miprimita.com

Librojuego - Melania - Capítulo 3

en Grandes Series

Capítulo 3

El trayecto hasta casa de Melania fue largo. El trio de desconocidos iba dando tumbos de lado a lado de la calle y cada poco les acometía un deseo irrefrenable que les hacía tener que pararse para hurgarse en las vestiduras, ya fuera una parada de autobús, un portal o la esquina de una tienda, ese impulso hacía que las manos de los dos chicos se deslizaran por debajo de la falda de Melania que se derretía de placer, perdiendo la noción del tiempo y del espacio.

 

Cuando llegaron a casa de Melania, la entrada fue complicada. En un arrebato de pasión, Israel le subió la falda hasta la cadera y se puso a comerle el culo mientras intentaba abrir la puerta de casa. Le separó las dos nalgas y metió la lengua hasta el fondo de su ano, mientras la chica intentaba abrir, sin embargo la oleada de placer, la cogió tan de improvisto que le temblaron las piernas y acabó de rodillas sobre el felpudo que irónicamente rezaba “Bienvenidos”, cosa que no impidió que Israel siguiera lamiendo su culo. En ese momento Héctor aprovechó para hábilmente sacarse la polla y metérsela en la boca. No se anduvo con miramientos y la metió de golpe y ella pareció aceptarla con naturalidad, porque solo emitió un leve sonido gutural cuando llegó hasta el fondo. Con la primera embestida, la sacó de golpe y grandes babas salían de la boca de Melania que aprovechó para escupir sobre el ya humedecido glande de Héctor y volver a metérsela hasta el fondo haciendo que más saliva saliera de su boca, empapando su blanco top y haciendo que se le trasparentara todo.

 

Cuando consiguieron serenarse y abrir la puerta, pudieron llegar al cuarto de Melania, entre los tres se desnudaron con rapidez y con lo que parecía un acuerdo tácito, no verbal, Héctor se tumbó en la cama bocarriba mientras Melania a horcajadas se sentaba sobre su cara, para recibir una buena comida de coño. La castaña se acomodó a la boca del chico y comenzó a mover las caderas con un leve movimiento, mientras tanto Israel se subía en la cama y le ponía la polla cerca de la boca a lo que Melania respondió lanzándose rápida y voraz sobre ella, la cual había empezado a gemir de una forma suave y constante.

 

Melania tuvo el primer orgasmo sobre la boca de Héctor que saboreo el flujo de la chica con deleite y posteriormente la movió para penetrarla con dureza sobre su verga, dura desde hacía ya bastante tiempo. Con la primera embestida, Melania estuvo a punto de correrse de nuevo, pero decidió aguantar para hacer más placentero el orgasmo, lo cual fue una tortura, pues con cada vez que botaba sobre la polla del chico, se le clavaba hasta el fondo dándole un terrible placer.

 

Los cuerpos sudorosos de los chicos resbalaban súbitamente, moviéndose al compás de los jadeos que producían. Héctor al borde del clímax también quería retrasar su eyaculación, así que se detuvo súbitamente, en el momento que Melania iba a correrse, haciendo que emitiera un gruñido de disgusto.

 

Pidió que se cambiaran de posición, así que Melania se puso a cuatro patas y Héctor se puso delante de ella tumbado, apoyado en la almohada de la cama, dispuesto a que la chica le hiciera un repaso de la polla con su hábil lengua, mientras Isra se proponía a follársela.

 

Aunque el miembro del chico de gafas era más pequeño, solo necesito unas pocas embestidas para que Melania volviera a correrse, debido a la excitación que sentía y a la gran velocidad que imprimía el chico en su follada.

 

Al poco rato, y pese a que parar de follar había detenido las ganas de correrse de Héctor, la necesidad se hizo acuciante gracias a los hábiles labios de Melania, así que empezó a borbotar leche de su polla mientras era rápidamente succionada por Melania que siguió jadeando y chupando el miembro pese a que este redujo su tamaño y su dureza.

 

La excitación máxima también llego a Israel, que imprimió una velocidad más al movimiento de caderas. Cuando acabó, empujó hasta el fondo su polla, soltando tres grandes chorros de esperma en el interior de Melania la cual se quedó sorprendida.

 

Todos los participantes quedaron exhaustos, de tal manera que no fueron capaces ni siquiera de limpiarse. Melania se quedó dormida chorreando fluidos, mientras los otros chicos emanaban litros de sudor por sus poros. A pesar de esto se fueron quedando sumidos en una dulce duermevela de paz y sosiego.

 

FIN