Ya he llegado a casa, estoy reventada, ha sido mi mejor experiencia con desconocidos. Menos mal que tomo la píldora porque mi coño ha recibido litros de semen aunque mi ano y mi boca también han albergado lo suyo...Debo oler mucho a lefa porque aun no me he duchado. En el autobús han debido pensar que soy puta... ¡No lo saben bien!¡Soy mas que puta!
Ha sido bestial, el que parecía un pajillero ha resultado ser un gran follador. Recuerdo todos los detalles por insignificantes que sean: Se acercó masturbándose y me metió su gran polla con furia empujándome hacia unos matorrales y tapándome la boca para que no pidiera auxilio, este gesto es típico en mis violadores y me pone a mil por hora la mezcla de sentirme indefensa y la falta de aire. Empezó a embestirme con mi cara apoyada en el tronco de un árbol, el roce contra su corteza me produjo arañazos en el rostro, pero en ese momento no sentía el dolor, solo el placer que me estaba proporcionando el pervertido. Cada vez que intentaba gemir él me golpeaba la nuca, cada vez que esto ocurría yo me ponía mas cachonda. Me encanta que me maltraten a la hora de follar.
Después de un rato follándome el coño, sacó su polla y sin estimularme el ano ni escupirlo me penetró dicho orificio, hecho que provocó que profiriera un sonoro gemido que debió llamar la atención de los anteriores pajilleros y que en poco tiempo hizo que nuestra cópula estuviera rodeada de hombres masturbándose, cosa que hizo que me pusiera aun mas cachonda
Después de observar dicha imagen empecé a chupársela. Lo primero que hice fue lamer y rebañar las zonas mas manchadas de excrementos para seguidamente apretar mi lengua sucia contra mis dientes mas a la vista hasta que tomaran un color marrón y mostrar una gran sonrisa a mi violador y a todos los mirones que nos rodeaban y a continuación seguí chupándola y realizando un gesto con la mano que avisaba a los pajilleros de que podían hacerme lo que quisieran... Y así fue, unos 15 hombres empezaron a sobarme todos los rincones de mi cuerpo, a masturbarse restregando su polla por mi cara, a escupirme, a golpearme... Estaba viviendo un sueño del que no quería despertar.
En poco tiempo el primero de mis violadores acabó eyaculando en mi boca en la que el blanco se mezclaba con el color marrón, pero lejos de que el sujeto estuviera agotado volvió a meterme su polla manchada de semen calentito, esta vez por el coño, cosa que me puso como una perra en celo. Acto seguido uno de los violadores me dio un beso con el deseo de saborear esa mezcla que tanto me gusta. También noté una corrida en mi espalda, recibí otra en mi ojo derecho y un lametón que me la apartó, corrida en mi coño por parte del violador alfa, penetración simultanea por culo y vagina... Llegó un momento en el que se veía mas lefa que piel en mi cuerpo...Parecía que esta orgía no tendría fin hasta que la avaricia rompió el saco: Tres de mis violadores quisieron practicar una triple anal, práctica que todavía no había realizado hasta ahora y a pesar de tener el recto bastante abierto y lubricado por el semen no conseguí llevarla a cabo produciéndome un gran dolor, momento en el que todos nos dimos cuenta de que el show había acabado no sin antes recibir dos eyaculaciones mas, una en mi pelo y otra en la planta de mi pie derecho.
Cada uno de los particpantes de la orgía improvisada se fue, incluida yo, con el recuerdo en la mente de haber formado parte de algo maravilloso y con la ilusión de que se vuelva a repetir algo parecido.
Ahora estoy en mi casa a punto de ducharme, no sin antes chuparme las costras de semen que se han formado en mis brazos y lamerme el dedo que acabo de introducir en mi ano para saborear esa mezcla de lefa, mierda y sangre que tanto me gusta y que me pone como una perra.
Aquí se termina mi relato y les aconsejo que estén atentos cuando paseen por un parque de noche, si ven una chica agachada enseñándolo todo, ya saben lo que tienen que hacer.