miprimita.com

Haciendo tarea en casa

en Hetero: General

Hola a todos de nuevo, algunos ya me conocen, otros no, mi nombre es Fátima, pero pueden decirme Fati. Vi que les gusto a muchos mi primer relato y quería seguir con más, iré subiendo de manera más o menos seguida esto, ya que no siempre tengo tiempo de escribir.

En fin, comenzare con el relato de esta vez.

Esto ocurrió poco tiempo después que el primero que subí, dos días después creo recordar. Llevaba ya dos días siendo manoseada por Gustavo a la vez que yo llevaba dos días manoseándolo a él. Solo nos veíamos durante clases, no intentábamos ir a casa de alguno de los dos ni nada, estábamos bien así. Yo, para no perder mis costumbres, seguí buscando chicos a los que provocar. Había un par de ellos, uno llamado Edgar, un chico un año mayor que yo, es alto y de piel clara, su cabello es negro y tiene ojos claros que se ven muy lindos para mí, y otro chico llamado Fabian. Primero contare lo ocurrido con Edgar y en otro relato lo que paso con el otro.

La profesora de español nos puso en parejas, por pura casualidad me toco a mí con Edgar, él nunca me había hablado ni yo a él, pero yo sabía perfectamente lo que quería hacerle, estaba emocionada ya que fue pura casualidad. El trabajo que nos encargo debía hacerse para el día siguiente, por lo que era mas que obvio que nos juntaríamos en una de nuestras casas para poder hacerlo, ya que español es la última clase que tenía ese día.  Nos pusimos de acuerdo para ir a mi casa directamente saliendo de la secundaria, ya que vivo a un par de calles.

Mi plan marchaba a la perfección, ya que en mi casa no hay nadie salvo yo hasta las 6 de la tarde, por lo que íbamos a estar solos toda la tarde si era posible. Nos fuimos juntos, hablando un poco del trabajo y de cualquier cosa hasta que llegamos. Saqué mis llaves y le abrí la puerta.

Yo estaba nerviosa, pues, aunque había provocado a muchos chicos en el pasado, nunca había traído uno a casa y mucho menos para eso. No sabía cómo empezar así que hice lo primero que se me ocurrió.

-Bueno… -Me temblaba la voz, estaba nerviosa. -Antes de empezar, ¿quieres comer algo? -Yo estaba en la cocina, abrí el refrigerador mientras lo decía, el estaba sentado en la sala.

-No…  no, gracias Fati. -Se oía nervioso también, quizá fuera también la primera vez que estaba en casa de una compañera suya.

-Esta bien, yo… me iré a cambiar y después ya empezamos. -Obviamente sabía lo que hacía, en jumper no me vería tan provocativa.

Fui a mi habitación y me desvestí, me quede solo en ropa interior, me quité el bra y me quede solo en pantys. Me puse una blusa pegada color roja y me di cuenta al verme al espejo que mis pezones estaban duros bajo la tela y se notaban mucho. Pensé en cambiármela para no ser tan obvia, pero al final no lo hice. También me puse un short que yo misma recorté un poco, aunque torpemente porque de una pierna esta mas corto que de la otra, en el que se me ve bastante mi culo, casi la mitad dependiendo de la posición.

Después de cambiarme fui hacia el en la sala, me senté a su lado, pegándome un poco a él en el sillón.

-Bueno… ahora si a empezar… -Noté como me volteó a ver en cuanto me senté, me vio mis pechos y también mis piernas, pero no dijo nada en ese momento. - ¿Con que quieres empezar Edgar?

-Yo… emm… -Estaba aun mas nervioso que antes, supongo que fui muy rápido, pero no me iba a detener. -No lo sé, tu dime.

Me levanté y fui caminando hacia la mesa del comedor, ahí haríamos la tarea. Tiene dos sillas a cada lado y una en cada extremo, siendo 6 en total. Él se sentó en una de la de los lados y yo me senté en la que estaba pegada a esa. Tomé mi mochila y la puse en el suelo a mi lado.

-Bueno, mira… creo que deberíamos empezar con… -Me volteé completamente hacia mi mochila, dándole la espalda y después me incliné aun sentada dejándolo ver mi culo. Hacia ligeros movimientos con mis piernas y mis nalgas para moverlo y darle mejor espectáculo. -Emm… déjame saco mi libro y mi libreta.

Tomé mi mochila y me la puse sobre mis piernas, incorporándome a la vez. Voltee ligeramente a verlo y el me estaba viendo directamente el culo, ni se percato de que lo miraba yo a él. Eso solo logro que me emocionara aún más.

-Bueno… empecemos. -Me voltee hacia la mesa y el dejo de verme lo más rápido que pudo, aunque fue obviamente en vano pues yo sabia perfectamente que me miraba. -Tú también saca tu libro.

El tomó su mochila y se la puso en las piernas para sacar sus cosas. Yo “amablemente” lo ayude, aunque “accidentalmente” me apoye sobre su pierna con una mano para ayudarlo mejor. No dijo nada ni hizo nada, casi como si me dejara a mi todo el control de la situación. Saque su libro y su libreta solo con una mano y con la otra seguía agarrando su pierna. El se quito la mochila y voltee a ver donde mi mano estaba y más arriba podía ver que estaba ya muy duro. Voltee a verlo después a él y el me aparto la mirada, su cara estaba muy roja. Yo aproveche su “permiso” para llevar mi mano mas arriba, hacia su miembro. Al igual que con Gustavo, Edgar en la punta de su verga tenia húmedo. Ya mi corazón no latía tan fuerte como la primera vez que había tocado uno, pero seguía siendo muy excitante, tanto que mi vagina comenzaba a mojarse poco a poco. Moví mi cuerpo y pegué mis pechos en su brazo, apretándolas mucho contra él. Sin decir nada volteo a verlas y las comenzó a tocar poco a poco. Las tomaba con ambas manos mientras yo le agarraba su miembro. Lo siguiente que hizo fue tocar mis pezones por encima de la blusa, se marcaban mucho así que no fue difícil para el adivinar donde estaban. Mientras lo hacia mi mente estaba en blanco, sabía que nada ni nadie podría detener esto, estábamos completamente solos, por lo que no me importo soltar algunos gemidos un poco fuertes.

Me quite mi blusa para darle una mejor vista de mis tetas. El solo las veía y fue directo a una con su mano y a la otra fue con su boca. Comenzó a lamer mi pezón, era la primera vez que alguien lo hacia y quede completamente rendida, se sentía increíble, como cosquillas, pero a la vez escalofríos. Me levante de la silla, quedando de pie frente a él, ahora quedaban a su altura perfectamente, el aun estando sentado. Siguió con lo suyo mientras yo lo tomaba por la cabeza, presionándolo hacia mí. Fue entonces que la mano que no estaba en mis tetas fue directa a tomar mi trasero. No me lo espere en absoluto, por un instante hasta pensé que era otra persona. Era una escena increíble, mis tetas siendo lamidas y manoseadas a la vez que mi culo era apretado y manoseado.

Por desgracia para ambos a los pocos minutos alguien llamo a la puerta. Los dos reaccionamos con un pequeño salto y rápidamente el fue al baño mientras que yo me puse de nuevo mi blusa, aunque obviamente no atendería con mis pezones completamente duros, por lo que al abrir la puerta solo asomé la cabeza. Era el hermano de Edgar, venía a llevárselo a su casa, no entendí por qué en ese momento, pero ya después me enteré de que era porque irían a una fiesta de cumpleaños.

En fin, Edgar salió del baño a los pocos segundos, tomo sus cosas y se fue, mientras tanto yo seguía completamente excitada, mis pezones no se relajaban y mi vagina seguía muy húmeda por lo que no hubo mas remedio que masturbarme hasta que pude terminar, con lo excitada que estaba no me costó mucho, fue increíble, quizá la más placentera que había hecho hasta ese momento.

Al día siguiente Edgar me evitaba y no quería hablar conmigo, pero eso cambio con el paso de los días.

Gracias por leer y ya saben que pueden mandarme mensaje a mi correo: faticotarelatos@gmail.cm o usar los comentarios de la página. Espero que les haya gustado.