A veces ni yo me creo lo puta que soy. El que halla leido alguno de mis relatos lo sabe, pero hoy no vengo a contaros una fantasia, hoy os quiero contar mi historia, la historia de como me converti en puta.
Unos apuntes antes de empezar,
Ahora mismo tengo 22 años, me considero bisexual ninfoman@, pero de los de verdad, de los que va por la calle y le gustaria follarse o que le folle cualquiera. Gracias a esto he tenido bastantes experiencias sexuales desde que me mude a Madrid hara 3 años, a veces dudo si es solo diversion o locura pero ya no importa mucho la diferencia, que todo se valla a la mierda pero que sea follando...
Deberia empezar por cuando tenia unos 12 años, en esos tiempos mis padres se acababan de separar, yo y mis hermanos nos fuimos a vivir con mi madre, ella era guapa y tenia buena figura y a mi edad los impulsos sexuales estaban a flor de piel, mi madre fue mi primera gran fantasia, me masturbaba compulsivamente pensando en ella, con el paso del tiempo empece a coger sus bragas para masturbarme (muy tipico lo se), ese fue el principio de todo, pase de masturbarme con ellas a ponermelas yo y masturbarme por encima, me encantaba el roce suave de las braguitas, nose muy bien como fue desencadenando todo a partir de ahi pero me empece a obsesionar con la ropa de mujer, me encantaba cogerle la ropa a mi madre y probarmela, me gustaba el tacto, como definia el cuerpo y lo caliente que me ponia de solo pensarlo.
Veia algunos videos porno, me encantaban las mujeres eran tan.. Sexy , veia lo mucho que disfrutaban, las envidiaba. Gracias a la magia de internet, un PopAd que anunciaba una pagina de videos de transexuales me abrio los ojos, no tenia nada que envidiar, yo tambien podia serlo. Me vestia lo mas femenina posible, añadi algunas veces el pintalabios, me miraba al espejo y posaba sonriendo picaramente.
En una de las veces que le cogi ropa a mi madre, al fondo de su armario descubri un consolador, era del estilo bolas chinas, empezaba con una bola pequeña e iba en aumento hasta un tamaño considerable. Para entonces ya habia visto mucho porno y sabia muy bien lo que era y para que se usaba. No dude mucho, ya os digo que soy muy puta, creo que siempre lo fui. Cogi el consolador y fui a mi habitacion, puse un video porno e intente imitar a la chica del video, chupe el consolador un rato imitandola, moje mi culo y lo masajee un poco, se sentia muy bien, hacia cosquilas y cuando presionaba mi ano mi polla reaccionaba tambien al placer. Despues de jugar un ratito mas decidi que era el momento de metermelo por el culo, la primera bola era pequeña y entro sin casi esfuerzo, pero a partir de ahi fue mas complicado, el dolor no era algo que esperase realmente, no estaba lo suficientemente informada sobre esto. Lo saque de mi culo y volvi a probar con la primera bola solo, la metia y sacaba y me daba mucho gusto, al poco note que entraba sin esfuerzo practicamente ni sentia cuando entraba, asique me decidi con la segunda bola, esta vez fue mejor y entro con un poco de dolor pero mucho placer, sacaba y volvia a meterme esa segunda bola para que me culito se adaptase a ella, fue todavia mas rapido y pude introducir la tercera bola sin esfuerzo y muuchisimo placer, la primera bola dentro de mi toco un punto dentro de mi que me hizo ahogar un gritito y la tercera bola que acababa de entrar me llenaba y expandia mas mi culo, empece una lenta follada, sacaba las tres bolas y las volvia a meter, me estaba encantando, localice el punto dentro de mi culo que tanto placer me daba e intentaba tocarlo con cada arremetida del consolador. Sin darme cuenta entro la cuarta bola con la follada que me estaba dando, la note apenas cuando estaba dentro note como la primera bola avanzaba mas todavia, y la segunda bola ahora tocaba el punto magico, esta bola que era mas grande me daba mas placer. Sin dudar volvi a sacar todo el consolador de mi culo y meti hasta la quinta bola directamente, que era ya del tamaño de una polla normal, en ese punto grite de placer y senti mi primer orgasmo femenino. A partir de ahi todo cambio para mi, me volvi una completa ninfomana, en esa edad con las hormonas superevolucionadas, y la mente llena de sexo sexo y sexo, veia todo el porno que podia, tanto hetero, gay , shemale, me masturbaba la polla y el culo, siempre que me duchaba me follaba el culo con los cepillos de dientes, me metia uno tras otro, cuatro en total, jugaba con ellos en mi culo y me lo follaba hasta correrme, tambien siempre que podia llevaba braguitas, me excitaba muchisimo y no podia parar de pensar en ello, me sentia una mujerita y un hombre a la vez, me dejaba llevar por todo e intentaba hacer de todo para sentir placer, me masturababa en todas partes, en los buses, en los baños del colegio, en las estaciones, en la mismisima calle, nada importaba.
Fue pasando el tiempo, y cada vez era mas atrevida, aunque mantenia todo esto en secreto, ya llego un punto en el que empece a comprar ropita para mi, solia ser en bazares chinos porque no me sentia juzgado o no me importaba, me compre medias, braguitas, sujetaligas, picaridas, vestidos, leggins, pantalones cooortisimos, tambien me compre un consolador y dos plugins, uno pequeñito para llevarlo siempre puesto y otro para jugar, para rematar tambien compre maquillaje y pelucas, todo esto en el paso de tres años mas o menos, con 16 años estaba ya salidisima y siempre cachonda, aunque de puertas para fuera era un chico normal y con bastantes ligues y novias dicho sea de paso, aunque nunca me terminaron de satisfacer dado mi pequeño secreto jejeje con esa edad ya habia follado varias veces y aunque me encantaba y lo hacia muy bien siempre me quedaba a medias, siempre queria mas, era incansable.
Siempre que me quedaba a solas en casa me dedicaba a vestirme de chica, ya a estas alturas parecia toda una nena cuando me vestia, maquillaba y me ponia la peluca. Me quedaba genial, ya que como descubri desde tan joven mi gusto por ser femenina habia cuidado bien mi linea y me matenia delgada y con buena figura, tambien entrenaba lo que podia mi culo para que se viese mas redondito y femenino, mi culo respingon volvia locos a chicas y chicos... si supieran que bajo el pantalon llevaba siempre braguitas y un plug...
Y asi pase otro par de años fantaseando y disfrutando de mi femineidad, con altibajos en el trayecto, aveces me daban rabietas por no ser lo que queria ser, otras me veia completamente dispuesta mi feminizacion completa, mi mente era un caos por aquellos tiempo y en mi se debatia una poderosa lucha entre la chica y el chico de mi adentro, con el tiempo aprendi que era una lucha inutil ya que podia ser lo que quisiera cuando quisiera.. Pero me estoy adelantando a los hechos.
Avanzamos hasta cuando tenia 17-18 años en mi segundo año de bachillerato, para aquello tiempos habia tenido mi primera experiencia sexual con un hombre, un tanto extraña, torpe y ridicula, me frustro mucho aunque descubri al poco que fue porque durante esa experiencia yo no me vesti ni me comporte como una chica, a pesar de tener mucha experiencia en privado me cohibi con esa persona y no confese mi gusto por el tavestismo, la experiencia en si se sucedio en uno de mis viajes a Madrid, quede con este chico a traves de una pagina de contactos, quedamos en un edificio abandonado, esta muy nerviosa y el chico tambien, nos hicimos unas mamadas mutuas, y me follo un poco el culo, de forma torpe y dolorosa, (no me extendere en esta primera experiencia ya que no tiene mucho que contar ni erotismo alguno) me quede con muy mal sabor de boca en esta ocasion y puso en duda todos mis esfuerzo por ser mujer.
Con el paso del tiempo me olvide de ello y volvi a las andadas, disfrutaba muchisimo vistiendome y follando mi culito con el dildo, pero seguia sintiendo la necesidad de que un hombre me viese tal y como soy y me hiciese una mujer de verdad, pero necesitaba para ello un hombre de verdad. Pero nunca llegaba esa oportunidad, fantaseaba y hablaba con algun chico via email, nos poniamos a tono con fotos y textos, pero ni yo me atrevia a llegar a mas ni ellos me convencian demasiado, todo eran dudas. Pero al fin y al cabo llevando la vida que llevaba me conducia a ello indudablemente, pero las dudas me lo impedian, necesitaba alguien que se impusiera mi y me ``obligase´´.
Y por fin llego el gran dia...