miprimita.com

Ese día...

en Confesiones

Ese día me desperté algo inquieta, mi marido ya en el baño, preparándose para ir al trabajo, yo me enderecé y me recosté obre la cabecera de la cama. Viendo a mi marido salir del baño, como es normal, desnudo, caminó a la silla en donde yo le había dejado su ropa para que se vistiera. Siempre viendo y disfrutando de su cuerpo, algo de pancita, pero con esa verga colgándole, que como les dije antes, apenas le cabía en el tubo de cartón del rollo del papel de baño, esto hablando de lo grueso, de lo largo, le salía un poco de su cabeza.

Calculo que su verga media de larga unos 14 cm. Para quienes quieran comparar.

¿Grande?   ¿Chica?   Ya como les dije, para mi nunca fue importante, ni el tamaño, ni lo grueso, ni la edad del hombre, ni si era guapo o feo. Claro, para que mentirles, así somos los seres humanos, entre más atractivo, pues una disfruta más, como a ustedes hombres, si esta buenona la chamaca, la disfrutaran mejor que si esta fellita.

Es parte del ser. Pero para mí, lo mismo se las di a uno feo que a uno guapo, lo importante era disfrutar la verga en mi culo, en mi vagina, en mi boca.

Bueno, continúo.

 Vi como mi marido se vestía, esa verga colgándole, sus nalgas duritas, esas piernas que ricas, y sobre todo, sus huevos colgándole, la verdad se me antojó mucho. Pero la verdad no era ese día para esperar a que se fuera, salir de la cama, bajar a la cocina, tomar una zanahoria, irme a la sala, y recostada con las piernas abiertas, metérmela, y suavemente meterla y sacarla, o igual tomar otra, y meterla en mi culo, y con una mano, meterla y sacarla y con la otra hacer lo mismo con la otra metida en mi panocha.

NO se dio cuenta, o a lo mejor sí. Pero debajo de las cobijas, yo me frotaba mi vagina con mis dedos, pues como les digo, me desperté muy caliente.

Así, al irse mi marido, me levanté rápido. Me metí a bañar, me puse una falda que tendría unos 20cm debajo de mi pelvis, mis zapatillas rojas, una blusa de escote amplio, y salí de casa

Me subí a la micro, no iba muy lleno, pero dentro de lo que quería algo logré.

Vi a la mitad del micro, varios muchachos, pues no lo pensé, me pasé entre ellos, pero despacio, vi como dos se e quedaron viendo, pues claro, con esa mini que me puse, serían putos si no les llamaba la atención. Dijo uno, deja pasar a mi novia, yo lo vi y traté de darle una sonrisa suave, que no fuera muy de puta, sino de una señora conservadora y agradecida por la amabilidad.

Lógicamente, pasé junto y despacio, para que pudiera ver mis pechos por el escote que tenía, sí, así fue, vi como su mirada se clavaba en mis chichis, no solo las de él, también de los otros.

Para que mentirles o hacerme la inocente, en ese memento como deseé que me agarrara uno de ellos me empinara abriera mi culo y me metiera su verga. Por mi panocha, por mi culo, por donde él quisiera, eso era lo de menos, lo deseaba era me cogieraaaaan.

Estaba muy caliente ese día

Me hizo recordar lo que un día, me pasó.

Acababa de pasar esa experiencia con el amigo de mi mamá, les recuerdo, ese día él me probó. Me puso a prueba en varias formas, me enseñó  como mamarle la verga, como hacer que, un hombre disfrutara la boca de una mujer, pero igual, nosotras, como sentir esa verga en la boca y succionarla y chuparla con todo, para sacarle toda la leche, todo ese rico liquido que les sale de ahí, y que nos hace subir  la luna… que digo la luna, a marte, Júpiter, bueno, a toda la vía láctea…. jajajaja a la vía láctea….  Entendí que la vía láctea, es la vía del pacer, del deseo de…de…aaaaa

Pura leche, puro semen, puro deseo…mmmm

Ya me han dicho que cuando les mamo, los ojos se me ponen blancos… sí, es que disfruto ese pedazo de carne. Como me pasó ese día.

Ya tenía 10 años, habían pasado unos 20 días de ese agradable encuentro con el amigo de mamá que me enseñó algunas cosas, y después la platica con mamá, donde me enteré que ella era igual de ninfómana que yo, y que, gracias a su apoyo, pude orientar mejor mi vida.

Así, ese día, cumple de mi papá, un vecino, me llamó con la mano, me acerqué y pude darme cuenta que estaba algo borracho. Sabes preciosa, me dijo, estas muy linda, igual que tu mamá. Gracias le dije, tratando de que, con mi sonrisa, supiera que estaba muy de acuerdo con él.

Me puso su brazo sobre mi cintura y me acercó a él. La verdad no estaba tan borracha como para no saber qué hacía.

Ya sé que estoy algo mayor para ti, que, a mis 35 años, soy todo un viejito.

Yo tratando de animarlo, le dije, no como crees, si estas joven y además guapo.

Se me quedó viendo, jajaj, se rio, joven tal vez sí, guapo, no creo, la vedad, así gordito como esto.

Mira le dije. Para una, aunque me veas chica, como mujer, hay mas cosas que valen en un hombre que la belleza.

Cómo qué me preguntó.

¿Te digo la verdad?

Sí, claro

Tu conoces a mi mamá verdad, para que disimular.

Guardó unos segundos de silencio y me dijo. Sí. La verdad, sí.

Así soy, le dije.

Quedamos unos segundos igual, callados, y me dice.

Sí Lucerito, ya para que te oculto. Tu mami me dijo que tú habías heredado su síndrome, que eres ninfo como ella y que sería bueno también aprendieras todo.

Me sonreí y lo abracé, sentí sus manos sobre mi cintura y después una de ellas bajó a mis piernas, empezó a acariciarme, yo no pude contener y lo abracé fuerte, mis piernas quedaron pegadas a su entrepierna, y sentí como su verga, bajo su pantalón, empezó a crecer.

Ven le dije, y lo tomé de la mano, nos fuimos al patio, ahí, parada frente a él, al fondo, junto al coche de mi papi, estiré mi mano y sujete su bulto, lo acaricie unos segundos y bajé el cierre, metí mi mano, y busqué dentro de su pantalón y su calzón ese miembro. Lo encontré lo agarré, que rico la sentí, dura, caliente, y algo mojada, No aguanté y me la metí a la boca, la empecé a mamar, se la pelaba y me la metía a la boca, la chupaba y con mi lengua la frotaba, después volvía a mamarla.

El estaba bien excitado y le dije.

Quieres terminar en mi boca o en mi culo

En tu culo.

Me enderecé, mi pantaleta estaba abajo, me di la vuelta y se la puse, el me sujeto de la cadera me frotó unas veces su verga en mi culito y me la metió, no puede evitar lanzar un rico, aaaaaaaayyyyyyy que rico…. Cojéeme, métemela hasta adentro soy tu puta.

Recuerdo muy bien, pues era de mis primeras experiencias. Como yo agachada, con mi mano derecha le sujeté su rica verga, y con la otra, le agarré la cabeza, la de su verga. Y así se la pelé, me gustó, les recuerdo era de las primeras veces, apretando su pellejito, se la cubría y después se la pelaba de nuevo, después acercaba mi boca, me la metía la mamaba y sentía como latía.

Bueno, ese día de la fiesta de cumple de mi papi. Tuve la suerte de disfrutar 4 vergas y todos los dueños, bien satisfechos.

Esa noche, para mi mamá fue muy excitante pues también le dieron a ella mucho, y para mí, me llenaron mi culo y mi boca como nunca.

 Les recuerdo que mi papi sabía de como somos mi mamá y yo, y gracias que nos apoyó, por eso, disfrutamos mucho nosotras, y los hombres que nos cogieron.

Como la vez que vi a mi mami, empinadita, Jorge, sujetándole de las caderas, metiéndole la verga por su culo, ella gimiendo de placer, cuando mi mamá le dijo, que rico siento tu lechita en mi culo, la ciento bien calientita.

Bueno. Ya bajé de la micro y me subí al metro, pero en lugar de irme a los vagones de mujeres, me subí a la de los hombres, no era la una chica, había más.

Me acomodé como pude y de inmediato sentí una verga dura sobre mi muslo….

Mmmmmm

Soy una puta, como disimularlo. Les recuerdo. Es mi sentir, es lo que desee, como puedo disimular cuando mi mano le agarra la verga, con la otra sujeto la cabeza y bajo el pellejito, se va descubriendo la cabeza y sale esa ricura, me la meto a la boca y con mis labios, mi lengua y el paladar aprieto y succiono ese pedazo de carne contra mi boca, siento como cambia de tamaño, como se hincha, como se mueve  como  se contrae cuando tiene un orgasmo.

Pues así fue. Ese día de fiesta, terminé bien cogida, mi madre algo más, pero sobre todo, esos hombres que nos dieron, siguieron buscando nuestros culos.

Ese día me desperté algo inquieta, mi marido ya en el baño, preparándose para ir al trabajo, yo me enderecé y me recosté obre la cabecera de la cama. Viendo a mi marido salir del baño, como es normal, desnudo, caminó a la silla en donde yo le había dejado su ropa para que se vistiera. Siempre viendo y disfrutando de su cuerpo, algo de pancita, pero con esa verga colgándole, que como les dije antes, apenas le cabía en el tubo de cartón del rollo del papel de baño, esto hablando de lo grueso, de lo largo, le salía un poco de su cabeza.

Calculo que su verga media de larga unos 14 cm. Para quienes quieran comparar.

¿Grande?   ¿Chica?   Ya como les dije, para mi nunca fue importante, ni el tamaño, ni lo grueso, ni la edad del hombre, ni si era guapo o feo. Claro, para que mentirles, así somos los seres humanos, entre más atractivo, pues una disfruta más, como a ustedes hombres, si esta buenona la chamaca, la disfrutaran mejor que si esta fellita.

Es parte del ser. Pero para mí, lo mismo se las di a uno feo que a uno guapo, lo importante era disfrutar la verga en mi culo, en mi vagina, en mi boca.

Bueno, continúo.

 Vi como mi marido se vestía, esa verga colgándole, sus nalgas duritas, esas piernas que ricas, y sobre todo, sus huevos colgándole, la verdad se me antojó mucho. Pero la verdad no era ese día para esperar a que se fuera, salir de la cama, bajar a la cocina, tomar una zanahoria, irme a la sala, y recostada con las piernas abiertas, metérmela, y suavemente meterla y sacarla, o igual tomar otra, y meterla en mi culo, y con una mano, meterla y sacarla y con la otra hacer lo mismo con la otra metida en mi panocha.

NO se dio cuenta, o a lo mejor sí. Pero debajo de las cobijas, yo me frotaba mi vagina con mis dedos, pues como les digo, me desperté muy caliente.

Así, al irse mi marido, me levanté rápido. Me metí a bañar, me puse una falda que tendría unos 20cm debajo de mi pelvis, mis zapatillas rojas, una blusa de escote amplio, y salí de casa

Me subí a la micro, no iba muy lleno, pero dentro de lo que quería algo logré.

Vi a la mitad del micro, varios muchachos, pues no lo pensé, me pasé entre ellos, pero despacio, vi como dos se e quedaron viendo, pues claro, con esa mini que me puse, serían putos si no les llamaba la atención. Dijo uno, deja pasar a mi novia, yo lo vi y traté de darle una sonrisa suave, que no fuera muy de puta, sino de una señora conservadora y agradecida por la amabilidad.

Lógicamente, pasé junto y despacio, para que pudiera ver mis pechos por el escote que tenía, sí, así fue, vi como su mirada se clavaba en mis chichis, no solo las de él, también de los otros.

Para que mentirles o hacerme la inocente, en ese memento como deseé que me agarrara uno de ellos me empinara abriera mi culo y me metiera su verga. Por mi panocha, por mi culo, por donde él quisiera, eso era lo de menos, lo deseaba era me cogieraaaaan.

Estaba muy caliente ese día

Me hizo recordar lo que un día, me pasó.

Acababa de pasar esa experiencia con el amigo de mi mamá, les recuerdo, ese día él me probó. Me puso a prueba en varias formas, me enseñó  como mamarle la verga, como hacer que, un hombre disfrutara la boca de una mujer, pero igual, nosotras, como sentir esa verga en la boca y succionarla y chuparla con todo, para sacarle toda la leche, todo ese rico liquido que les sale de ahí, y que nos hace subir  la luna… que digo la luna, a marte, Júpiter, bueno, a toda la vía láctea…. jajajaja a la vía láctea….  Entendí que la vía láctea, es la vía del pacer, del deseo de…de…aaaaa

Pura leche, puro semen, puro deseo…mmmm

Ya me han dicho que cuando les mamo, los ojos se me ponen blancos… sí, es que disfruto ese pedazo de carne. Como me pasó ese día.

Ya tenía 10 años, habían pasado unos 20 días de ese agradable encuentro con el amigo de mamá que me enseñó algunas cosas, y después la platica con mamá, donde me enteré que ella era igual de ninfómana que yo, y que, gracias a su apoyo, pude orientar mejor mi vida.

Así, ese día, cumple de mi papá, un vecino, me llamó con la mano, me acerqué y pude darme cuenta que estaba algo borracho. Sabes preciosa, me dijo, estas muy linda, igual que tu mamá. Gracias le dije, tratando de que, con mi sonrisa, supiera que estaba muy de acuerdo con él.

Me puso su brazo sobre mi cintura y me acercó a él. La verdad no estaba tan borracha como para no saber qué hacía.

Ya sé que estoy algo mayor para ti, que, a mis 35 años, soy todo un viejito.

Yo tratando de animarlo, le dije, no como crees, si estas joven y además guapo.

Se me quedó viendo, jajaj, se rio, joven tal vez sí, guapo, no creo, la vedad, así gordito como esto.

Mira le dije. Para una, aunque me veas chica, como mujer, hay mas cosas que valen en un hombre que la belleza.

Cómo qué me preguntó.

¿Te digo la verdad?

Sí, claro

Tu conoces a mi mamá verdad, para que disimular.

Guardó unos segundos de silencio y me dijo. Sí. La verdad, sí.

Así soy, le dije.

Quedamos unos segundos igual, callados, y me dice.

Sí Lucerito, ya para que te oculto. Tu mami me dijo que tú habías heredado su síndrome, que eres ninfo como ella y que sería bueno también aprendieras todo.

Me sonreí y lo abracé, sentí sus manos sobre mi cintura y después una de ellas bajó a mis piernas, empezó a acariciarme, yo no pude contener y lo abracé fuerte, mis piernas quedaron pegadas a su entrepierna, y sentí como su verga, bajo su pantalón, empezó a crecer.

Ven le dije, y lo tomé de la mano, nos fuimos al patio, ahí, parada frente a él, al fondo, junto al coche de mi papi, estiré mi mano y sujete su bulto, lo acaricie unos segundos y bajé el cierre, metí mi mano, y busqué dentro de su pantalón y su calzón ese miembro. Lo encontré lo agarré, que rico la sentí, dura, caliente, y algo mojada, No aguanté y me la metí a la boca, la empecé a mamar, se la pelaba y me la metía a la boca, la chupaba y con mi lengua la frotaba, después volvía a mamarla.

El estaba bien excitado y le dije.

Quieres terminar en mi boca o en mi culo

En tu culo.

Me enderecé, mi pantaleta estaba abajo, me di la vuelta y se la puse, el me sujeto de la cadera me frotó unas veces su verga en mi culito y me la metió, no puede evitar lanzar un rico, aaaaaaaayyyyyyy que rico…. Cojéeme, métemela hasta adentro soy tu puta.

Recuerdo muy bien, pues era de mis primeras experiencias. Como yo agachada, con mi mano derecha le sujeté su rica verga, y con la otra, le agarré la cabeza, la de su verga. Y así se la pelé, me gustó, les recuerdo era de las primeras veces, apretando su pellejito, se la cubría y después se la pelaba de nuevo, después acercaba mi boca, me la metía la mamaba y sentía como latía.

Bueno, ese día de la fiesta de cumple de mi papi. Tuve la suerte de disfrutar 4 vergas y todos los dueños, bien satisfechos.

Esa noche, para mi mamá fue muy excitante pues también le dieron a ella mucho, y para mí, me llenaron mi culo y mi boca como nunca.

 Les recuerdo que mi papi sabía de como somos mi mamá y yo, y gracias que nos apoyó, por eso, disfrutamos mucho nosotras, y los hombres que nos cogieron.

Como la vez que vi a mi mami, empinadita, Jorge, sujetándole de las caderas, metiéndole la verga por su culo, ella gimiendo de placer, cuando mi mamá le dijo, que rico siento tu lechita en mi culo, la ciento bien calientita.

Bueno. Ya bajé de la micro y me subí al metro, pero en lugar de irme a los vagones de mujeres, me subí a la de los hombres, no era la una chica, había más.

Me acomodé como pude y de inmediato sentí una verga dura sobre mi muslo….

Mmmmmm

Soy una puta, como disimularlo. Les recuerdo. Es mi sentir, es lo que desee, como puedo disimular cuando mi mano le agarra la verga, con la otra sujeto la cabeza y bajo el pellejito, se va descubriendo la cabeza y sale esa ricura, me la meto a la boca y con mis labios, mi lengua y el paladar aprieto y succiono ese pedazo de carne contra mi boca, siento como cambia de tamaño, como se hincha, como se mueve  como  se contrae cuando tiene un orgasmo.

Pues así fue. Ese día de fiesta, terminé bien cogida, mi madre algo más, pero sobre todo, esos hombres que nos dieron, siguieron buscando nuestros culos.