III

De momento el día ha empieza bien …, N3 en el ascensor conmigo mirándome descaradamente , siempre lo hace , pero esta vez si que me sentía molesta.

– Buenos días Vanesa – dijo con cierta chulería , el pervertido –

– Hola N3 – respondí seria mientras el ascensor subía hasta la planta 8 , donde se encontraba nuestra oficina.

El sin decir nada mas solo me miraba y sonreía, dándome bastante asco y rabia por la prepotencia que me transmitía. Salimos del ascensor para entrar en la oficina, yo me acerqué a la puerta para pasar la tarjeta para abrirla , el se puso detrás de mi y me toco el culo , me dio un pellizco suave en la nalga izquierda con el pulgar y el indice. No era la primera vez que lo hacia, si la primera vez con tanto descaro , y era la primera vez que reaccionaba tan mal .

– ! Que coño te crees gilipollas ! ¿eh? Puto gilipollas – le grité mientras le empujaba, su cara se tornó a sorpresa y a seriedad.

– Oye , no te enfades – dijo intentando calmarme

– A ver ¿ que te has creído ? ¿ crees que puedes manosearme? No soy tu juguete, me vuelves a meter mano y te piso la cabeza, ¿ entiendes? Ah , y como cuentes algo de lo ayer tendrás problemas muy gordos puto violador.

Dicho esto entré en la oficina. El resto del día pasó con normalidad, no noté nada raro en la gente de mi alrededor, ni miradas raras. Diana y Lauren estaban normales, los chicos no habían hablado , bien , todo estaba en calma, así que lo mejor era intentar olvidarme de todo lo ocurrido lo antes posible.

Pasaron las horas y cuando quedaba poco para irme a casa fui a la cocina de la oficina a tomarme un café , me hice un café con leche y mientras me lo tomaba N2 se puso al lado mio a tomarse otro café

– Hola Vanesa – dijo.

– Hola N2 – respondí , el me miraba a los ojos y sonreía , su mirada me transmitió calma, me hacia sentir segura.

– Oye, ¿ cómo llevas el día? – preguntó – espero que no te estés rayando por lo de ayer.

– Bueno, he estado algo preocupada por si hablabais – respondí

-No – respondió tajante – te dimos la palabra de que eso no saldría de nuestras bocas, y así va a ser , puedes estar tranquila que no diremos nada.

– Gracias N2 – respondí – creo que lo mejor es olvidarlo del todo, me vuelvo a mi escritorio a terminar de trabajar.

– Perfecto, que tengas buena tarde, y perdona a N3, ya sabes que es un salido -dijo

– Gracias – respondí sonriente – que tu también lo pases bien.

Cuando volví a casa quise desconectar de todo, aunque me encontraba bastante mas calmada después de haber hablado con N2 , me tumbé en el sofá para leer un poco, los últimos días habían sido muy locos y ahora tocaba descansar un poco.