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Librojuego - Melania - Capítulo 24

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Capítulo 24

Date la vuelta —dijo Melania—.

 

La orden sonó seca en un tono que no dejaba lugar a la réplica. Una sombra de temor cruz el rostro de Sarah, pero confiaba tanto en esa chica, que era imposible no obedecer. Se sentía totalmente entregada a ella y haría cualquier cosa para complacerla, al fin y al cabo ella ya había disfrutado de lo lindo.

 

Lentamente se dio la vuelta, con las manos metidas por debajo de la almohada, expectante. Melania se acercó con lentitud, el falo lubricado aun apuntaba enhiesto hacia el techo de la habitación. Cuando se encontró a los pies de la cama recogió una camiseta

 

Las manos a la espalda —dijo.

 

Lentamente Sarah colocó las manos a la espalda las cuales fueron atadas con diligencia usando la camiseta a modo de cuerda. Con una caricia quizás demasiado firme, Melania obligó a colocarse a Sarah a cuatro patas, dejando la cabeza apoyada contra la almohada. El sonido de la respiración de Sarah se aceleró cuando la punta de plástico se lubrico lentamente con la entrada de su coño y acto seguido se sitúo en la entrada de su ano.

 

Mel… soy virgen de ahí —comentó con una voz trémula

No te preocupes, esta es la mejor manera de dejar de serlo, ¿No crees?

¿me va a doler?

Sí, pero me lo agradecerás

 

Una sonrisa se dibujaba en sus labios mientras hacía presión con el strapon contra el esfínter de Sarah. Ésta empezó con unos quejidos de dolor mientras la punta horadaba el interior de su culo, aunque el ritmo era lento, la presión era constante y el dolor que empezaba a sentir hizo que tuviera que morder la almohada para no gritar.

 

Sin embargo Melania se sentía en la gloria, había empezado a sentir placer en el mismo instante que había comenzado a ejercer presión y estaba deseosa de clavar esa polla de plástico en las entrañas de su amiga, sin embargo no quería asustarla y tenía que actuar con suavidad.

 

Haciendo caso omiso de las quejas de Sarah, Melania decidió presionar un poco más la polla contra su esfínter, de modo que fue entrando poco a poco. A pesar de la lubricación, hizo que Sarah soltara un grito de dolor. A medida que el trozo de plástico perforaba sus entrañas, Sarah iba hundiendo la cabeza más y más en la almohada, para sofocar el dolor que sentía. Llegado un momento, cuando la pelvis de su amiga tocó con su cuerpo, se sintió llena, tanto que sintió una arcada que logro reprimir. Entonces supo que lo peor había pasado, se encontraba sudorosa, se había mordido el labio para no gritar mucho y le sangraba levemente. También se dio cuenta que un fino hilo de sangre corría por sus muslos.

 

Melania por su parte se encontraba en la gloria. El simple hecho de embestirla completamente la había hecho correrse de golpe haciendo que su propio fluido corriera por sus piernas de un modo similar a como corría la sangre por los muslos de Sarah. Aquello la excitó mucho más aun y se decidió a ejercer más velocidad a su follada, sim embargo prefirió dejarla dentro unos minutos a fin de que se acostumbrara a estar empalada.

 

Melania comenzó entonces con un ritmo suave pero constante a fin de que la chica se fuera acostumbrándose al strapon dentro de su cuerpo. Al principio los gemidos de Sarah fueron de dolor e incomodidad pero a medida que iba imprimiendo más velocidad, esos gemidos se iban convirtiendo en gemidos de placer. Melania por su parte estaba en la gloria, jadeaba cada poco rato y el placer le sobrevenía de un modo apabullante.

 

Cuando la cabalgada fue más intensa, Melania agarro la cola de caballo que se había hecho Sarah y tiro de ella hacia atrás, haciendo que alzara la cabeza dejándola libre de la almohada, arqueando la espalda e inundando la habitación de una mezcla de gemidos de dolor y placer que se unieron a los jadeos sonoros de Melania, únicamente placenteros.

 

El duro correctivo al culo de Sarah se mantuvo durante unos cuantos minutos, en lo que un inmenso orgasmo arremetió contra el cuerpo de Melania, que dio una embestida final, que hizo que todo el cuerpo de su amiga se tensara quedando inerte, una vez que Melania saco el strapon de su interior cubierto de sangre y demás restos.

 

Ambas amigas exhaustas cayeron en la cama jadeando y sudorosas, las ultimas fuerzas del día fueron para desatar a Sarah del amarre improvisado y para soltarse el Strapon y dejarlo caer a un lado de la cama. Las dos se acoplaron una a la otra y fueron cayendo en una insondable duermevela de paz y sosiego.

 

Fin