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Sola en el fin del mundo con un Viejo PARTE 2

en Sexo con maduros

EN EL FIN DEL MUNDO CON UN VIEJO parte 2

IMPORTANTE

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RESUMEN CAPITULO ANTERIOR

La raza humana a llegado a su índice más bajo de población, solo quedando como sobrevivientes 1% de toda la población, los pocos sobrevivientes se han repartido en los que sobreviven, corren y los delincuentes que actúan sin leyes.

Vianey nuestra protagonista, tiene una hija llamada Laura, en el comienzo de la historia su esposo manuel fallece, que es quien le daba protección. Hay que entender que Vianey es una mujer frágil y sensible, pero al no poder tener suministros en su hogar decide partir de su refugio a un lugar mejor ya que donde vivía con su marido era muy retirado de los lugares que pueden abastecer los suministros que necesita. Después largas horas de caminar, por fin encuentran un supermercado, pero a poco de acercarse a entrar, llega una camioneta con muchos bandidos y entran al supermercado a saquear el lugar. Vianey se oculta antes que la puedan ver, por el miedo decide irse sin tomar ningún alimento para luego regresar, pero ellos la logran ver y corre por su vida y la de su hija Laura.

Vianey llega a un suburbio donde encuentra una casa con la puerta abierta, corre en busca de ayuda y la encuentra. Un viejo, el dueño de ese hogar, les deja entrar por la insistencia de Vianey y lograr escapar de los bandidos. Vianey después de informarse que los bandidos dejaron de seguirla, le pide al señor dueño de ese hogar Álvaro un poco de hospedaje por unos días en lo que planea bien su partida y recuperan energías, Álvaro acepta.

Álvaro es una persona sola y muy callada pero amable, pasan 1 mes y aún siguen viviendo ahí con él, donde Vianey y Laura tienen su propia habitación, Álvaro les regala ropa (ropa que eran de su hija ya difunta que cursaba la universidad). Álvaro desde el primer día observa la hermosa figura de Vianey, pero lo hace discretamente. Un día Laura jugando destruye todos los suministros de alimentos, eso provocando la furia de Álvaro y echándolas a las dos a la calle, ya que en este mundo sobrevivir y conseguir suministros es difícil y ahora por culpa de una niña que tiene ningún lazo familiar con el viejo, la tiene más difícil. Vianey le ruega, pero Álvaro no cede, hasta que le llega una gran idea a Álvaro, negociar con Vianey términos para quedarse.

Estos términos implican que Vianey sea su mujer, tanto ama de casa como puta de cama y sumándole todo eso, ella debe cumplir cada deseo de el sin tener ninguna protesta, ella sin más opción, acepta.

El Viejo para dejar muy en claro a la chica de cuál era el alcance de su propuesta, le pide a Vianey que le entregue su ropa, que se quede solo en playera y calzones, ella en un principio se le hace enferma y ridícula la primera demanda, pero al final logra aceptar. El viejo dice una segunda demanda, donde le exige a la mujer que le diga de ahora en adelante “mi amor” y también le exige que no vuelva a mencionar a su ex marido, una vez mas la chica acepta otra condición.

El Viejo comienza a jugar con la chica, pidiéndole que se dé la vuelta, dándole una vista fácil a su trasero y luego que jale su calzón, para poder ver como su prenda intima se introduce entre sus dos glúteos. El viejo se sienta en una silla para estar mas cómodo, le pide a la mujer que deje de jalar su calzón y que se de la vuelta, para quedar frente a él, después la toma con fuerza y la sienta sobre él, quedando los dos sexos juntos, solo separados por la prenda intima de la mujer y el pantalón del tipo. Comienzan los juegos, donde el tipo exige actos humillantes a la mujer y esta obedece, pero para mala suerte del viejo, es interrumpido por la hija de Vianey y el juego termina por ese momento.

CAPITULO 2

Vianey fue a atender a su hija, tan solo quería un vaso con agua, ella se encargó de servirle ese vaso con agua. Mientras tanto Álvaro estaba muy molesto por la desobediencia de Vianey, tanto que la calentura le bajo, así que decidió ir al su patio trasero y fumar un cigarrillo (de los pocos que quedan en el mundo) y pensar una y otra vez, recreando la película de lo que había pasado.

A un tiempo se incorporó de nuevo en el hogar cerrando todo con candado para estar seguros, el día transcurrió como debía, cada quien, haciendo sus cosas, por un lado, Vianey recogió todo el batidero que había hecho su hija con los suministros desperdiciados y Álvaro se sentaba a vigilar que nadie llegara o nadie estuviese cerca del hogar.

Después de un tiempo de estar cada uno haciendo cosas por separado sin dirigirse la mirada o la palabra, Vianey se puso a limpiar el hogar y Álvaro se fue al patio trasero a su cuarto de herramientas, que siempre estaba con llave, donde se puso a limpiar el lugar y sus herramientas, ya que al otro día iría a buscar alimentos, tenia que preparar la mochila, para romper muros, abrir ventanas, etc.

Vianey había terminado de limpiar los platos, ya que en ocasiones no se lavaban, conseguir agua potable era difícil y cuando un plato no lo necesitaba, no se hacía, solo se limpiaba. Fue a ver a su hija que estaba en el cuarto de la entrada encima del sillón favorito de Álvaro que era para una sola persona. Laura estaba coloreando un libro que Álvaro le había conseguido ya hace unos días, ella se colocó en la espalda del sillón, quedando por encima de la cabeza de la niña, al agacharse para indicarle que color era más indicado para colorear el dibujo, se inclina, dejando una vista llamativa, Álvaro que se encontraba afuera del hogar, en el patio trasero, pudo observar desde allá esa inclinación, sus pensamientos se llenaron de lujuria y pensé en mil cosas, pero de pronto un pensamiento invadió su mente “pero si es mía, no tengo por qué imaginar, solo la tomo y ya”. Así que Álvaro entro al hogar, cerró la puerta con llave por seguridad y se acercó a la espalda de Vianey, se colocó a lado de ella y comenzó a ver los dibujos de Laura.

Vianey al sentirle cerca y no estar muy acostumbrada a esta forma de vivir, miro al viejo y con desprecio, pero luego recordó el acuerdo, entonces miro hacia la niña para no provocar un problema con Álvaro.

Álvaro mientras observaba los dibujos de la niña, coloco una mano en la espalda alta de Vianey y comenzó a acariciar su blusa, tocar el abroche de su brasier, deslizo la mano un poco hacia abajo y eso hizo que Vianey rápido supiera a donde iba todo esto, y ella buscaría esquivarle sin darle un no directo para no provocarle, al momento que quiso avanzar hacia atrás, el viejo uso su mano con la que antes le acariciaba y se la puso en la cintura para detenerla. Vianey sabía que era un caso perdido, que no había nada que pudiera hacer, así que trato de tomarlo de la mejor manera y comenzó a platicar con su hija ahí mismo.

– Muy bien hecho mi amor, coloreaste bien el vestido de la princesa, ahora te falta su cabello – La joven disimulaba muy bien.

Pero poco le importo a Álvaro, que la mano con la que sujetaba a Vianey comenzó a bajar, hasta su cadera, exactamente dónde termina su calzón y comienza su piel, una vez más la película se repetía, acaricio una y otra vez, jalando el calzón de la liga de resistencia una y otra vez por encima de su blusa, cuando por fin comenzó a ser poco para él, metió su mano por debajo de la blusa, ahora tuvo contacto directo con su prenda y prosiguió a acariciar y jalar la liga una y otra vez, eso estresaba a Vianey ya que ahora más que nunca entendía las intenciones de este hombre, sabía que buscaba llegar más lejos con ella y podía sentir su lujuria en el aire.

Sin que la niña se diera cuenta, siguieron pasando las cosas. Álvaro metió su mano por debajo del calzón, por su cintura y sintió la suave piel de Vianey, la bajo tanto que llego a la parte baja de su pierna, subió y bajo cuantas veces le daba placer hasta que de nuevo volvió a ser poco.

Ahora puso la misma mano en su espalda baja en el puro medio, acaricio una o dos veces para disimular y no estresar a Vianey, para luego bajar su mano lentamente y llegar a sus nalgas, a Vianey no le agrado mucho eso que revoloteo su trasero de un lado a otro pero eso solo le éxito más al viejo, Vianey entendió que no había nada en este mundo que quitara al viejo de ahí, así que pensó que si algo así iba a pasar, que no fuera a 30 cm de su hija, quiso salir pero Álvaro la tomo y empujo con fuerza de sus nalgas y la restregó en la espalda del sillón para luego decirle al oído

– Te ordeno que te quedes quieta – Le dijo en voz baja

– Si… amor – Dijo Vianey también en voz baja

Álvaro movía la palma de su mano de una nalga a otra, movía toda la prenda intima de la mujer hasta que tomo la prenda por la parte alta, en el medio y la jalo de nuevo haciendo un calzón chino, pero esta vez lo hizo lento, pero con fuerza.

– Ohhmmm – Vianey hizo un gesto de dolor muy quedito

– Eres mía puta, si supieras desde cuando he querido hacerte mía, tan solo me conformada con que me dejaras tocarte una nalga, pero nunca me las ofreciste, y ahora recibirás toda mi calentura acumulada.

Siguió jalando con fuerza hacia arriba, eso hizo poner de puntitas a Vianey por el dolor, tenía que levantarse un poco para poder disminuirlo, pero aun así el viejo la levanto más, cuando sintió que ya no le era suficiente, le soltó, dejando el calzón dentro de sus glúteos.

Ahora Álvaro comenzó a acariciar esos glúteos desnudos, de uno a otro, sentía esos glúteos tan suaves y grandes, eran unas sandias en cada mano, no podía creerlo aún, su miembro comenzó a ponerse muy duro una vez más. Coloco su mano en dirección hacia abajo, entre sus dos nalgas y acaricio por su ralla desde donde comienza hasta donde termina, metiendo el dedo del medio entre las dos y deslizando la mano, como si fuera una salchicha de hog dog en un pan.

Vianey no quiso prestar mucha atención y siguió platicando con su hija y cuando no había nada que hablar, observaba como dibujaba en silencio mientras el viejo se daba placer con el cuerpo de la dama. Pero una vez más para Álvaro fue poco y avanzo, subió la mano hasta su espalda baja y la deslizo hacia abajo pero ahora entrando en la ropa de Vianey, haciendo lo mismo que hizo con anterioridad, metiendo un dedo entre las dos nalgas y deslizándolo, pero esta vez pudo sentir su piel, la piel que se encontraba entre ambos glúteos, en cada sube y baja hundía más su dedo entre los dos glúteos, hasta llegar y sentir el ano de la dulce niña.

Vianey instintivamente sintió una alerta en su cuerpo y trato de quitarse sin pensar, pero este vejete la detuvo jalándole del brazo con su mano derecha mientras la izquierda siguió jugando con el trasero de la joven. Acaricio el ano de la niña en círculos, todo por la areola que conforma el ano de la mujer. Ella en un intento de salir librada y pedirle al señor que se detuviera, meneo sus nalgas de un lado a otro, pero si en el pasado eso no funciono, ahora menos. Álvaro estaba más excitado que nunca.

Continuo Álvaro tocando su ano y Vianey continúo interactuando con su hija, pero era obvio que la mente de la dama ya no estaba con su hija, ya era rara la vez cuando le prestaba atención a la niña y a sus preguntas, estaba más preocupada por vigilar su dignidad como mujer. Álvaro por otro lado, saco la mano e hizo creer a Vianey que había ganado, pero más lejos de la realidad no podía estar la mujer. Álvaro se colocó atrás de la joven y se hincó, puso las manos en la cadera de la mujer, sujeto su prenda y la bajo hasta las rodillas de la dama.

El viejo con sus dos manos abrió las nalgas de la mujer y se acerco para probarle el ano a la joven con su lengua, pero se le fue imposible, la joven con sus dos manos tapo su ano, al colocarlas en el medio de las dos nalgas abiertas. El viejo forcejeo un poco con la joven para quitarle esa protección, pero la joven era fuerte, se protegía del viejo.

– Don Álvaro… por favor ¿Qué hace? deje ahí, me da pena que este ahí. – Dijo la joven al señor

Pero para el viejo fue como si la joven no hubiera dicho nada, prosiguió tratando de quitarle las manos de su preciado ano, que tanta lujuria le provoca.

– Ábreme ese rico culo, lo quiero ahora mismo.

– Señor… por favor, déjeme, esto está mal viejo sucio –Dijo la mujer al viejo.

– Me lo vas a dar quieras o no, no sigas luchando – Dijo el viejo mientras seguía quitando las manos de Vianey, pero esta volvía a ponerlas.

– No… Álvaro, detente, deje de hacer eso

Pero en tanta insistencia del viejo, la mujer olvido que su hija estaba ahí, la niña miro a su madre y le dio curiosidad por ver qué pasaba atrás del respaldo del sillón.

– Mamá ¿Qué pasa ahí abajo? – Pregunto la niña mientras se ponía de pie sobre el sillón para mirar detrás del respaldo

– No pasa nada amor – La mujer quito sus manos de sus nalgas para detener a la niña, e incitarla a sentarse de nuevo a colorear.

Álvaro tubo lo que quiso, la mujer dejo descubierta sus nalgas, Álvaro las volvió a abrir, acerco su rostro viejo y decrepito al orificio, olfateo y lamio el área de las nalgas alrededor del ano, primero el lado izquierdo, lamio con toda su lengua como si se tratara de una rica paleta, después fue la parte derecha, el viejo disfrutaba ahora sin ninguna interrupción por parte de la joven. La joven sentía impotencia por su situación, no podía hacer nada, su hija se daría cuenta, y el viejo le estaba violando a su placer. Pregunto en su cabeza en varias ocasiones “porque me está pasando esto a mi” y “por favor dios mío, manda a alguien a ayudarme, que me salve” pero esas preguntas con plegarias eran inútiles, no había nadie, ni tampoco la mujer podía hacer nada, sus amarres de mano imaginarios que le había puesto su propia hija la hacían poner a disposición todo su íntimo cuerpo al viejo.

Ahora desde otro punto de vista el viejo puso su lengua en el anillo anal, La mujer sintió un escalofrío en todo su cuerpo, se sentía inmune, se sentía acorralada, no podía hacer nada, si se defendía, la niña se daría cuenta, pero, por otro lado, el viejo escarbaba su ano, metiendo su lengua, el viejo aprovechaba ese desprotegido e indefenso que se encontraba la intimidad de la joven.

Por otro lado, Álvaro sin agradecer la dulce entrada libre, chupo y succiono el ano, usaba su lengua con habilidad, movía en círculos por a superficie y en algunas ocasiones metía su lengua lo más profundo posible en el orificio anal.

con su mano, el viejo comenzó a acariciar el ano de la joven, comenzó a hundir su dedo en ese orificio, eso hizo a la mujer poner sus manos en el sillón y apretar con fuerza por el dolor, el vejo por otro lado logro meter todo el dedo hasta las entrañas de la dama, para luego sacarlo y olerle, de eso no se dio cuenta Vianey por tener los ojos cerrados, pero el vejo ensalivo el dedo de nuevo y lo regreso dentro del orificio rectal de la dama. Volvió a meter el mismo dedo y ahora se encargó de ensalivar un poco el aro interno del ano de Vianey, justo donde esta los ligamentos de resistencia, ahora su dedo salía y entraba con facilidad, estuvo metiendo y sacando una y otra vez, hasta que la mujer tiro su cabeza a su espalda, con la vista al cielo con gestos de dolor, eso llamo la atención a Álvaro.

Álvaro con tan de cumplir sus deseos más ocultos y enfermos, se puso de pie y acercó al oído de la dama.

– Acostúmbrate a esta vida, esto tendrás conmigo.

Ella ignoro su comentario y siguió con su mirada al cielo, él viejo la miro y se acercó a su cuello descubierto, lo olfateo y pudo oler el olor a una hembra joven y vigorosa, la observo de perfil mientras seguía con su bombeo de su dedo en el ano de la hembra, observaba a la reacción de la hembra, miraba con rostro de satisfacción al tenerla para el a esa bella mujer, se volvió acercar a su cuello, olfateo de nuevo y ahora paso su lengua en su cuello, avanzo hasta su oído, marcando un camino de saliva.

– ¿Ya te han roto el culo antes?

– ¿Cómo? – La mujer puso sus ojos como platos, ya que ella pensó que nomás eran juegos, era solo erotismo del viejo, pero nunca imagino que la quisiera coger por ahí… comenzó a tener terror, eso era nuevo para ella.

– Oh, nunca te lo han reventado… es mi día de suerte – Dijo el viejo con una sonrisa de un demonio

– Hhmmmoon – hizo Vianey un gesto de incomodidad y dolor

– además, se nota rápido lo apretado que esta y tu inexperiencia en esto, pero eres toda una puta, lo dominaras rápido.

– Por favor, no eso no, soy una mujer, no una muñeca que pueda meterlo por donde quiera, por favor se lo ruego – Dijo la mujer en voz baja y con mucha preocupación en su tono de voz.

Seguía con su mete y saca, sin descanso y la mujer trataba de contener algún ruido para que su hija no escuchara.

– Contéstame preciosa ¿te han roto el ano?

– Nunca… nadie señor, por eso se lo ruego… esta no es la manera de tener a una mujer, y siempre había tenido una vida decente señor, no me quite eso… por favor – Le dijo en voz baja Vianey a Álvaro. Eso provocó un poco lujuria en Álvaro y saco el dedo con velocidad y le metió dos de golpe y la levanto, eso hizo a la hembra ponerse de puntitas de sus pies y hacer un gemido de dolor.

– Hmmmmmmmhhh

– Una mujer que se hace respetar eh… ahora quiero que escuches, vamos a jugar un juego, le pondremos “el conejo busca la luz” y consistirá en que tu menearas tu trasero de atrás hacia adelante, una y otra vez. te penetraras ese culo con mis dedos, pero no será cualquier penetración, te los meterás hasta lo más profundo de tu ser y luego regresaras para volver a metértelos hasta el fondo de nuevo – por primera vez en ese momento Vianey volvió a verle con su rostro de desaprobación. Eso provocó una pequeña sonrisa en el rostro de Álvaro, sabía que le iba a bajar ese valor de poco a poco – Mira estúpida, no sé si te has dado cuenta, pero tienes una hija, una niña que tarde o temprano será una mujer, como lo veo tienes dos opciones, aceptas o me la cogeré ya que cumpla 13 o 14

– ¿Por qué hace esto señor?

– Por que me gustas, no es nada personal

– Pero…

– No será nada nuevo, es el mismo que acordamos hace tiempo, pero no veo que lo estés cumpliendo

– Claro que lo estoy haciendo, no te e rezongado en nada

– ¿eso crees? Entonces dime ¿Qué hacen mis dedos fuera de tu trasero? Además, ya no te creo, te tendrás que esforzar mucho para creerte

La mirada de Vianey se bajó y comenzaron a salir lágrimas, sin más comenzó a menear el trasero, pero Álvaro la detuvo para decirle

– Espera, antes que comiences, recuerda que es un mete y saca ¿de qué manera?

– Hasta el fondo de mi ser – Le decía mientras limpiaba una lagrima de su mejilla

– Exacto puta, ahora menea ese culo y reviéntalo.

Vianey sin más, comenzó a mover su trasero, comenzó a sentir como al principio solo entraba la yema de los dedos de Álvaro, después entro la mitad de estos, comenzó a mover su trasero con más velocidad y fuerza, comenzó a meterse todos los dedos. Tomo un poco de aire y penso “es por Laura”, tomo fuerza y arremato con los dedos de Alvaro, estos entrando sin piedad hasta el nacimiento de los mas en la mano.

– qqaaahhhhmm – La mujer dejo escapar un gemido de dolor al sentir como todo el cuerpo de los dedos le había penetrado.

– Dime que te gusta jugar a “el conejo busca la luz” – Se lo dijo al tiempo que Vianey arremataba duro contra su ano

– Me… gusta jugar “el conejo busca la luz” – Le dijo en voz baja

– Con que te gusta jugar

– Me gusta jugar con mi culo

– ¿Qué te gusta jugar dijiste?

– Me gusta jugar con mi culo a “el conejo busca la luz”

Sin más aguantar Álvaro saco su duro miembro del pantalón, tomo una mano de la hembra y la coloco encima de su duro y grueso miembro. De manera rápida ambos voltearon a ver a Laura ya se había quedado dormida, eso le dio más facilidad a la pareja y más confianza a Vianey.

– Agarra mi verga mamacita – Ella la tomo con su mano sin dejar de penetrar su ano

– qmmhhh qqmhhh qmhhh qmmhhh qmmhh qmmmh – Eran los gemidos de esfuerzo que, hacia la mujer al estar castigando su ano tan duro, ahora no tenía que retener mucho sus sonidos.

– Lo haces bien preciosa… ahhh muy bien.

– qmhhh qmmmhhhh qqmhhh qmhhhh oohhmm

El acto siguió, pero no era lo que quería Álvaro, él quería penetrarle desde hace mucho tiempo, así que detuvo su mete saca y se colocó justo atrás de la chica, restregó su pene en las nalgas de la mujer, en viejo podía sentir incluso con su miembro la suavidad de la piel de la mujer.

El viejo tomo un poco de su saliva y unto en su mano, bajo y unto en el ano de la mujer, desde adentro hasta afuera.

– Señor, por favor, no se lo suplico – Rogo la mujer por un poco de clemencia, al sentir el inminente momento de su penetración.

– Sabes estúpida ¿Qué entre mas suplicas que no lo obtenga más lo quiero? –Dijo el tipo mientras seguía untando y preparando el ano para su uso, pero uno de sus dedos bajo demasiado hasta llegar a su vagina, que, contra la voluntad de la mujer, se había mojado por la situación de sumisión que vivía. – Pero si estas bien mojada zorra, estas pidiendo verga a gritos.

– Señor… no diga eso – Dijo la mujer con mucha pena

El viejo hundió sus dedos en la vagina de la mujer, para luego probar en su sucia lengua el néctar de excitación de la dama

– Están exquisitos, tu, todo esta muy bueno – Dijo el viejo mientras volvía hundir sus dedos para tomar prestado un poco de jugo para untar en el ano de la mujer.

Volvió a poner su mano en la vagina de la mujer y le puso un dedo encima al clítoris para frotar, eso hizo gemir a la hembra, con la otra mano agarro un pecho y le susurro al oído

– Estas bien caliente puta ¿quieres verga? – Ella solo se quedó en silencio, quería decir que sí, pero no podía, su dignidad no se lo permitía – Dime ¿Cuánto tiempo llevas mojada? Si no me dices que quieres verga, te la meteré por el culo –Al tiempo que decía eso, con sus dos manos la abrazo desde la espalda y levanto su blusa y su brasier para sacar sus pechos y la jalo con fuerza hacia el para restregarle más el miembro

– Mmmmhh mmhh – Hizo vianney un ruido de dolor por el fuerte apretón

– No me contestaste, tomare eso como un “toma lo que quieras” – Coloco el pene entre sus dos nalgas, justo afuera del ano

– No, espera…si quiero – Dijo la mujer en un acto de desespero

– Y ¿Dónde la quieres?

– Alvaro… usted sabe… donde – Dijo la mujer con mucha pena.

– No, no se, dime estúpida o lo meteré por donde yo quiera

– En intimidad, lo quiero en mi intimidad amor – Dijo la mujer al viejo

– Cuando yo vivía con mi mujer, si le metía la verga en veces por atrás, era cuando se me antojaba, pero siempre trataba de usar ambos hoyos, porque era una mujer hermosa y noble, pero tú eres una puta, y no pienso meterte la verga el día de hoy por la panocha, te la meteré por el culo

– Eso es injusto, por favor – Rogo la mujer

– Mira, para empezar, se hace lo que yo quiera, y no me dices amor y me desafías aun… sabes que, te meteré la verga por el culo hasta que me canse, y nunca tocare tu vagina por más lubricada que este, hasta que aprendas modales, el día que aprendas a comportarte, recapacitare por donde te la meteré… ahora levanta las nalgas

– Señor, pero… amor por favor – Dijo la mujer en su suplica.

– Hahaha, ahora si me dices mi amor, para controlarme, pero las cosas no son así, debe ser siempre, no solo cuando estés a punto de ser enculada

Hubo unos 5 segundos de silencio, sin mas alvaro pudo observar como las nalgas de Vianey se levantaban, por fin la mujer había aceptado su destino, había decido entregar su ano al viejo.

El viejo tomo su pene y coloco en la entrada, unto de saliva su miembro y toco el orificio rectar de la joven, sin penetrar, solo tocando el glande la entrada.

– Además, recuerdo que yo soy ahora el que no acepta tu trato, el de ser mi puta a cambio de un hogar, serás tu quien me tiene que convencer – Vianey sentía un poco de coraje que por sus decisiones ahora los papeles habían cambiado.

Álvaro comenzó a empujar, cosa que Vianey rápido sintió, y dio un empujón hacia adelante del dolor.

– ¿Qué pasa hermosa? ¿Te dolió? – Con un tono burlesco – Acostúmbrate, es lo único que te entrara hasta que dejes de ser tan estúpida. Ahora ponme esa nalga otra vez.

Vianey coloco de nuevo las nalgas en alto para el alcance del pene de Álvaro y el inmediatamente la puso de nuevo en el ano y volvió a empujar, ella al tratar de retirarse de nuevo, Álvaro la tomo con una mano del cabello y con otra del vientre y la empujo hasta adentro de ella.

– AAAHHHH…. Sácala por favor – La mujer había sentido la verga hasta sus entrañas

– Así se tratan a las putas, como putas – Sin piedad Álvaro comenzó el mete saca.

– Aaahhh ahhhh por favor sácala – Pedía con piedad la mujer, pero Álvaro eso le excitaba más

– No te quejes, al cabo de un tiempo la vas a amar en tu culo, puede ser hoy, mañana, en un mes… pero la amaras –Le daba con fuerza, como si fuera un ano estimulado y con mucha experiencia, Álvaro desde el principio le dio con todo su ser

Por fin para Álvaro se podía disfrutar de esa hembra que deseo desde que llego, ahora le reventaba el culo, pero Álvaro no midió ni un poco y se dejó llevar, tanto que termino de manera rápida, dio sus últimas envestidas saco su verga y dejo el culo de la hembra bien abierto. Mientras le decía

– Esta noche ya no duermes con Laura, dormirás con tu macho.

Ella solo le observo mientas se abrochaba el pantalón y se resignó que así seria fue y se limpió su trasero en el baño y trataba de caminar, pero el trasero maltratado no se lo permitía como quería incluso al sentarse se le dificultaba mucho, pero pudo terminar su día, hizo la cena, limpio el hogar y para su mala suerte se hizo de noche, para terminar, dando la cena a la niña, bañar y acostar. Vianey le explico que ya era una niña grande y que ya no podía dormir con ella, que aun seguiría siendo el cuarto de ambas, pero no dormirían juntas. Laura no lo comprendió y lloro hasta que se quedó dormida, se despidió de ella con un beso y se fue a duchar. Todo mientras Álvaro meditaba un poco en el sillón favorito. Álvaro se levantó y se dirigió a entrar al baño, en ese momento pensó Vianey que la reclamaría de nuevo, pero no fue así. No paso a la ducha y salió del baño, cuando Vianey por fin termino de ducharse y buscar su ropa, no la encontró, en su lugar habia un babydoll negro con encaje muy pegado a su cuerpo y muy corto, también tenía encaje en los pechos, dejándolos al total descubierto, y una tanga negra muy diminuta. De inmediato entendió a qué entro Álvaro, fue a cambiar la ropa, sin más remedio no tuvo otro que ponerse esas prendas y al entrar al cuarto de Álvaro, le sorprendió, nunca había entrado a dicha habitación, era muy bonita y limpia, ahí estaba el tipo recostado con su vela de luz a un lado (hay que recordar que no hay luz, todo es con velas).

Ella entro muy nerviosa y se metió rápido entre las cobijas para luego voltearse dándole la espalda al viejo, grave error, pero no pensó en eso. El tipo le destapo con rudeza

– ¿Qué crees que haces? – pregunto el vejete con furia

– Trato… de dormir – Contesto la mujer.

– ¿Tú crees que vas a dormir hoy?

La mujer bajo su mirada y el viejo destapo su cuerpo para mostrarle a la mujer su grande, grueso y fuerte miembro, en todo su esplendor.

– Ahora quiero que me lo chupes, y quiero que lo hagas bien, en la tarde quedaste decepcionante

La mujer sin más se metió ese gran glande en su boca y comenzó a chupar, pasar su lengua desde el tronco hasta el glande. El viejo comenzó a hacer gestos de placer y disfrutar de la hembra, pero este no le gusto la vista, así que le ordeno otra posición

– Puta, ahora quiero que te pongas de perrito, dándome las nalgas hacia acá y chupes mi verga

le obedeció, pero sin acertar apropósito a su petición, si coloco sus nalgas en su dirección, pero dejando en el brazo izquierdo de Álvaro entre las rodillas de Vianey, de esa manera, no quedó su vagina directo al viejo, el viejo noto ese desafío aun de la hembra, pero prefirió no tomar represaría y la dejo, igual tenía buena vista.

La hembra continúo lamiendo ese duro pene una y otra vez, hasta que el hombre comenzó a acariciar su espalda y sus nalgas.

– De aquí en adelante vas a dormir con pura ropa sexy, toda la que tengo ahí en ese lugar es para ti – Señalando un cajón de ropa en el cuarto – quiero que las uses para todo, al levantarte, vas a pedirme permiso si te puedes quitar el babydoll, ya dependerá de mi si te dejo ponerte una camiseta

– ¿Voy a seguir usando puro calzón abajo? – Pregunto la mujer

– ¿Quién te dijo que dejaras de chupar? O ¿Qué dieras tu opinión? Vuelve a mamar, solo escucha, recuerda y obedece.

– Mamas como toda una puta, eso me gusta sigue así.

Para estos momentos Vianey ya no se sentía insultada por el hombre, se iba acostumbrando era algo que notaba Álvaro también. Álvaro siguió tocando el trasero de la mujer para luego mover su tanga aun lado y ver su ano maltratado, lo admiro por un rato y lo hacía sentir orgulloso, para él era un trofeo verle así,

Puso un dedo en su ano y la mujer se exalto y miro la mano de Álvaro, pero esta rápido entendió que debía seguir mamando y dejarle a él hacer lo que quiera. siguió tocando todo su ano y luego jalo ese trasero lo más que pudo hacia su cabeza, le escupió el ano y comenzó a meter el dedo, para Vianey ahora eso le causaba un dolor diferente, esta vez no era como el anterior, de un miembro abriendo su ano, ahora era de desgaste, de herida, pero no dijo nada, aguanta firme y continúo chupando. Mientras Vianey analizaba la situación, pensaba en obedecerle y ser su esclava sexual, pero no podía aceptarlo, pensaba en los beneficios, y pensaba en los inconvenientes, aunque a veces pensaba que podía vivir manteniendo a una raya al tipo, sabía que iba a llevar una vida miserable.

Mientras tanto Álvaro estaba muy entretenido preparando a su mujer, cuando sintió ya debido, se levantó sin avisarle, la tomo de la cadera y acomodo de perrito, poniendo su cabeza en la cama, de esa manera la mujer podía tener levantado su trasero como pirámide y la vista era gloriosa.

Se coloco atrás de ella, re pego su miembro en sus nalgas y comenzó a raspar, luego tomo a la hembra del cabello y la levanto, poniendo su espalda en su pecho y su cabeza en su hombro.

– Te voy a comer ese culo de nuevo – Mientras con una mano jalaba a Vianey del cabello, con otra le tomaba un pezón por debajo de babydoll, exprimiéndolo con fuerza.

– Me duele Álvaro – Le suplicaba la hembra

– No me interesa, eres una puta – Le dijo Álvaro a su hembra

– Por favor, me duele.

– No me importa te dije, además mira que estoy siendo generoso, tu meres que te cojan en el suelo, la cama es mucho para ti

– ¿Por qué me odias tanto Álvaro? – Pregunto la mujer

– ¿Odiarte? No, nada de eso, al contrario, solo mira estas nalgas, estos melones que tienes como pechos, estas piernas robustas, estas caderas, tu cabello oscuro, tu piel clara, tus ojos muy negros, eres una maquina sexual y ese grande y jugoso trasero pide verga a gritos… pero eso es todo

– ¿pero me tratas muy mal? Me duele – Dijo la joven

– Te trato como mereces, además tanto culo merece ser usado, y me ha tocado a mi darle uso. – Álvaro apretó con más fuerza, pero por más que suplicaba Vianey Álvaro no escuchaba.

– Por favor – Suplico la mujer.

En ese momento Vianey entendió que, para poder ser tratada bien, tenía que tratarle bien.

– Por favor mi amor – Al escuchar eso, Álvaro no le importo y siguió apretando el pezón

– Mira nada más, por fin entiendes un poco, pero no me vas a controlar, sé que no aceptas aun que eres mi puta, solo me manipulas para que haga lo que tú quieras, hasta que entiendas que es lo que yo quiera.

Vianey sin más remedio que aguanta lo hizo, hasta donde su alma pudo tanto insulto y agresión, hasta que por fin comenzó a mover su trasero contra el miembro de Álvaro, eso le noto Álvaro de inmediato

– Por fin entiendes, pero sé que solo me controlas, aunque “que manera”. eso solo te hace más puta, usando tu cuerpo para obtener lo que quieres.

– Mi amor, es que aún no me acostumbro, talvez si sea como dices, pero con el tiempo aprenderé – Todo eso lo decía mientras seguía empujando su trasero contra el miembro de Álvaro – ocupo un poco de tiempo, ya hoy aprendí que solo siendo una puta me ira mejor, y solo me ira mejor si tú lo quieres, de no quererlo igual lo aceptare, porque eso es ser una puta.

Álvaro quedo impresionado con su respuesta pero él sabía que era una mentira, no podía creer en el cambio de mentalidad de ella, pero no fue hasta que ella puso la palma de mano en su boca y escupió, después dirigió su mano a su trasero y lo unto en su ano, se encargó de lubricarlo muy bien, volvió a su boca y volvió a escupir y volvió a untar en el ano, lo hizo unas 5 veces hasta dejarlo bien mojado, después volvió a hacerlo una última vez y lo unto en el miembro de Álvaro, lo unto desde la cabeza al tronco.

– Ahhhhh que rico tu mano en mi verga – Dijo Álvaro con tono de placer sin soltar aun el cabello de Vianey y quitar su cabeza de su hombro

– Mi culo es tuyo amor, sé que no me crees, pero yo misma te lo entrego, solo te pido una cosa, cuida bien de mí y mi hija por favor – Dijo eso mientras una vez más volvía a echar saliva en el pene de Álvaro

– Claro, cuidare de ti perra, pero como te dije, no te creo aun tu devoción.

– Quiero jugar a “el conejo busca la luz” – Mientras decía eso, seguía acariciando el pene de Álvaro, pero Álvaro no pudo creer lo que escucho, la mujer quería jugar por su cuenta.

– Con que esas tenemos puta, quieres verga de verdad

– Solo quiero tu permiso amor, solo si tú quieres me la meto

– Tienes mi permiso, rómpete el culo – Dijo aun sin soltarle el pezón y el cabello

Vianey tomo el pene de Álvaro y lo coloco en la entrada de su ano, sin demorar, ella se acomodó un poco mejor y comenzó a meter el duro fierro que tenía Álvaro como pene

– qqmmhhhh qmmhhhhhhha ahhhhh – Eras los gemidos de dolor de una mujer enculandose.

– Eres una puta zorra, mira que nomás ejecutarte tu misma, encularte.

– Ohhhhh ohhh aahhhhh – era el sonido de Vianey danto respiraciones fuertes para aguantar el duro pene que apenas iba la cabeza

Sin más ella se envistió al fondo dándose una estocada en su trasero y pego un gripo de dolor, pero no hubo descanso, ni tiempo para darle al ano para acostumbrarse al grosor del pene, comenzó a bombear, comenzando lento para al cabo de 10 segundos tomar un ritmo bestial

– Aaaahhhh ahhhhhh ahhhhhhhh – Seguía la respiración de ella con mucha fuerza y aguantando el color, ya que el duro pene y largo de unos 20 cm, llegaba hasta su pared en las entrañas y le causaba un dolor extremo, eso ni hablar de su orificio anal

– Esta loca mujer, a ese ritmo dejaras su ano destrozado

– ¿querías compromiso de mi parte amor mío que no?

– Por supuesto, pero a costa de que

– De mi culo ¿quieres que pare? – Álvaro le observo, no contesto, no podía creer lo que pasaba ante sus ojos y escuchaban sus oídos.

– ¿No te importa lo que le puede hacer mi verga a tu culo? – pregunta Álvaro.

– Amor, deja de preocuparte… disfruta lo que es tuyo

– ¿estas segura? – Pregunta el vejete mientras recibe las embestidas de la dama

– Tu… aqqqhhhhmmm… disfruta lo que te pertenece… ¿quieres que pare? – Pregunta la mujer.

– No, sigue, me gusta darte duro en el culo, no vas a poder caminar en días puta

Vianey seguía envistiendo duro, en toda la habitación, bueno en toda la casa se podía escuchar el sonido del golpeo de sus nalgas con la pelvis de Álvaro, pero no se detenía.

– Tu sola dándote estocadas ¿realmente eres una zorra no? – Le decía al tiempo que trataba de mantener con fuerza su pene, ya que Vianey venia con mucha fuerza.

– Realmente quieres compromiso y eso te doy, este culo todo tuyo, además quiere verga por la panocha

– Ha ha ha, lo sabía, déjame decirte que no tendrás aun

– No importa, hasta que tú quieras.

Álvaro no pudo soportar un poco más y sentía que se venía así que tomo de la cadera a su mujer y la empujo hacia enfrente, dejándola boca abajo y se incorporó a poner su pene afuera del ano.

– Sigue jugando al “el conejo busca la luz” y reviéntate ese culo – Sin esperar otra repetición de orden, Vianey levanto su trasero y comenzó a perforarse el trasero de nuevo, ya que el pene llego hasta muy dentro de ella, comenzó a levantar y bajar el trasero a dura velocidad

– Te gusta amor, ¿cómo tu conejo escarba en mi hoyo?

– Me encanta, sigue reventando tu culo

– Si amor… qhhmmm qhmmm – La mujer seguía castigando su pene, levantando su trasero y bajando en la cama.

Álvaro sujeto una nalga para exprimirla en su mano, bajo un poco y pudo notar la humedad de la vagina de la mujer, ahora era una exageración, era un rio de jugo vaginal, la mujer estaba muy prendida, realmente disfrutaba ser una puta, que le encantaba lo que estaba haciendo.

En una estocada, el miembro de Álvaro salió muy afuera del ano de la mujer, Álvaro pensó en volverlo a incorporar, pero para su impresión, la mujer tomo la delantera, tomo el grueso pene, y lo coloco fuera del ano, para luego volver a levantarlo y penetrarse.

– Ahhhh –Hizo la mujer un gemido de dolor y esfuerzo.

Pero Álvaro no pudo soportar más, comenzó a envestir a la mujer, movía su pelvis con fuerza, la mujer entendió y se detuvo solo para recibir ahora el movimiento y ritmo de Álvaro.

– Así es como realmente me gusta mujer – Dijo el viejo

– Amor, a mí me gusta como tú quieras.

– Podría enamorarme de lo puta que te portas mujer – Dijo el viejo sin dejar de embestir.

– Y a mi me gusta sentirte dentro de mi amor – Dijo la chica.

El viejo o comenzó a dar estocadas con mucha fuerza, que provocaron su inminente eyaculación. descargo todo adentro de su hembra, para luego dejarse caer encima de ella sin tener ninguna queja, se levantó y recostó en su lugar de la cama y Vianey también lo hizo después de limpiarse todo el semen.

– Mañana iré por suministros temprano, ocupo que te levantes temprano para darme desayuno zorro

– Si mi amor, lo hare – eso lo decía mientras Vianey se ponía en cucharita con Álvaro.

Álvaro se hecho aun lado y se durmió rápido, Vianey solo se acomodó en su lugar, giro dando la espalda a Álvaro y comenzó a tocar su maltratado ano, pudo sentir el semen gotear de ahí, pensó en lo que había hecho, lo que había pasado, en lo que tenía que hacer de ahora en adelante, y acepto su destino como ultimo pensamiento.

AL SIGUIENTE DIA

Vianey despertó y se dio cuenta que Álvaro no estaba en la cama, se puso su babydoll y su tanga, se fue a la cocina por que escucho ruidos y vio a Álvaro ahí preparando el desayuno, realmente no era mucho, era cereal con leche, hace mucho que ella no probaba eso y se le hizo raro. De inmediato entendió que era un agradecimiento por portarse bien.

– ¿Qué haces amor? ¿iba a hacer el desayuno que no? – Pregunto la hembra

– Si, pero me quise levantar a hacerlo yo – de inmediato se sentó a comer, pero Álvaro la detuvo

– Yo creo que me comeré como dos de estos amor – Muy feliz dijo Vianey

– Espera ¿Qué crees que haces? – Dice Álvaro

– Tomo mi desayuno

– Ese no es tu desayuno

– ¿entonces yo me preparo el mío?

– No, dije que yo lo haría y yo lo hare

– ¿Seguro amor? – Pregunto la mujer.

– Si

Se acerco Álvaro con un plato de puro serial sin leche lo puso frente a ella y se dirigió al patio trasero, saco un recipiente grande de 4 litros y se volvió a meter al hogar cerrando detrás de él la puerta con seguro.

– Este será tu desayuno – Miro con curiosidad el recipiente y vio como Álvaro lo coloco en un recipiente y calentó en el fuego, luego se acercó a su plato y lo sirvió, era blanco y espero, Vianey solo observaba muy curiosa y se le hizo desagradable por su viscosidad

– ¿Qué es esto Álvaro? – Pregunto la niña con voz de repulsión

– Es mi leche

– ¿Cómo? Tenías leche guardada en el patio

– Si, en el patio tengo un congelador donde tengo mucha

– Pero no parece leche –Al tiempo que sacaba un poco son su cuchara – Y tiene un olor raro, no parece leche

– Claro que sí, pero es leche para putas

– ¿leche para putas? ¿Qué es eso? – pregunta la mujer

– Es semen de mi verga estúpida – Al escuchar eso se quedó helada, no podía creer que hubiera un tipo tan perverso y enfermo.

– Pero ¿debo comer esto?

– Eso es lo que comerás hasta que me dé la gana – Álvaro lo hacía esto porque sabía que ella desertaría, era muy pronto para que fuera su puta total como lo demostró ayer

– Pero no puedo comer esto

– Eso es lo que comerás –Vianey miro el plato y comenzó a sentirse de nuevo humillada, mucho coraje e impotencia

– No que muy puta ayer, toda esta leche la usare para embarazarte cuando llegue el momento, pero por ahora te la tragaras hasta que quiera, eso comerás de aquí en adelante, si comes un ben plato de carne, será con un vaso de leche a lado, si comes un postre lácteo, será con mi leche, todo lo harás con mi leche ¿quedo claro?

– No pienso comer esto Álvaro

– Ahora me dices Álvaro – con voz imponente, se dirigió a la puerta y la abrió – Ahorita mismo iras con tu hija a la calle, o comes o te vas

Sin más Vianey solo pensó en que este infierno seguiría, era su tarea convencerle, así que tomo una cucharada y se la llevó al a boca, mastigo lo mínimo posible y trago rápido, siguió con otra cucharada e hizo lo mismo, en cada cucharada hacia lo mismo. Por fin el tortuoso plato puto ser terminado, pero Álvaro cerró la puerta y le dijo

– Pero dijiste que te comerías dos platos ¿no?

– Pero … – ella comenzó a soltar una lagrima de impotencia. Álvaro comenzó a servirle más cereal y más leche, luego la levanto de su lugar, saco su verga, que estaba bien dura y se sentó donde ella estaba antes sentada.

– Pero este plato te lo vas a comer ensartada en mi verga, te ensartaras tu con tu culo

– Pero Álvaro, esto ya es mucho

– Mucho ¿Para quién es mucho? ¿para ti es mucho? – Le dijo con su voz otra vez humillante

– Yo… no… creo…

– Tu si puedes, solo ensártate en mi verga y luego come… pero quítate la bata y la tanga, no quiero que las manches

Vianey sin fuerzas para luchar, tome su babydoll de los tirantes y lo saco por debajo, después puso su mano en la tanga y la bajo, se acomodó por encima de Álvaro y justo cuando iba a sentarse

– Pero ocupas lubricante y además ocupas bajarme más mi pantalón y mi ropa interior, me puedo manchar – Sin más, Vianey se agacho y bajo más sus pantalones y su ropa interior

– Pero Álvaro, puede despertarse Laura

– Pues entonces apúrate

Vianey se colocó enfrente de Álvaro y cuando se iba a sentar en su miembro puso su mano en la boca como lo hizo el día anterior, pero Álvaro la detuvo

– ¿Qué crees que haces?

– Trato de lubricar, si no me duele Álvaro

– Para empezar, vas a usar mi semen para lubricarte estúpida

– Pero mi amor

– Ha ha ha, ahora si me dices mi amor para rogar, pero para reclamar no, úntate semen en el culo, por dentro y por fuera y siéntate

Sin más Vianey tomo un poco de semen y lo unto en su ano, después volvió a tomar otro poco y lo unto hasta adentro, introduciéndolo con sus dedos, para después sentarse en el miembro del viejo, para Vianey fue doloroso sentarse, tango que solo pudo meter la punta, su ano estaba muy lastimado. Pero poco le importo Álvaro y tomo a Vianey de los hombros y la sentó de golpe, Vianey solo puso una mano en su boca y trato de no gritar para no despertar a Laura ya que como su hora de despertar se acercaba, su sueño estaba más débil

– Comienza a comer, come semen por tu culo y por tu boca – Con los ojos en llanto comenzó a obedecer, a comer serial mientras que Álvaro le tomo de la cadera y comenzó a levantarle lento y la dejaba caer

– Aahhhhhh ahhhhhhhh ahhhhh – Era lo que se escuchaba de Vianey, le dolía cada sentada en el miembro de Álvaro, ya que tocaba sus entrañas.

– Así come, come verga… pero que golosa eres con la comida puta, tanto que comes por tu boca y por tu culo.

– Aaahhh ahhhhh ammmmhh – Vianey se quedaba en silencio, solo comiendo y recibiendo el miembro del viejo, se repetía una y otra vez “es el mejor camino” en su mente.

– Tu culo ya no aprieta tanto como ayer, creo que necesita descansar mujer

– Ahhh ahhh ahhhhh – En la última aventada hacia arriba, por fin termino de comer

– Ya terminaste por fin, ahora quiero que brinques sobre mi verga, has que no te extrañe

Sin más remedio, Vianey coloco su cabeza en el hombre de Álvaro arqueando su espalda y comenzó a brincar.

– Ahhh ahhhh ahhhhhhh ahhhhhhhh

– Que delicia, aun tu culo todo abierto, sigue siendo algo delicioso – Vianey entendió que para hacer que termine, tenía que poner más empeño, su hija en cualquier momento despertaría, así que, en su posición, comenzó a besar a Álvaro y comenzó a darle más fuerte

– Que buen beso puta, cada vez me aceptas más como tu macho

– Si amor, eres mi macho – al tiempo que decía eso, comenzó a apretar en su ano con mucha fuerza, fue algo que Álvaro noto, pudo sentir como su ano le mordía la verga como queriéndosela arrancar

– Vaya puta, tan joven y ya sabes usar tu culo

– Amor mío… no es mi culo, es tu culo

– Es verdad aahhhh ahhh que rico

Sin más Vianey logro su cometido, logro hacer que Álvaro terminara, se quedó descansando la hembra sobre Álvaro y luego se levantó con su ropa, fue al baño a limpiarse y ponerse el babydoll. Pero Álvaro se acercó al baño y le dijo

– Ya puedes quitarte el babydoll y además no trates de vomitar, que la comida la dejara solo poco para la niña, de tal manera que, si quieren compartir, la dejaras sin comer, acepta tu lugar.

De inmediato se escuchó la puerta cerrarse con llave, Álvaro se había ido, Vianey pensó en ponerse ropa completa, no andar en calzones como él le había dicho, pero luego pensó que sería extraño para la niña verla una vez de una manera y luego de otra, y si llegaba Álvaro sin que se diera cuenta y no se alcanzaba a cambiar, sería el fin. Así que opto por cumplirle.

Continuara…