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Por un sueño: Lara: una joven muy sexy

en Fantasías Eróticas

- Por un sueño: Lara, una joven muy sexy -

Voy a contar esto desde mi propia perspectiva, siendo VMarioT, y no el protagonista de una de mis historias. La razón que me lleva a querer hacer algo así es porque lo que me dispongo a relatar no es otra de las ideas que pasan por mi cabeza -o sí, dependiendo de cómo quiera uno verlo-, no: es un sueño que he tenido.

Antes de empezar, sin embargo, tengo que hablaros de la protagonista del sueño: Lara. Es una excompañera mía de clase, de ascendencia francesa, realmente guapa: alta, delgada, de piel clara en invierno y bronceada en verano, dueña de una larga cabellera castaña clara que le llega a media espalda y que en esta época del año coge un tono rojizo, unas cejas finas, unos bonitos ojos de un tono oscuro, la nariz respingada, los labios carnosos, unos pechos y un culo que, si bien no son muy grandes, sí se adivinan erguidos y bien puestos, y unas piernas preciosas.

Algunas veces me he masturbado con sus fotos, pero jamás había soñado con ella. Hasta hoy.

En el sueño, estamos con nuestros compañeros de clase en unas ruinas históricas. De pronto, Lara se me acerca por detrás y, mientras me pone su mano izquierda en mi hombro derecho, me susurra al oído, con una coquetería que me deja impactado:

-Atrápame.

Dicho esto, se pone a correr delante de mí con aire despreocupado, subiendo por unas escaleras de piedra y metiéndose en una especie de torre. Alucinado porque una chica como ella se interese por mí, echo a correr para, como me ha pedido, atraparla.

A medida que voy acercándome más a ella, me fijo en su vestimenta: un top naranja y unos pantalones cortos blancos. Su melena castaña-rojiza se mueve sensualmente, volviéndome loco. Está para comérsela.

Llegamos a un callejón sin salida y, viéndose atrapada, se gira hacia mí, apoya su cuerpo en la pared y me sonríe.

-Me has atrapado -observa cuando me planto delante suya.

-Sí.

-Eso se merece un premio, ¿no crees? -ahora me sonríe con malicia, mordiéndose el labio, y levanta su mano derecha.

Entiendo lo que quiere, así que me acerco aún más y entrelazo los dedos de mi mano izquierda con los de la suya. Le paso la otra mano por la cintura y la atraigo hacia mí. Ella se deja hacer. Ahora nuestros cuerpos están pegados.

-Me pareces guapo, ¿sabes? -me dice, poniendo su mano izquierda sobre mi pecho, por encima de la camiseta.

-Y tú a mí -acierto a decir.

-Pues no sé, pero… -rodea mi cuello con sus brazos y va acercando su boca a la mía lentamente.- somos un hombre y una mujer… solos… en un lugar tranquilo… sin que nadie nos moleste… Mmm… -se detiene a pocos centímetros de mis labios, hablando a susurros mientras va alternando sus ojos con los míos o mis labios.- Pueden pasar cosas… ¿No crees?

-Por supuesto -respondo, también a susurros.

Vamos a besarnos cuando me despierto.

Me cago en todo siete veces y voy al baño. Necesito cascármela. Me pongo una foto suya de Instagram y empieza la fiesta.

Nos imagino en mi cuarto, vistiendo ella la misma ropa. Lara está situada justo delante de mí, de espaldas a mi cama. Yo la acaricio en la pierna izquierda, con suavidad, mientras ella me mira con una expresión despreocupada pero provocativa al mismo tiempo que me palpa y aprieta el pene y los huevos con las manos, por encima del pantalón.

-Aaahh… -suspiro ante este extrañamente placentero dolor que me está proporcionando.

Trato de besarla y ella no se aparta. Cuando nuestros labios van a tocarse, retrocede hasta toparse con mi cama, donde se deja caer lentamente y se tumba.

Con el miembro a punto de reventar por la sobada que me ha metido, no dudo en ponerme sobre ella. Sin embargo, antes de que pueda hacerlo se gira y queda boca abajo. Se levanta, quedando de espaldas a mí y apoyada con las rodillas, y echa la cabeza hacia atrás, ofreciéndome su cuerpo.

La abrazo y subo hasta sus pechos, que magreo a gusto mientras ella gime.

-Aaahhh… Hhh… -cierra los ojos y entreabre la boca, disfrutando de mi masaje.

Los estrujo, los amaso. Todo para encantarle. El top termina por molestarme, así que meto las manos por debajo y me encuentro con que no lleva sujetador. Maravilloso.

-¡Aaammm…! ¡Uuufff…!

Dejo una mano disfrutando de sus senos y bajo la otra, metiéndola por el pantalón. Lara me ayuda bajándoselo. Como suponía, tiene el coñito mojado. Le meto un par de dedos con delicadeza y vuelve a gemir.

-¡Aaaaaahhh…! ¡Ooohhh.... Dioooooosss!

Meto mi rabo entre sus nalgas y ella no solo no lo quita sino que, además, restriega su trasero en él. La beso en el cuello y ronronea:

-Mmmmmm…

Sigo con los dedos en su vagina hasta que, sintiendo que va a correrse, se gira y se tumba sobre la cama, abriéndose de piernas. La ayudo a quitarse el pantalón y las bragas y, ahora sí, me pongo sobre ella y nos besamos. Sus labios saben de maravilla, desprenden una agradable fragancia que no consigo identificar.

Me desnudo yo también y vuelvo sobre ella, que me acoge con los brazos abiertos. Le quito el top y le como las tetas.

-¡Aaahhhhhh…! ¡Mmm…! ¡Ooooooufff…!

Voy bajando por su vientre, con la lengua, en dirección a la vagina cuando me para.

-Mmm.... Métemela, por favor… Hhhmmm… Métemela…

Obediente, me pongo a su altura y me besa con lengua. Es deliciosa. Me abraza y dirijo mi soldadito a su chochito.

-Aaaaaammm… -exhala al sentirse penetrada.

Sus paredes vaginales me acogen cálidamente, húmedas y lubricadas. Mientras follamos, ninguno de los dos dejamos de gemir.

-¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Aaaahhh…!

-Uufff… Hhhhhh… Ahhhhhh…

-Cómo… Uuuuuummm… Cómo te quiero… Pppffffff…

La voy tocando y siento todas y cada una de sus curvas: sus pechos, su cintura, su culo, sus piernas… Toda ella es una diosa.

Mueve la pelvis para mantener el ritmo del polvo, de modo que yo hago lo mismo para irse metiendo más y más adentro. No consigo separarme de sus labios: me besan con pasión y su lengua busca la mía mientras ahoga los gemidos.

-Ooouuummm…

Siento que el orgasmo está cerca, así que voy aumentando el ritmo. Lara ya debe de haberse corrido unas cuantas veces, porque me noto los huevos empapados por sus fluidos. Gime, suspira y se retuerce de gusto.

-¡Aaaaaahhh…! ¡Hhhhhhmmm…!

-Me voy a correr, Lara… -la aviso.

-¡Córrete dentro, mi amooorr…! ¡Oooooohhh…! ¡Córrete dentro! -Sin dejar de morrearla ni un solo segundo, la cojo por el culo y la ayudo a moverse.- ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ooohhh! ¡Ooooooohhhhhh…!

Mi descarga inunda su chochazo de mi semen caliente. Nos quedamos abrazados en la cama y echo una abundante corrida en la taza del váter. Me quedo en la gloria.

 

- Twitter: @VMTMFTR. Relato único. Valora y comenta. Gracias y adiós. -