Mis diez reglas de sumisa.
1. Toda mi vida, seré el apéndice de un hombre.
2. Mendigare el amor de cualquiera y nunca elegiré a quien
amar.
3. Sufriré siempre, para tener un mínimo de afecto.
4. Teñiré las relaciones sexuales de romanticismo, aun cuando sean sólo relaciones sexuales, es decir, me engañare a mí misma.
5. Mantendré, y sostendré, la autoestima a través del sexo, la ofensa, injurias, insultos, agravios, ultrajes, humillaciones, degradaciones…y no por mis cualidades personales.
6. Usare la lastima y compasión, para forzar el amor.
7. Me transformaré en la sierva de mi dueño, por necesidad de seguridad y afecto, y por deseo propio de pertenecerle a él.
8. Dejare de lado todas mis responsabilidades como ser humano (trabajo, familia, amigos…) para ser la puta guarra que deseo ser.
9. Nunca mostrare, y tendré miedo de mostrar, duda, hacer preguntas, enojo o sentimientos propios. cuando veas o sientas una situación injusta conmigo.
10. Permitiré ofensa, injurias, insultos, agravios, ultrajes, humillaciones, degradaciones para ser feliz siendo la mierda de puta que soy.
Así soy yo…
Me defino como aquella que no desafía nada, que sólo está para satisfacer los deseos de su macho y no generan problemas.
Yo, me defino, como:
1. mujer sumisa;
2. mujer robot;
3. sin personalidad propia;
4. que sólo existe para el hombre;
5. que carece de mente propia;
6. mujer que es una muñeca Barbie;
7. mujer deslumbrante;
8. mujer trofeo;
9. mujer que no se rebela;
10. mujer superficial;
11. mujer sensual, sumamente sexual y descerebrada;
12. mujer deleite para la vista;
13. mujer sin opinión
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A mí me gusta …
1.- ser una mujer animal, un juguete, una mascota, ser mercancía que se compra y vende, y en el mejor de los casos, carne.
2.- ser un “deporte” porque el sexo es como un juego en el que tienes que “ganar”, “conquistar” o “marcar un gol”. Los hombres conmigo solamente deben “anotar puntos”, ya que empiezan a juzgar su hombría por el número de “conquistas” que pueden conseguir. Cada punto que anotan ellos me transforma a mí en un trofeo más de su estantería, para validar su masculinidad. Por eso, tengo la obligación de prestarme a este juego.
3.- ser comprada, porque soy un objeto que debe ser exhibido en un catálogo, mercancía para que los hombres puedan echar un vistazo probarla y luego coger lo que desee.
4.- ser valorada exclusivamente por las curvas de mi cuerpo, por lo guarra que soy, por lo cerda que soy, por lo perra que soy, por lo zorra que soy…todo lo demás nada debe importar.
5.- ser disfrutada, me gusta que los hombres disfruten de mí.
6.- ser degradadas. Debo ser humillada, despreciada, y mientras debo pedir más y más…
Me gusta ser una meretriz, ramera, fulana, puta, zorra, pelandusca, mujerzuela, golfa, mujer pública, buscona, furcia, calientacamas, zorrona, perdida, pendón, gamberra, mundana, mujer de la vida, mujer de mal vivir, alcahueta… y estoy orgullosa de ser todo eso.