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Una noche de lectura especial

en Sexo con maduros

Soy una persona que me encanta, sobre todo en estas fechas de verano, ir por las noches a sentarme en un parque  cercano a leer un poco. Hoy quiero compartir con todos vosotros lo que me ocurrió hace unos días.

Ante todo me presento, me llamo Alma tengo 18 años y soy de Santander. Tengo el pelo largo y castaño, soy de piel un poquito morena, ojos marrones. Soy bajita, tan solo mido 1,57 y peso unos 62 kg. Si, lo sé, quizás tenga algún kilo de mas pero me encanta mi cuerpo, tengo curvas, el culo bien durito y un poco más grande de lo normal y uso una 95B de sujetador.

Ahora que ya os podéis imaginar más o menos como soy, os contaré lo que me paso.

Como decía me encanta ir a leer a ese parque. Ese día, como tantos otros cuando hace calor, me puse un vestido que me encanta (me llega a medio muslo, con los tirantes finitos y un buen escote que deja ver bien parte de mis tetas), cojo mi libro y me dirijo al parque. Son algo más de las 10 de la noche cuando llego y me siento a leer.

-          Hola preciosa, ¿no es muy tarde para que estés aquí sola sentada?

Doy un pequeño salto en el banco, me había concentrado tanto que ni me había dado cuenta que un hombre de unos 50 años se había acercado. Cuando reacciono me doy cuenta que es el padre de mi mejor amiga

-          Ehh hola Andrés. Sabes que me gusta leer a estas horas cuando hace buen tiempo y aquí hay tranquilidad.

-          No pretendía asustarte, si te molesto me voy.

 

-          No para nada, asi descanso un poquito de tanto leer.

 

-          Hacía tiempo que no te veía. Has crecido mucho, te ves muy bien. –dice sonriéndome-

Me quedo mirándole un poco sorprendida por el piropo y… también por lo atractivo que es.  Siempre me parecio muy guapo, es alto, con bastantes canas, y unos ojazos azules que me dejan como hipnotizada.

-          Ehh… bueno, ya hacia un tiempo que no coincidíamos cuando voy a tu casa. Siempre andas… liado.

 

Se me queda mirando las tetas y da un suspiro. Al ver que me doy cuenta aparta la mirada…

-          Perdona, pero es que sí que te has convertido en una toda una mujer uffff.  Seguro que tienes novio y un montón de pretendientes.

-          ¿Novio? Aún es pronto para tenerlo, me gusta ser libre para divertirme cuando me apetece y con quien desee.

-          Vaya, chica lista.

Empieza a rozarme la rodilla con los dedos mientras me va preguntando por cosas banales como que tengo pensado estudiar en la universidad, si suelo salir mucho de fiesta, si he estado con muchos chicos…. Ese pequeño roce me empieza a excitar. Deseaba tanto que se fijase en mí y me tocase.

Mientras hablamos me voy colocando en el banco con las piernas un poco abiertas hacia él. Esto provoca que empiece a rozarme un poco más el muslo y al fijarme veo que le ha crecido bastante algo entre la entrepierna y sonrió.

-          Parece que te gusta lo que estas tocando.

-          Mmmmm, ¿y a quien no? Eres muy guapa y entre tú y yo… hace tiempo te tenia muchas ganas.

-          ¿Ahh si? Como últimamente cuando voy a ver a tu hija no sueles estar.

 

-          Es que si me quedo en casa sé que hubiese pasado algo y eres la amiga de mi hija…

 

 

Me coloco mirando más hacia él y con las piernas aún más abiertas. Le cojo una mano y se la llevo a mi entrepierna para que note que ya empiezo a estar mojada.

-          ¿Aún tienes ganas de mí?

 

-          Uff, estas mojada, dios te deseo más que antes.

Sin mediar más palabras me acerco a él le desabrocho el pantalón, le saco la polla. Ya la tiene casi dura.

Me agacho y empiezo a lamerle la punta con la lengua, chupándosela un poquito, empiezo a dar vueltas con mi lengua por la punta mientras le aprieto los huevos con una mano, los sobo. Siento como empieza a gemir pidiéndome más y me agarra la cabeza con sus manos. Voy pasando mi lengua por su polla, bajando desde la punta hasta los huevos. Cuando llego a ellos empiezo a lamerlos, chuparlos y a morderlos suave. Vuelvo a la punta y me meto la polla entera en la boca y empiezo a metérmela y sacármela cada vez más y más rápido. Siento como el gime más fuerte y paro en seco. Me saco la polla de la boca, me quedo mirándole mientras le pajeo un poco. A mí me moja aún más su cara de deseo y le digo al oído:

-          Fóllame Andrés!!! Lo estas deseando tanto como yo.

-          Mmm Alma eres una diosa!! Vas a ser completamente mía! Túmbate en el banco y ábrete

Me tumbo y veo que saca algo del pantalón le pregunto qué es y me dice que es un condón. Me incorporo, se lo quito de las manos y le digo que me folle a pelo que así le sentiré mucho mejor. Él sonríe y antes de intentar metérmela, acerca su cara a mi coño y empieza a lamérmelo metiéndome dos dedos dentro. Estoy tan caliente que enseguida empiezo a gemir bastante fuerte. Le digo que pare o hará que me corra ya y quiero sentirle dentro de mí.

Acerca su polla a mi entrada y empieza a rozármela haciéndome pedirle más y que me la meta bien dentro, hasta el fondo. Sonríe mientras me la sigue rozando un poco más y de repente… me la clava hasta el fondo.

-          Ahhh sii así dentro, que gustoso.

-          Que coñito más rico tienes diosssss. Eres una diosa!!

-          Ufff siii dame más, soy toda tuya, me encanta sentirte asi

-          Menos mal que me has quitado el condón!! Es un gusto sentirte así.

Me la saca, me levanta del banco y se sienta, me pide que me coloque sobre el. Por su cara le noto que le falta poco para correrse igual que a mi. Me pongo sobre él y me meto la polla de un tirón en mi coño. Empiezo a moverme adelante y atrás mas y mas rápido.

-          Sii mi diosa sigue así, cabálgame más me voy a correrrr!!

-          Siii corretee, hazlo dentro de mí, dame tu lechita en mi coño quiero que me dejes preñada!! No me estoy cuidando!!

Veo como al decirle eso pone cara de más vicio asique cabalgo sobre el más rápido apretándole dentro de mí. Se pone cada vez más rojo hasta que no puede más y explota llenándome el coño entero. Me paro un momento hasta que ha terminado de darme toda la leche y sin sacármela vuelvo a cabalgarle rápido hasta que me corro sobre él.

Estamos así un momento, sin sacármela del coño, besándonos hasta que casi se sale por sí misma, nos sonreímos, nos despedimos y quedamos en vernos algún día de nuevo en ese mismo lugar

Ahora cada vez voy más a menudo a ese parque parque con la esperanza de que me vuelva a follar.