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Una tarde de mus II

en Transexuales

Nuevos conocidos.

   

   Cuando desperté a la mañana siguiente me encontraba bastante bien, con las molestias naturales por lo ocurrido la noche anterior con los amigos de mi tío, pero con una agradable sensación de satisfacción.

   Me sobresalte al descubrir que había alguien sentado junto a mi cama, era mi tío que me observaba fijamente con gesto serio. Yo solo llevaba puesto un tanga fino, era como estar totalmente desnuda, así que mi reacción fue la de cubrirme con la sábana arrugada que andaba por la cama deshecha. Aún no tenía muy claro cual sería la actitud de mi tio hacia mi después de lo ocurrido y decidí andarme con pies de plomo hasta asegurarme.

 

- Buenos días tío.- Acerte a decir mientras bostezaba.

 

- Buenos días chico, ¿Todo bien?- Contestó mi tío.

 

- Si, todo bien- Dije con gesto dubitativo,- Tengo que ducharme y enseguida voy a desayunar- Me levanté de la cama liada en la sabana, cogí mi neceser para asearme y salí de la habitación.

 

   Una vez en el baño, abrí el grifo de la ducha y cogí mi neceser para lavarme los dientes, mientras el agua iba cogiendo la temperatura deseada, puse la pasta en el cepillo y mientras movía el cepillo enérgicamente con una mano, con la otra baje mi tanga hasta mis tobillos mientras movía mi trasero rítmicamente de un lado a otro para ayudarlo a que bajara, despues saque un pie y con el otro lance la prenda a la esquina de la ropa sucia. Mientras me aclaraba la boca, note al pasar mi mano por el muslo que mis piernas estaban pidiendo una sesión de depilación urgente, así que cogí de mi neceser la maquinilla que usaba para depilarme y un poco de gel y soltando un resoplido de resignación me metí en la ducha.

 

   Con la intención de terminar lo más rápidamente posible para poder desayunar, lo cierto es que me moría de hambre, me puse bastante gel en las axilas y pase la maquinilla por cada una de ellas varias veces hasta que quedaron blancas y suaves como a mi me gustaba, después mire hacia mis piernas y al instante supe que aquella parte de mi cuerpo iba a requerir un poco más de tiempo. Embadurne bien de gel mis piernas desde los pies hasta casi las ingles y mis voluminosos glúteos, pero cuando llegue a esa zona me detuve un momento dubitativo. Nunca antes había depilado mi vello púbico, al menos rasurado, solo lo recortaba con unas tijeras de forma esporádica y en aquel momento el hecho de pensarlo me pareció de lo más excitante. Puse bastante gel en esa zona en cuestión, y comencé a dar pasadas con la maquinilla lenta y cuidadosamente por mi pubis, para después continuar con el tronco de mi pene. Con cada pasada que daba me excitaba aun mas, me gustaba la apariencia que estaba tomando, todo depilado, y cuanto más pensaba en ello, más me excitada. Cuando termine, mi pene estaba de nuevo erecto, y la idea de que mi tío, estaba en la casa, me parecía tremendamente morbosa y excitante, asique sin pensarlo, comencé a acariciar mi depilada nueva polla. Estaba excitadisima, la suavidad con la que mi mano, masturbaba mi polla depilada y al estar lubricada con los restos de gel, me excitaba muchisimo, asique comencé a acariciar uno de mis pechos, más concretamente mi pezón, al tiempo que la otra mano, dejó de acariciar mi polla, para dirigirse hacia mi ano que tambien acacaba de depilarme. Comencé a acariciarlo, primero suavemente, y después frotando con más fuerza la zona del peritoneo, con cada pasada. Como mi mano estaba resbaladiza por el gel, uno de mis dedos se introdujo dentro de mi ano, provocando un pequeño quejido de placer, el cual trate de ahogar, para no llamar la atención de mi tio. Despues segui metiendolo y sacandolo suavemente, pero con un ritmo constante. Como las penetraciones de aquel dedo, habían dilatado mi esfínter, procedí a introducir un segundo dedo, mientras con la otra mano, deje de jugar con mis pezones para bajar de nuevo hasta mi polla. La sensación de masturbarme torpemente con la mano izquierda, la cual no tenía acostumbrada a dicha labor, me gusto, era como si estuviese haciéndolo alguien que no era yo y mientras con la otra, seguía dándome placer por detrás.

- Chico, estas bien? Se te van a enfriar las tostadas.- Escuche decir a mi tío justo detrás de puerta.

   Por un momento estuve tentado a invitarlo a entrar, a pedir su ayuda, a rogarle que por favor me volviera a hacer suya como la noche anterior y me follara de nuevo hasta que me corriera de gusto. Pero no fui capaz.

-No, gracias estoy bien, ya casi termino.- Pude decir, reteniendo la respiración entrecortada, para que no se notara en exceso que jadeaba de placer. Y ciertamente no tarde demasiado en terminar. Un chorrito de semen, salió de mi polla, seguido de dos o tres más, mientras en los dos dedos que tenía introducidos en mi ano, sentía como mi esfínter se contraía con cada uno de los chorritos de semen que salíeron de mi polla. Me quedé allí parada, extenuada y con las piernas temblando . Aquella experiencia, me había parecido de lo más placentera, aunque en el fondo estaba segura de que podría haber sido aún mejor.

   Cuando baje a la cocina mi tío ya no estaba, sobre la mesa aún quedaban algunos restos del desayuno de mi tío y algo para desayunar yo. Cuando termine recogí la mesa y la cocina y salí al exterior. Hacia un dia muy caluroso asi que decidi volver adentro, pero justo cuando estaba a punto de hacerlo, mi tío me llamó desde detrás de la tapia que daba al corral.

 - Miguel, haz el favor de venir chico, necesito que me hagas un mandado -.Dijo haciéndome gestos evidentes con la mano para que me acercara.

 Aunque me daba pereza salir con ese calor, no dude ni un segundo en ir deprisa en busca de mi tío. Cuando doble la esquina de la tapia allí estaba mi tío con el capo de la furgoneta levantado y remangado por encima de los codos.

 - Tengo que cambiarle el aceite a la furgoneta chico y necesito que vayas a la gasolinera del Gervasio a recoger un paquete para mi, coge si quieres mi bicicleta que hay un buen paseo andando y hace calor -. Dijo mi tío sin sacar la cabeza de lo que estaba haciendo.           Cogi su bicicleta y me encamine hacia el pueblo. A mitad de trayecto en la zona donde el arroyo más se acercaba al camino, decidí ir un rato a pie paseando por la sombra que proyectaban los grandes arces de la zona. Mientras caminaba ensimismado en mis pensamientos, escuche algunas voces cerca, pero no logré distinguir lo que decían, eran voces de chicos asique decidí acercarme cuidadosamente sin hacer ruido. Llegue a un pequeño claro donde el arroyo hacia una poza y allí vi que basándose había varios chicos a los que ya había visto alguna vez por el pueblo. Quise irme de allí antes de que se percataron de mi presencia, pero la curiosidad me pudo y decidí quedarme curioseando pero con cuidado de que no me vieran. 

 - ¿Habéis visto qué buena se esta poniendo la Juani? - Dijo el más alto de los chicos.

 - Tio el otro dia la vi con su prima y no se yo cual de las dos esta mas buena -. Dijo otro de los chicos justo antes de sumergirse en el agua

  - Pues creo que él Pedro le gusta a su prima, eso me dijo el otro dia mi vecina Laura -. Volvió a decir otra vez el chico alto.

 - Es que el Pedro les gusta a todas -. Dijo el mas gordito justo antes de que el chico que había al lado le hundiera la cabeza en el agua.

 - Joder, pues yo la que me follaria es a tu vecina Laura, tiene un pedazo de tetas -. Dijo otro de los chicos

 - Tu te follarias cualquier cosa donde te entre la polla Manolo, jejejeje -. Dijo el chico alto echándose a reír

 - Pues en tu boca creo que me entraría y no me la follaria ni muerto -. Dijo Manolo con tono despectivo

 - Dejaos de mariconadas coño, que pareceis maricones -. Dijo el chico que aún no había hablado antes. 

 - Eso, hablemos de tías, pues yo voy a pedirle salir para las fiestas a la Rosi -. Dijo de nuevo el chico gordito

 - Venga Ramon tio, si a la Rosi ya se la ha follado la mitad del pueblo -.

 - Ya, precisamente por eso voy a pedirle salir, jajajajajajajaja -.Contestó Ramón estallando en carcajadas. - Y hablando de tías, ¿queréis ver lo que he “pillao” hoy en la gasolinera del Gervasio?, una porno nueva tíos, he pillado una revista porno -. Dijo Ramón Dirigiéndose hacia el exterior del agua a paso acelerado. 

  Salió del agua y para mi sorpresa estaba desnudo, su polla se balanceaba alegremente mientras se dirigia hacia un monton de ropa que había en el suelo, se agachó, abrió una mochila y sacó un revista de dentro que mostró a sus compañeros como si fuese un trofeo, mientras saltaba alegremente. El resto de los chicos le siguieron con rapidez y  conforme fueron saliendo confirmaron lo que yo había imaginado, que todos estaban bañándose desnudos en la poza. Jesús era el más alto de todos, casi una cabeza más alto que cualquiera de ellos, estaba bastante delgado y musculoso, pero era el menos agraciado de los cuatro, sus rasgos faciales no eran atractivos y su cuerpo era casi desgarbado. Ramon era el más gordito, estaba entrado en carnes pero tenía una cara graciosa y atractiva que compensaba su físico, era un poco más alto que Manolo, que de estatura era el más bajito de los cuatro. Pedro era el Alfa del grupo, era el segundo más alto y su cuerpo era musculoso y compensado a la vez que su cara tenía ese aire de malote que le hacía tan atractivo. Manolo era el más bajito, su cuerpo no era ni musculoso ni gordo, era lo que comúnmente se denomina un tirillas, lo más destacable de él era el enorme pollón que colgaba en su entrepierna, era como si estuviera fuera de lugar, como si fuese algún tipo de broma y alguien hubiese “pegado” la polla de gigante en el cuerpo de un enclenque. Los chicos se fueron arremolinando alrededor de Ramon y este comenzó a pasar páginas mientras los demás le vitoreaban invitándole a pasar las paginas mas rapido para poder ver cuanto antes la totalidad del contenido. En un movimiento casi sincronizado los cuatro chicos comenzaron a tocar su pollas.

 - Joder, yo me la voy a cascar, que después de comer vienen las amigas de mi hermana a la piscina y me tiro toda la tarde empalmado sin poder bañarme -. Dijo Manolo mientras empezaba a acariciar su pollon. 

 - Ya ves macho, si mi casa se llenara tan a menudo de tias buenas no me bañaria nunca, pero tendría la polla como un Joystick, con la forma de los dedos de tanto hacerme pajas -  Dijo Ramón mientras se tocaba la polla que ya tenía totalmente erecta.

 - Venga vamos a sentarnos y nos la cascamos tíos -. Artículo a decir Jesús mientras buscaba un sitio donde sentarse. Así los cuatro chicos se sentaron cada uno al lado de los otros, casi formando una fila y todos comenzaron a masturbarse mientras se pasaban la revista sucesivamente. Para cuando quise darme cuenta, yo también estaba masturbandome, cuando una voz me sacó de mi ensimismamiento.

 - Oye, por qué no bajas aqui y asi podemos vernos todos -.

Rápidamente me puse en alerta y deje de tocarme, me coloque la ropa como buenamente pude y solamente acerte a decir lo primero que se me ocurrió.

 - Hola, ¿quien hay ahi? vengo buscando la poza que mi tío me ha dicho que esta por aqui para darme un baño -. Dije mientras salia de mi escondite y me encaminaba hacia ellos. Los chicos dejaron de tocarse y se cubrieron como pudieron, aunque aquello fue más un acto reflejo en sí que la intención real de taparse.

 - Pues aqui estamos mis amigos Manolo, Ramon, Jesus y yo, que soy Pedro y tú eres? -.

 - Miguel, me llamo Miguel -. Dije avergonzado.

 - Pues aqui esta la poza que buscas Miguel, ahí la tienes para darte tu baño -. Dijo Ramón mientras se ponía de pie como el resto de sus amigos. - Lo que pasa es que los chicos siempre nos bañamos desnudos, es como una tradición que nunca nadie se ha atrevido a quebrantar -.

 - Pues, no se -. Acerté a balbucear, - Aquí hace fresco y no apetece demasiado bañarse -.

 - Vamos Miguel, no te cortes, ya que has venido hasta aquí date un baño con nosotros -. Apuntó Manolo

 - Más vale que te des ese baño Miguel, si no igual podríamos pensar que eres un mirón que ha venido hasta aquí solo para ver algunos chicos desnudos -. Apuntó Pedro con gesto serio mientras se encaminaba de nuevo hacia el agua. Al escuchar aquello me quedé petrificada, aquel chico era un misterio, pero en el fondo sabía que era un misterio que estaba dispuesta a descubrir costase lo que costase. Comencé a desnudarme, primero me quite la camiseta de tirantes que llevaba puesta, dejando mis redondos y abultados pechos con mis grandes pezones al descubierto, después me quité las chanclas, desabroche mi short y lo baje hasta los tobillos dejando todo mi cuerpo expuesto ante aquellos desconocidos que me miraban con gesto extraño. Tarde poco en desnudarme por que en verano nunca llevaba ropa interior y aquello parecio descolocar un poco a los tres chicos que continuaron mirandome en silencio y con la boca abierta hasta que Jesus pregunto.

 - ¿Que edad tienes Miguel? -. Preguntó con curiosidad.

 - Tengo 18 respondí -. Tratando de no parecer avergonzado - Y vosotros? -.

 - Yo tengo 19 y ellos los tres tienen 18 -. Contestó Pedro tranquilamente desde al agua.

 - Pensaba que seria mas joven, tio no tienes ni un solo pelo en todo el cuerpo -. Dijo Ramón. En aquel preciso instante caí en la cuenta de que esa misma mañana acababa de depilarme y por primera vez en mi vida no había dejado ni un solo pelo en todo mi cuerpo de cuello para abajo. Me ruborice y desee que la tierra me tragara, pero hice acopio de fuerzas y conteste con toda la naturalidad que me fue posible. 

 - Es que me he depilado esta mañana -. Dije - Se me ha ocurrido la idea y me ha parecido gracioso, asique lo he hecho -.

 - Pero así pareces como un niño pequeño -. Dijo Jesús dubitativo - Y no se, se ve raro -. Apuntó. 

   Cerré los ojos, me sentía el ser más pequeño del mundo en aquel preciso momento, pensé en la estampa que estaba dando allí, desnudo, con mi cuerpo lleno de curvas por el tratamiento hormonal y totalmente depilado, delante de cuatro chicos que también estaban desnudos y transpiraban testosterona por todos los poros de su piel. Y así me quedé con los ojos cerrados, inmóvil y sin saber muy bien cómo actuar hasta que de nuevo escuche la voz de Ramon decir.

 - Pues yo me voy a terminar la paja que nos hemos dejado a medias, a Miguel no creo que le importe, es algo que hacemos todos los chicos -. Abrí los ojos sorprendida y vi como los tres chicos volvían a sentarse mientras tocaban sus miembros de nuevo erectos y duros, todos excepto Pedro que seguía metido en el agua. Los tres me miraban con curiosidad, pero caí en la cuenta de que aun asi estaban marturbandose mientras me miraban a mí, en lugar de hacerlo mirando la revista que habían necesitado antes. Por la forma en la que los tres me miraban, estaba claro que todos entendian más o menos mi naturaleza, pero ninguno se atrevía a preguntar por miedo a recibir por respuesta algo que no querían escuchar. Para ellos era como masturbarse delante de una chica de 18 años desnuda, aunque por su forma de mirarme y de tocarse, no tenía claro si el tener entre mis piernas un pequeño, bonito y depilado pene era para ellos más un hándicap o una motivación añadida. Me senté frente a ellos y aprovechando la posición, junte las plantas de mis pies formando dos arcos con mis piernas y  comencé a subirme y bajarme suavemente el prepucio, dejando visible mi glande mientras miraba como aquellos chicos se daban placer a mi costa. Entonces me gire sutilmente buscando con la vista a Pedro que estaba en el agua, solo su cabeza por encima de la boca sobresalía, por lo tanto todo lo que estuviera ocurriendo debajo era una incógnita. Quise pensar que también se masturbaba mirandome y eso me puso aun mas cachonda y comencé a masturbarme más rápidamente deseoso de correrme. Casi sin pensarlo comencé a acariciar mi pecho izquierdo con suavidad hasta que mi pezón se puso duro para poder jugar con el. Los ojos de Manolo se abrieron como platos y empezó a masturbar su enorme pollón a un ritmo más rápido. Estaba tan cachonda que estuve tentada a jugar con mi ano como por la mañana en la ducha, pero pensé que eso quizás haría sentirse incómodos a los chicos, asique baje mi mano izquierda hasta mi ingle y me agarré con fuerza la base de los huevos mientras me seguía masturbando. Sentí que iba a correrme asi que escogi mi polla hacia dentro para detener el orgasmo y deje de tocarme unos segundos. Pero fue demasiado tarde y un chorro de semen salió disparado de mi polla hacia delante,  rápidamente me llevé de nuevo la mano derecha a la polla para no abortar el orgasmo, la agarre y empece a masturbarme de nuevo para que todo el semen que tenia dentro saliera. Pero no lo conseguí, me quedé a medio correrme y tuve que empezar de nuevo a masturbarme con más fuerza buscando poder eyacular plenamente y quitarme aquella sensación de insatisfecha que se me había quedado. Los ojos de los chicos eran como platos mirandome, no se si era por la curiosidad que despertaba en ellos o porque no podían creerse lo que estaban viendo. Asique uno a uno se fueron corriendo. El primero fue Jesús, tenía una polla de un tamaño medio y era el que se masturbaba con más fuerza, dio un gemido de placer y varios chorros de semen salieron de su polla y fueron a parar justo delante de mis pies. El segundo en acabar fue Manolo, su polla era mas grande y más gorda que un vaso de tubo, nunca había visto nada igual, incluso la polla de mi tío Paco se vería pequeña al lado de aquella pollon de increíble tamaño, cuando eyaculó su semen salió casi sin fuerza y chorreo por toda su polla hasta los huevos para después caer al suelo, cerré los ojos y me imaginé a mi misma encantada limpiando todo aquel semen blanco y espeso que chorreaba por su polla con mi lengua. El último fue Ramon, su polla no era pequeña pero tampoco era llamativamente grande, era el que se masturbaba más despacio de los tres, dejando tiempo en ocasiones para acariciar su glande. Su corrida fue la mejor de las tres, varios chorros de semen, quizas alguno mas de diez salieron de su polla con tanta fuerza que alguno me alcanzo a mi en las piernas y en los pies y eso que estaba a más de 2 metros de él. Aquello me excitó muchísimo y acto seguido fue yo el que me corrí, saque mi lengua y la deslice por mis labios lentamente haciendo un círculo mientras me corría, di tres quejidos de placer, con cada quejido mire a uno de los chicos para después cerrar los ojos y terminar de correrme. Fue una de las mejores pajas que recuerdo haberme hecho en mi vida.

   Cuando los chicos aún estaban recuperándose de aquella experiencia, Pedro pasó junto a nosotros ya vestido y se dirigió a los chicos sin nisiquiera mirarme a mi.

 - Chicos es tarde, es casi la hora de comer, yo voy a ir tirando para delante que mi padre a estas horas ya suele estar levantado y de mala leche -.

 - Nos vemos a la tarde Pedro -. Dijo Manuel jadeante aún recuperándose .

 - Solemos venir por aqui todas las mañanas -. Apuntó Ramón mirándome - Lo digo por si te apetece darte otro baño algun dia de estos con nosotros -.

 Los tres chicos se asearon un poco, se vistieron y se marcharon despidiéndose de mí y allí me quedé yo sola, pensando en si la mañana siguiente sería demasiado pronto para volver a darme un baño con los chicos.

   Asi paso o almenos asi lo recuerdo yo. 

   Besos los que queráis y donde los queráis mis amores.