miprimita.com

Martí - 2

en Sexo con maduras

(Alea iacta est). (Dormir bien no está reñido con despertarte de vez en cuando si lo que piensas te dibuja una sonrisa. No, no soy una inconsciente, sabía bien lo que había hecho. Pero también era consciente de que una cosa era yo y otra muy distinta el propio Martí. Los hombres cuando toda su sangre se concentra en aquellos escasos 20 cm cúbicos bajan también allí toda su masa cerebral. Sin ninguna acritud, de lo contrario no estaría yo aquí compartiendo.

 
"Bon dia Martí, "..... espero hayas pasado una noche al menos tan mágica como la que he pasado yo. Le escribí. "vaig a classe"....yo la he pasado muy bien pero confundido.
- lo imagino y si te apetece creo que podemos comer juntos. Quiero verte sonreír mientras hablamos. A tal hora te espero en el restaurante (como aprendí de mi Amo elegí uno de los mejores de la zona)
 
Elegí muy bien lo que vestiría ya que la primera impresión es toda una declaración de intenciones para la otra persona. Elegante, acorde con el restaurante pero todo lo sensual que una mujer de negocios puede ser en una comida de mediodía. Vestir de otro modo podría interpretarse como arrepentimiento y ponerle en guardia equivocadamente. La siguiente muestra de naturalidad fue cuando llegó el y al besarnos procuré que los besos fuesen en las comisuras. 
 
- Si te pregunto por los estudios te pondré nervioso porque sabes porque te he invitado a comer pero aunque haya elegido este restaurante no conoces el alcance de lo que te pueda decir. Así, que que mejor que hablar de nosotros. O mejor dicho, de los nuestros. Porque tu y yo ayer estuvimos de cine pero no dudo que no has dejado de pensar en mi familia e incluso en que diría tu madre si se enterase.
 
Se que estas últimas semanas y ayer en particular te he sorprendido. Te contesto sin que me preguntes. Sí, le quiero, estoy muy bien y tenemos sexo. Ya tendremos tiempo de ir hablando de mí, pero como has visto existe otra Elih más allá de la amiga de la familia y ante todo nosotros dos no podemos ni debemos romper nada. Sabes muy bien que sois como de la familia. 
 
Tienes que saber que antes de atreverme a intentar nada contigo lo estuve pensando muchisimo. Lo que yo quiero y deseo darte, lo que quiero y deseo de ti y lo más importante lo que nuestra relación nunca debe perjudicar ni corroer. Empiezo por esto último. Eres, como son mis hijas, un chico muy comprometido y con buenos resultados en los estudios. Yo no te he descubierto el sexo pero nuestra sexualidad nada tiene que ver con las aventurillas que hayas podido tener por morbosas que hayan sido. Lo nuestro si continua, que continuará, por decirlo llanamente, engancha. 
 
Voy a parecerte pedante y seguramente la mayoría de quienes están comiendo aquí ahora añadirían que soy una desvergonzada pero quiero mantener una relación en la que te voy a enseñar a respetar el sexo y a las mujeres a la vez que descubrirás bajo el manto de este respeto se encuentra una sexualidad que podría parecer sórdida pero contrariamente es rica y generosa. 
 
La mesa era redonda y con mantel largo, lo que a medida que íbamos hablando el ambiente se fue relajando y ante lo que solamente podían ser dudas en cuanto a como debía de actuar me adelanté yo y le empecé a acariciar la pierna y ya metidos de lleno en la comida mi mano tuvo momentos para mostrarle mis deseos acariciándole sobre la bragueta. No tardó en tener su miembro duro y orgulloso fuera del pantalón para mi gozo y recreo.
 
Durante la comida le comenté y expliqué varias cosas sobre lo que representa una relación de sumisión, sorprendiéndose de lo potentes que son en lo emocional ya que como la mayoría había visto algo por internet circunscrito a las escenas de dolor y mazmorra. También se concretó que aquel sería un día de reconocimiento y placer y que no quería ninguna respuesta por su parte. Para ello le emplazaba a otra comida dentro de dos días en los que hubiese pensado detenidamente su respuesta. Condición era que durante estos dos días no debía de mandarme ningún mensaje ni buscarme. 
 
Respondiendo a sus preguntas e inquietudas así como miedos quedó claro que la única limitación que existiría era el respeto directo a mi familia, puediendo en la imaginación y la palabra ser introducidos en sus métodos para perturbarme. Que una sumisa se debe a su Amo y que espera de éste que no le tenga miedo. Que entendería que le costase al principio pero que si se decidía por el sí, yo sería suya y me podría tener y usar siempre que lo desease, donde y de la manera que estimase mejor para mí. 
 
Llegados a los postres y con el café en la mesa y aún siendo yo quien tomaba las iniciativas saqué un pequeño tubo de mi bolso y lubriqué con exceso mi mano que escondí debajo de la mesa posándola sobre su glade inchado y descapullado. Me atrevería a decir que esta es una de la prácticas que más me excitan y que vuelven locos a los hombres. La palma de mi mano resbalando sobre el glando del chico y buscando todos y cada uno de sus rincones más excitables: frenillo, agujerito e incluso la parte ancha del capullo. Allí sentados casi formalmente y mi mano provocandole aquellos espasmos que a todas luces debía de contener y disimular me tenia completamente húmeda y deseosa de ser follada.
 
Conocedora de todos los movimientos de su casa sabía que a aquella hora Irene, su madre, no estaría en su casa por lo que saliendo del restaurant le dije que le acompañaba, le sorprendí, pero ningún hombre puede contener su razón estando el el punto de excitación en el que se encontraba Martí. Por mi cabeza pasaron varias imagenes y me propuse mantenerle al borde del orgasmo mientras tomamos dirección a su casa, que dejando el coche donde estaba le propuse de recorrer a pie. Aquella zona mantiene muchas calles con casas unifamiliares típicas de hace más de cien años, con puerta de candel previa a la puerta de la casa, lo que aproveche para escondernos en un par de portales durante el trayecto donde le sorprendí con unos besos donde nuestras lenguas se retorcian y yo le apretaba su bragueta mostrandole lo puta que sería para el.
 
Esto lo sabemos todas las sumisas. Si el hombre se corre, sea vainilla, Amo o sumiso, relaja su creatividad.así que al llegar a su casa y casi sin darle tiempo a cerrar la puerta me agache y me la puse en la boca pero sacándomela al notar aquel punto de no retorno en sus palpitaciones. Como una puta traviesa le conduje hasta el salón y allí le besé volviendo a mostrarles mi incontrolado deseo. 
 
Me solté de el y mirándole con una seria sonrisa empecé a quitarle el cinturón de su pantalón y y ya con el en la mano y extendiéndola hacia el, le dije: Cuando me vaya vas a tener 48 horas para pensar en tu respuesta, pero lo mejor que podemos hacer es que tengas elementos de juicio. Se lo entregué doblado en dos y le enseñé que tenía que cogerlo por ambos cabos para que fuese el doblado de la mitad lo que azotara mis nalgas. 
 
"Teva" le dije y me apoyé sobre el respaldo del sillón ofreciéndole mis nalgas desnudas. No pasó nada, me tuve que aderezar y girarme. "sense por. Sóc teva". y le simulé un azote. Volví a ponerme ofrecida y esta vez después de repetirle se atrevió. Me volví a aderezar y otra vez mirándole con cariño pero también con convicción le dije. Eres hombre y vas a ser Amo, no me vengas con miedos. Azótame, sin miedo y sin piedad. El siguiente azote fue igual si no menor que el anterior, pero en lugar de levantarme y sin girar la cabeza le dije, otro, otro, otro, más, "vinga, així, síiii" y fueron los mismos azotes que le iban despertando y sacando el espíritu de doma que llevaba dentro. Cuando cogió el ritmo todavía le canté algún, otro, otro, otro, hasta que le dejé que fuese el quien encontrase el momento de parar. Ahora no podía ser yo quien le detuviera. Cuando noté que paraba le grité. "folla'm !" y agarrándose a mí desde detrás empezó a follarme con su miembro a punto de explotar, lo que ocurrió a los pocos embites.
 
Me revolví y arrodillé ante el y me la puse en la boca chupando y tragandome las últimas gotas que libraba y me regalaba. Aquel salón olia a sexo. Era inconfundible !.
 
Ya vestida, me acerqué a el y le abracé. "eres el meu petit, sempre ho seràs", le besé, le acaricié, le mimé sonriente. Aprenderás y entenderás que nada ha cambiado entre nosotros y nuestras familias y a la vez todo da un giro de 360 grados. Sí, de 360 porque para que nada cambie se debe llegar al punto de partida pasando por todos los caminos y senderos que se encuentren en el recorrido.
 
Elih