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Quinta parte: más feliz de ser la puta de mi padre

en Sexo con maduros

Mi papito me tiró sobre la cama y yo inmediatamente la abrí las piernas al máximo, estaba mojadísima, me volvía loca sentir como machaba mi lecho matrimonial con los jugos de mi zorra y con el semen que escurría de mi ano.  Miguel volvió a comerme el choro y a beber mis juguitos... "Karla putona", "maraca buena pa la verga", "insaciable"... cada cochinada que me decía me encendía más. "Ensártame toda tu pichula" le contestaba yo, "soy tu puta barata", "si papito, soy buena pa la verga", "lléname el choro con tus mocos"; "me tienes hinchado el sapo"...

[De verdad que me cuesta mucho escribir pues me pongo demasiado caliente de sólo recordar como le abrí las piernas a mi papito y con todo los que ocurrió esa primera noche... además recibí un correo de Mark que me dejó más caliente todavía: Mark escríbame cochinadas por favor para que me anime a dar ese paso más allá que usted sugiere.]

Mi papito escuchó mis suplicas y colocó la dura cabeza de su verga en la entrada de mi chocho. De un violento empujón me la ensartó toda... gemí y grité de un placer nuevo, sentia un placer muy morboso, me sentía un puta de verdad... "eso papi" ¨dame duro", "rompeme el choro", asi papito rico, asi papito", "cógeme como a mi mami".

Mientras más cochinadas le decía, mi papito más se encendía y como una bestia me lo metía más y más fuerte... Yo gritaba mientras que le movia mis caderas y abría lo más que podía mis piernas para falicitar sus embestidas. Mi padre parecia que no se iba a detener nunca, sentia sus bolas golpiando mi chocho y deseaba que tambien me las metiera.  Perdí la noción del tiempo hasta que sentí que un inmenso orgamo era inminente. "Me voy a correr papá" le susurré.  Córrete puta, me dijo y sentí sus chorros inundando mi zorrita. Yo creo que mis gemidos los escuchó todo el barrio y eso más me encendía. Sacó su verga y me la puso en mi boca para que se la limpiara con mi lengua, lo hice con pasíón, saboreando cada gotita de sus mocos.

Se recostó a mi lado y seguimos besándonos, más despacito, con más ternura que violencia, me mordió despacito los pesones y me dijo que era más puta que mi mamá.  

Volvio a ponerme su pico en la boca y soltó unos chorrito de su orina... yo los bebí feliz. luego me abrazo y nos quedamos dormidos un ratito... sólo un ratito.

(Continuará...)