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Orgia con inmigrantes somalies y sus perros

en Zoofilia

Relato corregido, agregué algunos detalles. La historia es real, no es fantasia.

Hola cómo están? Espero que bien. Yo me llamo Fredrika soy sueca tengo 19 años, mi madre es sueca y mi padre es español por lo cual soy bilingüe desde que nací. Crecí en Rinkeby, viví ahí  hasta el año pasado que vine a estudiar a Madrid. Respecto a mi puedo decirles que soy rubia, mi cabello es largo, ojos celestes, muy blanca, delgada, pechos pequeños, lo mejor son mis nalgas…jeje ,y mido 1.70 .

Les voy a contar como perdí la virginidad durante mi adolescencia.

El  origen de mis fantasías con animales  empezó desde muy pequeña; desde un día que vi en la calle como un perro se follaba a una perra, yo era muy chica y no entendía nada, solo recuerdo a mi madre que tapo  mis ojos para que no mire,  yo recuerdo  que solo sentí una sensación muy rara en el estómago, me agite y sentí un cosquilleo en mi vagina. Yo era muy pequeña e inocente así que no tenía idea de lo que me había pasado.  Algunos años después la perra de mi abuela; tubo cría, y nos regaló una perrita, la llamamos Pipi era adorable. Pasaron los meses  y Pipi fue creciendo; un día en particular mientras le estaba dando algo que comer, lambio mis dedos y el cosquilleo en mi vagina y la sensación rara en mi estómago volvió. Fue como un flashback y recordé al perro follando a la perra en la calle. Deje de alimentar a mi perrita y fui al baño, y ahí descubrí que frotando  mi vagina la sensación extraña de cosquilleo se trasformó en algo que me gustaba como se sentía, era mi primera vez sintiendo placer. Desde ese momento todas las noches antes de dormir y a veces apenas me despertaba frotaba mi vagina, soñando en ser follada por aquel perro callejero.

Con el tiempo mi perrita siguió creciendo, pero nunca mostró interés el lamber mi vagina.

Un día en particular que me había quedado sola en casa, se me ocurrió la genial idea de frotarme algo dulce en mi vagina para que mi perrita me lamiera. Fui en busca de un frasco de jalea, llame a pipi y entramos en mi habitación, me baje los pantalones, mis braguitas, y frote sobre mi vulva la jalea, pipi se acercó, hundió su hocico en mi vulva, y me dio  solo dos lengüetadas, la excitación fue increíble, Pipi perdió interés, al parecer no le gusto la jalea, pero yo me seguí masturbando, el orgasmo que tuve fue increíble.

El tiempo pasó, yo crecí sin poder cumplir mi fantasía ya que a Pipi no le interesaba lamber mi vagina por más que me la embardune con algo rico.

Llego el día en que cumplí 16 y empecé a ir sola al instituto, mis padres me insistían en que me cuide mucho ya que el barrio se había llenado de inmigrantes en su mayoría somalíes, en su mayoría hombres. Comentaban que eran violentos, no se integraban a la comunidad y que formaban bandas criminales y violaban, robaban y cosas por el estilo.

De camino al instituto tenía que pasar por dos calles muy malas donde se habían asentado principalmente los inmigrantes. Al frente de una de estas casas había siempre tres perros mestizos o perros mis leches o palleiro como les dicen acá en España, que cada vez que pasaba me ladraban pero no agresivamente si no a modo de alerta, me daban mucha pena estaban siempre sucios y algo flacos, dos eran medianos y el otro un poco más grande. Un día decidí llevarles algo de comida, se acercaron a mí inmediatamente y mientras les ponía la comida en el suelo uno de ellos empezó a lamber mis dedos, su lengua áspera y su nariz fría sobre la palma de mi mano hicieron que me excite en ese momento lo mira y vi que era macho, y los otros dos también, fue ahí que deje de mirarlos con lastima a estos perritos callejeros y los empecé a mirar como machos, quería que me follen. Mientras los alimentaba tenia una especie de orgasmo,  mi vagina se humedecía totalmente; cuando llegaba a mi casa me metía rápido al baño y me masturbaba sin lavarme las manos los orgasmos que tenía eran increíbles. Desde ese día todos los días después del colegio pasaba y los alimentaba y fantaseaba con que me follaban.

Un día mientras les daba de comer se abrió la puerta de la casa y salió el dueño de los perritos, era un inmigrante somalí enorme, alto corpulento su  barba y su cabello eran grises, su piel muy negra sus ojos negros, tenía la cara llena de cicatrices, parecía un gorila, tendría unos 65/70 años. Me miro me dijo algo en su idioma que no legre entender acaricio mi cabello y se volvió a meter en la casa. Su aspecto extraño y grotesco de cierta manera me éxito, era la primera vez que me sentía atraída hacia alguien, ahí me di cuenta de que me excita me atrae lo bizarro, lo extraño, lo oscuro, lo feo según el entender de la mayoría de las personas. Esa noche en mi cama me masturbe pensando en él y en sus perros.

Al día siguiente nuevamente al salir de la escuela me fui a toda prisa a alimentar a mis perritos favoritos. Y nuevamente se abre la puerta… era el inmigrante somalí que me hacía señas como invitándome pasar, yo sabía perfectamente por, las noticias y las recomendaciones de mis padres lo que me podría pasar, pero yo estaba tan excitada que me aventure.

 La casa en la que vivía este inmigrante era un horror, ropa sucia por todos lados, solo un colchón tirado en el piso, no había muebles, no había luz eléctrica, solo entraba luz del día por las ventanas. Además la casa tenía otro habitante, otro anciano negro en silla de ruedas, tendría unos 75/80 años, le faltaba la pierna izquierda, tenía su mano derecha amputada, se lo veía bastante delgado, su barba era gris, lleno de arrugas y grandes verrugas, cicatrices y quemaduras por todo su rostro, tenía solo la mitad de su oreja izquierda y casi no tenía cabello. Por lo que entendí era el padre del otro inmigrante, o una especie de líder. Sin dudas había sido torturado en algún momento de su vida, la cual había sido muy dura.

Yo sabía perfectamente cuales eran las intenciones de este  somalí. Hace entrar a uno de sus perros  la más grande, lo lleva al colchón y me invita sentarme a acariciarlo. Nuestra comunicación era mediante señas y gestos, ya que no hablaba en sueco.  Mientras el acaricia mi pelo, lo toma entre sus dedos y dice gold……. Y sonríe….yo pensé en ese momento que sabía algo de inglés e intente preguntarle cómo se llamaba, -whats your name?, pone las manos sobre su pecho y dice      “Mosi”, luego señala al anciano en silla de ruedas y dice -   Imamu…… ( no se si escribirán así pero es lo que logre interpretar). Yo me señalo a mí y digo Fredrika…. Sonríe e intenta pronunciar mi nombre torpemente,  fedica, fedddd, sonreímos por la situación, sus negros ojos se incrustan en mis ojos celestes. Toma mi mano y la lleva hacia el perro que se había sentado a nuestro lado en el colchón en el piso, los dos empezamos a acariciarlo.

En tanto dicen algo en su idioma con el anciano en silla de ruedas, al parecer quien daba las órdenes en esa casa era el anciano; Mosi empieza a tocar mis piernas, y a levantar lentamente la falda de mi uniforme de escuela. Yo sabía lo que seguía, si me resistía iba a ser violada, y mi  fantasía era ser follada por ese perro, pero para llegar al perro primero tendría que follarme a su dueño, por lo cual tome la iniciativa y empecé a besar a  Mosi; Me subí encima de él, abriendo mis piernas, el mete sus grandes manos por debajo de mi falda y aprieta mis nalgas, yo lo sigo besando, lo cual era algo difícil ya que su barba gris estaba entre nuestros labios, olía muy mal, su saliva tenia sabor a licor y casi no tenía dientes, sus labios eran muy gruesos al igual que su lengua que  luchaba contra mi pequeña lengua para deslizarse en mi garganta. El morbo de estar de estar siendo besada y manoseada por un inmigrante somalí viejo y sucio hiso que me excite de manera tal que la situación aromas, sensaciones se trasformen en una especie de elixir caliente y excitante, mi vagina estaba totalmente mojada, quería tenerlo dentro mío ya!!! .

Empiezo a quitarme la parte de arriba de mi uniforme mientras el besa mi cuello me deje solo la falda. Él se excita y toma las riendas me recuesta sobre el colchón, me quita las bragas, empieza a quitarse su ropa y sale a la luz su gran pene negro, si bien era enorme era flácido, era la primera vez que veía el pene de un hombre y me dio algo de miedo la idea de que semejante cosa se meta dentro mío. Lo toma entre sus manos, abre aún más mis piernas e intenta penetrarme varias veces sin éxito, mi vagina era virgen aún, a pesar de que  estaba lubricada su gran pene no entraba. Desistió de penetrarme y empezó a chupar mi vagina, su barba, sus grandes labios y su lengua succionando mi clítoris me hicieron tener un orgasmo increíble.  

Mientras me retorcía de placer,  miro al anciano en silla en ruedas y para sorpresa mía se estaba masturbando con su única mano, su pene no era tan ancho como el de Mosi  pero estaba erecto y era bastante largo. Me mira y le dice algo a Mosi. Él se va del colchón y lo  ayuda a levantar, lo trae hacia el colchón en el piso.  Lo pone frente a mí, Mosi abre mis piernas y me dice algo que no entiendo, pero que interprete obviamente como un “abre bien las piernas niña sueca que el anciano te va a follar” Yo lo miro y abro mis piernas dispuesta a que me penetre el anciano inválido, Mosi lo ayuda a acomodarse toma su gran pene negro con su única mano y coloca la cabeza de su pene  sobre los labios rosas de mi vagina virgen, su gran cabeza empuja poco a poco  intentando hacerse espacio dentro mío, hasta que de un empujón el gran pene del anciano somalí empieza a hacerse lugar  en mi vagina virgen, fue una mescla extraña de dolor y placer únicas, sentir como si  pene desgarraba lentamente las paredes de mi vagina .

Con la mitad de su gran pene dentro mío el anciano somalí se dispone a follarme en  posición misionero, empieza a darme bomba, bomba bomba,  su pene bombea y bombea dentro mío, se movía con dificultad, obviamente por su edad y por faltarle una pierna, mientras sigue  bombeando su gran pene va abriendo  embestida tras embestida cada vez más   mi vagina, y cada vez más centímetros de su pene se van perdiendo  dentro mío; su vello púbico  de color gris, era muy grueso y áspero, con mis jugos vaginales se tornó suave, empiezo a sentir  una fricción deliciosa sobre mi clítoris; el anciano  somalí sigue y sigue con su faena  sobre mi vagina; me toma violentamente del pelo y empieza a lamber mi cara, me besa y me babosea toda la cara, casi no podía retener su saliva, pasa su lengua sobre mis labios, mi cuello, hasta que la mete en mi boca, sentí su lengua en mi garganta, era muy extraño casi no tenía dientes.

En un momento la respiración del  anciano somalí empieza a acelerarse, empieza a jadear cada vez más rápido, al mismo tiempo sus embestidas se tornan más violentas y noto que su pene está más duro,  como si metieran un gran palo de madera dentro mío, en ese momento sentí que mi vagina no tenía espacio para más, el anciano somalí me la había metido hasta el fondo, y al parecer le sobraban algunos centímetros; bombea y bombea frenéticamente con su pene dentro mío hasta que me da tres últimos y violentos bombazos, sentí un líquido caliente que me inundaba y salía a presión de adentro  de mi vagina, el anciano somalí no solo me había desvirgado si no que se había corrido dentro mio, en ese momento recordé las clases de educación sexual y las recomendaciones de usar preservativo, por algunos instantes fantasee con quedar embarazada de un anciano somalí invalido de unos 80 años  que vino en busca de refugio y se follo y embarazo a una adolecente sueca de 16 seria totalmente escandaloso y bizarro jajaja .

Durante unos minutos se queda el anciano somalí encima mío, con su pene totalmente ensartado dentro de mi pobre vagina, respira con dificultad sombre mi mejilla derecha,  cae su baba, empieza a lamber mis labios, con mis manos lo tomo de su cabeza y le doy un apasionado y romántico beso, mi lengua choca con la de el en mi boca, poco a poco noto como su pene se va tornando flácido dentro mío, se quedó por unos minutos inmóvil encima mío, pensé que había muerto jajaja, pero aun respiraba, si hijo me lo saca de encima y lo leva de vuelta a su silla de ruedas.

Yo quede con las piernas abiertas y algo de sangre y semen chorreando de mi vagina. Para sorpresa mía entran a la casa los otros dos perritos callejeros, el primero que había entrado no había mostrado interés mientras era follada por los dos somalíes, pero estos dos si, uno se acercó y empezó  lamber mi vagina y el otro mi cara, el anciano recuperaba el aliento en su silla y su hijo masturbaba su flácido pene. Finalmente mi fantasía se hacía realidad un perro lambia mi vagina. Entretanto un perrito saboreaba mi vagina yo por primera vez empiezo a acariciar la envoltura del pene de un perro, luego de unos segundos logro que salga su gran pene rojo tenía ganas de chuparlo pero no se dejó. Así que decidí ponerme en posición de perrito para que este perro me  haga su perra, pero el que me estaba chupando mi vagina le gano y me monto primero, no lograba penetrarme solo sentía como su pene rosaban mis labios, se cansó de intentarlo y se bajó, la sensación de tener un  perro sobre mis espaldas, sentir su pelaje, y su jadeos hicieron tener un orgasmo que hiso que mis ojos queden en blanco.

 Mientras me recupero de mi orgasmo el segundo perrito viene a montarme, tampoco lo lograba hasta que me ensarta ,pero lo mete por mi culo, fue un dolor horrible, la verdad no lo disfrute, quedo abotonado en mí y no podía salir tenía su pene y su bola dentro de mi culo virgen, lo miro a  Mosi con cara de dolor mientras su perro lucha por sacar su pene de mi culo, se acerca toma al pero del cuello, con una mano y con la otra toma su pene y de un tirón lo saca; me dolió pero fue un alivio ,  cuando me disponía a descansar Mosi  me vuelve a dar vuelta e intenta meter su pene flácido por el culo que su perro recién había desvirgado, obviamente  mi culo se contrajo y no lo logro pero siguió frotando su pene flácido en medio de mis nalgas mientras tiraba de mi pelo hasta que sentí  su semen tibio sobre mis nalgas. Eso fue todo por ese día, volví a mi casa toda sucia afortunadamente logre meterme al baño antes de que mis padres me vean, no tenía intención de contarles que perdí la virginidad de mi vagina en manos de un inmigrante somalí anciano invalido que se corrió dentro mío  y que  uno de sus perros había desvirgado mi culo.

El  día siguiente era viernes sabía que iba a ir por más, por lo tanto les mentí a mis padres y les dije que después del instituto iría a casa de una amiga y me quedaría a dormir ahí; lo único que yo quería era que uno de los perros penetre mi vagina, así que me fui preparada. No tenía lencería ni ropa excitante,  solo tenía dos tangas que había comprado a escondidas, una roja y una rosita;  sabía que el  uniforme del instituto excitaba, pero encontré un pequeño vestidito blanco que usaba cuando era niña, era el mismo que usaba el día que vi a los perros follando en la calle. Me lo puse me quedaba muy ajustado y dejaba afuera la mitad de mis nalgas, con mi tanguita roja quedaba muy bien. Además lleve kleenex para limpiarme.

Al salir del instituto fui a toda prisa a la casa de los inmigrantes, llego y golpeo directamente, me abre Mosi… paso y wow !!!!!!! la casa estaba llena de inmigrantes somalíes llegue a contar 37 pero creo que eran más……… de todas las edades había algunos mayores de unos 50/60 años pero también había algunos muy pequeños , también algunos adolecentes de mi edad y para mi sorpresa entre los inmigrantes había un perro, al parecer era de unos de los invitados, lo había traído para que me folle, era un perro enorme cruza de pastor alemán con algo similar a un pitbull, . Todos empezaron a manosearme y a tocar mi pelo, lo miro a Mosi y trato de explicarle que me quiero cambiar, les dice algo en su idioma y todos  se calman, mientras paso a un rincón de la casa me saco el uniforme del instituto y me pongo mi vestidito. Cuando aparezco los más pequeños empiezan a manosearme y a eso se les unen los más grandes que intentan besarme, entre todos me llevan y me tiran al colchón y  me rodean mientras empiezan a sacar sus penes. Entretanto Mosi la voz y al parecer pide silencio, y a mí me señala el perro, que era tenido del collar por uno de los pequeños somalíes, la intención era clara, querían ver cómo me follaba el perro, así que me puse  de perrito, mi pequeño vestidito dejo a la luz la mitad de mis nalgas que alcanzaba a cubrir, corro mi tanguita roja a un costando dejándola a mitad de mi nalga derecha, mi vagina  quedo expuesta; se acerca el pequeño somalí y hace que su perro me monte, wow !!!! Este perro sí que sabía lo que hacía …..penetro directamente mi vagina y empezó a follarme frenéticamente, fue glorioso, nunca estuve tan excitada en mi vida, mientras su perro me follaba el pequeño somalí saca su pene y acaba en mi cara. El perro meta y meta bomba y bomba por mi vagina, en cada embestida que da siento como inyecta  un líquido caliente dentro mío, era su semen, yo no sabía que los perros se corrían tan rápido. Mientras el perro me folla uno de los mayores de 50 se acerca lo corre al perro y me empieza a follar el, mientras otro de los pequeños me pone el pene en la cara para que se lo chupe, apenas duro uno segundos y ya acabo en mi boca, su semen tenía un sabor bien salado, como me gusto me lo trague. En tanto el somalí más viejo me seguía follando  duramente en 4  su pene era grande pero afortunadamente yo estaba lubricada con mis jugos vaginales y el semen del perro, este somalí mientras me folla me da nalgadas y tira de mi pelo, era algo violento, además decía cosas en su idioma que no entendía jajaja , empieza a bombear fuerte hasta que se corre dentro mío, cuando saca su pene y se va, el perro vuelve a intentar montarme pero lo saco otro somalí que estaba esperando su turno para follarme. Era uno de los adolecentes de mi edad, este me folla muy rápido parecía un conejo, su pene no era tan grande pero estaba bien duro, mientras me folla llama a uno de los pequeños del grupo, tal vez era uno de sus hermanos, si bien era pequeño su pene era bastante grande y eso que aún no había crecido del todo, este me agarra de la cabeza y mete su pene en mi boca y empieza follarme, habrá durado 10 segundos se corrió inmediatamente el chiquillo sentí chorros de semen directos en mi tráquea, mientras el que creo que sería su hermano seguía follando como conejo mi vagina, empieza a deslizar uno de sus dedos dentro de mi culo, a lo cual Mosi le dice algo en su idioma y se detiene, saca su pene y viene a correrse en mi cara.

En escena entra el gran Mosi esta vez con su pene erecto, era simplemente monstruoso, se pone detrás mío, yo pensé que lo iba a meter por mi vagina pero no, abre mis nalgas escupe  sobre mi culo y empieza a meter sus dedos, los cuales era enormes!!!! , mi culo empieza a dilatarse poco a poco, hasta que toma su gran pene escupe nuevamente, en tono de broma les pide a los demás que vengan a escupir  también mi culo , varios lo hacen, ya mi culo dilatado y ensalivado por la banda de somalíes se disponía a recibir el gran pene de Mosi.

Mosi pone su gran cabeza sombre mis nalgas y empieza a empujar……… awwwww que dolor, solo la cabeza de su pene era enorme, poco a poco se iba deslizando su enorme pene dentro de mi culo, no alcanzo a meterlo todo, mi culo no daba para más. Mosi empieza a bombear , muy dura y bruscamente, de un tirón arranca y romper mi tanguita roja que había vuelto a meterse entre mis nalgas, era una extraña situación de dolor y placer, en tanto los pequeños somalíes venían a correrse en boca, mientras más grande era la corrida más grande era la ovación que recibían. Yo trataba de mantener mi cara limpia tragándome todo el semen que recibía.

Me sentía diminuta en manos de Mosi, solo con una mano cubría casi toda mi cintura. Mosi frena sus embestidas sobre mi culo, me levanta y me lleva hacia Imamu que estaba masturbándose en su silla de ruedas, increíblemente el anciano había sobrevivido, jejej yo pensé que moriría esa noche después de la follada frenética que me dio.

El anciano estaba con su pene durísimo , Mosi me pone de espaldas a él, su enorme pene se sentía como un gran cañón sobre mi espalda, me alza abre mis piernas como si fuera una pequeña muñeca y ensarta mi vagina directamente en el pene del anciano, me lo entierra  hasta el fondo, yo quedo de frente al anciano ensartada y este empieza a chupar mis pequeños pezones, Mosi abre mis nalgas y me mete su pene por el culo, y empieza a bombear, la silla de ruedas se empieza a mover lo cual crea una situación jocosa entre los demás invitados, uno de ellos nos detiene, me tira del pelo y mete su pene en mi boca.

Entre el pene de Mosi bombeando sin piedad mi estrecho culo, el pene del anciano totalmente ensartado en mi vagina y el pene de este otro somalí en mi garganta, me sentí extasiada, por unos segundos casi perdí la conciencia, pero las duras embestidas de Mosi me mantenían consiente.

El primero en correrse fue el somalí que estaba violando mi garganta, acabo directamente en mi tráquea, ni siquiera pude saborear su semen, luego se corrió el anciano, inundo nuevamente mi vagina, solo faltaba Mosi……… a medida que su orgasmo se acercaba sus embestidas eran más y más violentas, me presionada contra el pecho del anciano y la pobre silla de ruedas hacia toda clase de sonidos, pensé en un momento que se rompería y que quedaríamos los tres en el suelo, pero afortunadamente eso no paso.  Mosi sigue y sigue envistiendo, cada vez más fuerte más fuerte más fuerte, su pene se va tornando más duro, hasta que me toma de mi pequeña cintura con sus dos manos como si fuera una muñeca y de dos embestidas híper violentas ensarta todo su pene dentro de mi culo, fue muy doloroso, en ese momento sí que me desmaye, solo alcance a ver a penas como me desensartaba su pene y el del anciano y me tiraban sobre el colchón, ahí vi como el resto de los somalíes se venían sobre mí con sus penes en mano y abrían nuevamente mis piernas.

No sé cuánto tiempo habre estado desmayada, pero cuando desperté estaba boca abajo y sobre mi estómago había una montaña de trapos lo cual me dejaba con mis nalgas hacia arriba, sentía sobre mi espalda un extraño jadeo, sentía pelos, y mis caderas eran sostenidas por patas,….. Era uno de los perros callejeros que me estaba follando, algunos somalíes estaban durmiendo en el piso otros tirados masturbándose mientras miraban como los perros me follaban, mi vagina estaba tan abierta y llena de semen que casi no sentía el pene del perro, claro…. era pequeño en comparación al de sus dueños. En total eran 4 perros los que me follaban, me montaban desmontaban repetidamente, una y otra vez. Por momentos los perros eran  interrumpidos por los pequeños somalíes que aún estaban despiertos, venían a correrse en mi cara o a follarme durante algunos minutos.

 Ese gangbang fue una locura, mi vagina y mi culo rebalsaban de semen, me canse de tragarlo… Perdí la cuenta de quién y cómo ya me estaban follando.

Todo mi cuerpo  hasta mi pelo estaba bañado en semen. Las cosas que lleve para limpiarme no me alcanzaron Ya era sábado y había amanecido, sabía que mis padres los sábados se despertaban tarde así que me las arregle para entrar a mi casa a escondidas y darme una ducha.

Ese fue uno de los gangbang más salvajes que tuve durante mi adolescencia, he tenido otros, pero se los contare en otro relato.

Adiossssssssss………