punto de corrernos, acelere el ritmo y empecé a llenar su coño de semen, la llené de leche y empezaba a brotar leche de su coño, saqué la polla y le dije:

Que sepas que esto es por lo de esta mañana

Con mis manos cogí su mandíbula, le abrí la boca y le escupí dentro y le digo al oído:

- Ahora limpiame la polla zorra...

Obediente se arrodilló y mientras mi leche goteaba por sus piernas, abrió la boca y limpió los restos de flujos que 

aún quedaban en mi polla. Cuando bajó a lamer mis huevos, subí una pierna para que jugara con mi culo,y empezó a jugar con su lengua en mi culo, ella sabía que eso me encantaba... pero decidí que ahí tenía que acabar. Cuando acabamos, noté una mirada, miré arriba de las rocas y efectivamente, habían 2 hombres disfrutando del espectáculo, creo que ese día no se les olvidará...