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Mi experiencia como esclava sumisa II

en Sexo con maduras

Esta es la continuación de mi historia, cuya primera parte se ha publicado el 1 de Julio de 2019 en Todo Relatos. Recordaréis que tras acabar de follar con las dos pollas a la vez (la de carne de Said y la de goma  doble que tenía colocada la Perra nº 1) por el coño a Esperanza y tras descansar un rato, Said dice a sus esclavas que le sigan a la sala de tortura donde va a infligir a la Perra nº 1 su castigo por no hacer bien lo que le ha ordenado. Esperanza los sigue a los dos. Y aquí es donde nos quedamos en el relato anterior, ahora continuamos con el mismo.

Entramos en la sala de tortura, a las 4,25 de la tarde y el AMO, hizo que la Perra nº 1 se colocará en medio de la sala donde había unos grilletes a cada extremo de una barra de acero inoxidable, que colgaban de una cadena, que estaba metida por una polea clavada en el techo. Y en el suelo había otros dos grilletes. Él AMO me dijo a mí:

“Perra nº5, colócala a esa puta en sus muñecas los grilletes que cuelgan del techo y en sus tobillos los que hay en el suelo, y después ponte ahí al lado de mi sillón, quiero que veas en primera fila como castigo a mis Perras que no me obedecen o no hacen bien lo que les indico”.

Hice todo lo que me dijo mi AMO y al terminar me dirigí hacía el sillón y de pie junto a él me puse a mirar a mi compañera con los grilletes puestos como yo la había dejado.

Entonces el AMO se fue a la pared, donde estaba enganchada la cadena que sostenía la barra con los dos grilletes y fue tirando de la cadena hasta que consiguió que mi compañera quedara prácticamente colgada de sus muñecas, consiguiendo que solo tocara el suelo con la punta de los dedos de sus pies. Después fue a uno de los muebles que había en una de las paredes de la habitación y de uno de los cajones sacó una bolsa con gomas elásticas. Luego se acercó a Perra nº1 y cogiendo primero uno de sus pechos fue colocando gomas elásticas dando unas veces una vuelta y otras hasta tres vueltas en varias zonas de la geografía del pecho de mi compañera; haciendo con ello que, en un principio, al comenzar a apretarlos, salieran chorros de leche de su pecho. Luego cuando dejó de apretarle, el pecho quedó completamente deformado parecía un chorizo gordo mal atado (como dicen en mi tierra un morcón), quedándole la parte delantera de su pecho muy tensa su piel y fue cogiendo primero, todo el pecho un color rojo, para ir poco a poco adquiriendo un color cada vez más morado. Luego hizo lo mismo con el otro pecho. Cuando tuvo en los dos pechos colocadas todas las gomas, como él quería tenerlas, comenzó a dar golpes fuertes con las palmas de sus manos, primero en sus pezones y aureolas para después dárselos en toda la superficie de ambos pechos. Perra nº 1 al recibir cada golpe no podía soportar el dolor y emitía gritos:

“Ahhhhh, uffffff…..ahyyyyyyyy…..ahhhhhh…..”

Luego el AMO se dirigió de nuevo al mueble de donde había sacado antes las gomas elásticas y sacó una caja que contenían agujas de inyecciones de unos 10 cms de longitud. Se acerca de nuevo a la mujer que tiene colgada del techo y tras sobar durante un tiempo sus dos senos, sin quitar las gomas elásticas, comenzó a atravesar primero los pezones y aureolas de la chica con varias agujas. Cuando creyó oportuno comenzó a clavarle otra serie de agujas en las partes del pecho que quedaban libre sin cubrir por las gomas elásticas. Cuando acabó con ese pecho hizo lo mismo con el otro pecho. Luego cogiendo una vela, la encendió y comenzó a dejar caer la cera derretida, de la vela, por ambos pechos. Perra nº 1 no dejaba de gritar y quejarse dando verdaderos gritos de dolor y convirtiendo sus ojos en dos fuentes de lágrimas.

El AMO me mira a mí y me dice:

“Ves Perra nº 5 lo que pasa cuando me desobedecéis, mira esta puta vaca como llora y sufre con el castigo que la estoy infringiendo, pero todavía la queda bastante por sufrir, pues solo acabamos de comenzar. Tras ver como la estoy tratando a esta vaca sus ubres, tú Vaca nº 3 no voy a poder dejarte sin ordeñar hasta pasado mañana, si no que tendré que hacerlo mañana; pues esta puta cuando acabe con ella, no va a ser posible ni siquiera acariciarla sus pechos del dolor que tendrá en ellos y por tanto menos será posible poderla ordeñar. Pero eso ya será mañana, ahora sigue con atención como continuo con el castigo de esta puta perra, para que aprendas y no caigas en el mismo fallo que ha tenido ella de no hacer bien lo que la había pedido”.

Luego se acercó de nuevo a Perra nº1 y comenzó a quitarla las agujas que hacía un rato la había colocado en sus pechos. Al hacerlo comenzó a salir sangre de cada uno de los agujeritos que cada aguja había hecho en su piel. El Amo no lo da importancia y entonces coge varias de esas agujas y se pone de rodillas entre las piernas de la Perra y comienza a traspasar con ellas los labios mayores del coñito de mi amiga, hasta que consigue quedarla completamente cerrado todo su hermoso coñito.

La queda puesta las agujas y acercándose a una especie de armario (tipo armero) saca una fusta y comienza con ella, primero azotar las nalgas y culo de la chica, para pasar luego a darla bastantes latigazos, con ella, en la espalda hasta que la hace sangrar. Después pasa a la parte de delante y colocándose a un lado de mi compañera comienza a darla con la fusta golpes muy exactos y estudiados en los pezones, aureolas y pechos de la Perra. (No comentó ya los gritos y lloros de mi amiga, a esta altura del castigo, pues no ha parado de darlos y llorar desde que comenzó el castigo). Luego le da 7 o 8 latigazos más con la fusta en su vientre, la chica trata de doblarse por el dolor, (pero al estar sujeta por sus muñecas y tener bien tensada la cadena que sujeta la barra con los grilletes) pero la es imposible poder doblarse para amortizar el dolor. El AMO, después baja y comienza a darla, primero golpes, despacio y un poco separados, en su coño (que tiene cerrado, por las agujas que el muy vestía de nuestro AMO, hace un rato la ha puesto). Tras estos primeros fustazos en su chochito comienza poco a poco a darle golpes más seguidos y certeros, sobre esa zona tan delicada de su cuerpo.

Luego deja de golpearla y comienza a quitarla las gomas elásticas de sus pechos, los tiene completamente morados. Después baja a su coño y la va quitando todas las agujas que la ha colocado para mantenerla cerrada su precioso coñito. Al sacarla las agujas comienza a salir sangre por los orificios que estas han dejado en los labios mayores de su almejita, luego me dice a mí:

“Tú Perra nº5 ayuda a esta Perra, sóbala sus ubres para que la vuelva a fluir la sangre en ellas y no tenga complicaciones. Yo la voy a bajar, cuando sus pies se puedan apoyar todos en el suelo, quítala los grilletes de sus muñecas y tobillos y libérala. Después la das con esta pomada (me entrega una caja con una pomada) para cicatrizar y aliviarla las heridas que la he hecho al castigarla. Con esta pomada descansará y mañana gran parte de las heridas y marcas del castigo la habrán desaparecido”

Yo me acerqué donde se encontraba mi compañera, y la quite los grilletes de la muñeca, y al hacerlo Perra nº1 se agarró a mi cuello, pues apenas tenía fuerzas para sujetarse. Yo la abracé y la besé en la boca y la dije:

“Tranquila, apóyate en mí, vamos agacharnos las dos juntas, para que pueda abrirte y liberarte de los grilletes de los pies. Después te miraré y te curaré las heridas que el AMO te ha producido con el castigo que te ha infringido”

Ella hizo lo que yo la dije, se agachó pegada y agarrada a mí y yo la liberé de todos los grilletes. Luego quedamos sentadas las dos abrazadas en el suelo y al vernos nos dijo el AMO:

“Perra nº 5, atiende a tú compañera y cuando la hayas curado y llevado a su cuadra, te vas a la tuya y te pones, los zapatos que has traído de tú casa y la ropa que tienes colgada en la segunda alcayata. Te colocas también, el collar en el cuello y subes al salón donde te espero. Son las 6 de la tarde espero que a las 6,45 estés lista delante de mí y vestida con la ropa que te he indicado, pues quiero dar un paseo y tú me acompañaras”.

Y después dirigiéndose a mi compañera la dijo:

“Espero que hayas aprendido la lección Perra nº 1. Hacía tiempo que no me dabas motivo para castigarte y si te digo la verdad, (me alegro que no hayas cumplido como yo deseaba lo que te mande), ya iba echando de menos castigarte. Sé que otras veces el castigo ha sido mayor, pero en esta ocasión he querido ser un poco suave y moderado en el castigo por estar delante por primera vez la Perra nº 5, pero sabes, que a partir de ahora los castigos volverán a tener la misma dureza que han tenido siempre o quizás hasta más. Espero que desde ahora hasta la hora de la cena te hayas recuperado, pues esta noche quiero cenar con mis cuatro Perras, todas presentes, en el salón a las 9,00. Por tanto, recupérate o volverás a sufrir otro castigo, caso de que no estés con tus compañeras en la cena”.

Dicho esto, salió de la sala de castigo dejándonos allí sentadas en el suelo casi desnudas a las dos abrazadas una a la otra. Yo acariciaba a mi amiga con delicadeza y la pasaba mi lengua por las heridas de sus hermosos pechos, por su cuerpo y me paré un rato en acariciar y pasar mi lengua por sus doloridos labios mayores de su coñito. A cada caricia mía ella emitía un suspiro unas veces de dolor y otras de placer. Yo al oírla gemir, la dije:

“Si te hago daño o te molesta que te acaricie con mi lengua, me lo dices y lo dejo, pues no quiero causarte más dolor. Aunque me gusta mucho poder besar y acariciar tú cuerpo, aunque lo tengas tan dolorido y con las heridas que tiene en él”

Ella me contesta:

“Sigue, a mí, aunque me duele, también me gusta que me beses y pases tu lengua y labios por mi cuerpo, aunque más me gustaría que lo hicieras cuando este curada. Sé que hoy vas a dormir con el AMO, pero si mañana no lo haces, me gustaría que me dejaras ir a tú cuadra y que pasemos la noche juntas. Creo que será mejor que comiences a curarme las heridas y los hematomas de la fusta, si tienes que estar a las 6,45 junto al AMO, tenemos poco tiempo. Coge la crema y ves aplicándomela por todo mi cuerpo. El AMO tiene razón de que es un buen bálsamo para aliviar el dolor y curar y cicatrizar las heridas. Lo hace él mismo y la verdad es que da resultado, no sé qué mezclará y cuáles serán los componentes, pero es más eficaz que cualquier pomada que puedas comprar en la farmacia”.

La hice caso y comencé aplicarle el ungüento que nuestro AMO, Said, había fabricado y me había dado para que se lo aplicara. A la vez que se lo aplicaba ella me dejaba hacer y de vez en cuando llevaba su mano a mis pechos y me los acariciaba, y yo como agradecimiento, por sus caricias, la daba un beso en su boca. Cuando terminé, de aplicarla la pomada, la acompañé a su cuadra y tras dejarla tumbada en el colchón, la dije:

“Descansa y si puedes duerme un poquito, a las 9 nos vemos en la cena”

Después salí de allí y me dirigí a mi cuadra, entré y cerré la puerta. Miré hacía las alcayatas y pude ver en la segunda alcayata la ropa que mi AMO me había mandado que me pusiera. La ropa que había colgada era un sujetador y una blusa transparente y una especie de salto de cama corto, todas las prendas eran transparentes y todas de color hueso y de la talla M, menos el sujetador que era de la talla 110. Al ver la talla, sabía que me quedarían pequeñas y por esa razón haría que resaltaran más aún mis pechos y otras partes de mi cuerpo, aparte de poder ser contemplado con todo lujo de detalles al ser las prendas transparentes. Las bragas las tenía completamente empapadas de mis jugos y de los restos de semen de mi AMO, pero no podía quitármelas y ponerme otras, pues eran las únicas que tenía. Tampoco podía lavarlas, pues no tenía agua ni útiles de lavar ropa. A mi nariz subía ya el olor a flujo y semen que mis bragas desprendían. Sabía que todas las personas que me cruzara o pasaran a mi lado podrían apreciar perfectamente este olor y eso me daba mucha vergüenza. Pero no podía quitármelas y desobedecer al AMO, de modo que como pude, y con gran esfuerzo, me fui colocando el resto de la ropa que había colgada en la alcayata. El sujetador, aparte de apretarme bastante, me vi negra para poder meter en él mis grandes pechos. La prenda no podía guardar toda mi masa mamaria y la mayor parte de ellas sobresalían por todas las partes de la prenda y parecían que fueran a explotar de lo apretada que estaban. La blusa solo pude abrocharme los dos botones de abajo, el resto no me abrochaba, quedando fuera de ella el sujetador, mal sosteniendo mis grandes ubres. Me puse encima la batita, tipo salto de cama, que tampoco me pude cerrar, pues no me llegaba para juntar las dos partes de la misma. Cogí el collar y me le coloqué en mi cuello, dejando que la correa del mismo, callera a lo largo de todo mi cuerpo, llegándome hasta mis rodillas. Luego me puse mis zapatos y salí de mi cuadra dirección al salón donde estaba segura ya me estaría esperando mi AMO.

Cuando llegue al salón mi AMO ya me esperaba, al entrar dirigió su mirada hacía mí y un poco antes de llegar a la altura donde él se encontraba me dijo:

“Perra, quédate donde estas y da varias vueltas sobre ti misma, quiero apreciar cómo te sienta las ropas que te he dicho que te pongas “

Yo sin decir palabras hago lo que me ha indicado y cuando estoy girando en la segunda vuelta, me dice:

“Ahora quiero que te inclines hacía delante como si fueras a coger algo del suelo, pero sin doblar las rodillas”

Hice lo que me dijo y pude notar que al hacerlo quedaba mi culo y coño completamente a la vista de todo el que estuviera tras de mí, rápidamente supe lo que el AMO quería comprobar. Cuando acabé y me incorporé Said me dijo:

“Me gusta cómo vas, aunque reconozco que las tallas de la ropa que te he dado son excesivamente pequeñas. Hoy tendrás que salir con esta ropa, pero a partir de mañana te pondré otras de la talla L y el sujetador de la talla 140, pues, aunque así estas excitante, pero creo que será más morboso poder exhibirte con ropas (que, aunque sean de menor talla que las que usas habitualmente) que no te queden tan escasas y más con los cambios que tengo pensado hacerte en tú cuerpo en estos días que vienen. Como te has portado bien y no te ha importado que la ropa sea tan pequeña y te la has puesto sin protestar, te voy a permitir que te quites el collar de perra y salgas conmigo a la calle sin él”

Yo me incorporé y me quité el collar de mi cuello, como me había indicado y lo dejé sobre el suelo, y después le dije:

“Gracias AMO por permitir que le acompañe en su paseo y el concederme el premio de no tener que llevar el collar colocado en mi cuello y que haya decidido cambiarme a partir de mañana las tallas de mis ropas”.

Él se acercó a mí y dándome unas palmaditas en mi culo me dijo:

“Muy bien Perra nº 5, veo que en este corto tiempo que llevas conmigo, vas aprendiendo a comportarte. Sígueme, vamos al garaje a coger el coche, quiero llevarte a dar un paseo y que algunos amigos te conozcan y vean a mi nueva perra”

Bajamos al garaje y nos metimos en coche, él al volante y yo en el asiento del conductor. Antes de arrancar abrió la guantera del coche y sacó de ella una pequeña cajita que contenía dos bolas chinas, las sacó de la caja y dándomelas me dijo:

“Métetelas en tu chocha, puta, quiero que te vayas poniendo caliente por el camino, pues después te hará falta que estés muy excitada para lo que te espera”

Yo las cogí y con cuidado me las introduje en mi vagina. Él abrió con el mando la puerta del garaje, arrancó su coche y salimos a la calle donde estuvimos recorriendo con el vehículo varias calles por un periodo de unos 10 minutos. Ya alejados del domicilio de mi AMO, este paró el vehículo y estacionó en un lado de una calle. Luego me dijo:

“Ves aquella nave que está allí al final de esta calle, pues es donde vamos a ver a mis empleados del top manta, quiero que te conozcan y sepan que eres mi nueva Perra, probablemente les deje que se diviertan un poco contigo. A estas horas no espero que haya más de 6 o 7 en ella, los demás deben de estar trabajando. Venga, bájate del coche y ves delante de mí hasta que lleguemos a la puerta”

La nave en cuestión estaría a unos 200 metros de distancia de donde habíamos estacionado el coche. La calle, aunque no estaba muy concurrida de gente, la verdad es que no dejaba de pasar por ella personas en ambas direcciones. A mí me daba un poco de apuro salir, así como iba vestida a plena calle, pero sabía que si no lo hacía el Amo se enfadaría y me castigaría y tras ver cómo eran los castigos que Said infringía a sus Perras, era mejor no enfadarle y complacerle en todo lo que me pidiera y me ordenara que hiciera. También las bolas chinas introducidas en mi vagina estaban haciendo su función, pues habían conseguido ponerme a cien de lo excitadísima que estaba.

Me bajé del vehículo y me puse andar, dirección de la nave, delante de él. Me sentía desnuda por completo, pues sabía que la ropa que llevaba puesta no me tapaba ni ocultaba nada de mi anatomía. Con las personas que me cruzaba se quedaban mirándome, algunos de ellos me insultaban o decían cosas humillantes sobre mí persona y varios de los que me crucé sacaron sus teléfonos móviles y me sacaron fotos, que seguramente más de une este a esta hora circulando por internet. Cuando me cruce con dos señoras maduras de unos 5 o 10 años mayores que yo, me dijeron:

“Pero será golfa, no le dará vergüenza salir e ir por la calle, así como va, pero si va prácticamente desnuda y enseñando toso. Ojalá se cruce con la policía y la pongan una buena multa o incluso que la detengan por escándalo público, que descarada y que, sin vergüenza, ya no hay respeto ninguno”.

Yo agacho mi cabeza y me ruborizo de la vergüenza que me da el mostrarme así y de oír esos comentarios sobre mi persona. Sé que voy mostrando toda mi anatomía igual que si fuera desnuda y sobre todo mi coñito, debe de destacar del resto del cuerpo, dado que va rodeada por mi espesa mata de pelo negro que es la pelambrera que llevo entre mis piernas.

Por fin llegamos a la puerta de la nave, me paro ante ella y mientras mi AMO abre, me dice, dándome unas palmaditas en mi culo con la mano que le queda libre:

“Muy bien Perrita, así me gusta que te portes. Sé que te ha costado hacerlo e incluso que has pasado vergüenza, pero lo has hecho y no te has negado a salir e ir medio desnuda por la calle y eso me ha agradado muchísimo. Eres una buena puta y sé que vas a ser una gran Perra sumisa. Ahora tendrás tú premio con mis empleados, pues sé que debes de ir muy caliente, con las bolas chinas metidas en tú coño. No quiero que te las saques, sino que permanezcas todo el rato con ellas dentro de tú chocha y como premio, además de ofrecerte a mis empleados voy a dejar que te corras cuando desees, sin tener que esperar a que yo te lo ordene”.

Yo le contesté:

“Gracias AMO, por esa deferencia hacía esta puta Perra”

Entramos y ante mis ojos apareció una nave medio abandonada, en la que había en el suelo varios colchones viejos y en las paredes puntas con ropa de hombre colgada. Al fondo había una habitación (luego supe que era el almacén donde se guardaba la mercancía que esos pobres negros y moros, vendían por las calles) y al lado una puerta que podía aún leerse WC-Aseos con letras medios borradas. Tumbados en los colchones había cinco hombres, cuatro eran de color y uno blanco al que sus rasgos delataron enseguida como moro. De pie se encontraban otros tres negros, altos y grandes, que me miraban con sus grandes ojazos negros desorbitados y enrojecidos. Había un fuerte olor a sudor, seguramente provocado por la excitación y la tensión de aquella jauría de machos, en cuyas caras se podía apreciar el deseo con que me miraban.  Al vernos entrar todo se quedaron callados y mirándonos, entonces mi AMO les dijo:

“Mirad chicos, aquí os presento a Perra nº 5, es mi nueva Perra, se ha estrenado como tal hoy, a las 12 de esta mañana me la ha entregado su amante (algunos de vosotros le conocéis, pues es vuestro antiguo compañero Ibra) para que sea una de mis perras durante 5 días y después ya veremos qué pasa. Acercaros y miradla, y si os gusta (aunque sea un poco madura para vosotros, y para premiaros por vuestro buen trabajo realizado en estos últimos días, podréis disfrutar de ella durante tres cuartos de hora. Como es poco tiempo tendréis que disfrutarla todos juntos. Podéis follárosla por donde queráis, incluso varios a la vez, tocarla, sobarla, sacarla todas las fotos que queráis con el teléfono móvil, azotarla o hacer con ella lo que queráis, pero no quiero que nadie la apriete, ni ordeñe ni saque ni una sola gota de leche de sus tetas, (sí sus ubres están dando leche, pues está amamantando a un hijo que ha tenido hace dos meses), pues si lo hacéis y la sacáis aunque solo sea una gota, la diversión se habrá acabado y además tomaré represalias contra vosotros, ¿entendido?”

Todos al unisonó y con una sonrisa en sus rostros le contestan:

“Si Said, gracias por hacernos este regalo y no te preocupes que no la ordeñaremos ni sacaremos ni una sola gota de leche de sus tetas, como tú nos has dicho”

Uno de ellos, el único blanco, (es decir el de rasgos moros), se acercó a mí se agacho y me miró de cerca mi coñito, pudiendo apreciar como salían de él los cordones o hilo de las bolas chinas que llevaba introducida dentro de mi vagina, entonces dirigiéndose a mi AMO le preguntó:

“Said, y estos cordones que la salen de su chocha ¿Qué son?”

Mi AMO, mira hacía mi coñito y viendo los cordones colgando, se sonríe y le contesta:

“Eso, Ahmed, es que la he metido unas bolas chinas para excitarla y mantenerla muy caliente para vosotros. Quiero que, si alguno quiere follarla, lo haga con las bolas chinas metidas en su coño, pues no quiero sacárselas, de esa forma, aunque la estéis follando no se la pasará la excitación y permanecerá caliente y excitada para el siguiente de vosotros que quiera seguir follándosela por su chocha. Sé que quizás sea molesto para el que se la esté follando al chocar su polla con las bolas, pero también con ello le dolerán a ella dentro y a la vez se las moveréis más de lo normal y la puta se correrá sin parar del placer que ello y vosotros la produzcáis. Se me había olvidaros deciros que la podéis follar sin condón, pero que dentro de ella solo os podéis correr en su chocha, si se la metéis por sus otros agujeros cuando os lleguen las ganas de correros tendréis que hacerlo en este bote de cristal que he traído y procurad que no se desperdicie nada de vuestras correduras, por favor”

No sé dónde llevaría el AMO el bote de cristal pues por el camino no se lo había visto.

Los ocho hombres, tras dejar de hablar y darles instrucciones Said se acercaron a mí y me rodearon, yo al sentir a mi alrededor aquellas respiraciones agitadas y ver como los tipos se llevaban la mano a aquellos tremendos bultos, que tenían bajo sus pantalones y que delataba su excitación, me excité aún más, de lo que me tenían el continuo movimiento de las bolas chinas en el interior de mí vagina. Un montón de manos comenzaron a tocarme y sobarme por todas partes. Cuando llevaban unos minutos sobándome, Ahmed, el moro del grupo, dijo a los demás:

“Amigos tenemos poco tiempo y si todos queremos follarnos a esta puta blanca tendremos que comenzar ya. Propongo que se lo hagamos primero de uno en uno por su chocha, para eso tendremos que ser rápidos y por tanto tendréis que ir masturbándoos todos mientras uno se la folla, para cuando os toque podáis gozarla y correros rápidos dentro de su vagina. Cuando todos la hayamos ya follado por su chocha, comenzaremos hacerlo de tres en tres a la vez uno por cada uno de sus agujeros (boca, chocha y culo), mientras a otros dos de nosotros (la puta mientras la follan los tres que corresponda por su agujeros) que les vaya masturbando y los otros tres que la sujeten bien y la abran a tope sus piernas para que los que la estén follando lo hagan con toda la facilidad del mundo. Luego cuando unos acaben los otros iremos ocupando su lugar hasta que se acaben los tres cuartos de hora que el patrón nos la ha dejado. Creo que de esta forma todos podremos follárnosla casi con toda seguridad por sus tres agujeros o al menos como mínimo por dos de ellos y también Said quedará contento de que le podamos ir llenando el bote de cristal con nuestra leche cuando no la estemos follando por la chocha”

Tras decir esto, Ahmed, se acercó a mí, me sujetó mi cabeza por la nuca y me acarició mi cabeza. Acercó su cabeza a la mía y comenzó a besarme, quedándose un rato pasando su lengua y disfrutando de mis labios para luego meterme su asquerosa lengua dentro de mi boca. Yo por instinto hago un intento para separar mi boca de la suya. Pero entonces el AMO Said me mira serio y entonces yo me dejo besar ya sin oponer resistencia. Ahmed, a la vez que me besa, desliza su mano entre mis piernas frotando toda mi rajita por encima de las bragas, que, al tener la abertura en ellas, toca sin ninguna dificultad mi mojada almejita, mete por la raja la mano buscando mi clítoris hasta que consigue llegar a él y comienza a tomármelo y estimulármelo. Yo entonces, reaccionó ante el estímulo y placer tan agradable que siento, pero ver aquellos rostros de los negros que me rodean, oír sus gruñidos y palabras ininteligibles y pensar en lo que se avecinaba y la humillación de que estoy siendo un objeto, me excito aún más y me suben unas ganas locas por que comiencen a follarme todos aquellos hombres, que no puedo explicar. Lo más normal es que sintiera miedo y preocupación por lo que me pudieran hacer, pero era todo lo contrario solo deseaba ser suya por todos mis orificios y que hicieran en el tiempo que les quedaba todo lo que quisieran con mi cuerpo.

Ahmed miró a los demás y riéndose les dijo:

“Amigos, esta puta blanquita está muy caliente y excitada y nos está pidiendo guerra a gritos, de modo que habrá que emplearse a fondo, para poder contentarla y que se vaya, cuándo acabemos con ella, bien llena de nuestras leches y satisfecha”.

Mientras decía esto, lleva sus manos atrás de mi espalda y me desata el sujetador y se le tira a sus compañeros que se pelean por cogerlo (no le volví a recuperar, pues el negro que le cogió se le guardo y se quedó con él). Yo a la vez siento como otras manos tratan por detrás de quitarme las bragas, pero Said (el AMO) le ve y les dice:

“Las bragas no se las quitéis, podéis follarla, tanto por delante como por detrás, con ellas puestas, para eso lleva las rajas en ellas. El resto de la ropa si queréis se la podéis quitar, pero cuando acabe se lo tendréis que devolver. Bueno para que veáis que no soy tan malo como pensáis, podéis quedaros también con el sujetador y mientras estáis con ella ya pensaré si os dejo y os regalo alguna prenda más de esta Perra. Ya veo que os gusta, la verdad es que es una buena perra, muy caliente, complaciente y muy puta, ja,ja,ja,…disfrutad de ella amigos, pues estoy seguro que tardareis bastante tiempo en poder hacerlo con una mujer tan buena como esta madurita blanquita que hoy os estoy regalando”.

Tras las palabras de mi AMO continúan con su sobeteo de mi cuerpo, noto como me acarician mis muslos, mientras otro me besa y mordisquea suavemente mis nalgas acercándose con su boca muy cerca de mi coñito, que a esa hora está completamente mojado y destilando gran cantidad de flujos vaginales. A su vez Ahmed tras liberar mis pechos del sujetador, comienza a sobármelos y amasármelos con suavidad, sin apretarlos para evitar que de ellos salga alguna gota de leche, (pues sabe que, si esto ocurre, todo se habrá acabado). Se le ve deseoso de poseerme y por tanto no se arriesga, a perder esta oportunidad que tiene de poder follarme por todos mis orificios, pues como ha dicho Said, estoy segura que nunca antes, habrá podido estar con una mujer blanca de mis características y que tenga un cuerpo como el que yo le ofrezco en estos momentos. Yo cierro mis ojos y me dejo llevar y abandonar a mis sensaciones, esas sensaciones de placer que en esos momentos estoy sintiendo, sin importarme nada quién me toca o besa o me vaya a poseer, me da igual sea negro, moro, joven, viejo guarro o sucio o el tipo de persona que sea. Yo solo quiero seguir sintiendo esa excitación y placer que en esos momentos estoy sintiendo. Las manos de uno de los negros separan mis nalgas, tras de mí, y comienza a hurgar con uno de sus dedos y con su lengua el agujero de mi culito.

En pocos minutos me han quitado todas las “ropas” que llevaba encima, menos las bragas (como les ha ordenado él AMO), y me tumban sobre uno de los colchones viejos y sucios que hay en el suelo. El moro Ahmed, cada vez más excitado, clavó su mirada en la gran mata oscura y rizada de pelo que sobresale entre mis blancas piernas. Se pone de rodillas entre mis piernas y con sus manos separa los labios de mi vagina y mira con placer y gusto las paredes rosadas y muy mojadas de mi vagina. Acerca sus labios que se apoderan de mi excitada y jugosa rajita, comenzando a chuparla y poco a poco lo va haciendo con mayor intensidad y a la vez con sus dedos juega con los cordones de las bolas chinas aumentando aún si es posible mi excitación y calentura.

Mientras tanto un negro parece haberse vuelto loco, mordisqueando con suavidad y chupando mis (ya en ese momento, como consecuencia de mi calentura), duros y gordos pezones de mis turgentes y grandes tetas, aún más gordas de lo normal, por no haber dado de mamá desde las 12 del día ni haberme ordeñado para sacarme mi leche de ellas. Las amasa, las recorre con su boca sintiendo la suavidad de mi piel blanca, que hace un fuerte contraste con su negra cara. Yo es tal el placer que siento, por la comida de mi coño y pechos que me retuerzo de placer y no hago más que emitir sonidos y gemidos de placer:

“Aaahhhhhh…..asiiiiiiii….siiiiiiiii….siiiiii …seguidd…seguiddd…comiendome mi coñitoooooo y mis pechooooss….oooohhh….siiiiii….siiiiii…..como me gustaaaaa…ahhhhhhhh…..que gustooooo y que placeeeerrrr….me estaisss dandoooooo…….cabroneeeesss…….no pareisss……seguiiiiddd…”

Los machos que me rodean, al oírme gemir de placer comienzan a gritar barbaridades sobre mí y como sementales bravíos, comienzan a desnudarse y a frotarse con sus manos sus negras y grandes pollas, al verme y oír cómo me estremezco y gimo de placer.

El moro y el negro, que me han hecho subir a ese estado de excitación, al oírme, se miraron sonrientes y satisfechos al verme así de excitada y totalmente entregada. Se vuelven a mirar y de nuevo se aplicaron con mayor intensidad, a disfrutar de mi coño y de mis grandes pechos.

Mi torso, mi vientre, mi cuello, mis muslos fueron poco apoco recorridos y disfrutados por sus bocas. Los dos hombres estaban también muy excitados. Momentáneamente noto la ausencia de sus manos y bocas recorriendo y manoseando mi cuerpo. Cuando abrí los ojos veo que se estaban desnudando (eran del grupo los dos únicos que aún permanecían vestidos, al haber estado entretenido con mi coño y tetas) mientras que las miradas de todos los demás se clavaban en mi cuerpo desnudo y expuesto y ofrecidos a ellos. Por un momento me surge un brote de pudor al verme observada por todos ellos e instintivamente, cierro mis ojos y hago ademán de cubrir mi entrepierna y mis pechos con las manos (cosa absurda cuando llevo desde que mi Amo me entregó a ellos desnuda y a su merced y durante todo ese tiempo desde que me quitaron las ropas han estado viéndome desnuda e incluso sobarme con sus manos, bocas y lenguas. Al darme cuenta de la idiotez que estoy haciendo al intentar cubrirme, abrí de nuevo mis ojos, pero la sorpresa me hace abrirlos aún más al contemplar las vergas enhiestas y duras de Ahmed y Louis, ya totalmente desnudos. Eran dos pollas grandes más larga la del negro que la del moro, pero por el contrario el moro la tenía muy gruesa. Hice una pasada rápida por las de todos los demás y la verdad es que la mayoría de ellas eran largas, no menores de 24 o 25 cms y algunas tenían un buen grosor, aunque la que más gruesa me pareció era la que estaba pegada a mi cara, es decir la del moro Ahmed.

El moro me miró sonriéndome y acariciándose su gruesa y respetable polla (calcule que mediría de larga unos 23 cms y de gruesa el diámetro no bajaría de 8 cms). Luego les indicó a los negros que quería ser él el primero en disfrutarme sólo. Nadie se lo discutió. Se puso de rodillas, entre mis piernas, sobre el colchón donde me encontraba yo, me separó las piernas, diciéndome:

“Ábrete todo lo que puedas puta branquita, me excita muchísimo tu pelambrera en tu chocha y sobre todo también la de tus sobacos, he estado con mujeres, incluida la mía, pero la mayoría tienen depiladas sus sobaqueras y las que llevan pelos en su chocha no llevan tantos como tú, al verlos me han excitado muchísimo y más al ver el contraste de tus pelos negros con la blancura de tú piel. Sé que estas muy caliente y que estas deseando que te folle y es lo que voy hacer ahora mismo, así que puta abre todo lo que puedas tus piernas, pues tú espera para que comencemos a follarte se ha acabado, joder si no paras de echar líquidos por tu chocha, pedazo de guarra”

Hice lo que me dijo, me abrí todo lo que pude mis piernas y al hacerlo dos negros me las sujetaron para evitar que las cerrara. Luego él acercó su polla a mi entrepierna y comenzó a recorrer con su la punta los labios de la rajita de arriba abajo y sin previo aviso comenzó a penetrarme, dado su grosor le costaba entrármela y la verdad es que yo también sentía dolor al hacerlo (aunque yo ya había tenido pollas de ese tamaño e incluso mayores dentro de mí vagina). Yo para que fuera con cuidado y despacio puse mis manos sobre el pecho del moro, para irlo sujetando y evitar que empujara con fuerza como si fuera una bestia. Pero él, al ver mis intenciones, me sujetó de las muñecas y me obligó a extender los brazos, indicando a otros dos de los negros que nos rodeaban que me los sujetaran.

Yo en ese momento me encontré totalmente abierta e inmovilizaba, mientras el moro, ya me había introducido toda su gorda polla, notando a cada envite de él como su instrumento apretaba las bolas chinas contra las paredes de mi vagina, haciéndome bastante daño, él también debía notar el choque de su polla contra las bolas, pero parecía no importarle pues cada vez se movía más rápido; sentía aquel pedazo de carne dura y caliente dentro de mí. Me estaba tratando con bastante brusquedad (pero no me importaba, pues yo estaba súper excitada). El cabrón del moro se estaba dejando llevar y me daba unas tremendas embestidas, mientras tumbado sobre mi cuerpo y su cara frente la mía, por el esfuerzo se le salía de sus labios gran cantidad de babas cayendo estas sobre mi cara. De vez en cuando bajaba a mi cuello y me le mordía y besaba. Yo aún con toda la brusquedad que me estaba tratando sentía un gran placer que se había adueñado de mí por todo mi cuerpo partiendo desde mi coñito, al que bombeaba sin piedad. Yo pedía que me soltaran mis brazos y mis piernas:

“Soltadme mis piernas y brazos, quiero abrazarle, quiero sentirle contra mi cuerpo, quiero que me taladre y me traspase con su polla, por favor soltarme, liberarme mis piernas y brazos, necesito abrazarle”

Mi Amo les hizo un gesto de asentamiento con su cabeza y los que me sujetaban mis manos y piernas me las soltaron. Yo entonces al sentir mis piernas libres las levanté hacía arriba y se las llevé a su espalda donde las cruce atrayéndole hacía mí y sujetándole para que no se me escapara, entonces Ahmed me dijo:

“Déjate llevar y disfruta lo que te doy guarra”.

Diciendo eso agarró con sus manos mis pechos y comenzó a sobármelos y chupármelos, acelerando a la vez sus embestidas. Yo no podía aguantar más mi placer y a la vez el dolor que sus embestidas y las bolas que tenía en mi vagina me producía y me agarre con fuerzas con mis manos al colchón donde estaba tendida, a la vez que notaba como me llegaba un fuerte orgasmo, que no pude reprimir ni quise parar (para eso me había dado mi AMO permiso de correrme cuando lo deseara) y comencé a gritar de placer:

“Siiiiiii….aaaahhhhh…..ooooohhhhh….asiiiiiii….más, más, dame más duroooooo cabrón quiero másss……no pareees ahoraaa sigueeee….me vieneee, me viene….voy acorrerme cabróóóónnnn…correte ya quiero sentir tu puta leche dentro de mi coñooooo….siiiiiiiiiii me corrro….me corroooooo…aaaahhhhh……….”

Los demás hombres le jaleaban al moro que me estaba poseyendo:

“Dale Ahmed, que está puta esta que se muere de gusto, dale, dale, no ves que está muerta de ganas de sentir tu leche en su chocha y nosotros deseando que acabes para disfrutarla y corrernos dentro de esa puta guarra, ja, ja,ja,ja, dale, dale, asiiii….”.

Y Ahmed, animado por sus compañeros, me daba más fuerte y más deprisa que hasta entonces me estaba dando. Yo noto como comienza a temblar en tensarse, lo que me hace saber que su orgasmo esta ya ahí mismo, y en efecto, a los pocos segundos y temblando de placer comenzó a llenarme con su leche, a la vez que gritando me decía:

“Toma perra, tomaaaa no es eso lo que queriassss….aaahhhhhhh cabronaaaa….como me sacas mi lecheee….siiiiii.siiiii….me corrroooooooo aaahhhhhh….tomaaaa, tomaaaa putaaa…..”

Poco a poco fueron disminuyendo sus movimientos dentro de mi vagina, hasta que su gorda polla se quedó quieta dentro de mi cálida entrepierna. Estaba sudando por todos los lados de su cuerpo, se salió de mí y mientras se levantaba, el negro que me había estado comiendo anteriormente mis pechos ya estaba colocado tras él para ocupar su lugar, entonces el moro al ponerse de pie le dijo:

“Fóllatela rápido, que quiero romperla ese estupendo culo que tiene y también quiero follarla esa boca de mamona que tiene”

Y después dirigiéndose a los otros negros que esperaban su turno, mirándome y masturbándose les dijo:

“Habéis oído todos? Quiero que la folléis rapidito, para que todos podamos hacerlo por sus tres agujeros”

Todos los negros entendieron lo que Ahmed les había dicho y que esperaría de nuevo su turno, para comenzar entonces a follarme de tres en tres, pero que lo hicieran rápido.

A partir de salirse el moro de mi coñito, empezó una verdadera carrera por follarme, sin mirar por mi placer. El primero, como ya he dicho anteriormente, fue el negro que anteriormente me había estado comiendo mis pechos (parece que de los 8 hombres que estaban en la nave, cuando llegamos mi AMO y yo, este negro y Ahmed eran los cabecillas o los que marcaban las normas del grupo). Este primer negro tras colocarse entre mis piernas me hizo abrirlas más y cogiéndomelas de mis tobillos se las colocó sobre sus hombros. Acerco con su mano su hermosa y gran polla a mi rajita (por la que en esos momentos estaban saliendo gran cantidad de semen del moro mezclado con mis jugos) y de un solo golpe me la introdujo más de la mitad en mi coñito, comenzando de esta manera a penetrarme y apretando cada vez más fuerte, hasta conseguir que sus gordos huevos tocaran la entrada de mi almeja. Cuando ya la tenía dentro del todo dos negros se acercaron con sus manos a tocar mis pechos, pero el que me estaba follando se las apartó sin permitirle que me tocaran mis ubres, mi follador les dijo:

“De tocarlas las tetas nada, quiero ver como la tiemblan y como se la mueven esas preciosidades de ubres blancas a cada embestida que la meto”.

Los otros dos negros se tuvieron que conformar con agarrarme cada uno una de mis manos y que les agarrara sus hermosas pollas y les comenzara a masturbar. El que me follaba estuvo dándome fuerte y muy brusco durante aproximadamente seis o siete minutos, hasta que no pudiendo aguantar más se corrió, llenándome de nuevo toda mi vagina con su leche caliente.

El moro Ahmed, tuvo paciencia con el negro, amigo suyo, que me había follado y aguanto que estuviera tanto tiempo (comparándolo con el que tenían concedido por mi AMO) sobre mí disfrutando de mi cuerpo y follándome, pero en cuanto este se salió de mi coño, dijo a los demás:

“No podéis tardar cada uno, lo que ha tardado este, tenéis que hacerlo como mucho en ¡tres minutos cabrones!, sino el tiempo se nos acabará y no habremos podidos todos follárnosla por el resto de sus agujeros, al menos yo es lo que quiero”.

A raíz de ahí, comenzó una verdadera carrera y masacre de mi coño, pues más que follarme lo que estaban haciendo era prácticamente como si me violaran. Pero no me importaba el daño que me hicieran o con la brutalidad y poca delicadeza que me trataban, pues yo estaba tan excitada y caliente que lo único que deseaba es que me follarán y deseaba que lo hicieran rápido para poder tener cuanto antes tres grandes pollas follándome a la vez por todos los orificios de mi cuerpo, por eso les animaba:

“Así, así….deprisa, deprisa con más fuerza quiero que os corráis enseguida dentro de mí, necesito y quiero vuestras leches y quiero que me folléis cuanto antes por mis tres agujeros cabrones, hijos de putas…..negros y moro de mierda, daros prisa joder……que se va acabar el tiempo y yo quiero ser poseída por todos vosotros por todos mis agujeros y correrme mil veces si hace falta”

Yo desde que había tenido mi primer orgasmo con Ahmed, no había parado de encadenar un orgasmo con otro y se había convertido en un orgasmo continuo y estaba en las nubes del placer que estaba sintiendo en esa casi violación que aquellos negros y el moro me estaban dando. Los hombres se masturbaban mientras otros me follaban con el fin de ponerse a tope y cuando les tocara follarme, descargar en esos tres minutos toda su leche dentro de mí. Me penetraban con brutalidad, a unos les gustaban follarme con mis piernas en sus hombros, otros preferían hacerlo echándose encima de mí, besándome y sobando mi cuerpo; otros apoyaban sus manos sobre mis pechos, amasándolos a placer, pero procurando no exprimirlos demasiado para evitar que pudiera salir leche de ellos y de esa forma enfadar a su patrón Said. Notaba que mi almejita me dolía y estaba un poco dolorida de la forma tan brusca con que esos negros y el moro me follaban. Algunos me acercaban sus caras a la mía para disfrutar más mientras me follaban, era una mujer blanca y ellos no están acostumbrados a follar habitualmente con mujeres como yo, la mayoría de ellos, en circunstancias normales, me resultarían feos y desagradable pero en ese momento, dada lo excitada que me encontraba, deseaba con todas mis fuerzas que siguieran follándome, aunque el olor a sudor y sus malos alientos fueran repugnantes. Desde que comenzó a follarme Ahmed los negros se habían ido colocando entre mis piernas y me habían ido empujando con sus pollas con fuerzas y follándome, ahora tenía encima de mí al último de ellos y dentro de poco acabaría corriéndose en mi vagina y con él se habría acaba el primer ciclo, el de follarme primero por mi chocha (como decían ellos), mientras pensaba esto comenzó a correrse y cuando termino se quedó unos segundos tirado sobre mi cuerpo. Miré hacía donde estaba mi AMO Said, estaba sonriendo y grabando todo con una cámara de video, de esas pequeñas que hoy día están en el mercado.

Ahmed dio con sus manos en la espalda al negro que acaba de follarme y le hizo que se saliera de dentro de mí y entonces dijo a los dos negros que me habían follado tras hacerlo él:

“Vamos a comenzar a fallárnosla a esta puta tres a la vez y lo haremos en el mismo orden como nos la hemos follado por su chocha. Uno de vosotros que se tumbe en el colchón y que se la vuelva a follar por su chocha, yo la follaré por el culo y el otro de vosotros una vez la tengamos penetrada por delante y por detrás el otro se la follará por la boca y así sucesivamente lo haréis los demás”

Luego dirigiéndose a mí me dijo:

“Tú perra blanquita, túmbate sobre el negro de la colchoneta, y metete su polla en ese chocho de puta tragona que tienes”. 

Yo estoy deseando de comenzar de nuevo y hago todo lo que el moro me ha dicho. Una vez penetrada por el negro que está en el colchón, levantó un poco mi culito y siento tras de mí como el moro me hurgaba con los dedos en la vagina y, bien pringados de semen, me los metía en el culo. El tipo estaba excitadísimo y tenía la polla a reventar. Después siento como dos manos me abren las nalgas de mi culo y separan los cachetes del mismo y apoyaba su pene en la entrada de mi estrecho orificio. Aprieta con fuerza y sin preocuparse, de si me duele o no, empujó con todas sus fuerzas, consiguiendo entrarme toda su larga y gorda polla en mi recto, yo siento un fino dolor y no puedo reprimir emitir un chillido:

“¡Ahhhhyyyyyy… noooooooooooooo! ¡No sigas por Dios!, me duele mucho, no seas tan bestia moro de mierda, si sigues así me vas a partir en dos”

El moro sonriendo, al oírme gritar, apoyó sus manos en mis costados para que no me moviera; y mientras sudaba por el esfuerzo de cada acometida para enterrar su miembro en mi hermoso culo. Yo por el dolor de la enculada permanezco con mi boca abierta, el otro negro que tengo de rodillas delante de mi cara, también de un golpe me introduce su gran polla dentro de mi boca, consiguiendo metérmela hasta mi garganta.

Por fin sintió como los huevos del moro, tras una embestida más chocan con mi tibia y suave piel de mis nalgas y culo. Miró a su alrededor complacido, como diciéndoles a todos:

 "Mirad se la he metido hasta dentro".

Y la jauría de los negros que nos rodea reía y gritaba alborozada:

“La ha roto, la ha roto el culo a esta puta”.

Luego, se queda un rato quieto, cierra los ojos y disfruta de la suave estrechez de mí ano. El moro se pone de acuerdo con el negro que esta tumbado en el colchón, y comienzan a penetrarme los dos a buen ritmo, cada uno por el orificio de mi cuerpo donde tienen introducidas sus pollas, lo mismo que el de mi boca. Ahmed hace con mi culo y mis nalgas lo que le apetece, apretándomele con fuerza, me azota mi culito y me le pellizca con sarna. Mientras el de mi coño, sigue follándome con fuerza y mete sus manos entre mi cuerpo y el suyo y agarrándose a mis grandes pechos comienza a pellizcármelos también. Mientras tanto, el que me la tiene metida por mi boca, me sujeta fuerte la cabeza y me obliga a que le agarre por su culo y le amase sus glúteos. A los seis o siete minutos siento como el que me folla por mi coño comienza de nuevo a correrse y yo no paro de tener orgasmos. Cuando más caliente y feliz estoy, el de mi boca, se sale de golpe y cogiendo el frasco que Said ha traído hecha dentro de él una gran cantidad de esperma (no es el primero que se ha corrido en el frasco, parece ser que algún que otro mientras esperaba o espera que le llegue su turno para follarme no ha podido aguantarse y se ha corrido también en el bote, pues está lleno como un tercio del mismo. Yo sigo sintiendo gran placer con la polla del negro en mi coño (que aún no me la sacado) y la gorda polla del moro en mi culo, pero cuando mejor estaba, Ahmed de un fuerte tirón se sale de mi culo y cogiendo el frasco, deposita en él también gran cantidad de su esperma, llegando a llenarlo casi a la mitad del mismo.

A estos tres los sustituyen otros tres y cuando estos acaban otros tres y así hasta que Said les dijo:

“Chicos, el tiempo ha terminado, por favor ir acabando, os he dado un cuarto de hora más de lo que os había dicho para que todos pudierais fallárosla por todos sus agujeros. Y de la ropa de mi perra, podéis quedaros con la blusa y el sujetador, de modo que por favor dadla la batita para que se la ponga”.

Cuando terminaron conmigo los tres últimos que me estaban follando, mi AMO dirigiéndose a mí me dijo:

“Muy bien perrita ¿has disfrutado con mis empleados?, ya veo que sí, incluso los cordones de las bolas chinas han desaparecido y sé que aún las tienes dentro, por tanto, ahora cuando yo lo crea oportuno para sacártelas tendrás que entrar dentro de esa hermosa chocha tus dedos o los que yo crea oportunos. Ponte la bata, pero antes coge el frasco con las leches de todos estos y dámelo. No quiero que te limpies, deja que tus jugos y leche que sale de tu chocha te corra tus piernas abajo”.

Hago todo lo que me dice y sin despedirme siquiera de los hombres que me han estado follando por mis tres orificios durante más de tres cuartos de horas, abandonamos la nave y como cuando llegamos me hace ir delante de él. Antes cuando llegamos iba enseñando o al menos insinuando toda la desnudez de mi cuerpo, pero ahora al no llevar ni el sujetador ni la blusita, con las personas que me cruce pueden apreciar perfectamente mi cuerpo desnudo, pues la batita al no poder cerrarla por estarme pequeña queda al aire mis grandes pechos y el resto de mi cuerpo y encima se me aprecia perfectamente mi coñito expulsando gran cantidad de semen y flujo. Me dirijo con gran vergüenza hacía donde tenemos el vehículo, me estoy cruzando con más persona que cuando hice antes el mismo recorrido a la inversa al ser una hora más tarde y ser ya las nueve de la noche hay más gente por la calle. Muchos solo me miran, pero otros se paran y me siguen o se ponen delante de mí y comienzan a grabarme con sus móviles. Uno o dos me paran y me preguntan qué cuanto les cobro por pasar un rato conmigo, mi AMO se para hablar con ellos y no sé lo que les diría. Llego por fin al coche, pero mi AMO se ha quedado hablar con otros hombres que cuando he pasado delante de ellos, me han dicho otras barbaridades y me han insinuado también que si quiero follar con ellos. Por fin tras cuatro o cinco minutos de espera y haber formado un pequeño círculo de personas alrededor de mí, me encuentro con la cabeza baja y apoyada sobre el coche por mi parte de delante, para evitar que los que me están mirando puedan ver mis pechos y coñito. Por fin llega mi Amo y nos montamos en el coche y salimos dirección hacía la casa del AMO.

Cuando llegamos a la casa y entramos en el comedor, mis compañeras ya están dos de ellas, incluida Perra 1 (ya recuperada, pero aún con los rastros del castigo recibido en su cuerpo), cada en el sitio que el AMO las tiene asignada a cada una. La Perra nº 2 está esperando en la cocina para traer, servir y ponerse con el resto de nosotras y el AMO a cenar.

No voy a pararme en describir la cena (aunque si le diré que, en esta ocasión, si fueron alimentos habituales en una mesa para comer o cenar), solamente decirles que el AMO cumplió su promesa de que probaría el queso que hace con la leche, que diariamente le sobra de la que producen sus Perras – Vacas. Tras cenar las otras Perras se retiran a sus cuadras y nos quedamos solamente en el comedor mi AMO y yo y entonces me dice:

“Perra, te has portado muy bien esta tarde con mis empleados, y eso me ha gustado mucho, pues me demuestra que puedes ser una gran Perra sumisa y esclava, Espero que cuando acabes estos cinco días que vas a estar conmigo, pueda convencer a Ibra que te venda a mí y pases a ser una de las Perras de mi propiedad”

Yo le contesto:

“Gracias mi AMO, por ser tan considerado conmigo, pero Ibra no es mi dueño ni Amo, pues estoy felizmente casada, aunque tengo de amante a Ibra, pero mi marido lo sabe y lo consiente y cuando acabe no sé si me gustará seguir siendo una esclava y sumisa, pues esto lo hago para probar si me gusta o si en realidad llevo dentro de mí a una sumisa sin saberlo”

Él me contesta:

“Perra, todo eso ya lo sé y también sé que Ibra te tiene absorbida el seso y que haces todo lo que él te pide, porque si no como va a ser posible que una mujer casada, decente, bella y con un cuerpo como el tuyo ha consentido tener un hijo con un hombre negro e incluso ahora estar tratando de quedar de nuevo preñada de él ”.

Yo no le contesto ni le digo nada, a lo que él me dice:

“No ves Perra nº5, la que calla otorga y eso es lo que tú acabas de hacer”

Yo me llevo mis manos a mis pechos, me pesan bastante y me duelen al no haberme sacado de ellos leche en todo el día desde una hora antes de haber ido a la casa de mi AMO. Entonces Said me dice:

“Te duelen, ¿verdad Perra?, es normal al llevar todo el día sin ordeñártelos, pero aun te quedaras así hasta mañana que te ordeñare, ya que dejaremos descansar a la Vaca nº 2 dado el castigo que esta tarde la he infringido en sus pechos. Tras ordeñarte mañana, te haré unas reformitas en tú cuerpo, para mejorártele y ponértele a mi gusto y al de un amigo mío”

Después fuimos a su cuarto donde me folló de nuevo por mi coño y culo y tras acabar me esposó mis manos tras mi espalda para evitar que pudiera tocarme y ordeñarme mis pechos. Después él se acostó y durmió en su cama y a mí me dijo que durmiera en el suelo.

Al principio tardé en dormirme por la dureza del suelo, la postura tan incómoda al tener las manos esposadas a mi espalda y sobre todo por el dolor que sentía en mis pechos al no haber podido sacarme la leche de ellos, pero pasado un tiempo me pudo más el cansancio que los dolores e incomodidades y me quedé dormida tirada en el suelo.

Al día siguiente, cuando se despertó mi AMO, (eran las 10,00 de la mañana) me hizo ponerme de rodillas encima de su cama (donde él estaba tumbado), y sin quitarme las esposas me hizo que le chupara su polla hasta que conseguí endurecérsela. Luego, sin correrse en mi boca, me la saca de ella y con sus manos estuvo sobando mis grandes y llenos pechos, al hacerlo me dolían, debido al seguir sin sacarme la leche de ellos. Así estuvo un rato hasta que al final me quitó las esposas y me dijo:

“No intentes aún ordeñarte Vaca nº 3. Estate ahí quieta mientras yo me ducho y me visto”

Hice lo que me dijo y cuando salió, fue hacía donde tenía su cámara de fotos y cogiéndola me dijo:

“Voy a sacarte unas fotos con tus tetas llenas de leche y tú cuerpo como le tienes ahora mismo, antes de que te le modifique hoy. Ves poniendo diferentes posturas y sobre todo que en esas posturas sobresalgan y se realcen tus tetas y tú culo”

Yo hice lo que me dijo y él comenzó a sacarme fotos. Yo giraba sobre mí misma, le acercaba mis grandes pechos llenos de leche a la cámara, lo mismo hacía con mi culo e incluso en dos ocasiones lo hice con mi coñito. Cuando acabo, de hacerme las fotos, bajamos al comedor donde ya estaban todas mis compañeras esperando. Le sirvieron el café una de mis compañeras, al AMO primero, llenándole hasta media taza y después Said dirigiéndose a mí me dijo:

“Vaca nº3 ven, hoy vas a tener el honor de que tú AMO desayune con tú leche”

Yo me acerqué donde él se encontraba y el Amo me cogió con una de sus manos uno de mis pechos y me hizo que me inclinará hacía la mesa hasta que con el pezón de este pecho toque el borde de su taza. Luego comenzó a apretarme mi aureola, pecho y pezón hasta que consiguió que comenzara a salir leche de él, ordeñándome de esta forma hasta que consiguió que el nivel del café se su taza, mezclado ahora con mi leche, llegara hasta quedarse a menos de un dedo del borde de la misma. Mientras me ordeñaba, dijo a la Perra nº2:

“Tú, ve a la cocina y calienta un poco de la leche de la Vaca nº 2 que hay en el frigorífico para que desayunéis vosotras, tú, y las Perras nº 2 y nº 1. En el frigorífico hay también un frasco lleno de los flujos de vosotras y las corridas de mis obreros. Coge y llena una taza de las grandes y la calientas también, y después lo traes, pues ese será hoy el desayuno de la Perra nº5, como premio por haberse portado ayer también durante todo el día. Y para acompañar la leche y el manjar que se va a beber la Perra nº 5 trae las galletas que hay en el armario y las mías”

Cuando termino de ordeñarme, me hizo incorporarme y permaneciendo a su lado llevo su boca al pecho que acababa de ordeñar y metiéndosele en su boca, me le chupo limpiando y tragándose de él las pequeñas gotas de mí leche que habían quedado en mi pezón. A continuación, volvió a coger su cámara (que se había bajado del dormitorio) y volvió a sacarme varias fotos, para comparar con las anteriores lo que me había bajado el volumen de mis pechos. A poco rato llego la Perra nº 2 con una bandeja grande en la que traía una jarra con leche y tres tazas medianas y otra taza grande. Traía también un paquete de galletas de mantequilla y otro paquete con galletas de las que se dan a los perros como premio. Lo puso encima de la mesa y las galletas de nata se las puso a nuestro AMO al lado de su taza de café y después nos puso a cada una nuestras tazas, para mí por supuesto era la taza grande con los restos de las corridas, espermas y flujos que a lo largo del día anterior había mandado el AMO ir recogiendo en los diversos recipientes que habíamos tenido para cada ocasión. Cuando mi compañera acabó de servirnos a todos mi AMO me dijo:

“Perra nº 5, prueba el manjar que tu compañera te ha preparado, bebe un poco de ello y después coge 15 galletas de las que tengo para mis Perras y comételas untando en el liquido que tienes en tú taza”

Yo hice lo que me dijo, aunque me repugnara beber aquella mezcla de flujos y semen, encima caliente, que me había asignado el AMO como desayuno. Me vinieron varias arcadas, pero las aguante y cuando acabe de beber comencé a untar las galletas para perro que me había dicho que me comiera. Las comí con asco y repugnancia, pero al hacerlo ponía mi mejor cara y sonrisa para que el AMO no se enfadara y me castigara. Cuando acabamos de desayunar nos dijo:

“Perra nº 5 veo que te ha encantado el desayuno, no te preocupes que mañana, si te portas bien, podrás volver a tener un desayuno tan estupendo como el que has tenido hoy. Pero si por el contrario tú comportamiento a lo largo del día de hoy no es de mi agrado, ten por seguro que lo que desayunes no será tan exquisito como el que has tenido hoy. Y tú Perra nº 1, como estas todavía con restos del castigo de ayer, hoy te vas a encargar de la cocina y no te voy a ordeñar, para que se curen cuanto antes esas hermosas ubres que tienes. Perra nº 2, tú hoy vas a ir a trabajar a uno de mis burdeles, dentro de 5 minutos vendrá uno de mis empleados a recogerte, de modo que date prisa en arreglarte. Y tú Perra nº 4 nos vas acompañar ahora, cuando nos levantemos de la mesa, a la Perra nº 5 y a mí, necesito que hagas de ayudante mío para el proceso del cambio que voy a hacer en el cuerpo de mi nueva Perra”

Fue acabar de decir esto cuando todas mis compañeras se fueron del comedor, quedando solo con el AMO y conmigo la Perra nº 4.

Cuando el Amo lo creyó oportuno, cogió su cámara y nos dijo a las dos:

“Seguidme, perras tenemos mucho trabajo por realizar”

Mi compañera y yo le seguimos y bajamos a la sala de torturas y laboratorio, cuando llegamos dirigiéndose a mí me dijo:

“Siéntate ahí, al lado de esa máquina que tiene esas gomas y esos chupadores, por si no lo sabes es una máquina de ordeño, para humanas muy similar a las que se emplean para las vacas y otros ganados. Y tú Perra nº 4 colócale los chupones uno en cada una de sus ubres y antes de accionar la máquina mira que esté bien puesto el recipiente de recogida y limpio, no quiero que se pierda ni una gota de la leche de esta vaca, pues es de bastante mejor calidad que la de mis otras Vacas, seguramente porque en su casa se alimenta bastante bien y come alimentos de buena calidad”

MI compañera hizo lo que el AMO la había indicado y tras ponerme los chupones en mis pechos y comprobar que todo estaba bien puso la máquina en marcha, comenzando está a ordeñar mis dos pechos a la vez. El Amo en mientras me sacaba fotos y de vez en cuando se acercaba y me sopesaba y tocaba mis pechos por la parte de abajo. Cuando vio que la máquina ya no sacaba más leche de mis pechos, mi compañera, paró la máquina y con mucho cuidado me quito los chupones de mis pezones y aureolas, y luego le dijo al AMO:

“Señor el ordeño de la Vaca nº 3 ya ha terminado, ¿quiere que suba el recipiente con la leche a la cocina para que la Perra nº 1 lo guarde en el frigorífico?”

Mi AMO la contesta:

“Muy bien, ¿ha salido todo bien?, si veo que así debe de haber sido pues prácticamente casi ha llenado el recipiente, es una buena vaca, produce una buena cantidad de leche. Si súbesela a la Perra nº1 y baja rápido, pues necesito tu ayuda para lo siguiente que vamos hacer a mi nueva Perra”.

Diciendo esto, volvió a coger la cámara, me hizo que me pusiera de pie y de nuevo volvió a sacarme fotos de mi cuerpo y en especial de mis pechos ahora vacíos de leche y por consiguiente con un poco menos volumen y grandes que cuando me levanté esta mañana.

Tras sacarme las fotos me dijo:

“Ven siéntate aquí en esta camilla. Yo, mientras viene la Perra nº 4, iré preparando todo el material encima de esta mesa auxiliar”

Yo hago lo que él me indica y me siento en la camilla colocando todo mi culo encima de la parte inferior (la zona que correspondería si te tiendes en ella a los pies), quedando mis piernas colgando. Mientras mi AMO va colocando sobre la mesa auxiliar, varias bolsas de un líquido transparente y unos botes también de otro liquido también transparente. Varias agujas, unas más largas que otras, y dos botes más con líquidos, en los que puedo leer en sus etiquetas, en uno Alcohol de 90º y en otra Agua Oxigenada. Pone también unos trozos de cuerdas de las de empaquetar y varios paños. Coloca en el centro de la mesa una especie de mechero (parecido a los que se emplean en los laboratorios) y un recipiente o cubeta redonda de acero inoxidable, de unos 10 cms de diámetro y unos 3 cms de altura. Yo miro todo con curiosidad y con preocupación, el AMO se da cuenta de mi preocupación y entonces me dice:

“Perra nº 5, no tengas miedo, todo lo que ves es natural. Mira esas bolsas es lo que normalmente llamamos Suero fisiológico, que no es otra cosa que una solución salina, un producto 100% inocuo y esos botes son de Ácido hialurónico y los otros ya puedes ver por sus etiquetas que son Alcohol y Agua Oxigenada. Las agujas y el resto de lo que ves en la mesa es todo material y producto estéril para inyectar, pero no obstante lo volveremos esterilizar con alcohol ardiendo en esa cubeta de acero inoxidable y ayudándonos con ese mechero. Así que tranquilízate, no tengas miedo. Como te dije voy a modificar tu cuerpo a mi gusto y al de algunos de mis amigos y clientes, con todo lo que tengo aquí encima de esta mesa. Pero no te preocupes que será un cambio temporal, los efectos son de 24 o 48 horas, según como yo prepare los líquidos que te inyecte”

A los pocos segundos llego la Perra nº4 y se colocó junto el AMO, este la dijo:

“Ves preparando todo, como ya sabes, comenzaremos por sus tetas”

Mi compañera lo primero que cogió fue un trozo de la cuerda de embalar y cogiendo uno de mis pechos la fue liando en la parte más atrás del mismo con el fin de que la parte de delante del pecho quedara tensa. Mientras mi AMO cogió un recipiente de cristal (un bote que marcaba los ml. Desde 0 hasta 1000ml) y vertió varias bolsas de la solución salina en ellos y luego haciendo que el nivel llegara a 750 ml. Después cogió uno de los de ácido hialurónico y lo fue vertiendo, en el recipiente de cristal hasta que alcanzo la mezcla de ambos líquidos los 1000ml. A continuación, se acercó a mí y me tocó y palpo toda la superficie del pecho que la Perra nº 4 me había atado la cuerda. Después cogió una aguja larga y muy fina y la colocó en una jeringuilla de una capacidad de 100 ml., la acercó al recipiente de cristal donde había hecho la mezcla de la solución salina con el ácido hialurónico y la cargó hasta llegar a los 50 ml. Luego la acercó a mi pecho preparado con la cuerda y me clavo la aguja en donde comenzaba la aureola del mismo, yo no pude evitar dar un chillido, era la primera vez que me pinchaban o me clavaban una aguja en mis pechos:

“Ahhhhyyyyyy….uuuuffffff….”

Él al oírme me dijo:

“En los sitios que se dedican hacer esto, suelen poner un poco de anestesia para que no duela mientras inyectan la solución salina a las ubres de las putas que van hacérselo, pero yo no te voy a poner anestesia, de modo que te dolerá un poco y eso me gusta pues así puedo sentir el doble placer según te lo voy haciendo: el ver cómo te van aumentando esas hermosas ubres y encima ver como sientes dolor y reprimes tus quejidos y lamentos, pues sabes que como chilles de nuevo o gimas de dolor, te castigare por ello, ¡entendido, Perra!”

Yo le contesto bajito:

“Si AMO, entendido, no volveré a quejarme de dolor”

Noto un fino escozor y dolor a medida que mi AMO me va introduciendo el liquido en mi pecho. El contenido de la jeringuilla me lo va distribuyendo en varios pinchazos por toda la circunferencia de mi aureola, hasta que se le acaba todo el líquido de la jeringuilla. Vuelve a coger más líquido  y esta vez ya me pincha y me inyecta en otra zona del pecho fuera de las aureolas hasta que termina la jeringuilla. Yo comienzo a ver como mi aureola se ha hinchado y agrandado y a medida que me inyecta más jeringuillas detrás de mi glándula mamaria y mi pecho va aumentando de tamaño, ya me ha inyectado 200ml. Y el pecho esta erguido y tenso, entonces coge y me desata la cuerda que me le está oprimiendo por detrás y comienza a inyectarme ahora, alrededor de toda la zona de mi pecho desde atrás hacia delante hasta que llega a la zona donde había terminado cuando me tenía la cuerda atada al mismo. Mientras esto hace me dice:

“Lo normal que se suele poner en cada pecho son unos 200 ml. para aumentar unas dos tallas. Pero hay personas que quieren pechos un poco más grandes (según el gusto de cada cual) pero sé que en las consultas que se dedican a esto no suelen poner nunca más de 500 ml. Por miedo a que se pueda romper la piel y  abrir alguna herida, eso es porque los que lo hacen tienen miedo o no se atreven hacerlo. Yo en principio voy a inyectarte en cada pecho 750 ml. Y cuando haya metido esa cantidad en los dos pechos, veré si aún admiten más para seguir o parar. Por ahora ya llevamos 600ml y mira como se te ven, un poco bastante más grande que como le tienes normalmente, compara con el que aún no te he metido nada y puedes ver que ya está aumentado bastante más de un 50% dude tú tamaño normal, y aún me queda inyectarte 150 ml más. Vas a estar impresionante, vas a tener la mejor delantera que una mujer puede tener y sin costarte un euro, putilla blanca de mierda”.

Yo veía como mi pecho izquierdo (que era en el que me estaba inyectando el líquido) me había aumentado prácticamente el doble de tamaño que el derecho. Notaba como me iba aumentando el peso del mismo y me producía dolor.

Cuando terminó de introducirme los 750 ml. En el pecho izquierdo, paró, cogió la cámara y me sacó otras cuantas de fotos (supongo que lo haría para luego comparar como me quedaran con mi tamaño normal y habitual), entonces mientras sacaba las fotos me dijo:

“Creo que con 750ml. Por ahora tendrás bastante, y más teniendo en cuenta que te acabamos de ordeñar y tus ubres están vacías de leche y que por tanto a lo largo del día comenzaras a producir más leche y al hacerlo tus pechos seguirán aumentando. Ahora vamos a continuar con el otro, con el derecho”

Tras hacerme las fotos, volvió hacer un frasco nuevo de mezcla para inyectármela en mi otro pecho, los 250 ml que sobraron del pecho izquierdo, los apartó, puso un tapón en el recipiente y lo guardo diciéndome:

“Este poquito nos vendrá bien, para emplearlo en otra parte de tú cuerpo que también quiero modificártelo para que me produzcas más placer. Pero ahora vamos a seguir con el otro pecho, que estoy deseando de verte esas ubres acabadas”.

Y dicho esto, ayudado por la Perra nº 4, comenzó a inyectarme la mezcla de líquido que había hecho (en las mismas proporciones que la anterior), en mi pecho derecho, siguiendo paso a paso el mismo método que había realizado en el otro pecho.

Cuando terminó de inyectarme líquido en mi pecho me dijo:

“Por ahora ya hemos terminado, puedes levantarte. Descansaremos veinte minutos, para que te recuperes un poco de los dolores y después seguiremos con la siguiente parte de tú cuerpo que quiero retocar. Pero antes voy a sacarte otras cuantas fotos d como te he quedado tus tetas, ahora si que pareces una verdadera vaca con esas hermosas ubres que te he quedado”

Me levante, ahora los pechos (tetas o ubres, como las llama mi AMO) me pesaban un montón y me dolían un poco, las tenía levantadas (no exageradamente, pero más que normalmente las tengo) y muy duras apuntando mis erectos pezones y aureolas hacía arriba como si estuvieran en pie de pedir guerra, necesitaré una talla 210 por lo menos, pensé, pues prácticamente me había casi duplicado el tamaño habitual de mis pechos. Pero en ese momento todo me daba igual, solo quería contentar a mi AMO y no pensaba en las consecuencias que este aumento de pechos pudiera traerme o no. No pensé si sería verdad lo que me dijo de que este tamaño este aumento de pechos solo duraría entre 24 y 48 horas y que luego volvería a tener mi tamaño habitual. Ni las consecuencias ni secuelas que me podían quedar cuando mis pechos se deshincharan o volvieran a su tamaño habitual ( ¿se me quedarían caídos, se quedaría mi piel colgante y sobrante por el estiramiento de la misma al haber  tenido los pechos tan grandes e hinchados?, todo me daba igual y no quería pensar en nada de estas reflexiones que acabo de mencionar, solo quería gozar y sentirme humillada, sumisa y esclava de mi Amo y contentarle en todo para evitar ser castigada (aunque en mi interior se me estaba encendiendo un deseo de probar los castigos de mi AMO, como al menos que el que presencié que aplico a la Perra nº1).

Cuando me dirigía para tumbarme sobre la camilla donde había estado sentada hasta ese momento Said, me dijo:

“No, antes de tumbarte a descansar estos veinte minutos, ponte de pie y dar unas vueltas sobre ti misma. Mira ahí tienes un espejo de cuerpo entero, mírate y admira la obra de arte que acabo de hacer en tus ubres, eres con esas tetas la mejor de mis tres vacas actuales. A la vez te voy sacando unas fotos. Luego podrás tumbarte en la camilla, como ibas hacer”.

Me miré en un espejo y no me reconocía, con el tamaño en que me habían quedado mis tetas nuevas parecía otra mujer. Perra nº 4, me miraba y felicitó al Amo por el trabajo que acababa de realizar en mis pechos, el hecho de que otra mujer alabara mis cuerpo delante de mí Amo me excito bastante. El AMO, ni siquiera hizo ningún comentario a lo que acababa de decir mi compañera y continuó sacándome fotos. Cuando termino de sacarme las fotos me dijo:

“Cuando acabemos de prepararte tú cuerpo como a mí me gustaría que le tuvieras, mandaré una serie de estas fotos a Ibra para que vea el cambio que he realizado en ti y preguntarle si le gustaría que estos cambios te los hiciera para siempre en vez de que solo duren de 24 a 48 horas.  Dame también el número de teléfono del cornudo de tú marido, se las quiero mandar también y preguntarle lo mismo”.

Yo entonces le dije:

“Mi AMO, veo bien si es su gusto que envíe estas fotos que me está haciendo a Ibra, pero por favor , mi marido no sabe que estoy aquí, piensa que estoy de viaje a una ciudad del norte con unas amigas y si ve estas fotos….., por favor..”

Él dándome una fuerte bofetada que me tiró al suelo, me dijo:

“Perra, tú no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer y lo que no tengo que hacer, sabes que estás aquí para obedecer y hacer todo lo que yo quiera , tanto con tú persona como con tú cuerpo, de modo que si voy a mandar estas fotos al cornudo de tú marido, de modo que sin tardanza dame su número de teléfono o te habrás ganado tú primer castigo, pedazo de zorra ahora vienes que no quieres que tú marido se entere que estas aquí, que no lo sabe, eres realmente una verdadera puta y yo voy a sacar todo lo que aún llevas dentro de puterio y no te ha salido a la luz ni tampoco lo han sabido sacar los pollas flojas con los que has estado”.

Yo me levanto del suelo, y muy a mi pesar le doy el número del teléfono de mi marido. Luego me subo a la camilla y me tumbo llorando boca arriba donde descanso durante unos veinte minutos. En este tiempo me ha disminuido el dolor de mis pechos y he podido asimilar mejor el que el AMO envíe esas fotos a mi marido, sé que no me ha quedado más remedio que darle ese número de teléfono y admitir su decisión de enviarle esas fotos, pues caso contrario me habría ganado un castigo y al final habría tenido que darle de todas las formas ese número.

Tras descansar se acerca Said y me dice:

“Puta, ¿ya has descansado y recapacitado para no oponerte a nada de lo que yo te mande o quiera hacer contigo?”

Yo dócilmente le digo:

“Si mi AMO, no volverá a ocurrir, le pido mil perdones”.

Entonces me dijo:

“De acuerdo, así es como quiero que te portes, sumisa y complaciéndome en todo. Ahora vamos a continuar con tú cambio de imagen. Quítate las bragas y déjalas en la mesa auxiliar y luego te vuelves a tumbar boca arriba y separa tus piernas, voy a trabajar ahora sobre tú chocha, para aumentarte el grosor de tus labios vaginales y que se te quede un chocho abultado, que cueste trabajo entrarte una polla de lo abultado y gordo que le vas a tener”

Yo hice todo lo que me dijo y cuando estaba en la posición que el me dijo, la dijo a Perra nº 4:

“Coge esa jeringuilla y esa aguja, de las pequeñas la más fina y del primer frasco que sobraron 250 ml. Llena la jeringuilla hasta 100ml y me la das y a medida que yo la valla inyectándola, cada vez que saque la aguja y la introduzca en otra parte de su chocha, vas limpiando lo que salga de donde haya sacado la aguja, igual que hiciste cuando la he aumentado sus ubres. Procura hacerlo bien y sin que la Perra 5 se queje, pues si no es así tendrás un fuerte castigo”

Perra nº 4 hace lo que le ha indicado el Amo y una vez llena la jeringuilla se la va a dar al AMO, pero esta la dice:

“Espera un momento, quiero antes tocarla un ratito su chocha y calentarla un poco aunque ya veo que esto último no va hacer falta, pues ya está bastante calienta la puta Perra, ¿no es así? ¿Cómo es posible que estés así de excitada si solo te he inyectado en tus tetas y eso produce dolor en vez de placer y sin embargo tú estás como se suele decir : más caliente que una burra?”

Yo le contesto:

“AMO es que sigo con las bolas metidas en mi coñito, me dijo usted que no me las sacara ni intentara sacarme los cordones de la misma que sus empleados ayer al follarme me los introdujeron dentro de mi coñito, por eso no están colgando por fuera del mismo. Y las bolas han estado haciendo su trabajo y de ahí el que esté tan excitada mi AMO, aunque el aumento de mis pechos, como usted dice, me haya producido dolor”

Mi Amo entonces, riéndose, introduce sin mucho miramiento sus gordos dedos dentro de mi coñito y tras haber metido ya cuatro de sus dedos, consigue coger los cordones y sacarlos de mi coñito, dejándolos colgando fuera de mi rajita, al hacerlo me dice:

“As sido muy buena Perra, al obedecerme y no haberte quitado las bolas. Pero la verdad es que se me había olvidado que las tenías metidas en tu chocha. He pensado que continúes con ellas dentro, aunque como has visto te he sacado los cordones, pues cuando acabemos vas a tener la chocha tan hinchada que me sería más difícil sacártelos y de esa forma si creo conveniente quitarte las bolas lo tendré más fácil para hacerlo. Deja que te coja primeros los labios exteriores de este hermoso chocho, pues con la pelambrera que tienes casi no se te ven para poder pinchar la aguja y comenzar a inyectarte. Cuando haya terminado con los exteriores haremos lo mismo con los interiores. Venga vamos a comenzar, de una puñetera vez”.

Said me da dos cachetes en el interior de cada uno de mis muslos y me dice:

“Puta abre bien las piernas vamos a comenzar y no quiero que por cualquier mal movimiento te taladre los labios de tu chocha con la aguja y eche el líquido fuera de tú cuerpo”.

Yo abro bien mis piernas y el AMO comienza a pasarme su mano por encima de mi rajita, y tras pasarlas durante dos o tres veces y detenerse un ratito en mi clítoris (para ponerme aún más caliente que me tienen las bolas chinas con sus movimientos dentro de mi vagina), aparta hacía mis inglés, con sus manos, mi pelambrera de los labios y mi rajita y cogiendo con dos de sus dedos mi labio exterior izquierdo, tira de él y me le deja al aire. Luego coge un algodón con alcohol y me le pasa por él (me escuece) quizás al ser una zona tan sensible. Después coge la jeringuilla que mi compañera le ha entregado y me pincha con ella en mi sensible labio vaginal, me duele, pero aguanto. Él sigue empujando hacia abajo, hasta que consigue introducirla toda hasta el final de la aguja y cuando el tope de la misma topa con la carne de mi labio, comienza a apretar el embolo de la jeringuilla y comienza a introducir la solución salina. A medida que me va introduciendo el líquido, mi sensible labio exterior izquierdo va aumentando de tamaño. Según va engordando Said va retirando la aguja hacía arriba, pero sin dejar de introducir líquido, hasta que solo falta sacar la punta de la misma y ahí se detiene de sacarla, pero continuando introduciendo el líquido, hasta que ha conseguido introducir 125 ml. Luego me la saca y me pasa de nuevo el algodón con el alcohol en el agujero que ha dejado la aguja. Y después con sus dedos hace un masaje sobre todo el labio vaginal exterior izquierdo para que el líquido se extienda por igual por toda su superficie. A continuación, vuelve a realizar el mismo protocolo con el labio vaginal exterior. Cuando acaba me saca a mi coñito una foto con su móvil y me la enseña y me dice:

“Mira como te ha quedado, ahora voy a ver si puedo inyectarte en los interiores, aunque lo veo difícil, pues te he inyectado demasiado y me va a ser difícil poder llegar a ellos con los dedos para poder sostenerlos mientras te los pinchos para introducirte la solución en ellos”.

Yo miro el teléfono y veo como ha quedado mi coño, todo muy hinchado prácticamente están pegado un labio con otro, siendo casi imposible poder entrar algo en mi rajita por fino que sea, cuanto más los dedos de mi AMO. Entonces yo le pregunto:

“¿Pero eso es mi sexo, mi AMO?, no le reconozco, está muy hinchado, pero si es así como a usted le gusta o quiere yo lo acepto, aunque me preocupa su hinchazón y con lo excitada que estoy me va a ser muy difícil el no poder introducirme su polla dentro ni siquiera nada un poco más delgado, pues parece imposible que se pueda introducir algo en mi vagina ·.

Él riéndose me dice:

“No te preocupes, Perra, que no solo te va a entrar hoy mi polla dentro, sino que quizás te entre alguna más, cueste lo que cuesta y tú sufras el dolor, que sufras”.

Estaba claro que le daba igual si me producía dolor, si me desgarraba mi sexo o lo que pudiera pasar, lo que si estaba segura tras oír sus palabras es que estaba dispuesto a introducir su gorda polla por el espacio tan estrecho que había dejado en mi rajita tras inyectarme la mezcla de la solución salina y Ácido hialurónico

“Por hoy no te inyectaré en tus labios interiores, pues me he paso en la cantidad que te he inyectado en los exteriores y te los he quedado demasiado gordos. Pero túmbate boca abajo ahora en la camilla, voy a inyectarte en tu culito y con eso acabamos. Por tu edad se te ve un poco caído y fláccido, voy a inyectártele para ver si consigo ponértele bien tieso, gordo y redondito. Me gustan respingones y gordos, de modo que déjame que te saque con la cámara unas fotos de cómo está actualmente, para luego cuando termine te saque otras fotos y compare y ver la diferencia de tú cuerpo hace unas horas a cuando termine el proceso temporal de cambio del mismo”.

Cuando terminó de inyectarme toda la mezcla de la solución salina con el Ácido hialurónico en mi cuerpo, me dijo que me levantara. Al hacerlo sentí que todas las partes de mi cuerpo, en donde me había inyectado ese líquido, pesaban más de lo habitual. Me hizo ponerme delante de un espejo que tiene en la sala de torturas y laboratorio y me dijo:

“Mírate y ve la obra de arte que acabo de hacer en tú cuerpo, da varias vueltas despacio sobre ti misma para que te puedas contemplar por todos tus lados, estas preciosa, así me gustaría que estuvieras si al final logro convencer a Ibra de que te venda a mí para ser una de mis perras definitivas para siempre”

Me miré en el espejo y no me conocía, mi cara era la misma pero mi cuerpo parecía otro completamente diferente al habitual mío. Con mis tetas aumentadas casi al doble de las mías, mi sexo muy hinchado y sobresaliendo muchísimo mis labios exteriores y mi culo más grande, tieso y redondeado y respingón hacía arriba parecía otra mujer. Mi compañera y el AMO se miraban y Perra nº 4 felicitó a nuestro AMO por su trabajo. Said en agradecimiento por su elogio, se acercó a ella y tras cogerla con la mano derecha su cara por la barbilla, la dio un beso en sus labios y tras esto la dio un empujón para que se separara de él. El ver eso, es decir el trato a mi compañera, me volvió a excitar más de lo que estaba.

Él entonces, tras sacarme varias fotos, se vino hacía donde yo estaba y me dijo:

“Perra nº 5, mira todas las fotos que te he sacado desde esta mañana cuando comenzamos el proceso, voy a elegir una general y otra de cada una de las partes de tú cuerpo que te he modificado y después elegiré otras cuantas, de tu estado actual, tanto de tu cuerpo completo (por todas sus partes) y otras de cada una de las partes que te he modificado y como te las he quedado. Se las voy a mandar por whatsapp a un amigo (que es también un cliente) para que te vea y me diga si le interesa pasar unas horas contigo y también a Ibra y a tú marido”

Me he extendido más de lo que pensaba, la continuación de lo sucedido esos días en que estuve como esclava sumisa en casa de Said os lo contaré en los siguientes relatos, pues hoy ya me he extendido bastante. No dejéis de leer la continuación de este relato pues en él os contaré como soy cedida  por unas horas a un amigo de Said, seré follada por él y otros hombres y más hechos que ahora no quiero descubrir. Si quieres saber, la continuación de la historia, tendrás que leer mi próximo relato pues hoy ya me he extendido bastante.

Continuará

Cornoturga.

Si queréis comentarme algo de este relato o si alguno quiere proponerme ser mi AMO, pues tras la experiencia creo que, si puedo ser una buena esclava sumisa, podéis contacta como siempre conmigo en el correo: j.trujicornu@hotmail.com

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