miprimita.com

Sometiendo a mi esposo 2,

en Sexo Oral

Cuando llegue a casa, Emilio como siempre de forma sumisa me dio la bienvenida, su cabeza reclinada, su voz tartamudeante y su indecisión al hacer las cosas, acrecentaban mi dominio sobre de el,

- ¿que has echo todo el día Emilio?

Emilio con voz titubeante me respondió,

- lo que me pediste Elizabeth,

La verdad es que en ese momento no me importaba lo que hubiera echo Emilio durante el día, ya que tenia otros planes para el, pero antes deseaba descansar un poco, así que me fui directo a la sala y me senté en el sillón y le pedí que me trajera un poco de jugo,

- si Elizabeth, voy de inmediato,

Los planes que tenia para Emilio eran otros, hace apenas unas horas había estado metida en el hotel con armando, que además de ser mi supervisor era mi amante y estando con el se me había ocurrido algo, así que cuando volvió de la cocina me dio el vaso con jugo y le dije,

- Emilio, uno de mis tacones esta sucio, quiero que lo limpies,

Emilio bien sabia como tenia que limpiar mis tacones, así que rápidamente se hinco y agacho su cabeza hasta que su boca toco la punta de mi zapatilla y comenzó a recórrela con la lengua,

- quiero que quede bien limpia Emilio,

Emilio tenia la punta de mi zapatilla en la boca, así que solo emitió un gemido y continuo lamiendo, podía ver como su lengua iba y venia por mi zapatilla, la actitud tan sumisa de Emilio me provocaba a ir mas allá, así que después de algunos minutos le dije que se detuviera,

- bien Emilio, es suficiente,

El se enderezo y permaneció hincado frente a mi, se veía algo nervioso, como si supiera que venia algo que tal vez no seria muy agradable para el, termine mi jugo, tome mi bolsa, saque mis cigarrillos, encendí uno y comencé a preguntarle,

- sabes de donde vengo verdad Emilio,

- si Elizabeth,

- dime de donde,

 - de estar con armando,

- si Emilio, estuve con el y quiero que sepas que la mayoría de las veces me penetro sin condón,

Emilio agacho su cabeza y guardo silencio, supongo que no debe de ser fácil saber que tu esposa se acuesta con otros hombres, así que continué humillándolo,

- si Emilio, y me dejo escurriendo y sabes que,

- que Elizabeth,

- como no te has portado muy bien voy a tener que pedirte que me limpies,

Emilio levanto la cabeza y con voz suplicante me comenzó a decir,

- pero...siempre hago todo lo que me ordenas, siempre trato de complacerte,

- no Emilio, mereces un castigo,

Apague el cigarrillo, enrolle mi falda en mi cintura y recline mi cuerpo sobre el sillón, separe mis piernas y le dije a Emilio que comenzara a lamer mi vagina,

- vamos Emilio, acércate y hazlo,

 Su rostro se enrojeció y su respiración se comenzó a agitar y lentamente fue metiendo su cabeza entre mis piernas, hasta que su boca estuvo a escasos centímetros de mi vagina, pude ver como abría su boca y segundos después sentí como su lengua se posaba en mi clítoris,

- bien Emilio, comienza de una vez, no me hagas enojar,

Emilio se quedo quieto unos instantes y después comencé a sentir como su lengua iba bajando lentamente recorriendo mis labios vaginales,

- bien Emilio, pero quiero que pongas mas énfasis, ¿acaso no quieres complacerme?

El se separo un poco y me contesto,

- si Elizabeth,

- entonces que esperas,

Emilio de nuevo comenzó a lamer mis labios vaginales y me di cuenta que le costaba algo de trabajo y no era para menos, mi vagina estaba completamente impregnada de los fluidos de armando,

- bien Emilio así, continua,

baje la mirada y pude notar como su respiración se iba agitando y una clara mueca de desagrado se reflejaba en su rostro, pero deseaba humillarlo al máximo, así que sin previo aviso lo sujete por la nuca y lo jale hacia mi, Emilio comenzó a moverse intentando safarse pero en ese momento cerré mis piernas aprisionándolo,

- quiero sentir tu lengua Emilio, vamos, no te detengas,

Emilio a duras penas continuo complaciéndome, ya no usaba su lengua, ahora sus labios eran los que estaban haciendo todo el trabajo, sentía como su boca se abría y se cerraba y escuchaba como su garganta tragaba mis fluidos mezclados con los de armando, continué aprisionándolo unos instantes mas y después abrí mis piernas, Emilio de inmediato se echo para atrás y pude ver como gran parte de su rostro estaba cubierto de mis fluidos, jalo aire un par de veces y cuando se recupero comencé a reír,

- jajajajaja....que pasa Emilio, ¿no te gusto?

El solo agacho su cabeza y trataba de recuperar el aliento, pude ver como unos hilillos de baba caían desde su mentón a su pecho, deje que se recuperara unos instantes y después le dije,

- bien Emilio e quedado satisfecha con tu comportamiento, no quiero que te limpies tu rostro, vas a estar así el resto del día, ahora vete a seguir con tus deberes,

Emilio se levanto y se fue a la cocina a lavar los trastes, pero aun deseaba humillarlo más,

-