miprimita.com

Lo que me llega al correo

en Confesiones

Dentro de unos días mi análisis sobre los comentarios que me llegan al correo cumple un año. Y la es que no pensaba en subir ninguno más, pero dado los dos últimos acontecimientos vividos en ella, me he animado a subir este relato.

La primera historia es de risa, digna de una comedia surrealista y me pasó ayer mismo (el Sábado) mientras preparaba mi capítulo de la prometida.

Tenía un mensaje en el Hangouts mandado horas antes que decía simplemente...

-Hola perrita.

Nada más. Ni correo ni nada.

Así por educación y curiosidad, le escribí.

-Hola.

-Estás lista?

-¿Lista para qué?

-Para tu adiestramiento, ¿Para qué va a ser?

¿Mi adiestramiento? ¿Pero de qué iba este tío? Decidí seguirle el juego

-¿Estás sola en casa?

-Sí

-Desnudate. Y ponte de rodillas. Ante mi siempre de rodillas.

-Si me pongo de rodillas no voy a poder escribirte

-Si, vale, ponte el teclado en la silla. Y ahora de rodillas.

-¿Con cojín o sin cojín?

-Sin cojín que duela.

-Vale, de rodillas sin cojín.

-Ves a buscar una correa y un par de cintos.

-Amo, ¿No habría sido más fácil mandarme antes a buscar lo que sea y luego ponerse de rodillas?

-Por tu insolencia, quédate de rodillas 15 minutos.

-Bien Amo, bien...

Me pongo a trabajar en el relato, y más o menos cuando veo que llevo 15 minutos, le escribo. El tío seguía ahí

-Estoy aburrida y me duelen las rodillas

-Vale, ahora ves a buscar la correa y dos cintos. Y respóndeme rápido.

-Bien, voy

Media hora larga más tarde... El tío seguía ahí.

Y me había mandado un montón de mensajes en plan Perra, perra, responde a tu AMO, perra, ¿Dónde estás?

-Buscando la correa, no la encuentro.

-Menuda perra. PONTE DE RODILLAS DE NUEVO HASTA QUE YO TE DIGA.

-Vale, de rodillas de nuevo.

Total, que me voy a hacer la compra. Y cuando vuelvo, el tío seguía ahí... en plan, levántate, PERRA. Ya esta bien, hazme caso... Tu AMO te ordena que te levantes... ¿Te llegan mis mensajes?

-Sí, perfectamente, pero no los hago ni puto caso.

-¿Cómo qué no? Si llevas de rodillas dos horas. ¿Te ponen los castigos duros, verdad?

-No, lo que me pone es ver a un infeliz que se cree lo que no es hacer el gilipollas durante dos horas. Te voy a hacer una pregunta. ¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto?

Ahí metió la pata hasta el fondo, porque me dio detalles sufientes para saber quien era...

-Vale, y en tus años de experiencia como amo... ¿De verdad alguna sumisa te ha hecho caso tal cual?

-Sí, incluso cuando dudaba me han mandado fotos con mi nombre escrito en sus cuerpos.

-Vale, ¿Y alguna te ha llamado GILIPOLLAS?

-No.

-¿Sabes lo que significa?

-Sí, se lo que significa.

-Tonto de los cojones, efectivamente. ¿Y alguna te ha reconocido que llevas dos horas haciendo el imbécil pegado al ordenador?

Algo que no podía negar porque los mensajes indican cuando se escriben.

-No.

-No. Vale, ¿Y cómo es que sigues aquí?

-Porque tú eres una mascota y me gustan. Me gusta adiestrarla

Aquí es cuando me confirmó quien es.

-Bueno, no sé que te ha hecho suponer que necesito adietramiento, o amo, o que necesito tus servicios.

-Fuiste tú quien me escribió.

No chico, yo te escribí para decirte que tus relatos no hay quien los lea. También te iba a decir que eran más falsos que el alma judas, por mucho que digas que son reales.

Su patética actuación de ayer no hizo más que confirmar mis sospechas.

Y para despedirme de él, hice algo que nadie le ha hecho nunca antes.

-Mira tío, es muy posible que te hayas equivocado de persona. Yo no te escribí. Y desde luego pobre de la chica que lo haga. Venga, hasta nunca.

-Oye perra, a mi...

Nunca supe que me iba a decir porque le bloquee.

La segunda historia no es tan divertida, o quizás si, porque el final es para partirse de risa.

Harta ya de que me pregunten si tengo amo o no lo tengo, a uno le dijé que no.

Pues tras decirle que NO, que hago esto por afición, que no soy sumisa y tal, el tío va y me pregunta por el precio que tendría que pagar para verme en su perrera...

-Ponte a cuatro patas y deja que el perro te de por culo un buen rato si tantas ganas de verme ahí. Ese es mi precio.