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Me enamoré de la Dra. ♡ (2)

en Lésbicos

Pasó una semana hasta que pude verla, nos hablamos por whatsapp, hablamos de nuestras vidas, nuestros sueños y metas.

Nos confiamos hasta los más profundos secretos. Era un vicio hablar con ella, era una necesidad saber como estaba, que sentía, si necesitaba algo.

Como además de enfermera soy masajista, me comenta que se encuentra muy contracturada, que estaba trabajando demasiado, a lo que le contesto que se merecía algunos mimos y que si precisaba masajes que me llame (me arriesgué, ya fue, no importa que piense que soy fácil, sólo quería verla de nuevo jaja) y llegó el día que nos encontramos nuevamente de guardia, mirada va mirada viene, le pregunté si esta noche estaba sola de guardia, me dijo que si y que vaya luego a la habitación.

En un principio me quedé congelada ante tal respuesta y de inmediato le contesté "Dígame cuando doc. Me escribe y voy".

Mientras tanto disimulábamos nuestra química que se sentía en el aire, nuestra atracción podía ser detectada fácilmente por cualquiera de mis compañeros y eso complicaría todo, entonces disimulábamos, nos manejamos con distancia en ese momento, luego se fue.

Continué mi trabajo y pasaron varias horas, pensaba que era demasiado bonito para ser verdad, y entrada la madrugada recibí el esperadísimo mensaje: "Estoy en la habitación, venís?".Enseguida adelanté trabajo, me organicé, inventé una excusa y salí de la neo.

Entro y apenas vislumbro su cuerpo en la penumbra, me acerco y la siento desnuda, recorro su suave piel de punta a punta con mis manos, mientras nos besamos, le muerdo apasionadamente su labio inferior, sigo hasta su cuello que me enloquece y comienzo a descender hasta su pecho...

Me entretengo con sus pezones mientras ella me va quitando la ropa, siento su calidez, su suavidad y excitación. Escucho como su corazón está tan acelerado como el mío, y continúo bajando hasta llegar a su sexo, tan precioso, con su aroma tan único y exquisito, comencé a besar cada parte, a pasar mi lengua por sus labios vaginales y llegar a su clítoris, lentamente metí mi lengua en su ser, sintiendo plenamente su humedad, su sabor me enloquecía y adoré ver la expresión en su rostro, aún la recuerdo y me excita, seguí un buen rato disfrutando brindarle placer y sentirla tan rica hasta que me frenó y me dijo "quiero sentirte", continué besando su cuerpo y fui subiendo para posar mi sexo en el suyo, y sentir como nuestras vaginas se rozaban, primero lento y luego más intensa y apasionadamente, ella jadeaba con su boca entre abierta, besé sus provocativos labios y gemía de tanto placer, mis gemidos fueron cada vez mas fuertes, temía que nos escucharan pero estaba sintiendo tanto placer que nada importaba, seguimos hasta que nuestros cuerpos extasiados de placer sintieron el más maravilloso orgasmo, primero la sentí a ella cómo iba acercándose, sintiendo el climax, vi su rostro tan bellísimo disfrutando, entonces aumentando la intensidad y sintiendo la presión de sus genitales en el mío, sintiendo lo empapada que estábamos y el calor que predominaba, me generó el mejor orgasmo de mi vida...

 

Reposé mi cabeza entre sus pechos, mientras me acariciaba y me decía que nunca había sentido nada como aquello y que notaba que también había sido especial para mi.

Era un regalo divino poder admirarla de cerca, reconfortada, con esa expresión de placer en su precioso rostro. Quería que todos mis días fueran así, quería hacerla mía y sentirme suya cada día por el resto de mi vida.