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A quién no le ha pasado esto en el dentista? CAP2

en Hetero: General

Aquel día por la noche me masturbe unas cuantas veces pensando en ella, recordar esas hermosas tetas enfundadas en aquel bonito sujetador me proporcionaba una enorme excitación, pero por otra parte, vergüenza, ya que ella noto la enorme erección que tuve mientras ella hurgaba en mi boca. 

Todas esas sensaciones me daban mucho placer incluso la vergüenza y el hecho de ser descubierto.  

Por suerte o por desgracia en pocos días tenía que volver a  verla para que me sacara esa muela del juicio, era una operación que requería cirugía ya que la muela había crecido dentro de mis encías en otra dirección de la que tocaba. Tenía bastante miedo, era la primera vez que me quitaban una muela y la primera vez que era sometido a una operación. 

Durante los días de espera busque en  internet información sobre la Dra. Comas. Encontré un par de fotos suyas en varios blogs de medicina y ortodoncia que no dude en descargarme para mis deleites nocturnos.

El día de la operación llego, salí de la universidad con mis libros y mi mochila y me dirigí directo a la clínica. Esta vez mi madre tenía que trabajar y no pudo acompañarme. Tenía un plan para no tener ninguna erección delante de ella. Al llegar a la clínica me dirigí al baño  rápidamente para masturbarme, saque las fotos de la doctora para inspirarme  y manos a la obra. En media faena picaron a la puerta del baño y oí una voz que decía si me encontraba bien, era la voz de la doctora. Mierda, pensé, ya era mi turno. Conteste rápidamente que ya estaba a punto de terminar y que salía en unos minutos. No oí respuesta. A sí que me apresure, unas cuantas sacudidas más y eyacule de forma descontrolada contra la tapa del váter.  Limpie bien el desastre ocasionado, me lavé las manos y la cara y me arme de valor para enfrentarme una vez más a esa mujer.

Salí del baño y escuche mi nombre, era su voz, un escalofrió recorrió mi espalda, me gire y allí estaba ella, esta vez no llevaba la ropa de trabajo si no una camisa negra,  que sus botones parecían estallar por culpa de sus generosos senos,  una falda que le llegaba a las rodillas de color morado tipo símil de piel, unas finas medias negras y unos zapatos negros con algo de tacón. Clave mi mirada al suelo mientras me acercaba a ella para evitar que se diera cuenta que la miraría de arriba abajo con lascivia. Me dio paso a la salita y me pidió que me sentara. Me dijo que se iba  a cambiar y que no tardaría mucho y que me tranquilizara que la operación no era nada del otro mundo. Al girarse  le hice un repaso a su culo, pude observar que se le marcaba las costuras de la tanga a trabes de la falda. En ese momento note que mi pantalón se tenso una vez más, no sirvió de nada el trabajo previo  que me hice.  Intente relajarme antes de que ella volviera pero no fue posible. Entro por la puerta mientras yo hacía respiraciones profundas para relajarme y pensaba en tonterías para poder bajar la inflación que tenia dentro de mis calzoncillos. 

Ella con una sonrisa me pregunto que si estaba nervioso, yo le conteste que si que era la primera vez que me operaban, me dijo que no me preocupara demasiado que me sedaría y que no me enteraría de nada. Solo notaria al principio un leve pinchazo y un poco de presión al intentar sacar la muela. Empezó a comentarme todo el procedimiento que seguiría y yo solo pensaba en mi erección. 

Se puso la mascarilla y los guantes y preparo una jeringuilla con anestesia. Reclino el sillón hasta que quedo completamente paralelo al suelo. Me pidió que abriera la boca e introdujo una especie de pieza metálica que me impediría cerrar la boca. Introdujo la jeringuilla en mi boca y note un leve pinchazo. En unos minutos no tenia sensibilidad en una parte de la cara incluso mis parpados se cerraron. Estaba despierto pero no tenía fuerzas para abrir los parpados, mi cara estaba completamente dormida. La doctora me dijo que no me preocupara que esto a veces sucede.

Sin más dilación empezó la operación.  No veía nada solo oía el sonido de una maquina, como un taladro o una sierra automática. En un momento concreto note en mi cabeza como dos cosas blandas se apoyaban en ella, no sé lo que eran pero podía imaginar que eran sus pechos. Al pensar eso me excite mucho mas y por lo tanto mi miembro empezaba a crecer por momentos, notaba como se iba abriendo paso por el lateral del bóxer y salía la puntita hacia afuera de el. Ahora estaba completamente al descubierto no podía observar lo que ella veía o hacia. A sí que sin pensarlo dos veces puse mis dos manos encima de la entrepierna de forma disimulada para que no se notara tanto el bulto de mis pantalones, que vergüenza por dios.

En ese mismo instante note como retiraba todo el arsenal de mi boca y el sonido de los instrumentos médicos paro.  Ella me cogió las manos y me las retiro de la entrepierna y las coloco en los laterales de mi cuerpo.  Seguidamente me susurro al oído: No te preocupes eso le puede pasar a cualquiera,  así que relájate. No me lo podía creer, respire profundamente y exhale relajado. Me sentí más cómodo al pensar que a ella no le importaba que estuviera empalmado. Una vez dicho esto ella volvió al trabajo y el sonidito de las maquinas regresó.  El resto de la operación fue bien aunque tenía un poco de pudor en que ella observara mi miembro.  Me quito esa horrible pieza de metal para que pudiera cerrar la boca y ese maldito aspirador de saliva. Me dijo que permanecería allí hasta que se me pasara el efecto de la anestesia y así poder abrir los parpados.

Yo solo podía oír como se quitaba los guantes de látex y el sonido de las ruedas de su taburete que iba de un lado a otro.  Me comento que la operación había ido bien y que en una semana tenía que volver para quitar los puntos de sutura pero que antes de irme teníamos que solventar otro problema.  Yo no se a que se refería  hasta que note como sus dedos agarraban mi pantalón y mis calzoncillos y me los bajo muy despacio. Note un aire fresco en mi pene al salir de esa prisión de tela. Una vez más me susurro en el oído que me dejara llevar, y así hice.

Una de sus manos lo agarro con suavidad por la base y note como algo húmedo iba recorriendo mi pene de arriba a bajo, estaba claro que estaba pasando su lengua y yo sin creer nada de lo que pasaba. Esa sensación duro unos minutos hasta que note como algo más húmedo y caliente engullía mi miembro. Empecé a notar como mi polla era succionada por momentos, yo solo podía pensar que era mi primera mamada y no podía observar lo que pasaba. No podía ver a esa hermosa mujer haciéndome una felación por culpa de la sedación, menuda rabia.

Sus movimientos empezaron a ir mucho más rápido sentía sus labios presionar mi glande cada vez que su vaivén era de subida. Eso era la gloria, no hubiera imaginado que sería tan genial que te hicieran una mamada. Yo no podía más estaba apunto de correrme, creo que ella lo noto e empezó a ir mucho mas rápido, yo ya estaba en un punto de no retorno, me deje llevar y empecé a eyacular. Notaba como cada chorro de semen salía de mi pene con muchísima fuerza, creo que jamás en mi vida me había corrido tanto y jamás en la boca de otra persona. Estaba tembloroso y con un cosquilleo en los pies tras el magnífico orgasmo que tuve.

Ella seguía con mi pene en la boca sin moverse, notaba sus labios en la base de mi pene. Al cavo de unos largos segundos empezó a sacar el pene de su boca muy despacio y apretando fuerte con sus labios. Al llegar a la punta se escuchó un sonido similar al que se oye cuando descorchas una botella de vino. Mi pene era libre. En ese mismo instante pude abrir algo los parpados y pude ver algo entre borroso como pasaba su lengua al rededor de sus labios como su hubiera degustado un delicioso manjar y no quería desperdiciar ni el mínimo atisbo de sabor, luego llevo a su boca un pañuelo y se limpio la saliva que tenia. Me miro y me dijo: ahora pareces mucho más calmado y veo que ya empiezas a ver un poco, descansa aquí tranquilo y cuando estés mejor ya podrás irte, te tengo que dejar que tengo a otros pacientes esperando y aquí nos hemos alargado un poquito. En ese instante me guiño el ojo una vez más como la última vez que nos despedimos.  Se levanto del taburete y vi con los ojos medio cerrados como abrió la puerta y se fue.

Al poder abrir bien los ojos me levante y me fui para la recepción para volver a pedir hora para que me quitaran los puntos la semana próxima. En ese momento estaba tan feliz de poder volver a verla una vez más.

Esa noche estaba en la cama intentando dormir y solo pensaba que lo que me había pasado ese día fue un sueño. Esa fue una de las mejores experiencias de mi vida aunque al día siguiente estuve cangándome en todo del dolor que tenía en la boca tras la operación.