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La noble perversión de mi esposo

en Amor filial

Una inyección a mi hija desencadenó un torbellino de placer con ella. Primero antes de nada comenzaré por decirles que soy una persona muy normal, no tengo un cuerpo musculoso, pero sí bien cuidado del que solo puedo destacar un órgano viril mayor de lo normal…cercana a la de un actor porno, por lo demás soy una persona que tengo un cuerpo estereotipado, cuido bastante mi imagen ya que es mi carta de presentación en el difícil trabajo de cirujano plástico. Hace unos quince años me divorcie y al año de este hecho me casé con Lorena con quien tengo dos hijos Isaac y Leticia. Formé una bonita segunda familia. Del primer matrimonio tengo tres hijos con los que me llevo bien. Mi divorció se produjo por diferentes motivos, el principal fue mi cambio de gustos sexuales…rozando la perversión. Con el transcurrir de tiempo he adaptado a mi esposa a mis vicios, unos vicios que no tienen hartura… en esos tiempos comenzaba a instalarse uno nuevo que tenían que ver con mi hija pequeña. El cuerpo de Lety tomaba formas notables de mujer, a su corta edad era una nena rellenita bastante sexy y desarrollada… Yo soy Camilo su padre, y con quien tuvo su primera vez.

La relación con Lorena era excelente en todos los ámbitos, en lo sexual tenía una esposa, una amiga con derechos, una amante, una aventurilla, y una verdadera puta, le encantaba el sexo en todas sus formas, nos pasábamos los días ociosos follando y llevando a cabo nuestras fantasías. Cierto día pasó después de tanto follar… Lorena cansada quedó dormida y desnuda…, era viernes ni ella ni yo teníamos que trabajar, Lety tendría que estar en el instituto, según yo…, me dio bastante sed. Sin pensarlo salí desnudo por la casa tranquilamente por el pasillo de las habitaciones cuando al llegar a la de Lety se abre la puerta y la nena iba saliendo medio adormilada, fue bastante mi sorpresa pero no me tapé, la reacción fue coger sus bragas que llevaba en la mano con total normalidad con mi verga pendulando ante ella, mi primera intención fue de tapármela, pero al instante no vi tal necesidad ¿Para qué? Era una mujer de mente adulta y su educación sexual había sido concienzuda desde que nació. Lety se quedó callada con cara de sorpresa, al igual que yo y solo atine a preguntar que hacía en casa… Su respuesta fue certera...

– ¡Hoy es día fiesta…y no hay clases!

– ¡Cierto... discúlpame Lety! No caí que los profesores tienen más vacaciones que nadie en este país.

– ¿Y mamá?

– En cama hija, descansando… Miró mi polla flácida pero engrosada tras la follada y lo entendió.

– Me devuelves mi ropa me voy a bañar…

– Perdona nena, pero ya la puse en mi polla un poco… es mejor que uses otras, estas las echaré al cesto de ropa sucia

Lety solo atinó a decir… – No hay problema, supongo que no tienes ninguna ETS… y soltó una risita... se escuchó la puerta del baño y en seguida la ducha funcionando.

A mediodía Lorena se despertó y se levantó con hambre se puso un camisón negro semitransparente sin tanga ¡Se veía exquisita! Se fue a la cocina y me olvide decirle que Lety estaba en casa… Cuando regresó con un par de sándwich yo estaba ya con la verga rígida de estar viendo un canal porno en el cuarto, lo notó y dejó en la cómoda los platos, se metió entre las sábanas y me la empezó a mamar ¡Woow! Mi esposa mama muy bien y lo mejor es que no era recatada en los sonidos que provocaban sus labios y la saliva al recorrer mi verga (que por cierto no he dicho que mide unos 22 cm y es gruesa como de unos 6 cm totalmente depilada), justo estaba a punto de correrme cuando de golpe se abrió la puerta de la habitación…

– ¡Mamá, papá! Voy a… Salir…

Lorena suspendió la mamada y salió acto seguido de debajo de las sábanas, dejando al descubierto mi verga…, no lo noté y ella tampoco pero Lety veía bastante bien mi polla erguía como un mástil ensalivado…

– ¡Estás aquí nena…! ¡¿Por qué no tocas ya sabes que mamá y papá pueden estar ocupados…?!

– Lo sé mamá perdonadme… solo quería avisar que saldría con mi amiga, voy al centro comercial ¿Puedes pasar por mí?

En ese instante suena el teléfono y Lorena se levanta a contestar y deja al descubierto su lencería, y yo sigo creyendo que todo corría con normalidad, veía el culo de mi esposa transparentarse, giro la visa hacia Lety disfrutando del show de sus padre… mira como me masturbo en una paja de mantenimiento en tanto Lorena atendía el teléfono, pero no dijo nada solo pensé que me miraba a la cara, mi esposa cuelga el teléfono con cara de preocupación y nos dice que su tía estaba grave en el hospital, que iría con su madre para darle apoyo moral, al unísono le dijimos Lety y yo que iríamos con ella, pero nos cortó la inspiración con un…

– ¡Para nada!! Lety, ve a divertirte, y cariño quédate a descansar, después te pasas por la nena al centro comercial, luego me recoges en el hospital para ir a comer…

Lety se marchó y enseguida se fue Lorena… me di un buen baño, me puse unos jeans y una camisa me dispuse a espiar un poco a las vecinas, pero no estaba el telescopio en la sala… sabía que estaría el cuarto de Leticia. Efectivamente se hallaba cerca de la ventana, había mucha ropa en la cama y la verdad me llamo la atención un sujetador negro con encaje y vivos rosas, pensé que sería de mi esposa por el tamaño, lo tome y al revisarlo vi que la talla era 90B y el de mi esposa es 105C, por instinto de enfermo sexual me lo lleve a la nariz y tenía el perfume de Lety, en ese momento vinieron a mi mente tantas cosas… cuando mi niña se sentaba en mis piernas, cuando la llevábamos a sus clases de natación, cuando andaba con ropitas ligeras en casa y cuando hoy por la mañana la vi salir con una camiseta de tirantes y unas bragas tipo bóxer dirigirse al baño… Quise indagar más y más, y ya lo saben amigos, como dice el dicho… “¡El que busca encuentra!” Al abrir los cajones pude observar sus prendas íntimas que eran muy sexys pero a su vez daban un toque de inocencia…. Bóxer de los que marcan las nalgas en su mayoría blancos y rosas, sujetadores en conjunto con encajes, con colores en muchas combinaciones… y en la pared fotos y fotos de ella con sus amigas con la típica pose de sacar la lengua haciendo alarde a sus atributos, que por cierto Lety tenía un cuerpo hermoso, era capaz de hacer girar a cualquiera, pero en ese cuerpo habitaba una chica muy inocente para su edad. Dieron la 7 de la tarde y sonó mi móvil, era Lety pidiendo pasara por ella.

Me dirigí al centro comercial y ya estaba ella ahí en la entrada del dichoso centro, estaba parada viendo hacia adentro del establecimiento. Vestía un jeans ajustado color blanco, con unas botas de tacón de punta que le llegaban a la rodilla, una blusa negra un tanto escotaba y unas gafas de sol que con su cabellera ondulada y arreglada con destellos rubios hacían que se viera extremadamente sexy. Al llegar donde ella, se sube a la vehículo, me saluda como tradicionalmente lo hacíamos con un beso en la mejilla…, al acercarse percibí su aroma mezcla de perfume y olor corporal tan sugestivo como alborotador de mis instintos. Me percaté que una de las bolsas era de la tienda de lencería, inmediatamente me dijo que su madre la llamo para decirle que se quedaría esa noche en el hospital, que si queríamos fuéramos a verla ahí pero que prefería evitarnos el aburrimiento y las típicas peleas familiares tratando de ver como se trataban. Me pidió llevarla a cenar a un burger, no me gustan esos sitios de comida basura pero quise darle el gusto a mi hija y así lo hicimos, llegamos al restaurante y desde la recepcionista hasta la persona que menos imagine, se me quedaban conjeturando que era mi pequeña amante y más al llevarla de la mano… debía de ser por cómo iba ella vestida y nuestro comportamiento nada afín al de un padre con su hija… Comimos y reímos, yo no dejaba de ver a Lety con ojos de deseo desde esa misma mañana. Justo cuando llevaron la cuenta ella me dijo que se sentía un poco mal que si podía solicitar alguna pastilla o algo, me explico su malestar y le dije que en casa tenía unas ampollas muy efectivas para ese tipo de malestar, suplicó ir a casa por la ampolla y después por su madre… Al llegar a casa me dirigí inmediatamente a la habitación a buscar la medicina, ella iría a ponerse cómoda y quitarse sus botas que habían cansado.

– Lety ya está lista la ampolla, ¿Vienes aquí o te la aplico en tu cuarto?

– Aquí papá por favor ya estoy lista…

Mi verga en ese momento jugó el papel de vidente… se me puso dura inmediatamente solo al escuchar que estaba en su cuarto ya lista, no entendí. Al entrar a la habitación, estaba acostada y me pidió antes quería pedirme algo, yo pensé que me diría lo de siempre, que quería le prometiera no habría dolor y que sería rápido…

– Oye papi me he comprado hoy algo que tenía muchas ganas de usar, mamá me lo prometió pero jamás me lo regalo, quiero pedirte me digas como se me ve, por favor…

– Sí Lety por supuesto, pero ya colócate para que te aplique el medicamento y después lo hablamos…

Oh sorpresa al momento en que se descubre ella boca abajo, con un camisón rojo con aplicaciones de encaje pero muy diminuto y a su vez muy provocativo… además de llevar ligero de medias rojas.

– ¿Te gusta? se sinceró me veo bien, ¿luzco como mamá? Contéstame…

– Vo…ooy a subir un poco la prenda cariño…

– Si claro… ¿Quieres que lo haga yo?

En este momento agarro la parte final de la prenda y la subía dejando al descubierto media nalga, y ¡Señores un precioso y perfecto culo! Muy firme de un color no muy blanco más bien apiñonado, que con esa medias y boca abajo daban la impresión de tener mucho más volumen que lo normal.

– ¡Lety, vas a sentir un picotazo pequeño!

– ¡Espera!!! jajaja!! ¡Tengo un poco de nervios!

En este momento se mueve más y arquea la cadera, la prenda se levanta y deja ver ese par de nalgas que ya con muy poco de tenerlas a mi entera disposición cara a nalga, me traían loco. Ella no hizo nada por cubrirlo, ahí note que no llevaba nada debajo, me tenía muy excitado ya, hice lo propio que un profesional de la medicina debía de hacer y apliqué el medicamento…, no sin antes deleitarme la vista con ese culo. Tomé un trozo de algodón me dispuse a colocarlo en el lugar del pinchazo, pero empezó a quejarse que le dolía mucho, y me pidió que sobara para aliviarle el picor doloroso…

– ¡Auch! Duele mucho papá, ¡Por favor sóbame!

– ¡Lety no exageres, este medicamento no duele!

Pero que idiota, no entendí la invitación a saborear esas nalguitas, y yo rechazándola, incluso ya me había levantado y bajé la prenda, cuando noté su mirada hacia mi verga descaradamente, y como en la mañana solo atiné despedirme cuando me retiraba de la habitación diciéndole que la esperaba para ir a ver a mamá. Me fui a mi habitación para tratar de masturbarme y a su vez sacar de mi mente el culo de Lety, culpándome de ser un cerdo pervertido por haberme excitado con la imagen de mi propia hija, mi pequeña y querida hijita… relativamente es una niña… Mi mente se perdió por unos minutos y no medí cuenta que me estaba masturbando, como tampoco me percaté que Lety había entrado a la habitación hasta que se posó frente a mí.

– Papá que malo… me dolió bastante y no hiciste nada para aliviarme. Era la segunda vez que me veía masturbándome y la nena ni se inmutaba al verme…como si fuese algo habitual para ella.

– Pero… Lety cariño, es que eso no duele, además te dije que te fueras a cambiar nena… tenemos que ir a ver a mamá. Yo tampoco podía soliviantarme y le seguí la corriente comportándome natural.

– Si ya lo sé, solo vine a que me dijeras como se me ve mi ropa, ¿crees que luzco como mamá? ¿Te agrada?

– Se te ve muy bien nena, pero creo que no soy el indicado para decir eso, debería ser tu novio, ¿Porque seguramente a tu edad ya tendrás novio verdad??

– No tengo… lo que pasa es que en el instituto los chicos se burlan de mi cuerpo… (Señala sus tetas ricas), y eso me incomoda...

– Querrás decir que te admiran, no creo que con esas tetas se burlen de ti…

– ¿Tú crees? Dime algo con la que me pueda ver bien. Sabes que me gustaría lucir igual de guapa que mamá, ser como ella, hacer lo que ella hace... se ve que le gusta mucho que la admiren los hombres, o sea, tú papá.

– Así te ves muy bien… ¡Eres una chica guapísima!

Me levanté de la cama, y me acerqué a abrazarla, para que quitara esa cara de tristeza, le pregunte qué es lo que le gustaría hacer como mamá, su profesión, su actitud con la gente, su razonamiento crítico, su amor por el hogar… y mi mente se preguntó en silencio… ¡¡o ser tan caliente como ella y disfrutar el sexo!! Pero tal parece que Lety me escuchó, porque su respuesta fue certera.

–  No papá, me refiero a lo que te hacia ella esta mañana cuando entré a la habitación, y salió de entre las sábanas.

– ¡Ahh… te refieres a jugar con al escondite!

–  No papá, no digas tonterías sé muy bien que te estaba chupando la polla. Además cuando se quedó al descubierto y se te veía que escurría saliva. Mamá se tuvo que limpiar la boca de cómo te la mamaba de fuerte.

– No sé qué decirte nena, eso son cosas que se experimentan con un novio, con tu esposo cuando estas casada, y depende mucho de la relación que lleves, además que debes hacerte respetar, porque muchos de nosotros los hombres en ocasiones solo queremos el sexo sin tener un sentimiento hacia la mujer y lo hacemos por deseo…follar por follar para aliviarse dentro del coño de la chica ¿Me entiendes?

–  Si lo sé, pero también me gustaría alguien que sea como tú… he visto como le haces el amor a mamá, en la cocina, en el baño, en la sala, hacéis mucho ruido y hay veces que me despierto… os observo. Mamá te dice como lo disfruta y se le nota en la forma que te besa como te desea, que se toca el clítoris incluso cuando te chupa la polla como lo hacía hoy… sé que los hombres os ponéis duros cuando os gusta lo que veis y lo que tocáis…

En este momento me toma la mano y me la lleva a su teta, a la vez que me agarra la verga y con eso casi me hace correrme… – Lety, esto no está bien, soy tu padre, si mamá se entera podría causar muchos problemas a la familia… incluso el divorcio de nosotros.

– Lo sé pero no creo que se lo digas o sí. Además quiero que seas tú quien me haga sentir lo que mamá siente, me gustas mucho, quiero que me toques como a ella, y sé que yo te gusto por cómo me tratas y no pierdes de vista mi culo… ¡Mira como tienes de mojada!

Se acercó más al punto de estar tan cerca para besarnos, pero yo no dejaba de recorrer esa teta con mi mano, ya  había pasado de lado a lado, incluso el pezón estuve a punto de pellizcarlo cuando sentí lo duro que estaba, era grande pero sin exagerar, nos besamos y mis manos ahora ya tocaban sus tetas, su cintura, sus nalgas, empecé a buscar su vientre, recorrí la cintura, ¡el pubis! ¡Oh! el pubis depilado así como su madre, sus labios delgados pero carnosos y muy mojados que rico clítoris.

–  ¡¡Ahhhh papi qué ricooo!!! Ahora sé por qué mamá grita como loca, tocas de bien como si lo hicieras con una rosa ¡Mira tú polla papi, está muy dura! ¡¡Déjame tocártela y mamártela!!

– Nena que rica estás, sé que esto está muy mal pero me encantas, tienes un cuerpo divino, tu culo respingón y tus tetas enormes casi como las de tu madre. ¡Anda ven chúpamela!, pero hazlo como mamá… déjalo lleno de saliva, quiero escuchar tus gemidos mamándomela.

– ¡¡Pero qué gruesa es!! No me va a entrar en la boca…

– Inténtalo cariño, poco a poco… ¡Ohhh así!

– Mmmm que rico sabe esto que le sale, me encanta. ¡Quiero follar contigo aquí en la cama! ¡Te prometo que gritaré mejor que mamá! pero déjame disfrutar más de este rico caramelo.

Leticia sí que sabía mamar, me quedé un poco parado con mi hija…empezaba a dudar de su inocencia, pero eso era lo de menos si hubieran escuchado los sonidos del chapoteo de su boquita con mi verga, se hubieran excitado de tal manera que la eyaculación hubiera sido inminente.

– ¡Qué bien la chupas pequeña!, eres igual de putita que tu madre, sigue así nena ohhh que ricooo!!

- Mmmm, ahhh que delicia, mmmm mmmm, choop!!! choop!! choopp!!

– Ven preciosa, déjame devolverte el favor…

La tomé de la cintura, y la recosté en la cama, abrí sus piernas, y wooow qué rica vaginita, rosada, depilada, y emanando ríos de jugos por la raja. No lo dude y me fui directo a mamar su coñito, solo se escuchó un gemido ahogado de la niña… no dejé de mamar toda la raja y me encarnicé en su clítoris… ella no paraba de gemir como loca, me tomaba del cabello y me lo alborotaba, me apretaba hacia su coño adolecente y tras dos o tres minutos saboreando el majar de los dioses… la niña se corrió entre esténtores. Me mantuve en su coñito mientras se estremecía y cuando la vi más relajada, recorrí la parte interna de sus muslos, fui hasta sus rodillas, quité el pequeño nudo que había entre esas dos tetas e hice a un lado la ropa, comencé a mamar como bebé de sus pezones tan ricos que para estos momentos me tenían como loco. Los mamé, la pellizque, succioné sus pezones rosados y ella gemía como una gata en celo, gritaba de placer tal cual lo dijo ¡Mejor que su madre! No pude contenerme y me coloqué entre sus piernas apuntando mi verga hacia su raja esperanzada de ser follada…, coloqué el glande en medio de sus labios y lo mojé un poco para empezar a meterlo, era delicioso sentir su calor y sus carnes apretadas presionando mi sensible cabezón. Estaba empapada y por tal motivo mi verga se fue deslizando muy fácil, ella solo gemía y se empezaba a mover a un ritmo en el cual sus tetas se movían de un lado a otro casi llegando a golpearse en su canalillo… mi nena follaba tan bien como su madre...

– Ahhh así papá ¡Qué rico!, ahhhh, mmmm ohhh Dios mío que gorda y dura la tienes ¡¡Qué buena verga papi!! ¡Con ella me vas a partir en dos!

–  ¡Ummm así nena así que apretadita estas preciosa, ¡¡me empapas la veeerga entera!! Me sorprendió que romperle el himen…a mi hija ya la había desflorado. No pensé en lo negativo de ello… continué follándomela. Sin rotura ni sangrado era mucho mejor, alguien hizo el trabajo sucio por mí para gozar ahora de la nena.

Follamos un buen rato la puse en varias posturas… lamí su culito, se corrió delicioso, todo estaba empapado ella no dejaba de mamarme la verga hasta que le dije que me correría, y me dijo que lo hiciera en su boca que quería ver como sabia a ver si era cierto lo que mamá decía… Hasta que sonó el teléfono justo cuando estaba a punto de correrme, Lety contesto como si nada y me la mamaba cuando su madre hablaba, le preguntó por mí y ella le dijo que estaba yo ahí en la casa… no aguantaba más y en un alarde de soltura circense la puse a cuatro patas en tanto hablaba por el móvil, se colocó como si lo hiciese a diario… la inserté suave deslizándosela a las profundidades de su enjuto coñito. Instalado en lo más hondo con casi todos los 22 cm invadiendo su vagina, di unos cuantos vaivenes lentos pero firmes regocijándome en la sensación de roce de sus paredes estrechas contra mi bálano…ella continuaba hablando con leves jadeos por mi culpa. Gozaba de una follada cálida y sublime a cámara lenta con el fin de espaciar el tiempo de mi regodeo dentro del útero de mi niña… notaba como iba y venía mi orgasmo queriendo explotar, entonces lo retrasaba parándome en el fondo de su intimidad, y pasado volvía el balanceo de mis caderas, no obstante aquello era imposible retrasar más y de pronto me corrí a chorros en su cérvix atorando la entrada de su útero. Todo el conducto uterino de mi hija estaba siendo invadido por mis largos y espesos chorros de leche. Le cambió la cara tanto que ella empezó a tener convulsiones sincronizadas con mis eyaculaciones por la cantidad de semen que me salió… llevaba varios días sin vaciar los depósitos y mi hija cargó con todo el contenido seminal de mis orondos huevos. Tras el llenado de su útero la extraje y me puse al teléfono disculpándose con su madre, diciéndole que en media hora iríamos a verla. Me limpio la verga afanosamente embarrándose los labios del semen que aún quedaba por escurrir de mi tranca…un poco cayó sobre sus tetas, a la vez que le pedía una disculpa por haberme corrido dentro de ella… me calló con un beso y solo me dijo que sería un secreto y que si yo quería esto se repetiría las veces que yo quisiera… yo era el dueño y señor de su coñito por habérselo desvirgado tan ricamente. No lo entendí porque no rompí su himen… resulta que experimentó utilizando más de una vez los pepinos que solíamos comprar para las ensaladas…. Y así comenzó un sin fin de aventurillas con mi hija, cada vez que podía me la mamaba delicioso hasta que fue tomando práctica de meterla en su boquita y tragarse el semen sin dejar nada… su coñito tampoco quedó desatendido, pero mis perversiones apuntaban mucho más alto con mi esposa….

Soy una mujer casada de 36 años. Actualmente sin atentar contra la modestia, debo decir que los hombres me consideran muy atractiva y sexy, empezando por mi esposo quien disfruta mucho haciéndome vestir con minifaldas y ropa provocativa para lucirme ante otros hombres que me miran con deseo. Por diversión me he propuesto dar a conocer mis aventuras sexuales con hombres fuera del matrimonio y eventualmente otras más secretas de carácter familiar. Me casé a los 20 años, habiéndome mantenido virgen hasta los pocos meses tras conocer a quien sería mi esposo, quien me cambió mi estatus de niña a mujer y de familia pobre a un nivel burgués acomodado. Cuando me conoció llevaba tres años divorciado de su primera esposa. Pasados 14 meses de noviazgo me propuso matrimonio, lo cual inmediatamente acepté, a pesar que tenía varios pretendientes solteros de más bajo nivel social…, (quiero decir sin pasado) pues por una parte vi que él sería un esposo cariñoso y enamorado de su nueva mujer…, por otra parte nunca me faltaría dinero para disponer. Eso se tiene muy en cuenta cuando no eres de cuna y has llegado a pasar hambre. Pero el culmen fue haberle entregado mi virginidad, consideré que debería unir mi vida a la de él…. Durante los tres primeros años de matrimonio, nuestra vida transcurrió como la de cualquier matrimonio convencional. Quedé inmediatamente preñada de mi esposo y tuvimos a nuestro primer hijo, Isaac, a los dos años nació mi niña Leticia….

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