Hacía tiempo que no me ocurría nada lo suficientemente interesante para subir en un relato, pero por fín ha sucedido.

Era domingo y estaba aburrido, decidí hablar con un antiguo lector que me envió un correo, simplemente para hablar con él.

Después salí a dar un paseo, y con un poco de suerte hacer algo divertido.

Tras una hora me encontré a un viejo amigo, de esos a los que se la había chupado alguna que otra vez.

-Hola Juan, cuanto tiempo, que tal te va todo?.

-Muy bien, ya casi he terminado la carrera y estaba estudiando y he salido a dar un paseo para despejarme, ¿y tú que tal?, seguro que sigues haciendo lo mismo ee guarro.

-Que va, llevo mucho tiempo sin hacer nada con nadie, estoy justo ahora buscando alguien para hacer algo...

-No se diga más, vamos a hacer algo divertido.

-¿Quieres repetir? Jaja pensaba que ya no querrías, pero 2 personas un poco aburrido.

-Si quieres puedo llamar a dos o tres amigos, pero a ninguno le gusta ser pasivo.

-No importa Juan, yo seré el pasivo, me gusta ser la "putita".

-Jaja, se nota que no has cambiado, vamos a mi casa, voy a llamar a esta gente.

Dos de ellos aceptaron y vinieron a cada de Juan en poco más de 10 minutos, mientras esperábamos Juan se encargó de dilatarme un poco y ponerme aún mas cachondo.

Cuando llamaron a la puerta yo estaba esperando impaciente, desnudo en medio del salón.

-Vaya, si que empezamos rápido. -Dijo uno de sus amigos nada más verme.

-Bueno vamos a empezar, que después tengo que seguir estudiando. -Dijo Juan mientras se quitaba la ropa, el resto hizo lo mismo.

Se pusieron alrededor de mí y comencé a chuparsela a los 3.

-Joder que bien la chupa, vamos a tener que quedar más veces. -Dijo el que aún no había dicho nada.

Ese comentario me alegró, y me animó a hacer que los 3 quisieran repetir.

Después de un par de folladas de gargants y mi propia saliba por todo mi pecho y goteando de sus pollas duras decidieron que ya era la hora de las penetraciones.

Juan se tumbó en el suelo y yo me puse encima, metí su polla dentro de mi estrecho ojete y comencé a moverme, mienteas él gemía de placer y yo seguía chupandosela a los otros dos.

Después se acercó Alberto, el primero que habló, y se puso detrás de mi, me puso en posición de perritó y me penetró, mientras me daba cachetes en las nalgas.

-¡¡Sí, dame, dame más fuerte!! -Gritaba yo.

-¿Te gusta e perra?. -Preguntó Alberto.

-¡Me encanta!. -Dije yo mientras me metía la polla de Jorge en la boca.

Después, y en último lugar me la metió Jorge, que tenía una polla de unos 23cm, y muy gorda. Me dolía al principio, pero seguí disfrutando a los pocos minutos.

-¡Aaaaghh!. -Gritó Jorge mientras notaba como su semen entraba dentro de mi culo.

Justo después Alberto y Juan se corrieron en mi boca.

-Vamos tragatelo todo putita. -Me dijo Juan, y yo obedecí.

Después Jorge y Alberto se ducharon y se fueron, yo y Juan nos duchamos después, juntos, él aprovechó para follarme de nuevo.

-¿Te ha gustado lo de hoy?. -Me preguntó Juan.

-Sí, me ha encantado, espero que repitamos pronto.

-Sí, no te preocupes, esto hay que hacerlo una vez por semana almenos.

Me despedí de él y salí de su casa con una sonrisa, el culo rojo, y un escozor de ano que no me importaba, por qué había disfrutado cada segundo.

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