miprimita.com

Jugando al Doctor (II)

en Amor filial

Jugando al Doctor  (II)

Parte 2

Antes que nada quiero agradecer a todos aquellos me han escrito y/o calificado mi relate

Después, de darnos una placentera ducha con mi prima Gaby, donde no faltaron una serie de besos y caricias, pero sin llegar a más, no porque no lo deseara, simplemente no estaba en las intenciones de mi prima.

Así que salimos del baño, nos secamos, nos vestimos, Gaby se puso una camisola corta y yo con mi ropa, no hicimos ningún tipo de comentario de lo ocurrido. Ya estaba amaneciendo, Gaby me pidió que me fuese para mi casa, mientras acotaba, que olvidáramos lo que paso y prometernos que eso lo mantendríamos en absoluto secreto, por el bien de todos, nuestras parejas y familia.

Antes de irme la bese en su boca que lo retribuyo gustosa, motivo por el cual aproveche, para introducir mi mano a través de su camisón, la que fue interceptada inmediatamente, acompañada de un rotundo NO., muy cortante. Permanecimos abrazados varios minutos, realmente estaba implícito, en que era un adiós. Sabía que este encuentro no se repetiría, menos en víspera de casarse.

Antes de partir le dije:

“Perdón Gaby, yo no…” a lo que cerró mis labios con un cariñoso beso, diciendo

“Todo está bien, no digas nada, conservemos este momento en nuestro recuerdo, como un grato y dulce instante de nuestras vidas.””

Abrace a mi prima, le dije que la quería, y dándole un beso de despedida, regresé a mi casa.

En el camino no podía quitar mi pensamiento de Gaby, tenía un deseo de volver, pero la idea de que sus padres podrían regresar, me frenaba la idea, además no creo que mi prima cediera. Así que llegue a casa, me acosté, con la mente puesta en ella y lo acontecido, hasta que me dormí.

Como era domingo, me desperté tarde, me levante, almorcé con mis padres y pase a buscar a mi novia Claudia, para dar un paseo por la tarde. Regresamos a su casa donde tuvimos sexo, suavizando mi calentura y parte de mis tensiones. Pasaron los días, ya mi pensamiento sobre Gaby había disminuido, aunque cuando lo recordaba, tenía mis momentos de exaltación.

Por suerte, me descargaba con mi novia, que percibía mi estado, porque un día me dice, que me notaba muy “alterado”.

Puede ser por la llegada de la primavera,- Le conteste pues estábamos en el mes de setiembre.

Nos veíamos poco con Gaby, cada tanto, por lo general en reuniones familiares o esporádicamente con su novio Fede. El tiempo fue transcurriendo, olvidando lentamente aquella noche tan especial. Con mi novia todo andaba perfectamente, la vida continuaba.

Un día estando en casa, llega Gaby, grande fue mi sorpresa y alegría al verla, nos saludamos con un beso, llegaron mis padres (aclaro que mi madre y la de ella eran hermanas), para darnos la noticia de la fecha de casamiento, en los próximos meses, apenas terminado el verano.

Me alegre ante la noticia, aunque me dejo como un dejo de tristeza, ante este suceso. Pero disimule, dándole un abrazo y un beso, felicitándola por su futuro enlace. Creo que ese suceso, me hizo aflorar el viejo recuerdo, de cuando jugábamos al doctor y a lo acontecido, unos meses atrás. Quedamos en encontrarnos y salir con nuestras respectivas parejas, para festejar el acontecimiento, a lo que asentí mecánicamente.

Como a la semana llamó a casa para concretar una salida de acuerdo a lo propuesto oportunamente, le dije que si, programando todo para ese fin de semana. Llego el día, nos encontramos, y decidimos ir a Mar del Plata, donde había más lugares, para comer y bailables, ya que es una ciudad mucho más grande que Miramar, y una mayor actividad nocturna.

Gaby traía el mismo vestido que aquella noche, no sé si para recordármelo o simple casualidad, por supuesto que la falta de sostén era evidente. Después de cenar, decidimos completar la noche yendo a un lugar bailable, así que en común acuerdo, buscamos un sitio.

Después de haber encontrado el lugar, lo pasamos muy bien y nos divertimos bastantes, tuve oportunidad de bailar con Gaby, que con ese vestido ceñido era la atracción de muchos, mientras Claudia lo hacía con Fede, todo se desarrollo muy bien. Pero me entro la intriga si llevaba alguna tanga. Así que la tomé más abajo da la cintura para intentar comprobarlo, traté un par de veces más, que fue demasiado evidente lo que buscaba. Porque Gaby me dice:

Que pasa, me estas palpando de armas?  Con una sonrisa bastante cascarrona.

“No nada, prima, nada?

“Que quieres saber si llevo, tanga? Con preguntar suficiente.”

“No, pero bueno, no se quería saber”  Algo nervioso por esa respuesta tan directa.

“Quieres saber si o no?”

“Bueno si,”

“No tengo nada, solo el vestido, contento”?

Automáticamente tuve una erección.

Regresamos a la mesa, la conversación era bastante amena, aunque mi mente estaba en otro lado, algo percibía en el ambiente, no sé que era, si el producto de la bebida, aunque no habíamos bebido demasiado (el único era Fede, que tenía unas copas de mas), o también el producto del baile sumado al ambiente del local.

En un momento de la velada, Gaby y yo estábamos bastantes juntos en la mesa, a raíz que el espacio era muy reducido. Nuestras piernas se rozaban, a lo que acerque más mi pierna junto a la de ella, el calor de su piel se transmitía a la mía, un calor me invadió, y todos mis sentidos se acumularon en ese punto. Con total cautela llevé mi mano a su entrepierna, sentí como una descarga interna al percibir su contacto, Gaby giro su cabeza, mientras hablaba, y me miro a los ojos, dio vuelta la cabeza, siguiendo conversando, como si no pasase nada.

Todo fue en escasos minutos, porque  ese encanto, se cortó cuando mi novia se levantó diciendo que ya era muy tarde, por consiguiente decidimos retirarnos, del lugar, sugerimos a Fede, que se quedara en Mar del Plata, dado su estado de alcohol en que estaba, porque era peligroso conducir en esas condiciones.

A lo que acepto sin mayores problemas.

Así que nuevamente llevaba a Gaby a su casa, pero esta vez estaba mi novia.

Me vino a la memoria lo de la vez anterior, inconscientemente mire a mi prima, que por su expresión, daba la sensación de recordarlo también

En el viaje mientras Claudia dormía, entablamos una charla de su próximo casamiento, todo lo referente a los preparativos y otras cosas de menor importancia.

Llegamos a Miramar, mi novia estaba muy cansada, así que bajé y la acompañe hasta la puerta de su casa, nos despedimos y retorne para llevar a Gaby a la suya.

Subo al auto, y apenas me siento, me pregunta

“Tienes sueño?”

“No, porque?” –le contesto

“Porque si tenías ganas, íbamos a tomar algo y charlábamos, qué opinas?”

“OK, me parece buena idea.”

Encontramos un café después de recorrer un rato, y entramos.

Pedimos algo para tomar, y conversamos de todo un poco, otra vez tenía una percepción extraña, algo había en el ambiente. En un momento la conversación fue tomando otro giro, de la relación con nuestras respectivas parejas, pasando de una cosa a otra llegamos a contarnos sobre algunas de nuestras intimidades en la cama. La conversación estaba tomando un clima de tensión y expectativa, que lentamente íbamos profundizando.

En un momento de la charla

Me dice

Porque me tocaste la pierna, en el boliche?

“Me tenté, disculpa, además sabiendo que carecías de ropa interior, me altero mas”

“Me hiciste erizar hasta la punta de mis pezones, guacho, eso no se hace” me contesta, sonriendo.

Eso me demostró que aun, le producía algo, o que todavía perduraba esa cuestión de “piel”, caso contrario no lo hubiese mencionado.

Le pregunto,

Alguna vez engañaste a Fede?

No, jamás, excepto la vez que……., bueno ya sabes.

“Estas arrepentida, de haberlo hecho?”

“No se”

“Te gusto?”

“Que es un reportaje?”

“No, simplemente quiero saber que sentiste”. Le digo

“Quieres que me confiese?”

“No, quiero saber por qué lo hiciste”

“Porque me llevaste a hacerlo, me calenté, como te pasó a vos,  ¿o nosotras no nos calentamos?”.

“No es para vanagloriarme, que te lo pregunto primita, es una simple curiosidad, si tienes ganas cuéntalo”  -le digo

“.Este bien, admito que me gusto, me he hecho los ratones más de una vez, ya de grande, de cuando jugábamos al doctor cuando chicos, además de tener alguna que otra fantasía” , dijo Gaby

“Qué tipo de fantasía?” te pregunto

Que curioso que estas. Está bien te cuento, pero si te calientas anda a buscar a tu novia o mastúrbate en la calle, OK?

“Está bien, te prometo no calentarme” Le digo

“Me trae a la memoria, una vez que se te paro el pequeñín, y te lo besé y hasta lo chupé un poco, me producía una sensación extraña.”

“Recuerdo otra vez, que vos me empezases a revisarme, y me habías hecho sacar la ropa, y yo te dije “La bombachita, no”, en un momento pensé en hacerlo, pero tuve vergüenza, empezases a tocarme, me metías el lápiz por el culito, me dabas vuelta me tocabas mis pechitos que estaban empezando a crecer, pasabas tu dedo por mi pezones, me acariciabas mi conchita, y hasta creo que la bajaste un poco, lo hacías tan suavemente que lo gozaba, era muy placentero, me encantaba lo que me hacías. Hasta en un momento estaba dispuesta a quedar desnudita, para que exploraras mejor”.

“Con todo eso, recuerdo que empecé a sentir como se humedecía mi vagina, y me venía algo de adentro, una convulsión, era una explosión interna mientras continuabas con tus manitos tocándome. Tenía un poco de miedo, pero me encantaba lo que me hacías. Todo continuo, cuando metiste tu mano a través de mi bombacha, parecía que mi cuerpo se revolucionaba, no parabas, hasta que me llegó mi primer orgasmo, algo que nunca había tenido, no entendía bien que me ocurría, pero me agrado. Era algo desconocido, descubrir esas sensaciones nuevas y excitantes, que uno las comprende con el correr de los años y por las experiencias que vamos teniendo”

 Terminó diciendo Gaby

“Entiendo”- Conteste

“Me asuste un poco, y pensaba que estábamos  haciendo algo malo, por eso mi reacción posterior, de que te fueras. Estaba confundida no entendía bien que me pasaba. Después de eso empecé a tocarme para finalizar masturbándome, pensando en aquel día, que había quedado muy latente en mi mente, quedó como una asignatura pendiente. Esto no se lo he comentado ni a una amiga, eres el único”.

Esta conversación y la forma que Gaby, relataba aquel momento, me provocaba, ya tenía mi pene en estado de rigidez.

Le sigo preguntando

‘Y cuáles eran las fantasías?’’

‘’Curioso e obstinado, eh?’’- dice mi prima

Le tome una mano sobre la mesa y percibí como se estremecía, encendiéndose su rostro. Me miraba, como si con los ojos pretendía decir algo más, que llevaba en su interior. En un momento se levanto y dijo que nos fuéramos. Sin dudarlo, pagué y salimos del lugar.

Al acercarnos al auto, no me pude contener, la abrace y la besé con pasión, no hizo ningún ademán de rechazo, pero al instante comenzó a llorisquear, me extraño su reacción, así que le pregunte que le sucedía.

“Que, estoy luchando para no volver a engañar a Fede, me encantó lo de aquella noche, me ha venido a la mente muchas veces, no quisiera………..”

Sin terminar la frase, subimos al auto, arranqué, sin un rumbo fijo y sin saber a dónde dirigirme. En un momento, me ruega que la lleve a su casa, me negué en principio, pero siguió insistiendo. A pesar de mi descontento, enfile al lugar solicitado, llegamos, me besó y abrazo fuertemente, diciéndome

“Es mejor que sea así, no compliquemos más las cosas”- me dijo

Cuando estaba por bajarse, la tomé de su brazo, recostándola sobre el asiento, besándola, mientras mi mano la introducía a través de su amplio escote, hasta tocar sus desnudos pechos, eso me excito enormemente, palpando sus tetas y estimulando sus pezones hasta erizarlos y endurecerlos. La lengua de Gaby se introducía en mi boca intercambiando nuestras secreciones, comencé a levantar la falda de su sedoso vestido, aunque el apoyo de su cuerpo contra el asiento me impedía, apenas mi mano se introdujo en su entrepierna, logrando tocar  su acuosa vagina, una exclamación de goce salió de sus labios. Cuando como un resorte saco mi mano, a la vez que me suplicó, que no siguiera.

No me lo hagas mas difícil, por favor” me dice, con un dejo de tristeza en sus palabras.

Sin dudarlo se bajó del auto, y desde la galería de su casa, me tiró un beso. Con pesar y desilusionado, apreté el acelerador con bronca y me fui. Al oler mi mano, sentí que estaba impregnada por su perfume, algo me llevó a regresar, al llegar a la entrada de su casa, ahí estaba parada, como sabiendo que volvería. Cuando me vio vino corriendo, subió al auto y sin darme tiempo a decirle algo, me beso. Nunca me sentí tan feliz como en ese instante. Quería a mi prima, no pretendía dañarla, pero la deseaba, quería repetir lo de aquella noche, además a ella le pasaba lo mismo. Nuevamente nuestras bocas se unieron, mientras intentaba levantar su vestido, cuando elevo su culo para facilitarme su desplazamiento, quedando a la altura de su cintura.

Busque su sexo, separando mas sus piernas, introduciendo mis dedos, apretando su clítoris hasta hacerla gritar, fue algo muy intenso, sus gemidos revelaron como su cuerpo estallaba por su convulsión. Cuando su mano baja  la cremallera del pantalón, metiendo su mano, aprisionando mi pene, (que hasta altura estaba con todo), desplazo el calzoncillo, bajo su cabeza para introducirlo en su boca, para empezar a lamerlo y succionarlo, mientras levantaba mas su vestido con intención de sacárselo, impidiéndomelo, hasta permanecer a  la altura de sus tetas.

Acariciaba su delicada piel, mientras mi prima se abocaba a hacerme una felatio,  sentía que se estremecía, que después de unas provocativas lamidas,  lo introducía totalmente en su hueco bucal, lo entraba y sacaba con recogimiento, produciendo unas alocadas succiones que parecían intentar extraer todos mis líquidos. Mantuve totalmente su vestido levantado,  metiendo mis dedos en sus orificios, llevándola a acelerar lo que me estaba propinando. 

De una manera frenética y vertiginosa, su boca se afianzo a mi verga, sin darme respiro, siendo  unos minutos muy intensos, cuando sentí que estaba por venirme, quise retirarme, no me pareció correcto evacuar en su boca, pero me detuvo, acelerando su labor, me relaje, sin dejar de acariciarla, hasta que sentí que mi eyaculación era eminente, acabando en su interior  en una forma estrepitosa, metiéndoles mis dedos, hasta llevarla a una rápida convulsión. Con su boca aun con parte de mi esperma, la llevó a la mía, para besarnos apasionadamente, mientras me susurraba al oído

“Te gusto mi fantasía?” - me comentó

Me encanto, Gaby, me encanto

Terminado todo, nos quedamos un rato abrazados, sin decir palabras, de alguna manera estábamos más aplacados, nos limpiamos, nos arreglamos la ropa como pudimos, despidiéndonos  con un beso, mientras me decía,

“Este fue mi último regalo, desearía darte más, pero no lo veo correcto,  mi querido primo”

Bajó del auto y entró a su casa. Creo que Gaby, acelero este desenlace, para evitar de ir a la cama y pasarnos la noche cogiendo. A pesar de haber disfrutado lo ocurrido, me quedó un dejo de angustia,  hubiera preferido que todo se desarrollara de otra forma, despertarnos juntos en un lugar muy confortable.

Después de aquella noche todo volvió a la normalidad, llegó el verano, empezamos a concurrir a la playa con mi novia, pero a Gaby la veía muy poco a pesar de estar cerca nuestras casas, aunque tratábamos de evitar en vernos.

Los meses de la temporada, pasaron muy rápidamente, el casamiento de Gaby estaba muy cercano. Una tarde tomando un café, en el centro, la veo pasar, estaba muy bonita, todavía mantenía el tostado del verano, que hacían resaltar sus torneadas piernas. La llamo y se acerca para saludarme, me comenta que está muy atareada con los preparativos del casamiento, y con muy poco tiempo. Quedamos en comunicarnos, nos despedimos y se fue.

No pasaron 3 o 4 días cuando me llama, para avisarme que ese día le hacían la despedida de soltero a Fede, en Mar del Plata, para que fuese. Mientras que a ella se la hacían en Miramar el mismo día.

Le comente que iría. No voy a detallar lo acontecido en la despedida, pero como no es de mi agrado, la forma agresiva en que terminan esos acontecimientos, opté por regresar a Miramar.

Al arribar  a la ciudad, decidí pasar por donde le realizaban la despedida a Gaby, al llegar, estaba finalizando, al verme mi prima se alegro muchísimo, me abrazo y beso,

Le pregunté por mi novia, y me comento que se había, ido más temprano.

 “Quieres que te lleve?” Le digo

Y con una amplia sonrisa me dijo

“Por supuesto primito, me he pasado con la bebida y necesito a alguien que me lleve”

“Que quieres hacer?” le pregunto

“No tengo nada en mente, que se te ocurre?

“Lo que desee? Le conteste sorprendido

“Si”

“Entonces continuemos tu despedida de soltera”

“Me parece bien” dijo Gaby.

Fuimos a tomar unos tragos a un bar, pero se notaba el estado de Gaby, se reía, decía congruencias, pero no perdía esa gracia interior  Pero a los 10 minutos, de estar ahí, le pregunto

Te parece, si vamos a otro lugar?

Haciendo una trompita con su boca, dice “Cual otro lugar?” poniendo una cara de ingenua

Salimos rápidamente del bar, llegamos al auto, me sentía como un colegial en su primera cita, el corazón me palpitaba aceleradamente En unos minutos estábamos a la entrada de un Hotel transitorio. Llegamos a la habitación agarrados de la mano, sin decir palabras, nos desvestimos mutuamente, sin parar de besarnos, hasta quedarnos totalmente desnudos. Era como si nos estuviésemos haciendo un último regalo, como si fuéramos los únicos seres en el mundo, parecía un sueño. Cuando lo recuerdo me excito y me emociono a la vez.

La alcé y la deposite en la cama, besaba sus pechos temblorosos por la conmoción, con sus pezones erguidos, mis manos buscaban su sexo, tocaba su clítoris, notaba como su raja emanaba su fluido. Mi pene al que no dejaba de acariciar estaba a pleno, deseaba que ese momento no se pasara nunca.

Mi lengua, comenzó a buscar sus cavidades, estaba insaciable, mientras su boca buscaba mi rígido pene, las lamidas y chupadas eran incontrolables. En un momento me detuve un poco, comencé abrir sus piernas, mientras besaba muy suavemente sus labios inferiores, y empecé a introducir mi erguido pene en su húmeda cuevita, el grito de placer que dio, creo que se oyó en las habitaciones linderas. Era mi primera vez que la penetraba por su vagina, al introducirlo las paredes de su útero transmitían una  calidez especial, manteniendo mi erecto miembro en su sexo, disfrutando de ese contacto.

Muy pausadamente comencé a entrar y salir de su vagina, a través de mi verga, captando la tibieza de su útero,  lentamente aumente el ritmo hasta llegar a una forma desenfrenada, mientras las piernas de Gaby, se entrelazaban a mi cuerpo, parecíamos dos animales en celo. No tardó en llegarnos un orgasmo simultáneo y desesperante, terminando con un grito de goce y placer.

Gire y la besé mientras la contenía con un abrazo, comenzó a llorar, le pregunte que le ocurría

“Nada malo, era un deseo contenido, primito”, me contesto

Quedamos abrazados un largo tiempo, acariciándonos muy suave, hasta que nos dormitamos un tiempo.

Me levante de la cama para ir al baño.

Al regresar, veo a Gaby con sus torneadas y bronceadas piernas entreabiertas, los pies sobre la cama, formaba como una M, que permitía ver su sexo depilado y algo entreabierto, sus gruesos labios vaginales,  brillosos como consecuencia de su flujo, junto a su pecaminoso y sensual orificio anal, completaban un delicioso y delirante espectáculo. La cara de Gaby, estaba rebosante de sensualidad, al sacar la lengua, la giró sobre sus labios, mientras sus ojos no se quitaban de los míos. Sabía que observaba exacerbado su sugestiva y seductora vagina, mientras la ocultaba fugazmente con su mano, separando sus muslos paulatinamente.

Como la atracción de un imán, mi cara cayó sobre su raja, separando bien sus piernas, mi lengua empezó a lamer los labios de su vagina, hasta introducirse insaciable en su interior, buscando su clítoris erguido. Los gemidos de placer de Gaby, eran incontrolables, mientras la excitaba y me excitaba, era una fiera sexual, mordisqué su clítoris, punto muy sensible de mí prima, sintiendo como oprimía mi cabeza con sus piernas.

“Me calientas como una yegua, maldito, no pares” –exclamó, empujando su concha contra mi cara.

En un momento, me tomo por los hombros me volcó sobre la cama, y en un movimiento muy felino me empezó a lamer mi pene, que no tardo de llevárselo a su boca para continuar con unas succiones abismales Sin cortar con su tarea, giró, colocando su raja sobre mi cara, que volví a chupar con desesperación, su flujo bañaba mi cara. Resistía todo lo que podía, deseaba que no acabara nunca, sus tetas rozando mi cuerpo, era un movimiento frenético, nos mantuvimos así por varios minutos, era una lucha sin cuartel. Cuando llegó el desenlace, mi esperma llenando su boca, y la llegada de su orgasmo, acompañado de una exclamación de placer.

“Sos un hijo de puta, me pones loca” –me dice

“Me encanta excitarte, como te entregas, te adoro prima” -le respondo

“Te diré que no estoy arrepentida por lo que hacemos, a pesar de saber que no estoy actuando correctamente, en el fondo lo deseaba. El día que estuvimos en tu auto, me costó horrores irme, por un lado me sentí bien por haber superado la tentación, pero por otro me arrepentí de no haber pasado la noche con vos.”

Nos mantuvimos abrazados, intentando recuperar energías, después de un rato, noté que mi sexo estaba nuevamente presto a la acción, así que sin  decirle nada, la giré, como previendo lo que haría, se arrodillo levantando su culo, juguetee con su orificio, lo dilaté todo lo que pude, mi dedo se introduzco hasta el fondo. La preparé hasta que mi verga punteo su recto, para introducirla hasta el fondo, sus gemidos eran evidentes de placer, la tomé fuertemente de la cintura e inicie un lento bombeo y  durante bastante tiempo, era una delicia hundir mi verga en ese divino culo, ver como lo iba incrustando, ante los quejidos de Gaby, que ante cada impacto, era un regocijo. Permanecí bastante tiempo disfrutando de su recto, percibir sus palpitaciones que excitaban a mi miembro, y sus contracciones oprimiendo mi falo, ambos gozábamos de esa penetración anal, hasta que llegó el desenlace por ambas partes.

Este había sido la segunda vez que el culo de mi adoraba primita era profanado. Así continuamos toda la noche, fue algo inolvidable, cuando salimos del lugar ya era de día.

El día del casamiento de Gaby, mientras saludaba en el atrio de la iglesia, vino a mi mente, aquellos momentos de lujuria, que habíamos tenido, nos miramos a los ojos y hubo un dejo de complicidad.

El tiempo transcurrió, nos veíamos cada tanto, no me casé,  no paso más nada, hasta que un buen día….

Bueno eso es seria motivo de un próximo relato