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Historias de la Universidad

en Transexuales

Lo tenía claro, sabía que Julián era gay, y creo que yo también lo soy. El me gustaba y yo creo que también le gustaba a él…pero que difícil es para nosotros, ¿no?

En fin, a Julián lo conocí en mi primer año de carrera en Santiago, él era el conserje de mi colegio mayor, yo llegué a la universidad con las dudas que todos tenemos con 18 años, las chicas no me atraían, pero tampoco es que me volvieran locos los hombres, no sé como definirlo, estaba en una fase asexual, pero sabía que no era un hombre como lo eran mis amigos.

Físicamente soy bastante atractivo, sé que soy guapo, pero mis facciones son delicadas, no masculinas, aun con 18 años podría pasar por un adolescente de 14, no tengo barba, mi cuerpo es flacucho, aunque firme, siempre hice deporte, no musculado pero si delgado y bien cuidado. Tampoco soy amanerado, no tengo pluma.

Desde mi adolescencia, cuando empecé a ver las primeras revistas porno, no se por que, y esto reforzaba mi idea de mi homosexualidad, me ponía en el papel de la mujer, me impresionaban esas caras de lujuria y placer que ponían las mujeres, también había visto revistas o películas gays, pero otra vez tampoco me impresionaban.

Un día, decidí probar una cosa, ¿que se siente vestida de mujer?, supongo que como la mayoría, aproveché un día que no estaba mi madre y me probé unas braguitas, unos panties, vestidos, nunca me había sentido así, me mire en el espejo, fantaseé con todas las revistas que había leído, y me hice la paja mas impresionante que nunca había hecho.

Al terminar, me pasó algo curioso, me miré al espejo, y me dije “no tu nunca serás una mujer”, la verdad me sentí asqueado de lo que había hecho, como avergonzado, pero lo repetí muchas veces, avancé en descubrir mi sexualidad, exploré que se siente cuando se masajea el ano o cuando se van introduciendo cosas en él…vaya, me compraba condones e iba probando con cosas que encontraba por casa, o con los dedos…

En fin, que llegado el momento de salir de mi casa, tenía claro que no tenía claro casi nada. Pero tenía que probar.

Debo anotar aquí, que estoy hablando de principio de los noventa, eso de chatear, internet, grinder, como que no, y no hablemos de hacer pública tu sexualidad, te crucificaban pero ya.

Bueno volvamos a Julián. Como digo cuando llegué a mi colegio mayor por primera vez lo conocí. Cuando lo vi el aparentaba los 50 y muchos o los 60 (en realidad 56), su frase favorita era “Haced lo que os de la gana a mitad de curso me jubilo”.

¿La primera impresión que me dio? Un gilipollas, supongo que años de aguantar a jóvenes repletos de hormonas, que acaban de abandonar el nido paterno y vuelan solos por primera vez le hizo ser un borde, físicamente era muy grande, mas de 1,90, gordo pero fuerte, con unos brazos y unas manos inmensos. Tenía una perillita canosa, como el resto del poco pelo que le quedaba en la cabeza.

Al entrar en la residencia, lo primero que escuché fueron sus gritos:

-Sacad esas maletas de la entrada!, no quiero gente paseando por el vestíbulo, cada uno a su habitación.

Me despedí de mis padres, y me acerqué a él arrastrando mi inmensa maleta.

-Hola buenos días.

-Hola. Nombre?

-Manuel Garcia Lopez

-Habitación 205, segundo piso.

Miré alrededor buscando un ascensor, no había, me dirigí hacia la escalera que estaba en uno de los laterales arrastrando mi inmensa maleta y empecé a subir como buenamente pude…Y ahí apareció el, por primera vez:

-A ver neno-me agarró la maleta y empezó a subirla como si no pesara nada- carallo, si no puedes con la maleta no la cargues tanto, que parece que vas a América.

A paso ligero subió las dos plantas y me dejó la maleta en la segunda planta.

-Allá al fondo, la última puerta.-Me señaló, y regresó al bajo.

Recorrí el pasillo entre el resto de alumnos, supongo que veteranos que se reían de mi y hacían comentarios sobre la ayuda que me había dado el conserje.

Después de la cena, empezaba mi primera noche en el colegio, había oído hablar de las novatadas y la verdad estaba asustadísimo, no creo que mi entrada triunfal me hubiera ayudado mucho, y la verdad ya me daba por enterado de que me iba a tocar un buen chorreo.

No sé que hora era, pero me despertaron gritos por el pasillo golpes en las puertas y me tocó a la mía, a pesar de tener cerrado, finalmente era tanto el escándalo que tuve que abrir, y tres o cuatro personas entraron en tromba me agarraron entre todos y me metieron en la ducha tal cual estaba en pijama, empapado, me obligaron a bajar al polideportivo donde había otros chicos igual que yo, empapados, nos empujaron hacia una pared y empezó el “juicio del novato”, unos flexos de estudio nos apuntaban y no podía distinguir mucho, los veteranos llevaban mascaras, pañuelos o antifaces, y había unas mesas donde se sentaba el tribunal.

Se sucedieron las humillaciones, flexiones, hacer de bolos mientras nos pateaban con balones, la traca final era hacer un pasillo mientras nos azotaban con toallas mojadas, pero a mi aun me tenían reservado algo mas.

-Eh, novato tú no te vas todavía, tienes que hacer tu trabajo.

En el vestíbulo me indicaron mi maleta, la habían cargado de libros. Ya sabía lo que tenía que hacer, empecé a subir las escaleras, arrastrando mi maleta, hasta que se rompió el asa, la maleta cayó por las escaleras…empecé a llorar, de frio, impotencia, no podía mas. Entonces le escuche, supongo que habría estado ahí todo el rato.

-Venga chavales ya está bien dejad al pobre novato.

Todos desparecieron, alli me quedé sollozando en las escaleras, baje hasta mi maleta y sacando el poco orgullo que me quedaba intenté volver a subirla.

-A ver, no seas bestia. Venga te ayudo, no es para ponerse así hombre…

Abrió la maleta y empezó a sacar libros que iba apilando en el suelo, finalmente, la cerró y observó el asa rota.

-Venga, me la quedo e intento arreglarte esto, vete a la cama que te vas a congelar de frio.

Empecé a subir las escaleras, tenía el pijama empapado y noté, lo sé, que desde el vestíbulo me siguió con la mirada, la tela estaba pegada a mi piel y supongo que marcaba mi culo y mis muslos, que el observaba desde abajo.

-Hasta mañana- me dijo.

Al día siguiente me lo encontré en el vestíbulo otra vez.

-Que tal neno? Mejor que ayer?

-Si, bueno, la verdad es que mal, pero gracias por lo de ayer.

-jaja, no pasa nada, hay que saber cuando se acaba una broma, no te lo tomes a mal. Son buenos chavales, pero tenemos que estar atentos para que nos e desmadren mucho. Novatadas va a haber siempre, y la dirección prefiere que sean controladas mas o menos y no que se nos vaya de las mano.

-Ya.

-De todas formas no te preocupes, ya ha pasado y no te volverán a molestar.

Y fue cierto, las noches siguientes volvieron a escucharse ruidos y tumultos en las escaleras, pero nadie llamó a mi puerta. Jaime me estaba echando una mano…Unos días después apareció con mi maleta arreglada.

-Gracias. Ehh, te costó algo?

-Nada, neno, págame una caña y en paz.

El curso iba avanzando, para mi el estar fuera de casa era la oportunidad de por fin, encarar mi sexualidad, estaba en una ciudad en la que era un completo desconocido, y no solo eso el resto de la gente de mi edad también, descubrí locales de ambiente, hice amistades…quizá eso de para otra historia.

Al avanzar el curso también fui intimando con Julián, solíamos fumar un pitillo de vez en cuando y hablábamos de nimiedades, que tal llevas los estudios?, Bla bla. La verdad yo fantaseaba en mi habitación con que en algún momento me agarrara la mano o simplemente se abalanzara sobre mi besándome, o que me preguntara abiertamente si era gay o marica, pero la verdad nada de nada, avanzando en nuestros conocimientos mutuos supe que era soltero, un día me comentó que ya no se veía con edad para buscar pareja, se me paso por la cabeza decir, “eh aqui estoy yo!”, pero la verdad es que no podía, y si me soltaba un guantazo? o simplemente me mandaba a la mierda.

Si estaba completa y platónicamente enamorado de él. Lo veía con esos brazos inmensos, peludos, con sus pelos en el pecho apareciendo debajo de la camiseta abanderado que llevaba debajo del buzo de trabajo, dios me ponía a mil, me recorría un escalofrío cada vez que creía que me pillaba mirándole, creo que intentaba insinuarme pero la verdad es que no conseguía nada.

Y así avanzaba el curso, hasta que se empezó a acercar la navidad, en el colegio era típico realizar una representación en la que se imitaba un festival de eurovisión, los veteranos elegían la imitación que debían hacer, pero a los novatos se les obligaba a interpretar imitaciones generalmente bastante humillantes, ya que casi siempre implicaban o canciones muy explicitas o lo mas habitual tener que vestirse de mujer, algo que a la mayoría les tocaba los cojones, pero bueno debo decir que a mi me excito bastante.

Bueno, después de la selección de cantantes a mi me tocó hacer un dúo con otro compañero y nos tocó nada menos que Azúcar Moreno, y en concreto “Bandido”, que había sido la canción con la que habían ido a Eurovisión, la actuación implicaba buscarse la vida para vestirse y desde luego la coreografía, primándose mas el hacer movimientos afeminados y falsetes que la propia interpretación, pero yo me lo iba a tomar en serio.

Mi compañero, del que ya no me acuerdo el nombre, consiguió ropa sexy de su novia, que a mi me quedaba como un guante he de decirlo, a el bastante lamentable media 1,90 y estaba fuerte como un boxeador. Hasta me consiguió unos tacones, con los que casi me mato por cierto, el tuvo que hacer la obra con botas de fútbol (creo) lo cual daba un punto mas cómico a nuestra actuación.

Pero yo me la iba a tomar muy en serio, un par de días antes empezamos el ensayo, yo le iba diciendo a mi compañero, así disimuladamente: “oye por que no le pides maquillaje a tu novia?” o “y si nos ponemos sujetador..?”, la verdad es que como (parecía) que nos lo tomábamos todo a broma la cosa iba funcionando, y sin darme cuenta, poco a poco, nos íbamos a preparando para la actuación. Recuerdo un momento de sudor frio, cuando el propuso dejarnos barba para la actuación, pero eso en mi caso era bastante complicado, me llegaba con afeitarme una vez a la semana y para notar un poco de pelusilla tendría que pasar un año, de todas formas el lo hizo.

Los ensayos eran una forma de pasarlo bien, entre bromas, silbidos gritos de “guapas” … bueno os lo podéis imaginar, en mi caso mi apariencia era bastante discreta, era delgadito, con poca pinta de macho digamos, no tenía ni necesidad de afeitarme el pecho, las piernas si las afeité, para el día de la actuación y gracias a la novia de mi compañero había conseguido un buen digamos “ajuar”, un vestido negro ceñido, muy cortito, (muy parecido al que tenían ellas en eurovisión), un sujetador también negro para aguantar el relleno de unas tetas improvisadas (creo que hechas con calcetines). Las medias no nos las dejó, por lo que las compramos en un hipermercado, como a el le daba vergüenza ahí me aproveche compre dos pares de medias negras con blonda de goma, muy sexys realmente, y para completar un tanga también negro (eso solo para mí, quería estar perfecta). Respecto al maquillaje, nos había prestado unas sombras de ojos, lápiz de labios, además ella misma se había comprometido a maquillarnos…

Y llegó el día, estaba que no podía con los nervios, me duche, me limpié muy muy bien (ya sabéis, por lo que pudiera pasar), y a media tarde empezamos a vestirnos, su novia vino como había prometido y nos maquilló a el de una forma exagerada, que acentuaba sus labios rojos en medio de su barba, sombra de ojos roja con purpurina…

Las mujeres, creo que tienen un sexto sentido, a mi me hizo un maquillaje precioso, sensual, ni muy exagerado, aluciné cuando me miré al espejo, me ayudó a peinarme la media melena que tenía, pero la muy capulla (con cariño) me había calado.

-Que bien te queda el vestido, si fueras una tía tendrías a todos babeando, y con esta piel tan suave…

Finalmente me lo preguntó:

-Tu eres gay verdad?

-Pero que dices!

-Venga ya, no se lo voy a decir a nadie, pero tu eres mas femenina que la mayoría de las tías. Y seguro que esto te gusta no?

Y se lo confesé, si, era la primera persona, fuera del ambiente que lo sabía, realmente me gustó contarlo, me gustó como me hablaba, y lo cariñosa que fue conmigo, charlamos bastante rato, hasta que tuvimos que prepararnos para la actuación, se despidió de mi con un beso y mientras me guiñaba un ojo me dijo:

-Como te acerques más de la cuenta a mi chico, te arranco los ojos.

Y ambas nos reímos.

Bueno, la verdad es que estaba tranquilísimo, nuestra actuación supongo que fue un desastre, puede que aun quede algún VHS (me gustaría verlo), el punto era la sobreactuación, movimientos sexys, bueno una comedia…lamentablemente perdimos, no me lo explico, jajaja.

Después de la fiesta, había unos pinchos, unas cañas, y la mayoría de la gente ya tenía organizado su plan, era jueves, víspera de Navidad y la juerga iba a ser sonada, algunos se cambiaron, otros ni eso y en poco rato no quedaba ni una rata en el colegio, solo yo.

Había visto a Julián durante la actuación, también en los pinchos tomando algo, pero ahora nada, supongo que se habría ido de juerga con los veteranos por lo que mi gozo en un pozo. Ahí estaba yo vestida para él, aseada para él, y nada, recorrí los pasillos y me senté en la sala, aprovechando mi soledad me hice un porrito de hachís y me recosté en el sofá.

El susto fue de los que hacen época:

-Joder a que carallo huele aquí!!!

El vozarrón de Julián me despertó de la pequeña somnolencia que me empezaba a dar el porro.

-Pero no sabes que esto es motivo de expulsión, y mira que me jode, pero voy a tener que avisar al director. Como se te ocurre?

Vi a Jaime en el umbral de la puerta medio a contraluz, su corpachón ocupaba toda la puerta.

-Joder, pensé que no había nadie…

-Pues ya ves, y huele a porro todo el puto colegio.

En eso no había pensado, me levanté a abrir las ventanas

-Ahora no te preocupes, joder, ya me dirás si el director le da por venir.

Creo que empecé a llorar, vaya pinta.

-Veña neno non chores, como va venir el director a la una de la mañana, dame una calada.

Le acerqué el porro y aspiró una calada larga, me consumió casi la mitad del porro.

-Carallo que buen costo, e logo que haces? No vas de marcha?

-Si iba a ir, pero estoy cansado y bueno, la verdad tenía que lavarme y cambiarme.

-Ya, pero podías salir así, seguro que ligabas, jaja…

No adiviné el tono de esa frase, cachondeo? Me devolvió el porro, y lo volví a fumar con ansia, necesitaba relajarme un poco.

-Ya (solo supe decir ya después de lo que me dijo).

-Bueno, pues nada, yo voy a cerrar las puertas y dar el recorrido no vaya ser que algún gilipollas dejara los grifos abiertos, chao.

-Chao.

Y se larga el muy hijo de puta me deja, mas caliente que una perra en celo y se pira. Acabé el porro y me puse a liar otro, y volvió a aparecer.

-Coño neno!! Pero tu tienes un almacén de costo? Mecago en la leche, y eso que parecías una mosquita muerta, como le das al costo.

-Bueno, ya está todo revisado, no queda ni dios despierto en el colegio, debe estar todo Cristo de fiesta, y mañana la tranquilidad absoluta se pira todo el mundo a su casa, tu te vas mañana?.

-La verdad es que no sé. Yo aun tengo clase mañana y a lo mejor me voy el sábado, depende.

-Ya, dame una calada.

Volvió a darle otra chupada larga y profunda al porro.

-Bueno, con este material que tienes entraba bien una copita, quieres tomar algo?

-No tengo nada de beber en la habita.

-Pero tengo yo, neno, joder si no tuviera algún material en mi habitación no os aguantaba, inflaba a ostias a la mayoría. Vente y si quieres vemos una peli.

Bajamos a la planta baja, y entramos en la zona de dirección, allí estaban los despachos y las habitaciones del director, y alguna mas, digamos VIP, por si algún profesor de la universidad quería dormir, hacía tiempo que no se usaban y Julián utilizaba una de ellas para cuando quería o tenía que quedarse a dormir. La habitación no tenía nada que ver con las de los alumnos, tenía un pequeño despacho, con un sofá, tele, video, en una esquina una pequeña nevera y unos armarios, una puerta daba hacia la habitación.

-Que tomas? Ron, Whisky, ginebra?

-Pues ron, con coca cola.

Abrió la puerta de un armario, sacó los vasos, y una botella.

-Pues te vas a joder, neno, solo tengo vodka, y de refresco si te vale tónica. Vena siéntate.

Me senté en el sofá, intenté poner mis poses mas femeninas, los porros me habían desinhibido, crucé las piernas abajo, como había visto a las mujeres, al sentarme el vestido se levantó dejo a la vista la blonda de las medias.

-Vaya que vas preparado, menudo disfraz te has buscado. Joder.

Me acercó una bebida, vodka solo…

-Bueno vemos una peli?

-Vale.

-A ver, tengo, varias, toma,

Me acercó varias cintas VHS con anotaciones a bolígrafo de las películas, bastante variado, desde “Indiana Jones” hasta alguna de vaqueros, las ojeaba…

-Bueno también tengo estas.

Me dio otro taco de tres o cuatro, era fácil adivinar lo que eran, tres “XXX” en el lomo indicaban que eran algo más fuertes que las anteriores, tragué un sorbo de mi vaso (que casi me hace vomitar)

-No se las que quieras, a mi el cine me gusta todo. (Creo que esa fue otra de las respuestas mas idiotas que hice en mi vida)

Agarró las cintas XXX y eligió una al azar, la metió en el video y se sentó a mi lado con el mando. Empezó la peli, os acordáis de aquellas pelis en VHS? Se notaban que eran copia de copia, una ralla gris pasaba de arriba abajo cada dos por tres…y aun estaban en los créditos, la peli empezó como casi todas, un tío lleno de músculos follando a un par de tías, gemidos.

-Qué? Te gusta? Seguro que a tu novia te la follas así eh? Jaja.

-Si, jaja..

-Tienes novia? Anda ya!

-La verdad es que no.

-Ya…

-Ya que?

-Pues que no me pareces tu muy de tener novia, y con la pinta que tienes ahora…

-Es solo un disfraz.

Sin decir mas apretó la tecla de avance rápido hasta un punto en que el video cambiaba de temática, un jovencito rubio, delgadito sollozaba mientras un machote le follaba, me quedé sin palabras mientras notaba que empezaba mi erección, no sé si se notaba o no pero intenté disimularla debajo del vestido. Julián me miraba de reojo y dio un buen trago a su copa.

-Esta a lo mejor te gusta más?, a mi particularmente si me gusta más.

Se echó hacia atrás en el sofá, y se desabrochó el cinturón y los botones del pantalón.

-Joder, tengo que adelgazar, me revientan los pantalones…jejeje

Miré hacia su entrepierna y vi el bulto que asomaba sobre el calzoncillo que quedaba a la vista al abrir el pantalón, pasó su brazo por detrás de mi y me atrajo hacia él, haciendo que apoyara mi cabeza en su hombro, no podía evitarlo y lo besé en la mejilla. Se giró hacia mi:

-Oye, mariconadas no eh?

Me dejó de piedra, pero no me dio mucho tiempo, se acercó a mi me apretó con su brazo y me empezó a morrear, su lengua abrió mi boca y buscó la mía, su perilla rascaba mis labios, al soltarme cogió mi vaso y el suyo y los dejo sobre la mesa, mientras se recostaba mas en el sofá y bajaba su pantalón y su slip, haciendo que su polla saliera de su encierro tiesa, grande y gorda, cómicamente imagine un “plop” al verla aparecer.

-Venga guapa, seguro que lo haces mejor que las del video.

Su mano hizo el ademán de empujarme hacia su polla, pero no fue necesario que insistiera, me acerqué a ella, era grande, pero no demasiado, si gorda y sin operar, su piel bajo fácilmente por lo lubricada que estaba, aun así la baje con delicadeza, un olor a sudor, y orín me llegó al acercarme mas a ella, el debió notar que día un pequeño respingo…

-Es la polla de un macho después de un día de duro trabajo, no esperarías que oliera a flores…

Me aproximé a ella y la introduje suavemente en mi boca, rozando con mis labios su glande y acariciándolo con mi lengua, mi mano agarró el tronco para mantenerla firme, aunque no era muy necesario, empezó a acariciar mi pelo mientras soltaba un ligero gemido, me arrodillé en el sofá para poder acceder con mas comodidad, y su mano empezó a recorrer mi espalda, me acerqué le permití llegar a mi trasero que empezó a acariciar por encima del vestido, mientras seguía lamiendo su polla, levantó el vestido y notó mi tanga que agarró y separo de mi raja, me dio un buen azote.

-Vaya, así que vienes vestida completa, y con tanga, vaya puta estás echa…

Me dio otro azote en las cachas, su mano bajo entonces hasta mi polla, realmente pequeña comparada con la suya, la apretó un poco y jugueteó con ella, estaba rebosante de líquido, y su mano en mi glande me ponía a mil, lo acariciaba provocándome espasmos de placer. Mi respuesta era acelerar el ritmo de la mamada…

-Mas despacio, tranquila, despacito da mas gustito.

Me ponía a mil que me indicara con su voz ronca y varonil como tenía que hacerlo, su mano seguía explorando mi trasero a veces, mi pene otras, hasta que apartó mi cabeza de su pene y agarrando mis nalgas con su manaza me dijo.

-Vamos a la cama, tengo ganas de follarte este culito.

Se incorporó con dificultad, en parte debido a lo sobado del sofá, y en parte debido a sus kilos, su pene bamboleante con los pantalones por los tobillos era un poco cómico, y se debió dar cuenta de mi sonrisita

-Riete, ríete ya verás cuando lo tengas dentro.

Se acabo de desnudar y me agarró por la cintura dándome un morreo mientras sus manos acariciaban mi espalda, su polla quedaba a la altura de mi ombligo o mas arriba y su glande mojado resbalaba por mi piel, al acabar de besarme me dio la vuelta y levantándome la falda realizó un par de movimientos arriba y abajo que hacían que su polla recorriera mi raja. La indicación era clara avancé hacia el dormitorio, la cama era ancha de matrimonio y no como las de las habitaciones de los estudiantes, sin saber que hacer esperé a sus instrucciones, me empujo levemente hacia el borde y me senté quedando otra vez se polla a mi alcance, volví a chuparla mientras el terminaba de desnudarse sacándose la camisa y la camiseta, dejando al descubierto su pecho peludo, su prominente barriga me excitaba alargue mis brazos para acariciar la mata de pelo y sus pezones.

Me empujó para que me recostara en la cama, el entonces se arrodillo y me levantó el vestido, le ayudé a sacármelo, quedaron al aire el sujetador relleno con calcetines, que rápidamente me sacó también, poco a poco fuimos tumbándonos en la cama, el se fue poniendo encima de mí, me besó, sus manos acariciaban mis piernas mi vientre, su boca empezó entonces a morder suavemente mi cuello, y después mis pezones, jugó con ellos con su lengua, con pequeños mordiscos suaves a veces y dolorosos otras, mi excitación era inmensa, le abracé, mis brazos no abarcaban aquel cuerpazo de macho, abrí mis piernas para dejar que su pelvis se introdujera entre ellas, mientras seguía mordiendo, inició un movimiento de vaivén que hacía que nuestras pollas se rozaran, incorporándose, me bajó el tanga y me lo sacó llevo su boca a mi polla y empezó a chupármela, el placer era máximo agarré su cabeza con mis manos mientras el jugueteaba con su lengua, gemía, notaba que en cualquier momento iba a explotar, el se dio cuenta, con sus manos levantó mis nalgas y su lengua empezó a recorrer mis testículos intentando llegar a mi trasero.

Nos levantamos, me colocó con facilidad de rodillas haciendo que mi culo y mi raja quedaran perfectamente abiertos y entonces introdujo su lengua en mi ano, lengüeteó, no podía resistir tanto placer, llevé mis manos a mi polla que estaba a reventar, el me las apartó e hizo que las apoyara nuevamente en la cama, ensalivó un dedo y empezó a introducirlo en mi ojete, pero era complicado.

-Estas cerradita, relájate, deja el culo suelto.

Era difícil, lo intentaba por varias veces, pero no lo conseguía, de repente se fue al baño, oí un grifo y volvió con un vaso y un bote de gel, gire la cabeza y vi que se ponía detrás enjabonando su dedo poco a poco con la ayuda del jabón consiguió introducirlo…

-Ves, la limpieza no es tan mala, para muchas cosas, ahora vamos a abrirte poco a poco

Empujó el dedo de golpe, y di un respingo alejándome de él, con su otra mano me agarro de la cintura para mantenerme quieto, seguía moviendo su dedo hacia movimientos circulares ayudando a dilatar el musculo...

-Venga, relájate coño, queda mucho que abrir.

No se supongo que los nervios me estaban jugando una mala pasada, pero sabéis lo difícil que es eso de relajar el culo aunque tengáis ganas de vuestro macho. Poco a poco y con la ayuda del jabón iba abriendo mi culete, permitiendo la entrada de un segundo dedo, de vez en cuando el muy bruto me hacía daño, el instinto me hacia alejarme de el, alguna vez respondía tirando de mi, otras un azote...

-Quieta coño…

Pasado un buen rato, noté que ya no era tan doloroso el mete saca de sus dedos, su movimiento circular en mi interior ya no me desagradaba tanto, es mas hábilmente con su dedo en forma de gancho, acariciaba mi próstata y hacia que el dolor se transformara en algo de placer, a estas alturas mi polla chorreaba, no se si por un orgasmo continuo o por una secreción constante.

Llegado un momento, vi que sacaba sus dedos, y volvía a usar el gel y el agua para embadurnar su polla, la recorría para que estuviera toda bien enjabonada. Supe que era el momento de ser montada, de que por fin todo el deseo acumulado durante meses iba a quedar satisfecho, el deseo también se mezclaba con un poco de miedo, conociendo la respuesta, pregunté

-No tienes condones?

-Que crees que me follo gente aquí todos los días?, yo estoy sano y tú?

Su respuesta me dio a entender que no le importaba mucho, que me iba a follar así, a pelo y sus palabras posteriores lo confirmaron

- Llegados aquí no hay excusas, lo peor que te puede pasar es preñarte…jaja..Pero eso no es problema, verdad?.

Su mano robusta y fuerte empujo mi espalda hasta que mi cabeza y mi pecho se apoyaron en la cama, así mi culo quedaba levantado, supongo que en una posición mas cómoda para el, su glande empezó a recorrer mi raja, mientras su mano le ayudaba a encontrar el agujero, sentí que la dilatación no había sido suficiente, note como su polla intentaba entrar, estaba duro, pero era mas gorda o eso parecía que todos los dedos que me había metido antes.

Poco a poco empujó ayudándose de su peso y note como se abrían las entrañas, grite de dolor.

-Calla zorra, y ábrete, si no te relajas te va a doler, yo no voy a parar, es cosa tuya.

Las lagrimas empezaron a salir de mis ojos, el dolor era brutal mis manos agarraron las sabanas mientras me mordía los labios, agarre las sabanas en la boca para acallar los gritos.

El mientras seguía con su empuje, cada vez que notaba que había ganado un centímetro de mi ano empujaba para meter un poco mas, según se iba introduciendo su tronco el dolor era peor, hasta que finalmente un empujón final, un dolor infinito, y el cosquilleo de sus pelos en mis nalgas me indicó que ya estaba dentro, la sacó un poco y la volvió a meter con la misma fuerza.

-Toma, viches como entrou, ahhh, que culazo tienes maricon, buff…casi me corro solo de lo estrecho que lo tienes.

Yo lloraba, apretaba los dientes mordiendo las sabanas, el dolor me recorría el cuerpo, una de sus manos aplastaba mi espalda mientras la otra me agarraba de las caderas pegando mi culo a su pubis.

-Vamos, venga que ahora vas a gozar como una perra.

Y empezó, su polla salió lentamente, para volver a entrar de golpe, una vez, otra, y otra, paulatinamente el roce era cada vez menos doloroso, pero sus embestidas parecía que me dejaban sin aire.

-Querías mi pollón? Eh? Verdad que lo querías, dime.

Y azotaba mi culo,

-Dime, lo querías marica?

-Si, buff, si lo queria…

-Pues ahí lo tienes, dioss, que culazo tienes, que ricooo…hacia tiempo que no me follaba un culito así.

Sus palabras y el dolor, producían en mi una sensación extraña, me excitaban, me dolía, me sentía una hembra poseída por su macho, la sensación era animal, su brutalidad me ponía a cien, de repente y sin tocarme, un escalofrío me recorrió, el orgasmo mas increíble de mi vida, hizo que de mi polla saliera en chorro de semen que me hizo exhalar un grito…

-Coricheste putita, como gozas, a partir de ahora ya tienes una verga para ti, te voy a follar todos los putos días, ahhh, que bueno…ahhh…te voy a preñar mariquita… ahhh…

Sus manos me atrajeron hacia él con un empujón me clavó hasta el fondo y de repente, una oleada de calor inundó mi culo, note un torrente caliente de semen en mi ano.

-Ahhhh…si…siiii…toma leche cabrona!!

Por primera vez en el rato que duro la follada, extrajo su polla de mi culo, este vacio por tanto tiempo, exhalo el aire que había entrado, así como noté resbalar un hilillo que supuse su leche caliente, sin darme respiro volvió a introducirla, ahora entrando suave por la lubricación de su semen.

-Ahhh. Siii. Toma polla…ahh que culazo…diossss…que bueno

Empujó unas cuantas veces, su polla en mi culo, hasta que quizá viendo que su erección decaía, me dio un azote en el culo.

-Venga, toma tu leche, ven a limpiar esto guarra que tienes que alimentarte.

Me volteé y con la polla a la altura de mi cara, me acerque con asco a su capullo viscoso, tenía una mezcla de semen, y pequeñas pintas de sangre…el agarró mi cuello e hizo que me la tragara entera, succioné hasta la última gota del liquido, el la sacaba y descapullándola me la volvía a introducir en la boca.

-Así, limpita, ohhh, que bien lo haces, joder que gustito…te acabo de romper el culo eh? Como te sientes?

-Bien…muy bien...

Mentí, me dolía, me Escocia, notaba el semen resbalar por mis muslos y pensaba en que me habían follado sin condón, dioss, tenía miedo.

El aún exhalaba algún gemido.

-Ahhh, que bueno, ya verás como la próxima es mejor, ya tienes el culo a la medida de mi polla.

Me incorporó y me beso en los labios, su lengua jugueteó con la mía, mientras me acariciaba la espalda.

Cansados y sudorosos nos recostamos en la cama, cara a cara, el seguía besándome, finalmente pasó su mano por mi nuca y me atrajo hacia el, me acurruqué en su pecho, sus dedos jugueteaban por mi espalda me rozaban tan lentamente que me daban escalofríos. Ahora después de su brutalidad en el sexo, sus caricias, y besos, no parecían las mismas del macho que me acababa de poseer, alargué mi mano hacia su polla y la note flácida, pero aun gorda, la acaricié, también su barriga, su pecho, jugueteé con sus pelos.

Del cajón de la mesilla saco dos pitillos, los encendió y me dio uno, mientras colocaba un cenicero en su pecho.

-Te calé en cuanto te vi, desde el primer día, sabía que iba acabar fallándote, y voy a follarte muchas más veces.

Sonreí, sabía que era verdad, di una calada al pitillo, y me sentí mas hembra que nunca.