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La Feliz Familia Weasley II

en Parodias

3

Trio en el cuartel de aurores

Después de lo ocurrido, Arthur se replanteo durante la noche sus problemas. Se había tirado a más mujeres y le había puesto los cuernos a su esposa. Eso sin duda fue moralmente incorrecto, pero acostarse con su nieta más pequeña, eso sin duda fue algo asqueroso, aunque placentero, de hecho, durante la cogida se llegó a plantear como seria tener el coño de su nieta Victoire que era de ascendencia veela.

Esos pensamientos le habían costado horas de sueño, y eso se podía notar, mientras Molly cocinaba con su entusiasmo habitual, el seguía somnoliento y con ojeras. Ponerle los cuernos a Molly las primeras veces fue malo, pero se sustentaba en el hecho de la poca actividad sexual que llevaba con su esposa, pero ahora que por fin había conseguido conciliar su vida sentimental con sus amantes. Ahora, se tiraba a su nieta cuando ya estaba servido de coños, recibe el de su nieta que era bastante apetecible.

Pero a ojos de Arthur lo peor no fue la brutal cogida que hizo con su nieta porque él sabía que a su edad ya era muy difícil de dejar embarazada a la maduro. Sino que fue descubierta por Amelia Bones, una de las grandes jefas del ministerio, una mujer poderosa que diseñaba todo lo que tenia que ver con la academia de aurores. Una chica que había conocido cuando maduro y que había rechazado y una mujer no olvida esas cosas. Arthur llego a la oficina de Madame Bones temeroso de sus exigencias, pero lo que encontró no fue para nada mucho mejor.

Al abrir la puerta del salón circular, pudo observar como tres mujeres cuchicheaban sobre algo, sin embargo, al verle, Amelia dejo la conversación y con una mirada felina le dijo que pasara.

Una vez allí, pudo ver que junto a Amelia se encontraba su amante April Abbot y dos jóvenes de la misma edad que eran calcos de sus progenitoras.

Amelia sonrió descaradamente y dijo en tono mordaz.

-Arthur dime has venido aquí como te ordene. Sigue tu pene manchado de los jugos de tu nieta o su abuela te la ha limpiado-la madura rio en voz baja.

-Amelia no se para que me quieres aquí-dijo el pelirrojo intentando mantener la calma mientras las cuatro chicas le rodeaban.

-Harás lo que cada una quiera o sino tu mujercita se enterara de lo bien que tratas a tu nieta. Muy bien chicas sus peticiones-dijo señalando a las dos jóvenes.

La que era rubia empezó, al parecer era hija de April y según suponía se había casado con Neville lo cual podría jugar.

-Vera, señor Weasley, yo y Susan solo queremos tener un bebe. Susan no tiene novio y mi compañero de cama es demasiado flojo como para inseminarnos a los dos, somos muy amigas y nos gusta hacerlo todo juntas así que queremos que Arthur nos folle-dijo la rubia poniéndose colorada.

-Peero..oo Arthur esta con Ginny es imposible hacer eso-dijo el Señor Weasley riéndose ahora el, esas niñas eran atrevidas pero no muy listas.

-En realidad si es posible, tan solo necesitamos que convenzas a Potter de eso. No será muy difícil al fin y al cabo somos tan guapas como Ginny-dijo la pelirroja más maduro alegremente.

-No me convenceréis de que haga más daño a mi familia-dijo Arthur convencido pero ese convencimiento le duro poco pues por orden directa de un superior, Amelia le ordeno que sacara su miembro ante las chicas.

El hombre temeroso de las represalias le hizo caso y desenfundo su sable mientras observaba como madre e hija y tía y sobrina observaban su rabo. Algunas abochornadas y otras bastante más calientes de volverla a ver. Las cuatro chicas lo observaban con atención y deseo hasta que algunas gotas de lubricante empezaron a surgir y surcar el gelatinoso glande. Todas las mujeres vieron esto con asombro hasta que Hannah Abbot lo agarro firmemente y comenzó a surcar con sus finas palmas todo el largo de la lanza que tenía entre sus falanges.

El falo subía y bajaba poco a poco el glande se ponía más oscuro y la excitación del pelirrojo crecía al ver a cuatro mujeres hervir de deseo por un mismo rabo, el suyo. Recordó los tiempos en los que al llevar a sus hijos a la estación se había encontrado con aquellas niñas que ahora estaban salivando y escupiendo en sus palmas para dar mas fluidez al vaivén. Eso ponía a Arthur muy caliente pero cuando Amelia empezó a quitarle las bragas a su sobrina y a la amiga, Arthur se detuvo.

Aun sin recapacitar, pensó que solo tenia que correrse para que la verga se le viniera abajo así que, con una moralidad sin definir, agarro firmemente la cabeza de Hannah y la hundió en su cintura. La chiquilla se ahogaba y su madre le daba ánimos a seguir comiendo, esos ánimos bastaron para que la pequeña rubia, sin poder respirar muy bien moviera la lengua finamente por el capullo y un torrente de semilla espesa se precipitara en su garganta. La leche salía a borbotones y consiguió manchar la blusa de la niña. Pero Arthur no se detuvo, raudamente consiguió salir del despacho dejando a las cuatro mujeres con una ira encarnecida por no poder disfrutar de lo que les pertenecía.

Los días pasaron sin noticia, hasta que una mañana en el trabajo, Madame Bones le ordeno ir esa tarde a su casa para hablar de su nuevo trabajo. Ante la sorpresa de sus compañeros y de su familia eso suponía un ascenso después de años de trabajo. Pero el sabía bien que Bones no estaba satisfecha y que un ascenso significaba trabajar mas cerca con ella y le pareció pensar que su jefa pretendía que estuviera tan cerca que rozara su falo entre sus carnes.

Arthur entro en la mansión Bones, en la casa del lobo en el hogar mas vigilado desde milenios. Esa casa era enorme y pudo apreciar como la dueña de la casa lo esperaba en el sofá, dispuesta a mantener una conversación decente. Una conversación decente, para lo único que estaba preparada esa mujer era para sacarle la ropa y follarlo ahí contra el escritorio o cabalgar su rabo en el mismo sofá en donde lucia inmaculada. Arthur no pudo reprimir el deseo que llevaba consigo desde ese día en el despacho, el ya no veía a la mujer seria y orgullosa que estaba enfrente suya hablando con el sino veía a la mujer que le agarraba del pelo en cada orgasmo, a la zorra que se la chupaba enfrente de Molly en muchas fiestas del ministerio. Le quiso hacer pagar todas las humillaciones de treinta años de servicio a la muy puta.

Se despojo de los pantalones y de los calzones y dejo su verga al aire, esta pronto se irguió al ver a la próxima vagina que iba a catar. Amelia lucia altiva al verla, pero se arrodillo y comenzó a chupar.

Susan Bones regresó de un conjunto riguroso de exámenes para obtener su certificación en derecho mágico. Los únicos exámenes que fueron más estrictos fueron los exámenes en los que las personas se sentaron para ser sanadoras y luego los exámenes en los que las personas se sentaron para convertirse en Auror. Todavía estaban allí y Susan no pudo evitarlo, pero estaba contenta con la actuación. Ella se quedó en blanco solo una vez, que fue mucho menos de lo que hizo en sus exámenes promedio de Hogwarts. No podía esperar y contarle a su tía las buenas noticias. Susan dejó caer su capa sobre la silla.

"Tía Amelia, estoy en casa!" Gritó Susan. Todavía no hay respuesta, pero quizás Amelia estaba arriba en su estudio y en una de sus oficinas.

La ex tetona Hufflepuff sonrió. Sabía cómo tía Amelia podía entrar en su trabajo y no quería distraerse en ningún momento. Susan subió las escaleras y, desde luego, la puerta del estudio estaba entreabierta. Susan se acercó y abrió la puerta. De todas las cosas que esperaba ver, la misma cosa con la que se topó la inmovilizó. La única razón por la que Susan no gritó fue por el hecho de que el aliento había sido eliminado de su cuerpo.

La gran polla del pelirrojo salió de la boca madura de su tía y Amelia emitió una serie de fuertes sonidos de succión. Susan observó cuando su tía cayó en el falo más grande y grueso que la bruja de dieciocho años había visto en su vida. Ella vio los labios jugosos de su tía subir y bajar y darle a ese hombre un trabajo de servicio completo. Las sorpresas continuaron cuando Susan vio a quién estaba unida la gran polla. Ella vio desde su punto de vista al padre de Ginny Weasley.

Su tía se arrodilló frente al hombre más fértil de su país para servirlo. Su tía, el Ministro de Magia, chupó la gran polla palpitante. Las rodillas de Susan se tambalearon juntas. Por alguna coincidencia, una silla apareció debajo de ella y la pelirroja más maduro se dejó caer en la silla, aturdida y sin aliento.

"Bien, niña, Amy, muéstrame quién es tu maestro", dijo el pelirrojo invadido por el placer y por el poder que lo confería la situación.

Los jugosos labios de Amelia chuparon el palpitante falo del maduro. Los dedos de Arthur se enredaron en su cabello rojo. Arthur gruñó cuando Amelia continuó chupándolo. Las manos de la bruja talentosa tantearon y acariciaron las bolas de Arthur e intentaron sacar la carga. Amelia pesó las bolas de Arthur en su mano y apreció la enorme carga que vendría. Las bragas de la bruja lucían empapadas.

"Piensa qué diría la prensa si te vieran actuando como una prostituta común "-dijo Arthur-"Pero, te ves tan jodidamente bien chupándome".

Amelia sonrió. Ella le dio al chico de su adolescencia todo el placer que no pudo darle durante años en una mamada de servicio completo que nunca olvidaría. Su lengua se arremolinó alrededor de la cabeza y el eje. Acunó las bolas de Arthur y jugó con ellas. Ella probó los primeros indicios de dulce y salado dulce en su lengua y quería más. Arthur gimió al sentir el calor y la rigidez de la boca de Amelia. Ella acunó sus bolas en sus manos. Siguió un gruñido y el contenido de las bolas de Arthur salpicó su garganta. Amelia chupó su semilla hasta el fondo cuando varios chorros espesos y potentes se dispararon por su garganta. Ella se alimentó de su semen, chupando sus bolas completamente y cien por ciento seco. En el momento en que Amelia terminó, Arthur la levantó. La habían empujado hacia atrás contra el escritorio y Arthur le subió la falda por completo.

"Estás empapada". Dijo el pelirrojo riéndose a carcajadas mientras pensaba en lo bien que se sentiría tener a mas hembras aquí. Sin saber que estaba siendo espiado por la sobrina de la ministra.

Arthur jugó con su coño a través de sus bragas. Amelia respiró cuando las fuertes manos del encantador mago acariciaron sus muslos y labios. Sus caderas subieron y bajaron para encontrarse con sus caricias. Los melones de la zorra pelirroja se derramaron de su parte superior. Arthur los acarició. Eran alegres y flexibles como cuando ella estaba en Hogwarts. El único cambio fue que eran más grandes.

"Juega con ellos", dijo Amelia. "¡Exprímalos! Mierda, tuerce mis pezones".

"Por supuesto, ministro", dijo Arthur con una sonrisa.

Susan no podía creerle a su tía. Sus bragas empaparon completamente. Metió la mano para apartar las bragas de su coño goteante. La bruja de dieciocho años metió los dedos en su herida goteante y se acarició el interior con los gemidos de su tía.

Arthur jugó con los generosos melones de esta diosa. Él los apretó y ella jadeó.

"Dentro de mí", dijo Amelia.

"Quieres mi polla dura en tu coño maduro y goteante".

Las manos de Arthur se burlaban de cada centímetro del cuerpo maduro del Ministerio de Magia. Él la seguía enrollando con estos movimientos. Sus manos y su simple toque resultaron en la crema de su coño. Una palpitante polla dura colocada contra la entrada cerrada de Amelia. Arthur empujó su cabeza adentro y entró en ella. Varias pulgadas de polla dura llenaron al ministro.

Arthur gimió y disfrutó cómo el delicioso coño de la mujer mayor se enganchó en su enorme polla. Se levantó casi todo el camino y luego volvió a caer. Sus caderas se encontraron en un baile de inconfundible pasión. Arthur se apartó casi por completo de Amelia y luego volvió a hundirse en ella una vez más. Los lomos de Amelia habían sido incendiados por estos rápidos y sorprendentes empujes. Su cuerpo presionado contra el de ella. Su pecho musculoso tocó sus grandes pechos. Sus manos acariciaron el firme y apretado estómago de Amelia y causaron sacudidas de placer en su cuerpo.

"¿Más?" Pregunto el pelirrojo.

Amelia casi se deshizo de la lengua de Arthur dando vueltas alrededor de su oreja. Ella lo sostuvo, envolviendo sus piernas alrededor de él.

"Sí, más", dijo Amelia. "¡Más fuerte, más!"

Arthur le dio lo que quería como un interruptor y follando duro en su coño. Podía sentir las paredes húmedas de Amelia apretarse y frotar sobre él. Cada tirón acercó a Arthur al borde de su liberación.

"Obtendrás más, obtendrás todo lo que siempre has soñado", dijo el hombre ya loco del placer que sentía. "Voy a golpearte el coño hasta que grites que quieres que me corra dentro de ti y luego hare lo mismo con tu sobrina la cerda".

Las manos de Amelia se levantaron y clavaron sus uñas en la espalda de Pelirrojo. Ella alentó al maduro semental a continuar golpeando su coño con fuerza.

"Cum, cum duro para mí".

La bruja mayor obedeció las palabras de su amo. El semental sobre ella se levantó casi por completo y se empujó hacia ella. Esas bolas palpitantes y llenas se llenaron para ella y pronto el contenido estará en su coño. El coño de Amelia se tensó sobre la vara invasora del Pelirrojo.

"Quieres ser golpeado más fuerte, ¿no?" Pregunto el Pelirrojo. Amelia lo miró con una ardiente mirada de lujuria y respondió asintiendo. Arthur se rio entre dientes. "¿Quién soy yo para negarle a la dama lo que quiere?"

Amelia gritó de pura lujuria. El cuerpo musculoso de Arthur empujó hacia abajo sobre sus senos cuando empujó hacia arriba y la golpeó. Ella aceptó la herramienta de su dios dentro de ella para darle a su coño un buen repaso. Se calentó y otro orgasmo había sido liberado. Hablando de orgasmos, Susan se preparó para uno. El hecho de que su tía fuerte y severa hubiera sido dominada la puso más caliente que cualquier otra cosa. Se imaginó inclinada sobre el escritorio con Arthur tomando su gruesa polla dentro de su cuerpo. Él la llevaría al orgasmo después del orgasmo como lo fue Amelia.

Arthur mordisqueó los generosos senos de Amelia. Amelia sujetó las manos sobre la parte posterior de la cabeza de Arthur y se arqueó. Su polla la llenó y la vació con una serie de empujes rápidos de fuego.

"Corre para mí", dijo Pelirrojo. "Corre fuerte para mí por toda mi polla. Porque no puedes evitar correrte, ¿verdad?"

Todo el cuerpo de Amelia se llenó de la oleada de placer. La polla de Arthur tocó su matriz y su cuerpo se calentó de emoción. Sus dedos rozaron sus piernas y enviaron escalofríos por su columna vertebral.

"¿Quieres que me corra dentro de ti?" Pregunto Pelirrojo.

"¡Si!" ella gimió en su oído mientras su rostro se enterraba entre sus senos. "Dame tu semen, pon tu semilla viral dentro de mi útero fértil y agradable. Golpéame".

"Qué escándalo, el ministro llamó a Arthur Weasley, un simple trabajador para satisfacerla sexualmente ", dijo Pelirrojo. Aceleró su empuje dentro de ella.

"¡No me importa!" Gritó Amelia. "Pon todo tu semen dentro de mí.

Arthur no tenía dudas al respecto. Sus bolas se hincharon y llegó al borde de sí mismo. El coño de Amelia se tensó a su alrededor y sintió la carga que estaba por venir. Arthur aceleró el proceso. El cuerpo ardiente y sudoroso de Amelia lo llevó al borde. Todo el cuerpo de Amelia se preparó para la carga de esperma fértil que debía acabarse. Él la empujó. Su polla hizo que su estómago se hinchara y pronto su estómago se hincharía por otras razones. Los músculos de la polla de Arthur se tensaron y disparó una carga de esperma dentro de su cuerpo. Disparó chorro tras chorro de semilla sabrosa dentro de Amelia.

"Puedes sentirte golpeado, ¿no?"

Las caderas de Susan se sacudieron. Se encontró celosa de su tía por un momento. Sacó uno de sus senos de la parte superior desabrochada y se lo frotó con la mano derecha. Su mano izquierda rodeó su clítoris y gimió.

"¡A la mierda!" Gritó Susan antes de poder evitarlo, salió de su escondite. Tragó saliva cuando algo la empujó dentro del estudio. Arthur salió de su tía. La corrida se drenó del coño de Amelia y su barriga parecía bastante hinchada por el semen.

"Ya que te presentaste tan amablemente", dijo Pelirrojo. "¿Cómo estás, Sue, tanto tiempo sin verte?"

Susan se dio cuenta de que Arthur estaba delante de ella, la chica estaba semidesnuda pero la verga a pesar de haber llenado a su tía, seguía erguida muy erguida. Su pinchazo punzante señaló hacia ella y caminó hacia ella. Su polla se deslizó debajo de su falda y tocó su feminidad.

"Estoy bastante bien", dijo Susan- Mejor que mi tía, soy más maduro, mas atlética y mis pechos son mas grandes.

Arthur sonrió y puso una mano en la parte baja de la espalda de Susan. Su mano tocando su carne desnuda hizo que una sacudida atravesara su cuerpo y lomos como fuego puro.

"¿Estás ahora?" Pregunto Pelirrojo. "Me alegra que te sientas bien ... ¿te sientes realmente bien?"

Susan gimió cuando la mano de Arthur acarició su trasero debajo de su falda. Su polla tocó sus labios.

"¿Cuándo fue la última vez que te acostaste?" Pregunto Pelirrojo. Le dio a su trasero otro apretón casual. "Debe haber pasado mucho tiempo".

"Demasiado tiempo", dijo Susan. Ella trató de frotar sus muslos para bloquear el placer de su mente. El único problema era que el placer la golpeó fuerte y rápido.

"Ha pasado mucho tiempo, desde que eras una pequeña niña que soñaba con Arthur, ahora solo sueñas con falos", dijo Pelirrojo. Presionó sus labios sobre los de ella con un beso sensual.

Susan gimió en la boca de Pelirrojo. Sus dedos se burlaron de su cuerpo y ella pudo sentir una corriente de aire. El resto de su ropa se desvaneció de su cuerpo y terminó en una silla. Arthur sonrió y miró a Susan. Su cabello rojo cayó sobre su cara pecosa. Sus pechos se erguían con sus pezones erectos, un orgullo para Arthur succionar. Su estómago estaba tonificado y sus caderas curvadas de una manera encantadora. El pelo rojo le cubría la entrepierna. Las piernas de Susan eran largas y hermosas también. La gente descuidaba ver cuán hermosas eran sus piernas, con su atención atraída hacia el norte. Y su trasero tampoco estaba nada mal.

"Ve y lame el coño de tu tía por mí"-dijo Arthur buscando aprovecharse de la situación.

Susan se acercó sin pensarlo. Las piernas de Amelia ya se abrieron para su sobrina y Susan se inclinó. Su cálida lengua comenzó a girar sobre el coño caliente de Amelia.

"Sí, cariño, ¡lame a tu tía!" Gritó Amelia. "¡Haz que me corra, y serás recompensada!"

Susan metió la lengua en el coño de Amelia y probó la combinación de jugos. Ella no podía creerlo. ¿Su futura prima fue concebida hoy? Susan lo descubriría en cuestión de meses, sin duda. Ahora, se contentó con lamerla.

"Siempre has sido una buena chica", dijo Amelia. "Mi coño sabe bien. ¿Quieres comerlo, ¿verdad? Haz que tu tía se corra como una buena chica".

Susan era una niña muy buena y le mostraría a tía Amelia lo buena que podía ser. Los jugos comenzaron a gotear sobre la cara de Susan rociándola. Arthur giró a Susan y sonrió cuando vio su hermoso rostro empapado.

"Chica traviesa", dijo Pelirrojo. Puso un pezón erecto entre dos dedos en su mano derecha. "Lo disfrutaste, ¿no?"

El pezón de Susan se retorció y cerró los ojos. El gemido siguió un segundo después. Arthur sonrió y le indicó a Susan que se inclinara sobre el escritorio.

"Querías que te inclinara sobre el escritorio y te follara", dijo Pelirrojo. "Esto es lo que quieres, ¿no?"

Susan se preguntó cómo podría haberlo sabido. Ella asintió y abrió las piernas cuando se inclinó sobre el escritorio. Su jugoso culo se sacudió y Arthur lo golpeó con fuerza. Ella gimió cuando Arthur la azotó un par de veces más seguidas. Le encantaban las nalgas rechonchas y aunque Molly las tenía bastante grandes estas eran grasientas en cambio las de Susan parecían genética prodigiosa.

"Lo siento", dijo el pelirrojo. "Pero no pude resistirme".

Susan estaba segura de que Arthur no podía resistirse ni lo culpaba por no intentarlo. Ella experimentó la sensación de la palpitante polla de Arthur al borde de su feminidad. El gozo fue demasiado para su maduro vagina.

"¡Dentro de mí!" Susan le rogó. "Por favor, te necesito dentro de mí".

Arthur bromeó con la tetona Hufflepuff por unos segundos más y se aseguró de colocar su rostro hacia su tía.

"Tu tía va a ver qué puta eres. ¿Qué te parece, Sue?"-dijo Arthur buscando una reacción soez de la niña.

El coño de Susan se apretó por culpa de que; Arthur dominando su cuerpo, sus manos tocando cada centímetro de su cuerpo. La reclamó como suya. Arthur se sumergió en el coño caliente de Susan. Su coño mojado lo apretó y mostró cuánto deseaba su polla. Arthur le dio todo lo que siempre quiso. Amelia se movió para ver a su sobrina follada sobre el escritorio por ese Pelirrojo. Su coño ardía de deseo cuando Arthur se metió en Susan en un bucle de jodidas interminables. De vez en cuando golpeaba a Susan en el culo. Arthur sonrió La tensión alrededor de su polla en la forma del coño goteante de Susan hizo que Arthur anticipara lo que vendría después. Apenas podía esperar para empujarse al borde. Se estrelló contra Susan con un empuje largo y duro. Esa penetración golpeó los centros de placer del cerebro de Susan y su cuerpo reaccionó adecuadamente. Sus paredes mojadas se cerraron sobre el grueso poste que la invadía. Arthur disfrutó la cálida sensación. El coño de Susan lo apretó y el cielo cálido cargó sus bolas.

"Mira a tu tía, ¿eso te excita?" Pregunto el hombre que la follaba "¿Lo hace, mascota?"

"¡Sí, me da mucho calor!"-dijo la maduro viendo como su tía, la ministra se metía toda la mano a presión en su vagina ante la visión de su sobrina a cuatro patas y siendo golpeada por la polla de su subordinado.

Susan no podía negar que su tía era una puta caliente, incluso a su edad. Su coño, sus tetas, sus piernas, su culo, todas esas características hicieron que Susan babeara. El hecho de que Amelia se tocara hizo que el coño de Susan se inflamara y apretara la polla del Pelirrojo.

"Bien, tienes calor y estás listo", dijo Pelirrojo. "Estás listo para unirte a tu tía. Tu cuerpo es mío, ¿y no lo olvides?"

"¿Vas a preñarme?" Susan preguntó.

"Mmm, ¿no te gustaría saberlo?"

Susan se sintió en conflicto. Se preguntó si lo quería. Por otro lado, su cuerpo traicionó sus pensamientos y lógica. Su matriz se abrió y se preparó para aceptar la gruesa carga. Esas bolas llevaban una gran carga y la polla la golpeó.

"Cum in me!" Gritó Susan. "Córrete entonces, si eso es lo que quieres hacer".

"Eso es lo que quieres, zorron", dijo Pelirrojo.

Las gruesas bolas de Arthur se prepararon para lanzarse dentro del cálido canal de Susan. Se empujó hasta el borde y se meció dentro de ella. Varios empujes duros y rápidos lo acercaron a un final placentero.

"Casi allí", dijo Pelirrojo. "Después de ti."

Susan se cerró a su alrededor. Su orgasmo golpeó fuerte y ordeñó la polla del Pelirrojo. Susan convocó todo su poder para drenar sus gruesas bolas dentro de su coño mojado y dispuesto. Podía sentirlo cuando él cabalgó el orgasmo hacia ella.

"Tan cerca", dijo Pelirrojo. "Prepárate, porque aquí viene".

Arthur tomó un seno grande y lo apretó con tanta fuerza como siempre. Su pinchazo se hundió dentro de Susan y siguió conduciéndola hasta el borde. El cuerpo de Susan se calentó con otra explosión de energía orgásmica. Arthur la empujó y vació su gruesa polla dentro de ella. El contenido de sus bolas se derramó en Susan. Él siguió empujándola y se drenó hasta la última gota.

Arthur vació su carga dentro de Susan. Su cuerpo se llenó y recibió una barriga hinchada llena de semillas.

Dio un paso atrás para revisar su trabajo manual. Susan apoyó la cabeza sobre los senos de Amelia. Arthur los miró a ambos, goteando con esperma que les había llenado el estómago.

"Ah, e hice bien el examen".

"Buena chica", dijo Amelia. Su mano descansó sobre el vientre hinchado de Susan y cayó. "Creo que deberíamos recompensarte un poco más. ¿No lo dirías, amor?"

"Estoy de acuerdo."

Susan jadeó cuando los dedos de su tía se entrometieron en su dolorido coño y comenzaron a frotarlo. Amelia acarició el coño de Susan hasta que fue preparada para otro viaje del pelirrojo. Que lo hizo rápidamente en la postura, pudo ver como Susan se arremolinaba encima de su tia y se agarraba sus pechos junto a los de su tia, la unión de cuatro tetas bamboleándose, ver sus fluidos abandonando el coño de Amelia y el beso provocador de ambas. Hizo que toda la leche restante se derramara en el suelo de la casa y sobre los muebles de la mansión.

Poco después de abandonar la casa donde había follado como un animal, pensó con claridad que esta vez no solo había riesgo de embarazo, sino que además el mismo lo había disfrutado, se había cebado con esas dos mujeres. Las había utilizado por placer y eso no le molesto tanto no se sintió culpable o como una mierda por haber traicionado los lazos matrimoniales con Molly, sino que pensó en cómo se sentiría tener a su esposa comiéndole la almeja a sus amantes, en tenerla humillada ante su aparato. Si, eso sonaba mucho de forma onírica, pero era el sueño que perseguía. Durante la follada se había dado cuenta de que un pene maduro podía hacer disfrutar a gente de su misma generación y a mujeres mucho más jóvenes, aunque hacerlo con su maduro nieta aun lo trastocaba bastante.

Meditando esto se desapareció a la Madriguera, donde le esperaba una inusual sorpresa.

4

Aventura en la Madriguera

Nada mas llegar a la Madriguera y entrar en ella, Arthur pudo ver a su esposa cocinando mientras a lo lejos veía a su hijo Ron comer mientras su mujer la de los pelos revueltos reñía con el sobre su forma un tanto gorrina de zampar.

Eso no le llamo la atención, pero lo que si consiguió exaltarlo fue el hecho de ver como su pequeña Ginny consolaba a una chica rubia. Una chica rubia a la que Arthur reconoció inmediatamente, mas que nada porque hacia días, esa jovencita había masturbado su pene usando su diestra mano y su amplia garganta. Se ruborizo al verla en su casa, sospechando lo que esa mujer quería, aunque el cambio de mentalidad le vino y pensó en como seria de diferente el sexo con Hannah que con Susan.

Definitivamente se acerco a la pareja y pudo escuchar como la niña rubia lloraba con un sollozo un tanto exagerado más típico de una niña pequeña que de una mujer de veinte y pocos años.

La dulce Hannah narro con lujo de detalles como se encontró con su esposo Neville practicando el sexo anal con una muchacha pelirroja en el salón de su casa. Para empezar eso hirió a Hannah, ya que su esposo se comportaba como un santurrón con ella y ni siquiera habían pasado del sexo oral. Verlo sodomizando a su mejor amiga tuvo que dolerle, aunque Arthur sabía que la pelirroja no era Susan porque ella no había sido sodomizada porque estaba a cuatro patas sobre el rabo del pelirrojo a la hora en la que se produjo el incidente de su amiga.

Arthur sabía perfectamente que pelirroja había sido, pero tenía sus sospechas así que le dijo a la pequeña Hannah donde debía de dormir.

Arthur pensó en que esa noche no podría saciar su voraz apetito sexual con su esposa por temor a que la invitada los escuchara, aunque el si pudo escuchar los berreos y azotes que le daba Ron a su esposa.

Escuchar los berreos de Hermione puso a Arthur a cien así que fue silenciosamente a la habitación de Hannah. La encontró dormida en la pequeña cama. Pensó en follarla asi pero eso llamaría la atención parecería una violación asi que la cogió por los muslos y con mucho disimulo la llevo a la planta superior y la recostó junto a su esposa en su cama de matrimonio. Rápidamente examino a la maduro.

Era una chica joven, no muy atlético y con un poco de grasa en torno a su cadera lo que la hacía tener una cintura envidiable y un culo firme y ancho. Su característica coleta ahora estaba suelta y la respiración de la niña estaba ahora un tanto mas pausada por el viaje al que le había sometido Arthur. Un jadeo de sorpresa llenó a la mujer que había sido presionada contra la cama por el fuerte agarre del pelirrojo justo encima de ella. Tenía sueños que comenzaron en esta situación particular y, desafortunadamente, terminaron con su despertar muy frustrada, con sábanas pegajosas. Sin embargo, este pequeño encuentro tenía que ser real, porque si no fuera real, solo tendría que gritar.

Arthur levantó la mano por el muslo vestido con medias de la mujer rubia con curvas debajo de él. El pelirrojo retiró las bragas de Hannah para revelar lo empapada que estaba. Los jugosos muslos del antiguo Hufflepuff se separaron. Hannah comenzó a respirar pesadamente con cada toque. Esos dedos talentosos estiraron su interior. Le hizo preguntarse qué podrían hacer otras partes de su cuerpo, desde luego esa chica se excitaba con facilidad

Hannah cerró las caderas y asintió en respuesta.  El empujó sus dedos profundamente dentro de ella. El Hufflepuff se retorció debido a sus rápidos empujes . Sus dedos estiraron su núcleo y luego salieron de ellos. Repitió el ritual empujando sus dedos dentro del apretado y ardiente coño de la rubia.

Hannah cerró los ojos y gimió. Le dolían los lomos y luego El pelirrojo los trabajó hasta completarlos. Su corazón se aceleró aún más rápido.

"Y mi regalo es hacer que las niñas se sientan un poco mejor", dijo El pelirrojo. "Viniste aquí, porque tu novio quería una zorra elástica que le entrara todo en su culo- dijo Arthur.

Un asentimiento febril respondió con Hannah sintiendo que sus lomos se estiraban. 

Su reunión comenzó con un masaje en el cuello, luego un masaje en los pies, y se intensificó muy rápidamente hasta este punto. Y hablando de escalada, el placer de Hannah se intensificó a medida que El pelirrojo enterraba sus dedos dentro de su apasionante feminidad. La trabajó hasta el borde.

"Y ahora, vamos a liberar ese estrés, en una gran explosión", dijo El pelirrojo. "Y te vas a sentir bien. Ya puedes sentir el placer acumulándose".

"¡SI!" Hannah gritó.

"Y sabes que nadie puede hacerte sentir tan bien como yo".

Él la frotó con fuerza, complaciendo sus entrañas. Hannah sabía que esto era cierto en el momento en que deslizó ese primer dedo dentro de ella. Sus senos se tensaron contra la parte superior, pidiendo atención.

"Muy pronto, mi pequeño y lindo Puff", dijo El pelirrojo. "Vas a correrte, y se sentirá increíble".

Hannah deseaba que se corriera. El pelirrojo acarició su interior y estiró sus lomos con los dedos. Un poco de energía pasó entre sus muslos. Hannah levantó las caderas para encontrarse con el rabo en el momento en que él le clavó los dedos dentro de su feminidad.

"¡Tan bueno!" ella chilló debajo de él- pero no es eso lo que deseo.

Sus caderas se levantaron con entusiasmo para aceptar el sondeo de El pelirrojo. Lo dejó ir y todo el cuerpo de Hannah quedó expuesto a un orgasmo. Cada parte de ella, desde la cabeza hasta las puntas de los dedos de los pies, se apresuraba hacia arriba y hacia abajo. Sus caderas empujaron contra los dedos de sondeo de El pelirrojo.

El pelirrojo sacó sus dedos del vicio de la niña lentamente deslizó dos de ellos en su boca, seguido de un tercero. Se chupó los jugos de los dedos. Se aseguró de fijar sus ojos en Hannah.

Lo siguiente que Hannah supo fue que había sido recibida al ver a un Arthur desnudo. Su corazón prácticamente se detuvo y aceleró al mismo tiempo. El Hufflepuff se deslizó del escritorio y se comió cada centímetro del cuerpo musculoso de El pelirrojo. El pelirrojola agarró y la jaló a su regazo.

El pelirrojosostuvo la parte posterior de la cabeza de Hannah en su lugar y la besó con algo feroz. Ella devolvió el fuego, enterrando su lengua de afecto primero en la garganta de El pelirrojo. Sus uñas agarraron el costado de la cara de El pelirrojoy profundizaron el beso sexualmente agresivo.

Una mano bajó y agarró a Hannah, apretándola sobre su agradable y regordete trasero. La bella mujer se frotó sobre su polla.

"Siempre he soñado con esto", dijo Hannah.

"Tú y aproximadamente el noventa por ciento de las brujas de entre once y ciento once años", dijo El pelirrojo.

Hannah sonrió, y miró hacia la polla dura de El pelirrojo que rozaba debajo de su falda. Ella miró la maravilla de la magia. Hannah se desabrochó la blusa y la dejó caer al suelo. Desde luego Susan y Megan tenían muchas mas tetas , a pesar de que era más que un puñado. Aun así, Hannah compensaba las cosas con su culo redondo, regordete. Hablando de eso, dejó caer la falda al suelo y usó un buen par de bragas negras y sedosas que se extendían sobre dicho amplio culo.

La ex Hufflepuff cayó de rodillas, usando el ancho culo de Molly como cojín. Envolvió su mano alrededor de su palpitante polla y la probó con la lengua. Ella solo quería disfrutarlo brevemente, hacerlo agradable y calentado para ser empujado entre sus muslos.

"¡Mmm, ¡qué bueno!" Hannah gimió.

Hannah agarró a El pelirrojo por el culo por detrás y guio su polla más cerca hacia sus cálidos y jugosos labios. Ella chupó su polla en su boca y se balanceó arriba y abajo sobre ella. El pelirrojo sostuvo la parte de atrás de la cabeza de Hannah y se guio hacia su cálida y agradable boca.

"¡Mmm!" Hannah gimió a toda velocidad al chupar la polla de El pelirrojo hasta el fondo de su garganta. Cada vez que El pelirrojo se enterraba en su garganta, su excitación alcanzaba un punto álgido.

"Sí", le dijo El pelirrojo. "Mmm, de hecho. Te tengo ahora, Sra. Abbott. Todo lo que puedes hacer es tomar mi polla y me gusta lo que estás tomando".

Hannah chupó su polla, disfrutando de la sensación de una enorme polla golpeando su garganta. El pelirrojo la sostuvo por la parte de atrás de su cabello y trabajó su virilidad en su boca. Esas bolas golpearon contra su barbilla.

El pelirrojo permitió que Hannah se divirtiera y cumpliera sus pequeñas fantasías traviesas de arrodillarse y chupar la polla de El pelirrojo. El maduro empujó sus dedos profundamente en la parte posterior de su cabeza y empujó su enorme polla por su garganta.

"Chúpalo, chúpalo como si fuera tu trabajo", dijo El pelirrojo. "¡Chúpalo como si tu vida dependiera de eso, señorita Abbott!"

La falta de uso de su nombre completo hizo que Hannah pensara que El pelirrojo tenía una posición de autoridad sobre ella y, de hecho, lo hizo. Él empujó su polla por su garganta, chupando más de la longitud posible por su garganta. Agarró la cabeza de Hannah y la folló bruscamente. Hannah se tomó a sí misma, sin amordazar demasiado. Las lágrimas corrieron por sus ojos por lo duro que El pelirrojo embistió su gruesa virilidad en el fondo de su garganta.

"Joder", gruñó El pelirrojo. "No queremos que sea demasiado fácil para ti".

Hannah se apartó. La polla de El pelirrojo estaba bien y lista. El pelirrojo se posicionó para que ella se subiera a su escritorio sobre sus manos y rodillas. Hannah hizo lo que le dijeron. Su trasero cubierto de bragas se quedó en el aire, preparado y listo para las nalgadas, si eso era lo que El pelirrojo pretendía hacer.

Él retrocedió y golpeó a Hannah en su trasero redondo, lo que hizo que su mejilla se sacudiera debajo de su mano. El pelirrojo retrocedió y le dio una palmada en el culo un par de veces más, lo que provocó que la respiración de Hannah aumentara.

"Tiene un buen culo, señorita Abbott", dijo El pelirrojo. 

La respiración intensa de Hannah aumentó con El pelirrojo moviendo sus dedos entre sus muslos. Fue muy intenso sentir lo que sus dedos podían hacerle. Se rozaron entre sus cálidos muslos. El pelirrojo luego empujó su polla en el punto de su entrada.

"¿Estás listo para ello?" Pregunto El pelirrojo.

"Quiero saber de qué hablan las otras brujas", dijo Hannah.

El pelirrojo empujó sus manos contra el trasero de Hannah y le dio un pequeño apretón. Ella tenía un culo digno de adoración y luego él pasó las manos por sus curvas. La emoción del Hufflepuff, convertido en reportero de un trapo de chismes de brujas, alcanzó un punto álgido.

"Bueno, vas a obtener una cuenta cercana y personal", dijo El pelirrojo. "Por lo tanto, no tienes que preocuparte por los rumores. Por supuesto, a veces las palabras no describen".

"No puedo esperar", dijo Hannah.

Y ella realmente no podía esperar, le dolía el coño y quería cada último centímetro de la varilla hinchada de El pelirrojo empujada entre sus piernas. Los labios de Hannah se separaron y El pelirrojo empujó la mayor parte de su polla como podía caber dentro de su apretado coño. El pelirrojo se aferró a ella y deslizó a su monstruo de una virilidad en el fondo del agarre de Hannah Abbott. Se sentía realmente bien estar rodeado de tanta carne cálida y femenina. El pelirrojo gimió cuando se apartó por completo de ella y volvió a empujarla.

"¡Maldición!" Hannah le rogó. "¡Quiero eso en mí, hasta donde puedas llegar!"

El pelirrojo aceleró el paso y le perforó el coño profundo y rápido con su polla. Disminuyó la velocidad un poco para asegurarse de que Hannah sintiera las sensaciones. Podía sentir su cuerpo calentándose debajo del suyo.

"¿Ya estás cerca?" Pregunto El pelirrojo.

"Estoy caliente como un tejón en celo!" Hannah gimió.

"Bueno, eso es apropiado", dijo El pelirrojo.

El pelirrojo no sabía acerca de los tejones en celo, además de Susan y Amelia esta sería su tercera puta. No es que quisiera descartar a nadie más, pero parecía que la mentalidad trabajadora de Hufflepuff se redujo a trabajar lo más duro posible para obtener algo de la polla de El pelirrojo.

Y ahora, El pelirrojo empujó su polla dentro del coño de la hermosa rubia debajo de él. El pelirrojo atrapó a Hannah con su palpitante polla dura y se apartó por completo de ella. Empujó más de su gruesa herramienta dentro de su cuerpo y luego la empujó.

Hannah no podía creer que la estuvieran follando en el escritorio del hombre más poderoso del mundo. Sin embargo, ella lo sintió, sintió su palpitante polla dura penetrar sus cálidos y apasionantes pensamientos. El pelirrojo se aferró a sus caderas y simplemente embistió su polla en sus profundidades.

Los dos entraron en un intercambio de placer el uno con el otro. El pelirrojo podía sentir el coño muy dispuesto de Hannah agarrándose a su grueso cuerpo. Le dio una palmada a la hermosa Hufflepuff en el culo y la hizo gemir en el segundo donde empujó su polla dura dentro de su cuerpo.

"Sí, bebé, ¡justo ahí!" Hannah respiró. "Fóllame más fuerte con tu palpitante polla".

"Oh, me aseguraré de que sientas esto por mucho tiempo", le dijo El pelirrojo.

Redujo la velocidad para asegurarse de que el último orgasmo llegara desde Hannah. En el momento en que El pelirrojo estuvo seguro de que el orgasmo llenó su cuerpo, comenzó de nuevo. Sus gemidos debajo de él, junto con su culo tembloroso, excitaron a El pelirrojo. Le dio una palmada en el culo a Hannah mientras la follaba por detrás.

Cada vez que El pelirrojo embistió su coño, Hannah pensó que iba a morir de placer y emoción. Golpeó profundamente dentro de su apretado coño y la sacó por completo. Hannah gimió ante la pérdida de su fuerte polla de entrar dentro de ella. Luego, sin otra pausa, El pelirrojo taladró profundamente dentro de ella.

Las nalgadas que recibió cuando la folló hicieron que Hannah goteara de emoción. Sus paredes se humedecieron y le permitieron entrar al centro.

"Me pregunto cuántos orgasmos puedes manejar antes de quemar", dijo El pelirrojo.

"¿Sucede a menudo?" Hannah preguntó.

"Bueno, mantengo ese gabinete lleno de pociones de resistencia por una buena razón", dijo El pelirrojo. "Además, pociones de rehidratación instantánea, y nunca son realmente para mí".

Hannah apretó más fuerte a El pelirrojo. La idea de que él la follara sobre su esposa dormida y que encima pudiera revolcarse y manchar las sabanas con sus jugos, la excito de sobremanera. De que ella se desmayara y no disfrutaría la sensación de El pelirrojo disparando su semilla ardiente dentro de ella.

"Oh, siempre es divertido cuando piensan que pueden vencerme", le dijo El pelirrojo. "Cuando realmente deberían saber mejor".

"¡No lo sé mejor!" Hannah gritó. "¡Edúcame!"

El pelirrojo empujó su polla dura dentro del coño húmedo de Hannah. Estiró el canal de Hannah con su polla dura y se aseguró de que ella sintiera cada centímetro de él cuando lo enterró dentro de ella. Su coño se apretó más profundo a su alrededor. El pelirrojo agarró su trasero y empujó más adentro de ella.

"Vas a aprender, como todos los demás".

Un orgasmo que fue unas diez veces más intenso que todos los orgasmos combinados golpearon a Hannah. Era como si El pelirrojo pudiera provocarla con el más mínimo esfuerzo ahora. ¿Su cuerpo se había vuelto tan sensible? El pelirrojo la moldeó como gelatina en su mano, empujando más de su longitud dentro de ella.

"Vas a aprender".

El pelirrojo mordisqueó el lóbulo de su oreja y lo chupó. Los gemidos de Hannah aumentaron en el momento en que El pelirrojo casi se apartó de ella y se estrelló profundamente dentro de ella.

"Nunca disminuyas la velocidad".

"Estoy más lento ahora de lo normal", dijo El pelirrojo. "Tu tierno coño nunca ha sido realmente jodido, ¿verdad? ¿No hasta ahora?

Hannah ya no podía negar a El pelirrojo. Su coño nunca recibió fuertes golpes al menos hasta ahora. Cada centímetro de la polla de El pelirrojo llenaba su cálido coño y lo estiraba por completo. El pelirrojo aceleró y perforó su vara dura dentro de ella.

"Más cerca."

Otro orgasmo golpeó a Hannah por completo. El pelirrojo podía sentir la tensión de su cuerpo, y también la energía que se extendía por sus entrañas. El pelirrojo se estrelló profundamente dentro de su cuerpo, y lentamente comenzó a trabajarla hasta el final.

Hannah apenas estaba consciente después de unos cuantos orgasmos más. De vez en cuando, su cuerpo volvía a la vida cuando El pelirrojo la agarraba por el culo o le perforaba el coño. Esas bolas parecían haber pasado capacidad. La magia de la magia resultó en que El pelirrojo se mantuviera aún más allá de su capacidad normal.

El pelirrojo montó su coño, canalizando suficiente magia a través de ella para mantenerla mayormente consciente. Al menos lo suficiente donde no estaba perforando su polla dentro de un cuerpo flácido, que no tuvo reacciones hacia él. No fue muy atractivo cuando tu compañero no se movió debajo de ti.

"Si todavía estás conmigo, obtendrás tu recompensa", dijo El pelirrojo. "No te preocupes, no te impregnarás a menos que estés cien por ciento seguro"

¿Estaba Hannah cien por ciento segura de que no quería que la golpearan? Tal vez no la primera vez, pero como todos los buenos reporteros, tendría que hacer un seguimiento. Y hablando de seguir, El pelirrojo cumplió su promesa de empujar su polla dentro de ella y disparar sus bolas.

El pelirrojo derramó su semen dentro del cuerpo de Hannah y la llenó. Es posible que no pueda salir de la oficina por su propia cuenta. Le dolían aún más los muslos que después de que Megan y Susan la ataron y decidieron experimentar con un Batidor. Pero eso no viene al caso. El punto era que El pelirrojo la llenó con tanta leche que Hannah pensó que iba a desbordarse.

Arthur se quito de encima del culo de la rubia que yacía desmelenada, sudorosa y cuyos jugos mezclados con semen estaban ahora cubriendo el manto de la señora Weasley. La niña observo como estaba la cama y como había puesto las tetas de la pelirroja con sus manos. El gran escote de Molly Weasley estaba salido de su sujetador y además señales de labios se veían por el y algún que otro liquido rezumaba.

Con suerte pareciera que los esposos habían tenido una noche de pasión y no que Arthur había profanado a una jovencita con su mujer profundamente dormida al lado. Sin embargo, al despertar, Amelia Bones mando una singular lechuza al alfeizar del dormitorio despertando a Arthur.

Viendo el recado que se le encomendaba, Arthur partio al trabajo. Sin darse cuenta de que otra persona había observado a Hannah durmiendo desnuda en su cama y con leche en sus muslos.