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Nuevas experiencias - 18 (Agradecimientos)

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Pues se terminó NUEVAS EXPERIENCIAS. Mamen y Nico, Nico y Mamen... Y Jorge o Andrés

Quisiera agradeceros a todos vuestros comentarios, aportaciones, ideas, sugerencias... Tanto las que habéis escrito aquí, como las que me habéis hecho llegar por mail. De verdad, muchas gracias. 

Este relato, y los que siguen (o quizás seguirán) está basado en realidad. Os lo aseguro. Hace algunos años, estuve, junto con un equipo de redactores, haciendo bastantes entrevistas a parejas liberales, dueños de clubs de intercambios, miembros de parejas abiertas, consentidores, infieles, cornudos... Estábamos preparando un documental para una productora. Al final, no salió. Supongo que falta de dinero, interés o, simplemente, cambio de ideas en la nueva ejecutiva que se hizo cargo de aquel departamento de producción. Una pena. Podría haber estado bien. Una conclusión clara que saqué, es que muy poca gente vale para esto. Y las que valen, tropiezan. Por lo que supimos, no hubo pareja que en algun momento rompiera reglas o se excediera. Y eso, traía consecuencias casi siempre. 

La idea de esta serie salió una tarde, hablando con una amiga, que acababa de leer una novela erótica y me comentaba sus impresiones. Así de simple.

El personaje de Mamen no es completamente real. Son retazos de varios. Unos más marcados y otros, menos. Pero bastantes cosas, hechos y actuaciones del personaje, han sucedido. Las bromas o burlas, por ejemplo. Me las confesó una mujer que terminó perdiendo a su pareja años después. Según me contaba, el nivel de excitación y de permisividad de su pareja era tal, que se le iba de las manos el tema. Bueno, cada cual que opine lo que le parezca... Mi visión particular fue que se excedió. Esas bromas, y palabras textuales suyas, eran una forma de "fabricar un ambiente amable y fácil para todos". Disiento, pero así me lo contó. Y yo, intentando marcar un aspecto que será esencial de Mamen, he revivido algunas de ellas. 

Nico, en cambio, es un personaje más compacto y unitario, según las notas sacadas de las entrevistas que se hicieron en aquel momento. Puede parecer absurdo, pusilanime, bobo... Pero no deja de ser una víctima de sí mismo, de su perversión (llamémosla así). Un marido (creo que aún siguen casados) me dijo en una de esas conversaciones que le vencía la excitación y el morbo al sentirse humillado de vez en cuando. Que sí, que podia ser verdad que le faltaran "huevos" (así lo dijo) para terminar con aquello o poner nuevas reglas. No lo hizo en un principio y cuando se vio tan dentro y en cierta medida devorado por aquello, no sabía ni como reaccionar. No sé si es el estereotipo de un cornudo. Ni lo sé, ni creo que haya uno solo. Mi opinión particular es que cuando alguien disfruta con esos cuernos consentidos, la razonabilidad se reduce a uno mismo; no podemos ni debemos establecer parámetros de comparación. También pienso que todo depende del momento en cuestion, nivel de excitación y disfrute que eso te provoca. Y, de esa forma, se perdonan deslices, errores, o se permiten los desequilibros en las parejas.

Volvere sobre los desequilibrios. Pero antes voy a hablar de Jorge/Andrés. Ese hombre existe. Casi, tal y como lo describo. En vez de rubio, moreno, y cambiemos Alicante por Barcelona. Pero el resto, casi igual. Incluso la licenciatura de Ciencias de la Actividad Física y Deporte. Guapísimo, por cierto. Su entrepierna, en cambio, la desconozco. Y su historia personal muy parecida a la explicada en la novela. No tuvo un hijo con una modelo, si no con una joven compañera de trabajo que quiso abortar. Él la convencio para que no lo hiciera argumentando que se haría cargo del niño. Ella, finalmente accedió y la criatura se quedó a su cargo. Si os digo que era una persona creyente, es posible que os sorprenda, pero así era. Al diagnosticarle, pasados unos meses, al niño una enfermedad de tipo degenerativo y a efectos reales, casi incurable, ella volvió a aparecer y quiso participar de alguna forma en la manutención y desarrollo del niño que vivía con los padres de nuestro Jorge/Andrés en un pueblecito coatero de Castellón. Pero había un problema... Ella ya estaba emparejada y no quería romper por eso. Al parecer, y segun me contó nuestro Jorge/Andrés, su pareja no sabía nada de todo aquello, y ella prefería ni siquiera planteárselo. La cosa es que daba dinero cuando podía y llamaba por teléfono. Pero poco más. ¿Nuestro Jorge real, el moreno, era escort en ese momento? no. Se hizo luego. Segun él, por el dinero. Lo necesitaba para mantener a su hijo, a sus padres jubilados, etc... ¿Era verdad? Pues supongo que como casi todo en la vida. En parte, sí, y en parte no. ¿Por qué escogí este rol en Jorge/Andrés? Bueno, como alguien dijo en un comentario, es una forma de blanquear un personaje que se dedica a la prostitución. Lo ví interesante como elemento argumental y para dar un par de giros al relato. 

El desequilibrio. De todas las entrevistas que manejamos, TODAS las parejas con las que mantuvimos contacto, estaban, a nuestro juicio, desequilibradas. Siempre había uno que "disfrutaba" más que el otro. Al menos, ante unos ojos convencionales. Y así lo dijimos en las reuniones de trabajo para establecer lo que iba a ser el guion definitivo. Fue un error que, casi al final, nos sacó un marido. Los desequilibros, nos dijo, son parte de la atraccion de este tipo de parejas. Hablamos de cornudos, no de swingers o parejas liberales, que son concetos formas de vida, completamente diferentes. En los cuernos consentidos, siempre vimos desequilibros. Nos parecía que uno cedía más, sufría más, daba más... Pero también nos percatamos de que esos desequilibros, en alguna medida son esenciales en una relación de cuernos consentidos. En esas parejas hay quien domina y marca la pauta y el otro asiente, asume y cede. Y disfruta, no lo olvidemos. ¿Es raro, extraño, ilógico? No lo sé. para ellos, os aseguro que no. SU sexualidad radica en la sensación, el morbo de ver algo tuyo en manos de otro. No es un tema fisico; es mental. O en parte mental.

Más agradecimientos.

Querido GPS74, te agradezco tus comentarios, de la misma forma que lo hice en la misma exposición de los relatos y por mail. Siempre son bien recibidos, y te agradezco enormemente tu educación. No seguida por alguno, pero que lo comentaré más abajo. Te aplaudo tu segumiento de la serie a pesar de que pienso que es una temática que no te gusta. Hablas de leyendas urbanas, y haces referencia si no recuerdo mal, a una relación liberal. Ni los swingers ni las parejas abiertas pueden ser comparadas con una relación de cuernos consentidos. Son cosas muy diferentes. Te aconsejo que leas "Código Swinger" de Jordi Clotas. Es bastante interesante y marca bien las diferencias. Por lo demás, y aunque disentimos, muchas gracias. De verdad.

Y lo mismo a todos los que han valorado y comentado: me olvidaré de algunos, por lo que pido perdón de antemano. Inconformista, Mgusmad, Dolvaserb, Sigrid, Axol, Bauter, Tomás (muy acertado tu comentario), lo mismo que el de Jessica. Musa, Jorge, Andres29, Nolten, Delavega, Solitario, míster7, Ibero, Cobayin, Pasivamenteabierto que además fuiste el primero... Gracias a todos. De corazón. Y mil disculpas, a los que me haya olvidado. 

Sé que voy a cometer un error al significar a un participante que le encanta ser protagonista. Pero bueno, lo asumo. Me refiero a ti, Tiovivo, Niñita o como quieras llamarte. Me has enviado un mail pidiendo disculpas. Bueno, aceptadas. Sinceramente, no me han afectado en nada tus comentarios, pero ya que me has escrito, te voy a incluir en esta parte final, porque en principio, no lo iba a hacer. Uno de mis abuelos tenía un dicho que era "el que tiene la lengua larga, debe tener el lomo duro". Sin querer echar una cuenta de tus improperios, porque no los he leído hasta hace dos días cuando empecé a preparar esto. Vi el primero, y fue suficiente para obviarte con una media sonrisa. Pero ahora, ya que te hago un aparte, sería de mala educación por mi parte no haberte leído. Sin querer ser una lista completa, dices en algún momento cosas como que "el relato apesta", que "tu hijo de seis años" escribe mejor que yo (cosa que celebro y te animo a que le conduzcas en esa direccion. Aunque ya sabes que los padres tienden a exagerar las bondades y habilidades de los hijos...), que no puedes seguir un diálogo de dos personas porque no pone quién es quién o son intercambiables (aqui me he sorprendido de que no fueras capaz, de verdad. Creo que sí lo eres, en serio), algo parecido a que la escritora es un completo desastre y que soy novata... Como ves, toda una serie de lindezas.

En fin, vayamos por partes y sere breve: no soy novata. Ni tampoco sabes quién soy; ni mi carrera, ni lo que he hecho en mi vida. De hecho desconoces si soy hombre, mujer, trans o varias las manos que escriben. Ni idea, querido; y no te sacaré de dudas. Solo te pido que seas educado, que tengas respeto por la gente que aquí, de forma gratuita y con el único ánimo de agradar, colgamos relatos. Me da igual el interés despertado en ti y los motivos por lo que hayan sido. En la web aparece que has hecho 8 comentarios y creo que 6 son para "NUEVAS EXPERIENCIAS". Te lo agradezco; al menos, ha llamado tu atención. Pero todo lo que se hace con falta de respeto o exceso malidiciente hacia una persona, me repele. Soy así, qué se le va a hacer.

Por lo demás, decir que no sé si publicaré la segunda, tercera y cuarta parte. Me gusta interactuar con los lectores, con los comentarios, pero si no es con respeto y educación, paso completamente. Tengo una edad y un bagaje que me hacen permitírmelo. Lo pensaré, pro no puedo adelantaros nada en firme.

Finalmente, y para terminar, de nuevo agradeceros todo lo comentado, y confesaros que me gustaba leeros. Es, en buena medida, un aparte esencial para los que escribimos. 

Ah, y una cosa más. No, no soy Mamen. Ni he pasado por algo parecido. Lo prometo. 

Un beso a todos.

Lola.