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De Niño a Mucama (39)

en Transexuales

Desde ese momento en donde Nacho frente a nosotras tres se transformó en mujer usando mi uniforme de mucama y una peluca y el maquillaje que le había puesto habían pasado ya más de 6 meses. En todo ese tiempo vimos como Natalia se puso en campaña en la batalla de poder inscribir a su hijo en un nuevo colegio pero esta vez con identidad femenina. Para mí que había transformado mi vida convirtiéndome en Milagros pero sin documentos ni nada esto que vivía Nacho era todo nuevo. Obviamente contaba con mi apoyo y mi ayuda para looks o ir de compras o aprender cosas como mujer pero en todo lo que fuera papeles y cosas legales era Juliana la que la ayudaba a Natalia más teniendo en cuenta la experiencia que había tenido con su hermano. 

Tras todo ese tiempo de lucha consiguió anotar a Milagros en un colegio nuevo y que le permitía ir como mujer. Fuimos todas juntas a comprarle el uniforme que iba a usar y fuimos todas juntas a acompañarla en ese primer día. Nacho parecía no existir más, ahora había una nena aprendiendo a ser mujer y comportarse. Todo el placard de su casa tenía ropa de nena y aunque obviamente imaginábamos que quizás sus compañeros le hicieran un vacio pudimos ver que desde el primer momento ella ya tenía su grupo de amigas y amigos. 

Mirando todo el paso de la situación me hizo pensar si yo hubiera corrido con la misma suerte si hubiera querido y tenido en mi familia gente que me apoyara si tomaba la decisión de ser mujer, de ser Milagros esa chica que nació con mi abuela y su baton y delantal. 

La tranquilidad en la casa era notoria. Mucha paz y ningún problema se veían a la vista. Pero siempre pasa que esas situaciones son como se dice, la calma que antecede al huracan. 

Una mañana, mientras hacíamos las tareas de la casa con Juliana lo más tranquilas, sonó el timbre. Nos pareció raro porque no esperábamos a nadie, Daniela no nos había dejado dicho nada. Fui a atender y cuando veo por el portero me encuentro que era una de mis primas. No sabía dónde meterme ni que hacer. Me fui rápido a donde estaba Juliana que me vio entre desesperada y sin aire. 

Mili que pasa? Quien es? (a todo esto seguía sonando el timbre) 

Entre mis nervios y como pude le explique.

Es mi prima. No se que hace acá - le dije mientras corría a mi cuarto.

Tome el teléfono que uso para hablar con mi familia, el que seria de Andres y me encuentro un mensaje de mi prima donde me anunciaba que estaba en Buenos Aires por unos temas laborales y mis papás le habían dado mi dirección. 

Dios que hago? Que hago? No me puede ver así, me va a reconocer enseguida - decía mientras respiraba con dificultad. No podía hacer mucho tenía que desaparecer de ahí, no podía ir por la puerta ni mucho menos, no tenía ropa de chico de mi talla tampoco para aparecerme de la nada. 

Juliana me miró y con ganas de tranquilizarme me dijo. 

Hagamos algo yo la atiendo, la llevo a la cocina y vos aprovecha el momento para salir. Dejo sin llave la puerta y salí. 

Ella fue a abrirle mientras yo esperaba escondida en el pasillo de las habitaciones. 

La hizo entrar y le ofreció algo de tomar mientras le indicaba que yo no estaba en ese momento y la invito a pasar a la cocina. 

Le dio algo de tomar y escuche que le decía espereme un segundo que deje sin llave la puerta. Se asomo y esa fue mi señal de escape.

Corrí rápido hasta la calle como estaba, vistiendo el uniforme y comencé a caminar rápido casi que en círculos porque sinceramente no sabía que hacer. 

Llegué hasta la plaza y me senté allí. Intentaba pensar que hacer. Juliana me mandó un mensaje y me dijo que mi prima me iba a esperar. Nerviosa como estaba y yo sin saber que hacer. Miraba toda la gente que pasaba y sentía que todos me observaban. Claro debe ser que no todos los días ven una mucama en uniforme en la plaza sentada.

Tome el celular del bolsillo nuevamente e intente llamar a Daniela pero no me respondía. Debía estar en alguna reunión o algo. Seguí viendo el WhatsApp y al ver el contacto de Fernanda recordé que ella tenía algo de ropa de hombre de mi talle de esa vez que cumplimos su fantasía y lo único que se me ocurrió fue ir a su casa. 

Me fui hasta la parada del colectivo y me subí. Durante el trayecto se fue llenando y se ve que algunos hombres tenían ganas de apoyarse a una sirvienta porque todos terminaban atrás mío o tocándome '' sin querer '' al pasar. 

Al llegar a lo de Fernanda toque timbre y me encontré con Yessica atendiendome. Dios mio esta chica era preciosa y el uniforme, corto de por sí, en su cuerpo escultural le quedaba entallado y mostrando todo. 

Me hizo pasar notando mi nerviosismo y ansiedad pero aclarandome que Fernanda no estaba que había salido y volvería en hora y media.

La espero, es urgente. 

Le conté a ella lo que estaba pasando aunque notaba un cierto dejo en su mirada como diciéndome te mereces esto. Claro como no iba a tenerlo si yo me había dejado culear por el hermano de Fernanda y a mi me habían dado el dinero que iba a ser para ella. 

La llame a Fernanda y le explique como pude la situación. Me hizo pasarle con Yessica y le explicó donde estaba esa ropa. 

Me llevo hasta su cuarto y me dijo que la espere ahí. Fue y volvió con un bolso que tenía la ropa. 

Se fue y me dejo con el gracias en la boca.

Me desate el delantal luego me desabotone el uniforme y quede frente al espejo con mi juego de ropa interior puesto. Me miraba en el espejo que tenía Yessica y me recordaba ese primer día cuando Anita me habia puesto su ropa interior antes de ponerme el uniforme. 

Allí estaba concentrada en mi imagen cuando entro Yessica. Me miro y me dice ahora entiendo porque lo volviste loco al sr Gustavo y a Lean. Con esa colita como el pibe no va a estar loco de decir que su primera vez fue haciendo un culo. 

Me sorprendí ante su llegada y más aún con sus dichos. 

Que te pensas que no me lo dijeron? Así vestida con ropa interior solamente hasta a mi me dan ganas de hacerte la cola. Se acercó a su mesa de luz y saco un arnés. .

Me tomó por la espalda y me tiro al suelo, se lo coloco. Me puso frente a él y me obligó a chuparlo.

Dale putita que te encanta - y ante sus palabras no me medí y me deje llevar en la chupada. 

Mira vos que putita, si así lo haces con una de plástico no me quiero imaginar con una de carne pura. 

Tras un rato haciendole un oral a su pija de goma, me dio vuelta y me puso de cara al espejo me bajo la tanga y la ensarto de una. 

Yo miraba el espejo y disfrutaba ese placer anal que me estaba pegando Yessica lo que más me sorprendía era que ella seguía vestida con su uniforme y el arnés estaba colocado sobre el delantal. 

Si, dale putita movete, grita que te encanta. Te fascina la verga. Te fascina que te hagan el culo. Me voy a vengar de que te quedaste con mi negocio trolita. 

Y así una tras otra las embestidas que me pegaba Yessica. Que placer que me estaba dando, podía notar como mi miembro crecía y crecía, sentía que en cualquier momento me iba a hacer acabar ahí mismo, sin tocarme. Cuando de un momento a otro paro. Yo no entendía porque. Ella salió de dentro mío y se sacó el arnés. Tenía una cara de tristeza. 

No estés triste putita ahora vas a recibir un regalito especial. 

Me empujón sobre la cama quedando sentado en ella. Tenía mi tanga en mis tobillos, la pija tan dura como nunca y ella cual felina se acercó gateando hasta mi. Quedo a centímetros de mi miembro y cuando menos lo esperaba la tenía a ella succionando con una maestría deliciosa mi pene.

 

 

 

Ahora era yo el que comprendía lo que me había dicho el papá de Fernanda. La maestría que tenia esta piba para el sexo oral. 

Que delicia cada lamida, cada segundo de ese sexo oral. Creo sin dudarlo que era el mejor que me habían dado en mi vida y que me superaba ampliamente en como lo hacía yo. Hasta los momentos donde me miraba a los ojos viendo como disfrutaba de este momento, de este bello arte que ella sabía dar, con una mirada tan de niña pero tan de tremenda puta a la vez. 

Lo hacía despacio, más allá de cómo me había dejado ella de duro cuando me había hecho la cola con el arnés, ella buscaba alargar aún más ese placer maravilloso que hacía con la boca. Más allá de todo lo que yo siento como mujer desde hace años no podía creer lo maravilloso que se sentía esto..

De repente aceleró sus movimientos mirándome a los ojos como pidiéndome que acabe. Le di el gusto y de que manera. Hasta yo mismo me sorprendí de los chorros intensos que sentís que salían de mi, y en ese mismo momento Fernanda entraba al cuarto. 

Apa apa, miren estas dos mucamitas putitas haciendo cosas a escondidas. 

Yessica la miro y le sonrió tragando mi corrida y limpiando con una toalla lo que le habia quedado en la cara y en la comisura de los labios.

Ahora si habrás entendido lo que te decía mi papá de Yessica no Mili? - me dijo sonriendo - 

La verdad que si…. 

Yessica nos dejo solas y Fernanda escucho todo lo que me pasaba. 

Te entiendo corazón, tranquila vamos a transformarte en Andres y vamos para tu casa.

Me sorprendió que quisiera acompañarme pero bueno me sometí a sus manos. No quedaba otra.

Me desmaquillo,me vistió y me intento peinar de la manera más masculina posible. Me miré al espejo y era Andres no quedaba duda. 

Nos despedimos de Yessica, a ambos nos pego un hermoso beso en la boca. Y nos fuimos en el auto de Fernanda. 

Llegamos a lo de Daniela y entre con mi llave. Juliana y Daniela, que ya había llegado, me miraban como no entendiendo que pasaba. 

Primo como estas? - me dijo Noelia mientras venia a abrazarme. Yo la abrace y luego de eso ella se me quedó mirando. 

Primo tenes los labios pintados? 

Mi corazón latía a 100000 revoluciones, no sabía que decir. No me había sacado el labial? El beso de Yessica? 

Uhhh perdón amor te deje todo mi labial - respondió Fernanda - mientras se acercó a mi y me estampó un terrible beso en la boca. 

Sorprendido quede yo y también las vi así a mi prima, a Daniela y Juliana. Ninguno esperaba eso ni mucho menos la siguiente frase de Fernanda presentándose ante mi prima

Hola linda, soy Fernanda la novia de Andres...