miprimita.com

Me presento, soy Raquel

en Transexuales

Hola, a todos. Soy Raquel, tengo 21 años y vivo en Madrid. Nací como chico pero hace un tiempo empezó a fascinarme la ropa de mujer y me di cuenta de que cuando me la ponía me sentía mujer y como tal voy a escribir en esta web. Lo primero que me puse fue un sujetador negro, una blusa rosa y unos pantalones azules de mi madre. Fue una sensación maravillosa. Tiempo después empecé a probar el maquillaje, al principio solo pintalabios y más adelante más cositas. Ahora mismo tengo varias adquisiciones propias. Todavía no me he descrito; soy alta, castaña, de ojos azules y cuerpo normal. La primera que supo que era crossdresser fue una amiga vasca, cuando se lo conté me dijo que sería mi estilista y puede que proximamente ponga algún relato con ella. No he tenido muchas experiencias así que la mayoría de mis relatos serán fantasías, podéis escribirme al correo con sugerencias de lo que os gustaría que escriba y cuando vaya escribiendo estaré agradecida de leer vuestros comentarios y sugerencias. Para cumplir con la longitud del relato y adelantaros un poquito escribiré algo breve:

Estoy en mi habitación, mis padres y mi hermano están de vacaciones pero yo he decidido quedarme en Madrid para disfrutar mi feminidad. Me levanto a las 11 de la mañana y me dirijo al baño. Me ducho, me depilo todo el cuerpo y me echo mis perfumes femeninos. Cuando acabo con esto paso a mi dormitorio a vestirme. Hoy me he decidido por un conjunto de bragas y sujetador rojos, vestido negro con escote y tacones rojos. Me coloco mis prótesis de pechos para sentirme una mujer total. Me miro al espejo y estoy muy sexy pero aún me faltan cosas. Empiezo a maquillarme: un poquito de base, polvos compactos, rubor, rimmel y pintalabios rojo pasión con un poco de brillo. Ya sí que empiezo a ver una mujer en el espejo pero falta el toque final, mi peluca del color de mi pelo que me llega hasta un poco por debajo de los hombros. Es un día tranquilo en el barrio ya que coincide con un puente y todo el mundo ha salido de vacaciones. Nunca lo he hecho pero hoy decido salir como mujer. Me asomo por la mirilla para que no me vea ningún vecino y cuando estoy segura de que no hay nadie bajo a la calle. Decido ir hasta un parque que hay cerca de mi casa. Cuando voy caminando por la calle noto que los chicos me miran, debo parecer una mujer real ya que alguno me silba. No puedo evitar que se me escape una sonrisa aunque me gusten las chicas. Llego al parque y me siento en un banco con una postura muy femenina. Empiezo a juguetear con mi melena mientras disfruto de la tranquilidad cuando un chico se me acerca y me empieza a hablar:

Chico-Hola, soy Daniel.¿Eres nueva por el barrio? No te había visto nunca y una preciosidad así no se me olvidaría nunca.

Yo- No, llevo un tiempo ya por aquí pero puede que no nos hayamos visto nunca. Es un barrio grande.

D- Pues perdona si soy muy directo pero me han entrado ganas de conocerte mejor, ¿te apetece?

Y- Quizás dentro de un tiempo- no me gustan los chicos pero que Daniel esté tan convencido de que soy una chica me da cierto morbo y puede que en algún momento quiera ver a donde va esto.

D- De acuerdo, te doy mi número- Saca un pequeño papel y un boli de su bolsillo y me anota su número.

Tras esto me levanto de mi asiento y decido irme a casa, noto la mirada de Daniel fija en mis nalgas así que decido contonearlas provocativamente para alegrarle un poco la vista. Llego a casa y me tumbo en la cama, me quito el vestido y los tacones y empiezo a acariciarme pensando por encima de las bragas pensando en la dependienta de la tienda de mascotas, ojalá la tuviera aquí en persona, me atrae muchísimo. Claro que no sé si a ella le atraen las chicas y mucho menos las chicas como yo. Sigo acariciando mi miembro mientras fantaseo con ella y acabo notando como se empapan las bragas.

Espero que os haya gustado este breve relato, probablemente los proximos serán con la dependienta que he mencionado.