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Las secuelas del Chalet nudista. (Parte 2)

en Amor filial

Encontré a mi madre follando…. Era un viernes por la tarde cuando llegué a la casa. No debí de hacer demasiado ruido al entrar y dirigirme a la cocina, cuando no me oyeron llegar, pero a mis oídos si llegaron los típicos sonidos de un trasteo en el cuarto de matrimonio. Supuse que mi madre estaba en su habitación así que fui hacia ella para decirle que había llegado, a los pocos metros de la puerta escuché una voz de hombre, ¡Qué extraño pensé yo! Mi padre debería estar en su trabajo a estas horas. Me acerqué silenciosamente para ver qué estaba pasando…. Mi hija dormía la siesta como una bendita la vi a pasar, la puerta de la alcoba estaba entreabierta y cuando estaba a punto de asomarme para ver qué pasaba escuché a mi madre decir….

-“¡Qué bueno que podamos estar solitos al menos tres horas… nos lo vamos a pasar muy bien!”

Me intrigo más escuchar nuevamente la voz de hombre responder al interior del cuarto, para desechar mi curiosidad e intriga, salí al jardín interior tras los arbustos me asomé por la ventana de su alcoba y la cual permite ver un buen trecho del interior de ella. Agazapado como un voyeur, vi a un sujeto cuarentón, de tez canosa y mediana complexión sentado al borde de la cama y a mi querida madre cerca de él, a simple vista solo charlaban e intercambiaban risas los dos. Él estaba vestido con un jean y camisa sport y ella tenía puesto un combinado, pantalón color negro y blusa blanca, ambos sin calzado, su conversación parecía amena, pero de pronto observé sus manos acercándose a ella, la sujetó de su cintura y la atrajo hacia donde él se encontraba. Se situó al centro de la cama y cruzó su brazo por su cintura y abrazo su cuerpo e inmediatamente deslizo sus manos hacia la parte de su pantalón y comenzó a desabrocharlo mientras que con sus labios besaba el cuello expuesto de mi madre, lentamente mire cómo iba despojando las ropas del blanco cuerpo de mamá….

Primero fue el pantalón el cual fue quitado con sutileza, luego fue su blanca blusa de la cual se deshizo velozmente, posteriormente el sujetador de Isabel fue bajado de su posición normal, dejando sus sabrosas tetas en libertad de la sutil prenda…, los mismos que su amante de turno besaba y chupaba con ansiedad, sin quitar sus manos de las amplias caderas de mi madre quien a su vez acariciaba la verga de su macho por encima del pantalón. Hicieron una pausa para que él quitara totalmente el sostén de ella y besara nuevamente sus ya erguidos y provocativos pezones, así como los carnosos labios de su jadeante boca, durante el besuqueo y manoseo de él sobre el semidesnudo cuerpo de Isabel, hábilmente le bajo las bragas a media piernas y deslizo una de sus mano hacia la vulva de entre los muslos de mi madre y con habilidad inicio el roce de sus dedos en contra de los labios y clítoris de su vulva, haciendo movimientos oscilantes, pajeando tanto la parte superior e inferior de la húmeda raja de mamá. Sin impedirlo Isabel continuaba dejándose mamar las tetas, y su rostro se notaba en pleno éxtasis, fue precisamente ese momento que él aprovechó para deslizar su prenda íntima a través de sus piernas y pies, deshaciéndose también de ella.

Teniendo enfrente de si, el cuerpo totalmente desnudo de esa hambrienta hembra, para posteriormente recostarla sobre la suave sabana de la cama y apoderarse de sus ubres ya bastante hinchadas de leche, cuello y boca. A los cuales besaba con gran frenesí y pasión…, situación que ponía a Isabel al borde del delirio. La boca de ese macho se apoderaba de los pezones y vientre de mi madre a la cual disfrutaba intensamente. Él se hincó delante de ella y metió su rostro entre sus piernas chupándole vorazmente su raja, la cara de ella denotaba gran goce al sentir la lengua de su macho en sus rosados labios vaginales. El cuerpo de mi dulce mami se arqueaba hacia arriba al mismo tiempo que su cuerpo se sacudía con incontrolables espasmos y su boca gemía de placer. Ese hombre le pasaba la lengua por el clítoris, lo succionaba, lo mordía mientras metía un dedo en la vagina de mi caliente madre, con desesperación las manos de Isabel se agarraban de la cabeza del macho para que siguiera con lo que estaba haciendo, que la tenía a punto de acabar, después de diez minutos de sexo oral mi madre empezó a respirar más rápido, fuerte y a gemir incontrolablemente hasta lanzar un fuerte grito experimentando su primer orgasmo de ese caliente encuentro.

-“¡¡Ahhhh que rico!!” Fue la expresión que escapó de su boca.

Después de esto su amante de incorporo sobre ella, colocándose en cuclillas enfrente de ella, aun con sus manos temblorosas y la respiración agitada, ella comenzó a desvestir a su macho, le zafó la camiseta, desabrochó su jean liberándolo de este, quedando solo el cuerpo de su amante en bóxer, desde la posición donde yo estaba, pude darme cuenta de la cara de sorpresa que mostró mi madre al bajar el bóxer de ese hombre y ver asomarse una recia verga venosa de no más de 16 cm de largo, no sin antes dejar escapar un cumplido… -“¡Madre de Dios… Qué pollón!” Aquel cipote parecía una lata de Coca cola, corto pero grueso… el mío era más largo, pero un poco menos recio (Algunas encuestas hechas a mujeres dicen que es el perfecto en medidas). Inmediatamente sin titubear Isabel tomo el grueso tronco de esa verga y comenzó aplicarle un suave vaivén con su mano, por lo cual el enorme trozo de carne creció un poco más. A continuación miré como mi madre acercó su rostro a la verga que ya se encontraba totalmente liberada del bóxer de su amante y aproximar su boca a ella, para pasar la punta de su lengua por la inflamada cabeza de esta. Isabel exclamo…

-“¡Ummm… que rica está esta verga, la echaba tanto de menos! ¡Ummmm…. Wuaww!” Pensaba si mi Madre realmente era una puta. En el interior de la habitación solo se escuchaba la boca de mamá al chupar el gordo palo exclamando… “¡Me encanta tu polla, tan rica, grande, larga, gruesa y cabezona!” No le cabía en la boca.

Seguían los sonidos de la mamada que estaba haciendo. Un poco excitado, me asomo más cerca para mirar y veo a su amante recostado en la cama y a mi madre arrodillada chupando y tratando de meterse tremendo pedazo de carne en la boca, eran casi 8 centímetros de diámetro de grosor. La verdad es que se veía una verga monstruosa y la caliente de mi madre tratando de metérsela toda en la garganta la muy golosa. Ella le pasaba la lengua por el enorme glande mientras lo continuaba masturbando con su mano, le daba besos a los testículos y recorría todo el largo del tronco venoso con extensión su lengua para volver a tratar de metérsela toda en la boca.

-“¡Ahhhh! Sigue, sigue qué bien chupas”, escuché exclamar a su amante.

Para ese entonces yo me encontraba totalmente excitado con lo que veían mis ojos. Estuvo como otros tantos minutos mamando la verga hasta que súbitamente el macho se pone de pie arrojándola sobre la cama, inclinando a mi dulce mami y clavándole su verga…, la empaló por la vagina bombeándole innumerables veces, momentos después le sacó la verga y se recostó en la cama dejando las piernas fuera de ella, mi madre se montó en él metiéndose ella misma el vergazo en su rajita vaginal dándose múltiples sentones en el poderoso falo. En un momento dado su macho se incorporó metiendo sus brazos por debajo de las piernas de Isabel, ella se asió del cuello de él quien se puso de pie levantando a mi madre en vilo sin desensartarla y en esa pose su verga seguía entrando y saliendo de la sabrosa vagina de ella, algunos minutos más tarde ella misma con una de sus manos se sacó el rabo de su raja y ordeno a su amante que la recostara sobre la cama, su amante obedeció inmediatamente a su petición, la colocó sobre la cama con las nalgas hacia adelante, sujeto la enorme tranca con su mano y la dirigió a la babeante raja de Isabel…, presionó la entrada de su vagina y la enterró al interior de ella, la reacción de Isabel llegó cuando sintió el grueso pedazo de carne enterrarse profundo en su matriz. Estaba la totalidad de la verga de su amante dentro, muy adentro de ella y le hacía vibrar todo su cuerpo con sus intenso vaivén… de su garganta brotaban murmullos y quejidos de placer incontenible. Lo curioso de todo ello era que no usaba condón ¡Se la estaba follando a pelo!

Era enorme el glande de esa verga y ella con la mirada desorbitada abría más su vagina para facilitar la entrada del formidable vástago al interior de su útero partiéndola en dos. Temblorosa no podía controlar el estremecimiento que la recorría y la ponía al borde del orgasmo. Con su rostro apretado contra las sábanas, sus manos estrujando la tela con cada empellón, se fue entregando sin remedio. Pronto Isabel respiraba ya con dificultad, muy agitada sus gemidos se hacían cada vez más candentes y ruidosos, su amante ya casi montado sobre su cuerpo jadeaba intensamente y los vaivenes y estocadas se hacían más fuertes y profundas, los dedos de sus manos los enterraba en la blanca piel de la cintura de mi madre, que en esa posición continuaba sometida a ese fuerte pero exquisito movimiento. Después de un tiempo considerable, mi madre comenzó a hacer un movimiento circular de sus caderas en torno a la bestial embestida a la que era sometida, al mismo tiempo inclinaba sus nalgas hacia arriba para recibir las arremetidas en lo más profundo de su cuerpo, partiéndole la raja de su coño. Se hace una pausa e Isabel se acuesta boca arriba y separa las piernas diciéndole a su amante….

-“¡¡Mi raja es toda tuya!! Haz con ella lo que quieras ¡¡FÓLLAME bien fuerte!!”

Su amante se acerca y se arrodilla al borde, mientras mi madre toma un poco de aire, su macho se para toma su badajo y lo apunta a su coñito, que aunque estaba todo mojado y bastante lubricado, la descomunal mole de su amante le costó trabajo para que entrara hasta la raíz, ya que solo al poner la cabeza de su tranca sobre la raja de mi mami se escuchó un quejido. Observé separar bien sus piernas y presionarla sobre su vulva, entrando la mitad de la verga en el conejo hambriento de mi madre, la cual dio un suspiro de agrado gozoso, al sentirse llena por dentro…. Su macho empieza a bombear lentamente para que la puta de mi madre disfrute de su gran polla. A los pocos minutos de bombeo el chumino de Isabel se come la totalidad de la rígida carne. Unos minutos más tarde, el amante le pide que se ponga en cuclillas y ella muy obediente lo hace, observo a su hombre ponerse detrás de ella y enterrarle nuevamente su monstruosa verga en la vagina e iniciar un mete y saca sanguinario impresionante, que hace a mi madre inclinarse hacia delante con la cara desencajada de gusto sobre la cama de tanta fuerza que le daba en cada clavada.

No pasan cinco minutos y mi madre tiene su segundo orgasmo que la deja exhausta y respirando agitadamente. Su amante algo cansado empieza a sacar la polla de la vagina de mi madre lentamente y nuevamente la veo en todo su esplendor, aún estaba erguida, vaya aguante que tenía este hombre una polla gorda y aguantadora. De repente veo a su macho acercarse al buro de la cama y tomar un vaso con agua que estaba ahí que generalmente mi madre deja en la noche por si despierta con sed, me giro hacia la cama y tengo la oportunidad de ver a mi madre aún en cuclillas descansando… ¡Wuau! que vista más espectacular se veía su trasero delicioso y un conejito mojadito después de tanta acción. Su amante regresa hacia donde se encontraba ella se vuelve a colocar detrás de mi madre y escucho decirle…

-“¡¡Ahora viene la mejor!!”

Isabel en la misma pose y con el trasero expuesto lo acerca al borde de la cama y su amante le empieza a pasar la lengua por sus nalgas y esta inmediatamente comienza a suspirar y gemir. Observo al macho con su lengua taladrar el culito de mi fogosa madre para ir lubricando y dilatando, después le mete un dedo en su culo y unos minutos después se incorpora le dice a ella…

-“¡¿Estás lista?!” Veo escupirle al culo de Isabel y comenzar a tratar de meter la venosa carne.

-“¡Hazlo con cuidado por favor! Le suplicó ella.

Al macho le cuesta lograr que entre el glande en su culito y ella un poco contrariada exclama…. –“¡Despacio, la tienes muy gorda y me duele!

La verga entra en su pequeño ano lento pero seguro y a cada arremetida de él, ella disfruta dando un gran gemido de placer y exclamando nuevamente –“¡Quiero sentirla toda adentro!

Fue impresionante ver como el rico culito de mamá se iba tragando lentamente centímetro a centímetro toda esa barra de carne. ¡Vaya folladora resultaba ser mi mami! Y yo que la imaginaba recatada para con su ano. Su amante se aferraba fuertemente de sus caderas le daba embestidas brutales sacando hasta la punta del glande y volviéndola a meter toda dentro de su culito que ya iniciaba acoplarse a semejante aparato, fue contradictorio mirar el rostro doloroso de mi madre al sentir la potencia de esa verga y sus caderas moverse rítmicamente al compás de las embestidas. Yo no sabía si en ese momento disfrutaba el dolor o el placer que le causaban las arremetidas. Veía a mi madre con ese monstruo metido en su culo. Su blancas nalgas comenzaron a devorar el cipote del macho hasta tenerlo completamente incrustado en lo profundo de su delicioso trasero. Más tarde el mete y saca se generalizó, en el rostro de mi madre era evidente el placer que le daba estar completamente enculada por la tremenda verga de su amante…, yo estaba al borde de la inmolación de lo caliente que estaba, sentía que la verga me explotaría de lo erecta que la tenía, me sorprendió mucho saber que a mi madre le complacía tanto el sexo anal, nunca lo habría imaginado, no pude resistir más el grandioso y candente espectáculo que me estaban brindando y sin poder evitarlo me ganó la eyaculación dándome una corrida de lo más placentera en mucho tiempo, sin embargo la inflamación venérea no se me bajaba, seguía tan dura como en un principio, ya que la follada que le estaban dando a mi caliente madre continuaba.

Su amante volvió a sentarse en la cama sin desencular a Isabel quien seguía dándose sabrosos sentones en el pollón, luego de un largo rato mi madre se levantó solo para darse media vuelta y sentarse nuevamente en el mástil, metiéndola totalmente en su apretado culito, se recostó sobre el cuerpo de él y con las piernas abiertas por completo las levantó lo más que pudo, ahora estaba frente a mí como si supiera que la estaba viendo y quisiera mostrarme como la enculaban, su excitante vellosidad rasurada y recortada resaltaba en la parte superior, con toda el área de la vulva depilada, y su apretado agujero…, sus labios vaginales humedecidos se mostraban plenos y su culito bien lleno de verga también. La bombeada era suprema, la verga de él entraba y salía por completo del exquisito culo de mi madre y cuando el vástago salía su culito quedaba bien abierto dándome un espectáculo nunca antes visto por mí y antes de cerrársele la verga de él volvía a entrar prosiguiendo el cadencioso bombeo. Continuaron follando y yo extasiado gozando el erótico espectáculo. Pararon, cambiaron de postura y volvió a encularla, mientras la verga entraba y salía del trasero de mi madre, él le frotaba sus gordas tetas con una de sus manos y con la otra la vulva, así duraron largo rato hasta que su macho comenzó a jadear fuertemente anunciando su llegada.

Isabel precipitadamente se apartó de él, volteo su cuerpo sentándose en la cama y con sus manos sujeto el grueso tronco de esa verga y poso sus sensuales labios para recibir la fuerte eyaculación del semental, deduzco que ella trago el semen de él ya que ni una gota de esperma escurrió de su boca. ¡Pensé que sería todo pero me volvieron a sorprender! Mi fogosa madre se volvió a incorporar sobre la cama dando la espalda a su amante, él se inclinó sobre las nalgas de Isabel para besar y chupar su hermoso culito, después acercó su miembro erecto dirigiéndolo al trasero de mi madre y la ensartó lentamente hasta que su verga estuvo totalmente dentro del ardiente cuerpo de ella, para mí era imposible saber si la había vuelto a encular o se la estaba follando por el coño…, lo cierto es que su rabo entraba y salía del delicioso cuerpo de mi madre quien movía su cadera al ritmo acompasado de cada embate de esa incansable verga. Su amante permaneció así durante más de diez minutos, dándole fuerte hasta que con un potente y largo quejido se corrió convulsionando a cada lechazo que le descargaba desovando el resto de lefa que le quedara en sus cojones…, luego se quedó un rato quieto con el ariete aun dentro de su útero. Descanso un minuto y después veo retirar su verga del coño de mi madre… se ve un tremendo hoyo en su chocho e inmediatamente comienza a escaparse y escurrir el semen producto de la fuerte corrida al interior del hambriento conejo de mi madre. De entre todo el espectáculo, hubo dos cosas que me parecían muy familiares… una su gruesa polla y otra su forma de correrse en dos etapas, ambos coincidentes conmigo, pero solo sería casualidad.

Después de esto Isabel mira a su amante a los ojos le da un beso en la boca, dándole las gracias se tira sobre la cama a dormir exhausta después de semejante follada que le dieron. Él se acuesta un rato a su lado para descansar y yo aproveché para salir de la casa a hurtadillas, y pensar en lo sucedido. Unos minutos después hago como que llego de nuevas, después de media hora larga pensé que al tipo se habría largado habiéndole dado tiempo a marchase, sin embargo se encontraban sentados en la cocina tomando un café charlando amistosamente…me encontré con una mujer alegre y risueña muy contenta de volver a verme en casa. Me podría preguntar el motivo de tal alegría, pero era evidente que ya lo sabía y no era solo por verme….

-“Cariño qué alegría que estés en casa. ¿Por qué no has avisado que venías… te hubiera recogido en la estación?”

-“No importa mamá, el nº 12 llega directo a casa”.

-“Mira este es Álvaro un amigo nuestro (De su marido y ella, entiende) que ha venido a vernos…”, (Querría decir a verla a ella y a follársela) “Nos conocemos desde nuestra época liberal en la comuna… Mi hijo Xavi”.

-“Ah, ¿Entonces también eres un hippie trasnochado como mis padres?”

-“Más o menos…”

-“¿Qué quieres decir con ese más o menos?” Me puse impetuoso por lo cabreado que estaba de saber que ese tipo se acababa de zumbar a mi madre y estaba ahí tan tranquilo y seguro de sí mismo.

-“Hijo sí, él y su esposa también practican el nudismo como nosotros…”. Intervino mi madre para zanjar el tema.

La miré enfadado y me marché con el trole a mi cuarto a darme una ducha y darle tiempo al tipo que se marchara de una vez. Cada día tengo más claro que mi madre es una mujer muy fogosa encantada de follar y disfrutar con ello…. Para ella tener sexo es una expresión más de cómo relacionarse amistosamente con otra persona y lograr mayor grado de confianza, para otras personas podría ser tomar un café o ir al cine juntos, compartir un día fiesta bailando o simplemente invitar a comer a casa, para mamá follar tiene el mismo valor, y si le deja correrse dentro de su coño mucho más, casi el mismo que tragase su leche. No intenté averiguar qué grado de intimidad tenían con ese tipo, sin embargo las casualidades se dan y otro fin de semana por la zona de marcha, me encontré a mis padres que iban con otra pareja… resultaron ser Álvaro y esposa, el mismo que se zumbaba a mi madre las tardes del viernes, y a saber desde cuando se la tiraba…. Quise evadirme, pero mi madre me localizó y se acercaron a mí. De la conversación deduje que iban de fiesta a tope y se pasarían por “Los jardines de Babilonia”, un lugar de encuentro para intercambio de parejas “Swinger”, donde ellos sin duda se intercambiarían. De ahí deduje que la follada con ese tipo en casa era podría ser pactada entre ambos matrimonios, pero no era normal que los “swinger” se hagan visitas a domicilio. Sé que mi madre es muy fogosa pero nunca le pondría los cuernos a mi “padre”, entendiendo por cuernos, follar con un tipo sin que su esposo tuviese conocimiento de ello, y viceversa.

Pasaron las semanas, mi relación con Carolina iba de mal en peor y lo dejamos, sin embargo la visión de la vulva húmeda y brillante de mi madre…de aquella follada con su amante, impedía desengancharme de mi madre por completo, sin lugar a dudas el delicioso olor salado de sus jugos incitaba a un beso, a devorar aquella parte de su cuerpo, hasta oírla gemir desesperada. De ser un chico de 15 años virgen pardillo en los menesteres del sexo, a lo sucedido después se pude calificar de un salto brutal…, la liberación sexual en casa me abrió la mente y desde entonces he salido con bastantes chicas en ausencia de compromiso, solo relacionarnos, pasarlo bien y follar… follar mucho. Pero siempre hay un pero, es algo que no se puede andar contando por ahí que tus padres y unos cuantos amigos más se montan bacanales al estilo de la antigua Roma como quien se junta a disfrutar de una barbacoa o una paella entre risas y amigotes…, solamente porque no es algo que se vea comúnmente con buenos ojos, mucho menos si en esas fiestas se hacen partícipes a los hijos sin límite mínimo de edad, llegando a ser copartícipes de pleno derecho una vez que comienza la madurez sexual en la adolescencia, y eso implica que en un momento dado puedes follarte a tu propia madre sin que ello esté mal visto, o a tu hija sin haber terminado aún los estudios de primaria…, pese a que en alguna remota ocasión hayamos pensado o soñado con ello.

Si nos retomamos un poco por el principio, cabe señalar porqué me llamo Xavier siendo madrileño, muy sencillo. Mis padres siendo adolescentes se mudaron a una comuna hippie en el pirineo gerundense, allí nací  cuando mi madre era aún muy joven con tan solo 21 años, mi padre ya rondaba los 26, ambos bastante jóvenes para hacerse cargo de un bebé en un lugar inapropiado para criarlo. Se separaron de la comuna y con la ayuda de mis abuelos, se abrieron camino en una vida avocada al trabajo y alejada completamente de la vida social que habían tenido hasta esos momentos…. No obstante la existencia le fue sonriendo y alcanzaron un estatus social y económico solvente con un grupo de amigos muy particulares, abiertos de mente y muy extrovertidos, yo diría que en exceso para los tiempos que corren…. Mentiría si digo que mi madre a sus 40 años no es una reina de la belleza, con un cuerpo esculpido en el gimnasio y el SPA…, es hermosísima, atractiva y muy resultona… la verdad no lo digo por ser su hijo. Su rostro es angelical, no representa la edad que tiene y su cuerpo de curvas de infarto con todo macizo y firme… sus ojos son de color azulado, grandes y expresivos, casi seductores, hace poco unas arruguitas empezó a salir en la pata de gallo, pero lejos de demeritarlos, los volvieron más intensos porque en verdad sonríe profusamente. Su piel es blanca con un tono apiñonado, pero se torna morena fácilmente con el sol. Su cabello es negro zaíno… cuando era niño lo llevaba siempre largo, a últimas fechas se lo recortó a los hombros. Tiene la nariz finita y recta…respingona, su boca también es finita, no muy grande, no muy chica, basta decir que su sonrisa, aunque seria tiene un cariz triste, al sonreír descampa lo nublado… tal vez por eso mismo embruja. Su cuello es estilizado y su cuerpo... ¡Su cuerpo! (es mi parte favorita) es alta para la media de la mujer española con algo así como 1.72, sus hombros son delicados, sus senos grandes, enormes, de perfecta forma, la cadera un poquito ancha, muy sensual y perfecta para una madona. Sus piernas son delgadas sin rastros de celulitis, y su cintura, si no es de avispa, tampoco es gruesa, invita a abrazarla, a tomarla para deslizarse después, como por accidente a sus nalgas, firmes y grandes; deliciosas... Es una tentación, y más tentación es por el hecho de ser mi madre.

Me encanta, y siempre me ha encantado. Si ahora es guapa imagínense hace veinte años cuando la preñaron de mí, sería un portento… en un lugar tan promiscuo cualquiera podría ser mi progenitor y ese tal Álvaro tenía muchas papeletas que fuese. Volviendo a la actualidad, de cuatro años hacia acá solo he necesitado pensar en ella en mis fantasías para casi todas mis masturbaciones. La espiaba cuando salía de bañarse o cuando se cambiaba, imaginando el sabor de esa piel blanca y suave. Cuando no estaba hurgaba en sus cajones, sobre todo en los de ropa interior, tomo prendas al azar (nunca usa algo de encaje o seda, todo es de algodón, a veces hasta con estampados de ositos y eso) y frotándolas sobre mi cuerpo imagino su candor, el roce de sus pezones endurecidos sobre mi pecho, mientras nos fundimos en un beso salvaje con mi lengua acariciando todos los rincones de su boca. Mis manos aprendiendo el contorno de sus nalgas mientras voy bajando lentamente sus bragas, enroscándolas hasta la mitad de sus muslos, desvelando su monte de vellos recortado, tan diáfanos que se aclaran viendo su piel, y la tenue línea que divide sus nalgas, dejando libre el olor cálido de su humedad sintiendo como se excitaba más y más, hasta un punto sin regreso. Esas vivencias que me regala de vez en cuando, luego las recreo para mi deleite entre gemidos (creo que eso hace más excitante la fantasía). La suelo ver con sus ojos cerrados, suspirando que me quiere, ahogando sus alegatos en un beso de su boca por mi cuello hasta mis hombros mientras empezaba a acariciar el bulto de mi cipote hinchado de sangre. También solía tomar uno de sus pantis (en una época, su ropa íntima se volvió para mí una especie de fetiche, como se habrán dado cuenta) del cesto de ropa usada… la besaba, la olía, la mordía… la enrollaba en mi verga pajeándome, sintiendo casi vívidamente como sus labios la abrazaban, como la devoraba ansiosa, envolviéndome el glande con la lengua. Otras veces podía imaginar la vibrante presión de su coñito estrecho en ella, o la humedad del interior de su vagina…, terminaba siempre dejando que mi semen se derramara sobre las prendas, no sé, creo que de esa manera podía poseerla más a menudo, en especial cuando comencé a estar lejos. No obstante conociendo a nuevas personas en la universidad fui sustituyendo las fantasías de mamá, por chicas reales hasta que me topé con la follada de ella con Álvaro. En Semana Santa todo mi mundo volvió a dar un vuelco de 180 grados.

Continúa...

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