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La lasciva vida de una maestra de escuela.3

en Confesiones

El Deseo por mi hijo.

Ramón me proporcionó mucho placer, pero era costoso que se pusiera empalmado, no tanto como a mi esposo, pero solo una de cada tres veces era una erección natural. ¿Cómo descarté definitivamente a Ramón? Muy sencillo mi hijo pequeño Alberto se retornó temporalmente a casa y sin saber por qué cambié de objetivo… Deseaba al hijo de Ramón, pero en realidad mi pasión era más fuerte por el hijo que me hizo el albañil, MI ALBERTO. Disculpen semejante barbaridad pero no puedo morir con este secreto, necesito sacarlo. Soy una mujer mayor con dos hijos, uno de 35 años y otro “pequeño” de 29 años muy guapo que se llama Alberto. No sé en qué momento de mi vida fue desarrollándose toda esta situación que he llegado a sentir deseos de estar con él entre sus brazos. Él vive conmigo desde hace unos meses ya que está juntando dinero en lo que su trabajo le permite mudarse a un lugar solo tras haberse separado de su pareja. En cierta parte me siento perversa en el mal sentido, por tener tantas fantasías sexuales con él aunque la excitación y la adrenalina que ya no sentía desde hace muchísimos años han vuelto, me siento motivada y menos cansada, con más ánimo y candente. Cuando él no se da cuenta yo constantemente le ando observando la entrepierna que me fascina como se le ve el paquete ovalado y abultado entre sus pantalones vaqueros o sus pantalones de vestir cuando está sentado, o incluso parado… debe tener el mismo talle que su “padre biológico”.

Es un chico fuerte, musculoso, fornido, bien proporcionado y huele muy rico, es muy adorable, todo un hombre, al que vi crecer poco a poco ante mis ojos aunque siempre fue con ternura. Mi marido me tiene totalmente desatendida desde  hace años, y desde entonces no he tenido compañía viril se exceptuamos las aventuras de Ramón a base de viagra…pobrecillo en lo que se ha quedado. Pero al final respondió con una buena follada con eyaculación tremenda, fue un regalo la verdad, tampoco lo esperaba ya que no muchos se fijan en las mayores. Mi hijo es sumamente adorable conmigo, todo un caballero, me escucha, me valora, me confía (incluso temas de aspecto sexual), nos llevamos muy bien. No he podido o he sabido quitarme estos deseos. Perdonen la vulgaridad pero no puedo hablar esto con todo el mundo más que sólo con mi mejor amiga a la cual me dice con una sonrisa que he enloquecido pero me apoya, así que trato de desahogarme por aquí, es una barbaridad, lo sé. A veces me lo imagino en tanga bailándome, o voy a su cuarto cuando él no está y agarro su ropa interior, pero sobre todo cuando voy a hacer la colada y huelo su ropa impregnada de su olor a macho, sudada, ya que el todo los días va a su gimnasio y le molesta usar bóxer de un día para otro… me los paso por la cara inhalando todo su aroma, eso me pone más cachonda.

La semana pasada cometí mi más grande pecado y fue verle completamente desnudo tras ducharse…, no pude resistirme al oír el agua de la ducha caer sobre su cuerpo y entré con la naturalidad que le da a una ser la madre de ese hombre… él no se inmutó al verme entrar, me miró y me dijo que por detrás no llegaba bien. Le ayudé a secarse la espalda, estaba bastante emocionada porque todo salió bien, le alcancé a tocar desnudo, con la mala suerte que he sentido mayores deseos por él, si mi crío hubiese querido me hubiera dejado tocar y hasta follar… ¡Es una bestia total! Lo compartí con mi amiga íntima Charo y también se emocionó y estuvimos hablando un buen rato sobre él hasta que llegó a casa, al menos por eso no me siento tan sola. A veces mi hijo me ha dicho bromeando que parezco su esposa tras de él todo el tiempo y por eso he tratado de controlarme. Por otro lado, el hecho de ser su madre y ya abuela, me ha permitido esconder comentarios subidos de tono que le lanzo pero se podrían confundir con un amor de madre, le digo que es un bombón, mi hombre, mi tesoro, alabo su físico, le abrazo cariñosamente o le doy caricias en el pecho (incluso una vez le acaricie las piernas cerca de sus genitales en son de broma, cuando él se estaba quedando dormido en el sofá), besos en los cachetes cuando se va o regresa a casa o incluso le he llegado a comentar por ejemplo que su paquete no podría decepcionar a ninguna mujer ya que se le ve muy prometedor…. A veces él se medió incomoda y se va pero no pasa a más. No sabía qué iba a suceder en el futuro pero creía merecer ser feliz, de todas maneras no le hacía mal a nadie. Solo es un deseo que me ha surgido y por favor, traten de ponerse en mi lugar aunque entiendo que no todos pueden comprenden lo que siente… Una mujer, madre de dos jóvenes que se ve desatendida por su marido.

Repara en su hijo, pero no se atreve a dar el paso, hasta que lo sorprende masturbándose frente al ordenador, mientras navega por Internet. Desde entonces memarqué el objetivo de aliviar a mi niño sea como sea, y de paso cubrir mis necesidades. Tenía un buen cuerpo a pesar de mis 58 años… lo conservaba porque hacía mucho ejercicio.

En mi vida nunca hice el amor con nada más que tres hombres, pero a los 17 años tuve una amiga con la cual pasé momentos inolvidables de placer, ya que ella era lesbiana y gozábamos cada vez que ella llegaba a la casa de mis padres a dormir, éramos inseparables, yo pensé que también era lesbiana, con el tiempo hicimos lo mismo con nuevas amigas lesbianas, la pasábamos muy bien, pero conocí a Eduardo, un hombre que nunca se enteró de mi atracción sexual y la verdad me enamoré de él, nunca hice el amor con él hasta casarnos, según yo para terminar con toda mi calentura y que fuera sólo suya hasta el día de nuestra noche de bodas, fue un error fatal ya que lo acostumbré a hacer el amor pocas veces, me casé muy joven nada más terminar la carrera a los 22 años, estaba maravillada con ese hombre.

Al año tuvimos a nuestro único primer hijo Emiliano, Eduardo creció procesionalmente y vivimos muchos años entre lujos y los placeres que da el dinero pero nuestra relación amorosa fracasó, conmucho una vez al mes teníamos relaciones sexuales, pasé de ser una caliente chica lesbiana a una frígida mujer. Seis años después en la reforma de la casa conocí al albañil Ramón, nunca había visto tipo tan macho y me lo follé, quitándome todas mis frustraciones de encima… me preñó y mi vida volvió a la rutina de mi marido. En estos días es un verdadero milagro que me “FOLLE”, ya no se le empalma, es imposible que se lo ponga dura conmigo aunque él afirma que no ha perdido facultades, así es que me folla con un consolador, se la mamo un rato y finalmente se corre… solo tiene 60 años pero está para el arrastre.

Desde hace unos meses tengo a Alberto en casa, quiere ahorrar para emanciparse definitivamente tras el fracaso de su última relación. Hace cosa de un año descubrí todo el sexo que se encuentra en internet. Mi hijo se pasaba las horas navegando, nosotros no sabíamos el por qué hasta que un día en el cual no esperaba mi regreso, entré al estudio de la casa y él se encontraba masturbándose…, al abrir la puerta él no se dio cuenta y yo no hice ningún ruido sólo me limité a observarlo y la verdad fue maravilloso, tenía la verga bien rica, muy grande, casi más que su “padre”, al que hacía bien poco pude probar por última vez, pero además era un cipote muy gordo… al igual que su padre lo tenía rollizo, lo veía más carnoso. La vista era maravillosa, no pude distinguir qué era lo que veía en la pantalla por mi miopía, pero él lo estaba gozando, me sentí tan mal al estarlo espiando, pero no podía dejar de admirarlo, sus gemidos me hacían excitar más y pronto me empecé a calentar tremendamente, mis pezones saltaron duros y mis bragas se humedecieron sin parar, fue en ese momento donde recordé todas mis locuras de juventud con Ramón, y deseé tanto tener ese hermoso mástil entre mis piernas, quería gozarlo y que me volviera hacer mujer, pero era mi hijo y sólo sería una fantasía.

Continué con el espectáculo y pocos minutos después, explotó en una eyaculación tremenda… vi cómo soltó chorros y chorros de semen los cuales no paraban de salir saltando largos por la fuerte presión. Fue maravilloso ver a mi querido hijo gozar de esa manera, cómo deseé haber sido yo la que con mis manos hiciera gozar a Alberto o los labios de mi coño los que arroparan el magnífico falo de mi niño. Rápidamente cerré con cuidado la puerta y regresé a la de entrada y fingí regresar a casa, abrí y cerré con fuerza la puerta y grité mi llegada, mi hijo me contestó desde el estudio, por un momento quise entrar a él pero sabía que lo encontraría muy excitado y preocupado de encontrarlo en ese estado y opté por subir a mi habitación….

-“Voy a ducharme cariño”, le grité.

-“Yo voy a salir…”, me contestó.

Entré a mi habitación me desnudé lentamente frente al espejo, mi corazón latía sin parar pude ver lo duro de mis pezones, como en muchos años no estaban así y mis bragas qué decir de ellas, estaban tan mojadas que sólo pensé en su rabo recio y largo horadándome dentro de mi coño…, así que me empecé a acariciar todo mi cuerpo, mis tetas, mi culo, mi coño. En segundos ya tenía dos dedos metidos en mi conejo hambriento y me acariciaba el culo todo esto imaginando que era el cipote de Alberto. Tomé mi consolador modelo Alex, me acosté y gozaba metiéndomelo hasta que gemí del gusto de mi acabada orgásmica.

Entré a la ducha y ahí tuve otro orgasmo, salí me vestí y fui directo al cuarto de mi hijo, a pesar de que una señora llega dos veces por semana a realizar la limpieza de la casa mi hijo se negó desde un principio y prefirió hacerlo él mismo en ese momento me enteré de la razón, ya había entrado muchas veces a su habitación pero nunca a husmear, tenía posters de algunas actrices en traje de baño pero nada fuera de lo normal, abrí su cajón y sólo encontré sus bóxer, busqué más adentro y nada, fui hacia el armario y encontré una caja con candado busqué por todos lados hasta que encontré la pequeña llave, abrí el candado y me llevé una grata sorpresa, revistas pornográficas, CD’s de videos porno (imagino que caseros), varias cajas de condones XL, en fin me di cuenta de que mi hijo era un follador tremendo, por los condones supe que mi hijo follaba con sus amigas y se gastaba una buena polla…, me imaginaba las locuras que tendrían los videos y ardía en deseos de verlos, guardé todo sin antes dejar de ver un momento esas riquísimas revistas, las ojeé y las dejé todo en su lugar…me fui a mi habitación a seguir masturbándome pensando en él, en años no había tenido tantos orgasmos como en ese día y mucho menos imaginándome que sería por mi hijo. Me volví a duchar y esperé a mi marido e  hijo para comer, sólo encargué comida por teléfono ya que todo el tiempo se me vino encima. Llegó mi marido y después apareció mi Alberto…, estaba nerviosa, no sabía si él se dio cuenta de que lo vi masturbarse pero no lo creo porque actuaba muy natural, comimos y mi marido regresó a trabajar.

-“Esta tarde voy a salir con mis amigos”, dijo mi hijo.

-“Oye cariño, porque no me dejas tu ordenador, necesito hacer algún trabajo en Word”, le supliqué.

-“De acuerdo ahí lo tienes, no tiene clave de acceso”.

-“Lo que necesito es que me enseñes a buscar por internet y poder descárgamelo para reflejarlo en un documento de office editable… no sé cómo se hace”.

En realidad quería descubrir qué veía en ese ordenador, ni siquiera entendía lo de Internet, pero en fin me empezó a enseñar lo básico cómo manejar Windows (crear y renombrar carpetas), Word (Cortar y pegar…)  y como buscar archivos en internet. Traté de abrir alguna carpeta de él pero estaban protegidas con contraseñas y no pude leerlos, lo demás eran tareas, videos, fotografías de artistas. Al siguiente día me prometió enseñarme más sobre Internet. Llegó la noche cenamos y aún me sentía muy caliente intenté hacer el amor con mi marido pero éste estaba muy cansado, le reclamé y discutimos pero accedió a hacérmelo con el dildo… me estaba aburriendo esa vida monótona e insulsa que llevábamos… mi relación con mi marido era un fracaso y por todo lo que pasó con mi hijo, pensé que sería bueno gozar del sexo con otros hombres, y así no tener que ver nada con mi hijo ya que no era correcto.

El viernes cuando mi hijo se fue a una entrevista de trabajo, fui directamente por los videos… dios era maravilloso, en uno salían dos chicas jóvenes, muy bonitas y delgadas, besándose y desnudándose, chupándose todo el cuerpo, un tipo se acercó a ellas de inmediato lo despojaron de su ropa y le mamaron el enorme mostrenco rico que portaba, él se las folló como todo un maestro, lo que más me encantó fue cuando les daba por el culo, y luego cómo se tragaban su semen las dos, el video continuó yo terminé masturbándome riquísimo mientras veía el video deseando a mi hijo, y decidí cambiar el rumbo de mi vida tenía que follar con mi hijo. Me bañé y sólo me dejé mi bata de baño esperando su regreso, cuando llegó le dije que me enseñara cómo manejar el Internet, me explicó cómo entrar a páginas, cómo buscarlas… entre otras cosas, todo enfocado a mis materias docentes claro (Recordar que soy maestra de escuela). No dejaba de mirarme la abertura de mi bata que mostraba un poco mis tetas y marcaba mis pezones hinchados de placer, pude notar su erección y eso me encantó, había excitado a mi hijo. Cuando él se fue con sus amigos lo primero que hice fue buscar la palabra “incesto”…, y ahí encontré la página de relatos eróticos… empecé a leer todos los relatos, las fotos, los videos y las Webcams, y todo me encantó, comprendí por qué mi hijo se pasaba las horas conectado a Internet. Los relatos de incesto me dieron valor e ideas de cómo follar con mi hijo y no dudé en hacer un plan para lograrlo. Lo más curioso fue que el correo electrónico lo tenía abierto con la clave automatizada, no pude contenerme para ver qué y con quién se escribía. Iba pasando mensajes de amigos y sobre su trabajo, búsquedas de empresas y por fin un mensaje que me llamó la atención.

Asunto. Como es mi mujer madura favorita

“Como por ejemplo una madurita que sea madre, una mujer mayor pero que aún se mantiene activa, no como su marido que suele estar para el desahucio... ellas dicen que las follan poco o nada. Así que mientras que éste se encuentra en el bar echándose una partida a las cartas en el bar, yo le suelo hacer compañía y algunas veces surge, sobre todo me relajo con ella los viernes y los domingos por la tarde cuando voy a visitarla, ya sabes cómo son las mujeres de esa generación... están acostumbras a que el hombre sea quien ponga y disponga. Aún tiene un chochito muy cálido. Son los mejores coños que te puedes follar: acogedores, cariñosos, sumisos y tragones, y como ya no están en edad fértil no hay problema que la puedas preñar, se dejan follar a pelo sin condón... la pones y la clavas hasta que dé de si tu rabo hasta los huevos. Ya imaginas que la sensación es única cuando la estás follando porque sientes toda la calidez de sus esponjosa y lubricada vagina en tu capullo... se te pone a reventar. Y para acabar una buena lechada toda para adentro en lo más hondo de su útero para que no se saga una gota..., se pone las bragas y faena acabada a esperar a su marido. Después cena con su esposo… madre mía el morbo que da saber que tiene toda tu leche caliente metida en su coño y tratando con su marido como si no hubiera pasado nada con la vagina atorada de lefa… ¡Esas mujeres son únicas! Y si además son tu madre, no te digo a donde se eleva el morbo y el placer. Después un poco de tele en el sofá con su marido que pronto se queda grogui, y yo para casa con los huevos aliviados. Por supuesto un beso con lengua de despedida sin que se note mucho y no sospeche el cornudo del padre... menudo calzonazos trabajando como un mulo para mantener a la familia y el hijo llenando a su esposa de placer y leche espesa, pero para eso están los hijos primogénitos o los amigos de estos.”

Me quedé impresionada a mi hijo le van las maduras como su madre, vamos que no tendría ningún reparo de follarme…, me puse cardiaca. Después leí de su otro interlocutor otro comentario en respuesta, y éste si se lo hacía con su madre por lo que decía…, debía estar asesorando a Alberto para animarlo a follarme.

Reenvío de trovo_decimo@hotmail.com

“Menudo coñazo tiene mi madre, anda que no disfruto follándoselo todos los días que me deja. Además mi madre es de las que permite correrme dentro, así que en cada polvo acaba con el coño lleno de leche de su hijo. Gracias a que voy de vez en cuando por la casa materna se siente más joven y deseada, me dice. Ha rejuvenecido desde que lo hicimos la primera vez. Le gusta abrirse de piernas y que su hijo la folle en la postura del misionero, a cuatro patas le da reparo, pero también le doy con un poco de insistencia cuando la tengo bien cachonda. Bueno, y que termine dentro de su coño lleno de semen, total, a su edad es imposible quedarse preñada como tú dices, y nada supera a una buena corrida interna a pelo, sin condones ni monsergas, sentir el calor y la humedad de su chocho directamente en tu polla. La primera vez mientras me corría dentro de su coño mi leche iba chorreando, era impresionante, se me puso el pulso a mil al notar como la llenaba. Además entonces lo tenía sin depilar, con mucho pelo. Acerqué mi verga a su cara y me hizo una mamada mientras se tocaba el coño antes de empezar. Se tumbó en la cama y abrió las piernas, yo le metí toda mi polla esquivando todo su matorral de pelos hasta introducirla al completo. Mi madre es silenciosa, es de esa generación que folla sin gemir interiorizando su gozo, pero se le nota lo cachonda que está lubricando como una bestia. Luego le doy la vuelta y sigo follándomela viendo su culazo. Otras veces se sube sobre mi rabo, hasta que no aguanto más tocando y chupando sus tetas y empiezo a eyacular dentro de ella. Todas las semanas se queda con mi regalo dentro. Incluso me hace una limpieza final con una  mamada para tragarse todo lo que había quedado”

Cerré su correo y me marché volando a hacerme una soberana paja, no lo pude evitar, chorreaba como una adolescente pensando en eso jóvenes pendientes de sus madres. Esa misma noche entré al estudio con Alberto frete a su ordenador, no sé si veía una página de sexo pero se encrespó…, entré despacio y me senté en sus piernas y por fin pude sentir lo duro de su polla ya que lo alcanzaba a rozar, estaba muy tenso pero yo actué natural y le dije que su padre tenía mucho trabajo y que quería salir a la playa a pasar unos días en el chalet de Tarragona, él me dijo que sería maravilloso, le di un beso en la mejilla y le dije que lo arreglaría todo. Hablé con mi marido y por su puesto él dijo que iría sin nosotros, le dije que saldríamos el próximo jueves y regresaríamos el domingo de la semana siguiente, fui a la habitación de mi hijo y cuando entré el olor a semen era intenso, mi niño se había masturbado, llevaba sólo mi bata de seda para dormir, mis pezones se marcaron en la fina tela, él se dio cuenta y no apartó su vista de ellos, me acerqué a su cama y me senté en ella, mis nalgas sintieron entre las sabanas una revista, me imagino que mi hijo estaba masturbándose con alguna pornográfica y no le dio tiempo de guardarla, me dieron ganas de sacarla y descubrirlo para ver su reacción pero no lo hice, preferí seguir con mi plan.

-“El jueves nos vamos a la playa tú yo solo, papá no puede venir, tiene mucho trabajo”. Él me sonrió.

-“De acuerdo, me va a gustar estar contigo a solas en la playa, relajaditos los dos”.

Lo tomé de la mano y le di un beso en la mejilla muy cerca de la comisura… “¡Ya verás cómo nos los pasamos  muy bien!”, me encantó la forma que disimuladamente me veía mis senos, me imaginaba su hermoso cipote erecto bajo las sabanas y por un momento estuve a punto de despojarlo de las sabanas y chupárselo pero me contuve. Al siguiente día fui a la estación de Sans a sacar los billete de tren, recordé que en el centro comercial que me pillaba de paso, había una tienda de ropa con una señora mucho mayor, de la cual todas mis amigas decían que era lesbiana y me pareció buena idea jugar un poco con ella, y recordar mis tiempos de lesbiana, llegué a la tienda ya casi para la salida a la comida, la señora se llama Martha y me dijo que estaba a punto de cerrar, le comenté que era una urgencia ya que saldría de viaje, me acerqué a su oído y le dije….

-“¡Ayúdame voy a salir con mi amante y quiero lucir bella para él!”, le brillaron los ojos y despidió a sus empleadas una vez cumplida la hora de cierre, les dijo que se fueran que ella me atendería.

-“Amiga tu sí que sabes convencer”, me dijo.

-“Lo que pasa es que es mi primera cita con otro hombre fuera del matrimonio… y quiero excitarlo mucho”.

-“No te preocupes querida yo te ayudo, dime qué te gustaría”, al mismo tiempo que cerraba la tienda.

-“No lo sé, quiero algo muy sexy, vamos a ir a la playa y quiero tenerlo excitado todo el tiempo”.

-“Mira tengo este vestido pruébatelo”.

Entré al probador y dejé la puerta abierta y me desnudé dentro poco a poco, ella no dejaba de mirarme quedé sólo en bragas y me coloqué el vestido, me dijo que me quedaba muy bien y era cierto tenía un escote en todo el pecho sólo me cubría mi senos y la espalda estaba abierta y me llegaba sólo unos centímetros abajo de mis nalgas, se acercó y me acomodó la parte de arriba alcanzando a rozar mi pezón…, saltaron erguidos de inmediato…

-“Con este vestido querida levantas a un muerto”, sonreímos. “Dices que vas a ir a la playa, pruébate este traje de baño”.

Nuevamente estaba desnuda me quité las bragas, ella ya no disimulaba nada, me veía con lujuria y yo estaba con mis pezones erectos y empezaba a humedecerme, era una tanga minúsculo apenas me cubría con un pequeño triangulo, todos mis vellos salían disparados, el sostén apenas me tapaba con esos pequeños triángulos mis pezones que son espectaculares cuando se pone duros…, y mi culo se tragaba todo el delgado hilo dejando al descubierto mis nalgas.

-“Date la vuelta querida”, lo hice lentamente ella se acercó a acomodarme mi sostén para cubrir bien los pezones rozándolos nuevamente, me sentía en la gloria… “Amor con este traje no solo excitas a un muerto, a cualquier mujer la dejas con ganas de comerte toda”.

-“A cualquier mujer no creo, tendría que ser lesbiana o bisexual”.

Tienes razón las demás te verían con envidia, pero nosotras con admiración, de verdad te ves muy sexy, pero tenemos que hacer algo con estos vellos…, me temblaron las piernas ya que con su mano me acarició mis vellos…

-“Amor tienes que rasúratelos” (ciertamente no me rasuraba en varios meses y me salían muchos). “Cuando quieras te ayudo…”.

Me quede ahí parada sorprendida, mi juego de excitarla me había ganado, ahora las dos estábamos muy excitadas, me empezó a acariciar mi coño, solté un gemido el cual tapó con un beso… tenía experiencia de varios años de aquellos juegos juveniles con mis amigas, pero ahora estaba besándome con una mujer que me había convertido en bisexual, su beso fue húmedo, rico, pasaba su lengua junto a la mía. Me acarició el culo, me chupó y mordió mis pezones, no dejaba de acariciar mi coñito todo mojado, yo sólo seguía besándola y mis manos fueron a parar a su culo ya flácido por la edad pero no menos rico y excitante para mí. No sé cómo pero ya estaba desnuda y yo a ella ya le había quitado su vestido, tenía a una mujer en bragas gozando con ella, sus tetas le colgaban por la edad, pero su tamaño lo compensaba ya que eran enormes con unos pezones grandísimos y oscuros, unas bragas blancas y más húmedas cada vez que le acariciaba, de inmediato ella se agachó y me dio la mamada más rica en años

Yo gemía, le tomaba de la cabeza empujándola más hacia mí, le jalaba sus duros y grandes pezones, ella subía y me seguía mordiendo mis tetas y me besaba, no tardé nada en tener un orgasmo delicioso, ella se levantó y me ofreció sus pezones comiéndomelos sin parar, le quité sus bragas, ahora era mi turno y bajé a comerme toda su vulva hinchada, la cual chorreaba jugos riquísimos por todo mi rostro, le metía mis dedos ella gritaba sin pena, dio un salto cuando le metí un dedo en el culo, a la muy puta le gustaba, me mojó toda al llegar a su orgasmo. Después de correrse, me puso en cuatro patas y hundió su boca en mi culo, metiéndome uno y hasta dos dedos en mi culo, me estaba destrozando, tenía años que nadie me daba por el culo, me dolía tanto que casi no podía soportarlo, me decía…

-“Eres una puta cabrona, te gusta zorra, te gusta que te jodan por el culo”, me daba nalgadas fuertes en el culo, que me lo dejaron rojo y sensible, no paraba la muy cabrona me estaba violando riquísimo y tuve un orgasmo interminable, y acabé toda golpeada en el culo. Me dejó ahí parada como toda una puta, excitada…

-“Amor mañana vienes para rasúrate estos vellos para que al cabrón de tu amante lo dejes erecto todo el día de lo hermosa que te verás y de paso traigo unos juguetes para que gocemos más”

La besé, me vestí y salí de la tienda sin el vestido y traje de baño que llegué a comprar, tendría que regresar mañana por ella y para ver que sorpresa me tendría, entré a un restaurante pedí un vodka y en cada trago que le daba me venían imágenes de mi hijo dándome por el culo, haciéndome su amante, su caliente esclava, no sé cuánto tiempo estuve en las nubes mojada deseando tener ya a mi hijo haciéndome suya, entré al baño del restaurante y me masturbé de nuevo, salí y me fui a casa, apenas podía conducir… esa mujer me dejó rendida. El jueves iría con mi hijo a la playa y todo lo tendría planeado para gozar con él, haría que él me pidiera a gritos que folláramos… lo haría el amante perfecto, ya que no tendría que salir de casa para gozar con él. Sin duda Alberto debía de estar muy necesitado después de romper con su pareja y llevar tres meses picoteando y poco…, así que debía de estar bien cargado de testosterona, energía juvenil y mucha leche en sus duros huevos. Deseaba tanto que pasaran los días rápido y que llegara el día de nuestra partida, regresé a la tienda a la misma hora ahí estaba esperándome Martha, pero ahora estaba una amiga suya, muy delgada, con cabello negro, muy alta, se veía muy elegante con un vestido negro, no tenía casi nada de donde tomar, pero se le marcaban muchísimo sus pezones, cerró la puerta y me dijo…

-“Amor esta es Susana, ella nos va a ayudar a rasurarte, vamos desnúdate sexy para nosotras”

Y así lo hice, me desnudé para ellas, lo hice muy sensual Susana se acercó a mí y me besó, me hizo sentar y sacó todo lo necesario para rasurarme, me abrió las piernas y acarició mi chochito, yo me mordía los labios de la sensación tan excitante al estarme rasurando, en minutos estaba totalmente sin vellos, de inmediato las dos me hicieron un show particular, las veía besándose, tocándose todo el cuerpo, masturbándome riquísimo, fue increíble, verlas gozando de esa manera, el contraste de los dos cuerpos era hermoso, una con grandes tetas y culo y otra casi lisa pero con unos pezones puntiagudos me tenía súper mojada. No resistí y me uní a ellas, las tres gozamos tremendo, llevaban consoladores dobles, vibradores, una pollas enormes, los usamos por todos lados, las tres éramos machos para cada una de nosotras, fue increíble todo lo que hicimos, sólo en las películas de mi hijo vi algo así, puedo decir que nunca dejaría de hacerlo, de verdad nunca lo haría.

Me regalaron el falo más grande de recuerdo de nuestra cachonda amistad, para que siempre las recordara, me llevé el vestido y el minúsculo traje de baño, en mi plan no estaba salir con ese traje el primer día, así que entré a otra tienda a buscar uno menos escandaloso, pero también de dos piezas y que me quedara ajustado, entré a buscar sujetadores y bragas muy sensuales y transparentes, busqué una braguita transparente negra con encajes para ponérmela con mi vestido. Y por fin llegó el jueves, como todos ya sabéis con 58 años la menopausia se instaló hace tiempo en mi cuerpo, pero lejos de quitarme las ganas y dejarme seca, ahora que mis días fértiles habían pasado, podría gozar de mi hijo sin el uso del condón ni riesgo de quedar preñada de él.

El chalet de la playa.

Salí vestida con un pantalón muy ajustado y un top negro sin sostén el cual marcaba muy bien mis pezones, me coloqué una blusa de botones encima, no quería que mi marido me viera así, él nos llevó a la estación y partimos a la gloria. Al subir al tren mi hijo se sentó en la ventana y yo en el pasillo, yo no dejaba de mirarle el paquete a mi hijo, no lo tenía erecto, pero yo deseaba vérselo durito, le dije que tenía sueño y me recosté en su hombro, al poco rato mi teta derecha rozaba su brazo, yo constantemente me movía para frotarlo en él, mis pezones estaban ya muy duros y creo sin duda que él sentía mi pezón dilatado y endurecido como se me suelen poner desde niña, excitado en su brazo, mi mano se posó en su vientre y la metí por debajo de su camiseta acariciando su barriguita…él se dejó acariciar. ¡Dios mío estaba tan cachonda que tenía ganas que ahí mismo me hiciera el amor, que digo me FOLLARA a pijo sacado! Abrí mis ojos disimuladamente y me fije en su entrepierna y ahí estaba su mástil ya dilatado, había excitado a mi hijo, se veía hermosamente duro, no pudo disimular el contacto de mi cuerpo caliente al suyo, mi plan estaba empezando a ser perfecto. Ahí estábamos los dos en un tren, rozando nuestros cuerpos, calientes deseándonos, pero al mismo tiempo estábamos nerviosos y coartados, temerosos de dar el primer paso…. Sí, lo tengo que confesar, parecía una recién casada a punto de ser desvirgada por un mostrenco ciclópeo, nerviosa al momento de llegar a su primera noche de bodas, pero también estaba nerviosa porque a pesar que mi hijo se hallaba avivado, preocupada su reacción en cada insinuación mía para que él se atreviera a follar con su madre, con la mujer que lo trajo al mundo. Sólo deseaba tener las fuerzas suficientes de poder hacer que él me follara como nunca, y haría todo lo posible porque él lo gozara y olvidara todos los estúpidos prejuicios y follara conmigo con las mismas ganas y deseos que yo…

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…Volver a conectar a una madre con su hijo, ya no por el cordón umbilical sino por un acoplamiento genital, donde ahora él sería quien alimentara a la madre, dejándole entrar con su majestuoso miembro viril diseñado para inseminar a la hembra, y dado que el principal objetivo de tan prolongado conducto es aparearse con ella y fecundarla nutriendo la misma vagina que le vio nacer, no dudaría en tragarme toda su eyaculación disfrutando de ese momento tan especial y mágico para ambos en tan soberbia cópula. Carne de tu carne, sangre de tu sangre entrando en tus entrañas con el fin de verter la augusta semilla de sus preciosos y arrogantes testículos. Al llegar a nuestro destino y  antes bajar del tren entré al baño y ahí me despojé de la blusa, me veía muy sexy, esos pantalones hacían lucir mi culo y el top resaltaba mis mamas muy bien, tomé las puntas de mis pezones y me los estiré muy fuerte, me los apretaba para que se endurecieran a lo máximo. Salí del baño y ahí estaba mi hijo esperándome me acerqué a él y su vista se fue directo a mis pezones marcados escandalosamente en el top, son imposible no verlos si sobre salen dos centímetros de mi aureola, lo tomé de la mano y le dije…

-“Me he quitado la blusa por el calor que hará al salir de la estación y cogimos un taxi”, salimos y nos dirigimos al chalet a varios kilómetros de Tarragona, y ahí estábamos los dos dentro de nuestro chalet, olía a cerrado y lo ventilamos…. Le dije a mi hijo que disfrutáramos todo el tiempo posible… -“Anda cariño vamos a dar una vuelta a la playa, ponte tu traje de baño”.

Saqué mi traje de baño y dejé sobre la ropa mi otro traje de tanga, quería que él lo viera y que se sorprendiera que usara uno así. Entré al baño a cambiarme, ¡Dios Santo lo mojada que estaba ya!, mis jugos sabían riquísimo, no aguanté mucho y decidí masturbarme para aliviar mis ansias de sexo momentáneo, cuando salí los ojos de mi hijo al mirarme ya no eran los mismos de antes, pese a haberme visto en traje de baño, este siempre era de una pieza… era la primera vez que delante de él usaba un traje de baño de dos piezas, prácticamente me estaba viendo con ropa interior, sin pantalones, sin blusas o vestidos, él se había puesto unas bermudas, creo que para disimular su erección, sus ojos brillaban, me fijé en mi maleta y había movido mi ropa, creo que le encantó ver el minúsculo traje de baño que le tenía preparado…

-“¿Cariño y tu bañador…?”.

-“Lo tengo puesto pero prefiero ir con bermudas”.

-“Muy bien amor a disfrutar”, le di un beso en la mejilla tan cerca de su boca como la discreción me permitía y lo tomé de la mano

-“Lo vamos a pasar de maravilla, olvídate que soy tu madre imagina que vienes con una amiga tuya, ¡No me trates como tu madre por favor!”.

-“Sí mamá no te preocupes”.

-“Además somos amigos no crees… nos será fácil ponernos en el rol de “acompañantes” con derecho…”. Se me aflojó una risa perversa que le contagio quitando hierro a mi sugerencia.

-“Sí mama, pero cómo te llamaré cuando tenga que hacerlo”.

-“Por mi segundo nombre, dime Pili cada vez que me llames, así no dirán que esa mujer no tiene un hombre que lo acompañe, y eso me haría sentir mal”.

-“Bueno Pili vamos a la playa”.

-“Así se dice amor, vamos. Perfecto no actuaríamos como madre e hijo sino como un hombre y una mujer que están de vacaciones”.

Al llegar a la playa mi hijo se quitó sus bermudas y… ¡Oh, qué vista tan deliciosa!, el cabrón de mi hijo sí que tiene buen paquete, no estaba erecto pero se le notaba lo gorda que es su tranca. Al poco rato le dije que nos debíamos broncear sin quemarnos la piel con el sol, tomé la crema, le di la vuelta y le unté la crema por su espalda, sus piernas, lo hacía despacio y procurando excitarlo. Cuando tocó el otro lado se negó, creo que su mástil duro lo impedían…

-“Entonces ponme crema a mí”, me recosté boca abajo y él empezó a untarme también, era la primera vez que me lo hacía en mucho tiempo, sentía sus manos sobándome la espalda, bajó a mis piernas, sentía muy rico, le dije que me desatara el sostén, que no quería tener marcas y así lo hizo.

-“Me molesta que me deje marcas el traje ojalá y no hubieran tantos prejuicios y pudiéramos broncearnos desnudos”.

-“Para eso están las playas nudistas”.

-“Pues no sé si aquí haya una, pero me encantaría que no me queden marcas”.

-“Sí hay alguna por aquí… hace años investigué lo que había y seguro que aún se mantienen”.

-“En serio amor, pues sería una buena idea darnos una vuelta por ahí ¡¿No crees?!”.

-“Estas loca mamá cómo vamos a ir tú y yo… me da mucho corte ponerme en bolas”.

-“Alberto, ¿en qué quedamos…? Dijimos que no me dirías mamá y además soy tu madre…ya te he visto desnudo varias veces, no tendría nada de malo verte de nuevo, ¡¿no me digas que te da vergüenza?!”.

-“No es eso Pili, es que yo a ti nunca te he visto desnuda al completo y me puede impresionar…”.

-“Ya te entiendo mi vida, pero no tengo nada que no hayas visto en otras mujeres… soy muy normal, y en esos sitios todo el mundo está en pelotas como sin nada, sin morbo y van hasta familias enteras y no pasa nada, pero en fin es sólo una idea, tal vez lo hagamos, tal vez no, a mí me encantaría sentirme libre por un momento, ¡¿a ti no?!”.

-“Sí, siempre he pensado conocer un lugar así, pero nunca pensé que lo haría contigo”.

-“Pero si eres un cabrón… te hubiera gustado hacerlo con alguna de tus amiguitas ¿Verdad?”.

-“No es eso Pili, solo que al ser una de esas fantasías de cualquier hombre…, lo de estar en pelotas con una chica todo el día en una playa paradisiaca, pues no te lo planteas en primera instancia con tu propia madre…”.

-“Bueno pues como te dije ahora no soy tu madre soy Pili tu amiga con derecho… y todo lo que hagamos será como si fuéramos “novios”, sin prejuicios, ni tabúes. Quiero que disfrutemos sin compostura ni pudor”.

-“¿Tú te despelotarías conmigo delante así sin más?”.

-“Lo dices de una manera como si fuera el fin del mundo… ¡Yo creo que ya es hora que veas a tu madre en pelotas!, no puede haber nada malo en ello, al fin y al cabo solo te queda por ver mi coño y mis tetas, bueno más bien mis pezones…Lo demás lo tienes bien visto y sobado”.

-“Bueno Pili si tú quieres y me lo pones tan fácil… por mí de acuerdo”.

-“¡¿Es que tú no quieres pasártelo bien viviendo la vida a tope?! Todo se hace muy corto si es bueno, debemos aprovecharlo ahora que se nos ofrece y podemos.”

-“Sí Pili, tienes razón vamos a vivir gozando del momento y el lugar”.

-“Anda que bien nene, así me gusta… broncéame por delante para empezar a disfrutar…”.

Me di la vuelta y por un momento quise que me viera mis tetas, pero no mejor me las tapé para no preocuparlo e ir demasiado rápido, no fuera se me escapara el ejemplar. Mi plan estaba saliendo de maravilla, ahora mi hijo actuaría como mi amante, novio o folla-amigo, y hasta estaba dispuesto a ir a una playa nudista, era perfecto el momento. Al darme la vuelta dirigí mi vista a su paquete y qué paquete a pesar que lo tenía medio oculto, lo tenía hermosamente grande, me recosté y empezó a untar mi abdomen, y todo mi cuerpo, mis muslos, piernas y brazos y mi pecho rozando las tetas a su alrededor…, la verdad lo estábamos gozando los dos, le dije que me pusiera crema en mis manos y delante de él me unté mis mamas de crema sin mostrarlas completamente, dejando solo los pezones sin cubrir de bronceador…lo hice varias veces, le insistí que si quería que yo le pondría la crema bronceadora por delante a él, se negó.

-“En un rato, quiero sentir el sol en mi espalda”, se dio la vuelta y se recostó.

Me imagino su hermoso cipote clavado en la arena de lo caliente que estaba, pasó un rato más y me hice la dormida, me moví un poco para así dejar al descubierto mi teta derecha y ahí estaba yo dormida al lado de mi hijo con la pechuga fuera, de pronto siento que mi hijo se mueve, seguí haciéndome la dormida, siento su mano intentando cubrirme la teta, y al hacerlo roza mi pezón erecto, noto sus dedos acariciarlo, jugó con él sólo unos segundos y me cubrió, fue fantástico, este fue el primer contacto directo. Al fin tomó la iniciativa de tocarme y me puso más caliente que una perra…, se marchó hacia el mar, abrí mis ojos para observar cómo caminaba rápidamente hacia el agua… ¿Tendría la necesidad de aliviar su excitación masturbándose dentro del agua?, me sentí mujer, me sentí hembra, pero sobre todo me sentí muy puta por haber excitado a su hijo que gozaba con su feliz madre. Después regresó yo ya estaba para despierta él, su traje de baño no mostraba el mástil erecto que tanto deseaba, me sonrió y en sus ojos se veía el brillo de satisfacción, me pidió que lo bronceara de frente, me senté y le pedí que me amarrara por detrás el traje de baño…

-“Amor mío no me has invitado a nadar contigo”, le dije.

-“Lo que pasa es que estabas tan bien dormida Pili, que me daba pena acabar con tus dulces sueños”.

-“Bueno es que el viaje ha sido agotador y merecía un descanso, ni siquiera sentí cuando te fuiste, recuéstate amor y deja que te broncee, así descansas un rato para ir a cenar y prepararnos para la noche”.

-“¿Dónde tienes pensado ir?”.

-“No sé tengo ganas de bailar, ¿tú no?”

-“Sí bailar es una buena idea, Sé de un antro de lujo cerca de aquí”.

-“Bueno pues iremos a pasarlo bien”

Hablábamos mientras pasaba mi mano por su cuerpo, su piel era lisa, sus vellos se erizaban en cada paso de mi mano, al llegar a sus piernas empecé a ver como su pequeño mástil empezaba a crecer, no pudo evitarlo, y yo no podía ya resistir la tentación de tocarlo, así que paré de broncearlo…

-“Me apetece nadar un rato para refrescarme el cuerpo”.

Mi hijo me vio partir, entré en el agua feliz de haber excitado a mi hijo así, nadé un poco y le grité a mi hijo que nos fuéramos, al llegar había recogido todas nuestras cosas, se puso sus bermudas y partimos al chalet, llegamos y entré a la ducha. ¡Cómo esperaba la situación que entrara a follarme pero no sucedió!, cuando salí estaba llamando por teléfono a casa, sus ojos brillaron al verme cubierta sólo con la toalla, me dijo que su padre no contestaba….

-“El muy cabrito estará seguro que estaba aprovechando para salir a divertirse”.

-“¿Mamá dime, tienes problemas con papá?

-“¿Por qué lo dices amor?

-“Bueno en primer lugar porque él no nos acompañó en este viaje, y en segundo lugar hace mucho que os veo distanciados”.

-“Sí amor tu padre me ha abandonado mucho, yo creo que tiene una amante o algo por el estilo”.

-“¿Por qué lo dices Pili, tienes sospechas fundadas?

-“Amor cuando un hombre tiene un amante la esposa es la primera que se da cuenta, simplemente ya no te hace caso, ya sabes a qué me refiero… ¡No sabes el tiempo que no le veo la polla empalmada!”.

-“Tal vez son presiones de su trabajo, el estrés influye en la potencia sexual”.

-“No lo creo cuando un hombre ya no te hace el amor pasa algo y no son presiones de trabajo, yo a tu padre le he intentado de muchas maneras excitarlo y siempre está cansado… y yo soy una mujer a la que le encanta el sexo y él ya no me lo da… bueno sí pero de una manera artificial”.

-“Hubiera sido mejor que vinieras con él en lugar de conmigo y así resolverías sus problemas… la playa nudista, esos trajes que te has traído y tu fogosidad harían el completo para volver a empezar con papá”.

-“Lo intenté cariño pero él no quiso, y aquí estoy con mi hijo. Pero me la estoy pasando muy bien contigo amor, quizás mejor que con él, pero francamente llevo esperando que tu padre me haga el amor mucho tiempo y no pudo ser…”.

-“Entonces como puedes sopórtalo mamá”.

-“Nos hemos inventado un sistema artificioso de follar…”

-” ¿A qué te refieres…?”

-“Como a tu padre no se le pone dura, compramos un consolador y… bueno tu padre me folla con el artilugio de goma atado a la cintura, hasta que consigo correrme… después se la mamo y se corre él, pero en ningún momento se le empalma, parece más bien el cuello de una gallina muerta”.

-“Pili qué te puedo decir… lo siento”, se acercó a mí y me abrazó, me dio un beso en la mejilla. “No te preocupes que la pasaremos muy bien sin papá.”

-“Tienes razón, basta de tonterías y a disfrutar, entra a la ducha que me preparare para salir a cenar y a bailar”.

Entró y me puse mi tanga negro, me perfumé el cuerpo y me coloqué mi vestido negro, me vi en el espejo y estaba orgullosa de mí, me veía muy sexy, me pinté los labios rojo “Red Rusia”, me peiné y mi hijo no salía, sospeché de otra de sus sesiones de masturbación, cuando vi que saldría de la ducha me paré enfrente de la puerta del baño, al salí se me quedó mirando.

-“Pili te ves muy hermosa, estás guapísima… ese rojo de tus labios me impresiona mucho”.

-“Gracias amor, pero no es para tanto”.

-“De verdad que lo es, te ves muy bien. Yo creo que nos van a confundir con unos recién casados”.

-“¡¿Lo dices en serio?!

-“Sí, debes tener como veinte años menos… Pili que envidia van a tener todos al verme con una mujer tan hermosa como tú”.

-“Gracias amor. Anda apúrate para salir a divertirnos”

Sus ojos apuntaban a mis tetas apenas ocultos por el vestido, me di la vuelta para que viera mi culo y no perdiera detalle de mi tanga encajado, me agaché a recoger mis zapatillas y le permití verlas, quería que viera el culo que se follaría más tarde, me las puse, él recogió su ropa del armario y allí delante de mí se puso a cambiarse…salimos del chalet. Caminábamos por el malecón tomados de la mano sonriendo, perecíamos novios acaramelados, bueno parecía una mujer madura con su hombre, con su amante, nadie sospechaba que era madre e hijo a punto de fornicar. ¡Cómo necesitaba estar llena de su carne trémula! Entramos a cenar y la charla era amena, sonreíamos, hacíamos bromas, estábamos felices los dos, mis pezones estaban excitados y él no disimulaba ya nada al mirarlos. Yo solo pedí una ensalada, no quería tener demasiado alimento sólido en mi cuerpo, quería ir ligera porque esa noche me follaría mi hijo… y no descarto llenar el estómago de leche también.

Salimos y entramos en el antro que mi hijo quería ir, muchas luces de colores, muchas parejas, se sentía el sexo flotar con los cuerpos de los chicos con las chicas frotándose descaradamente al bailar alegremente. Nos instalamos en una mesa de pie en un rincón, pedimos unas bebidas y a bailar, me movía sexy para él, me acercaba para susurrarle al oído y así juntar nuestros cuerpos, la excitación era plena…, los dos al acercarnos sentíamos nuestros cuerpos erectos, mis tetas duras con sus dos pezones marcados en la tela del vestido, el mástil de mi hijo rígido de placer, tomados de la mano, sonriendo, deseándonos, contorneándonos al son de la música. Notaba su dureza en mi barriga y él lo sabía. Pasó el tiempo, seguíamos tomando gin tonic, seguíamos rozándonos, bailaba sexy para él y eso a él le gustaba se sentía un gigoló con su amante, se notaba la diferencia de edad pese a que él dijese que no, pero lo que sí dejaba bien claro a la gente en ese lugar, era que él era mi hombre, los jóvenes lo veían con envidia y las mujeres me criticaban por lucirme con un macho menor que yo, nos tenían envidia, se sentía en sus miradas.

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De pronto sonó música romántica, más calmada y mi hijo me tomó la mano tal vez para regresar a la mesa, pero lo atraje hacia mí, juntamos aún más nuestros cuerpos, recargué mi cabeza en su hombro, nuestros pechos se juntaron y nuestros sexos de unieron sintiendo lo caliente que estábamos, su polla dura me rozaba en cada movimiento, llevaba mucho tiempo empalmado y eso no podía ser nada bueno, ya no podía disimular lo tenía enorme frotándome, nuestras respiraciones eran agitadas, sudaban nuestros cuerpos, nos juntábamos más, gozándonos sintiéndonos, acariciaba mi espalda, sentía sus manos tocándome suavemente en la cintura deslizándose a mi culo, noté toda su mano en mi nalga…eso me empezaba a gustar. Su atrevimiento me ponía súper cachonda, yo le acariciaba su nuca, parecíamos dos novios excitados disfrutando de nuestros cuerpos, él en cada paso empujaba más su pelvis contra mi cuerpo haciendo que mi coñito se humedezca de gozo, dirigí mi voz a su oído y le dije tiernamente…

-“Amor qué te pasa, te siento muy excitado”.

-“Perdón Pili pero no puedo evitarlo. Es algo superior a mis fuerzas…, esta cara dura va por su cuenta sin atender a mis súplicas ni a razones”.

-“¿Por qué crees que esta así amor? Le dije mirándole a los ojos, se veía preocupado y al mismo tiempo exasperado, se veía hermoso.

-“Está claro que es por ti. Estás tan guapa, tan atractiva…, te siento tan bien que no lo puedo evitar. No sé cómo impedirlo, pero quiero que sepas que me siento mal, tú eres mi madre…”.

-“No mi vida, esta noche y menos ahora no soy tu madre, soy Pili y es normal que un chico de tu edad se excite así al bailar tan pegados. No te preocupes amor mío recuerda que venimos a disfrutar sin prejuicios ni tabúes… tú y yo, un hombre y una mujer”. Le miré a los ojo con una mano en su mejilla de igual manera que cuando le daba un consejo de pequeño. “Si te hace sentir mejor te confieso que yo también estoy muy estimulada, hace mucho que estoy cachonda, o acaso ¡¿No te das cuenta de cómo me tienes, de cómo me has tenido excitada todo el día?! ¡Cielo, el coño de tu madre lleva mucha hambre atrasada!”

Me sonrió, nos miramos a los ojos y lentamente sin pensarlo nuestras bocas se unieron en su primer beso, un beso de pasión, de amor incestuoso, ese amor que cruza la línea roja y ya no tiene machar atrás. Duró sólo unos segundos antes que mi hijo se retirara.

-“Perdón Pili no quise hacerlo”.

-“Amor, pero si ha sido maravilloso. Me ha sabido a poco, necesito más de ti”

-“No Pili no puede ser, tú eres mi madre y deben de haber unos límites para esto que hacemos…”.

-“No, no soy tu madre, sólo soy una mujer abandonada, caliente, deseosa y falta de sexo. Quién mejor que tú, para hacerme nuevamente mujer. No veo los límites que la sociedad anquilosada nos quiere imponer. ¡Te deseo y tú me deseas, qué más necesitamos mi amor! Debemos dejarnos llevar.”.

-“Pero mi padre, qué va a decir y en qué lugar lo dejamos…, qué dirá la gente”.

-“Nada que somos dos amantes gozando del momento. Y tu padre, él estará follando con alguna puta si logra ponérsela dura. ¡¿No te apetece ponerle los cuernos a tu padre, a ese hombre que te obligó a aprender cosas que no te gustaban, que tocaras el piano en público pese a no saber hacerlo bien poniéndote en ridículo…No te gustaría follarte a su esposa?!”.

-“Pero soy tu hijo…”.

-“Lo sé mi amor, crees que no me he dado cuenta de la envergadura de nuestra relación… pero te deseo tanto y sé que tú también me deseas. He visto cómo me miras desde que llegaste a casa hace unos meses, pude sentir como tocabas mis tetas en la playa, pude ver tu polla erecta por mí y el beso que me acabas de dar lo reafirma”.

-“Pili me tienes loco, pero… no puede ser eres mi madre y está mal que piense en ti de esta manera…”.

-“No solo piensas en mí, sino que te pajeas pensando en mí…, y eso quiero que se acabe. De ahora en adelante tienes en tu madre a una hembra para desahogarte, para aliviarte y para tu ganas de follar se desfoguen liberándote de todas esa testosterona que te atenaza”.

-“Mamá yo te deseo tanto que no me puedo reprimir mucho más…”.

-“Pues no lo hagas”, le pasé la mano por sus genitales mientras le susurraba. “Mi vida la tienes a reventar, y los huevos tan duros de tanta leche que llevan dentro que no es humano aguantarlo tanto sin soltarlo.”

-“¡¿Me está pidiendo que le pongamos los cuernos a papá, que te folle y te llene de leche?!”

-“Me vas a matar de calentura…, Tú ya no eres mi hijo Alberto, eres mi hombre y yo soy Pili tu amante, tu puta, para hacerte gozar, para follar como locos, ¡Porque nos deseamos tanto! Y al cuerno la moral”. Me colgué de su cuello dándole un beso de tornillo. “Quiero que me pidas, que me grites, que me exijas follar conmigo, quiero que lo desees tanto como yo, quiero ser tu zorra, quiero que esta locura pare aquí o que me saques de este lugar y que me lleves a nuestra cama a hacerme el amor”.

–“Pili, ves cómo estoy por ti, sientes mi verga dura por ti. Y sí, te deseo, quiero hacerte el amor, quiero follarte toda la noche, eres mía y siempre lo serás”.

-”Deseo que me pidas terminar con todo esto o que me pidas a gritos que follemos como locos, sé que nuestra vida cambiara con esto, pero será un cambio lleno de placer, seremos amantes cada vez que tú quieras”.

Nos volvimos a besar, pasaba mis manos por su espalda y él por la mía. Me miro a los ojos, me tomó con sus dos manos mis nalgas y me pegó a él. No importaba la gente, mi hijo me acariciaba el culo, frotaba su maza en mi coño, levantó su mano y tocó mi teta izquierda, pellizcó mi pezón erecto y sensible a más no poder, no dejábamos de besarnos metiendo la lengua por el paladar, los dientes, entrecruzándolas vertiginosamente en la más pura lujuria… y me dijo al oído.

-“Pili, necesito que ahora tú seas quien me pida que te folle”.

-“¡Sí Alberto…FÓLLAME!, hazme tuya, te necesito, necesito de un hombre y quiero que seas tú, quiero ser tu mujer sin condiciones, quiero que cuando te dé la gana me folles y dispongas de mi cuerpo a tu antojo… ¡Quiero fornicar contigo todo el tiempo como animales salvajes!, por favor sácame de aquí y fóllame toda la noche amor mío”.

-“No he traído condones Pili”.

-“¿Acaso crees que los vas a necesitar con tu madre…? me puedes follar a pelo, necesito sentir tu polla al natural y que me llenes de leche hasta inundar mi vagina. La gran ventaja de la menopausia es que ya no me podrás preñar nunca por mucho esperma que eyacules en mi útero”.

Me besó y salimos de la pista de baile, llegamos a la mesa y me volvió a besar, dirigí mis manos a su mástil y por primera vez lo sentí en ellas, duro, gordo, no lo podía creer, ahí estaba yo con mi hijo, acariciándole su virilidad herencia de un hombre potente de magnífica compostura genital…, me sentía dichosa, realizada, estaba dispuesta a que me hiciera el amor ahí mismo. Como una zorra salida pedía a gritos, deseaba que me clavara su mástil sin compasión, que me llenara la boca de semen delante de todos. Mi hijo se giró para ver a la gente de alrededor, todos estaban en lo suyo, unos bailando, otros besándose, no éramos los únicos excitados, habían más parejas acariciándose con descaro igual que nosotros llenos de lujuria. Me volvió a besar pero ahora deslizó su mano a una de mis tetas, la tomó, la acarició, lo apretó riquísimamente, nuestras lenguas no dejaban de jugar en lucha comiéndonos la boca, yo no dejaba de masturbarlo por encima de la tela de su pantalón. De pronto tomó mi pezón me lo pellizcó, me lo jaló fuerte y me dijo…

-“Pili ya no aguanto más salgamos de aquí”, se paró y ahí tenía el falo de mi hijo duro como un tubo de acero frente a mi cara, tenía ganas de sacarlo y chuparlo, morderlo, pero ya habíamos llegado muy lejos y decidimos salir del lugar.

Caminábamos abrazados, enamorados, está sería nuestra noche, lo sabíamos y estábamos felices, subimos a un taxi le pedimos nos llevara a la urbanización de nuestro chalet, de inmediato me apoderé de su rabo inhiesto, lo seguía masturbando, no dejábamos de besarnos en todo el trayecto, él metió nuevamente su mano por debajo de la tela amasándome las tetas con fruición…, ahora él sabía que no me hacía la dormida, lo acariciaba despacio, suavemente, con amor. Entonces deslizó su mano hacia mi entrepierna, y por primera vez me acarició mi coño, lo hizo sobre las bragas que estaban bastante mojadas, no recuerdo en toda mi vida haberla tenido tan caladas, chorreaba jugos, y no lo pude evitar. Solté un gemido del placer que me provocó cuando sus dedos frotaban mi raja hasta subir al clítoris que despejó bajo su capuchón y lo masturbo rítmicamente. Después metió dos dedos en mi conducto sobándome el botón del placer con la palma de la mano, de esa manera me dio el tiempo de llegar a la puerta del chalet, y fue suficiente porque tuve mi primer orgasmo de la noche, ahí en el taxi y sólo porque mi hijo, el muy cabrón acarició a mamá donde más lo necesitaba. No dudo que el taxista se dio cuenta de lo que hicimos y seguramente quedó excitado al igual que nosotros. Al llegar nos encontramos con una pareja que había alquilado el adosado de al lado, me puse a charlar con la chica, una chica joven acompañado de un señor mayor que ella, me llamó mucho la atención, porque estaban en la misma situación que nosotros, yo una mujer madura con un joven y ella joven con un maduro, alto fornido, guapo, con canas en el cabello, ella muy fina, bonita, delgada, con un cuerpo muy apetecible, llevaba puesto un pantalón vaquero ajustado a su cuerpo haciéndole lucir su culo respingón, tenía una blusa blanca sin sostén, en la cual se le marcaban unas tetas redondas no muy grandes pero se le notaban firmes, tal vez operadas… más bien ella parecía la pareja de mi hijo y yo la del señor…

-“Hola me llamo Jaque qué tal se lo están pasando”.

-“Muy bien, yo soy Pili, y ustedes qué tal”.

-“Regresamos de cenar”.

-“Nosotros venimos de bailar tras una cena tranquila…”.

-“Qué bien, lástima que a Jorge no le gusta bailar… y mañana noche regresamos a casa, pero a mí me encanta bailar”.

-“Nos lo pasamos muy bien, ese lugar es muy agradable, pero no todo se puede hacer allí…”.

-“Ya lo creo, se nota que regresaron a seguir la fiesta”. Me dijo sonriendo.

-“Claro la noche es joven y tenemos varios días más para no parar de divertirse”.

-“Veo que vienes muy bien acompañada”. Girándose a ver a mi hijo.

-“Tú no te puedes quejar, tu novio es muy guapo y apuesto…”.

-“Gracias, él es muy serio pero en la cama es todo pasión”.

-“Eso es lo que cuenta, que te hagan sentir bien… que te hagan sentir mujer”.

-“Creo que las dos lo pasaremos muy bien esta noche”.

-“Eso espero, es la primera noche que pasaré con Alberto”.

-“Pues suerte amiga, espero verte mañana en la piscina para seguir charlando”.

-“Claro ahí estaremos”.

Llegó su hombre que había aparcado el coche en el garaje, me sonrió, y se fueron hacia su puerta principal. Llegó mi hijo y los seguimos hacia la nuestras, pude ver el culo de Jaque, redondo y respingón, esa chica hacía girar la mirada a cualquiera para verla, no fui la única en seguir el rico movimiento de su culo, mi hijo también fijó su vista en sus nalgas. Nos dijimos el último adiós antes de entrar… mi hijo me envolvió en sus brazos, quedando pegado mi culo en su todavía erecta verga, yo no perdía detalle de los tetas de Jaque, ahora adornados con dos pezones saltaditos, nos despedimos de ellos y nos dirigimos a nuestra habitación, esa chica me había dejado más caliente y seguramente a mi hijo también….

…Cuando llegué a la altura de donde estaba mi madre y la vecina, las dos chicas hablaban amistosamente…, la tal Jaque era para morirse del gusto de lo buena que estaba, pero yo tenía a mi madre con mucho más fondo. Una vez que nos despedimos en el puerta, mamá y yo seguimos besándonos apasionadamente, sus manos me acariciaban completamente, desabrochó mi camisa nada más entrar en el chalet, beso mi cuello, mi pecho, yo siempre había querido estar con una mujer mayor y nunca lo conseguí por timidez, pero con mi madre algo me detenía, algo hacía que ella llevara las riendas del encuentro. Deja de besarme, se para al lado de la cama y lentamente desabrocha su blusa. Mi erección en ese momento era notable. Se quita la blusa quedando solo con un sujetador negro que ocultaban unas tremendas tetas. Luego la falda sin dejar de mirarme. Una braguita negra con encajes, me vuelve a besar y mientras lo hace, me saca la camisa, los zapatos y luego los pantalones. Mi bóxer apenas ocultaba la tremenda erección. Yo tendido de espaldas, ella montándose lentamente sobre mí, besando mis piernas, mi ombligo, acariciando mi verga con sus delgadas manos, acariciando su cara contra mi dureza, suavemente mordiendo mi falo sobre la tela me hacía estremecer. Lentamente me los fue sacando, encontrándose con mi verga a 100% erecta, rígida y muy dura.

-“Mmmm que rico, estás exquisito cariño”

-“Tú también”

-“Que grande la tienes, ¡Déjame besártela y saborearte!”

Y diciendo esto, lentamente se fue tragando toda mi verga. La chupaba muy suave para mi gusto, sin embargo la situación de estar con mi madre como si fuera una completa desconocida, era increíble. Mientras me la chupaba, le desabroche el sujetador, la levanté y la besé, empecé a besar su cuello, sus tetas henchidas de carne voluptuosa suave y tierna, con unos pezones muy grandes empitonados… los mamaba fuertemente.

-“Me encanta que me besen las tetas y me mamen de los pezones…”

-“¿Te gusta cómo te lo hace tu hijo…?”

-“¡Mmmm me encanta!, es lo que más me gusta…sigue así… ¡más fuerte!”

-“¡Mmmm que ricos están tus tetas”.

-“¡Son solo tuyas… chúpamelas!”

Me excitaba mucho besar sus tetas y a ella la volvía loca. La acomodé entre mis piernas. Ella tomo mi verga y corriendo un poco su tanga la dejo en la dirección correcta. Lentamente se la fui introduciendo, al principio me costó, estaba muy estrecha aunque estaba muy mojada. La verdad incluso me dolía un poco pero estaba muy rica. Notaba en su cara algo de dolor, así que no fui muy brusco. Poco a poco sus movimientos se fueron acelerando y su coño se empezó a expandir. Mis manos la agarraban de la cintura ayudándola a moverse a mi ritmo. A diferencia de mi novia, mamá era mucho más experimentada y se movía a mi antojo, no debía de pesar más de 55 kilos. Me daba el lujo de levantarla con cada embestida que le daba. Su cara me demostraba que estaba ahondando mucho. Mientras se la metía, acerqué mi boca a sus tetas y empecé a chuparlos fuertemente. Era obvio que eso era lo que más le ponía. Le agarré fuertemente sus nalgas y aceleré mi ritmo sin dejar de besar sus pezones succionándolos y mamando de ellos como un bebé grande. Su respiración estaba al máximo… gemía de placer… su orgasmo se acercaba. Me apretó fuertemente y gritando de placer terminó por correrse, al notar su fluido expeler la extraje y saltó un buen chorro de líquido tibio que me empapó toda la polla y huevos….

Mi polla a duras penas cabía en su mano y comenzó a acariciarlo con las dos manos. Subía y bajaba a ritmo de desesperación, yo empezaba a sentir cosquillas y calambres que me recorrían el cuerpo y me llegaban hasta la cabeza de mi soldado valiente y volvían a bajar. Veía a mi madre agachada con el movimiento de la masturbación haciendo bambolear sus grandes ubres blancas de magnos pezones en forma de cachito de luna todos inhiestos por la excitación que tenía moverse. Al fondo pude divisar su rajita pelona abultada con grandes labios rosados. A los pocos minutos le avisé a mamá que ya me venía y la reacción de ella fue introducir mi glande en su boca, pero dado su enorme tamaño apenas pudo meter una parte. La explosión fue como destapar una manguera. Trató de tragar todo el semen que pudo, pero el río era tanto que le corría mi leche por su cara, pelo, tetas. Le cubrí con mi lefa su cuerpo desnudo.

Era tal el grado de fiebre de mi madre que tomó mi mano y me arrastró hacia el centro de la cama. Me pedía a gritos que la hiciera suya, que le metiera el monstruo que tenía entre mis piernas en su vagina y que la despedazara porque ya no soportaba ni un segundo más de no tener mi verga… una polla caliente de verdad a su alcance. Ella se acostó y abrió las piernas al máximo para que la penetrara a placer. Yo, ante la visión de su hermosa vagina pretendí hincarme y chupársela, pero ella no me lo permitió, me dijo que no perdiera tiempo, que me requería dentro de su coño…. Yo cogí mi recio cipote y apunté con cuidado a su vulva y le introduje de un solo golpe una parte de mi glande. Mi madre soltó un grito ensordecedor de gozo…

-“Vamos cariño rájame entera”

Continúa...

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De beata a infiel haciéndome un Belén (2ª Parte)

De beata a infiel haciéndome un Belén (3ª Parte)

De beata a infiel haciéndome un Belén

El día de la Madre

El día de la Madre (Parte 3)

El día de la Madre (Parte 2)

La insospechada carestía de Mamá (Parte 3)

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La insospechada carencia de Mamá.

En un hospedaje rural.

En un hospedaje rural. (Parte 2)

Mis vecinas de Puente Viejo. (Parte 2)

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Una jovencita con necesidad de atención. (Parte 5)

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Las clases particulares de Mónica

Ardientes Musas que me inspiran. (Parte 3)

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Ardientes Musas que me inspiran.

El remedio de papá.

Mis profes favoritos y Papá.

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Mis profes favoritos y Papá. (Parte 4)

La Tentación vive en casa.

La Tentación vive en casa. (Parte 3)

La Tentación vive en casa. (Parte 2)

Mi hermana Teresa.

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Combatimos el calor sin ropa. Hijo

La hija de mi pareja.

La hija de mi pareja. (Parte 2)

Combatimos el calor sin ropa. Madre

Conexión con mi hijo en Shanghái.

Como un domingo cualquiera con papá. (Parte 4)

Como un domingo cualquiera con papá. (Parte 5)

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La lasciva vida de una maestra de escuela. 4

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La lasciva vida de una maestra de escuela. 2

Las secuelas del Chalet nudista. (Parte 2)

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Las secuelas del Chalet nudista.

El chalet nudista. (Parte 2)

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El remedio de papá. (Parte 4)

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La semilla del abuelo Fernando. (Parte 5)

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Mis traviesas vecinas. (Parte 2)

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Vacaciones en el Camping. (Parte 3)

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Vacaciones en el Camping

De vuelta a casa del camping. (Parte 3)

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Mi platero y Yo

El emprendedor. (Parte 2)

El emprendedor

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Alicia y el abuelito

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La ardiente hija de un camionero. (Parte 5)

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La ardiente hija de un camionero. (Parte 3)

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De cómo me preñaron de mis dos hijos. (Parte 3)

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La prima de riesgo. (Parte 2)

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La prima de riesgo. (Parte 4)

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Todo queda en casa

Volviendo a sus orígenes. Parte 5

Volviendo a sus orígenes. Parte 2

Volviendo a sus orígenes. Parte 3

Volviendo a sus orígenes. Parte 4

Volviendo a los orígenes. Parte 1