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Las electrocorridas del Señor Paco.

en Sexo con maduros

 

Por aquellos dias ocupaba mi tiempo haciendo pequeños trabajos de carpintería y Electrónica en mi humilde taller, que clandestinamente me había acondicionado en un trastero de mi propiedad, situado en los bajos de mi edificio, aun qué los vecinos sabian que yo lo utilizaba para mi hobby preferido, que no era otro, que el bricolaje.

A ellos no les importaba en absoluto que yo pasase parte del dia allí abajo. Como se encontraba en el segundo sotano, pues por el ruido que pudiese hacer mi sierra electrica, no suponía problema alguno. El ruido nunca llegaría hasta las viviendas, por que estaba demasiado profundo. Yó de alguna forma, se lo recompensaba haciendo algunos pequeños arreglos que iban saliendo en la comunidad. Como arreglar alguna ventana o cambiar alguna cerradura del portal, o las tipicas bombillas que se funden... Cosas muy habituales en cualquier comunidad de vecinos.

 

Mi comunidad era la mar de normal.

Tenía los habituales personajes que existen en cualquier finca como:

 

-El tipico señor "jubilado" que no para de incordiar y sacar pegas de todos lados, y que su mujer lo suele mandar a pasear por no aguantarlo en casa. (Señor Francisco, o Paco)

 

-El "moroso" que no pagaba los recibos de comunidad...y que tenía la cara a hacer uso del ascensor más que cualquier otro vecino...(Antonio)

 

-La señora "cotilla" que se enteraba de todos los chismes de la porteria, e incluso del barrio al completo. (Maruja)

 

-Como no podía faltar la habitual "jovencita" adolescente que pasaba de todo el mundo, y que ponia la música Latina siempre a todo volumen. Y que solía vestir con esos pantalones vaqueros tan cortos, que dejan los mofletes del culo medio al aire, y que todas las adolescentes usan en estos tiempos. (Dely) Imagino que debe ser el diminutivo de Adela.

 

-Y claro está, yó mismo. Me llamo Javier tengo cuarenta y nueve años, soy de constitución baja, yá que no sobrepaso el 1,60 cm de altura y ya con algo de barriguita, fruto de las cervecitas y la deliciosa comida casera que prepara mi mujer, ahora devo pesar unos 72 kg mas o menos.

 

Por circunstancias de la vida, o quizás algo de mala suerte, padecí una enfermedad de larga duracion que mi empresa de toda la vida no quiso asumir, y tras dos años de bajas continuas decidió despedirme.

Perdonarme que hasta ahora no os habia dicho todavia en que consistia mi trabajo. Pues desde bien joven, me apasionó la electrónica, y tras graduarme en dicha asignatura con muy buenas notas, hice las practicas en un taller oficial, del cual yá no me dejó marchar, y en el cual estuve trabajando más de veinte años. Mi función en dicho taller era diagnosticar y reparar averias en pequeños electrodomésticos, de diversas marcas. O sea, que la electrónica no era problema para mi.

Cuando se me acabó el subsidio que cobraba todos los meses, fué cuando se me ocurrió montar el taller en el trastero, y así hacer algunos trabajos de reparacion de electrodomésticos a amigos y vecinos, cobrando precios muy baratos. Era lo que mejor sabia hacer, y por cierto muy bien.

Como la necesidad agudiza el ingenio, al poco tiempo comenzarón a llegarme gran cantidad de pequeñas reparaciones de unos y otros. Y lo que empezó siendo un entretenimiento, se convirtió en un trabajo casi de ocuparme prácticamente todo el dia.

 

Mi mujer (Lola) trabajaba en un Almacén agrícola en una población situada a unos 30 km de casa. Salía muy temprano y regresaba a última hora de la tarde. Así qué yó, solía comer solo todos los mediodías, para continuar en el taller el resto de la tarde con los arreglos. Como imaginaréis con esta vida tan monotona, pues mi mujer y yo solo nos veíamos unas pocas horas al día, y nuestra vida sexual no era demasiado activa, "la verdad". En contadas ocasiones echábamos algún polvo, o nos masturbabamos el uno al otro. Con el paso de los años, el estrés del trabajo y los problemas del dia a dia, la chispa se pierde y se enfría la pasión que suele acompañar a la juventud...

 

Yo solía masturbarme a menudo en el taller cuando mi cuerpo me lo pedia. Tengo que confesaros que mucho ultimamente y como casi siempre estaba sólo, pues me recreaba allí y me hacia mis buenas pajas. Pero algo que me faltaba en el taller, era una conexión a internet, para hacer consultas sobre mi trabajo, y como nó, para inspirar aquellas "pajas" tan deliciosas que ultimamente me estaba regalando.

Como el taller no disponía de conexión a Internet, y la cobertura del teléfono móvil no era nada buena, al encontrarse el taller dos plantas bajo el suelo, la unica solución pasaba por llevar un cable desde mi casa hasta el taller. Pero me daba pereza liarme en semejante faena, aunque reconozco, que tras hacerlo, no supuso tanto lio cómo yo había imaginado.

 

Así que una mañana me armé de valor y me decidí a bajar el maldito cable. Total un dia u otro tendría que hacerlo. Debía de salir desde el ruter de mi casa, que es un segundo piso, y acceder por un patio y de allí haciendo un pequeño taladro acceder a los garajes, y aprovechando la propia instalación del edificio bajarlo hasta la segunda planta, y una vez allí, llevarlo hasta mi cuarto. No creo que necesitase más de veinte o treinta metros de cable de red, y hacer un par de taladros, uno en un patio interior y otro a la entrada de los garajes y desde ahí por unos registros hasta llegar hasta mi trastero (Taller). Allí lo conectaría a un viejo ordenador (PC) que alguien me regaló estropeado, y que yó fácilmente reparé y puse en funcionamiento.

 

Cuándo el cable rojo de red aparecio atraves de una caja de rejistro que estaba justo al lado de mi mesa, mi corazón comenzó a latir mas deprisa... yá sólo quedaba colocar el conector correspondiente en el extremo, y conectar a la tarjeta de red del PC. Nada más conectarlo, las luces de la tarjeta de Red comenzarón a parpadear, sintoma de que la conexión se había establecido correctamente. A continuación comprobé la configuración de la tarjeta de Red, que por suerte, funcionaba muy bien, llegando con una velocidad más alta de lo que yo pensaba. Lo primero que hice para probar la conexión fue: teclear en la barra de mi navegador una web porno.

 

Que es mi pagina de sexo favorita, y en medio segundo tenia ante mi una hermosa pantalla de 32°pulgadas repleta de todo tipo de sexo a mi disposición, desde hermosas y atractivas mujeres de todos los gustos...jovenes, gorditas, rubias, voluptuosas maduras, transexuales y hasta hombres, si esa hubiese sido mi preferencia sexual.

Llegados a este punto, y sin nadie que me molestase decidí hacerme una lenta y deliciosa paja para celebrar que ya disponia de conexión a internet.

Sin pensarlo dos veces bajé mi pantalon corto y mis calzoncillos hasta mis tobillos. Comence a acariciar mi miembro lentamente, y al instante estaba con mi polla mas dura que una bara y yá comenzando a babear de la emocion frente a aquella television de 32° que me hacia las veces de monitor. Cojí el ratón y me dispuse a elegir uno de entre todos aquellos videos que se me ofrecian, ante mi, justo cuando me disponia a hacer click sobre un video de una hermosa BBW, o chica grande y voluptuosa que son fruto de mi inspiracion ultimamente, sobre todo, las maduras con tetas bien gordas y pezones grandes, observé que justo al lado de ese video habia otro titulado:

-BIG ESTIM ORGASM-

En el cual, se veía a un señor con una blanca y peluda panza, que tenía un grueso pollón, al cual no se le podía ver el rostro, recostado sobre una butaca de oficina. Me parecio curioso que en su afeitado rabo llevara unos anillos como de goma, y unos cables conectados a ellos. Una de aquellas anillas le rodeaba el capullo (Glande) justo a la altura de su frenillo, y otra de mayor diametro rodeando el contorno de sus gordas y afeitadas pelotas cerrando el circulo en su también rasurado pubis. Así que por morbo o pura curiosidad hice click sobre aquel video, que tenia una duracion de nueve minutos.

Debo reconocer que aquella imagen me excitaba enormemente, ver como aquel blanco rabo, que curiosamente marcaba sus azuladas venas todavía semierecto

comenzaba a hacer estraños movimientos que parecian involuntarios, y que pasados unos segundos se convirtió en una completa ereccion. Mostrando su formidable tamaño, tanto de su bastago, con aquella gorda y morada cabezota como de sus afeitadas y apretadas pelotas. Aquel venoso y erecto miembro continuaba con aquella estraña danza en un ciclo repetitivo, que aquel señor parecia agradecer enormemente, con continuos jadeos y gemidos que evidenciaban el enorme placer que aquellas anillas estrategicamente colocadas, producian en su gruesa polla.

Através de los altavoces de aquel viejo PC, se escuchaban con total claridad los jadeos y gemidos de placer que aquel fulano estaba experimentado, y que a mí me tenía embobado y excitadisimo, como hacia mucho tiempo qué no recordaba.

Alarmado por el volumen de aquellos fuertes jadeos, me apresuré a bajar el volumen, por que aquel señor no paraba de gemir, y cada vez mas fuerte, y no queria que algún vecino que casualmente hubiese bajado a su trastero escuchase aquellos fuertes gemidos y pudiera pensar que fuese yo el que jadeaba.

 

Yá con el volumen mas bajo, permanecí embobado frente a la pantalla, envidiando a aquel fulano, que se retorcia de placer sobre aquel negro sillón de piel.

 

Tras unos pocos minutos de estimulación, sobre el minuto cinco del video, de la punta de su brillante y grueso capullo (Glande) comenzó a fluir, lentamente continuas gotas de transparente liquido preseminal que comenzaban a descolgarse, desde la punta de su duro miembro hasta casi veinte centimetros, en una especie de excitante columpio, y que lentamente no paraba de alargarse, mientras el fulano seguia disfrutando y gimiendo sin cesar.

 

Aparté por un instante la mirada de la pantalla, y aprovenchado bajé la vista a mi duro miembro, que, al igual que el del protagonista del video, también tenía mi propia gota de líquido preseminal colgando de la punta de mi humedo capullo.

-Aquel video inevitablemente me estaba poniendo a cien.

Estaba excitadisimo de ver lo mucho que aquél fulano y su gruesa herramienta estaban disfrutando, y el inmenso placer que aquellos cables conectados en su miembro le estaban proporcionando.

Aquella cantidad tan enorme de precum (Como llaman los ingleses al líquido preseminal) era un sintoma inequívoco del altísimo nivel de excitacion, y el tremendo placer que debían producir aquellas corrientes recorriendo su grusa verga. Era evidente, que aquello no podia acabar más que en un brutal orgasmo, y seguramente en una abundante corrida.

Yo permanecía atónito mirando la excitante situación. El fulano se recostó sobre el sillón dejando su grueso miembro reposando sobre su blanca y peluda panza... ¡¡huuuuufff!! no aguantaría mucho más, el orgasmo era inminente. Así que mojé mis dedos con aquel precum que colgaba de la punta de mi glande, y comencé a acariciar lentamente mi frenillo con aquel transparente liquido lubricante. La humeda sensación que me producia, era deliciosa, hasta el punto que mi polla, no aguantó más, y dando un par de sacudidas, expulsó violentamente un grueso chorro de espesa leche que fue a parar justo en el marco inferior de la pantalla del televisor proporcionandome un orgasmo tan intenso que hizo que se me aflojasen hasta las piernas. Justo en ese mismo momento, el fulano del video comenzó un ascendente quejido que terminó en un trayazo de espeso semen, que fué a parar hasta su barbilla y sobre su vientre, y al cual le siguieron 7 u 8 más, hasta que aquel pollon dejo de escupir semen sobre su torso, dejando a aquel fulano, jadeando bocarriba sobre su butaca. Aquellos blancos chorretes que resaltaban sobre su canoso y belludo torso, otorgaban a la escena un excitante nivel de morbo.

He de confesar que envidiaba enormemente a aquel fulano, me había puesto a mil. No recordaba haber estado tan excitado y cachondo viendo porno, desde hacía muchisimo tiempo.

 

Desde aquel preciso momento, todavía goteando semen de mi semi erecto miembro, frente a la pantalla. Ya no pude quitar de mi mente las imágenes de aquel fulano disfrutando endiabladamente con aquel curioso sistema de cables en su polla, y que tantísimo placer le habían hecho sentir, que apartir de ese dia comencé obsesivamente a recabar toda la información que encontraba en internet respecto a ese tipo de videos (llamados ESTIM) y demás aparatos y piezas para adaptartelos a las medidas de tu propio miembro y escroto. Como si de tallas de ropa se tratase. Pude comprobar que existía un mundo enorme alrededor de aquella curiosa forma de masturbación, desde simples anillas de una goma que permitia el paso de corriente a través de ellas, hasta pequeños dildos metalicos para estimular la próstata.

Rastreando por San Google llegué a encontrar un foro de aficionados a este curioso sistema de masturbación, (Estim), en el que tras registrarme en él, pude aceder a su contenido. Quedé muy sorprendido por la enorme cantidad de información que allí disponia. Todo en secciones muy bien ordenadas:

 

-Videos.

-fotos.

-Sugerencias.

-Tiendas.

 

Y hasta una sección de ¡¡Hazlo tu mismo!! donde algunos usuarios habían publicado esquemas de montajes de aparatitos para electroestimulacion (ESTIM) con todos los componentes electrónicos necesarios para confeccionar uno.

 

Tras examinar detenidamente aquella lista de componentes electrónicos, una pícara sonrisa se esbozó en mi rostro, me parecian casi ridiculos, Su facilidad para fabricar uno, era de risa, y menos para mi que llevaba toda la vida haciendolo.

Prácticamente la totalidad de las piezas necesarias, yo disponia de ellas en mi taller, salvo un integrado, que aquella misma mañana y de camino a casa compré en mi habitual tienda de electrónica. Además muy barato, creo que costó unos treinta céntimos. El resto de piezas, como dije antes, yá disponia de ellas. O sea que poniendome manos a la obra, en una mañana lo podría estar usando sobre mi mienbro, entorno al mediodía.

 

A la mañana siguiente, como de costumbre, bien temprano me despedí de mi mujer, que se marchaba al trabajo, del que no volveria hasta bien entrada la tarde. Así qué disponia de muchas horas por delante en mi taller para fabricar el tan deseado aparato estimulador, e incluso con suerte, probarlo.

 

Aquella mañana desayuné apresuradamente una taza de café con leche y una magdalena. Con la emoción de fabricar el estimulador, e impaciente como un niño en la mañana de la llegada de los Reyes Magos, bajé al taller algo más temprano que de costumbre, cruzandome en el rellano de la escalera con el señor Francisco, que como está jubilado, pues se aburre en la cama, y se baja a pasear, o a incordiar si coge a algún despistado madrugador, como en este caso, fue a mí.

 

- Hombre buenos dias Javier ¿Dónde vas tan temprano?...

 

-Pues señor Paco a adelantar algo de trabajo, que tengo que entregar esta semana y voy muy retrasado para la entrega.

 

-Si no te importa Javier, luego pasaré por el taller a verte, ahora voy a dar un paseo con el fresco de la mañana, a ver si me quito algo de tripa, por que mi mujer dice que cada dia estoy más gordo....jajaja.

 

-¡¡ Si es que le gustan mucho las cervecitas y la comidita de la señora Paquita jajajaja!!

 

-No se preocupe, allí estaré. Del taller no me pienso ir en todo el dia. Así que a las siete y cuarto de la mañana, una hora más o menos antes de lo que lo hacía habitualmente, comencé el ansiado proyecto...

-Lo primero que hice fue comenzar grabando la placa de cobre donde irían soldadas las pequeñas piezas, acontinuación reuní sobre mi mesa de trabajo todos y cada uno de los componentes del montaje, que la verdad no eran muchos. Yá con la placa lista, perforé todos los agujeros en la placa y seguidamente comencé a soldar las pequeñas piezas que componían el montaje. Al cabo de las diez y media, ya lo estaba testeando, y al parecer todo el montaje funcionaba perfecto.

 

-"Ya quedaba menos" me decía a mi mismo.

 

Faltaba darle un aspecto mejor al trabajo, así que buscando en mi estantería encontré una pequeña cajita donde instalar en su interior la placa electrónica y poner el resto de botones, que posteriormente permitirían los distintos ajustes, tanto de intensidad como de los distintos formas de onda (para entendernos, las distintas sensaciones que transmitirian a las anillas de goma conductora a mi polla).

Transcurridos unos cuanrenta minutos, ya tenía la cajita acabada con todos sus agujeros y botones, y el resto de tómas, al igual que los pequeños leds de variados colores, indicadores de los distintos modos de trabajo, y hasta su portapilas, por que aquél cacharro, funcionaba con una pila de esas cuadraditas de 9V.

 

Terminando de colocarle una de aquellas pilas y cerrar la cajita, escuché unos nudillos golpeando rítmicamente ¡Toc! ¡Toc! la puerta del taller, y como nó, seguida de la inconfundible profunda voz de el señor Paco.

 

-¿Javierrr estas ahí?

-!!abre!!

 

-El señor Paco es un hombre de palabra, y como bien me había dicho de buena mañana, y él no suele fallar, vendría a verme, y que yó abstraído con el trabajo yá ni recordaba. Dejé el destornillador sobre la mesa y apresuradamente me dirijí hacia la puerta.

-¡¡Ya voy Señor Paco espere un momento!!...no vaya a tirarme la puerta abajo. Giré las llaves dos veces en la cerradura, y Abrí.

 

-Buenas Javier ¿que tal vas con la faena?.

-¿Puedo pasar?

-¡¡Siiiiiii!! adelante...Entre

 

-¿Has adelantado mucho trabajo atrasado?

 

-Pues sí, la mañana me ha cundido mucho, esa hora de adelanto que hoy he comenzado antes, me a venido muy bien.

 

- ¿Y usted?

-¿Dió una buena caminata?

 

-¡¡Me parece que ha perdido algo de tripa!!

-¿Verdad?

-yo diria que hasta le veo mas delgado jajajaja...bromeé en un tono jocoso.

 

-Eres un poco "guasón", pero te contaré lo que me ha sucedido. El caso es que comencé muy bien, demasiado diria yó, pero al llegar al parque, me encontré con un amigo, también jubilado y comenzamos a caminar y charlar juntos, dando varias vuéltas al perímetro del parque a muy buen ritmo, pero a eso de las nueve a mi amigo le entró hambre y me propuso ir a desayunar a la cafetería del parque, y con la caminata que llevaba el apetito me pudo, y no me pude negar. Así que terminé tomando una buenísima y fresca cerveza y un mejor bocadillo de tortilla, recién hecha. Vamos que kalorias quemadas pocas jajjajaja. Los dos comenzamos a reirnos airadamente.

-No le cuentes nada de esto a mi mujer...

-¡¡por favor Javier!!

-Si se entera Paquita de que encima de caminar poco, me e comido el bocadillo y la cerveza se cogería tal enojo, que no me hablaría en toda la semana...

 

-¡¡Descuide señor Paco!!

 

-¡¡Seré una tumba!!

-le prometo que si llegara a enterarse, yá le aseguro yó, que de mi boca no habrá salido...

 

- ¡¡No esperaba menos Javier!!

 

-¡¡Ahaaaa se me olvidava!!... Javier se nos ha estropeado el microondas y necesito que le heches un vistazo, lo tengo más de quince años y es como de la familia. A la tarde ¿te pasas por casa y lo recoges?...

 

 

-De a cuerdo, >> eso lo tengo yo arreglado en un rato. A la tarde pasaré a por él, y yo mismo me lo bajaré al taller.

 

-Te lo agradezco enormemente Javier, por que pesa muchisimo el condenado, y a mí con los problemas de la columna, me da miedo quedarme enganchado de la espalda. A Paquita y a mí nos cuesta muchisimo moverlo. Nuestras espaldas te lo agradecerán Javier.

 

-No se preocupen, sobre las seis de la tarde, pasaré a recogerlo.

 

-A continuación os haré una breve descripción del aspecto físico del señor Paco. (A parte de ser muy muy pesado). He ir pulcramente vestido y rezumando siempre un agradable olor a colonia fresca.

 

El señor Francisco, o Paco, para los amigos, es un hombre jubilado de 68 años, alto, medirá un metro y ochenta centímetros, más o menos, corpulento y con una enorme barriga, pasará ampliamente los cien kilos, está más bien calvo, y suele dejarse un fino bigote. Por costumbre suele usar unas finas gafas doradas. Con semejante barriga pues es normal que use una talla de pantalones y camisas acorde a ese tamaño, ¡es logico!, yo calculo que su talla no será menos de una XXXL. Una 60 o algo así, siempre de colores oscuros, gris, negro, azul marino, eso sí, siempre inmaculadamente planchados. Otro detalle curioso, es que siempre calza zapatos, que por costumbre, suele llevar muy limpios todo esto gracias a su señora esposa (Paquita) que se preocupa mucho tanto por su aseo personal como de su salud. Por que a su edad, 68 años, padece de los tipicos achaques propios, como: Azucar, colesterol, la tension arterial alta... vamos que por salud, debería seguir un estricto regimen alimentario para evitar algún susto. Aunque él suele saltarselo más de lo que deviera.

 

Por eso, no quiere que su mujer se entere de sus pequeños excesos, que de vez en cuando se suele dar. Y que acostumbra a contarme en sus inesperadas visitas al taller.

 

-Bueno Javier, son yá casi la una del medio dia, y mi mujer ya estará esperándome para preparar la comida, te dejo con tú trabajo que luego me dices que te entretengo jajaja hasta luego.

 

-¡¡Ahaa!!.. se me olvidaba, tienes que mirar el tirador de la puerta de acceso a la portería por que creo que no cierra muy bien...

 

-¡Siiiii no se preocupe!, luego le hecharé un vistazo. Creo qué comeré sobre las tres, por que quiero acabar esto que tengo a medias.

-Hasta luego señor Paco.

-¡¡cierre bien la puerta al salir!! que últimamente se suele quedar atascada.

 

-¡¡Descuida!!

 

Y con un sonoro portazo se marchó hacia el ascensor, que se encuentra al final del largo pasillo.

 

Salí tras sus pasos, y aproveché para hechar el pestillo de la puerta del taller para evitar visitas inesperadas.

 

Yá sólo quedaba confeccionar unas anillas de cobre para probar, en mi cada vez más impaciente miembro. Busqué en uno de mis cajones donde habitualmente guardo todos los cables, y tras un rato de lucha con las distintas bobinas, por fin encontré el cable ideal. Era cobre de un solo hilo de 3mm de grosor, creo recordar. Ayudándome de un tubo de PVC de un grosor similar al de mi rabo y unos alicates de punta redonda, confeccioné un par de bonitas anillas, que serian las que colocaría en mi primera sesión , una, a la altura de mi frenillo y la otra de un diámetro mayor, que insertaria hasta la base de mi miembro, y que al igual que las anterior confeccioné aprovechando otro tubo algo más grueso que el anterior. De esta manera, las anillas quedaban perfectas. Solo quedaba soldar un fino cable a cada anilla y en el otro extremo un conector, (como los usados en los auriculares) que a su vez, irian conectados en la cajita. Por fin, llegaba el ansiado momento de probar todo aquel trabajo, que me había tenido ocupado toda la santa mañana, pero intuía que no me iba a arrepentir. Mi polla estaba ya inquieta en el interior de mis calzoncillos, incluso notaba que yá comenzaba lentamente a humedecerse el interior de mi prepucio.

 

Alcé la vista hacia el reloj de la pared, comprobando que eran las 14:05 y antes de comer tenia que probar a hacerme mi primera sesion ESTIM. Como mi mujer no llegaría hasta las 17:00, tenia tiempo de sobra.

 

Comencé encendiendo el ordenador, y conectándolo a una televisión de 32° que recientemente reparé a un amigo, y que todavía no habia venido a recoger.

Disponiendo de una pantalla así de grande, poner el portatil con su pantalla de 17 pulgadas era absurdo. Aquel momento bien merecía una buena pantalla.

Despues coloqué mi sillón de despacho justo delante de la pantalla, seguidamente, bajé mis pantalones y calzoncillos hasta el suelo donde recogí ambos, lanzandolos sobre la mesa. Mi polla yá lucía erguida y dispuesta para le electrica sesión que se acontecia. Coloqué a mi lado, todo lo necesario... los cables con las anillas, el electroestimulador, además, con una pila nueva, (la ocasión, bien merecia) y un pequeño vaporizador con agua para ir humedeciendo mi polla de vez en cuando, y así mejorar la conductividad. Estaba casi temblando de los nervios, pero impaciente por probar aquello, ¡ya mismo!...Tomé la primera anilla, que era la más grande y la deslicé desde mi prepucio hasta casi el escroto acomodandola al grosor de mi troco. La segunda anilla la coloqué tras bajar la piel de mi prepucio, dejando al aire mi morado capullo, humedo y brillante, yá rezumando un delicioso aroma a excitacion que claramente podia oler, y que tan cachondo me ponia. Ya solo quedaba encender la unidad, y experimentar con los distintos modos e intensidades.

Para crear un excitante clima, en el PC arranqué un video de una chica gordita BBW que me ponia muchísimo...y acto seguido giré el boton de encendido del electroestimulador, y tras escuchar un pequeño click, un led azul comenzó lentamente a parpadear, indicando que todo estaba listo. Seleccioné el primer boton de los 6 que disponia. Un led rojo mostraba, el modo seleccionado, y girando el boton de encendido lentamente en el sentido de las agujas del reloj, empezando a notar la corriente como comenzaba a recorrer mi polla con un extraño y delicioso cosquilleo justo en la zona de mi frenillo, y que hizo que mi rabo se endureciese rápidamente, y que a los pocos segundos lucia erguido y brillante como una vara, llegando a un nivel de dureza, como jamás había esperimentado nunca, otorgandole un brillo que hacía que resaltasen mis azuladas y marcadas venas, y que tras pulverizarlo en un par de ocasiones adquirió un aspecto imponente y desafiante.

Ya totalmente desatado y entregado a las electricas y deliciosas sensaciones que me proporcionaba, curioso procedí a pulsar el botón número 2 y...

 

-¡¡wooooowwww!!

 

Si el numero uno era bueno, este parecía todavía mejor. Aquella corriente hacía que mi rabo comenzase un espontáneo y curioso baile, el cual yo era incapaz de controlar.

 

Las sensaciones que aquellas corrientes producian sobre mi polla eran indescriptibles. Aquel segundo modo seleccionado, me tenia en el puro éxtasis. De mi boca solo salian sonidos y gemidos que era incapaz de controlar. Aquello era delicioso...

Iba sintiendo como ciclicamente la corriente seguia un patron, produciendome una serie de estilulaciones ritmicas cortas, largas, y que hacia mis pelotas se contrajeran y se relajaran, para seguidamente subir hasta mi frenillo produciendome un placer inmenso, que hacía que de la punta de mi erecto miembro comenzase a fluir gotas de transparente y viscoso liquido preseminal que a los pocos minutos ya colgaban de la punta de mi miembro, formando en un curioso columpio de pura excitación.

Hasta hoy, jamás podía imaginar que aquellas anillas estratejicamente colocadas sobre mi polla fueran capaces de producir semejante placer.

Para que os hagáis una idea, si no lo habeis probado nunca, cosa que recomiendo encarecidamente, las sensaciones son muy distintas y variadas, pero siempre deliciosas.

-Unas recuerdan varias manos masajeandote el miembro de arriba hacia abajo.

- Otras, en cambio, una dulce y humeda mamada.

- Y otras, que no sé como describirlas, igualmente humedas y deliciosas.

 

Quisiera pediros disculpas por qué me he ido un poco de la situación, pero volviendo a mi estimulacion, quería describiros lo mas fiel posible, ese mar de sensaciones que producen esas pequeñas corrientes.

 

Mi nivel de excitación era tan alto, que yá no sería capaz de aguantar mucho más tiempo en aquel umbral del orgasmo. Mi temperatura corporal habia subido mucho, y aquel calor hacia que todos los poros de mi cuerpo comenzaron a exudar pequeñas gotas de sudor, que ya se deslizaban desde mi frente y mi pecho hacia mi vientre.

Giré el botón de inténsidad ligeramente en el sentido de las agujas del reloj, aumentando un poco más la intensidad de la corriente produciendo una sensación super intensa en la zona del frenillo endureciendo mi rabo un poco más si cabe.

Un brutal orgasmo comenzaba a llegar lentamente. Sentia como mi prostata se preparaba para disparar con fuerza una casi segura generosa cantidad de espesa leche. Mi rabo se tenso un instante antes de explotar en delicioso y brutal orgasmo...

 

-¡¡Ahaaaaaaaaaaaaaa guauuuuuuuuu huffffffff...

-¡¡Ahaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!

 

Un grueso primer chorretón de caliente y espeso semen, me sorprendió por qué fue a impactar sobre mi mejilla, seguido de otro sobre mi barbilla y yá el resto sobre mi pecho y estomago hasta completar al menos diez o doce trallazos.

Aunque ya no brotaba ni una sola gota de semen de mi polla, seguia dura y brillante y contrayendose ritmicamente como queriendo seguir escupiendo el caliente y blanco liquido. El orgasmo había sido brutal y la corrida super abundante. Quedé exhausto sobre el sillón jadeando bocarriba con el pecho repleto de sudor y espeso semen. Mientras asimilaba el tremendo orgasmo y respirando aceleradamente boca arriba sobre el sillon comencé a notar como el semen de mi mejilla lentamente escurria hasta ir depositandose sobre mis labios y que yó seguia tan caliente que sacando la legua por la comisura de mis labios rebañé disfrutando de su peculiar y dulzón sabor.

Giré mi cabeza hacia el

reloj de la pared, el cual marcaba las tres y cuarto. Habia transcurrido una excitante y deliciosa hora de auténtico Electroplacer. Y Aquello era solo el comienzo...

 

Desde aquel dia, mi afición al Estim solo hacia que aumentar y me tenia totalmente enganchado. No habia dia que no me electro masturbase una, o dos veces incluso un dia llegué a hacerlo hasta en cinco ocasiones. Recuerdo que lo hacia desde bien temprano, inmediatamente despues de despedirme de mi mujer, cuando ella se marchaba al trabajo, del cual no regresaba hasta bien entrada la tarde, permitiendome tomarme todo ese tiempo para electromasturbarme con aquella diabólica y adictiva adiccion.

Algunas mañanas, me bajaba bien temprano al taller y allí en silencio, preparaba todo lo necesario para una placentera sesion que siempre acababan en unos, cada vez más intensos orgasmos y mejores corridas. Llegué a un punto de perfeccionamiento que comencé a confeccionarme nuevas anillas mejor adaptadas a la anatomía de mi polla con nuevos añadidos, con el unico fin de conseguir el mejor y más intenso de los orgasmos.

Masturbarse con aquel sistema ofrecia multitud de variables, por ejemplo...

 

-Podia jugar con:

 

- El tiempo.

 

- La intensidad.

 

- La zona.

(Donde colocar los electrodos sobre mi polla)

 

- El tipo de onda.

(Para entendernos, la forma de cosquilleo que producian los electrodos (Anillas de cobre).

 

Aunque devo reconocer, que aquella primera configuración, de solo dos electrodos, todavia daba para mucho tiempo de experimentar, aunque investigando por la red descubrí de otras formas de estimulación, en las que un electrodo introducido en el ano (En forma de mini dildo? estimulaba directamente la prostata a la vez que el otro lo hacia sobre la cabeza del miembro (Frenillo). Por lo que pude averiguar, y los videos que pude visionar, ese sistema estimulando a baja intensidad durante largos periodos de tiempo, hacia que produjeses grandes cantidades de precum, hasta que inevitablemente terminases con unos intensisimos orgasmos. Un Sistema que no descarto para más adelante.

 

Toda esta historia comienza con una situación muy morbosa que hasta dia de hoy me tiene desconcertado y que comienza así:

 

Aquella mañana bajé dispuesto a ponerme manos a la obra lo antes posible, así que tras un rapido café, cargué el pesado microondas que la tarde anterior habia recogido de casa del "pesado" señor Paco, y que por el tamaño y peso se notaba que ya tenia algunos años, por que los que fabrican ahora, son bastante más pequeños y ligeros. Con él aparatoso electrodoméstico en los brazos, a duras penas pude pulsar el botón del ascensor. Cuando el se detuvo, abrió sus puertas en el sotano número 2, me apresuré para llegar lo antes posible al final del interminable pasillo que conducía hasta la puerta número 23, para a continuación introducir, no con cierta dificultad las llaves en la cerradura, y tras conseguir abrír la puerta, me dirijí a la mesa para liberarme del condenado y pesado electrodoméstico. Haciendo equilibrios con un pie y empujando con el culo pude "casi" llegar a cerrarla, pero sin conseguirlo, con el pesado electrodoméstico en los brazos me apresuré a deposiarlo cuanto antes sobre mi mesa de trabajo decidíendo volver despues a cerrar la puerta, cosa que por olvido no hice. Aunque por ese pequeño despiste vendría toda esta historia.

 

Encendí las luces y a continuación me dispuse a preparar la herramienta, enchufé el soldador... y como de costumbre lo primero que hice fue pulsar el botón de encendido de mi viejo PC.

 

Mientras cargaba el dichoso Windows continué sacando el resto de las herramientas. Tras escuchar el característico sonido de windows, me dispuse a echar un vistazo a mi correo electrónico, no parecia haber ningún correo inportante, así que abrí el navegador y tecleé mi Nick y contraseña de acceso de mi pagina porno favorita, heche un rápido vistazo al perfil, para ver si tenia algún mensaje nuevo, o comentario sobre alguna foto subida recientemente. El caso es que sin querer, entre los múltiples videos sugeridos de aquel dia, no pude evitar hacer clik sobre un video de una hermosa madura de piel muy blanca que lucia unas enormes tetas, con esos pezones sonrosaditos y grandes aoreolas que tan cachondo me ponen, a los pocos segundos de reprodución mi polla comenzaba a moverse inquieta en el interior de mis olgados y comodos calzoncillos pidiendo a gritos ser acariciada.

Lo cierto es qué por algunas circustancias personales y agobiado por el trabajo, llevaba yá algunos dias sin masturbarme, creo que más de una semana, y eso era bastante extraño en mí. Por que el mes anterior me habia hecho cantidad de sesiones de Estim, prácticamente una diaria, Así que por mi cabeza paso la idea...

 

¿Por que nó hacerme una buena sesión de Estim?

 

¡¡Total era miércoles, las ocho, y con toda la mañana por delante... y hasta el viernes no vendria el señor Paco a por el microondas!!

 

-Mi polla reclamaba atenciones antes de ponerme con el trabajo, y no podia defraudarla. así pues, dí prioridad a mi polla.

La imagen de aquellas tremendas tetas de aquella madura tocandose sentada en su sofá, me puso muy caliente. Y en pocos minutos estaba totalmente desnudo frente a la pantalla y con mi rabo tieso como un mastil, con las anillas situadas en su sitio, comencé la sesión, girando el dial, y tras escuchar el click, y observar como el led azul comenzaba lentamente a parpadear. En ese preciso instante una suave y deliciosa corriente comenzó a fluir desde el diabólico aparato hasta mis pelotas y frenillo, sacando de mi boca un espontáneo....

 

¡¡wooauuuuuuuuuu!!

¡¡huffffffffffff!!

 

Para entender un poco aquella curiosa forma de masturbarse, me gustaria hacer una breve descripción de las sensaciones que producen esas mini corrientes. En este caso, sobre mi polla. Quiero hacer incapie en esto, por que es importante que entendais las sensaciones que producen estas mini corrientes sobre los genitales, y si ya es difícil de entenderlo, todavía es mucho más describirlo.

 

-¿Como podría yó buscar un símil para describir aquella deliciosa sensación?

 

No sé si me acercaré si quiera, pero imaginar a un gato con su rasposa lengua, dando continuos lametones en esa zona tan sensible y placentera para los hombres, como es el "frenillo". Pues aquello sería como multiplicarlo por diez.

-¡¡Os lo aseguro!!

 

Mientras me excitaba, observando aquel par de hermosas tetas de aquella voluptuosa señora, mis manos se dedicaban a jugar con los controles de aquel maravilloso, aparato, cambiando entre los distintos modos, subiendo y bajando la intensidad de la estimulacíón en función de lo que mi polla demandaba en cada momento.

 

Tras muchas largas y placenteras sesiones pude llegar a la conclusion qué la tecnica que más me hacía gozar y con la que conseguia los mas intensos orgasmos era la siguiente:

 

Jugaba a buscar ese instante en el cual estas a punto de correrte (eyacular) y llegado a ese delicioso momento, bajaba rapidamente la intensidad, evitando eyacular. De esta manera mi miembro, no paraba de producir un continúo hilo de precum que fluía sin cesar de la punta de mi glande, hasta depositarse sobre mi ombligo, formando un pequeño charco del transparente y viscoso liquido, continuando así todas las veces que era capaz, hasta que a la quinta o sexta vez me dejaba ir, explotando en un intenso orgasmo, que en ocasiones me hacía hasta gritar de placer y que por lo general, y tras tantos dias sin eyacular, solía ser muy abundante y espeso, llegando en ocasiones, aquellos primeros chorretones a alcanzar mi barbilla e incluso mi cara.

 

Aquellas sesiones, llegaban a prolongarlas más de una hora y media, de autentico electroplacer.

 

-Volviendo a donde os dejé anteriormente, justo en ese delicioso instante en que mi polla comenzó a lanzar aquellos primeros y más potentes chorros de semen, sobre mi pecho, algo hizo que se me helase la sangre y se me cortase hasta aquel delicioso orgasmo.

 

La voz entrecortada, y titubeante del señór Paco dirigiéndose a mí desde detras de la estanteria que tengo a la entrada y que justamente tapa la visión de la puerta.

 

-¡¡Yo!!...yo yo.. venia a preguntarte por el microondas, cuando he visto la puerta abierta y he entrado...pero no pensaba que...Javier perdoname jamas imaginaba encontrarte así, aunque como hombre que soy, lo entiendo perfectamente te pido mil disculpas, pero no entiendo cómo no has cerrado la puerta.

 

-En ese instante vino a mi cabeza la imagen de la puerta quedandose abierta tras el intento de empujarla con el culo para poder desacerme lo antes posible del pesado microondas. Pero ya no podia hacer nada, ni tenia excusa que convenciese a mi inesperada visita.

 

-Me da algo de vergüenza confesarte que llevo un buen rato observandote, y no he podido evitar excitarme viendo lo mucho que estabas disfrutando con esos cables que llevas puestos en el pito, no hay más que ver la enorme lechada que has soltado.

 

-!!falta te hacía!!

 

Mira los chorretes que escurren por tu pecho. Aunque me da verguenza reconocerlo te prometo que me has dado verdadera envidia. Has devido de sentir un placer increible.

 

Durante unos interminables segundos fuy incapaz de decir ni una sola palabra pensando en lo que el señor Paco acababa de contarme. Por mi cabeza pasaban innumerables escusas, pero a cual más absurda. Me sentía ridículo allí delante del señor Paco, totalmente desnudo con aquellos cables colgando de mi rabo, todavía goteando leche.

 

-Javier a mi edad jamas habia visto hacerlo de esa manera. Toda la vida nos hemos masturbado, pero por el modo tradicional una "paja" con la mano, como toda la vida. Recuerdo, que de chaval, lo hacía a todas horas, pero ahora yá, ni lo echo en falta.

El señor Paco lentamente salió de detras de la estanteria desde él rincón don menos llega la luz del taller, lo que le permitió observar con todo lujo de detalles mi electrica masturbación. Continuó acercandose hasta detenerse justo delante de mi, aprovechando de paso para hecharme una atenta mirada a mi desnudo cuerpo y en especial a mi polla, que ya comenzaba a volver a su estado normal (cosa que me desconcertó enormemente) y de paso, a aquellos chorretes de semen que todavía escurrian lentamente entre el pelo de mi pecho. Yo me sentia tremendamente incomodo y avergonzado en aquella situacion, siendo observado por aquel maduro jubilado. Cómo comprenderéis. No es habitual encontrarte totalmente desnudo frente a un vecino jubilado, y con el pecho cubierto de espeso semen...

 

Al ver mi cara de circunstancias, quiso tranquilizarme dicindome: Javier no te preocupes de verdad, todos no la cascamos, aunque veo que tú de una forma un tanto "especial", no estés avergonzado, calmate, conmigo no tienes por qué preocuparte. Ten Javier limpiate, acercandome el royo de papel que habitualmente suelo tener siempre sobre la mesa, del cual estiré y corté un generoso trozo para limpiarme el pecho y mi ombligo, aunque dada la cantidad de semen que escurría por mi pecho, que fue insuficiente, y tuve que volver a cortar otro trozo más, por que el primero estaba completamente empapado del todavía pegajoso líquido. En aquella estraña situación en la que me encontraba, allí desnudo limpiamdome el semen de mi pecho, y el señor Paco mirandome sin perder detalle, comencé a sentir una mezcla de rubor, y a la mismo tiempo mucho morbo. El señor Paco en un espontáneo gesto y sin ningun pudor, cojió aquellos empapados papeles que desprendían un fuerte y característico aroma a masculina leche, y los tiró a la papelera que estaba justo detras de él. Lo que me dejó totalmente descolocado, fué ver como con cierto disimulo, llevó los dedos de la mano que habia cojido el pringoso papel repleto de mi semen a su nariz, y acto seguido a sus labios, imagino que para percibir su aroma, y de paso limpiar sus dedos de los restos de mi dulzona leche. Desde ese instante comencé a ponerme cachondo y plantearme si al señor Paco podían gustarle los hombres, o solo era fruto del enorme calentón que tenía tras haber estado espiandome oculto tras la estantería.

 

-Rogué al señor Paco que por favor se apresurase a cerrar la puerta no fuésemos a tener alguna visita inesperada más.

 

-¡Voy!..tienes razón Javier, yá sería demasiado por hoy. Y torpemente se apresuró a cerrar la puerta.

 

Respiré profundamente tras escuchar el sonido de la puerta al cerrarse, y el tintineo de las llaves al girar la cerradura. Al instante, el señor Paco volvió apresuradamente junto a la mesa, imagino que, para no perder detalle de como retiraba aquellas anillas de mi todavía semierecto miembro.

 

-¡¡Señor Paco, le ruego que de ésto, no cuente nada a nadie, por favor!!

 

-¿Como podría compensarle por su silencio?

-Le prometo que no le cobraré nada por arreglarle el microondas pero por favor no cuente de esto nada a nadie.

 

-Descuida Javier, somos hombres, y esto es la mar de normal, aunque tengo una curiosidad, pero me da un poco de pudor...

 

-¿Digame? ¿cual es? estamos en confianza venga pregunte.

 

-¿Tanto gusto y placer dan esos cables en la polla? Es que te he visto gozar tanto queeee...

 

-Me quedé bloqueado pensando un instante antes de contestar, ¿No me estaría sugeriendo probar una sesión de ESTIM? y al levantar la mirada desde donde me encontraba sentado, pude ver sin ningún genero de dudas, el evidente bulto de su bragueta que se marcaba en sus grandes pantalones de color gris claro que vestía aquella mañana, y que me hacia pensar que aquella situación lo había puesto muy cachondo. Seguro que disfrutó espiandome tras la estantería, bastante más tiempo del que confesó, recreándose con el espectaculo que imvoluntariamente le estuve ofreciendo, además curiosamente apareció justo cuando comencé a correrme. La evidente semierección que se marcaba en sus pantalones, así lo confirmaba. Debo reconocer que a mí también me estaba calentando aquella situación, saber que aquella erección se la había provocado yo indirectamente me excitaba enormemente. Así que comencé a aclarar sus dudas.

 

-Esta forma de masturbación es algo muy especial y estraño a la vez. indescriptible diría yo. Como a podido comprobar hace un instante, estas anillas aplican unas pequeñas corrientes sobre el frenillo, produciendo un placer como la mejor de las mamadas...y que hacen que termines corriendote sin poder evitarlo.

 

-Yo percibia en el señor Paco mucha curiosidad, pero no lo veia con la suficiente confianza como para pedirme probar...

 

-No sé como, pero allí sentado en la banqueta y viendo el evidente bulto en el pantalon del Señor Paco, algo en mi cabeza hizo que por mi boca saliesen las siguientes palabras:

 

-¿No me estará pidiendo probar una sesion...? ¿Verdad?

 

-¿Estaria dispuesto a probar?

 

-Tragué saliva, esperando su repuesta tras mi proposición que no se hizo esperar, al instante y tras un leve suspiro pude escuchar un duditativo.

 

-¿Lo harias Javier?

-No sabía como pedirtelo, pero me encantaria.

 

-En el fondo yo lo estaba deseando, pero no queria que el Señor Paco notase mi interes, así que puse cara de sorprendido por lo que acababa de proponerme. Me excitaba enormemente la idea de ver lo que se escondia tras el exagerado bulto que se marcaba en sus grandes pantalones.

 

-Si a tí Javier no te importa me encantaria, total a mi edad ya no me voy a ruborizar, ni tú creo que tampoco. ¿Verdad?.

 

-Pues la verdad es que nó señor Paco. Total me acaba de ver totalmente desnudo... Y por lo de antes, no se preocupe, la culpa fué solo mia por olvidarme cerrar la puerta.

 

Así qué, con la imagen en la pantalla del ordenador y el sonido de fondo de aquella Voluptuosa señora de grandes tetas gozando con aquellos dos enormes consoladores, introducidos, uno en su enorme culo, y otro que ella misma introducía frenéticamente una y otra vez en aquel peludo y encharcado chumino, comenzamos a preparar las cosas necesarias para dar placer a aquel curioso maduro.

-Joder Javier veo que te gustan las maduras tetudas, menudo par de melones tiene la señora esa de la pantalla..

 

.¡¡Madre de Dios!!

 

-Reconozco que las maduras tetudas son mi perdición jajaja..

 

-¿Y a usted no le gustan?

 

-Ya lo creo...

 

-Aunque a mi las que siempre me an vuelto loco desde que era joven, son las negras, por que suelen tener unos culos y clitoris enormes y eso me pone (me ponía) muy burro jajaja.

 

-En cuestión de un minuto, y tras ponerme unos calzoncillos y una fina camiseta, insistí al señor Paco para que se acercase a la mesa para mostrarle los materiales y la maquina de estimulación y como funcionaba todo para que pudiese apreciar que no habia ningún peligro, y así tranquilizarlo antes de comenzar. Le fui mostrando las distintas anillas, que yo mismo habia fabricado, en varios grosores y distintos materiales: cobre, goma conductora, muy agradable al tacto y "como nó" la estrella de la actuacion la cajita del "placer" como la llamo yó. Cojiendola en sus manos, el señor Paco, curioso examinó con atención los distintos botones y lucecitas de las que disponia el aparato, y mirandome a los ojos me dijo:

 

-¡¡Vamos al grano!! Javier, que estoy deseando probarlo.

 

-¿Donde me pongo?

 

-¡¡Pues adelante!!, que le aseguro que no se arrepentirá, coloquese aquí no perdamos tiempo.

 

-Le indiqué que se acercase al lado derecho de mi mesa de trabjo, por que ahí, es donde mejor iluminación disponíamos, que justo encima teniamos una lampara de dos fluerescentes que nos permitiría ver perfectamente. Yó por mi parte coloqué la pequeña banqueta que suelo usar para cojer cosas de la estantería, junto al lado derecho de la mesa, indicando al señor Paco que se colocase justo delante de mi, para poder colocarle las anillas y los cables, quedando yó sentado a unos pocos centimetros de su prominente panza, y su sospecho paquete. Lo cierto es que el señor Paco suele vestir muy bien y siempre desprende un agradable olor a colonia fresca, qué hacía mucho más agradable la labor. Una vez que me acomodé en la banqueta y con algo de pudor, invité a qué se desabrochase su oscura camisa, para evitar que manchase, y de paso estar más comodo, a lo que él accedió sin ningún reproche. Torpemente fue desabrochando uno a uno todos los botones dejando ante mi, su prominente barriga, y su poblado y canoso pecho. Yo para ser sincero, me sentia muy nervioso por lo que se acontecia, pero a la vez tremendamente excitado, pero no queria que se me notase.

 

-¡¡Vamos señor Paco el pantalón!!

-Voy Javier no me metas tanta prisa.

Tras mi insistencia, él mismo se apresuró a desabrochar su cinturón seguido de sus grandes pantalones que debido a su tamaño y peso, cayerón de inmediato a sus pies, quedando ante mi, en unos grandes calzoncillos de color azul celeste, de esos que parecen un pantalón corto, y que curiosamente mostraban una evidente mancha de humedad, junto a la apertura de la bragueta, y que me hizo pensar con toda seguridad que sería precum, por el calentón que se había dado, cuando estuvo espiandome tras la estanteria. La situación era un tanto grotesca, yo allí sentado delante de aquel señor barrigón, con su camisa abierta, en calzoncillos con los pantalones en los tobillos y con esos calcetines negros de ejecutivo a la altura de sus gordas y yá despobladas pantorrillas. Mientras, preparaba las anillas y los cables de reojo eché una rapida mirada a su abultada entrepierna. Me sentia cada vez más excitado por aquella situación, incluso sentia cómo mi polla comenzaba a inquietarse en el interior de mis finos calzoncillos, llegando a notar cómo tímidamente el interior de mi prepucio comenzaba involuntariamente a humedecerse, aunque en aquella postura, sentado en la banqueta bajo su prominente panza procuraba que él Señor Paco no notase que aquélla situación comenzaba a excitarme, e incluso diría yo que a gustarme.

 

Ya sólo quedaban aquellos grandes calzoncillos, así que viendo un poco duditativo al señor Paco, yo mismo lo ayudé a bajarlos.

 

-¡¡Vamos!!

 

-¡¡no se avergunce ahora señor Paco!!

 

-Voy Javier espera, agarró el elastico con sus pulgares aunque con muchas dudas y algo de verguenza... y yo le dije: Dejeme que le ayude...

 

-Y con un energico tirón se los bajé hasta sus rodillas, dejandome prácticamente paralizado ante la vision de aquel tremendo rabo y no menos gruesas pelotas a unos escasos centimetros de mi cara, llegando a percibir con total claridad el intenso y varonil aroma que desprendia aquel flacido pero grueso pollón que el señor Paco tenia entre sus piernas. Fruto de los nervios por la situación al ver mi cara de sorpresa ante semejante badajo, el señor Paco comenzo a reir airadamente. Yo sin apartar la mirada de su cipote tragué saliva y con una risa nerviosa comencé a reir también. En mis cincuenta años de vida, nunca habia visto un pollón de semejante tamaño, y mucho menos tan cerca.

Era curioso sobretodo, tanto el grosor, como el tamaño de su gorda cabeza sin circuncitar, así cómo el color oscuro que Lucía. No menos impresionante era el tamaño de su gordas pelotas que colgaban bajo aquella tremenda polla. Su pubis todavía lucia bastante poblado, aunque canoso como era normal por su edad. Desde su ensortijado pubis el vello subía por su abultado vientre formando una curiosa linea de pelo, que ascendia hasta llegar hasta su abundante y poblado pecho. Desde mi privilegiada posicion, me permitia ver con total claridad como entre las arrugas de la piel de su prepucio, yá comenzaba a asomar una gota de transparente precum.

 

-!!Madre mia!!

 

-Disculpeme... -¡¡Pero que pedazo de polla tiene señor Paco!!

-y eso que está flácida. ¡¡cuando esto despierte...va dar miedo!!

 

-Bueno Javier que me dices...¿te has aquedado sin palabras? jajajaja.

 

-¡¡Madre de Dios!! ¿Puedo preguntarle cuanto le mide?

 

-Pues creo que si no me falla mi cabeza, flacida eran 18 cm o algo así, y cuando conseguia que se pusiera bien dura, creo que alrededor de unos 23 cm más o menos. Ahora entenderas Javier por que a la familia de mi padre, en el pueblo eran conocidos por "Los Rabudos".

 

-¿Pues Javier, si mi rabo te parece grande?... si hubieses visto el de mi padre, te hubieras desmayado.

 

En una ocasión cuando yo era un chiquillo, tendría yó unos diez u once años, lo seguí un dia que fuimos a trabajar al campo, con idea de ver si era cierto lo que decian las gentes del pueblo del tamaño del rabo de los hombres de la familia. Así qué me oculté lo suficientemente cerca para poder verlo con mis propios ojos, y él no me viese a mi. Cierto que fue a orinar, pero aquel dia debía de tener un buen calentón, y tras una larga meada, y sacudir airadamente aquel tremendo trozo de carne, cayendo sus últimas gotas de orina, pude ver con total claridad como ayudandose de sus dedos tiró hacia atrás de la piel que cubria su grueso y morado capullo, dejando al descubierto aquella gorda y brillante ciruela. Fijate que todavia recuerdo aquella sensación como si fuese ahora mismo. Acontinuación comenzó a agitar enérgicamente aquella enorme verga con unos movimientos de arriba hacia a bajo. Era increible observar como sus gordas pelotas campaneaban a cada nuevo movimiento de su mano, y tras unos minutos a aquel enérgico ritmo, sus piernas se aflojaron y seguidamente de la punta de su polla comenzó a escupir aquellos chorros de algo parecido a unos espesos mocos, y que por curiosidad, cuándo se marchó me acerqué a observar. Inocentemente toqué con mis dedos. Aquel todavía viscoso chorrete, que lentamente escurría sobre aquellas piedras. Acerqué mis dedos a mi nariz para comprobar el olor dulzon que tenia aquella espesa leche que acababa de salir del rabo de mi padre. Tentado estuve a chupar mis dedos para comprobar a que sabia aquella blaca crema pero no me atreví. Despues de presenciar aquello, yó también estaba muy caliente y con mi pequeño rabo mas tieso que una bara, e imitando a mi padre, me baje mis pantalones cortos y comencé a masturbarme freneticamente, creo que fue mi primera paja. Aunque sentí un placer inmenso a la vez que desconocido, de mi rabo no salio ningun liquido, cosa que me frustró enormemente.

 

-Imagino Javier que yo tendria la misma cara que as puesto tú al ver mi rabo jajajajaja. Pero vamos al tema que me voy a quedar helado.

-Sí, tiene usted razón, pero es que si intimida ver un rabo que no sea el de uno mismo, todavia más, uno de semejante tamaño, y todavia mucho más, a tan corta distancia jajaja. Recuerdo cuando iba a la piscina, en las duchas siempre sueles echar un vistazo de reojo a los compañeros de ducha, y en algunas ocasiones se veían algúnos que otros señores bien dotados con buenos rabos, pero le aseguro que ninguno se acercaban al suyo ni de lejos.

 

Aquel grueso y venudo miembro que desprendia tan característico y excitante aroma masculino, me estaba poniendo tremendamente cachondo y nervioso a la vez, no sabia ni por donde comenzar a colocarle los electrodos, mi corazón latía descontrolado y mis dedos temblaban un instante antes de tomar con una de mis manos aquel par de pesadas y peludas pelotas para colocar aquel primer bucle de goma conductora, que debía rodear aquel enorme escroto para terminar cerrandolo justo en su poblado pubis. Era curioso ver como aquellas blancas canas entre la abundante cantidad de gruesos pelos negros y grises dotaban a su pubis ese tono plateado tan habitual en las personas maduras. Tan abundante era su vello púbico que dificultaba enormemente el ajuste y el cierre de aquel primer bucle, hasta el punto de que involuntariamente di algún que otro tirón entre aquella maraña de ensortijados pelos, a la que el señor Paco reaccionó sutilmente con una leve queja. Parece que con el toqueteo de sus gordas pelotas tras colocar y ajustar aquel primer électrodo, su miembro comenzó lentamente a reaccionar adquiriendo un grosor y tamaño que era digno de admirar, y que a mi, personalmente me tenía totalmente hipnotizado, y por que no decirlo tremendamente excitado, tanto o más, como la tremenda erección de mi propio miembro, que yá era incapaz de controlar y menos aún de disimular. Llegados a ese punto yá sólo quedaba colocar el segundo bucle, rodeando la cabezota de aquel tremendo badajo, que conforme iba creciendo, y engordando, tímidamente comenzaba a asomar aquella gruesa y morada cabeza entre el arrugado orificio de su oscuro prepucio. Así qué, con mis todavía temblorosos dedos, y tras tragar saliva en un par de ocasiones, y ayudado por mis dedos indice y pulgar procedí a retraer lentamente la piel de su prepucio que cubria aquel humedo y baboso capullo (Glande), que al quedar desprovisto de su piel, mostraba un brillante color púrpura y desprendia un intensisimo olor masculino. Con los dedos completamente pringosos del resbaladizo liquido que cubría aquella, brillante cabezota, respiré profundamente y acto seguido me dispuse a ajustar aquella segunda anilla de goma conductora, que en este caso devia rodear aquel baboso y escurridizo glande, para terminar cerrandolo justo debajo, a la altura de su frenillo. Con todo aquel manoseo, el señor Paco, ya claramente excitado, comenzó a respirar agitadamente, pudiendo sentir como aquel tremendo pollón palpitaba reclamando más sangre para seguir creciendo y endureciendose entre mis resbaladizos dedos y sin cesar de producir una enorme cantidad de viscoso precum que hacía que la fina y morada piel del glande adquiriese un brillo más impresionante todavía. Terminé con mis dedos embadurnados de la viscosa baba que desprendía ese fuerte aroma,a precum y restos de orina que llegaba con total claridad a mi nariz y que contrariamente en vez de producirme algún sentimiento de repulsión, me ponia todavía más cachondo si cabe. El señor Paco como mi improbisado paciente se dejaba hacer sin ningún tipo queja, disfrutando de mi placentera terapia mientras yó manipulaba su gruesa herramienta.

Yá con una más que evidente erección y sus anillas colocadas perfectamente en su sitio, me dispuse a conectar los cables a la pequeña maquina de estimulacion, pero justo cuando me disponia a girar el dial de encendido, recordé que la pila se habia quedado al otro éxtremo de mi mesa de trabajo.

 

-¡¡Ohoo Dios!!

 

-Si me levantaba a por ella, el señor Paco seguro que veria mi evidente émpalme, que mis finos calzoncillos eran incapaces de retener y mucho menos de ocultar. A mi edad seguia sintiendo algo de pudor, por lo que pudiera pensar el señor Paco. Así qué, yá no habia marcha atras. Me armé de valor y me levanté con rapidez, intentando que no se percatarse, pero como era normal, al volver, él Señor Paco vio sin ningún genero de dudas mi tremenda ereccion, y mi enrojecida cara de circunstas, a lo que él, para relajar la situación se dirijió a mi muy calmado.

 

-Tranquilizante Javier veo que te has puesto cachondo, Javier, menudo empalme tienes, pero es normal, no te sientas incomodo. Yo si estuviera tocando otra polla que no fuese la mia, seguro que inevitablemente terminaria con polla tan tiesa como la tienes tu ahora, osea que como estamos entre amigos,¡¡Tranquiiilo!! de veras". Sus palabras parece que consiguierón que me calmase un poco, aunque no mi polla, que seguia dura como un roble.

 

Me incomodaba que el señor Paco pudiera pensar que estaba disfrutando con aquello por que fuese maricon...

-Aunque para ser sincero aquella situación me tenia muy, pero que muy caliente.

 

-¡¡De verdad!!

 

-¡¡Ya lo sé!!, pero esto es un poco embarazoso para mi, nunca le he tocado el rabo a ningún hombre, pero reconozco que manipulando su polla, no he podido evitarlo. Y los dos comenzamos a reir airadamente jajaja.

 

- No te preocupes, javier, esa reación debe de ser la mar de normal, eso no significa que seas ¡¡maricón!! jajaja.

 

-Puedes estar bien tranquilo. Es como si fueses un médico tratando a un paciente.

 

-Aquellos argumentos que me acababa de dar el señor Paco consiguierón que comenzara a ver aquello como algo casi terapéutico y consiguiendo que me calmase un poco. Y al instante, yá no me importase que viese mi tremenda ereccion, así que continué concentrado en aquel gratificante tratamiento, al menos para mi maduro paciente.

 

Ya más sereno y tras colocar la pila y conectar los cables en la maquina volví a sentarme en mi banqueta, para poder contemplar en primera fila, a unos escasos treinta centímetros el espectaculo que se disponia a comenzar. Levante mi cabeza para echar un rapido vistazo a la tremenda panza del señor Paco y como nó a su imponente cipote, que inevitablemente cada vez me ponía más cachondo.

 

-¿Listo para disfrutar de la experiencia señor Paco?

 

-¡¡Vamos empieza ya¡¡ que estoy impaciente...

 

-Pues adelante

 

-Giré el botón de puesta en marcha hasta escuchar el click característico previo al encendido, seguidamente el led rojo que indicaba el funcionamiento comenzó a parpadear con una lenta cadencia.

 

Aprovechando mi larga experiencia con aquel diabólico aparato ordeñador de hombres y mis propias experiencias

por la gran cantidad de veces que me había masturbado con él, quise esforzarme en dedicarle una deliciosa sesión que mi maduro vecino no olvidase nunca, y que tuviera un orgasmo, que tardase mucho en olvidar. Y por que no decirlo, para mi propio disfrute. Me moria de ganas de ver lo que aquel descomunal cipote seria capaz de escupir, con semejantes depositos colgando de él. Los cuales harian muchisimo tiempo que no vaciaban su espeso contenido, y que yo pronto iba a comprobar

 

Para comenzar la sesión, seleccioné el modo numero 3 para observar como reaccionaba el señor Paco a aquellas primeras, y para él desconocidas sensaciones. Mirando su cara podía apreciar con total claridad, las sorprendentes corrientes que ya comenzaban a recorrer su miembro, desde sus gruesas pelotas hasta la punta de su gorda cabeza, la cual no cesaba de fuir continuas gotas de transparente precum, que yá comenzaba a caer al suelo. Tras unos pocos segundos en los que lentamente fui incrementando la intensidad de la corriente, observando embobado como lentamente aquel badajo comenzo a campanear, en un imboluntario reflejo. La corriente eléctrica hacía que aumentase el flujo de sangre que llegaba aquel imponente miembro, probocando que no parase de engordar ante mi atonita mirada. La cara de incredulidad y placer que tenia el señor Paco al ver su enorme polla comenzar a elevarse tiesa y dura como un palo era digna de ver, no menos que la mia, esforzandome para que el señor Paco no notase lo mucho que realmente estaba disfrutando ante aquel imponente cipote.

 

Aquellas primeras corrientes producian en el señor Paco constantes jadeos que le estaban haciendo gozar como hacia tiempo que no recordaba. Seguí lentamente incrementando la intensidad hasta con seguir dejarlo totalmente ergido y brillante adquiriendo el 100% de su erección. ¡¡Era impresionante!! tanto en tanaño, como en dureza y grosor, resaltando el relieve de sus azuladas y gruesas venas que recorrian toda su longitud, desde sus gordas pelotas hasta la punta de su grueso capullo. Era tan fuerte la ereccion que conseguia hacer que la fina piel de su morada y gruesa cabezota reluciese como si fuese de porcelana.

-¡¡Javier para que me va a explotar!!

-Hacía años que no se me ponía tan dura y hermosa, pero Dios mío baja la intensidad...

-Tan embelesado estaba que tarde unos segundos en reaccionar...

-Voy voy ya le bajo un poco

Aquel modo seleccionado, el número 3, produce unos cortos pero intensos impulsos que hacen que en muy poco tiempo de estimulación consigas una ereccion del 100%, por lo menos a mi, aunque veo que al señor Paco tambien.

 

Cuando aquellos suaves primeros impulsos comenzaron recorrer el yá endurecido miembro del señor Paco, su primera reacción fue un espontáneo.

 

-¡¡Diooooooosss!!

 

-Que "gusto" mas estraño pero delicioso a la vez Javier, nunca me imaginé que esto... ¡¡hooooooo!! pero que delicia hufffff...¡¡maravilloooooooso!!

 

-Pues esto es solo el comienzo, mire lo poco que ha tardado en ponérsela "Dura" como una bara.

 

-¡¡Guauuuuuuuuuu!!

 

-Aquellas primeras corrientes que yá recorrian la gruesa verga del señor Paco y que tan gratamente lo habian sorprendido, sólo estaba en el nivel 3 ďe intensidad sobre un máximo de 10, o sea que el margen de sorprenderlo todavia era grande, así que lentamente fui subiendo la intensidad hasta detenerlo en el nivel 7. Aparté la mirada de la maquinita para contemplar como aquel pollón se alzaba tieso y desafiante reaccionando a los impulsos de corriente, que yo gradualmente iba aplicando. Era curioso a la vez que excitante ver como aquel grueso cipote daba involuntarios saltos que yo controlaba a mi voluntad. Cada vez que la maquinita aplicaba el impulso, su grueso cipote reaccionaba poniendose increíblemente tieso para caer un instante despues, justo cuando cesaba el impulso eléctrico. La cara del señor paco era digna de una película porno, tenia la boca abierta y se inclinaba para ver asombrado la tremenda erección que aquel estraño sistema le habia dotado a su descomunal pollón, al cual hacia años que no lo había visto tan tieso. De su boca salian con cierta dificultad palabras como:

 

-¡¡Pero que gustoooo da esto Dios!!

 

-Madre mia que dura y gorda se me ha puesto Javier, esto es increíble. Ya no recordaba lo hermosa que era así de dura y brillante.

 

-Me alegro que disfrute de la sesión, pero dígame ¿Esperaba sentir sensaciones asi?

 

-Pues la verdad es que no me imaginaba que esto fuese tan de placentero javier... ¡¡Guauuu!!

-¡¡Ohoooooooo!!

 

-Yo seguia super cachondo de tener ante mi aquel tieso y grueso pollón. Mis calzoncillos yá tenian una buena y visible mancha de viscoso precum aunque yá poco me importaba. Sobre mi mesa de trabajo habia un metro de tela, de los que se usan para labores de costura, y sin más le pregunté si le importaba que le midiese su polla ahora que estaba enormemente dura, y él sonrió orgulloso y dijo: "adelante".

 

-Yo también tengo curiosidad por ver que tamaño a llegado ahora mismo, te aseguro Javier que no la habia visto así de dura desde hacía muchisimo tiempo.

 

-¡¡A ver!!

-¡¡espere un momento!!...estiré el metro, desde la maraña de pelo de su pubis, hasta el mismisima extremo de su brillante cabeza, y de la cual no ñcesaba de fluir por su agujero un hilo de transparente precum, que descendía lentamente hacia su frenillo...

 

-Pues soooonnn¡¡Dios Mio!! veintiiii tres centimetros exactos.

 

-¡¡Tremendo!!

 

-Pero ahora, si no le importa, mediré su grosor. El señor Paco esbozó una leve sonrisa, orgulloso de poseer semejante rabo, y yó continué con la medición. Aprovechando aquel metro estaba hecho de un material flexible, no me resulto complicado dar una vuelta, más o menos en el centro, de aquel grueso bastago, arrojando la sorprendente medida de: 11 centimetros, lo que haciendo los calculos adecuados, dá la apabullante cifra de unos descomunales 35 milimetros de grosor.

-¡¡Diossss que pedazo de pollon!! jajajaja...Señor Paco.

-¡¡Menuda herramienta!!

 

-Pero todavía falta lo mejor preparese...

-Miedo me das Javier.

 

Así que aproveché para cambiar al modo numero 2, también muy placentero como todos los demás, pero este a diferencia del número 1, y para que os hagáis una idea, los impulsos comienzan con un ligero ormigueo ascendente en intensidad que te lleva hasta el limite, para a continuación descender hasta detenerse y comenzar de nuevo. Una montaña rusa de auténtico placer, y sólo con una potencia de 5 sobre 10. Habia que ver la cara del señor Paco mintras yó con el "poder" en mis manos, subia lentamente la intensidad, del cinco al siete, despues al ocho, volviendo un instante después a mirar su rostro, que era de autentico éxtasis, su amplia y despejada frente empezaba a mostrar diminutas gotitas de sudor, el placer que sentia debía de ser enorme, porque se mordia su labio inferior y no cesaba de genir. En ocasiones cuando podia articular alguna palabra, le escuchaba decir:

-¡¡Javier me matas de gustoooo!!

-Ohooooo por favor bajale la intensidad por Dios que me corro yá mismoooo ¡¡ohoooooo!!.

Entonces, aproveché de nuevo para volver a echar una rápida mirada a su gorda y velluda panza, ¡¡y como no!!, a aquella hipnótica verga, que tenia delante de mis narices, la cual no cesaba de fluir a través de el orificio de aquella grandiosa y morada cabezota continuos goterones de viscoso y transparente precun, que graciosamente colgaban durante algunos segundos, para terminar cayendo sobre el oscuro suelo del taller, e incluso algunos eran lanzados sobre mis rodillas. Sus enormes y peludas pelotas saltaban al compás de su agitada respiración, y como nó, a los impulsos que le aplicaban mi diabólico aparato estimulador. Verlo tan cachondo y tenerlo al borde del orgasmo con un simple medio giro de un botón, hacía que me sintienese poderoso, por que podia hacer que se corriese en cuanto yo quisiera, pero no quería que eyaculase todavia, deseaba seguir disfrutando más tiempo de aquel excitante espectáculo, que me tenia tremendamente cachondo, así que rapidamente bajé la intensidad de la estimulación, con el fin de evitar que se corriese inevitablemente.

 

Aquel espectaculo me tenía tremendamente desconcertado, no entendia como podia estar tan escitado en aquella situación , si yo nunca me había sentido atraido por ningun hombre, pero es que ver gozar a aquel gordo maduro con su enorme pollon y sus tremendo par de gordas pelotas bajo su prominente panza era un verdadero espectaculo para mis ojos. Pero aquello no iba a cambiar mis preferencias sexuales de toda mi vida, ¡por dios!, pero devo reconocer que nunca imaginé verme en semejante situación como la que estaba viviendo en esos instantes y menos disfrutando cachondo perdido como estaba. Mientras observaba embobado estremecerse el corpulento cuerpo del señor Paco, y verlo disfrutar así hacía que a veces me replantearse si aquello estaba mal, aun qué pensandolo bien solo quería compartir mis experiencias con él. Total que habia de malo en hacer disfrutar a mi vecino. Asi qué continué entregado a tan altruista labor de hacer gozar a aquel maduro tan falto de sexo con aquel estraño sistema. Solo pretendía que experimentase el mejor orgasmo que fuese capaz de recordar en muchos años, y solo era cuestion de unos minutillos y estaba en mis manos. ¿Que habia de malo en ello?

 

-¿Como va señor Paco?...¿Cambio al modo número 4?...¿Agunta un poco todavía un poco más ?

 

-Javier estoy a nada de correrme, ¡¡Ohooooooooo!! pero por lo que más quieras cambia yá, ¡¡hufffffffff!! quiero probar a ver que sensación produce ese modo vamos. ¡¡hooooooo que gussssssstoooo!!

 

-Antes de darse cuenta, las corrientes de aquel cuarto modo yá recorrian, de arriba a abajo su duro miembro, y que por los saltos y la gran cantidad de transparente precum que salia sin cesar de su gorda cabeza, indicando con total claridad que yá no aguantaria mucho más tiempo. Y cierto que así fué, por que unos pocos segundos despues, y tras echar antes una rapida mirada a su cara, que reflejaba, el mas puro extasis. Su boca comenzó a emitir un sutil y ascendente jadeo, mezcla entre placer y dolor, para acabar aflojandosele las piernas y tras unas energicas e incontroladas sacudidas de aquel enorme pollón, indicando la inminente llegada de lo que parecia ser un tremendo e intensisimo orgasmo dando paso a una casi segura abundante corrida escupiendo su abundante retenida carga.

 

-¡¡Javier!! No Aguantoooooo massss me corroooooooooooo!!

¡¡Haaaaaaaaaaaaaa!!

 

Y antes de poder reaccionar, sentado a tan pocos centimetros de aquel pollón, me ví sorprendido por un espeso y caliente chorretón, que fué a parar violentamente sobre mi frente. Aquel trallazo de tan espesa leche, que imagino debía llevar acumulada, desde hacía muchísimo tiempo en aquellas gordas pelotas, y que como espectador privilegiado recibí como premio. Aunque aquel primer diaparo también tuvo la certeza de alcanzar parte de mi ojo izquierdo, y que yó, como acto reflejo rapidamente cerré, y que dada la densidad que tenia, aquella condensada leche, me resultaba prácticamente imposible abrirlo, y mucho menos tener algo de visión con él. Antes de poder reaccionar, ante aquel primer chorretón, un segundo y caliente golpeó sobre mis labios, y el resto, que no serian menos de seis o siete, fueron cayendo yá con menos ímpetu sobre mis rodillas y los ultimos sobre sus brillantes zapatos. Hasta que aquel cipote dejó de dar involuntarias sacudidas quedando un espeso goterón colgando de la punta de su cipote, que graciosamente terminó cayendo, y que yo con rapidez recojí con la palma de mi mano evitando que callese al frio suelo del taller. Rápidamente volví a echar una fugaz mirada la cara del señor Paco, que jadeaba ritmicamente y permanecía con los ojos cerrados y la boca abierta, momento que aproveché para chupar aquel espeso goterón que tenia en la palma de mi mano, y que tan dulce me supo. Cuando el señor Paco recuperó el aliento y se dirigió a mi para darme las gracias yo todavia estaba paladeando su espesa leche. Aunque pienso que no me vio, devo reconocer que me encantó aquella sesión tanto o mas que a mi maduro paciente.

Devo reconocer que nunca me imaginé saboreando el semen de otro hombre ¡¡Por Dios!!... pero estaba tan caliente y excitado con toda aquella situación, que terminé impensablemente disfrutando de tan espesa crema.

 

Pero seguia con los dichosos perjuicios de lo que el señor Paco pudiera pensar si me veía chupando su semen. No fuese a pensar que era un maricón que estaba disfrutando más que el mismo. Cuando aquel pollón dejo de escupir su enorme carga y comenzó a descender, procedí a limpiarme la cara de los chorretones que escurrian por mi barbilla. Agarré el royo de papel y corté un trozo que ofrecí al señor Paco para que limpiase su sudorosa frente, y otro generoso para limpiarme yó. Aprovechando que el señor Paco secaba su frente yo me agazapé bajo su prominente panza y chupé golosamente mis embadurnados dedos de aquélla todavía espesa leche tanto de mi ojo, como la de mis labios, paladeando aquel maduro semen, que desprendia su dulzon y característico masculino olor.

 

Reconozco que en alguna ocasión habia saboreado el mio propio, pero jamás el de otro hombre, aunque de memoria diria que el del señor Paco era incluso algon más dulce y bastante más espeso que el mio. El señor Paco todavía con la respiración agitada y en la cara con una sonrisa de plena satisfacción por el intenso orgasmo que acababa de sentir con aquel nuevo y para él estraño sistema de masturbación, y que a mi personalmente me habia hecho disfrutar de casi los mejores orgasmos mejores de mi vida. El señor Paco me daba una y otra vez las gracias por aquel tremendo orgasmo que le habia hecho sentir,

-Javier gracias de veras...ya no recordaba lo que era un buen orgasmo y menos una buena corrida... esto a sido increible para mi, aunque quiero pedirte mil disculpas por los chorretones que involuntariamente te lanzado a la cara, pero es que ni en sueños hubiera imaginado soltar semejante cantidad de leche, y menos con tanta fuerza como para llegar a alcanzarte.

 

-No se preocupe, eso me ha pasado por haberme confiado y estar en la linea de tiro. Pero es que con semejante pistola...la municion no podia ser menos jajaja y limpiandome la cara comenzamos ambos a reir.

 

-Con el rabo todavía dando las ultimas sacudidas y saliendo la ultima gota de blanco y espeso semen, que lentamente fluía del orificio de aquella morada cabeza, procedí a retirar las anillas y los cables. Ya con total confianza agarré sus gordas pelotas y solté aquel bucle de goma conductora de entre su ensortijado pubis, seguidamente saqué la segunda anilla, la que rodeaba su gorda cabeza, como ya habia confianza entre ambos, yo mismo retire con mis dedos aquel goteron de blanco y denso semen que quedó colgando a punto de caer al suelo. A medida que pasaban los segundos aquel pedazo de polla comenzo tímidamente a volver a su estado normal.

 

-¡Digo normal por decir algo!

 

-Por que incluso flacida, pondría en apuros al más pintado.

-Y que decir de sus gordas pelotas, que imagino debían de hacer muchisimo tiempo no sacaban sus excedentes de leche. Quiero pensar que esa es la razón por la que aquella leche era tan blanca y espesa. Alargué la mano y coji de nuevo el grueso royo de papel de encima de la mesa y corte un generoso trozo, y mirando a la cara al señor Paco procedí a limpiar su morcillona polla de los restos de semen que todavia quedaban sobre ella, en especial en la piel de su prepucio que ya comenzaba a cubrir casi la totalidad de su hermoso glande. El señor Paco esbozo un ligera sonrisa ante mi espontaneo gesto dejandome que acabára de limpiarlo y volviendo a darme las gracias, Javier no tengo palabras para agradecerte la deliciosa sesión y el tremendo orgasmo que me has hecho sentir con la maquinita esa de las lucecitas. Ahora entiendo lo que se siente con esas pequeñas corrientes sobre el rabo, por que cuando estuve observandote oculto tras la estantería no entendia nada.

 

-Me alegro que le haya gustado y lo hallan sorprendido tanto, pero por favor le ruego que de esto no cuente nada a nadie por favor.

 

-¡¡Descuida Javier seré una tumba!!

 

Y diciéndome aquello comenzó a vestirse subiendo sus grandes calzoncillos azules y acomodando aquel todavia grueso cipote dentro de él, para acontinuación subir sus también enormes pantalones y ajustar su camisa y su cinturón. Yo mientras el señor Paco terminaba de vestirse fui recojiendo tanto los cables, como limpiando el suelo de los blancos goterones de aquél espeso semen del señor Paco que todavia quedaban sobre el oscuro suelo del taller. Cuando terminó de acomodarse, se despidio de mi con un fuerte apreton de manos y aprovechando de nuevo para volver a darme las gracias.

 

-Gracias Javier me marcho, que sepas que me ha encantado, espero algún dia repetir, ¡¡si tu estuvieras de acuerdo!! incluso te pagaria.

 

¡¡Sólo si a ti te parece bien!!

 

-Dejeme que lo piense, ya le daré una respuesta.

 

-De acuerdo piensalo. Ahaaa, y señalando a mis calzoncillos me dijo: Haz el favor de hacerte un buena paja por que si nó te van a doler las pelotas dos semanas jajajaja.

 

-¡¡hasta luego Javier!! y salió dando un energico portazo. Yo salí apresuradamente tras sus pasos y cerré la puerta rápidamente, girando dos vueltas la llave en la cerradura. Siguiendo el consejo que terminaba de darme mi maduro vecino, rapidamente bajé mis calzoncillos y agarré mi húmedo y todavia semi erecto miembro comenzando a masturbarme lentamente, y en pocos segundos, tenía una fuerte erección que me permitió agitar mi embadurnado y baboso rabo a toda velocidad, bajando y subiendo la piel de mi prepucio, repleta de viscoso precum, produciendo un curioso humedo sonido y facilitando el deslizamiento de mi mano sobre toda la longitud de mi erecto rabo.

 

Aquel tremendo calentón acumulado hizo que en pocos segundos mi polla comenzase a escupir espesos chorros de semen, que fueron cayendo sobre el oscuro suelo del taller.

 

Allí me quedé con la polla en la mano, jadeando con los calzoncillos en los tobillos y el culo apollado contra la fria pared y pensando en todo lo que me acababa de suceder, y cómo no, en aqella enorme polla del señor Paco que ya estaba deseando volver a ver, oler y cómo nó a tocar...

 

-Continuará-