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Una jovencita con necesidad de atención

en Amor filial

Vivir en una zona residencial aislada lejos de la gran ciudad, hace que una no tenga muchas oportunidades de conocer hombres, y los que pueda conocer en ocasiones están muy cerca de casa o no son los apropiados… Nací en una gran ciudad y vivo en una urbanización en medio de la nada, bosques y descampados. De los que tenemos cerca, solo tenemos relación con un matrimonio ya cuarentón, compuesto por una cántabra y un rubio de 1’8 que parece un vikingo… recio y salvaje que trabaja en la construcción, gerente y trabajador de su pequeña empresa de restauración inmobiliaria, los demás viven de puertas adentro y poco conocemos, distantes en una sociedad casi deshumanizada. A minutos a pie te encuentras con la naturaleza, con plantaciones donde hay casas aisladas entre bosques y granjas para la cría de ganado que pasta libre… prácticamente se puede decir que es un medio rural al lado de una urbanización de alto standing copada de pijos desconocidos.

Yo me llamo pongamos que Paula A., no tengo un cuerpo de escándalo pero soy bonita de ojos verdes turquesa, pese a uno tener unas curvas perfectas sí son muy distintivas llamando la atención de mis vecinos a los que pongo cachondos a mi paso por la calle. Mis tetas y culo, son mi mejor cartel y yo desde mi introversión los enseñaba con orgullo. Además en eso del sexo la verdad es que fui bastante precoz, tal vez por nacer en un medio cuasi rural, donde pronto empiezas a ser observadora de la naturaleza, y ves que eso del follar es casi pan de cada día… cada dos por tres te ves al toro montando a la vaca o al perro follándose a la perra… vamos que cuando no era el toro, era el caballo, cuando no eran folladas las perras. Pero lo que más te llama la atención es lo que ocurre de puertas adentro en tu propia casa, porque incluso mi madre antes de que mi padre montara su segundo negocio a cientos de kilómetros de aquí, era asaltada con cierta asiduidad por él en cualquier circunstancia y lo más revelador sobre la personalidad de mi madre era que tenía un amante a quien le facilitaba enseres a cambio de sexo con ella y eso solo tiene un nombre, mi madre era una PUTA.

Eran casi ya las 11 de la noche escuché que mi padre salió del baño, y eso me creo la necesidad ir también. Mi madre que estaba en la cocina me dijo si no dormía ya, le solté lo de mis ganas de mear. En la cocina no solo se hallaba mi madre que bebía un refresco, sino mi padre la acompañaba, hablaban de cosas del negocio, tomé agua y me fui a mi cama tras soltar un pequeño chorrito en el aseo…me acosté. A los pocos minutos empecé a inquietarme pensando si sería esa noche cuando volverían a hacer el amor, me fijaba por debajo de la puerta y veía el reflejo que la luz de la cocina aun estaba encendida, vencía por momentos el sueño y cuando quise reaccionar miré debajo de la puerta y no ya había reflejo de luz de la cocina o sala. El reloj marcaba las 00:12 de la noche me levanté…, salí de mi cuarto y al llegar a la sala oí unos sonidos semejantes a golpes de madera muy lejos que venían de arriba.

Encaminé mis pasos por las escaleras y como la habitación de mis padres está al acabar las escaleras, conforme iba subiendo los ruidos eran más claros e intensos. Eran movimientos de cama con ritmo y murmullos, me fui acercando y con la poca luz de la lámpara de la estancia fijaba mis pasos para no tropezar, ya estando muy cerca a la puerta vi un poquito de luz por la rendija de la puerta entreabierta, por ella los ruidos eran más claros, siendo reconocibles los rechinidos y sonidos de los muelles del colchón al moverse y las respiraciones agitadas de los fornicadores. Oí la baja voz grave y agitada de mi padre decir…

-“siii siii asii asii mueveteee mmmm mi amor que bien te la estoy clavando…”

En eso la voz también agitada y baja de mi madre dijo –“¿TE GUSTA QUE ME MUEVA ASI? ¡¿TE GUSTA GORDO TE GUSTA FOLLARME CABRÓN…?! ¡Mmmm!”

-“Siiii, siii” contestaba mi padre… “¡Sí nena así muévete… me encanta! ¡Hoy te siento muy Puta!”

Yo no podía creer lo que oía de mis padres, sentí un choque eléctrico en todo mi cuerpo llenando de morbo de oírlos con ese lenguaje soez, ¡A mí me lavarían la boca si dijera eso! Y entonces me escabullí en la rendija que formaba a cuchillo la puerta entornada para tratar de ver con la poca luz de su lámpara. Se apreciaba la cama de mis padres de lado no alcanzaba a ver a mi padre solamente veía a mi madre agitándose y moviéndose desnuda sus tetas colganderas como campanas moverse de arriba debajo de una lado a otro, además de las manos de mi padre asiéndola fuertemente de las caderas…, empujé un poco la puerta y la abertura se hizo mayor, entonces si logré ver a mi padre empujando contra su esposa insertándole la verga hasta los huevos… Tenía toda su pelvis pegada al culazo de mi madre, por lo que se intuía que la tenía entera alojada en el coño de mamá, la extraía hasta la punta y de nuevo la clavaba a fondo. Me asombré de lo larga y gruesa que se veía a contraluz, bien pareciera que a mi madre se la estaba follando un caballo y no su marido. La cama tronaba y sonaba que se iba a descuartizar… estuvieron así gimiendo y jadeando los dos como unos diez minutos, en eso mi madre se hizo a un lado y le dijo a mi padre…

-“Gordito ahora súbete encima de mí”

Entonces pude ver a mi padre levantarse… ahí lo vi desnudo, era mi primera vez en ver un hombre totalmente en pelotas, y la verdad me causó mucha curiosidad. Mi madre se perdió de mi vista de repente pero veía el cipote de mi padre con toda claridad, mi vista se había adaptado a la penumbra, aquel falo me pareció  grande, grueso y muy hermoso así en vivo y directo, real e impresionante. En eso vi las piernas de mi madre al aire separadas completamente despatarrada y ofrecida al fornicio indiscriminado de su macho, se hallaba a meced de mi padre que se inclinó y se acomodó en medio de las piernas de su esposa. Empezaron con movimientos lentos, luego veía las manos de mi madre agarrando las nalgas de su hombre atrayéndolo hacia ella, buscando mayor profundidad en la follaba que mi padre le estaba practicando sin miramientos entre gemidos y palabras groseras de ella…

-“¡Mmmmm, aaaaajj, ssii, siii, assiii!  Muévete más cabrón… métela hasta adeeeentro, la quiero toda en mi coño ¡Muévete más rápido y fóllame como tú sabes…! ¡Vamos hijo de puta lléname de carne dura bien dentro de mi útero! ¡Me encanta como me follas cabronazo! No pares de follarme duro ¡Quiero sentir tu leche en lo más hondo de mi coño!”

En eso vi como mi padre se movía más rápido. Desde mi posición los veía a los dos de cuerpo entero con mi padre sobre su mujer comiéndole la boca y las tetas desparramadas a cada lado de su cuerpo, sus tetas son fastuosas, pero no menos el par de cojones de mi padre, que hechos una pelota enorme se apretaban contra el coño de mi madre en cada inserción profunda que le daba…observaba el rabo paterno salir hasta el glande y de nuevo perforar la vagina de su esposa formando dos cachetes de carne mullida franqueando la entrada del cipote extremadamente duro, debido a que el conejo de mi madre es muy voluptuoso de labios hinchados. La puta empezó a jadear mas fuerte diciendo…

-“¡Dame más hijo de puta…! No dejes nada fuera de mi coño la quiero toda bien adentro… vamos empuja con fuuueeerrza cabrón tu puedes reventarme el coño con ese pollón ¡Quiero sentirlo todo, más rápido vamos mueeeveteeee, así, así, más, más! ¡Qué bien me follas gordo qué gusto me das en el coño!”

-“¡¿Te gusta nena como te tengo ensartada, te gusta mi polla dura?!” Decía mi padre entre jadeos.

Otra vez la cama parecía que se desarmaba…, estuvieron así un rato y luego mi padre se detuvo y le dijo ponte empinada vamos, mi madre accedió sin rechistar como una perra en celo que necesita más verga. Vi a mi padre pararse en la orilla de la cama contemplando su falo exultante. Mi madre se acomodo rápido en la cama y pego su cara a las sábanas, ya perdí la visión de su cara, solo sus piernas y nalgas hacia mi padre eran visibles para mí… papá le acariciaba las nalgas a su amante diciéndole los mucho que le encantan ese culo

-“¡Métemela ya cariño… no seas hijo de puta y no me desesperes! ¡Dame Verga!”

Ahí perdí la visión del cipote de mi padre que se perdía en el culo de mi madre  aguantando el envión como una perra veterana y salida, ambos inclinados hacia mí. Mi padre agarraba a mi madre de la cintura y se empezó a mover despacio en un folleteo demencial diciéndole…

-“¡¿Te gusta cómo se siente mi polla en lo hondo de tu coño… Puta?!

Mi madre contestaba sí a todo… -“¡Me entra muy bien cabrón, me abres el coño como solo tú sabes hacerlo! ¡Te amo gordito!” En eso mi padre… -“A ver, muévete… quiero que te ensartes tu sola”

Ahí vi como mi padre se quedaba quieto y las nalgas de mi madre empezaron a moverse estrellándose contra mi padre lento pero con fuerza. En esos momentos me confirmó lo puta que podía ser mi madre al empalarse ella solita oyendo los sonidos chasqueados que hacían sus nalgas al chocar contra mi padre ¡Plas plas plasss! estuvieron así a ese ritmo un rato, la cama los acompañaba con los chirridos de los muelles y ruidos del cabezal de madera contra la pared. Yo ya estaba excitada más no poder, mi vagina la sentía húmeda, todo eso era nuevo para mí… ese lenguaje de ellos y verlos en esa forma tan obscena y lujuriosa. De repente empezaron a moverse los dos… mi padre hacia delante y mi madre hacia atrás con un ritmo fuertísimo y sincronizado, los años de matrimonio se notaban en cada clavada. Mamá debía sentir el bálano de su esposo en la misma boca del estómago de lo profundo que se la metía sin recato alguno diciendo…

-“¡Así así gordito asiiii todaaaa, mmm me encannta esto! ¡No dejes nada fuera de mi coño Cabrón”

Mi padre le comentaba lo que le encantaba tenerla bien ensartada… -“¡Sabes que te amo que me vuelves loco! Sobre todo cuando te portas tan zorra…”

En eso mi madre espetó… -“¡Me voy a correr cariño, métemela así! Sigue asi fuertteeee.”

Ahí vi la cara de mi madre sudada al apoyarse con las manos en el colchón… -“Mmmmm, aaaaajj, aajj, ¡Muévete  más y no pares cabrón…así, así un poco más! ¡Dame, dame verga, dame duro, siiiiiiiii, fuerte, rápido, así, así hijo de puta me corro yaaaa! ¡Aaaaaggg! ¡Ummmm!

Se movían los dos con mucha velocidad yo la verdad estaba frotándome el coñito sin parar enervada de tanta excitación, ya comprenderán como me sentía al ver a un macho follándose a su hembra con todo hasta lo más hondo de su vagina. Mi padre le apuntaba… “¡Siii puta, siii, dame tu corrida putita, siiii, toma mi verga, toma nena” Decía mi padre… ¡¿Te gusta mi verga… Dime te gusta?!”

-“Siii siiii” decía mi madre fuera de sí en plena convulsión. “Me encanta la verga sabes que soy tu puta y me encanta la verga que me das… tan dura y gorda ¡Vamos Párteme a pollazos cabrón!”

Yo no podía creer lo que oía esas frases que se decían, de mi padre tan serio y tan amoroso oírlo decirle eso a mi madre. La verdad no lo crearía si me lo hubieran contado alguien, pero lo cierto era que mi coñito rezumaba baboso de la excitación…, sin darme cuenta mi mano se había apoderado de mi clítoris y lo masajeaba con fruición viendo como follaban mis progenitores ¡Ver cómo me engendraron fue superior a mi voluntad de salir de allí! Me quedé un rato más notando el sofoco de mi orgasmo que me embargaba por completo desde la cabeza atolondrada a mi candente chochito mojado, justo cuando mi madre empezó a gritar fuertísimo juro que se oía en todo el vecindario… “¡Sí sigue, me estoy corriendo cabronazo!”

Mi padre le dijo… -“¡Yo también ahí te va mi leche nena…Tómala entera!”

-“¡Qué leche más rica! Joder gordo la estoy sintiendo… noto como me queman tus lechazos”

Yo la verdad no sabía ni que era eso de leche que mi padre le estaba descargando en lo profundo de su coño hasta después de probarlo, me toque mis bragas escurriendo casi. Se empezaron a mover muy lento acabando de inseminar a la hembra y disfrutando ambos de una corrida simultánea y yo me atrevería a decir que triple contando conmigo. Pasados unos segundos se separaron y vi la polla de papá aún fastuosamente gorda pero ya no con la rigidez de un cuerno de toro. Mi madre una vez llena y cubierta su necesidad de zorra cachonda, se dio la vuelta y se acostó, perdiéndoseme de la visión, solo veía sus rodillas. Mi padre se acostó hacia el otro lado y se me perdió bajo las sábanas, ahí me di cuenta que había terminado la función. Bajé a mi cuarto sin hacer ruido. Después de ese día los espiaba seguido cada vez que podía. Otra gran alegría que me dio mi padre fue a las pocas semanas, al cumplir mis 15 años, mi padre me regaló una moto Vespa, aprendí a conducir y me saqué el carnet ese mismo mes…, puede tener mi autonomía y movilidad para disfrutar de mis paseos con mis amigas. Meses después mi padre abrió un segundo negocio en otra ciudad, en el cual pasaba grandes temporadas de al menos tres semanas cada mes volviendo por casa la última, se volvía a ir de nuevo y así sucesivamente. La verdad que casi ya no los espiaba porque no follaban por las noches como antes lo hacían, atendía a sus movimientos en el cuarto y no se sospechaba nada, tal vez ahora se ocupaban de ello en mis horas de clase en el instituto. Las cosas entre mis padres habían cambiado, pero a mi madre alguien le tendría que cubrir sus necesidades...

Continúa...

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