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De cachorro a macho

en Zoofilia

Ya han pasado más de 20 años desde que empecé en estos placeres, por mi vida han pasado ya dos generaciones Chamo y Roco, en la actualidad con nosotros vive Rocky que es quien me toma ahora de forma esporádica, esta historia relata cuando inicié a Rocky en estos placeres, pasando la herencia de generación en generación, este tiene relación con los otros relatos escritos así es que aconsejo leerlos para entender mejor.

En medio de mi mayor abstinencia ya casada y con mis hijos creciendo, nos fue regalado por mis padres a Rocky, hijo de Roco, para mí era como un niño más al que debía cuidarlo, como parte de la familia, tal es el caso de que cuando me propusieron castrarlo para que tenga una vida “más confortable”, yo me negué rotundamente, como una madre defendiendo a su hijo, de igual manera cuando me propusieron cruzarlo a su temprana edad, me negué, sin tener una justificativo válido más que su temprana edad, más mi mente ya jugaba conmigo en ese tiempo así no aceptara que ya yo lo estaba preparando, hubo algunas veces que lo deje lamer mi entrepierna en los cortos y escasos tiempos que estaba a solas con él, y nada más.

Ya alcanzando sus dos años de edad, yo estaba ya internamente maquinando las cosas, y la espera se hizo eterna, mas no podía apresurarme, el día llegó, cuando teníamos planeado ir hacia el interior del país en familia el fin de semana, a la casa de la familia de mi esposo, mi justificación fue que tenía que trabajar el fin de semana, esto me hacía sentir un poco culpable pero eran muy pocas la oportunidades como esta en la que pudiera estar sola, así fue que llegó las semana esperada, mi ansiedad y deseo aumentaba cada vez que lo recordaba, como en los tiempos de mi juventud, me preparé para él afeitándome toda, lo días se acercaban al viernes y mientras realizaba mi trabajo lo pensaba, dibujándose una pequeña sonrisa en mis labios, todo lo veía diferente, en las noches mi ansiedad llegaba a mí y urgía a mi esposo, hasta que llegó el viernes, ellos saldrían después de clases, de ahí en adelante la casa estaría a mi disposición, el día se hizo interminable hasta que llegaron las cuatro, me apresuré para llegar a casa, ya mi esposo me había confirmado que habían llegado bien, de aquí hasta el domingo en la tarde estaría sola en casa.

Llegando a casa, lo primero que hice es abrir la puerta del patio, el entró a saludarme, cerré todas las cortinas de la casa y me fui a mi habitación, me saqué toda mi ropa para estar más cómoda, sabía que tenía tiempo y no quería apresurar nada, el me seguía a todo lado, me recogí el cabello y me miré en el espejo, ya sentía mi calentura, luego de preparar algo de comer para los dos me fui a recostar a lo largo del sillón de la sala y prendí el televisor, me prometí no inducir a nada tocándolo directamente o algo así, todo debía darse de forma natural, instintiva, el deseno debe nacer de él, reconocerme como un ente sexual para el, él se recostó a un lado del sillón, de aquí podía acariciarlo mientras miraba la televisión, estando recostada boca arriba me puse de lado y lo llamé el se paró y empezó a olfatearme por las piernas, que emoción, lo veía acercarse a mi entrepierna, mi estómago se contraía y contenía la respiración, luego subió olfateándome hasta mi cara yo lo acaricié y lo miré, me sentía susceptible, indefensa con este animal, sentía ya la tensión en m sexo, a lo largo de este tiempo descubrí o aprendí que en ellos el juego previo es importante para entrar en calor, y a la vez aprendí que funciona igual con nosotras, o por lo menos conmigo, el juego previo hace que me excite y me ponga predispuesta, tenía la misma emoción de mis años de juventud, en verdad había pasado mucho tiempo de la última vez que fui tomada por un animal.

Me paré y empecé a juguetear con él desnuda por la casa, a empujarlo y abrazarlo, a momentos corría hacia algún cuarto y el me perseguía, me trepaba sus patas encima cunado me alcanzaba, era macizo, compacto, pesado, cuando corría me sentía indefensa ante él, perseguida, su aspecto causa temor aunque fuera de la familia, a la final me detenía para sujetarlo cuando el juego aumentaba de nivel, a diferencia de las perras nosotros no tenemos olores que los atraen a ellos a la hembra para copular, aunque perciben tu aroma, pero no lo relacionan con sexo como con las perras, pero en cambio podemos usar las señales corporales y el jugueteo que conducen a esto y que también son practicados por ellos hasta que la hembra lo acepta, finalmente el juego se concentró en la sala donde empezamos a forcejear, ya podría sentir su pelo rozando mi piel, estimulación muy gratificante que me calentaba, el bordeaba a la hembra y se pegaba a juguetear, yo lo empujaba, y lo abrazaba, podía sentir que yo para este momento ya estaba totalmente mojada como hembra dispuesta, apoyé mi espalda al sillón con las piernas aún cerradas sentada en el piso, quería ver cuál era su reacción, empezó a olfatearme nuevamente las piernas, pienso que ya percibía mi aroma, de apoco fue subiendo olfateándome hasta encontrar mi esencia, al mismo tiempo que yo instintivamente hice una movimiento de cubrir mi sexo con mis piernas para protegerme, su primera lamida, que emoción, pero de pronto se desentendió, siguiente paso yo empecé a abrir mis piernas de a poco mirándolo tocándolo con mi pie para llamar su atención, inició nuevamente su olfateo hasta encontrar mi esencia, estaba ves si ya estaba abierta para él, pudo probar mis líquidos, un suspiro salió de mi mientas mis manos se sujetaban del suelo, y empezó a lamer mi cosa, yo cesaba con mi boca abierta, que delicia, cuanto tiempo, movía mis caderas en cada lamida, su lengua friccionaba mis labios y clítoris una y otra vez, se estaba obsesionado con mi sexo, yo lo miraba desde mi perspectiva como me iba devorando, empecé a acariciar su cabeza y orejas, mientras me comía, para estar más cómoda me deslicé lentamente sobre el sofá hasta quedar regada sobre este, el perseguía mi sexo sin dejarme, tomé mis piernas en mis manos para abrirme más a él, que fricción, yo hecha un charco, su lengua entraba profundo, friccionando mis paredes, mi clítoris, una y otra vez, el sonido del chapoteo, mis labios se desplazaban para dejar entrar su lengua, respiraba a bocanadas, acariciaba su cabeza, lo miraba comiéndome toda, que éxtasis, totalmente abierta para él, estaba llegando a mi clímax, de pronto se desentendió de mí pero yo seguí masturbándome y llegando a explotar en un intenso orgasmo donde el volvió a comerme, que locura, mi cuerpo vibraba y convulsionaba, en mi éxtasis el seguía comiéndome mientras  yo seguía moviendo mis caderas durante mi orgasmo, quedé exhausta de tan hermoso orgasmo todo completamente mojado, el seguía en su tarea hasta que cerré las piernas, luego de un rato envuelta aun en el deseo me deslicé al piso lo acaricié y jugué con él por un rato en cuatro, él fue hacia atrás de mí y volvió a lamer mi cosa, yo me balanceaba hacia adelante y atrás mientras él me comía, el me empujaba hacia adelante con su hocico en su ímpetu, yo gemía de placer, de pronto se detuvo e intentó por primera vez montarme por un  lado, yo emocionada por mi logro, él  de laguna manera ya me veía como una pareja sexual, lo acaricié por mi lado y lo intentó de nuevo, yo giré hacia la posición correcta ya guiada por el deseo, expectante, emocionada, subió pero se bajó nuevamente, iba por el buen camino y sabía que era importante la paciencia, tenía todo el tiempo del mundo, jugueteé nuevamente con él para volver a regresar a mi posición de cuatro, y colocarme a su disposición toda predispuesta, luego de varios intentos finalmente se subió y me aferró, me picó varias veces yo bajé mi pecho emocionada y perdida en el deseo,   encontró el camino, finalmente estaba tomando a su hembra guiado por su instinto y el deseo, yo enloquecida, orgullosa por mi logro, sus bombeos frenéticos, todo muy fluido por nuestra lubricación, el sonido de nuestro chapoteo, de pronto empezó a forzar su nudo dentro de mí, sin ningún tipo de consideración, estaba siendo tomada por este macho con toda la intensidad de su primera vez, una vez dentro, sus bombeos bajaron de intensidad, mis labios se abrieron y cerraron un par de veces en la entrada y salida de su nudo, hasta que finalmente me anudó a él, sentía sus palpitaciones y su incremento en tamaño, estaba expandida y toda ensartada para ser inseminada, podía sentir su punta acariciando gentilmente mi cérvix al igual que sus eyaculaciones golpeándola una y otra vez deliciosamente, respiraba a bocanadas, contracciones en mi estómago, mis movimientos de cadera eran para sentir su miembro reacomodarse lentamente dentro mío gracias a la lubricación, mi cuerpo sudando, mis mejillas calientes, me acercaba a mi éxtasis nuevamente, su manipulación no paraba sus chorros me rellenaban, mis movimientos involuntarios por los estragos que me llevaban al éxtasis de a poco, hace cuanto no sentía este placer, cuanto tiempo de abstinencia, mi cuerpo empezó a convulsionar en un hermoso orgasmo que me iba invadiendo lentamente, mientras su manipulación continuaba, movía mis pies y dedos entrando en esta hermoso orgasmo explosivo mientras seguía siendo inseminada, que delicia que placer me sentía expandida y ensartada por su miembro embarrado e inundado en su mar de semen todo perfectamente lubricado, así seguí sintiendo su manipulación rellena como estaba, no me soltaba, no me importaba quería seguir disfrutando de este placer, en un momento empezó a tirar suavemente, sentí mi entrada expandiéndose lentamente, su nudo empezaba a salir despacio mientras yo me expandía pero su manipulación continuaba en mi interior, finalmente salió por completo con parte de su líquido, yo me quedé en esa posición mientas lo veía a el jadeando con su espectacular miembro aun palpitando y eyaculando, hermoso, en un momento más se acercó y me empezó a lamer mi sexo, yo me senté en el piso y se lo ofrecí este aún sensible recibía esta deliciosa atención,  delicioso sentir esta manipulación expandiendo mis labios, acariciando mi clítoris, yo me quedé sentada asombrada por mi nuevo logro, esta hembra había sido inseminada y había desvirgando a este nuevo macho.

Luego me fui a mi cama donde me quedé dormida profundamente, al amanecer del sábado estaba nuevamente envuelta en tanto deseo como la noche anterior, me quité las sábanas, aún estaba desnuda, lo llamé nuevamente, sabía que no lo había sacado al patio en la noche anterior, al segundo llamado lo vi aparecer por la puerta, que excitación verlo acercarse a mí en mi desnudez, de un brinco subió a la cama, yo me quedé quieta dispuesta para él, mis sueños húmedos durante muchos cuando me revolcaba en la cama sin poder dormir, se había vuelto realidad, yo me quedé quieta a su disposición, llegó a sudarme con lametazos en mi cara, yo me hice a un lado, y empezó a olfatearme por mis pechos y mi cuello de a poco fue bajando hasta encontrar nuevamente mi esencia, él ya sabía para que servía y me empezó a comer nuevamente, sentía la picazón de la relación anterior en mi interior, de a poco me fui abriendo para él, él estaba obsesionado con mi sexo, a ratos se desentendía  y yo lo esperaba, para regresar nuevamente a atenderme, me revolqué en la cama sintiendo sus lametones, lo miraba comiéndome desde diferentes perspectivas, este manipuleo pre copulación me encantaba y me calentaba,  finalmente de a poco terminé nuevamente en cuatro dispuesta para él, su hocico me empujaba hacia adelante mientras saboreaba mi cosa por atrás, yo lo regresaba a ver por uno me mis hombros, finalmente terminó y me montó, yo ya sabía qué hacer, sumisa y predispuesta, bajé mi cara a la almohada y levanté mi trasero, no tardó en entrar en mí y bombearme en forma hasta que se forcejeó dentro su nudo para finalmente abotonarme a él, él ya era ya verdadero macho, sabía lo que tenía que hacer, de a poco mi cuerpo se relajaba y mis quejidos bajaban de tono hasta desaparecer, ahora solo respiraba a bocanadas, mi cuerpo ya transpiraba, él estaba inseminando a su hembra, yo expandida por el recibía todo el placer, mi estómago se contraía de placer, sentía sus eyaculaciones rellenarme toda causando estragos en mi interior, en un momento dado, se bajó de encima de mí y se quedó a mi lado, su nudo generaba una agradable presión en esta posición, yo perdida en el pacer, de a poco mis contracciones me llevaban a un hermoso orgasmo quieta como estaba, este fue llegando de a poco, me vine en un sublime orgasmo pegada a él, quieta con mi cabeza en la almohada, que venida más fenomenal, así me quedé pegada a él por un buen rato, por el espejo del cuarto alcanzaba a ver parte de mi cuerpo y mi trasero pegado a él, causando un gran orgullo en mí, finalmente me soltó, yo me recosté a descansar mientras el lamía nuevamente nuestros jugos de mi cosita, yo me qué quieta disfrutando este placer hasta pensó que era suficiente, así pasó el sábado entregada al placer me dejé tomar en la tarde nuevamente en mi cama y una vez más en la noche en la sala, el domingo en la madrugada nuevamente me dejé tomar por el nuevamente en mi cama.

El domingo en la mañana me dediqué a arreglar el desastre, mi esposo e hijos debían estar llegando alrededor de las tres de la tarde, pero al medio día a pesar que ya no estaba en mis planes, nuevamente envuelta en el deseo lo busqué, estaba admirada de mí misma era insaciable incluso más que en mi adolescencia debía ser por los años de abstinencia, en la cocina frente a él, me quité mi short y calzón quedándome solo en camiseta y se lo tiré a su rostro, él lo olfateó por un momento y se levantó, yo fui caminando lentamente a la sala mirándolo de reojo y me regué en el sillón, lo veía acercarse directo a mi entrepierna, claro que me inspiraba temor, este animal es un asesino si así lo quisiera, estaba en su naturaleza, pero no con su hembra, a ella no la dañaría, empezó a comerse mi sexo que lasciva quería llegar profundo veía su hocico fundido ente mis piernas y sus ojos de asesino, comiéndome toda, que sensación sentir su lengua abrirse campo en mi interior rozando mis paredes yo totalmente mojada, lubricada, tocaba mis senos con una mano por sobre la camisa, mis pezones súper duros, con la otra acariciaba su cabeza, levanté mis piernas para darle mejor acceso abriéndome para él, estaba totalmente mojada, con todo el deseo de mi ser, pensando ya sólo en si miembro, lo llamé para él se subiera, él lo entendió, yo lo ayudé a colocarse bien, ya podía sentir su pelo estimulándome mi ombligo y mis senos, me encanta esta sensación, también podía sentir su funda tocándome a momentos, los rottewilers son macizos, compactos, cubría todo mi cuerpo, me abracé de su lomo para asegurar nuestra cópula, moviendo de pelvis manipulé su sexo hasta que empezó a bombear buscando mi sexo, yo loca de la lujuria, después de un par de punteadas entró en mí, todo perfectamente lubricado, luego empezó a forcejear su nudo que abrió mi entrada sin problema gracias a nuestra lubricación, yo me aferraba a él abrazándolo e incorporándome un poco, y gimiendo por la intensidad de su bombeo, finalmente abotonó a su hembra, seguía expandiéndose dentro mío, yo empecé a mover mi pelvis ligeramente hacia adelante y hacia atrás, ensartada con su miembro, me gustaba sentirlo desplazarse y reacomodarse en mi interior, su pelo estimulando mi piel, que lujuria, sentía su punta acariciar gentilmente mi cerviz, esta era una sensación deliciosa, sus eyaculaciones calientes y constantes me estaban rellenando toda reacomodándose en mi interior en cada eyaculación, mi sexo expandido por su miembro estaba siendo inseminado, yo movía mi cuerpo para sentirlo todo, entregada al placer, levanté mis piernas para envolverlo, aferrándome a él, mis mejillas las sentía al rojo vivo por todo ese calor de mi interior, mi cuerpo transpirando, respiraba a bocanadas de placer en mi estado de trance que iba aumentando en intensidad, me sentía ya rellena, preñada, su manipulación constante con su palpitaciones, acariciaba su pelaje y su cuerpo, miraba mi cuerpo fundido con el suyo, mis pezones duros rozaban deliciosamente su pelaje negro  me estaba llevando a un tranquilo y hermoso orgasmo lentamente, mis contracciones de mi cuerpo debajo del suyo, estaba llegando al clímax de a poco con su manipulación, mi cuerpo vibró como una hoja en un sutil orgasmo que me envolvía toda, yo me incorporaba y rozaba su pelaje con mi cuello, mi pecho mientras abrazaba su lomo en este hermoso orgasmo, que descontrol, me sentía completamente suya, su manipulación aún continuaba, me iba calentando nuevamente, él no había terminado conmigo, yo resignada y dispuesta, sintiendo todo este placer, luego de un momento en medio de su inseminación empezó a jalar suavemente para soltarme, yo me quedé exhausta, satisfecha en el sillón, admiraba su poderoso miembro que aún palpitaba y eyaculaba, brillante por nuestros jugos, finalmente se acercó para comerme nuevamente, automáticamente alcé mis piernas para él, deliciosa manipulación para mi aun sensible sexo, mientras me comía me empecé a masturbar viniéndome así nuevamente, estaba totalmente entregada al placer, luego el finalmente terminó conmigo.

Me arreglé y esperé la llegada de mis queridos, ahora cambiaba nuevamente mis prioridades, finalmente lo liberé en el patio, sin embargo aun cuando mi familia llegó mi cuerpo estaba alterado por el deseo y el placer que ya o podía saciar, hasta la fecha he tenido algunos encuentros con el previo a una buena planificación pero no como esa ocasión. Incluso algunas veces pedí permiso en mi trabajo para poderme ir a casa en horas donde no había nadie y la empleada había pedido permiso.

Como comenté en mi primer relato, mi mayor dilema en este momento es que mi niña ya tiene 12 años, y en verdad no sé aún como actuar sobre este tema, él sin embargo ya sabe lo que quiere y mi niña es muy pegada a él, desde mi punto de vista lo que me ha sucedido no es para nada malo, pero tampoco, bajo ninguna circunstancia quisiera influir en ella a favor o en contra, a veces he pensado en regalarlo pero esto me rompe el alama, por ahora trato de estar lo más atenta posible a que hacen y donde están, y en su momento sabré como actuar.