MARTA, LA SEVILLANA CALIENTE
Acababa de levantarse. Sólo un camisón semitransparente cubría su hermoso cuerpo. Fue a la cocina y encontró a su marido preparando el café. Lo quería. Eran muchos años a su lado y más que amor es ese cariño que da el roce y que va cambiando con el tiempo desde un amor pasional hasta un cariño casi como el que tienes a un familiar cercano. Era un buen hombre y no merecía que lo abandonase ahora que se encontraba en dificultades. Paco hacía tiempo que perdió su empleo y a su edad era difícil conseguir algún puesto decente.
-Buenos díasss!! –sonrió ella
-Holaaa….Qué tal cariño? Cómo ha dormido mi linda muejercita? – la piropeó él mirando descaradamente sus hermosas tetas transparentándose a través de la fina tela – Guaaauuuuuu – cada día estás más buena
A sus 50 años recién cumplidos, Marta es toda una auténtica MILF. Cuerpazo voluptuoso de piernas contundentes rematadas por un hermoso culazo que vuelve locos a los hombres, entre ellos a su marido y unas grandes tetas nada caídas para su edad coronadas por unos preciosos pezones rosados que, cuando están excitados y tiesos son toda una tentación que piden a voces ser pellizcados, besados y mordidos. Todo el conjunto rematado por una preciosa carita de madura decente y ama de casa tradicional que no hace sospechar el morbo que se esconde tras su mirada inocente de ojos azules y su sonrisa fácil y cautivadora.
Siempre fue una mujer ardiente, pero desde que dejó de bajarle la regla parece que esa calentura se disparó, porque Marta se levantaba cada día excitada y pidiendo guerra. Ella necesitaba en la cama mucho más de lo que su marido podía darle. Necesitaba un hombre con una buena polla que la tratase como una mujer de verdad, que la follase con fuerza, que le pellizcase los pezones, que la recorriese todita con la lengua. Además, su naturaleza morbosa la hacía sentir la necesidad de probar cosas diferentes. Hombres diferentes que la hiciesen sentirse viva, sexy, atractiva. La vida con su marido era ideal. Él era la pareja perfecta para vivir y convivir. Atento, educado, cariñoso y fiel. Pero en el terreno sexual Marta sentía el vacío de otra cosa.
No es de extrañar que al ver esas preciosas tetas por la mañana apenas escondidas tras la ligera prenda de dormir su marido cayese presa del deseo por poseer a su voluptuosa mujercita.
Se acercó a ella por detrás y empezó a masajearle las tetas mientras acercaba su boca a su orejita y le susurraba palabras calientes al oido.
-Eyyyyyy…..no te embales, ya sabes que hoy tengo entrenamiento y voy tarde. Si te portas bien, luego te doy un regalito – se excusó ella apartándolo a un lado para preparar el café de la mañana.
-No necesitas ningún tipo de entrenamiento. Estás obsesionada con adelgazar y ya sabes que para mí estás perfecta así. Este culazo y estas preciosas tetas son lo mejor del mundo.
-Tonto – ronroneó ella con una risita inocente – He engordado un montón desde que tengo la menopausia y sabes que no me siento cómoda así. Necesito perder algún kilito para verme guapa.
Lo que su inocente marido no sabía era el tipo de entrenamiento al que Marta asistía un par de veces por semana. De forma casual había contactado con Pedro, un amigo de hacía años con el que se acostó una vez y del que recordaba una polla enormemente gorda que la hizo sentir en las nubes. Su marido gastaba una herramienta muy normalita y el morbo de saberse penetrada por esa maravillosa herramienta la hacía estar caliente a cada momento del día. Pedro le había propuesto ser su entrenador personal. Así tendrían una excusa que contar a su marido.
TRES DÍAS ANTES
- Buenos díassss – el mensaje de watssap de Pedro la hizo ponerse nerviosa. Su marido estaba en el salón y ella todavía tumbada en la cama
- Hola - ¿qué se cuenta mi lindo muñequito sevillano? – Pedro era 14 años menor que ella, por lo que tenía la costumbre de llamarlo “su muñequito”
- Mmmmm….aquí ando, pensando en esas preciosas tetas y ese coñito. Mira cómo me tienes….
Al llegar la foto de la gruesa verga de Pedro atravesada por multitud de venas e hinchada hasta casi reventar, a Marta, automáticamente se le endurecieron los pezones y empezó a notar un leve cosquilleo en la entrepierna.
-Joder chico, vaya cosa más impresionante. Ya casi no la recordaba. ¿Todo eso era tuyo?
-Jajajajajaajaajaj….enterita mía…y todita para ti. ¿No recuerdas ya el trabajo que me costó metértela?...uffff…qué sensación, parecía que estaba follándome a una virgen.
Así fue, Marta recordó la vez que quedaron y las dificultades que tuvo Pedro para follársela. Su coñito no estaba acostumbrado a una verga de ese calibre, por lo que al principio fue un verdadero problema. Pero luego la hizo gozar como una perra.
- Jelowwww…¿Dónde anda la gatita más traviesa de sevilla? - mensaje por otra línea de watssap. Esta vez era Juan, el malagueño morboso con el que todavía no había tenido la oportunidad de quedar. Juan era el colmo del morbo. La hacía calentar hasta límites insospechados contándole lo que le haría cuando quedasen. Además era imaginativo y le encantaba jugar.
- Buenos díasss, por aquí ando, jugando un ratito con mi muñequito sevillano.
-Mmmmm….¿te lo has follado ya?
-En ello estamos. Va a ser mi entrenador personal.
-Jajajajjajajaja ¿Tu entrenador personal?.....¿va a entrenarte tu lindo coñito?
-Jajjajajajjajajaja….algo así……va a ser un entrenamiento para abrirlo bien. Se está cerrando un poco y él se ha ofrecido voluntario para dejármelo bien abierto
-Uffffff……eres la caña gatita. Cómo me pones. Suena genial: entrenamiento de coñito para abrirlo un poco. Joder, eso tengo que verlo yo. Tengo que ver cómo ese muñeco se folla a mi linda gatita y le deja su pobre coñito bien abierto y chorreando leche.
-Jajajajajajaja…ya te contaré
-Te propongo un jueguecito – La retó Juan
-Un jueguecito….mmmmm…..me encanta jugar
-Ahora voy justo de tiempo….ya te iré contando
-Ok…espero noticias
-Ten bonita tarde gatita…y recuerda: pórtate muy muy mal y sé muy muy feliz
-Jajajajajajajaajaj…Igualmente guapo
CONTINUARÁ..........